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Elaborado por: Mary Luz Fuentes Herrera

Materia: DILEMAS ÉTICO POLÍTICOS Y RESPONSABILIDAD SOCIAL


La ética en la Administración

Mientras se estudia una carrera como la Administración de empresas, se nos enseña


sobre la ética y la moral, y cómo estas han de ser aplicadas en el desempeño laboral y en
nuestra vida personal.

El término ética viene del griego ethos que significa lugar donde se vive, además
significa carácter o modo de ser. El Primer significado, se refiere al clima ético de
un grupo social que se manifiesta en el ambiente de buena convivencia. El segundo
significado, se distingue del temperamento con el que nacemos porque se forja a lo
largo de la vida; éste es como una segunda naturaleza que vamos construyendo y
marca nuestra personalidad. (Peláez, 2010, pág. 68).

El carácter o modo de ser es lo que nos diferencia de otras personas y lo que recuerdan
los demás de nosotros cuando no estamos presentes, es la imagen de nosotros que
mostramos al mundo. El cómo nos enfrentamos a los retos que se presentan en nuestra vida.

José Luis L. Aranguren (1985) afirma:

… la ética es considerada, per se, como algo personal, por lo tanto, será cada
persona quien, desde su propia situación existencial, en cada momento de su vida,
ha de proyectar y decidir aquello que va a hacer. Dicho de otra manera, será el
mismo sujeto quien elija, entre varias posibilidades, aquella que le permita afrontar
los diversos retos que se le presenten en su desempeño cotidiano.

Es decir, es una decisión o elección legitima, que es consecuente entre la paradoja entre
lo que queremos y lo que realmente hacemos para conseguirlo. Los seres humanos toman
decisiones con base, en sus creencias, principios y valores heredados de la familia,
amistades y de la influencia de la sociedad que los rodea, su tipo de educación y dogmas
que por siglos han persistido.
Como toda persona que ingresa al mundo laboral, las decisiones o elecciones son
primordiales, ¿cómo saber qué tipo de trabajo quiere tener?, ¿cuándo espera ganar?, ¿cómo
comportarse y convivir con su jefe y compañeros de trabajo?, ser honesto o no cuándo le
propongan hacer algo incorrecto que le representará algún beneficio económico o
crecimiento profesional, entre otras cosas. Todo esto se enmarca dentro de una conducta
profesional.

Todos sabemos por experiencia que, cuando requerimos los servicios de un


profesional, esperamos de él no solo competencia (es decir, dominio de los
conocimientos teóricos y prácticos propios de su profesión), sino también una
utilización adecuada de esa competencia, una conducta profesional. Así se espera de
él/ella que pondrá atención e interés para realizar bien el servicio, que tratará al
cliente o usuario del mismo con respeto, que guardará el secreto profesional sobre
las informaciones que aquél aporta porque las requiere el servicio, que no las
utilizará para otras actividades beneficiosas para él o ella mismos, etc. (Suero, 2001,
pág. 7).

No siempre es fácil tomar decisiones a nivel profesional, porque, por encima de todo
están los principios y valores con los que el proceso de la vida nos ha formado. El mundo
laboral, está en busca de profesionales éticos que comprenden precisamente que sus
principios y valores no son negociables, que muchas veces se debe ir contra de la corriente
cuando se les pida violar la ley, o las normas de convivencia ciudadana. Normas que exigen
tener una responsabilidad social empresarial y cumplir con cada uno de sus requisitos,
porque el día de mañana no sabes a cuántas personas o comunidades puedes afectar.

En conclusión, cada día, cada hora y minuto en la vida laboral se tiene una elección o se
toma una decisión, que determinará hasta donde somos capaces de llegar por nuestra propia
conveniencia o la de los demás o la de la empresa; donde debemos tener presentes y firmes
nuestros principios y valores. Cada una de esas decisiones forjará nuestro carácter y futuro
cómo profesionales.
Referencias
José Luis L. Aranguren. (1985). Ética y política. Barcelona: Orbis.

Peláez, L. A. (2010). La ética en la administración: ¿Dignidad o estorbo de la profesión? LUPA


Empresarial N°12, 68.

Suero, J. C. (2001). Ética profesional en ciencias humanas y sociales. Madrid: España.

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