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La clase política que está gobernando en Villamartín deja mucho o bastante que desear de ese
idealismo socialista en pro y en beneficio de la ciudadanía, de esa ciudadanía cada vez más
mermada por el paro, las deudas, los embargos, la imposibilidad del pago de facturas, subidas de
impuestos, subidas del IVA, congelación de pensiones, reducciones de salarios, etc. La ciudadanía
está empezando a preguntarse como una persona responsable de toda una ciudad como la nuestra,
realice una política que nace desde el odio, la intolerancia y la desigualdad, como el máximo
representante de Villamartín sigue cerrando puertas a los ciudadanos/as, en este caso a un aspecto
tan delicado como la educación de nuestros jóvenes, como es posible que todo un equipo de
gobierno se tome la libertad de decidir actuar con denuncias bajo sus brazos cuando no logran
conseguir sus objetivos, y quizás algo que es aún más sorprendente, es como todo un pueblo
permanece impasivo y al margen del futuro de la ciudad, así como la libertad y el derecho de
mostrar nuestro malestar respecto a un conjunto de actuaciones que no hacen mas que perjudicar y
crear una imagen de Villamartín que nada tiene que ver con el verdadero carácter de nuestro
pueblo. Un alcalde tiene la obligación, la responsabilidad e incluso el deber moral de hacer ver a
los demás la ciudad que tenemos, una ciudad solidaria, trabajadora, tolerante y muy abierta a un
futuro, quizás mas incierto ahora que nunca, pero siempre con optimismo. Ningún ciudadano/a de
Villamartín se merece un alcalde y nos concejales que basen sus políticas en denuncias cuando no
consiguen hacer realidad sus proyectos, no nos merecemos un equipo de gobierno que vaya
cerrando puertas al futuro de Villamartín, no nos merecemos a responsables que creen plataformas
en pro de los beneficios de empresarios sin escrúpulos y no creen plataformas enfocadas a
resolver los problemas presentes en el día a día de nuestros ciudadanos como es el problema del
paro que tanto daño y desestructuración está causando a muchas familias villamartinenses, no nos
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merecemos un alcalde que base su trabajo en deambular de juzgado en juzgado por que no sepa
enfocar sus perdidas hacia otras perspectivas que no perjudiquen los pocos recursos de los que
dispone nuestra ciudad. Por todo ello, pensamos, y cada vez son más ciudadanos/as que así se
sienten, que el equipo de gobierno abanderado por Calvillo no se merecen ocupar los cargos que
tienen, y es el momento de que el pueblo hable y pida con ese derecho que se nos otorga como
masa social la dimisión de todos/as aquellos que no han representado ni representan ni
representaran con dignidad, sin odio, sin intereses personales ni ocultos el verdadero presente y
futuro que tiene nuestro pueblo, VILLAMARTÍN.
JUVENTUDES ANDALUCISTAS DE VILLAMARTIN PAG.2
UN NUEVO CAPITALISMO
Villamartín Andalucista