Uso de los Números Naturales

Entonces, la definición de números naturales se refiere al signo o los signos que expresan la
cantidad de elementos dentro de un conjunto. Los números naturales constan de los números
enteros positivos únicamente.

Bajo esta premisa, se puede hablar de la historia de los números naturales. Estos fueron los
primeros números que se utilizaron por la humanidad, pues permitían contar los objetos,
animales, personas o cosas de las que se tenía posesión. Pero, además de ser utilizados para
contar los elementos, también sirven para conocer la posición de un elemento dentro de un
conjunto. Es decir que, aunque un conjunto posea 2525 elementos, el orden de los números
naturales sirve para constatar la posición de un elemento dentro del mismo conjunto.
Volviendo al ejemplo de los autos, si tenemos 2525 en un lote y estos están ordenados, el
auto azul puede estar al lado del naranja y tener la posición
número 99 y 1010 respectivamente, pero si se cambian de orden los autos, su posición dentro
de la recta numérica natural, no cambiaría. El auto azul cambiaría de la posición 99 a
la 1010 y el auto naranja de la posición 1010 a la 99, lo cual confirma que la recta numérica
continua invariable.

En la edad primitiva, el ser humano solo necesitaba cumplir con tareas básicas y por lo tanto
las operaciones matemáticas no eran complejas. No se necesitaba más que los números
enteros positivos para contar las cosas, sumarlas o restarlas. El sistema de numeración
romano solo podía utilizarse para contar y operar con números relativamente pequeños. Los
egipcios también poseían un sistema de numeración basado en decenas. Agrupaban números
de diez en diez. Es así que podían seguir contando aunque ya no tuvieran más dedos que
utilizar.

Para representar los números naturales, se utiliza el sistema decimal moderno, y se agrupan
las cantidades por cada dos cifras si se trata de números mayores que diez y de tres si se
trata de números mayores que cien agrupando desde la posición de las unidades a la derecha
de la cifra. Por ejemplo el número ciento cincuenta y dos millones trescientos ochenta mil
seiscientos cuarenta y dos, sería escrito en números naturales
como 152.380.642152.380.642. Las unidades las decenas y las centenas están agrupadas
en cada tres cifras, mientras que por cada punto, se puede ver que el primero de la derecha
se separa con la palabra mil, y el segundo punto con la palabra millones. Si tuviéramos un
mundo más largo, se podría añadir billones, trillones, cuatrillones, quintillones, etcétera.
José Bernardo de Tagle y Portocarrero (*Lima, 21 de marzo de 1779 - †Callao, 26 de
septiembre de 1825), nobiliarmente IV marqués de Torre Tagle, más conocido como Torre
Tagle, fue un militar y políticoperuano, que ejerció el gobierno de la República del Perú en
cuatro períodos, entre 1822 y 1824. Fue el segundo Presidente del Perú.
Desde muy joven se involucró en los círculos que conspiraban a favor de la Independencia,
pese a pertenecer a la nobleza criolla. Fue alcalde de Lima de 1811 a 1812. Viajó a España, y
al volver, fue nombrado por el Virrey Joaquín de la Pezuela como Intendente de Trujillo, donde
se sumó abiertamente a la causa patriota, proclamando la Independencia de Trujillo el 29 de
diciembre de 1820 en la ciudad norteña. Establecido el gobierno del Protectorado encabezado
por el Libertador José de San Martín, se le encomendó diversas funciones militares y
administrativas. En lo que respecta al mando supremo, primero fue Supremo Delegado
reemplazando interinamente a San Martín cuando éste fue a entrevistarse con Bolívar en
Guayaquil, en 1822; luego fue Encargado del Poder Supremo, durante un día, tras el
derrocamiento de la Suprema Junta Gubernativa en febrero de 1823; después fue Encargado
del Mando Supremo en vísperas de la llegada del Libertador Bolívar, de julio a agosto de
1823; y enseguida fue nombrado por el Congreso como Presidente del Perú, siendo el
segundo ciudadano en asumir dicho título (el primero fue José de la Riva Agüero), mientras
que Bolívar ejercía el poder militar. Acusado de conspirar a favor de los españoles, fue
despojado del mando en febrero de 1824 y se refugió en la Fortaleza del Real Felipe, último
baluarte realista sitiado por los patriotas, donde pereció víctima del escorbuto.