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INTRO:
A. Gloria – Hermosura, poder y honor; es una de las cualidades del carácter de Dios. Es utilizada en tres
sentidos bíblicos
1)La hermosura moral y perfección del carácter de Dios. Esta va mas allá del entendimiento humano
Psalm 113:4” Alto sobre todas las naciones es Jehová; sobre los cielos es su gloria.”
2)La hermosura moral y perfección de la presencia visible. Esta presencia aunque no es una substancia, en
veces Dios si se revela al hombre de una manera visible: fuego, luz, nube, etc.
3)Alabanza – La gloria de Dios significa en veces el honor y la alabanza audible que nosotros le damos
Psalm 115:1”No a nosotros, oh Jehová, no a nosotros, sino a tu nombre da gloria por tu misericordia y tu
verdad.”
A. La palabra tanto en el hebreo como en el griego cuando es usada como verbo quiere decir “Frotar” – RUB
C. Ir confiadamente
1)Hebrews 4:12”Porque la Palabra de Dios es viva y eficaz, y más penetrante que toda espada de dos filos.
Penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las
intenciones del corazón.
INTRO:
A. La palabra tanto en el hebreo como en el griego cuando es usada como verbo quiere decir “Frotar” – RUB
C. Ir confiadamente
1)Hebrews 4:12”Porque la Palabra de Dios es viva y eficaz, y más penetrante que toda espada de dos filos.
Penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las
intenciones del corazón.
Hebreos 12:1-2
“corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos
en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él
sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de
Dios.”
La carrera de la fe, que se supone que debemos de correr, es una carrera
que corremos con paciencia, mirando a Jesús. Es una carrera cuyo objetivo y
meta es el Señor Jesucristo. Esa es la carrera cristiana. Algo mas que podemos
extraer de lo que Pablo dice, es que no todos los que nos llamamos cristianos
estamos corriendo esa carrera. Porque de otra forma, ¿porqué la exhortación
“corramos.... la carrera”?.
Santiago 4:4
“¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera,
pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.”
Dios es la única fuente de vida. Jesús dijo, aquellos que buscan su vida la
perderán y aquellos que la pierdan la ganarán. Muchos de nosotros tratamos de
salvar nuestras vidas. Nuestra vida, nosotros mismo somos lo más importante y
nuestro enfoque es el tratar de satisfacerla en los centros comerciales y en las
cosas y riquezas que acumulamos. La manera de Jesús es perder tu vida para
Dios, someterte a ti mismo a Dios, poner tus ojos en Jesús para que así
encuentres lo que Jesucristo es, VIDA. El Señor dijo en Jeremías que su pueblo lo
había traicionado, a Él fuente de agua viva y que habían construido para sí
cisternas que no podían retener agua (Jeremías 2:13). Dios es la única fuente de
agua viva. Es el único del cual provienen vida y paz y aquellos de nosotros que en
algún momento u otro hemos estado cerca de Él, sabemos esto muy bien. Si Dios
parece estar muy lejos, ¿podría ser que estemos corriendo la carrera
equivocada? ¿Podría ser que hayamos comprado el evangelio equivocado?
Definitivamente si. Entre mas corramos la carrera equivocada más lejos
estaremos de Dios. Pero hay un camino de regreso. Como uno de los profetas
dijo “examinémonos a nosotros mismos y volvamos al Señor”. Así como lo hizo
el hijo pródigo, volvamos a nosotros y regresemos a la casa de nuestro Padre. En
la parábola del sembrador, 3 de cuatro categorías son cristianos que profesan.
Sin embargo, solo una, la última, es la que corre la buena carrera. Las otras dos
corren la carrera equivocada. En la segunda categoría están aquellos que son
Cristianos cuando les cuesta barato. Cuando el precio sube, cuando las
persecuciones por causa del evangelio se incrementan, entonces caen. Corren la
carrera de la aprobación del mundo. La otra categoría es la que las riquezas y los
afanes de este mundo ahogan. Son los “más ocupados”. Andan por ahí buscando
cómo hacerse ricos y vivir felices y tener una vida bonita de acuerdo a las
estándares del mundo. Ese objetivo empaña tanto su visión que al final no
producen ningún fruto. Son cristianos, pero mundanos, corriendo la carrera de
las ratas. Ninguna de estas dos categorías produce fruto; solo la última categoría
lo produce y solo ésta es la que corre la carrera de la fe. También lo vemos en las
epístolas de Pablo. Demas un hombre que menciona Pablo en muchas de sus
cartas al final lo abandonó y siguió al mundo. Demas seguía en la carrera, pero
en la causa equivocada. Seguía corriendo, pero en la carrera de las ratas no en la
carrera de Cristo. ¿En qué carrera corres tu? Millones de nosotros corremos en
la carrera equivocada, millones de nosotros necesitamos arrepentirnos y volver.
Para millones de nosotros es hora de detener el aumento del vacío interno y
volvernos a la fuente de toda vida y verdad: al Dios vivo, así como se revela en
Su Palabra, la Biblia. Millones de nosotros hemos comprado el evangelio del
consumismo, materialismo y secularidad y estamos corriendo la “vida bonita,
bendecida y libre de problemas”. Millones de nosotros hemos creído en un Dios
que no es el Dios de la Biblia sino mas bien el abuelo amable que manda
bendiciones. Millones de nosotros ya habría dejado de seguir a Dios si no hubiera
contestado un deseo personal muy importante. Cuando Jesús murió la única
propiedad que tenía era la ropa que los guardias se repartieron. Hoy millones de
nosotros necesitaríamos un camión para cargar las toneladas de cosas que
tenemos. ¿En qué evangelio estas creyendo? ¿El evangelio de Jesucristo o el del
materialismo, secularidad y consumismo?
“corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos
en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de
él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de
Dios.
En este pasaje somos llamados a correr con paciencia la carrera que está
establecida ante nosotros, poniendo los ojos en Jesús el autor y consumador de
la fe. El pasaje presenta nuestro andar cristiano, nuestra vida cristiana, como una
carrera que necesitamos correr:
1) con paciencia, y
Pablo en otro pasaje, en Filipenses esta vez, habla de nuevo sobre la carrera.
Ahí leemos:
Filipenses 3:12-14
“No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver
si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo
mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando
ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo
a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.”
Pablo no se contaba así mismo como ya haber ganado el premio. Sino que
desestimaba aquellas cosas que quedaron atrás prosiguiendo a la meta al premio
del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. Había una meta a la cual llegar,
un premio qué recibir. Pablo no consideraba este premio como ya recibido, sino
que enfocaba su vida en recibir este premio. Era una persona con objetivos con
la meta de alcanzar el supremo llamamiento de Dios.
Pablo habla de nuevo sobre la carrera y el premio en 1 Corintios 9:24-27 que
dice:
1 Corintios 9:24-27
“¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno
solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. Todo aquel que
lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible,
pero nosotros, una incorruptible. Así que, yo de esta manera corro, no como a
la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire, sino que golpeo
mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para
otros, yo mismo venga a ser eliminado.”
1 Timoteo 6:12
“Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo
fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos.”
Hay una buena batalla, la buena batalla de la fe, que tenemos que pelear.
También en su carta a los Gálatas, Pablo preguntándose sobre su estado de fe
escribe:
Gálatas 5:7-10
“Vosotros corríais bien; ¿quién os estorbó para no obedecer a la verdad? Esta
persuasión no procede de aquel que os llama. Un poco de levadura leuda toda la
masa. Yo confío respecto de vosotros en el Señor, que no pensaréis de otro
modo; mas el que os perturba llevará la sentencia, quienquiera que sea.”
Corrían bien pero ya no corrían. Alguien los impidió, les causó problemas.
Parece que en la carrera también hay un competidor, alguien que no quiere que
corramos bien, y si es posible, que no la corramos.
2 Timoteo 2:3-5
“Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. Ninguno que
milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó
por soldado. Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha
legítimamente.”
ii) Tiene objetivos puestos y su meta en la vida no es hacer la vida tan cómoda
como sea posible sino obtener el premio del supremo llamamiento de Dios en
Cristo Jesús.
iii) No corre con incertidumbre. No golpea al aire. En frente de sus ojos tiene el
objetivo, el premio, la corona incorruptible. Como Barnes de nuevo explica:
“No con incertidumbre – (oukadelos). Esa palabra no viene en ningún otro lugar
del Nuevo Testamento. Usualmente significa, en los escritores clásicos,
“oscuramente”. Aquí significa que no corrió no sabiendo qué objeto quería
alcanzar. “no corro a lo loco; no me afano por nada; sé lo que busco, y mantengo
el ojo fijo en ese objeto; tengo la meta y la corona frente a mis ojos.””
iv) Se disciplina y sabe muy bien que él mismo se puede descalificar. Tomando
en cuenta el peligro de la descalificación, Pablo nos dice en segunda de Corintios:
2 Corintios 13:5
“Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O
no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que
estéis reprobados?”
Lucas 8:11-15
“Esta es, pues, la parábola: La semilla es la palabra de Dios. Y los de junto al
camino son los que oyen, y luego viene el diablo y quita de su corazón la palabra,
para que no crean y se salven. Los de sobre la piedra son los que habiendo oído,
reciben la palabra con gozo; pero éstos no tienen raíces; creen por algún tiempo,
y en el tiempo de la prueba se apartan. La que cayó entre espinos, éstos son los
que oyen, pero yéndose, son ahogados por los afanes y las riquezas y los placeres
de la vida, y no llevan fruto. Más la que cayó en buena tierra, éstos son los que
con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y dan fruto con
perseverancia.”
Filipenses 3:4-11
“Aunque yo tengo también de qué confiar en la carne. Si alguno piensa que tiene
de qué confiar en la carne, yo más: circuncidado al octavo día, del linaje de Israel,
de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo; en cuanto
a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que es en la ley,
irreprensible. Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como
pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como
pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor
del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo, y ser
hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por
la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe; a fin de conocerle, y el poder
de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser
semejante a él en su muerte, si en alguna manera llegase a la resurrección de
entre los muertos.”
Había muchas cosas que Pablo tenía antes de ser Cristiano. Pablo era alguien
a quién su sociedad honraba. Era “exitoso”, de acuerdo a la definición de su
sociedad, del mundo. Y aún así, contó todo eso como basura para ganar a Cristo.
Para ser fructífero en Cristo, tenemos que soportar dureza, tenemos que
soportar tentación y tenemos que dejar de tener confianza en las riquezas y en
nuestro propio poder. Si nos hacemos cristianos solo para obtener un poco más
de soltura económica o para ser un poquito más que nuestros propios vecinos o
para evitar ésta o aquella dureza, o para obtener un poquito más de
“bendiciones” entonces hemos entendido mal las cosas. Como Pablo dice en
primera de Corintios 15:19
1 Corintios 15:19
“Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de
conmiseración de todos los hombres.”
La carrera: el competidor
Efesios 6:10-12
“Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su
fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra
las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino
contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas
de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.”
Éste pasaje así como los versos que le siguen describen el batallar entre
nosotros y el enemigo. Pablo no empieza directamente con la descripción del
conflicto, sino que comienza con una invitación: la invitación a ser fuerte en el
Señor y en el poder de su fuerza. No hay nadie como el Señor, no es nuestro
poder el que puede rebasar al enemigo. Es el poder de Su fuerza y tenemos que
ser fuertes en este poder. Y la invitación continúa con el llamado a ponernos toda
la armadura de Dios. Los luchadores tienen armaduras y nosotros, como
soldados de Jesucristo, tenemos una armadura también. Y la armadura tiene un
propósito: para que podamos soportar las asechanzas del diablo. El enemigo es
el diablo y nos asecha. Y el pasaje continúa diciendo con quién luchamos: no
contra hombres, no contra sangre y carne sino contra principados y potestades
y gobernadores de las tinieblas de este siglo. Luchamos contra las huestes
espirituales de maldad en las regiones celestes. Por lo cual hay un enemigo al
cual debemos contrarrestar, una batalla que tenemos que pelear y una armadura
que nos tenemos que poner.
Efesios 6:14-18
“Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la
coraza de justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. Sobre
todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego
del maligno. Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la
palabra de Dios; orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu,
y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;”
“Es su (cristianos) deber, 1. Ser sobrio, y gobernar ambos tanto el hombre interno
como el externo mediante las reglas de la templanza, modestia, y mortificación.
2. Vigilar; ni seguros o sin cuidado, más bien sospechosos del peligro constante
de éste enemigo espiritual y bajo esa aprensión, ser cuidadosos y diligentes para
prevenir sus designios y salvar nuestras almas.”
“Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo,
después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione,
afirme, fortalezca y establezca. A él sea la gloria y el imperio por los siglos de los
siglos. Amén.”
Dios te bendiga.
El agua hasta los tobillos nos habla del inicio de nuestra vida cristiana, de nuestro comienzo en el caminar en
los caminos de Dios.
El agua hasta los tobillos simboliza la frescura de venir de una vida llena de ansiedad, de angustia, de
amargura a causa del pecado, de venir caminando por el desierto de la vida a disfrutar de la paz, el gozo de la
salvación del Señor.(Éxodo 15:26-27)
Pero esta etapa es la de solamente salvación, sin compromisos, sin entrega, pues los tobillos son los que le
dan estabilidad al cuerpo, es decir que un cristiano que está en la etapa del agua hasta los tobillos, no quiere
perder su comodidad, aún tiene miedo de conocer más del Señor, aún tiene miedo de involucrarse en su
iglesia, aún tiene miedo de testificar y de dar a conocer su fe en Cristo Jesús.
Son cristianos que se conforman con poco del Señor, y no están dispuestos a hacer mayores esfuerzos para
conocer más de Dios.
Es decir que son cristianos que son salvos, pero no se congregan constantemente, han aceptado a Jesús
como su salvador, pero aun ellos quieren ser los señores de sus vidas.
Pero tenemos que comprender que Jesús no solo vino a nuestra vida para ser nuestro salvador, sino también
para ser nuestro Señor (2 Pedro 1:11)
Pero tenemos que reconocer que Dios no es un Dios conformista, el siempre quiere más de nosotros, más de
nuestra vida, más de nuestro corazón
Los lomos representan la fuerza, el vigor, es decir nos habla de esfuerzo, específicamente del Servicio a Dios.
Son Cristianos con mayor compromiso para con Dios y su iglesia, son cristianos que ya no solo se congregan,
sino que sienten el llamado de servir a Dios y que pueden decir como el profeta Isaías (Isaías 6:8) HEME
AQUÍ ENVIAME A MI.
Son Cristianos que tratan de vivir una vida agradable a Dios, de apartarse del mal, y practicar la santidad en
sus vidas (1 Pedro 1:13-14)
Pero tenemos que notar algo muy importante, cuando el agua llega hasta los lomos, aún queda una parte muy
importante del cuerpo sin sumergirse en el agua: LA CABEZA.
Esto nos dice que aunque seamos cristianos que servimos a Dios y tengamos compromiso y queramos vivir
una vida agradable a Dios muchas veces tenemos áreas de nuestra vida que no hemos entregado al Señor,
pues la cabeza significa la voluntad, las decisiones, las prioridades.
Y es por eso que el Señor nos tiene que hacer llegar a la otra etapa que tiene que ver directamente con eso,
con la voluntad, con las decisiones, con las prioridades:
¿TENGO FE?
TEMA: ¿TENGO FE?
TEXTO: LUCAS 17:5-6
Si vemos en el texto a los doce ya no se les llama discípulos, sino apóstoles, es decir que ya habían pasado el
proceso primero de aprendizaje, y ya habían sido enviados, comisionados por el Señor para anunciar las
buenas nuevas del reino de Dios, pero ellos a pesar de ya haber pasado del nivel de discípulo al nivel de
apóstol sentían que algo no andaba bien con su fe, con su confianza en Dios, por eso llegaron donde el Señor
y le dijeron: Auméntanos la fe.
El Señor no oro por ellos para aumentarles la fe, ni les dio una formula espiritual para aumentarla, ni les dio
una dosis extra de fe, sino que les hizo comprender algo muy importante: NO SE TRATA DE AUMENTARLES
LA FE, SINO QUE TENGAN FE, AUNQUE SEA DEL TAMAÑO DE UN GRANO DE MOSTAZA.
Es decir que la cuestión no era aumentar sino tener, y es por eso la pregunta de esta noche es muy
importante: ¿tengo fe? Como podemos saber si verdaderamente tenemos fe? Y esto es algo muy importante
en la vida cristiana, pues la palabra de Dios nos declara que sin fe es IMPOSIBLE AGRADAR A
DIOS (Hebreos 11:6)
Comprendamos esta noche ¿Cómo se manifiesta la fe en nuestra vida? ¿Cómo puedo saber si
verdaderamente tengo fe en Dios?
El Señor les dijo a sus discípulos que si tuvieran fe como un grano de mostaza, le
dirían al monte que se quitara y se echara en el mar, y lo que dijeren seria hecho, esto
nos enseña algo muy poderoso e importante, que muchos no comprendemos y por
eso no lo practicamos: cuando tenemos fe en el poder de nuestro Dios, el hace que
nuestras palabras sean con autoridad para enfrentar diferentes situaciones de la vida.
Cuando Jesús iba en la barca con sus discípulos y la tempestad casi hunde su barca,
el señor les pregunto ¿conde esta vuestra fe? (Lucas 8:22-25) El Señor no les
reclamo por haber tenido miedo, sino por no haber usado ellos su fe para calmar la
tempestad.
Muchos cristianos no usamos lo que Dios nos ha dado, siempre estamos buscando a
otros para que oren, para que ellos reprendan, para que otros clamen, pero tenemos
que comprender que hay momentos en los cuales Dios no quiere que oremos sino que
usemos la autoridad de la fe (Josué 10:12-14)
EL CRISTIANO QUE TIENE FE, SU PERSEVERANCIA LO DEMUESTRA
(HEBREOS 10:38-39)
El versículo que hemos leído dice: Nosotros no somos de los que retroceden, sino de
los que tienen FE…. Eres tu uno de esos Cristianos que no retroceden?
Como puedo decir que tengo fe, si por una mala mirada que me hicieron en la iglesia
ya no quiero congregarme? Como puedo decir que tengo fe si por las críticas de mi
familia, por sus burlas, ya no quiero seguir en mi vida cristiana?
Las batallas de la vida se pelean por fe: las batallas llamadas enfermedad, soledad,
vicios, tentación, escases, deudas, problemas matrimoniales, rebeldía de nuestros
hijos, etc.
El dicho popular dice: dime con quién andas y te diré quién eres, pero en la fe
podríamos decir: DIME TUS VICTORIAS Y TE DIRE CUANTA FE TIENES.
Un cristiano que ha nacido de nuevo tiene la seguridad en su corazón de su salvación, podríamos decir que ese es el
primer milagro que un nuevo creyente recibe, tener la seguridad por la fe, que al morir estará con Cristo para
siempre.
Esa seguridad viene a nuestra vida por medio del Espíritu Santo que nos da testimonio, que nos recuerda, que
somos hijos de Dios. (Romanos 8:16-17)
Si no tenemos seguridad de nuestra salvación, si no tenemos seguridad de nuestro destino eterno para decir como
lo decía el apóstol Pablo: “Para mi morir es ganancia” tenemos que reflexionar si verdaderamente estamos en la
fe (2 Corintios 13:5)
1. SEGUNDO SIGNO VITAL: HAMBRE Y SED POR LAS COSAS DEL ESPIRITU (1 PEDRO 2:1-3)
Si verdaderamente hemos gustado la benignidad del amor de Dios por medio de la gracia de nuestro Señor Jesús,
significa que en nosotros hay una nueva naturaleza espiritual que necesita ser alimentada por las cosas del Espíritu.
El deseo que hoy sentimos en nuestro corazón por buscar las cosas de Dios, por el oír su palabra, por leer su
palabra, por hacer su voluntad, es un signo de la vida de Dios en nosotros (Salmo 42:2)
TERCER SIGNO VITAL: LA REGENERACION Y RESTAURACION EN LA VIDA DEL CRISTIANO (2 CORINTIOS 5:17)
Este es uno de los signos mas fuertes a nivel humano, cuando muchas veces aun sin darnos cuenta muchas de las
cosas pecaminosas que antes hacíamos ya no las hacemos más, o si las hacemos nos molesta hacerlas, nos hace
sentir mal, nos entristece.
Como lo dice la palabra de Dios, en nosotros se están manifestando los frutos dignos de un verdadero
arrepentimiento (Mateo 3:8)
A medida vamos caminando en nuestra nueva vida nos damos cuenta de que es verdadero lo que nos dice (1 Juan
3:9) ya no podemos vivir en pecado, no podemos pecar sin ser entristecidos por el Espíritu Santo que mora en
nosotros.
Solamente una persona que ha recibido a Cristo como Señor y salvador puede experimentar la paz con
Dios (Romanos 5:1)
Solamente una persona que sabe que tiene un padre celestial que cuida de su vida y de sus necesidades puede
experimentar la paz que sobrepasa todo entendimiento (Filipenses 4:6-7)
Solamente una persona que ha experimentado el amor de Dios y su perdón puede estar en verdadera paz con su
prójimo (Juan 15:12)
Recordemos que el amor es un signo vital por excelencia en la vida de un cristiano verdadero (Juan 13:35)
: EL DIAGNOSTICO DE DIOS
TEXTO: SALMO 139:23-24
INTRODUCCION
Definitivamente el rey David era un hombre muy valiente, no solo porque tuvo la valentía en su
juventud de enfrentarse a un gigante como Goliat, o por ser un gran guerrero, sino por sus oraciones,
él le pide a Dios que lo examine, que vea su corazón y mire si hay en el camino de perversidad.
Se requiere valentía para decirle a Dios que nos examine, pues de él nada se puede ocultar, pues su
palabra nos dice que solo Dios conoce los más íntimos pensamientos del ser humano.
¿Podríamos nosotros decirle lo mismo a nuestro Dios? ¿Tendríamos la valentía que tuvo de David
para decirle examina mi corazón y mis pensamientos y ve si hay en el camino de perversidad?
En realidad, es necesario que cada uno de nosotros recibamos de Dios el diagnostico de nuestra vida,
porque quizás hoy en día hay muchos síntomas que nos están diciendo que algo no está bien:
• No hay paz ni armonía en nuestro hogar, solo conflictos
• No podemos controlar nuestro carácter, estamos insoportables.
• No podemos controlar nuestras compulsiones y nuestras debilidades.
• No somos felices.
• Nos sentimos angustiados y preocupados
• Estamos llenos de ansiedad
Es necesario conocer el diagnostico de un experto, y si alguien es experto en el ser humano es
nuestro Dios, pues él es nuestro creador.
Con todos estos síntomas si el Señor nos examinara esta mañana a cada uno de nosotros, ¿Cuál
sería su diagnóstico?
I) SU TERMOMETRO NOS DIRIA QUE ESTAMOS TIBIOS ESPIRITUALMENTE (APOCALIPSIS 3:15-
16)
• Esto significa que nuestra vida espiritual está estancada, y esto es a causa de un bajo nivel de
comunión con Dios.
• El significado de estar tibio se puede resumir en una sola palabra: DESCUIDAR, hemos descuidado
nuestro tiempo de oración, hemos descuidado nuestra lectura Bíblica, hemos descuidado nuestra
asistencia a la iglesia, hemos descuidado nuestro servicio a Dios.
• El Señor como médico perfecto nos da la receta para sanar la tibieza espiritual que hay en nuestra
vida (2 Timoteo 1:6-7) Tenemos que avivar el fuego del don de Dios que está en nosotros, es tarea de
cada uno, Dios pone el fuego de su Espíritu en nuestra vida, pero mantenerlo ardiendo es
responsabilidad personal de cada uno de nosotros.
II) SU EXAMEN NOS REVELA QUE TENEMOS ALTOS VARIOS NIVELES EN NUESTRO
CORAZON:
• TENEMOS ALTO NIVEL DE RENCOR (AMOS 1:11) El rencor y el resentimiento nos aleja de las
personas que sentimos que nos han dañado, y eso divide la familia, afecta el matrimonio, nos trae
soledad.
• Causado por la falta de perdón: (mateo 18:21-22) Setenta veces significa, las veces que sea
necesario, no solo por la persona que nos ofendió sino por nuestra sanidad interior.
• TENEMOS ALTO NIVEL DE AMARGURA (JOB 10:1) Las quejas y la murmuración han llenado
nuestra boca, nada nos parece bien, nada llena nuestra expectativa, todo nos parece que está mal en
nuestra vida.
• Causado por la falta de agradecimiento (Colosenses 3:15 / 1 Tesalonicenses 5:18) El que quiere ser
feliz hoy, tiene que cambiar su queja por agradecimiento, su amargura por gratitud, la mejor medicina
para la amargura del corazón es reconocer la misericordia, la bondad, el amor de Dios sobre nuestra
vida.
• TENEMOS ALTO NIVEL DE AFAN (MARCOS 4:19) La palabra de Dios no puede dar fruto en
nuestra vida para transformarla porque los afanes no se lo permiten, estamos llenos de preocupación,
de ansiedad, debido a los afanes y nuestro carácter se vuelve violento, contestamos hirientemente, no
tenemos tiempo para Dios ni para nuestra familia.
• Causado por la falta de FE (Mateo 6:25-30) Somos hombres de poca fe porque no confiamos en su
provisión, somos como los israelitas en el desierto que guardaban mana para el siguiente día, por si no
caía el siguiente día, y amanecía lleno de gusanos, lo que necesitamos no es más trabajo, sino más fe
en la palabra de Dios.
• TENEMOS ALTO NIVEL DE SOBERBIA (JEREMIAS 48:29) Este versículo describe muy bien las
actitudes de muchos de nosotros, y por eso nuestra familia está dividida, nuestro matrimonio está roto,
hemos perdido el amor de nuestros hijos, porque no queremos reconocer nuestros errores, no
queremos reconocer que estamos equivocados.
• Causado por la falta de humildad (Proverbios 3:34) La gracia de Dios, su favor inmerecido, está
disponible para los humildes, para los que reconocen su falta, para los que reconocen su error, para
los que saben que necesitan ayuda y la piden.
PERMITAMOS QUE EL SEÑOR NOS SANE ESTA MAÑANA POR MEDIO DE SU PODER
(JEREMIAS 33:6)