Anatomía Humana Generalidades del Sistema Vascular y Nervioso

Generalidades del Sistema Vascular y Nervioso

Importancia

Todos los componentes del organismo humano precisan de la asistencia de sistemas de soporte
vital para su correcto funcionamiento.

La mayor parte de los órganos humanos recibe el aporte sanguíneo de oxígeno y nutrientes,
imprescindible para la supervivencia mediante el sistema vascular periférico. Este mismo
sistema permite la eliminación de dióxido de carbono y productos de desecho.

La falta de aporte sanguíneo produce isquemia1 en los tejidos y como consecuencia se pueden
producir anomalías en el correcto funcionamiento de los órganos y, en el caso de falta total de
riego sanguíneo, se puede llegar a la necrosis2 del tejido. Las anomalías en el drenaje vascular
conducen al edema3 tisular cuya consecuencia final también puede acarrear la necrosis del
tejido.

El sistema nervioso también es imprescindible para asegurar la funcionalidad de los tejidos, las
alteraciones de la inervación periférica motora, no sólo ocasionan parálisis muscular, sino que
también se asocian a atrofia del músculo o grupo muscular afecto. La inervación sensitiva
también es de gran importancia para la subsistencia de los tejidos, la falta de sensibilidad puede
acarrear la aparición de lesiones inadvertidas que pueden condicionar la vitalidad de los tejidos.
En este sentido, también es de gran importancia la inervación autónoma o vegetativa necesaria
para la regulación de las funciones viscerales del organismo.

Características generales del sistema nervioso

El ser humano para su relación con el entorno precisa de un sistema organizado que permita la
percepción de los diferentes estímulos del medio ambiente y que produzca una serie de
respuestas adecuadas a éstos. Asimismo, dado que los estímulos medioambientales son
múltiples, este sistema, deberá ser capaz de actuar como filtro para diferenciar aquellas señales
que precisen de una respuesta consciente o inconsciente. Igualmente, las diferentes funciones
vitales del organismo precisarán de unos mecanismos de control y respuesta individualizados y
armónicos que les mantengan en funcionamiento independientemente del medio o que según
los requerimientos puedan ser conectados o desconectados.

El Sistema Nervioso del ser humano es el encargado de todas éstas funciones y desde el punto
de vista funcional podemos distinguir: un sistema nervioso de relación, que es el que pone en
relación al organismo con el mundo exterior y gracias a él se ejecutan acciones y se perciben las
sensaciones del entorno y en segundo lugar un sistema nervioso vegetativo, que preside el
mantenimiento de las funciones vitales del organismo sin que sea preciso un control consciente
del mismo (p. Ej. respiración, secreciones, etc.). Estos elementos no actúan de forma
independiente, sino que se coordinan, de manera que el primero puede ejercer cierto grado de
control sobre el segundo o determinados estímulos ambientales pueden incidir sobre el sistema
vegetativo, alterando el normal funcionamiento de éste.
Desde el punto de vista meramente anatómico, no existe distinción entre estos tipos funcionales
de sistema nervioso, ya que su localización morfológica es coincidente. La morfología del
Sistema Nervioso, nos permite distinguir:

• Sistema Nervioso Central: Es el sustrato anatómico sobre el que se sustentan los

diferentes elementos que rigen las respuestas a los diferentes estímulos. Se halla
compuesto por dos porciones bien diferenciadas: el Encéfalo contenido en la cavidad
craneal y la Médula Espinal que se sitúa en el conducto raquídeo de la columna
vertebral.

1
Isquemia, Disminución permanente o transitoria del riego sanguíneo de una parte del cuerpo producida por una
alteración de la arteria o arterias aferentes a ella.
2
Necrosis. Degeneración de un tejido por muerte de sus células.

3
Edema: Hinchazón blanda de una parte del cuerpo, que cede a la presión y es ocasionada por la serosidad infiltrada
en el tejido celular.
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Fecha última actualización:21/09/2010 Universitat Pompeu Fabra

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• Sistema Nervioso Periférico: se corresponde con las diferentes vías utilizadas por el
sistema nervioso central para aproximarse a sus efectores y receptores periféricos y, se
compone de los diferentes nervios periféricos.

El Sistema Nervioso se compone desde el punto de vista macroscópico de dos elementos

diferenciados:

• Sustancia gris: Se trata de las zonas del sistema nervioso donde se acumulan núcleos de
células neuronales, constituyendo los centros reales de funcionamiento del tejido
nervioso, predominantemente existe en el sistema nervioso central.
• Sustancia blanca: Es el tejido nervioso que se corresponde con las prolongaciones
neuronales y sus células de recubrimiento dirigiéndose a sus territorios
efectores/receptores, se localiza tanto en el sistema nervioso central como en el
periférico.

Componentes del sistema nervioso periférico

Se conoce como Sistema Nervioso Periférico (SNP) a los diferentes elementos que originados en
el SNC (encéfalo y médula espinal) se dirigen hacia los territorios periféricos para encargarse de
emitir respuestas o recoger estímulos. En su composición toman parte elementos pertenecientes
tanto al sistema nervioso de relación como al sistema nervioso vegetativo. Desde el punto de
vista anatómico presentan varios tipos de componentes:

- Ganglios Nerviosos: son zonas donde las fibras nerviosas de diferentes procedencias
establecen conexiones con neuronas periféricas intercambiando información entre sí
antes de dirigirse a sus territorios de origen o terminación. Se distinguen diversos tipos
de ganglios periféricos: ganglios espinales, ganglios simpáticos y ganglios
parasimpáticos.
- Plexos Nerviosos: son zonas de entrecruzamiento de fibras nerviosas de zonas
periféricas de un territorio específico, estructuradas de forma ordenada constituyendo
estructuras anatómicas relevantes.
- Nervios Periféricos: se corresponde con el agrupamiento de fibras de diferentes
neuronas dirigiéndose de forma ordenada hacia un territorio anatómico específico.
Podemos distinguir dos tipos de nervios periféricos: los nervios espinales originados
en la médula espinal y los nervios craneales o pares craneales que se originan en el
encéfalo.

Nervios espinales y craneales. Metámeras y dermatomas. Ganglios espinales y

craneales

Las fibras de las neuronas alcanzan sus objetivos finales de inervación agrupadas en estructuras
anatómicas que constituyen los nervios. Existen dos tipos de nervios:

• Nervios craneales o pares craneales, originados en el encéfalo y que se distribuyen

mayoritariamente en la cabeza aunque algunos de ellos tienen amplia distribución por
el resto del organismo. Estos nervios se caracterizan porque pueden estar formados por
fibras de tipo motor, sensitivo y vegetativo (para la inervación de vísceras) de tipo
parasimpático. Estos nervios se estudian ampliamente en segundo curso.
• Nervios espinales: Se originan de la médula espinal y se distribuyen por el cuello,
tronco y extremidades. La zona de la médula espinal que origina cada uno de los
nervios espinales recibe el nombre de metámera. Son un total de 31 pares de nervios (8
cervicales, 12 torácicos, 5 lumbares, 5 sacros y el nervio coccígeo) que se originan a
ambos lados de la médula espinal por dos raíces4 (anterior y posterior) que se fusionan
a nivel de un engrosamiento conocido como ganglio espinal del que se desprende
finalmente el nervio espinal correspondiente que sale del conducto vertebral a nivel de
los forámenes intervertebrales. Cada uno de los nervios espinales recibe se denomina
utilizando una letra identificativa de la región de origen (C: cervical; T: torácica; L:
lumbar; S: sacra) y un número que señala su posición dentro de la región (1, 2, 3…). El
primer nervio espinal (C1) se origina entre el occipital y el atlas (primera vértebra

4
Es importante distinguir las raíces de los nervios espinales de los ramos, aunque es frecuente la confusión en el uso
de los términos. Las raíces proceden directamente de la médula espinal y los ramos lo hacen del ganglio espinal
correspondiente. La raíz anterior de los nervios espinales transporta fibras motoras hacia los músculos esqueléticos
que proceden directamente de neuronas de las astas anteriores de la médula espinal. La raíz posterior contiene
fibras sensitivas que hacen escala en neuronas periféricas ubicadas en el interior del ganglio espinal asociado al
nervio.
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cervical) lo que explica que haya ocho nervios cervicales. De cada ganglio espinal se
originan dos ramos nerviosos (anterior y posterior). Los ramos posteriores inervan la
musculatura de los canales vertebrales (hipoaxil durante el periodo embrionario) y los
anteriores el resto de elementos musculares (epaxil durante el desarrollo embrionario).
Los nervios espinales transportan fibras nerviosas vegetativas de tipo simpático que se
unen a ellos desde ganglios simpáticos situados por delante de la columna vertebral. El
área cutánea de inervación sensitiva de cada uno de los nervios espinales, recibe la
denominación de dermatoma. Esta distribución facilita la exploración clínica de la
sensibilidad, permitiendo diagnosticar el nivel metamérico de una lesión nerviosa.

Los ganglios nerviosos5 son estructuras neuronales, generalmente interpuestas en el trayecto de

los nervios, asociadas a las terminaciones sensitivas o vegetativas. Desde el punto de vista
morfológico, son engrosamientos durante el trayecto de los nervios que, en muchas ocasiones,
reciben conexiones de otras áreas. Existen ganglios sensitivos asociados a los nervios craneales y
espinales y otros relacionados con el sistema nervioso vegetativo (simpáticos y parasimpáticos)
de los que se origina la inervación para las estructuras viscerales del organismo.

Plexos nerviosos

Los ramos anteriores de los nervios espinales cervicales, lumbares y sacros, originan
formaciones especializadas (plexos cervical, braquial, lumbar y sacro) en las que las las fibras
procedentes de las metámeras de la médula espinal, se entrecruzan y originan estructuras
nerviosas diferentes a los nervios espinales que conducen la inervación motora y sensitiva a los
territorios periféricos de las extremidades. Esto hace que los dermatomas de las extremidades
tengan una distribución diferente a la de los del tronco y sean un poco más complicados de
aprender y explorar.

Las fibras nerviosas simpáticas y parasimpáticas junto con sus ganglios asociados y las fibras
viscerales, forman los plexos viscerales localizados en el tórax, el abdomen y la pelvis. Las
ramas originadas de éstos inervan las vísceras.

En el tórax se encuentran los plexos cardíaco, pulmonar y esofágico. En el abdomen se

asocian a la aorta y sus ramas, reciben la denominación de la rama de la aorta a la que
asocian su trayecto: plexos celíaco, mesentérico superior, mesentérico inferior y
aórtico.
Circulación sanguínea

El Aparato Circulatorio se compone de: un órgano central de impulsión/recepción, el corazón y

un conjunto de vías de conducción que varían en su estructura y función: las arterias, las venas,
los vasos capilares y los vasos linfáticos.

El corazón es un órgano muscular especializado en la misión de recoger sangre e impulsarla al

resto del organismo, para ello se halla compuesto de dos cavidades de recepción, las aurículas y
dos cavidades de impulsión, los ventrículos.

Los vasos se diferencian tanto por su estructura como por su función, se distinguen:

• Arterias. Distribuyen la sangre por los diferentes órganos del cuerpo.

• Venas. Reciben la sangre de los órganos y la transportan hacia el corazón.
• Capilares. Son vasos de pequeño calibre interpuestos entre las arterias y las venas que
permiten el intercambio de sustancias entre los tejidos y los vasos sanguíneos, dicho
intercambio se puede efectuar tanto en sentido tejido/sangre como a la inversa.
• Linfáticos. Constituyen un sistema circulatorio especial que funciona por separado de
la circulación sanguínea, salvo en su parte final (finaliza en las grandes venas que
desembocan al corazón) y con funciones específicas diferentes de las de la circulación
sanguínea.

La circulación sanguínea se inicia en el ventrículo izquierdo del corazón, de donde la sangre

oxigenada es impulsada al resto del organismo a través de la arteria Aorta gracias a la
contracción cardiaca, a partir de ésta, la sangre se reparte por todo el organismo con excepción
de los Pulmones.

5
Centro nervioso constituido por una masa de neuronas intercalada en el trayecto de los nervios.
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Una vez realizados todos los intercambios físico-químicos a nivel de los tejidos, la sangre
desoxigenada retorna a través de las venas periféricas que van confluyendo hacia las Venas
Cavas Superior e Inferior, para finalmente desembocar en la aurícula derecha, completando el
circuito denominado Circulación Mayor.

La sangre de la aurícula derecha pasa al ventrículo derecho donde, la contracción cardiaca la

impulsa hacia la Arteria Pulmonar, siendo transportada hasta los capilares pulmonares, donde
mediante interacción con los alvéolos es oxigenada, para retornar hacia la aurícula izquierda a
través de las Venas Pulmonares, para ser transportada desde ésta al ventrículo izquierdo
completando el circuito denominado Circulación Menor y reiniciar nuevamente todo el ciclo
circulatorio.

Existen algunos casos particulares en la circulación en los que se presenta una doble circulación:

• Pulmones. Coexisten dos tipos de circulación, la circulación funcional que se

corresponde con la circulación menor y la circulación nutricia que pertenece al circuito
mayor (procede del ventrículo izquierdo), la cual tiene lugar mediante las arterias
bronquiales procedentes de la aorta.
• Corazón. La circulación nutricia del corazón procede de las arterias coronarias que son
ramas de la aorta, sus venas desembocan directamente a la aurícula derecha sin pasar
por las venas cavas.
• Tubo digestivo. La circulación de retorno del tubo digestivo se realiza mediante un
sistema especializado que hace converger todas las venas hacia el hígado, se conoce
como sistema portal (vehiculizado por la Vena Porta), en el interior del hígado la
sangre sufre profundas modificaciones previamente a ser vertida en la vena cava
inferior. De esta manera el hígado, al igual que los pulmones, tiene dos tipos de
circulación: la funcional mediante el sistema portal y la nutricia a través de la arteria
hepática procedente de la aorta.

Sistema linfático

Los linfáticos, al igual que las venas, son conductos con ramificaciones convergentes,
encargados de recoger y aportar al sistema venoso dos líquidos del organismo: la linfa y el
quilo. En el curso de su trayecto, atraviesan formaciones anexas, los ganglios o nódulos
linfáticos. De los ganglios linfáticos se originan vasos linfáticos eferentes que van a desembocar
a los conductos linfáticos mayores o centrales o bien a las venas principales de drenaje de la
región.

Vasos linfáticos. Los vasos linfáticos, existen en todos los tejidos del organismo excepto en el
interior del cráneo y la placenta. La circulación linfática se origina de capilares más
voluminosos que los sanguíneos que forman una red que drena a los troncos colectores o vasos
linfáticos.

La forma de los vasos linfáticos es muy variable y se hallan anastomosados entre sí, durante su
trayecto hacia los ganglios, están generalmente adosados a las venas, por lo que al igual que
éstas se distribuyen unos superficiales y otros profundos. Su estructura es muy semejante a la
de las venas.

Las funciones y estructura detallada se estudiarán en Fisiología e Histología.

Ganglios Linfáticos. Son masas de volumen variable que reciben vasos linfáticos aferentes y
están drenados por uno o varios vasos linfáticos eferentes. Su forma generalmente es
redondeada u ovoidea. Al igual que los vasos linfáticos se localizan en situación superficial o
profunda, algunos de ellos aislados, pero más a menudo se disponen en cadenas o grupos
regionales (p. Ej. Ganglios inguinales o axilares). Los vasos linfáticos eferentes originados en los
ganglios linfáticos van confluyendo para drenar salvo algunas excepciones en los colectores
terminales de la circulación linfática que van a desembocar definitivamente a los confluentes
yugulo-subclavios correspondientes.

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