“Invocad luego vosotros el nombre de vuestros dioses, y yo invocaré

el nombre de Jehová; y el Dios que conteste por medio de fuego, ése

sea Dios…” (1er R. 18:24)

“Y EL DIOS QUE CONTESTE POR MEDIO DE FUEGO, ÉSE SEA DIOS…”

En este tema vamos a tratar con el avivamiento, con el cómo provocar

la gloria de Dios; con la iglesia a quien Dios va usar con el objetivo
simple de llegar a todas las situaciones y ambientes produciendo así
ese avivamiento…

Porque es necesario que comprendamos lo que el Señor está haciendo en estos

últimos tiempos…

Hay una profunda preocupación y contrición por parte del Espíritu Santo con
relación a la hora en que estamos viviendo, la cercanía del Señor y la iglesia…

Mientras se escucha el lamento de miles de personas que buscan una realidad

en Dios, y una salida a las situaciones críticas que embargan sus vidas vrs. La
indiferencia de aquellos que profesamos el nombre de Jesús…

Amada iglesia, debemos de ver más allá de los rituales conformistas y

ordinarios de una iglesia que se está convirtiendo en nada más que una
“sociedad” de debates entre hombres que no tienen nada más que hacer que
hablar acerca de Dios…

La iglesia de Cristo no fue llamada hablar de Dios…fue llamada para dejar

hablar a Dios!!!

El propósito de estas palabras es movernos a una realidad viviente, donde haya

una voz que tenga la vida de Dios…
Quizás en esta hora diga algunas cosas que haga que en algunos brote
resentimiento; pero tengo que hablar lo que tengo que hablar escuchen o dejen
de escuchar; les guste o no…

Ha llegado la hora y ahora es, como dijo el Señor en Juan. 4: 23 para que la
iglesia se mantenga inerte y pasiva ante esta urgente necesidad…

“Y el Dios que conteste por medio de fuego, ése sea Dios…”

En otras palabras, dejemos que otra vez esto sea una realidad, que una vez más
esta sea la iglesia del Dios viviente, una iglesia llena de fuego, llena de poder!!!
Y yo te aseguro que allá afuera hay miles de personas esperando ser parte ella…

“Y el Dios que conteste por medio de fuego, ése sea Dios…”

Estas son las palabras de uno de los profetas más grande que haya vivido jamás;
él retumbó en medio de gente que había escuchado las suaves palabras habladas
por falsos profetas que habían hecho que abandonarán al Dios de sus
padres…hoy por hoy no es diferente, ministros del Señor (y otros que no lo son)
lamentablemente se han dado a la tarea de enseñar un evangelio tan socializado
e institucionalizado, que se ha convertido más en el evangelio de los hombres
que el evangelio de Dios…interesados más en sus propios deleites, pactos
económicos y bendiciones egoístas, que practicar la obra de Dios y su justicia…

Esta es la misma generación que se señala allí en este capítulo 18 de 1er libro
de los reyes, donde se han levantado una “horda” (porque tengo que decirlo así)
de falsos profetas que siempre están hablando de lo híper bien que tiene que
irte como hijo de Dios no importando como vivas delante de Él, que para eso es
la Gracia; Dios dándonos lo que no nos merecemos, que siempre tienes que
tener los bolsillos llenos de dinero, los mejores carros último modelo, las
mansiones más lujosas, los celulares de última generación, que…
porque de lo contrario si no tienes estas cosas estas en pecado, ya que ser pobre,
tener poco dinero y ser de la clase popular no es de Dios; que no tienes que
hacer ningún tipo de esfuerzo o sacrificio alguno, porque todo ya Cristo lo hizo
por ti; que de tal manera Dios te ha amado que tu vida tiene que ser un crucero
de relax, vacaciones y diversión, que no necesitas de tanto ayuno, oración, de
ser diferente al resto de los demás, ese evangelio de antes tan extremista y
religioso, siempre dando palo, hablando solamente de santidad, pecado, juicio,
infierno… el decrétalo, establécelo, el créelo sin ton ni son está acabando con
la fe real convirtiéndola en una súper fe fantasiosa…

Por otra parte la iglesia “delicada” de oídos que se ofende con todo lo que se
predica que toque sus intereses carnales y superficiales…

Se necesita ahora en estos tiempos más que nunca, una voz resonante como la
de Elías que desafió al pueblo, al rey y los falsos profetas…

“Y el Dios que conteste por medio de fuego, ése sea Dios…”

Estas palabras habían sido dirigidas al Israel apostata, un pueblo que una vez
había conocido a Dios, su bondad y su gran poder libertador; pero que ahora no
había evidencia de Dios en sus medios…solo había formas huecas, gestos
vacíos que constituían su adoración…y de esto hay una gran imitación en la
iglesia del Señor hoy…

La gente está buscando una realidad; allá afuera hay un clamor por algo real…

“Y el Dios que conteste por medio de fuego, ése sea Dios…”

Si tu Dios no contesta con fuego, tu estas dorando en un santuario cuyo dios lo

ha hecho el hombre.
El Dios real, el Dios que contesta con fuego hace que el alma del creyente se
ponga en llamas con la pasión de Cristo para liberar una humanidad sufriente
de pecado, enfermedad, o cualquier tipo de atadura…

Pero como ya señalé, este evangelio de hoy de moda analizante y calculador

que muchos predican se presta para lo cómodo y el declive espiritual…

Necesitamos como iglesia un fuego de avivamiento, pero este solo se puede

conseguir a través de una iglesia que tenga una experiencia diaria con el Espíritu
de Dios; necesitamos con urgencia un aposento alto…

Necesitamos que Dios conteste por medio de fuego, estamos predicando,

enseñando sin fuego, estamos cantando sin fuego, estamos viviendo sin fuego…

La Biblia en el A.T. nos habla de fuego, el N.T. comienza con fuego, Juan el
Bautista impacto una nación cuando habló que el Cristo que había de venir
bautizaría con Espíritu Santo y fuego…esta es la era del fuego, del Dios que
contesta por medio de fuego!!!

La iglesia una vez se incendió; pero lamentablemente ese fuego se apagó; y

como todo fuego que se apaga queda echando humo, así está la iglesia de hoy,
echando puro “humo” en su “evangelio moderno” y por mucho que sopla el
Espíritu Santo sobre ella con la palabra viva, no quiere volver a encenderse…

“Y el Dios que conteste por medio de fuego, ése sea Dios…”

Una iglesia encendida por esa llama de fuego avivador, solo acepta lo que Jesús
dijo como verdad; y actuar sobre eso resolverá más problemas y traerá más
liberación que toda una palabrería ofrecida por los “apóstoles y profetas” de
estos tiempos que no hacen sino hablar de un “evangelio diferente” (Gal. 1: 6-
7)
La iglesia del Señor está perdiendo su celo por las cosas santas, por el evangelio
santo que trae avivamiento, que trae fuego; el cristianismo es vivir, palpitar vida
divina, pasión divina, poder divino, para suplir las necesidades de un mundo
que se muere…

Las apariencias de piedad no son suficientes, las ceremonias y cultos rutinarios,

ese evangelio de los ricos, de los holgazanes, de los que me quiebro las uñas,
de los delicados, de la comodidad, de…nunca podrán detener los lamentos de
las gentes que buscan como ya lo expuse una realidad real a sus necesidades…

“Y el Dios que conteste por medio de fuego, ése sea Dios…”

Se necesita entonces un fuego que baje y consuma todo aquello que nos aparta
de la realidad de Dios y el verdadero objeto con que Él diseño a la iglesia;
necesitamos fuego que nos consuma el alma y el espíritu y nos llene de esa
gloria que sobrepasa los límites de lo imposible en milagros, señales y
prodigios…y los corazones sedientos y hambrientos sean tocados y
transformados por este poder abrasador; seamos una vez más esa iglesia del
Dios que contesta por medio de fuego…

“Y el Dios que conteste por medio de fuego, ése sea Dios…”

Dios te bendiga…