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Índice de contenidos
1. INTRODUCCIÓN 7
4. RESPONSABILIDADES 7
4.1. RESPONSABILIDADES DE LA DIRECCIÓN 7
4.2. RESPONSABILIDAD DEL PERSONAL 7
5. LA EVALUACIÓN DE RIESGOS 9
6. PLANIFICACIÓN DE LA PREVENCIÓN 10
Hablar de Gestión de PRL engloba mucho más. La gestión de la PRL se basa en la creación de
un sistema interno, basado en la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y su legislación de
desarrollo, que nos permita desarrollar un control eficaz y eficiente del desarrollo,
cumplimiento y evolución de la Seguridad y Salud Laboral (SSL) en el seno de una empresa.
Este sistema debe nacer con la vocación de ser integrado en la gestión global de una
organización, y debe adaptarse, en la medida de lo posible, a la actual gestión de la empresa, de
manera que implique los menos cambios posibles y pueda ser asumido por todos los niveles de
la empresa sin entrar en conflicto con las tareas que ya vienen realizando.
Toda organización, en mayor o menor medida, realiza prácticas de PRL y hay que aprovechar
esas actuaciones para desarrollar el sistema de gestión.
La gestión preventiva supone implicar a todos los niveles jerárquicos de una empresa, y por lo
tanto para realizar una gestión efectiva de la PRL en una organización será imprescindible
lograr una concienciación e implicación, de la Dirección General de una empresa de manera
que en el momento de negociar medidas a implantar y su efectiva puesta en práctica, la
Dirección participe activamente, y de su visto bueno de acuerdo con una planificación previa.
Es, por tanto, muy importante que el Técnico en Prevención sea un buen negociador y sea
realista con la situación de la empresa. Es necesario priorizar las medidas de acuerdo con la
gravedad detectada en la evaluación de riesgos, y con las posibilidades económicas de la
empresa.
• Evitar o minimizar los riesgos para los trabajadores y para terceras personas que puedan
verse afectadas por la actividad de una organización.
Una buena actuación en Prevención implica evitar o minimizar las causas de los accidentes y
de las enfermedades derivadas del trabajo. Las organizaciones deben dar la misma importancia
a lograr un alto nivel en la gestión de la prevención que a otros aspectos fundamentales de la
actividad empresarial.
Es decir: El Sistema de Gestión de la PRL debe ser algo vivo y dinámico, que vaya
cambiando cuando sea necesario para adaptarse a la realizada de una organización en
cada momento.
Es decir: Debe implicar a todos los niveles jerárquicos de una organización, obligando
a cada uno a tener cierta incidencia en la Gestión de la PRL.
4. Sea conocida, comprendida, desarrollada y mantenida al día por todos los niveles de la
organización.
Es decir: Deben existir unos canales de comunicación que permitan que el sistema sea
conocido por todos los integrantes de una organización, y les permita participar de su
mantenimiento y evolución.
5. Sea coherente con otras políticas de recursos humanos diseñadas para garantizar el
compromiso y bienestar de los trabajadores.
Es decir: Debe integrarse en la gestión global de una organización de manera que forme
parte de todos los procesos de la empresa.
Es decir: La empresa debe estar al día de las mejoras tecnológicas que se produzcan y
evolucionar siempre para mejorar las condiciones de trabajo. Además, el Sistema de
Gestión debe ser auditado periódicamente de manera interna y/o externa, para detectar
posibles fallos en su desarrollo.
Es decir: Deben establecerse unos objetivos y estos deben ser conocidos por todos.
Es decir: Los trabajadores de una organización deben tener unos conocimientos tanto
teóricos como prácticos que les permitan desarrollar su tarea de manera eficiente y
segura.
La Política de Prevención es por tanto, una declaración de intenciones, por parte de la empresa,
donde se establecen las bases según las cuales se va a desarrollar la PRL en el seno de una
organización, y debe ser conocida y respetada por todos los niveles jerárquicos de la misma, de
manera que su evolución sea fruto de la participación de todos.
Este Sistema de Gestión debe ser definido, reconocido y mantenido por la Dirección General
de una organización, como herramienta para asegurar que el funcionamiento de la actividad
preventiva sea la adecuada, para esto debe incluir:
a. Procurar los medios humanos y materiales necesarios para la implantación del sistema.
b. Llevar adelante acciones cuyo fin sea asegurar la conformidad con lo establecido en la
Política de Prevención de Riesgos Laborales.
g. Establecer las medidas de orden interno necesarias para garantizar en todo momento
que el Sistema de Gestión implantado en la organización satisface sus objetivos.
h. Designar el miembro del equipo directivo el cual, aparte de sus otras responsabilidades,
debe tener la autoridad suficiente para asegurar que se cumplen y se mantienen al día
los requisitos legalmente establecidos.
La Dirección de la organización debe revisar el sistema de gestión periódicamente, a intervalos
definidos, de manera que se pueda asegurar su adecuación y eficacia continuadas. Deben
mantenerse registros de dichas revisiones.
Todos los trabajadores de una organización, con independencia de su cualificación, deben ser
conscientes de:
b. Los efectos que sobre la seguridad y salud tiene la actividad que desarrollan.
c. La necesaria cooperación que han de prestar a la organización para que esta pueda
garantizar unas condiciones de trabajo que sean seguras y no entrañen riesgos para su
seguridad y salud.
5. LA EVALUACIÓN DE RIESGOS
La acción preventiva se planificará a partir de la evaluación inicial de riesgos de la empresa.
Esta Evaluación Inicial es previa a la implantación del Sistema de Gestión de la PRL es
necesaria para identificar y obtener información sobre los riesgos inherentes a la actividad
desarrollada y a los equipos e instalaciones de la organización, lo que ayudará a decidir los
métodos de reconocimiento, evaluación y control.
La organización debe establecer y mantener al día los procedimientos para registrar los
requisitos legales, reglamentarios, normativos e internos que en materia de PRL afecten a la
organización, así como procedimientos para:
Esto implica revisar periódicamente la evaluación de riesgos, pero también hacerlo cuando se
produzcan cambios en el puesto de trabajo, las instalaciones, o la organización.
6. PLANIFICACIÓN DE LA PREVENCIÓN
En la planificación se debe definir y documentar como se cumplirán las necesidades
preventivas, y debe hacerse de manera coherente con el resto de elementos del sistema de
gestión. Se documentará en formato adecuado a la forma de trabajo de la organización.
2. Establecer las normas de procedimiento mediante las cuales se puedan medir y valorar
las acciones necesarias para:
- Mantener un control directo sobre los riesgos generados por las actividades de la
organización.
Además de cumplir con las exigencias legales y reglamentarias, la organización debe establecer
objetivos y metas tendentes a promocionar la mejora de las condiciones de trabajo, teniendo en
cuenta los requisitos financieros y operacionales, y la opinión de los trabajadores.
Los objetivos y metas deben ser coherentes con la política de PRL promovida por la empresa,
y deben cuantificar, cuando sea posible, la mejora continua en materia de PRL, en unos plazos
definidos.
3. Los procedimientos para revisar la actuación a medida que avanzan los programas.
5. Practicar los controles del estado de salud de sus trabajadores y las conclusiones
obtenidas en relación con la aptitud del trabajador para el desempeño del puesto de
trabajo, o con la necesidad de introducir o mejorar las medidas de prevención y
protección.
1. Han sido examinados y aprobados por los responsables antes de su primera edición.
5. Se retire sin demora la documentación obsoleta, tanto desde los puntos de edición como
los de utilización.
Los cambios en la documentación deben revisarse y aprobarse por los mismos responsables que
llevaron a cabo la revisión y aprobación inicial, a menos que se especifique otra cosa.
El control de las actuaciones muestra, de igual modo, el compromiso de la dirección con los
objetivos generales de seguridad y salud, y es una parte fundamental en el desarrollo de una
cultura positiva en seguridad y salud.
9. La evaluación de la salud.
Se requiere también un control reactivo, que actúe sobre los fallos del sistema de gestión, los
analice y los registre, prestando especial atención a:
1. Incidentes.
2. Accidentes.
3. Enfermedades profesionales.
1. Determinar la causa.
5. Registrar todo cambio de los procedimientos que resulte de las acciones correctoras.
La organización debe mantener los procedimientos actualizados para:
2. Registrar hasta qué punto se han cumplido los objetivos y metas especificados.
5. Los resultados de las auditorías y revisiones, así como los registros de formación. Todos
los registros de PRL deben ser legibles e identificables con cada actividad desarrollada
en la organización en la que sean implicadas la seguridad y la salud de los trabajadores.
Los registros de PRL deben almacenarse y mantenerse actualizados de forma que se
puedan recuperar de inmediato y deben protegerse contra posibles daños, deterioros o
pérdidas, estableciendo y registrando su período de retención para que puedan ser
evaluados.
Las auditorías deben permitir examinar, en el tiempo, todos los componentes del sistema de
gestión de seguridad y salud que han sido descritos, comprobando la adecuada descripción e
implantación.
2. La frecuencia con que se realizan las auditorías de cada actividad, área o emplazamiento
específico. Las fechas de auditoría se deben programar teniendo en cuenta la
importancia de los riesgos y la naturaleza de la actividad en cuestión, así como los
resultados de las auditorías previas.
4. Los requisitos del personal, procurando, sobre todo, que quienes llevan a cabo las
auditorías:
- Sean independientes del área o de las actividades que están siendo, o van a ser,
auditadas.