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El Reino de Dios en la Tierra Jeremías 33:2-3 oracion

“2 Así ha dicho Jehová, que hizo la tierra, Jehová que la formó


para afirmarla; Jehová es su nombre:
3 Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes
y ocultas que tú no conoces.”

Nuestro Dios primero se presenta delante de nosotros y dice: “Yo


soy Jehová, yo hice toda la Tierra, todo lo que tú puedes ver e
imaginar yo lo hice, yo soy el dueño de todo, yo puedo hacerlo todo,
y por eso te digo, clama a mí, y yo te responderé”.

Observada desde el espacio exterior, la tierra es asombrosamente


hermosa. Esto ha sido confirmado por los astronautas que han
tenido la oportunidad de verla desde esa perspectiva. La tierra es
una hermosa joya en la creacion de Dios y es el lugar escogido en
todo el universo donde el ha prometido revelar su reino en toda su
gloria. Por eso es tan bella.

Entre todos los planetas del sistema solar, solamente la tierra ha


sido perfectamente acondicionada para todas las formas de vida y
es el unico planeta que gira alrededor del sol a la distancia
necesaria para proveer condiciones confortables para la raza
humana.

La Biblia: unica fuente de informacion

Solamente la Biblia puede explicar la razon de ser de tales


condiciones. Es porque fue el Creador

"el que formo la tierra, el que la hizo y la compuso; no la creo en


vano, para que fuese habitada la creo: Yo soy Jehova, y no hay
otro" (Isaias 45:18).

Pensamos que es logico afirmar que si hay un Gran Diseñador y si


el ha creado una raza de seres para que habiten nuestro planeta,
entonces debe haber habido un objetivo final en su mente.
Afortunadamente no tenemos que adivinar cual es ese objetivo.
Desde el dia en que Dios puso al ser humano en la tierra, su
proposito supremo fue que su creacion correspondiera
voluntariamente a su propia perfeccion:
"Porque la tierra sera llena del conocimiento de la gloria de Jehova,
como las aguas cubren el mar"

La fase final del cumplimiento de esa intencion es lo que la Biblia


describe como el reino de dios en la tierra.

Un verdadero reino

Debido a que sera un reino verdadero en el sentido fisico y politico,


tendra un rey, un gobierno, una capital y un sistema internacional de
leyes. Dios ya delego "toda potestad... en el cielo y en la tierra"
(Mateo 28:18) a su propio Hijo, el Señor Jesucristo. Lo que es mas,
aprendemos que la fecha en la que se establecera el reino ha sido
señalada en el calendario divino:

"Por cuanto ha establecido un dia en el cual juzgara al mundo con


justicia, por aquel varon a quien designo" (Hechos 17:31).

El reino de Dios en la tierra pronto sera una realidad. Las


abundantes señales que anuncian su establecimiento no son el
tema de este estudio; pero estamos totalmente convencidos de
esto. El venidero reino milenario constituirá el evento mas
emocionante que el mundo jamas ha visto. Opacara todos los
periodos de la historia conocidos por "el siglo de las luces," "el
periodo clasico," "el renacimiento," etc. El reino de Dios proveer�
un magnifico ambiente en este hermoso planeta para todos los que
reconozcan a Dios como Supremo Creador y a Jesucristo como
Rey del mundo.

Un bello mundo

Use su imaginacion por un momento. Piense en un mundo de paz,


cuyos habitantes son saludables y bien alimentados y realizan
labores provechosas. Imagine un mundo en el cual hay empleo para
todos, donde la gente no es explotada . Un mundo en que el
hambre y las pestes ya no matan a la cuarta parte de la poblacion .
Ya esta teniendo usted una idea de lo que sera el reino de Dios.

"Venga tu reino"Los discipulos de Jesus encontraban que era


dificil orar a Dios. yQue debian pedirle? yCuales eran las
prioridades? El Señor soluciona tales problemas enseñandoles lo
que llamamos el Padrenuestro. Esta oracion establecio las
prioridades: Dios es un Padre, un proveedor; Dios ya posee un
dominio en los cielos donde su voluntad es obedecida, y ese
dominio o reino de Dios ha de establecerse tambien en la tierra.
Esta era una poderosa plegaria:

"Venga tu reino. Hagase tu voluntad, como en el cielo, asi tambien


en la tierra... porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por
todos los siglos" (Mateo 6:9-13).

La cristiandad aun repite esta oracion. Las palabras "Venga tu


reino" deberian estar siempre en los labios de los cristianos fieles.

Muchas veces está deformada nuestra forma de pensar acerca de


nosotros mismos, de Dios, de la vida en general, y perdemos de
vista que somos una creación divina.

Las mismas manos de Dios nos formaron, a su imagen


y semejanza. No es un teoría evangélica, no es un doctrina,
provenimos de lo divino, de lo sobrenatural, de aquel ser
todopoderoso, a quién no entendemos en su inmensidad.

No somos una casualidad de la naturaleza, no somos un accidente


cósmico. Toda persona que esté en este mundo tiene esperándola
un plan de Dios para conocer a su creador. Un plan de Dios que
sobrepasa nuestra comprensión, aun en las peores dificultades, ese
Dios amoroso, quiere actuar. Nos ha dado el privilegio de llamarnos
sus hijos.

Efesíos 2:10 "Pues es Dios quien nos ha hecho; él nos ha creado


en Cristo Jesús para que hagamos buenas obras, siguiendo el
camino que él nos había preparado de antemano.

Adóralo a cada momento y tu vida resplandecerá.


Clama a Dios
Quisiera hablar en esta hora sobre el clamor. Quizá es lo que hace
falta en tu vida, clamar a Dios. Primero, definamos el significado de
la palabra “clamar”. La palabra “clamar” en la Biblia, en griego, en el
Nuevo Testamento se puede definir como “acosar a una persona,
llamar por nombre, gritar íntimamente”. Estas definiciones nos dan
una idea de a lo que se refiere la Biblia cuando dice clamar. Un
clamor es un grito interior a una persona específica al grado de
acosarla. La palabra clamar también quiere decir “buscar refugio en
una roca”.

Orar y clamar son cosas diferentes. El clamor en sí es una oración,


pero éste viene de un corazón quebrantado. Clamar no es orar “de
corridito”. Clamar es algo personal, es una expresión interna de un
corazón destrozado, y te tengo una buena noticia: Dios escucha el
clamor de su pueblo.

Romanos 8:15
“15 Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar
otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de
adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!”

Es un pensamiento mundano el creer que Dios se va a molestar por


nuestro clamor, es irracional y anti bíblico decir “ay, es que yo cómo
voy a molestar a Dios”. Hermanos, Dios aquí nos dice que cuando
recibimos a Cristo en nuestro corazón tenemos al Espíritu

ir con Dios, puedes clamarle a Dios y decirle “papi, por favor,


¡ayúdame!”.

. En los tiempos antiguos era una falta de respeto no hablarle de


“usted” a los papás, y había una total incomunicación, pero nuestro
Dios no es así. Dios dice en su palabra que ahora tenemos a su
Espíritu Santo, y por ese Espíritu Santo es que ahora somos
adoptados, ahora podemos clamarle, insistir, acosar, clamar y
acercarnos confiadamente al trono de la gracia, no porque seamos
buenos, no porque seamos muy espirituales, no porque seamos
mejores, sino porque Cristo nos ha comprado con su sangre
preciosa, y ahora somos hijos de Dios, ahora podemos clamar con
toda confianza, ¡Abba, Padre!.

Salmo 30:2

“2 Jehová Dios mío, A ti clamé, y me sanaste.”

Salmo 34:6 “6 Este pobre clamó, y le oyó Jehová, Y lo libró de


todas sus angustias.”
Salmo 34:17 “17 Claman los justos, y Jehová oye, Y los libra de
todas sus angustias.”

Salmo 130:1 “De lo profundo, oh Jehová, a ti clamo.”

Salmo 138:3 “3 El día que clamé, me respondiste; Me


fortaleciste con vigor en mi alma.”

Salmo 120:1 “A Jehová clamé estando en angustia,Y él me


respondió.”

Jonás 2:2 “y dijo: Invoqué en mi angustia a Jehová, y él me


oyó; Desde el seno del Seol clamé,

Y mi voz oíste.”

Jeremías 33:3

“3 Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes


y ocultas que tú no conoces.”

¿Necesita un milagro? Clame a Dios. ¿Tiene un problema? Clame a


Dios. ¿Tiene una deuda? Clame a Dios. ¿Tiene una enfermedad?
Clame a Dios. ¿Tiene una situación familiar? Clame a Dios.
Humíllese, y clame a Dios. Dios escucha el clamor de su pueblo. La
Biblia está llena de personas que clamaron, y Dios los escuchó. Yo
no sé cuál es tu problema, cuál es tu necesidad, yo no sé qué hay
en tu corazón, pero sí sé que la Biblia dice: “clama a mí, y yo te
responderé”. Hermano, hermana, empieza a clamar. Empieza
ahora mismo a clamar.

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