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En el Diseño Gráfico, la gestión y la administración del

diseño es una tarea fundamental. Coordinar y asignar


correctamente el trabajo logrará economizar y agilizar
los procedimientos para el cumplimiento de los
Objetivos del proyecto.
Al pensar en la administración de un Proyecto de
Diseño, hay que pensar en los objetivos que tiene el
proyecto para el cual se está trabajando.
Los objetivos y la forma en la que se alcanzan, debe estar
en raíz, relacionada con la empresa y el proyecto en el que
se está trabajando. Interpretando de manera correcta hacia
dónde quiere ir el proyecto, es más fácil economizar los
recursos, definir los tiempos, las metas, y los quehaceres
en la Administración del Diseño.
Mientras los Objetivos son ideales, las Metas son
aspectos cuantificables y medibles. La cantidad de
personas a las que se quiere llegar, la cantidad de
ejemplares que se quieren vender.
Las metas serán el resultado físico que se derivará del
plan de Acción. La planificación y la estrategia
deberán enfocar sus fuerzas, no sólo en la obtención
de ideales; sino también de pruebas de su realización.
Las estrategias son producto del análisis, la definición
de los objetivos y las metas del proyecto a realizarse.
Una correcta secuencia estratégica permitirá una
metodología de trabajo que derivará en secuencia de
acciones a realizar.
Las estrategias de Gestión y Administración de Diseño
empiezan con la Definición de las Relaciones
Estratégicas Institucionales, o en otras palabras:

La visión corporativa, los clientes, y variables del


sector empresarial.

Para esto, el Design Thinking es una excelente forma


de planear la estrategia:

a) Briefing / Definición
b) Antecedentes
c) Ideación
d) Desarrollo / Prototipo
e) Selección
f) Feedback
Los alcances se definen como la capacidad de
expansión y los sectores definidos del proyecto. A
quiénes llegará, y cómo llegará.
La priorización de los alcances del proyecto permitirá
un correcto manejo de posibilidades. Planes de acción
y rutas a seguir. Los alcances son posibilidades.

¿Dónde estamos ahora?


¿Adónde queremos ir?
¿Cómo podemos llegar ahí?
Cada proyecto tiene sus necesidades individuales.
Definimos las necesidades a través de las
necesidades del usuario. Cada proyecto debe
satisfacer una necesidad.
Las necesidades no se crean ni se destruyen: sólo se
transforman (o satisfacen).

A través del proceso de briefing, se identifican las


necesidades de los usuarios y después se trabaja en el
Diseño de algo que satisfaga esta necesidad.
Los recursos del proyecto, tanto en capacidades
técnicas, físicas, personales, económicas; y las
limitantes que se tienen, son aquello con lo que se
trabajará para crear el mejor producto posible.
Una vez sabiendo los recursos que se obtienen,
comienza… ¡El proyecto!

A través de estrategias (cómo lo realizaremos), de una


relación de Equipo (quién realiza qué, fortalezas y
debilidades), de una correcta Gestión (Objetivos,
Metas, qué buscamos), se comienza el proyecto.

El proceso de toma de decisiones (o managment)


deberá trabajarse de manera correcta y eficaz. Siendo
sincero con las planificaciones y el proceso de diseño.

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