Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
1. Generalidades
2. Vasculitis de grandes vasos
2.1. Arteritis de la temporal
2.2. Arteritis de Takayasu
3. Vasculitis de vaso mediano
3.1. Poliarteritis nodosa
3.2. Enfermedad de Kawasaki
4. Vasculitis de pequeños vasos
4.1. Anca mediadas
4.2. Por inmunocomplejos
5. Vasculitis de vasos variables
5.1. Enfermedad de Behçet
5.2. Síndrome de Cogan
5.3. Síndrome de Buerger
6. Otras vasculitis
6.1. Vasculitis de órgano único
6.2. Vasculitis asociada a enfermedad sistémica
6.3. Vasculitis asociada a etiología probable
Entendemos por vasculitis a un proceso inflamatorio sobre la pared de los vasos sanguíneos.
Dicha infiltración de la pared vascular por células inflamatorias dará lugar a alteraciones en el
calibre de los vasos, alterando la irrigación de los diferentes sistemas del organismo.
1
Reumatología – Seminario 3 13/4/16
No identificado Ana Guillén
contacto con algún agente externo y desarrolla la enfermedad. Dependiendo de las
características del desencadenante distinguimos dos grupos:
Igual que la etiología, el proceso patogénico de las vasculitis no se conoce con claridad.
Participan en la lesión múltiples factores, como las propiedades del endotelio vascular, el
estado de la inmunidad celular, la formación y depósito de inmunocomplejos, y los anticuerpos
anticitoplasma de neutrófilos (ANCA).
1.1. Clasificación
Ya hemos visto dos formas muy generales de clasificar las vasculitis. Según el grado de
afectación se divide en sistémicas y localizadas, y en función de la etiología serán primarias o
secundarias.
Su problema es que en una misma patología suele haber superposición del tamaño de los
vasos, afectándose diferentes grupos en la misma entidad. Pese a ello, resulta de gran utilidad
para dirigir el tratamiento.
2
Reumatología – Seminario 3 13/4/16
No identificado Ana Guillén
Vasculitis leucocitoclástica
Vasculitis IgA.- Conocida como púrpura de Schönlein-Henoch.
Vasculitis crioglobulinémica
Enfermedad anti-membrana basal
Urticaria vasculitis hipocomplementémica.
También conocida como arteritis de células gigantes (ACG), se trata de una forma de vasculitis
granulomatosa donde los vasos típicamente afectados son las arterias vertebrales, la carótida
(ramas extracraneales principalmente), y en especial la arteria temporal.
CLÍNICA
Los pacientes suelen acudir a consulta por un cuadro constitucional (astenia, anorexia, fiebre,
pérdida de peso) acompañado de cefalea (65% de los casos). El dolor de cabeza propio de esta
vasculitis es bastante característico, de localización bitemporal o
parietotemporal, de intensidad moderada, con carácter continuo o
pulsátil, sin signos de alarma (no vómitos, no fotofobia, no despierta
por las noches), acompañado de hiperalgesia en la zona temporal
(molesta al apoyar, al peinarse) y refractario a analgésicos.
3
Reumatología – Seminario 3 13/4/16
No identificado Ana Guillén
Muy frecuentemente (50%) va acompañado de un síndrome polimiálgico, dolor e impotencia
funcional en las cinturas escapular y pelviana, junto a claudicación mandibular, es decir que al
masticar se “cansan” y les da dolor en las barras mandibulares.
Otros signos menos frecuentes pero que deben ponernos en alerta son los accidentes
cerebrovasculares (3-7%) y muestras de afectación ocular (25-50%). Dentro de la
sintomatología en la visión se incluiría la amaurosis fugax (pérdida de visión momentánea por
fenómenos isquémicos transitorios en la retina) y ceguera por una neuritis óptica isquémica
(10%).
DIAGNÓSTICO
Analíticamente esta enfermedad se reconoce por un aumento de los reactantes de fase aguda
(PCR y VSG), anemia normocítica normocrómica y trombocitosis. Pese al dolor e impotencia
funcional no hay elevación de CK, ya que estos síntomas se deben a la polimialgia y no a una
miopatía proximal que lesione el músculo. Es relativamente frecuente que un cierto número
de pacientes presenten afectación hepática con predominio de colestasis, por compresión de
la vía biliar por granulomas intrahepáticos.
Para alcanzar el diagnóstico definitivo hay que realizar una biopsia de la arteria temporal. La
histología revelará afectación parcheada, con presencia de un infiltrado de células
mononuclear, frecuentemente acompañado de granulomas y células gigantes en la pared
vascular. En caso de ser negativa esta prueba el diagnóstico no está excluido y estaría indicada
la biopsia de la arteria contralateral.
TRATAMIENTO
El primer escalón terapéutico son los corticoides a dosis relativamente altas (1 mg/kg/día)
durante un año aproximadamente. Gracias a estos fármacos se logra un alivio sintomático
rápido y un control de la afectación ocular. Signos de respuesta terapéutica son la mejoría
clínica y una normalización de la VSG.
Casos más graves, en los que la corticoterapia no es suficiente, se puede optar por un escalón
superior y probar con inmunosupresores como el metotrexato.
4
Reumatología – Seminario 3 13/4/16
No identificado Ana Guillén
CLÍNICA
Al progresar a la segunda fase, el proceso inflamatorio sobre los vasos es tal que da lugar a
dolor local y alteración de la sensibilidad en las regiones dependientes de las arterias
afectadas.
DIAGNÓSTICO
Clásicamente se han desarrollado unos criterios que nos orientan hacia el diagnóstico de
arteritis de Takayasu. De estos 6 se han de cumplir 3 como mínimo para clasificar la patología
dentro de esta forma de vasculitis:
Sus marcadores analíticos son casi idénticos a los vistos en la arteritis de la temporal, con
elevación de reactantes de fase aguda, anemia y leucocitosis.
5
Reumatología – Seminario 3 13/4/16
No identificado Ana Guillén
TRATAMIENTO
Muy similar a la arteritis de células gigantes, con los corticoides e inmunosupresores como
columna vertebral de la terapia contra la enfermedad.
En caso de que los daños sobre un gran vaso sean irreversibles y muy graves se puede optar
por emplear la cirugía vascular. Algunos métodos empleados en pacientes con Takayasu son la
angioplastia transluminal percutánea, by-pass sobre estenosis carotideas, cirugía de
aneurismas, etc.
Su curso se diferencia del de las vasculitis de pequeño vaso en que tiene un inicio del proceso
inflamatorio mucho más agudo que estas.
Cuadro de arteritis necrosante que afecta principalmente a vasos de mediano calibre aunque
también puede observarse sobre pequeñas arterias. Histológicamente pueden ser muy
semejantes a las vasculitis de pequeño vaso ANCA mediadas, pero en este caso no existe
relación con los anticuerpos anti citoplasma de neutrófilos. En su margen de afectación no
incluye arteriolas, capilares, vénulas ni da lugar a glomerulonefritis.
Los pacientes que típicamente padecen esta enfermedad son hombres (relación
hombre/mujer 2:1) mayores de 50 años.
CLÍNICA
De la misma forma que las vasculitis antes explicadas, los pacientes con PAN suelen presentar
en fases iniciales de la enfermedad un cuadro constitucional inespecífico (fiebre, malestar
general, astenia, anorexia, pérdida de peso, mialgias).
Acompañando a esta clínica generalizada es común que aparezcan artralgias (50%). La artritis
en cambio no suele acompañar a esta patología.
Las técnicas de mayor utilidad para el estudio de esta patología son la arteriografía, la el angio-
TC (imagen izquierda), la angio-RM (imagen derecha) y en caso de buscar una información más
global de todos los vasos puede emplearse el PET-TC.
6
Reumatología – Seminario 3 13/4/16
No identificado Ana Guillén
Algunos pacientes muestran la clínica habitual de PAN sobre la piel sin presentar afectación a
ningún otro nivel. Ese cuadro menos agresivo se conoce como PAN cutánea.
Otro sistema sobre el que recae la patología es el gastrointestinal. En este la lesión de los
vasos se traduce en un cuadro de angina intestinal, con dolor abdominal postpandrial.
También es común la afectación de nervios periféricos, como los surales, peroneales, radiales
o cubitales, dando una clínica de mononeuritis múltiple (60%). La distribución de los daños
suele ser asimétrica, iniciándose en nervios largos y distales. Una forma de presentación de los
daños nerviosos más frecuente es la claudicación a la marcha.
DIAGNÓSTICO
No hay pruebas específicas para la poliarteritis nodosa. Con la clínica antes mencionada se
puede orientar la sospecha diagnóstica hacia una vasculitis del grupo de la PAN. Aun así, esto
no es suficiente y hay que completar el estudio del paciente con exploraciones
complementarias.
Para comprobar los vasos en órganos internos se puede emplear la angiografía, ideal cuando
no se pueden tomar biopsias. Las alteraciones del trayecto vascular son estenosis,
arrosariamiento y microaneurismas.
El estudio anatomopatológico sobre las arterias implicadas revela una vasculitis necrotizante
fibrinoide, con necrosis transmural e infiltrados por polimorfonucleares. El proceso
inflamatorio y necrótico presenta una distribución por sectores en diferentes estados de
evolución, pudiendo estar unas zonas en necrosis activa mientras otras ya han cicatrizado. Si el
daño sobre la pared del vaso es suficiente pueden producirse alteraciones morfológicas
importantes, como la formación de aneurismas.
7
Reumatología – Seminario 3 13/4/16
No identificado Ana Guillén
TRATAMIENTO
Muchas de las poliarteritis nodosas son cuadros autolimitados, que terminan curando sin
necesidad de aplicar un tratamiento. El problema es que a largo plazo tienden a recurrir.
Según la agresividad del cuadro se decide el patrón de tratamiento. Las opciones son las
mismas que en otras formas de vasculitis, corticoides (dosis altas, 1 o 2 meses) o
inmunosupresores (ciclofosfamida, azatioprina, metotrexato).
CLÍNICA
Clínicamente el Kawasaki se describe por sus criterios diagnósticos (deben cumplirse 5, siendo
la fiebre indispensable):
Cuando los daños vasculares incluyen las arterias coronarias se considera un cuadro grave.
Hasta un 80% de pacientes con Kawasaki tienen algún tipo de afectación cardíaca.
8
Reumatología – Seminario 3 13/4/16
No identificado Ana Guillén
DIAGNÓSTICO
TRATAMIENTO
El cuadro simple responde muy bien a los corticoides en fase aguda para reducir el proceso
inflamatorio sobre la pared vascular.
Los casos donde se ven afectadas las coronarias requieren del uso de inmunoglobinas (2 gr/kg
una dosis o 400 mg/kg 4 días junto a aspirina) para prevenir fenómenos trombóticos.
El problema de los ANCA es que no definen enfermedad, ya que algunas personas sanas
también están positivizados frente a ellos. Su utilidad reside en la detección de los mismos en
un contexto clínico de enfermedad que cuadra con una vasculitis. Tampoco sirven para hacer
un seguimiento de la enfermedad, ya que títulos elevados en sangre no indican agresividad, ni
desaparecen siempre tras el tratamiento. Solo son útiles en pacientes que negativizan y al
tiempo vuelven a aparecer, prediciendo un nuevo brote.
9
Reumatología – Seminario 3 13/4/16
No identificado Ana Guillén
Centrándonos en la patología, todas las vasculitis ANCA positivas tienen un cuadro clínico y
tratamiento similar, con presentación histológica de vasculitis necrotizante sin o con un
mínimo depósito de inmunocomplejos. Suelen ser entidades de muy rápida progresión y mal
pronóstico por su agresividad (en apenas 5 días pueden dejar a un paciente previamente sano
en diálisis).
Algunas de las manifestaciones clínicas propias de las vasculitis ANCA positivas son:
Cuadro constitucional
Lesiones cutáneas. Púrpura palpable, infartos digitales y gangrena, urticaria vasculitis.
Lesiones pulmonares. Asma en Churg-Strauss. Disnea y hemoptisis como cuadros más
graves (potencialmente mortales), debidos a una hemorragia alveolar.
Lesiones gastrointestinales
Afectación músculo-esquelética. Artralgias y mialgias (no una artritis como tal).
Afectación orofaríngea. Lesiones oculares.- Escleritis, que puede evolucionar a
escleromalacia y perforación del globo ocular.
Cuadro neurológico. Mononeuritis múltiple, una degeneración axonal asimétrica que
origina alteraciones sensitivas y motoras (más sensitivas). Se localiza típicamente en los
nervios sural y cubital. La manifestación motora más habitual es el “pie caído” por
problemas en la dorsi-flexión. El paciente acudirá a consulta por frecuentes caídas al subir
escalones.
10
Reumatología – Seminario 3 13/4/16
No identificado Ana Guillén
CLÍNICA
Tiende a aparecer a partir de los 60 años, presentándose de inicio típicamente con síntomas
propios de un síndrome constitucional y signos de afectación renal.
Destacan por su frecuencia la afectación renal (50% de inicio y 90% a lo largo de la patología la
padecen) y pulmonar (es factor de mal pronóstico). El daño sobre el riñón se presenta como
una GN rápidamente progresiva, con microhematuria, proteinuria (80%) y elevación de la
creatinina. Cuando hay lesión pulmonar el paciente suele referir disnea leve y anemia, que
evolucionará hacia una hemorragia alveolar difusa donde también aparecerá hemoptisis e
hipoxia.
Otros síntomas comunes son la hipertensión arterial, lesiones cutáneas (púrpura, livedo
reticularis, nódulos, urticaria) y mononeuritis múltiple (60%).
DIAGNÓSTICO
Al producir una sintomatología tan variada la PAM tiene un diagnóstico complejo. Debe
sospecharse esta enfermedad en pacientes con cuadro generalizado y afectación
multiorgánica de predominio en pulmón, riñón y piel. El diagnóstico diferencial incluirá varias
enfermedades autoinmunes: Wegener, LES, enfermedad de la membrana basal glomerular.
Hay que realizar biopsias de piel, riñón y pulmón (los más frecuentes), para obtener un
diagnóstico definitivo. En el riñón da lugar a una GN necrotizante de distribución segmentaria,
que consiste en la rotura de la pared de algunos capilares glomerulares con la formación de
exudados inflamatorios y fibrinosos (principalmente de leucocitos polimorfonucleares).
También es común la formación de semilunas por proliferación extracapilar.
Por otra parte, en el pulmón da lugar a una capilaritis pulmonar, es decir un cúmulo de células
inflamatorias (PMN y linfocitos en su mayoría) alrededor de los capilares septales alveolares.
También aportan información de utilidad las analíticas. En esta prueba de laboratorio se puede
observar elevación de los reactantes de fase aguda, signos de insuficiencia renal y anticuerpos
del tipo p-ANCA. Un estudio del sedimento urinario mostrará cilindros hemáticos, hematuria y
proteinuria ocasional. A diferencia de la PAN, esta vasculitis no se asocia al VHB.
11
Reumatología – Seminario 3 13/4/16
No identificado Ana Guillén
TRATAMIENTO
Cuando las lesiones renales o pulmonares son importantes hay que realizar un tratamiento
más agresivo, consistente en corticoides (altas dosis) y ciclofosfamida. Posteriormente se
aplica una terapia de mantenimiento consistente en azatioprina o metotrexato.
Suele producir lesiones en los tractos respiratorios, superior e inferior. Además existen otras
regiones de frecuente afectación son riñón (GN necrotizante), pulmón (capilaritis con
hemorragia alveolar), ojos (vasculitis ocular). Las formas limitadas solo incluyen lesiones en
vías respiratorias y ojo.
CLÍNICA
12
Reumatología – Seminario 3 13/4/16
No identificado Ana Guillén
serosanguinolenta, epistaxis y deformidad en silla de montar. También es muy común la
sinusitis (85%).
Pulmón. La clínica pulmonar es de tos, hemoptisis y pleuritis. Radiológicamente pueden
observarse infiltrados pulmonares fugaces (70%), nódulos múltiples bilaterales y cavitados
(60%), derrame pleural, hemorragia pulmonar difusa y adenopatías (estos tres últimos son
menos frecuentes).
Riñón. Suele aparecer después del resto de afectaciones y determina si la enfermedad es
limitada o generalizada. Inicialmente es una GN segmentaria y focal que progresa muy
rápido (en días o semanas) a IR crónica (42%), pudiendo llegarse a necesitar diálisis (11%) o
trasplante renal (5%).Para comprobar la existencia de GN activa se debe realizar un análisis
microscópico de la orina.
Ojos. Queratitis, conjuntivitis, escleritis, epiescleritis, obstrucción del lacrimal, uveítis,
pseudotumor retroorbitario con proptosis (granulomas que aparecen detrás del ojo),
oclusión de vasos retinianos y neuritis óptica. Un 8% pierden la visión.
Piel. Úlceras, púrpura palpable, nódulos subcutáneos, pápulas y vesículas. Las lesiones
cutáneas activas son marcador fiable de enfermedad sistémica activa.
DIAGNÓSTICO
Es importante conocer los síntomas de más frecuente aparición para llevar a cabo un
diagnóstico de sospecha precoz. Un paciente con síntomas constitucionales y lesiones en vías
respiratorias altas hay que valorar la posibilidad de que padezca GPA. Habría que descartar
otras causas como el consumo de drogas como la cocaína, que lesionan los vasos del tracto
respiratorio superior de una forma muy similar.
La analítica resulta de utilidad respaldando esa sospecha inicial. Un paciente con clínica
sugestiva de Wegener que presenta elevación de los c-ANCA es muy probable que tenga la
enfermedad, ya que estos anticuerpos son casi patognomónicos (90% sensibilidad, 98%
especificidad). Otros signos más inespecíficos son la elevación de reactantes de fase aguda
(VSG, PCR), leucocitosis, anemia, trombocitosis e hipergammaglobulinemia.
13
Reumatología – Seminario 3 13/4/16
No identificado Ana Guillén
músculo, pulmones, piel, riñones). Sin embargo, hasta en un 50% de los casos esta prueba no
permite llegar al diagnóstico.
TRATAMIENTO
Vienen relacionadas muchas otras afectaciones con esta patología, como la poliposis nasal,
inflamación extravascular (ya sea granulomatosa o no), inflamación eosinofílica no
granulomatosa de pulmón, miocardio y aparato digestivo.
Aquí los ANCA más frecuentes son los tipo p-ANCA (70%). La presencia de dichos anticuerpos
es más frecuente en los casos que asocian glomerulonefritis.
CLÍNICA
Generalmente esta vasculitis ANCA positiva incluye las manifestaciones propias del resto del
grupo: síndrome constitucional, púrpura palpable y mononeuritis múltiple (60-70%).
Como síntomas más distintivos con respecto a la GPA, en la GEPA se observa mayor afectación
pulmonar (órgano más comúnmente afectado) y menos de vía aérea superior. Dentro del
daño pulmonar el más habitual es la aparición de infiltrados bilaterales migratorios no
14
Reumatología – Seminario 3 13/4/16
No identificado Ana Guillén
cavitados, que en la radiografía pueden aparecer con patrones lobares, intersticiales o
nodulares. Menos frecuente son el derrame pleural y hemorragia pulmonar.
Además de por el tipo de afectación respiratoria, la GEPA se diferencia del Wegener porque en
este caso el daño renal es menos frecuente, pero indica gravedad de la enfermedad. El tipo de
lesión del riñón es una GN necrotizante pauciinmune con semilunas.
Más allá de estos cuadros, otros órganos se ven afectados aunque en menor frecuencia por
esta forma de vasculitis. Se incluyen piel, tracto gastrointestinal, corazón (afectación de
coronarias en adulto), articulaciones, nervios periféricos (además de la mononeuritis, también
puede darse una polineuropatía simétrica o asimétrica) y ojo.
DIAGNÓSTICO
Típicamente se relaciona con individuos atópicos. Sin embargo no hay que sospechar de
pacientes que padecen rinitis o asma desde la infancia, sino de aquellos que a una edad más
avanzada comienzan a desarrollar dicha patología y además presentan síntomas propios de un
cuadro constitucional y eosinofilia periférica (> 1500 células/ml).
Este proceso de atopia con debut tardío suele ser la primera de tres etapas en la progresión de
la enfermedad. Supone una fase inicial o pródromos, en la que comienzan a aumentar el
número de eosinófilos en sangre periférica. La siguiente etapa sería la infiltración de las
paredes vasculares por esas células eosinofílicas, causando daños en las mismas. Finalmente la
última etapa consistiría en lesiones isquémicas por la alteración de vasos pequeños.
Aquellos casos en los que la clínica y los ANCA muestran indicios de enfermedad, se
recomienda la realización de biopsias de nervio y músculo para determinar si hay patología.
Dicha técnica mostrará necrosis fibrinoide e infiltrado de PMN en los tejidos afectados,
además de granulomas intra y extravasculares con núcleo eosinofílico. Es bastante
característica la afectación tanto de arterias como de venas pulmonares y sistémicas.
TRATAMIENTO
Los casos más leves pueden controlarse únicamente con corticoides (1 mg/kg/día en pauta
descendente). Sin embargo, en muchos casos los síntomas del asma recidivan y hay que
mantener la corticoterapia más tiempo.
15
Reumatología – Seminario 3 13/4/16
No identificado Ana Guillén
CLÍNICA
16
Reumatología – Seminario 3 13/4/16
No identificado Ana Guillén
Además de púrpura también puede generar lesiones de eritema, úlcera, nódulos, vesículas o
pústulas. La afectación cutánea suele aparecer como un episodio aislado de unas 1-4 semanas,
aunque puede darse a brotes.
Respecto a la afectación articular (70-80%) la vasculitis por IgA suele generar un cuadro de
oligoartritis, con afectación no erosiva de grandes articulaciones (rodillas, tobillos).
Mencionábamos antes las lesiones gastrointestinales (50-70%) como otra parte importante de
la patología. Dan lugar a una clínica de dolor abdominal difuso cólico o anginoso (mayor tras la
ingesta), en ocasiones acompañado de náuseas, vómitos, diarrea, melenas y rectorragia.
Para determinar la existencia de afectación se pueden emplear gastroscopia-colonoscopia
(mucosa con petequias o erosiones) o un estudio de sangre oculta en heces.
Un último órgano que suele verse involucrado en esta vasculitis es el riñón, en un porcentaje
bajo. La afectación característica de este órgano es la glomerulonefritis, habitualmente
asintomática aunque puede dar lugar a una clínica muy variada, desde síndrome nefrótico a IR.
DIAGNÓSTICO
17
Reumatología – Seminario 3 13/4/16
No identificado Ana Guillén
TRATAMIENTO
Hay que tener en cuenta que en muchas ocasiones el cuadro clínico de la vasculitis por IgA está
autolimitado y no requiere de tratamiento para su resolución. Sin embargo, para los casos que
no ceden o aquellos más graves existen diversas opciones terapéuticas.
Afectación cutánea.- Si las lesiones son leves reposo. Corticoides (0’25-1 mg/kg/día)
en casos extensos y azatioprina en situaciones refractarias o de iatrogenia.
Artritis.- AINEs o corticoides a dosis bajas.
Afectación digestiva.- Corticoides.
Afectación renal.- Corticoides (altas dosis) aislados o junto a inmunosupresores.
Para considerar la existencia de esta enfermedad no vale con la presencia de las crioglobulinas
en sangre, debe corresponderse una clínica de vasculitis asociada a esa elevación de
paraproteínas. Consideramos crioglobulinemia esencial a aquella cuya etiología no se puede
relacionar con ninguna otra patología (VHC, conectivopatías, tumores, etc).
CLÍNICA
18
Reumatología – Seminario 3 13/4/16
No identificado Ana Guillén
DIAGNÓSTICO
TRATAMIENTO
19
Reumatología – Seminario 3 13/4/16
No identificado Ana Guillén
Denominada también vasculitis anti-C1q. En el mismo nombre de la patología van implícitos
los elementos que la caracterizan: descenso del complemento, formación de lesiones
urticariformes y relación con los anticuerpos C1q.
Esta forma de vasculitis causa lesiones a múltiples niveles. Algunas
afectaciones habituales son: glomerulonefritis, artritis, enfermedad
pulmonar obstructiva e inflamación ocular. Sin embargo la afectación
más propia de la enfermedad es la cutánea, con lesiones propias de la
urticaria.
Al biopsiar la piel se puede observar como las muestras presentan
una histología compatible con una vasculitis leucocitoclástica.
Tipo de vasculitis en la que se puede producir inflamación tanto de arterias como de venas,
dando una gran variedad de cuadros: vasculitis de pequeño vaso, tromboangeítis, trombosis,
arteritis, aneurismas arteriales y venosos.
CLÍNICA
El síntoma característico del Behçet son las aftas mucocutáneas recidivantes. Inicialmente
suelen ser aftas orales múltiples, dolorosas, con un fondo blanquecino y halo eritematoso, que
curan en 2-3 semanas sin dejar cicatriz. La mayoría de pacientes desarrollan también aftas
20
Reumatología – Seminario 3 13/4/16
No identificado Ana Guillén
genitales (75%) en su evolución, localizadas en el escroto y vulva
principalmente (también pueden aparecer en áreas mucosas), donde
dejan cicatriz.
Una prueba muy específica de esta enfermedad es el test de patergia, que consiste en una
inyección intradérmica de suero fisiológico para observar la hiperreactividad a los
traumatismos. Los pacientes con Behçet desarrollarán a partir de las 24-48 horas lesiones
pápulo-eritematosas o pustulosas mayores de 5 mm.
Entre el resto de clínica del Behçet encontramos la afectación ocular (25-75%). La lesión más
común es la uveítis anterior con hipopion [imagen izquierda], generalmente bilateral y de
aparición episódica. Este no es el cuadro más grave, pese a que puede causar pérdida de visión
(20%), las lesiones de peor pronóstico son las uveitis que afectan
todo el tracto uveal incluyendo polo posterior (panuveítis), junto
con la vasculitis retiniana, la neuritis óptica y la oclusión vascular
ocular.
DIAGNÓSTICO
21
Reumatología – Seminario 3 13/4/16
No identificado Ana Guillén
Lesiones cutáneas
Test de patergia positivo
TRATAMIENTO
Enfermedad del grupo de las vasculitis que puede afectar a vasos de todos los tamaños
(pequeño, mediano o gran calibre) principalmente arteriales, dando cuadros de arteritis,
aortitis, aneurisma aórtico y valvulitis aórtica y mitral.
Estas manifestaciones surgen en forma de brotes agudos, muy mal tolerados. Con el
tratamiento adecuado se logran controlar los síntomas vestibulares pero la pérdida de
audición es permanente, por lo que con cada brote el paciente se queda más sordo.
22
Reumatología – Seminario 3 13/4/16
No identificado Ana Guillén
6. Otras vasculitis
23
Reumatología – Seminario 3 13/4/16
No identificado Ana Guillén
Patología asociada a una conectivopatía con compromiso sistémico. Dentro de este grupo
encontramos una gran variedad de enfermedades: vasculitis reumatoide, vasculitis lúpica,
vasculitis asociada a sarcoidosis, vasculitis asociada a policondritis, etc.
Al no poder poner un apellido al tipo de vasculitis, porque el mecanismo no está del todo
definido, se buscan nombres más generales como “vasculitis de pequeño vaso ANCA positiva”.
Relacionadas con factores etiológicos capaz de generar lesiones vasculares, como infecciones
(hepatitis B y C, sífilis), neoplasias o fármacos (hydralacina).
Algunos ejemplos son: PAN asociada a VHB, vasculitis crioglobulinémica asociada a VHC,
aortitis sifilítica, vasculitis asociada a tumores sólidos y hematológicos, PAM asociada a
hydralacina.
24
Reumatología – Seminario 3 13/4/16
No identificado Ana Guillén
25
Reumatología – Seminario 3 13/4/16
No identificado Ana Guillén
26
Reumatología – Seminario 3 13/4/16
No identificado Ana Guillén
27