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Saber decir

Teresa Baró

Recetas para hacer buenas


presentaciones en público
Saber decir
Teresa Baró
Primera edición: 2011

© texto: Teresa Baró, 2011


Agente del proyecto Saber decir: Martina Ros
© 2011, Ediciones del Serbal
Francesc Tàrrega, 12 • 08027 Barcelona
Tel. 93 408 08 34 • Fax 93 408 07 92
Correo electrónico: serbal@edicionesdelserbal.com
www.edicionesdelserbal.com

Ilustraciones: Pepon Negre


Fotografías: ShutterStock
Diseño y maquetación: Guillermo Longhini

ISBN: 978-84-7628-682-1
A Carles y Miquel,
con el deseo de hacerles más fácil el camino

A Ramon Folch i Soler,


orador apasionado
Presentación
Decidí escribir este libro pensando en mis hijos, ahora adolescentes, y
en todos los estudiantes de este país, porque estoy convencida de que
les puede ahorrar mucho sufrimiento. Con frecuencia se les pide
que demuestren unas habilidades que no son innatas pero que nadie les
ha enseñado. A veces, ni siquiera han tenido buenos modelos a los que
imitar. Esta absurda exigencia genera frustración y baja la autoestima;
arrastran así, hasta su vida adulta, la inseguridad para expresarse en
público y un irracional pánico a la visibilidad.
Como madre, también puedo ponerme en el lugar de los padres que se
preocupan para que la educación de sus hijos sea lo más completa posi-
ble, con herramientas útiles y no sólo una acumulación de conocimi-
entos teóricos, con frecuencia demasiado alejados de la realidad social
y profesional. Estoy segura de que a no pocos les será útil para mejorar
sus propias presentaciones. Y que encontrarán en éste, el manual de
oratoria que nunca tuvieron. De hecho, la mayoría de nosotros somos
fruto de un sistema educativo que no valoró las habilidades de comu-
nicación, salvo si eran por escrito.
También fui profesora de Lengua en secundaria durante casi veinte
años. Y compartía con mis alumnos adolescentes muchos de los miedos
y las inseguridades que afloran cuando te expones ante un grupo que
sabes que te juzgará. Yo me sentía insegura ante los padres en las reu-
niones de principio de curso o en el claustro de profesores. Los chicos,
ante sus propios compañeros –tribunal exigente y público cruel– y ante
los profesores. Me recordaban además la adolescente tímida que fui y
empecé a tomar conciencia de cuán necesarias eran unas pautas bási-
cas para desenvolverse en la comunicación oral formal. Así comencé
a aprender y a enseñar al mismo tiempo las técnicas de la oratoria y a
interesarme por el lenguaje corporal.
Ahora, como consultora profesional, conozco cada año cientos de
personas con problemas y dificultades similares. Asisten a mis cursos o
requieren entrenamientos personales conscientes de que si no superan
esta carencia, tienen vetados muchos caminos. La satisfacción cuando
comprueban de inmediato que a hablar en público se puede aprender
es la razón por la que estoy en aulas y despachos profesionales cada día,
en todo el país y de todos los sectores y en todos los niveles de empresas
e instituciones. Durante todos estos años, he hecho invariablemente la
misma pregunta a mis alumnos: ¿Te enseñaron a hablar en público en
la escuela o en la universidad? ¿Estimularon tus padres esta habilidad
en los encuentros familiares o sociales? La respuesta siempre es nega-
tiva. Y la conclusión es inevitable: no podemos saber lo que no se nos
ha enseñado; no saber genera inseguridad; la inseguridad levanta altas
barreras en el trayecto hacia los objetivos.
Los conocimientos adquiridos en estos años como consultora en
habilidades de comunicación, sumados a la experiencia como profesora
de secundaria, hacían casi inevitable la redacción de este libro.
Confío también en que los profesores de cualquier especialidad que
quieran implicarse en la enseñanza de la oratoria, encontrarán en este
manual de instrucciones consejos que transmitir a sus alumnos y un
referente para la observación de las exposiciones orales que tienen que
evaluar.
A alumnos, padres, profesores, clientes y colegas agradezco las opor-
tunidades que me han brindado para aprender todo lo que ahora recojo
en este libro.
Mi agradecimiento al actor y técnico de voz Jordi Muixí, que me ha
asesorado en los temas relacionados con el lenguaje paraverbal; al actor
y matemático Angel García Cerdanya, del que tanto he aprendido en
estos diez años de colaboración; a la excelente negociadora y paciente
Martina Ros, mi agente. Y mi reconocimiento a Carme Cerrillo, filóloga,
profesora de Lengua castellana, y sobre todo amiga, que ha enriquecido
el original con sus observaciones y consejos.
Índice
Introducción  . ............................................................................................  13

pa r t e i

1. ¿Qué es la oratoria y para qué te servirá?  .....................................  17


2. ¿Hablar en público o comunicarte con el público?  ......................  19
3. ¿Para qué sirve hablar bien en público?  .........................................  22
Ámbito académico  . .....................................................................  22
Ámbito profesional  ......................................................................  23
Ámbito personal: familiar y social  ............................................  24

pa r t e i i

4. Un mal común: la inseguridad  ..........................................................  29


5. Los peores enemigos: nervios y otros fantasmas  . .......................  31
Los miedos más frecuentes  . ......................................................  31
Los síntomas  . ................................................................................  33
¡Pasar del pánico escénico al placer escénico es posible!  ...  34
6. ¿Cómo controlar los nervios y ganar seguridad?  . .......................  36
Seguir una rutina  ..........................................................................  37
La visualización  . ...........................................................................  38
El anclaje  ........................................................................................  39
7. Ensayar es imprescindible  .................................................................  44
Guía para un buen ensayo  ..........................................................  47
8. Grabadoras de voz y cámaras de vídeo  ..........................................  51
9. Técnicas de apoyo a la memoria  . ....................................................  53
Guión por puntos  . ........................................................................  54
Mapa mental  .................................................................................  54
Diez razones poderosas para utilizar un mapa mental  ........  60
pa r t e i i i

10. La preparación es el 80 % del éxito  . ............................................  65


Hay que concretar el tema  .........................................................  68
Define el objetivo  .........................................................................  71
Define el público y sus necesidades  . .......................................  71
Estudia el contexto  . .....................................................................  74
Material  ..........................................................................................  74
Determina qué material audiovisual utilizarás  ......................  75
Preparación del contenido: orden, estructura  . ......................  76
11. ¡Entra con buen pie, sal triunfante!  ...............................................  79
La entrada  ......................................................................................  79
La salida  . ........................................................................................  83
12. Utiliza el poder de la palabra  . ........................................................  87
Exprésate con claridad  ................................................................  87
Busca la precisión y la concreción  ............................................  88
Evita las muletillas y las expresiones débiles  .........................  89
Aprovecha el impacto de las frases breves  ............................  91
pa r t e i v

13. El paralenguaje  ..................................................................................  95


Volumen  .........................................................................................  97
Entonación  .....................................................................................  97
Articulación  ...................................................................................  98
Acentuación  ...............................................................................   100
Pausas  . ........................................................................................   100
Velocidad  ....................................................................................   101
14. Lenguaje no verbal: el cuerpo comunica  . .................................   107
Movimiento del cuerpo y gesticulación  ...............................   107
Contacto visual  ..........................................................................   112
Presencia  .....................................................................................   113
15. Apoyos audiovisuales  ...................................................................   118
Un buen trío  . ..............................................................................   120

pa r t e v

16. La improvisación  ............................................................................   125


17. Decálogo para una presentación de éxito  ................................   128
18. Tan lejos, tan cerca...  .....................................................................   131
Skype  . ..........................................................................................   131
Videocurrículum  ........................................................................   132
19. Las presentaciones en otras lenguas  . .......................................   136
Epílogo  ....................................................................................................   138
Vocabulario  ............................................................................................   139
Bibliografía  .............................................................................................   145
Introducción
Dominar las técnicas de la oratoria te ayudará en los estudios, mejorará
la relación con los demás y tendrás más oportunidades profesionales.
Observa a los políticos, los profesionales de la comunicación y a cual-
quier persona que hable por radio o salga en la tele. Puedes fijarte en la
voz, en la posición del cuerpo, en la gesticulación, en su indumentaria.
¿Cuáles te inspiran más confianza? ¿Por qué? ¿Qué valores transmiten?
¿Se entiende lo que dicen?
Observando, se aprenden las técnicas que utilizan las personas
con experiencia, pero también nos damos cuenta de qué es lo que no
deberíamos hacer porque perjudica nuestra imagen. Compara estilos
de comunicación entre entrenadores de fútbol, jugadores, políticos,
expertos, locutores...
Fíjate en los mejores profesores que tienes. ¿Cuál de ellos te genera
más interés hacia la asignatura? ¿Cómo lo hace? ¿Cómo habla? ¿Cómo
se relaciona con los alumnos? ¿Qué recursos expresivos utiliza?
En la escuela, también puedes aprender muchos recursos para
mejorar tu capacidad de persuasión aunque no tengas una asignatura
específica de oratoria. Las clases de Filosofía, Literatura, Lengua son
una fuente permanente de recursos que podrás incorporar a tu caja de
herramientas para mejorar tu capacidad de expresión. Aunque a veces
cuesta creerlo, las normas gramaticales, las figuras retóricas, las técnicas
de elaboración de un escrito y un buen vocabulario son imprescindibles
para expresarte de forma comprensible y correcta. Las demás materias
que estudias te darán conocimientos de diversos ámbitos que formarán
parte de tu «cultura general» o expertise en determinado tema por el
que tengas especial interés. Tanto el bagaje general como el conocimi-
ento profundo de un tema son imprescindibles para ser un buen orador,
tener una buena imagen y transmitir confianza.
Aprovecha en clase todas las oportunidades para practicar: salir a la
pizarra, exponer un trabajo, ser el portavoz de tu grupo, participar en
debates y asambleas... Y fuera de la escuela puedes animarte a decir unas
14 saber decir introducción

palabras a tus amigos el día de tu cumpleaños, hacer un brindis en una


celebración familiar... ¿Ridículo? Míralo como quieras. Más ridículo
serás el día que tengas que presentar un trabajo o el proyecto final de
carrera y no sepas cómo hacerlo. Te sentirás muy mal si has realizado
un buen trabajo y no puedes defenderlo como se merece.
Parte I
1. ¿Qué es la oratoria
y para qué te servirá?
Pocas cosas son tan útiles como la capacidad para expresar nuestros
pensamientos, defender nuestras ideas y persuadir a los demás cuando
nos conviene.
Quizás la palabra oratoria no te resulte muy familiar. Seguro que
sabes a qué nos referimos, en cambio, cuando decimos «hablar en públi-
co». Y te imaginas enseguida a una persona dirigiéndose a un grupo
numeroso de espectadores. Pero la oratoria no sirve sólo para dirigirse
a grandes audiencias sino que es una habilidad necesaria en ocasiones
muy variadas: una conversación, una negociación, una clase, una venta,
una defensa, etc. Estamos hablando de habilidades que podemos deno-
minar de maneras diferentes: oratoria, retórica, elocuencia...
¿Es lo mismo? Vamos a ver la definición del Diccionario de la Real
Academia de la Lengua Española:

Elocuencia f. Facultad de hablar bien: con fluidez, propiedad y claridad, y, sobre todo,
de manera convincente. Se emplea también con aplicación al lenguaje. Por exten-
sión, poder expresivo de otras cosas: La elocuencia de las estadísticas.
Elocuente 1. adj. Dotado de elocuencia. 2. Expresivo o significativo: Un silencio elocuente.
Oratoria 1 f. Arte de pronunciar discursos. 2. Género literario formado por los dis-
cursos.
Retórico, ca 1. adj. De (la) oratoria. Aplicado al lenguaje, de estilo oratorio. A veces con
sentido despectivo, como excesivamente cuidado o cargado de expresiones o giros
cultos. 2. De la retórica. 3. adj. y n. Aplicado a personas, versado en retórica.

Como puedes comprobar, el significado de los términos oratoria y


elocuencia son bastante parecidos y se refieren al don de la palabra,
para conseguir determinadas reacciones de los receptores, a los que
llamamos público y que recibe este mensaje de forma oral. En cambio,
la retórica es aplicada con frecuencia al arte de la palabra escrita aunque
sus reglas se apliquen también a la expresión oral.
18 saber decir PARTe i

También te habrás fijado en que «retórica» puede tener un significa-


do peyorativo. Se aplica a las formas de expresarse vacuas, ampulosas
y artificiosas que no aportan demasiadas ideas nuevas y, sobre todo,
intentan manipular, engañar o distraer de otro objetivo. La retórica es
«mala retórica» cuando los objetivos no son claros ni honestos.
En este libro nos ocupamos, de manera muy concreta, de la actividad
comunicativa de un orador ante una audiencia, tanto si ésta está forma-
da por tres personas como si lo está por dos mil. Además, lo centramos
en situaciones de comunicación formal, porque quizás no hace falta
que te expliquemos cómo relacionarte con tus amigos cuando estáis
charlando distendidamente. O sí. En cualquier caso, puedes mejorar
si sigues los consejos de este libro y los aplicas a círculos más intimos
y privados.
Pero, hablar en público, ¿es realmente un arte en poder sólo de cuatro
privilegiados que poseen este don? ¿O son un conjunto de técnicas que
se aprenden, se aplican y no fallan nunca?
Podemos afirmar que es un arte, ya que consiste en aplicar con gracia
y originalidad un conjunto de técnicas que se pueden aprender. Imagí-
nate un cocinero. ¡Nadie nace cocinero! Las técnicas de la cocina se pue-
den aprender: conocer los ingredientes, los procesos, los materiales, las
herramientas... Todos podemos ser buenos cocineros si conocemos estas
técnicas, nos esforzamos y nos pasamos horas en los fogones. Muchos
destacarán por su estilo propio y de vez en cuando saldrá un genio. Pero
todos podemos hacerlo mínimamente bien.
Si sigues los consejos de este libro hablarás en público correctamente
y seguro que, añadiendo tu talento personal para conectar con la gente,
serás un gran comunicador, de esos que convencen a todo el mundo y
consiguen siempre lo que quieren.
2. ¿Hablar en público o
comunicarte con el público?
¿Es lo mismo hablar en una conversación privada que ante un grupo
de gente? Si fuera lo mismo, no nos sentiríamos tan inseguros cuando
tenemos que hacerlo. La comunicación en público exige una actitud y
unas técnicas específicas.
La mayor parte de los libros que explican técnicas para dirigirse a la
audiencia se titulan más o menos «Cómo hablar bien en público». Siem-
pre me ha parecido mejor decir «Cómo hablar bien con el público» por-
que es necesario conectar con las personas que tienes delante. Hablar
bien no es suficiente. Hay oradores que hablan bien, correctamente,
pero no «conectan» porque hablan para sí mismos, no «conversan»
con el público y su discurso acaba siendo un monólogo. ¡No! El buen
orador establece un diálogo con la audiencia. Aunque ésta permanezca
en silencio, hay un retorno de la comunicación: el público sigue aten-
tamente la exposición y lo demuestra a través de su actitud corporal,
20 saber decir PARTe i

la expresión del rostro, el contacto visual, la risa o cualquier otro gesto,


si es el caso.

¿Qué quiere decir, pues, «hablar en público»? ¿Podemos distinguir


entre «comunicación en público» y «comunicación interpersonal»?
En la comunicación interpersonal, lo que llamamos «tú a tú», la mayoría
de nosotros nos sentimos más seguros y nos expresamos con mucha
más naturalidad. Habitualmente lo hacemos muchas veces al día y con
distintos interlocutores. Esta seguridad radica, en parte, en la sensa-
ción de que la responsabilidad de la comunicación es compartida con el
interlocutor; el peso de la conversación se reparte y no nos jugamos
el prestigio ante muchas personas sino sólo delante de una o dos.

¿Cuáles son las características específicas de la comunicación en


público?

ȯȯ Es unidireccional. Una persona se dirije a las demás y éstas escuchan


en silencio.
ȯȯ El orador es el centro de atención. Es el protagonista del acto y tiene
toda la visibilidad. La distribución de las personas en el espacio y la
colocación del mobiliario y complementos audiovisuales están pen-
sados para favorecer esta visibilidad.
ȯȯ El orador tiene que controlar la situación y tiene responsabilidad
sobre el éxito del acto. Su obligación es que el mensaje llegue, que
las personas que asisten al acto se interesen por el tema y respondan
tal como ha previsto. Tiene que someterse a la organización pero
también es parte implicada; tiene que controlar el tiempo y tiene
que cumplir un horario.
ȯȯ Hay un objetivo previo y claro. El orador sabe bien lo que quiere con-
seguir con su intervención: conmover, animar, vender, formar. Cual-
quier exposición tiene que tener un fin que la justifique.
ȯȯ Tiene un grado de formalidad alta . En general, y especialmente
en el ámbito académico y profesional, estos actos son bastante
21 Recetas para hacer buenas presentaciones en público PARTe i

formales, dados su finalidad, contexto y tema. Esta formalidad se


manifiesta en:

ȱȱ La imagen personal.
ȱȱ El tipo de lenguaje que se utiliza.
ȱȱ La corrección en la articulación de los sonidos y en los movimien-
tos del cuerpo.
ȱȱ El comportamiento, el seguimiento del protocolo y la relación con
el público.

ȯȯ Es planificada. Porque pensamos qué diremos y cómo lo diremos


para alcanzar nuestros objetivos. No es improvisada, ni espontánea,
ni casual ni fortuita.
ȯȯ Tiene que ser rentable. La inversión que hacemos al preparar y eje-
cutar la presentación tiene que permitir conseguir los objetivos pro-
puestos. Por ello decimos que tiene que ser eficaz. Le dedicamos tiem-
po, energía, recursos materiales y conocimientos, además de alguna
pesadilla: tiene que dar, pues, los resultados esperados.
ȯȯ Tiene que cumplir las expectativas de la concurrencia. Los asistentes
esperan algo de nosotros y no los podemos defraudar.
3. ¿Para qué sirve hablar
bien en público?
El arte de la elocuencia te permitirá transmitir tu mensaje ¬ya sean
conocimientos, ideas o sentimientos¬ de manera clara y convincente
y podrás hacerte escuchar en todos los ámbitos de tu vida: académico,
profesional y personal.

Ámbito académico
En la escuela tienes que hacer exposiciones en clase, tienes que presen-
tar trabajos; quizás eres el delegado de clase o portavoz de tu curso en
el Consejo Escolar en alguna asamblea de estudiantes.
En la universidad, con la entrada en vigor del Plan Bolonia, las expo-
siciones orales se han multiplicado y ningún estudiante puede escapar
de esta práctica. Cuando te toca, si no tienes estas habilidades, lo pasas
muy mal y temes por tu reputación más que por la evaluación del pro-
fesor. No es sólo una cuestión de nota: la calificación es importante,
pero diferenciarte de tus compañeros con un estilo propio y tener una
imagen de buen comunicador te hará más visible y reconocido. Conocer
las técnicas para hablar en público te acercará al éxito y te hará sentir
seguro en:

ȯȯ Reuniones, asambleas, actos públicos.


ȯȯ Debates, mesas redondas.
ȯȯ Certámenes de oratoria.
ȯȯ Participación en el Consejo Escolar y otros órganos de gestión.
ȯȯ Actos de celebración: certámenes literarios, ceremonia
de graduación, etc.
ȯȯ Presentaciones de trabajo en clase.
ȯȯ Exámenes orales.
ȯȯ Presentación de proyectos y tesinas.
ȯȯ Defensa oral de la tesis doctoral.
23 Recetas para hacer buenas presentaciones en público PARTe i

Ámbito profesional
Es tu futuro próximo. Dentro de muy poco te someterás a entrevistas de tra-
bajo y empezarán tus primeras experiencias en el mundo laboral. ¿Creías
que era dura la vida de estudiante? ¡Ya verás el mundo laboral! Verás cómo,
por las buenas, te piden que hagas cosas que nunca nadie te había enseña-
do; por ejemplo: hacer una presentación de la empresa o impartir alguna
clase. Y ¿qué harás entonces? No hagas como muchas jóvenes promesas
que esconden la cabeza bajo el ala y buscan mil excusas antes que aceptar
el reto. Algunos prefieren perder una oportunidad de promoción o de pro-
greso profesional antes que afrontar esta situación. ¡Qué pena!
Sea cual sea la carrera que estudies, el oficio que tengas, siempre te con-
vendrá tener habilidad para hacerte escuchar y capacidad de persuasión.
Aquí tienes sólo unos ejemplos de profesionales que lo necesitan:

ȯȯ Comercial. ȯȯ Deportista.
ȯȯ Directivo. ȯȯ Empresario.
ȯȯ Técnico especialista. ȯȯ Periodista.
ȯȯ Divulgador científico. ȯȯ Abogado.
ȯȯ Maestro, formador. ȯȯ Músico.
ȯȯ Político. ȯȯ ...

Y en concreto en el mundo de la empresa, las habilidades de comunica-


ción y relación son un valor añadido muy importante que puede aportar
el candidato y son el ingrediente necesario para el éxito profesional y
muchas satisfacciones personales en el ámbito laboral. Estas habilidades
son imprescindibles en muchas situaciones habituales, entre ellas:

ȯȯ Entrevista de trabajo. ȯȯ Presentaciones de proyectos a


ȯȯ Defensa de proyectos en clientes.
un concurso. ȯȯ Acciones comerciales.
ȯȯ Presentación de la empresa. ȯȯ Conferencias en congresos
ȯȯ Presentaciones de productos. y jornadas.
ȯȯ Presentaciones de informes. ȯȯ Convenciones.
24 saber decir PARTe i

ȯȯ Presentaciones en actos públi- ȯȯ Portavoz ante la prensa y otros


cos. públicos.
ȯȯ Discursos en actos formales. ȯȯ Representación de tu colectivo
ȯȯ Reuniones con colaboradores. profesional: asociaciones, gre-
ȯȯ Dirección de equipos. mios, etc.

No hace falta decir que en el mundo de la política, la buena ima-


gen, el dominio de la lengua y el poder de persuasión son las armas más
importantes con que cuenta cada político para llegar a convencer a los
electores.

Ámbito personal: familiar y social


Asociamos a menudo la esfera personal a las situaciones más cómodas,
«de estar por casa», donde amigos y familiares nos aceptan tal como
somos. Sin embargo, también son necesarias las habilidades de relación,
que hemos de tener activadas a cualquier hora del día. Y, además, hay
algunos momentos que también requieren dirigirse a un buen número
de personas y de manera más formal o solemne. Por ejemplo:

ȯȯ Celebraciones y fiestas. ȯȯ Actividad social: comunidades,


ȯȯ Reuniones familiares. grupos a los que perteneces
ȯȯ Encuentros con amigos. (iglesia, movimientos vecina-
les, ONG, etc.).

Y tendrás que estar preparado para situaciones como:

ȯȯ Hacer un brindis en una cere- ȯȯ Decir unas palabras o hacer una


monia o comida. lectura en una boda.
ȯȯ Homenajear a alguien en una ȯȯ Defender tu opinión en una
celebración. reunión de la comunidad de
ȯȯ Hablar en una ceremonia fúne- vecinos.
bre de un ser querido que ha
fallecido.
25 Recetas para hacer buenas presentaciones en público PARTe i

En definitiva, si empiezas a ganar seguridad en el dominio de estas


técnicas, obtendrás unos beneficios que no puedes todavía ni sospechar
pero comenzarás a disfrutarlos desde el momento en que empieces a
ponerlos en práctica. Por ejemplo:

ȯȯ Tendrás más control de todas las situaciones de comunicación.


ȯȯ Explicarás claramente lo que sabes y lo que piensas.
ȯȯ Defenderás tus ideas, tus trabajos y tus proyectos.
ȯȯ Inspirarás confianza.
ȯȯ Seducirás a tu audiencia.
ȯȯ Controlarás tu imagen.
ȯȯ Ganarás visibilidad.
ȯȯ Serás más competitivo en el mercado laboral y podrás diferenciarte
de la competencia.
ȯȯ Podrás dirigirte a los medios de comunicación con seguridad.
Parte II
4. Un mal común:
la inseguridad
No sé si se me entenderá, si convenceré, si se me notará el nerviosismo,
si... ¡si saldré de esta!
Hoy en día, el techo de muchos profesionales es la incapacidad de dirigir-
se a una audiencia. Son expertos en su campo, dominan el tema con creces
y son reconocidos en su entorno más inmediato. Pero cuando les piden que
expliquen sus conocimientos ante un cliente, que atiendan unas visitas
importantes en la empresa o dicten una ponencia en un congreso, el suelo
se abre bajo sus pies y quisieran ser tragados por la tierra para no tener que
enfrentarse a las atentas miradas de los temibles espectadores.
¿Cuáles son las razones de estas ganas de huir y eludir una responsa-
bilidad intrínseca a su tarea técnica o al cargo que ocupan?
La falta de seguridad es la causa de la mayor parte de las angustias.
En la situación concreta de hablar públicamente, podemos diferenciar
tres tipos de inseguridad:

ȯȯ Inseguridad en el tema. Es normal que cuando tenemos un dominio


poco profundo del tema nos sintamos en falso a la hora de exponerlo.
Sabemos que nos faltan datos o que tenemos lagunas de conocimien-
to. Tampoco estamos seguros de poder contestar las preguntas del
público.
ȯȯ Inseguridad en la propia capacidad para comunicar eficazmente. Si no
nos han enseñado cómo preparar una exposición y cómo dirigirnos
oralmente a un grupo de personas, dudamos de nuestra habilidad.
Podemos pensar que somos aburridos, que el mensaje no llega de
ninguna forma y que no somos convincentes.
ȯȯ Inseguridad en uno mismo. No te creas que es exclusiva de las personas
jóvenes. Todos tenemos nuestras debilidades. A veces no nos creemos
suficientemente buenos, atractivos, aptos. No creemos merecer la
aprobación, el afecto o la admiración de los demás.
30 saber decir PARTe ii

Este libro no te puede ayudar a tener más conocimientos sobre el


tema que tratas (¡busca, lee, escucha a expertos, investiga, estudia!) pero
sí te puede dar muchas herramientas para comunicar mejor tu mensaje
y llegar al público con una buena imagen. También te ofrecerá recursos
para sentir más tranquilidad a la hora de tu exposición, para reducir el
grado de tensión y evitar que te bloquees.
Piensa que la clave para hablar con naturalidad y convencer a los
demás es tener confianza en uno mismo. Te daré, por lo tanto, todas
las herramientas que te sirvan para sentirte más seguro.
5. Los peores enemigos:
nervios y otros fantasmas
Lo paso muy mal cuando me preparo, cuando espero mi turno, cuando hablo
y cuando reviso mentalmente mi exposición una vez que acabó todo.

Los miedos más frecuentes


En las clases de comunicación que doy a los estudiantes de secundaria
y a estudiantes universitarios, incluso a los de másters y posgrados, me
gusta preguntarles cuáles creen que son sus debilidades a la hora de diri-
girse a una audiencia. La mayoría de los temores que me explican son
compartidos con profesionales de todas las edades y de todos los niveles
jerárquicos de la empresa. Aquí tienes las respuestas más frecuentes:

Por lo que respecta al público

ȯȯ «Enfrentarme a un público que ȯȯ «No crear feedback con el públi-


no conozco.» co.»
ȯȯ «Que el público no esté atento y ȯȯ «Ver malas caras entre el tribu-
que muestre falta de interés.» nal o el público.»

Respecto a la imagen que transmiten

ȯȯ «Que se me note la inseguridad ȯȯ «Miedo de no gustar por la


en la voz.» manera de ser o de vestir.»
ȯȯ «Dar una imagen prepotente.» ȯȯ «Hacer el ridículo.»

Respecto al contenido

ȯȯ «Pensar que al público no le ȯȯ «No poder disimular que no


gustará lo que expreso, o mi acabas de creer lo que digo o lo
trabajo.» que defiendo.»
32 saber decir PARTe ii

Respecto a las habilidades

ȯȯ «Hablar demasiado.» ȯȯ «Correr demasiado.»


ȯȯ «Perder el hilo.» ȯȯ «No saber qué hacer con las manos.»
ȯȯ «No saber cómo empezar a hablar.» ȯȯ «No saber qué hacer con el cuerpo.»
ȯȯ «Que no me entiendan.» ȯȯ «No ser claro y conciso.»
ȯȯ «No tener vocabulario, no encontrar ȯȯ «Cómo decir todo lo que tengo que
las palabras adecuadas.» decir sin saltarme ideas.»
ȯȯ «No hablar con claridad.» ȯȯ «Trabarme al hablar.»
ȯȯ «Olvidar puntos importantes.» ȯȯ «Que me sobre o me falte tiempo.»
ȯȯ «Falta de capacidad para entu- ȯȯ «Ser incapaz de mantener la
siasmar.» mirada.»

Respecto a los nervios y la inseguridad

ȯȯ «Cómo controlar los nervios.» ȯȯ «Falta de confianza y seguridad.»


ȯȯ «Cómo superar la timidez.» ȯȯ «Miedo al fracaso.»
ȯȯ «Quedarme en blanco.» ȯȯ «Quedar bloqueado, rígido.»
33 Recetas para hacer buenas presentaciones en público PARTe ii

¿Qué te parece? ¿Quizás tú mismo los compartes todos? No te


preocupes. Afortunadamente, estos miedos pueden pasar a formar
parte del recuerdo muy pronto.

Los síntomas
El pánico escénico es uno de los obstáculos más habituales. La mayor
parte de los jóvenes, y también de los adultos, sienten miedo a hablar
en público. Pero te explicaré algunos recursos fáciles que te ayudarán
a superar estas situaciones angustiosas.
Lo primero que hay que hacer es reconocer los síntomas de lo que
nos ocurre. ¿Notas alguna de estas sensaciones cuando estás en una
situación de exposición pública?

ȯȯ Atragantamiento. ȯȯ Presión en el estómago.


ȯȯ Temblor de voz, de piernas o de ȯȯ Sudor en todo el cuerpo, más
manos. intensamente en las manos y
ȯȯ Boca seca. la cara.
ȯȯ Voz ronca o más profunda de lo ȯȯ Respiración irregular y falta de
normal. aire para terminar las frases.
ȯȯ Cambio de color del rostro. ȯȯ Ganas de huir.
ȯȯ Manchas en la piel, especial- ȯȯ Necesidad de ir al baño.
mente en el cuello y la cara. ȯȯ Un repentino e inexplicable
ȯȯ Rigidez en la posición del cuer- cansancio.
po y la gesticulación. ȯȯ La sensación de que te sientes
ȯȯ Encogimiento de hombros y la voz resonando fuera de tu
cuerpo en general. cabeza.
ȯȯ Movimientos poco desenvueltos. ȯȯ Pierdes el público de vista.
ȯȯ Latidos muy fuertes del corazón. ȯȯ ...

No entraremos a investigar las causas de esta inseguridad, pero muy


probablemente influye la falta de costumbre, la poca tradición que hay
en nuestro país de fomentar estas habilidades y la nula preparación que
tenemos en oratoria. ¿Quién sabe cocinar sin que le hayan enseñado o sin
34 saber decir PARTe ii

ponerse de vez en cuando el delantal? Pues con las habilidades de comuni-


cación pasa lo mismo. Además, como sabemos hablar, creemos que eso ya
es suficiente y que podremos hacerlo en cualquier contexto. Y no es así. Hay
unas habilidades que hay que desarrollar, unas técnicas que nos permiten
ser más eficaces y tener mucho más control sobre la comunicación.
Igual que muchos de nosotros hemos entrado en el mundo de la coci-
na a través de un libro de recetas, ahora nos podemos acercar al mundo
de la oratoria con este manual de recetas fácilmente aplicables.
Si, además, puedes seguir algún curso presencial, los pasos pueden
ser de gigante, ya que un profesional te orientará en estas técnicas y te
dirá cuáles son tus puntos débiles y tus puntos fuertes para poder sacar
el máximo provecho de tus habilidades.

Ah, y no te olvides de cocinar con frecuencia; es la mejor forma de con-


firmar tus progresos y de animarte cada día a trabajar para mejorar. Y,
como buen anfitrión, tú podrás sentir tanto placer como tus invitados.

¡Pasar del pánico escénico al placer escénico es posible!


Los síntomas que he enumerado más arriba son muy frecuentes y son una
reacción normal y muy primitiva de nuestro cerebro ante un peligro.
Podemos sentir más de uno y son difíciles de controlar. De todas for-
mas no tiene que preocuparte en exceso y es mejor considerarlos como
parte del proceso. Incluso podemos valorar el nerviosismo positivamen-
te porque es una muestra de que nos interesa lo que hacemos y nos da
35 Recetas para hacer buenas presentaciones en público PARTe ii

un impulso extra para comunicar con los cinco sentidos y toda la ener-
gía. El cuerpo activa todos sus recursos para dar lo mejor de sí en una
situación de tensión. Por eso, cuando hemos terminado, nos sentimos
cansados: hemos realizado un gran esfuerzo, a veces extenuante.
La sensación de nerviosismo e inquietud es positiva y productiva
siempre que no se convierta en un obstáculo. Cuando es excesiva y nos
bloquea, atenaza nuestras habilidades y nos impide pensar y actuar en
plenitud de facultades. ¿Cómo saber si nuestro nivel de tensión está
entre los límites razonables?

El proceso habitual para cualquier persona consciente de la impor-


tancia que tiene su exposición podría ser descrito como sigue:

1. Días antes: preparación acompañada de interés y una sana preocu-


pación por el resultado.
2. Día D: un cierto nerviosismo.
3. Cinco minutos antes: se empiezan a sentir algunos de los síntomas
descritos, especialmente un nudo en el estómago, el corazón más
acelerado, dificultad para concentrarse, profundo cansancio, ganas
de ir al baño.
4. Estas sensaciones se van acentuando hasta el momento de empezar,
en que solemos sufrir el momento álgido. Normalmente, el primer
minuto es el de más tensión.
5. Después, poco a poco, todo se va normalizando, nos sentimos cada
vez más seguros y la respiración y el corazón vuelven a trabajar con
más normalidad, lo que hace desaparecer el resto de los síntomas.
6. Es a partir de este punto cuando volvemos a ser nosotros mismos y
nos expresamos con mayor naturalidad.

Conocer nuestras zozobras, nuestras debilidades e inseguridades es


el primer paso para superarlas. Si sabemos cómo reacciona el cuerpo
también lo podremos controlar más.
6. ¿Cómo controlar los
nervios y ganar seguridad?
¿Es posible dejar de temblar, no ponerse colorado o no parecer un moni-
gote ante la respetable audiencia?
Los alumnos que asisten a mis cursos están muy interesados en cono-
cer técnicas para ser más eficaces en la comunicación, pero, sobre todo,
quieren que les explique trucos para no sufrir esta angustia y, claro, para
que no se les note que lo están pasando mal.
No existe una única y mágica fórmula para conseguir todo esto y hay
que trabajar en varios sentidos para conseguir cada día más confianza
y más destreza. En los siguientes capítulos encontrarás los consejos
que doy a mis alumnos y que han aplicado con éxito en la mayoría de
los casos. Eso sí, es muy importante la constancia y no perder nunca la
confianza en uno mismo y en que se alcanzarán los objetivos.
Y recuerda que...
Una buena preparación
te garantiza un buen resultado
Es mejor que no confíes en la capacidad de improvisación y que lo
tengas todo atado y ensayado. Preparar significa:

ȯȯ Dominar el tema.
ȯȯ Seleccionar bien el contenido y decidir los mensajes clave.
ȯȯ Estructurar el contenido.
ȯȯ Pensar en cómo te harás entender.
ȯȯ Trabajar la exposición para hacerla amena y mantener al público atento.
ȯȯ Aplicar técnicas de persuasión.
ȯȯ Preparar material de apoyo, si es necesario.
ȯȯ Ensayar.

Puedes ver los detalles de este proceso en los capítulos siguientes.


37 Recetas para hacer buenas presentaciones en público PARTe ii

Seguir una rutina


¿Qué tienen de bueno las rutinas? Nos dan seguridad. Si hacemos algo
siempre de la misma manera, podemos estar casi seguros de que siem-
pre dará los mismos resultados. Si lo que conseguimos de ello es satis-
factorio, sólo tenemos que aplicar cada vez el mismo procedimiento
y podremos conseguir objetivos sin invertir tanta energía extra. Por
ejemplo, cuando te levantas por la mañana, sigues una rutina, un ritual
particular que te lleva a la escuela o a la universidad sin tener que pensar
mucho. Lo tienes todo controlado, ¿verdad?
Podemos hacer lo mismo con las intervenciones en público. Claro
que sólo podemos establecer una rutina si realizamos esta actividad con
cierta frecuencia. Si no, cada vez será un acto muy especial que aumen-
tará nuestro nivel de tensión. Pongamos un ejemplo de rutina.
Estás ya en la universidad y alguno de tus profesores tiene la cos-
tumbre de realizar el seguimiento del alumnado a base de exposiciones
orales en clase. Además, participas mucho de la vida universitaria: expo-
niendo un trabajo, siendo portavoz de tu grupo, en un examen oral, etc.
En este caso podrías marcarte una rutina como la siguiente:

ȯȯ Preparar el contenido con tiem- ȯȯ Alimentarte bien.


po suficiente. ȯȯ Repasar lo que tienes que decir.
ȯȯ Ensayar en casa el día antes. ȯȯ Encerrarte unos minutos para
ȯȯ Practicar deporte el mismo día concentrarte (a veces no hay
de la exposición. más opción que el baño para que
ȯȯ Ponerte la ropa más adecuada te dejen tranquilo o para poder
para que te dé seguridad. aislarte del ruido).
ȯȯ Pasar por el baño y comprobar ȯȯ Poner en marcha tus anclajes
tu aspecto. (consulta esta técnica más abajo).

Todos tenemos nuestras manías y nos sentimos seguros mediante


mecanismos distintos. Por lo tanto, cada uno tiene que buscar lo que
le sea más cómodo y que le dé más seguridad. Diseña tu propia rutina
para actos especiales.
38 saber decir PARTe ii

La visualización
Aunque nunca hayas oído hablar de ella, seguro que ya aplicas esta téc-
nica en otros ámbitos que no son el académico. Los deportistas y los
músicos la utilizan con frecuencia para entrenar y preparar una com-
petición o un concierto.
Consiste en «visualizarte» realizando lo que tendrás que hacer y que
supone un reto para ti. Es decir, se trata de imaginarte ejecutando la
presentación con el máximo de detalle y «verte» haciendo lo que quieres
hacer, con la soltura y la calidad que quieres conseguir. Dicen que las
cosas se viven dos veces: cuando las imaginamos y cuando pasan en rea-
lidad. Si somos capaces de imaginarnos triunfando, seguro que estamos
mucho más cerca del éxito. Habrá que entrenarse a conciencia.
El procedimiento es el siguiente:

1. Prepara tu intervención. Ensáyala, como explico en el capítulo dedi-


cado al ensayo. En este caso, ya lo dominas todo y tienes la sensación
de que lo tienes bien atado: tema, tiempo, material de apoyo, etc. Es
el momento de reforzar este proceso con una visualización. Retírate
a un lugar tranquilo y...
2. Cierra los ojos e imagínate en un cine, sentado en una butaca: está a
punto de empezar una película. La pantalla está en blanco. Empieza
la proyección. A partir de este momento vas viendo la película de tu
presentación. Tú eres el protagonista. Ves el público, el escenario,
tu entrada segura y tranquila; te ganas al público con el saludo y
empiezas a hablar. Desarrollas el tema con entusiasmo y ves cómo el
público te sigue y se muestra muy interesado en lo que dices. Finalmen-
te, acabas tu intervención y todo el mundo aplaude. Te hacen preguntas
y comentarios. Al terminar, recibes las felicitaciones de los asistentes.
3. Tienes que imaginártelo con el máximo detalle; si puede ser, inclu-
so, palabra por palabra, diapositiva a diapositiva. Cuanto más cerca
de la realidad esté tu visualización, más eficaz será.
4. Con esta visualización tú ya has vivido una vez la actuación y ahora
estás mucho más preparado para que te salga como has imaginado.
39 Recetas para hacer buenas presentaciones en público PARTe ii

Porque tú ya «te has visto» haciendo tu exposición y no te resulta


extraño. Cuando estés ante tu público ya habrás pasado mental-
mente por esta experiencia y te resultará más cómoda.
5. Si te imaginas en este papel, «te ves» interpretando este papel, segu-
ro que puedes hacerlo. Decía el empresario Henry Ford que «tanto
si te crees capaz como si crees que no, seguro que llevas razón». Y
es así, porque lo que tú creas te condicionará a actuar de una forma
o de otra y obtendrás un éxito o un fracaso.

El anclaje
¿Qué es un anclaje? «Anclaje» viene de «ancla», utensilio que sirve para
fijar una embarcación en el punto deseado.
Ésta es una de las técnicas más eficaces para superar determinadas
barreras psicológicas que hemos creado involuntariamente y que nos
suelen perjudicar en la consecución de nuestros objetivos. También se
aplica para conseguir determinados estados internos que nos tienen
que permitir llegar a las metas deseadas.
¿Qué estado interno necesitas para enfrentarte a un público, para
verte capaz de leer la tesina o pronunciar un discurso? Todos necesita-
mos una actitud positiva para afrontar este reto. Hace falta optimismo,
valentía y mucha energía para contagiarla a los espectadores. ¿De dónde
vas a sacarla si lo único que puedes pensar es en los nervios, la vergüenza
o el riesgo de quedarte en blanco y quedar fatal ante todo el mundo?
¿Qué hacer si no puedes dejar de pensar en todas las desgracias que te
pueden suceder en el momento de ponerte en pie?
Con un anclaje, podrás cambiar en un instante tu estado emocional.
Primero lo tienes que crear. Te explico los pasos que tienes que seguir
para conseguirlo:

1. Enciérrate en una habitación tranquila y cerciórate de que nadie te


interrumpirá (el móvil tampoco).
2. Piensa, busca en tu pasado algún momento en el que te hayas senti-
do muy feliz y, si puede ser, vencedor. Por ejemplo, cuando marcaste
40 saber decir PARTe ii

aquel gol espectacular, cuando te concedieron el premio en el cer-


tamen de Poesía, cuando el profesor te felicitó en clase y te sentiste
orgulloso de tu trabajo o alguna otra situación similar.
3. Cuando tengas identificada esta escena, tienes que revivirla. Vuelve
a ver todo lo que pasó: la luz, los colores de las cosas, los sonidos,
las palabras que te decían y que decías tú, el latido del corazón, el
sudor... Todo con la máxima fidelidad. Es necesario que lo revivas.
4. Mientras lo revives, puedes hacer algún gesto que irás relacio-
nando con la emoción positiva. Este gesto puede ser una señal
de fuerza con el brazo, tocarte muy cerca del corazón, chasquear
los dedos... También puedes decir, al mismo tiempo que haces el
gesto, una frase que te motive: «¡Soy el mejor!», «¡Será un éxito!»,
«¡Al ataque!», etc.
5. Haz este gesto y di la frase unas cuantas veces mientras revives la
energía de la escena del triunfo.
6. Quizás con unas cuantas veces no será suficiente y mañana tendrás
que repetirlo, y pasado mañana. Llegará un momento en que sólo
haciendo el gesto y pronunciando la frase, la emoción te embargará
y dejarás fuera de combate cualquier actitud negativa que te blo-
quee o te reste facultades.
7. Si quieres comprobar que esto es así y quieres acelerar el proceso,
crea un anclaje con música. Escoge una canción, una pieza musi-
cal que te contagie mucha energía y te estimule, que te haga sentir
capaz de todo. Y asóciala también a la escena vivida. Quizás ya tienes
una música asociada a una escena de gloria. Pues utiliza ésta si te
carga las pilas.

Cuando estés a punto de salir de casa, escucha esta música, una, dos,
tres veces, las que sea necesario. La música te generará el estado emo-
cional que necesitas para sentirte protagonista y creerte capaz de con-
vencer. Procura que siempre sea la misma música asociada a un estado
concreto. Puedes tener varios anclajes: uno para estimularte, otro para
relajarte, otro para superar una dificultad determinada, etc.
41 Recetas para hacer buenas presentaciones en público PARTe ii

Como puedes ver, un anclaje es una forma sana, económica y prácti-


ca de enfrentarte a situaciones que requieren un esfuerzo extra y que
suponen una dificultad importante. Podrás utilizarlos para superar una
entrevista de trabajo, afrontar una conversación difícil, dirigirte a la
persona a la que ni te atreves a mirar...
Hay muchas más técnicas para conseguir esta seguridad que queremos,
pero con éstas ya puedes empezar a tener muy buenos resultados. Ade-
más, cada uno tiene algunas técnicas personales, a veces extravagantes;
da igual: lo importante es que resulten útiles a cada uno. Son hábitos o
trucos que no hace falta proclamar a los cuatro vientos. Por si te pueden
resultar de utilidad, aquí tienes algunas recomendaciones más y una lista
de trucos que dejo abierta por si tú quieres anotar los tuyos personales.
Por cierto, me gustaría que me los explicaras; quizás pueden ser de ayuda
para otros jóvenes como tú: teresa@teresabaro.cat.
42 saber decir PARTe ii

Recomendaciones
““ No comas demasiado si la exposición es después de la comida. Una digestión
pesada no te ayudará.

““ Evita comidas grasientas, fritos, picantes. Huye del ajo y de la cebolla.

““ Lleva siempre contigo un pequeño neceser con cepillo y pasta de dientes. Tendrás
mejor aliento, mejor aspecto y te sentirás más fresco.

““ No consumas alcohol (ni otras drogas, claro). En el primer momento puede resultar
estimulante pero después te traicionará porque se te trabará la lengua y porque
el alcohol es un depresor del sistema nervioso. ¡Y estar abatidos es lo último que
deseamos!

““ Limita las bebidas estimulantes como el té o el café. Mejor, tilas o valerianas.

““ Si te sientes flaquear, come o bebe algo dulce antes de empezar. Puedes tener
siempre a mano un kit de emergencia como un terrón de azúcar o una barrita de
chocolate.

““ No comas chicle durante la intervención pero sí puedes masticarlo un rato antes


como ejercicio para mantener las mandíbulas y la lengua ágiles.

““ Pasa por el servicio antes de empezar para hacer «tus necesidades» y salir tranquilo;
para comprobar tu aspecto, porque necesitas un par de minutos de aislamiento
e intimidad para concentrarte.

““ Calienta un poco la voz para que desde el principio suene perfectamente y te


sientas cómodo.
43 Recetas para hacer buenas presentaciones en público PARTe ii

Trucos
““ Distráete un rato antes de empezar para no acentuar la sensación de nerviosismo.
Llama a un amigo y háblale de temas completamente diferentes: planificad el fin
de semana, por ejemplo, y no le comentes lo que estás a punto de realizar.

““ Haz ejercicios de desbloqueo del cuello y la zona cervical.

““ Sonríete a ti mismo delante de un espejo y repítete cuán fantástico eres y lo bien


que lo harás.

““ «Coloca» el cuerpo en actitud activa delante del espejo y sal con optimismo.

““ Mueve las manos arriba y abajo, situándolas a la altura del estómago. Igual que
si sacudieras el agua muy deprisa después de lavarte las manos. Así evitarás
que te tiemblen.

““ Mueve los hombros arriba y abajo y haz círculos con ellos para relajar toda la
parte superior del cuerpo.

““ Realiza tres respiraciones profundas, tomando el aire por la nariz y expulsándolo


por la boca.

““ Si se te seca la boca, ponte un caramelito ácido debajo de la lengua y deja que se


derrita. Esto te ayudará a salivar.

““ Bebe pequeños sorbos de agua.

““ ....

““ ....

““ ....

““ ....

““ ....

““ ....
7. Ensayar
es imprescindible
Tanto si se trata de preparar una lectura de tesis, unas oposiciones o la
lectura de un discurso, el ensayo es ¡OBLIGATORIO! Si queremos que
nos salga bien, lo tenemos que haber «simulado» antes y nos tenemos
que poner a prueba cuando todavía no nos jugamos nada.
Durante el ensayo estamos a tiempo de rectificar, experimentar,
recortar. Nos ayuda a conocernos mejor y nos acostumbramos a la
«actuación» que supone hablar en público. Hay que tener el cuerpo y
la voz entrenados también para la puesta en escena y el ensayo es un
buen momento para ir interiorizando actitudes corporales, movimien-
to, gesticulación, volumen de la voz, articulación, etc.

Para hacer un buen papel, ensayar es imprescindible. Por todas estas


razones:

ȯȯ Para saber cuánto tiempo dura la intervención. Sólo ensayando en voz


alta comprobarás si lo que tienes preparado se ajusta al tiempo de que
dispones para la exposición. A veces nos quedamos cortos y a veces nos
pasamos. Tanto una cosa como la otra no dan muy buena impresión:
indican falta de control, mala planificación y son una falta de respeto
hacia el público y los demás ponentes. No podemos alterar el orden pre-
visto. Adaptar la extensión de nuestro parlamento a un tiempo dado es
un esfuerzo de síntesis que nos obliga a seleccionar lo más importante
que tenemos que transmitir y a encontrar la mejor manera para conven-
cer en un tiempo que casi siempre es inferior al que querríamos.
ȯȯ Para evitar muletillas. Las muletillas aparecen sobre todo cuando
estamos muy nerviosos o improvisamos. Casi nunca quien las dice se
da cuenta pero, en cambio, tortura al público con su repetición. Son
palabras o expresiones sin ningún significado y se convierten en un
«ruido» para el público y distracción para unos cuantos que lo pasarán
45 Recetas para hacer buenas presentaciones en público PARTe ii

en grande contando cuantas veces se repite la misma palabra o sonido.


Ejemplos de muletillas frecuentes: «¿Entendido?, ¿Vale?, Un poco…»
ȯȯ Para evitar movimientos oculares que delatan que estamos improvisando.
Cuando recordamos, buscamos un término, calculamos, inventamos,
imaginamos... hacemos unos movimientos oculares hacia arriba, hacia
los lados o hacia abajo. Incluso podemos mirar fijamente hacia adelan-
te. Pero en cualquiera de estos casos, nuestro interlocutor –nuestro
público– notará que no lo estamos mirando a los ojos. Además, se dará
cuenta de que estamos buscando la información «en el cerebro», cosa
que le hará percatarse de que no tenemos muy bien preparado o no
dominamos el tema. Aparte, recuerda que una de las formas de mante-
ner al público atento es a través del contacto visual. Por lo tanto, evita
como sea apartar la mirada. Si miras siempre a tu público transmitirás
una imagen de mucha más seguridad.
ȯȯ Para detectar posibles incoherencias en el orden o en el contenido. Hasta
que no lo digas en voz alta, no verás si lo que has escrito o pensado
tiene sentido de verdad. Por otra parte, verbalizarlo es una forma de
46 saber decir PARTe ii

aclarar las ideas y ordenarlas. Es sabido que la necesidad de transmi-


tir algo a alguien, nos obliga a esforzarnos en concretarlo y expresarlo
de forma clara y comprensible.
ȯȯ Para dar cohesión a las diferentes partes. Especialmente si utilizamos
diapositivas, una de las dificultades que aparecen es realizar bien la
transición de cada diapositiva o ejecutar bien el cambio de tema o
de idea. La exposición tiene que ser percibida como una unidad que
sigue un hilo argumental y no como una retahíla inconexa de ideas o
diapositivas. Hay que relacionar una idea con la siguiente a través de
las expresiones adecuadas y no repetirnos demasiado. Por ejemplo:

ȱȱ Aparte de esto, podemos ver también...


ȱȱ Como consecuencia de esto (lo que estamos viendo o diciendo)
observamos...
ȱȱ Más todavía...
ȱȱ Por otro lado...
ȱȱ Veamos qué pasa cuando...
ȱȱ La consecuencia de este fenómeno es que...
ȱȱ Ésta es la causa de lo que veremos en la diapositiva siguiente...

ȯȯ Para detectar si nos sobra o nos falta material audiovisual. A veces nos
animamos a preparar un Powerpoint con muchas diapositivas y des-
pués vemos que hay demasiadas, contienen un exceso de información
o la presentación en conjunto resulta muy aburrida. Otras veces nos
damos cuenta de que un buen gráfico haría más comprensible nuestro
mensaje y vemos la necesidad de elaborar más material.
ȯȯ Para probar los apoyos audiovisuales y su adecuación a nuestra presen-
tación, para comprobar que estamos cómodos con el complemento
que hemos preparado. Además, ensayamos también la interacción
entre nosotros y la pantalla, el mando, el público... Son muchos los
elementos que intervienen en una puesta en escena y tenemos que
controlarlos todos. A veces nos embarcamos en hacer un montaje
espectacular y después no sabemos encajarlo en nuestra actuación.
47 Recetas para hacer buenas presentaciones en público PARTe ii

ȯȯ Para conocernos mejor y entrenar todos nuestros lenguajes. Si nos gra-


bamos con una cámara de vídeo, podremos observar nuestra actitud
corporal, cómo nos movemos, nuestros gestos; podremos detectar
movimientos nerviosos o tics; podremos vernos tal como los demás
nos ven y esto es de gran ayuda para corregir lo que no nos gusta.
Además de vernos, podremos escucharnos. Notaremos si nuestra voz
es apagada, si hay monotonía en nuestra entonación, si vamos dema-
siado rápido o demasiado lento; si se nos entiende, si hacemos las
pausas donde toca; si repetimos en exceso la misma palabra... Pode-
mos conocer estos aspectos de nuestra comunicación, simplemente
grabándonos con una sencilla grabadora.

Guía para un buen ensayo


Seguro que conoces a alguien que te ha confesado haber ensayado ante
un espejo. Por lo menos, lo has visto en las películas. Cuando alguien
prevé que tendrá una cita muy importante, se pone delante del espejo
y se imagina una conversación con su interlocutor. ¡Pruébalo!
Te puede pasar que te sientas ridículo, que no te guste verte, que te
sientas un payaso y acabes abandonando. Incluso, afectado por lo que
has visto en el espejo, quizás pensarás que eres un inepto y querrás
dejarlo correr. O te irás resignado, cabizbajo, sin esperar nada bueno
de un zoquete como tú. ¡Ni pensarlo!
Te propongo otra forma de ensayar. Tendremos en cuenta dos posi-
bles situaciones: exposición sin Powerpoint o con Powerpoint.

a) Exposición sin Powerpoint


Una vez preparado el tema y hecho un guión o mapa mental (lee el capí-
tulo 9), enciérrate en tu habitación. Incomunícate, aíslate del resto del
mundo, apaga el móvil, el ordenador y cualquier otro aparato que tenga
batería. Si estás en tu habitación, pega pósters de tus ídolos en las pare-
des y conviértelos en tu público. Si puede ser, llena todas las paredes de
retratos, que se vea bien el rostro: tienen que rodearte excepto por la
espalda. Prepara el reloj para cronometrar el tiempo. Ponte de pie y deja
48 saber decir PARTe ii

el guión sobre la mesa o una silla próxima. También puedes tenerlo en


la mano, si lo prefieres. ¡Empieza la sesión!
Sitúate en un lugar central y de máxima visibilidad para un público
imaginario. Coloca el cuerpo según describo en el capítulo 15, respi-
ra, deja pasar unos segundos, sonríe y «Buenos días. Soy Carlos Sallés
de Segundo de Bachillerato y les presento mi trabajo de investigación
acerca de... bla, bla, bla...».
Es muy probable que te quedes atascado, que te equivoques, que ten-
gas ganas de abandonar, que tengas la sensación de que no te entiendes
ni tú. Es normal. La primera vez que ensayas estás haciendo un esfuer-
zo para verbalizar el contenido. Tienes que encontrar las palabras y
las frases. Es necesario que encuentres la forma de enlazar las ideas
mediante los conectores adecuados y los recursos para hacer más dis-
traída y amena la intervención. Esto requiere un esfuerzo. A pesar de
todos los obstáculos, intenta no detenerte; si lo haces, porque quieres
tomar nota de algo en tu guión, para el cronómetro y actívalo de nuevo
cuando reanudes el ensayo. Así tendrás ya una primera aproximación
del tiempo que tardas en decirlo todo. Normalmente tenemos un tiem-
po limitado y es muy importante que sepamos ajustarnos a él.
Después de un primer ensayo, ya tienes una idea de cómo lo llevas.
Ahora es el momento de pulir la exposición. Revisa el orden de las ideas,
decide si hay que ampliar, recortar o sustituir contenidos. Analiza el
vocabulario que has utilizado y valora si te has sentido falto de pala-
bras. Aprovecha para buscar sinónimos de las palabras que más utilizas,
intenta adecuar el vocabulario del trabajo a tu exposición oral y piensa si
el grado de formalidad de tu lenguaje es el adecuado. ¿Se te ha escapado
alguna expresión de las habituales entre los amigos, de las que provocan
repelús a padres y profesores?
Cuando ya hayas hecho los retoques necesarios y hayas tomado con-
ciencia de la calidad de expresión, repite el proceso. Esta segunda vez
tendrás que tener en cuenta también –ahora que ya tienes el contenido
mucho más controlado– el lenguaje corporal y la voz. Empieza otra vez.
Manos a la obra.
49 Recetas para hacer buenas presentaciones en público PARTe ii

El cuerpo firme, estable, abierto. La cabeza alta. Las manos a la altura


del estómago. Miras a tus amigos buscándoles la mirada. Saludas, te
presentas e introduces el tema, sonriente, con voz alta y clara (aun-
que la habitación sea pequeña y no haya nadie, ¡pon a prueba tu voz!
Imagínate que tienen que oírte desde el otro extremo de la casa o los
mismos vecinos). Avanza en el tema mirando a todo el mundo. Delante,
izquierda y derecha. Sobre todo, busca sus ojos, entrénate en esto. Es
muy importante que puedas hablar de cualquier tema mientras man-
tienes el diálogo visual con tus espectadores. Mientras hablas, ilustra lo
que dices con las manos. No las dejes caer, colgando junto a los muslos.
No caigas en la tentación de ponerlas en los bolsillos (cose los bolsillos
de los pantalones si tienes esta manía), ni detrás; no cruces los brazos, ni
te apoyes en una mesa o una silla, ni te irrites la piel del brazo izquierdo
rascándote con la mano derecha... nada de todo esto. Las manos hablan
mientras tú hablas. Deja que se expresen libremente y que ilustren el
mensaje, no que delaten tu pánico.
Avanza en el discurso mientras mantienes esta actitud. Cuando ya
hayas entrado de lleno en el tema que te ocupa, empieza un movimiento
suave con las piernas, puedes hacer unos pasos tranquilos adelante, atrás,
hacia los lados; eso sí, con mucha calma. Evita el balanceo o el baile de
pies. Guíate con el mapa y procura llegar hasta el final sin interrupciones.
Cuando se acerque el momento del final, prepárate para cerrar de manera
convincente: vuelve a la posición de salida. Haz una pausa y cierra el tema.
Cuando hayas pronunciado la última palabra, haz otra pausa mientras
miras a tus amigos de la pared y acabas con un «Muchas gracias». Enton-
ces oirás las felicitaciones y aplausos del público, seguro.

b) Exposición con Powerpoint


El proceso es el mismo que el descrito anteriormente. Pero ahora ten-
drás que contemplar que hay un tercer elemento en juego: la presen-
tación visual. En la situación anterior tú tenías que relacionarte sólo
con el público. Ahora tendrás que recordar que tienes un complemento
al cual te refieres muy a menudo y que el público tiene dos puntos de
50 saber decir PARTe ii

atención. Tendrás que moverte con agilidad para que el público reciba
tu mensaje al mismo tiempo que mira la pantalla cuando a ti te interesa.
(Para hacer un buen Powerpoint, consulta el capítulo 15)
Empezamos el ensayo, pues. En la misma habitación de antes, coló-
cate de tal manera que tengas la pantalla del ordenador cerca y ante
ti, o a un lado pero de forma que la veas sin volverte excesivamente. Si
sabes cómo es la sala donde tendrás que actuar, procura reproducir una
distribución parecida a la que te encontrarás. Puedes utilizar también
como guión, si quieres, tu mapa mental, con las diapositivas asociadas
tal como explico en el capítulo de los mapas mentales.
Ve avanzando en el tema con el apoyo de las diapositivas. Procura no
leer y reproducir textualmente el contenido de la diapositiva. Esfuér-
zate en explicarlo dirigiéndote al público, con tus palabras, ampliando
la información, haciendo los comentarios necesarios.
Intenta hacer una buena transición entre diapositivas. Una de las
cosas que tienes que ensayar con cuidado es tu posición, los movimien-
tos y la mirada. Tienes que colocarte de tal manera que no tapes la pan-
talla, la puedas señalar con la mano o un puntero y, además, puedas
mirar de cara al público. Es muy tentador desviar la mirada de los ojos
que te escrutan pero no te refugies en la pantalla. Mira, siempre que
puedas, adelante. Para saber qué hay en la pantalla y guiarte, mejor que
mires la pantalla del ordenador que tienes delante y así no das la espalda
al público.
Una vez acabado el Powerpoint, cierra tu exposición igual que si no
tuvieras Powerpoint.
Quizás tu habitación es muy pequeña. Instálate, entonces, en el
comedor o en cualquier sala más grande. Sería ideal que te dejaran
ensayar en el aula o en la sala donde definitivamente harás la presen-
tación. Si lo puedes hacer en el salón de casa, puedes instalar muñecas
y peluches, el gato, el perro, los hámsters, todo tipo de ser que pueda
hacerte de público. También puedes invitar a la familia, si tiene ganas
de escucharte...
8. Grabadoras de voz
y cámaras de vídeo
No escondas la cabeza bajo el ala y acostúmbrate a tu voz y a tu ima-
gen. Seguro que descubrirás en ti virtudes que no conocías. Y quizás
también algún defecto...
Estos dos aparatos hacen milagros si se utilizan bien. Ambas
grabadoras son unas buenas aliadas en el ensayo y también en las
exposiciones reales. En el caso del ensayo, te permitirán entrenar
y corregir a tiempo todo lo que haga falta. Y en el de la exposición
real, tendrás un fiel testigo de todo lo que ha pasado en la sesión.
Podrás apreciar tus reacciones, la adaptación al público, el grado
de conexión que has conseguido, los cambios respecto al ensayo...
y te darás cuenta de todo lo que todavía queda por pulir. También
podrás felicitarte, está claro, por todo lo que habrás conseguido.
Disponte a examinarte tú mismo. De acuerdo: verte o escucharte siem-
pre resulta un poco incómodo. Nos cuesta reconocer nuestra voz porque
siempre la oímos «desde dentro» y los demás la oyen «desde fuera». Y,
a pesar de que nos vemos cada día en el espejo, también cuesta recono-
cernos en los movimientos y aceptar la imagen que tenemos. Pero está
bien que sepamos cómo la perciben los demás, y qué transmite. A partir
de la grabación podremos darnos cuenta de:

ȯȯ Cómo suena nuestra voz. variada o causamos somnolen-


ȯȯ Si hay energía en nuestra mane- cia a todo bicho viviente.
ra de hablar. ȯȯ Si corremos demasiado.
ȯȯ Si el tono es convincente. ȯȯ Si se nos entiende.
ȯȯ Si dudamos mucho. ȯȯ Si nos comemos sílabas.
ȯȯ Si tenemos tics no verbales (por ȯȯ Si pronunciamos correctamen-
ejemplo hacer estallar la len- te.
gua, mmmm..., etc.). ȯȯ Si hacemos las pausas en el
ȯȯ Si la entonación es bastante momento adecuado.
52 saber decir PARTe ii

ȯȯ Si se nota temblor en la voz nuestra variedad dialectal o la


o una respiración forzada. lengua materna, diferente de
ȯȯ Qué acento tenemos, si se nota la que estamos utilizando.

Sobre el lenguaje verbal podemos notar si

ȯȯ Nos explicamos bien. ȯȯ Usamos extranjerismos, vulga-


ȯȯ Repetimos muy a menudo rismos o palabras poco adecua-
determinadas palabras. das al contexto.
ȯȯ Utilizamos muletillas (pues, ȯȯ Si hay un exceso de tecnicis-
vale, es decir, un poco, de algu- mos que quizás la audiencia no
na manera, etc.). entienda.

¡Cuántas cosas podemos mejorar si nos analizamos bien a partir de


una grabación de voz! Si, además, disponemos de una cámara de vídeo,
entonces nos es posible analizar todo esto y mucho más. En cuanto a la
imagen podremos ver

ȯȯ Qué aspecto tenemos. ¿Tene- ȯȯ La gesticulación.


mos la imagen que queremos ȯȯ La expresión del rostro, en
tener? especial, si sonreímos y si
ȯȯ Si la colocación en el espacio es miramos a nuestro público.
la adecuada. ȯȯ Los movimientos de pies y pier-
ȯȯ La actitud corporal. nas.

Mientras vas viendo y escuchando, puedes tomar nota de todo lo


que te gustaría cambiar. La conciencia de lo que hacemos y cómo nos
comunicamos es el paso imprescindible para poder evolucionar. Si no
nos damos cuenta de lo que hacemos mal y de nuestras carencias, difí-
cilmente podremos ponerle remedio.
9. Técnicas de apoyo
a la memoria
Aparte de comer rabos de pasa, hay otras maneras de no olvidar lo que
tienes que decir. ¿Necesitas un truco eficaz para no tener que depender
siempre de la memoria o de la lectura del texto?
Excepto en el supuesto de que tengas que leer un discurso al pie de la
letra, no te recomiendo que tengas un texto redactado. Muchas personas
piensan que tener el texto escrito les garantiza no perderse y saber qué
tienen que decir en todo momento y con las palabras con que querían
decirlo cuando lo prepararon.
Pero este papel se convierte en una trampa: quieren mirar al público
y hablar con naturalidad mientras intentan seguir sus notas. Esto los
arrastra a una situación difícil en que tienen que estar más pendientes
del papel que de las personas. O, si se centran en el público, entonces
van dejando de lado el texto y, si se pierden, ya no saben por dónde iban,
cosa que los bloquea definitivamente.
La otra opción que tenemos, la memorización, tampoco es reco-
mendable. Los humanos del siglo xxi no tenemos muy desarrollada
esta capacidad. Tenemos demasiadas herramientas para almacenar la
información y ésta la tenemos siempre al alcance: no hay que memori-
zar. Por lo tanto, aprender un texto es difícil, requiere un esfuerzo y no
nos garantiza un buen resultado. Sin duda sabes memorizar porque lo
haces cada día para retener contenidos de los que después te examinas.
Pero aquí el objetivo es diferente. Lo que memorizas no se tiene que
poner por escrito sino que hay que explicarlo al público y tendrás
que ser convincente no sólo con lo que dices sino también con el cómo
lo dices. Y para ello hace falta naturalidad. Es muy difícil que un texto
aprendido de memoria pueda ser reproducido después con agilidad y
autenticidad.
¿Qué podemos hacer, pues, si no podemos leer, es difícil memorizar
y, además, no tenemos un Powerpoint?
54 saber decir PARTe ii

Te recomiendo que te prepares una «chuleta». Sí, una síntesis de lo


que tienes que decir en un papel que puedas tener a mano si te conviene.
Para mí, las herramientas más útiles y prácticas son el guión por puntos
y el mapa mental.

Guión por puntos


Este guión, del cual tienes un ejemplo en la página siguiente, es verti-
cal y se puede hacer en una hoja din A4 o en tarjetas media cuartilla o
más pequeñas. Si tienes que estar de pie sin mesa ni atril es mejor que
utilices tarjetas porque tienen más consistencia. Las venden de todas
las medidas. Son como las que utilizan los presentadores de televisión,
de la medida de la mitad de un folio. Si puedes leer desde la mesa o atril,
una hoja din A4 te servirá. Si necesitas más de una hoja o cartulina,
es aconsejable no graparlos pero sí numerarlos, por si se te cayeran al
suelo. Ten en cuenta también que la letra tiene que ser bastante grande
para que la puedas leer fácilmente.
En este guión aparecerán sólo las ideas principales y las secundarias,
con algunos datos relevantes que no te puedes permitir olvidar. Cuan-
to menos palabras contenga mejor, porque no tenemos que leer nada
textualmente sino que sólo tiene que ser una referencia. Aquí tienes un
ejemplo de guión para hablar sobre la seducción.

Mapa mental
A pesar de que pronto quizás serán piezas de museo, seguro que toda-
vía has tenido en las manos un mapa de carreteras, de papel y plegado
como un acordeón. Cuando queremos preparar un viaje van muy bien:
los extendemos sobre la mesa y nos hacemos una idea de cuál será el
itinerario, tenemos localizados los puntos de origen y de destino, vemos
las diferentes localidades por donde tenemos que pasar y podemos esta-
blecer etapas que nos permitirán saber los tiempos parciales y total del
recorrido.
Hoy en día, es más frecuente que consultemos cualquier portal de
internet y le pidamos que nos indique el mejor itinerario dándole los
56 saber decir PARTe ii

datos de origen y destino. La web nos da el resultado de dos maneras:


descripción escrita de la ruta y las diferentes etapas, y un mapa donde
se ha señalado el recorrido. ¿Cuál de las dos opciones te resulta más
práctica? Tienen utilidades diferentes. Pero una vez hemos subido al
coche necesitamos una herramienta que no nos obligue a leer mucho
sino que nos dé la información con un vistazo, rápidamente. Entonces,
el mapa será la guía imprescindible para no perdernos, para rectificar si
nos hemos equivocado, para ver cómo vamos de tiempo en las diferentes
etapas y finalmente nos llevará al destino.
Un mapa como éstos es lo que necesitamos para no perdernos por el
camino de nuestra exposición. Ya no tendremos que temer más quedar-
nos en blanco y no correremos el riesgo de andarnos por las ramas o de
desordenar el discurso. Un buen mapa nos conducirá a nuestro destino
por el mejor camino.
Estos mapas se denominan «mapas mentales» y los puedes usar
con objetivos diversos y en momentos muy diferentes de la prepa-
ración:
Como herramienta de brainstorming o «lluvia de ideas»: para generar
ideas, profundizar, desarrollarlas, relacionarlas, etc. Se trata de la pri-
mera fase de la preparación, la más creativa, donde ponemos sobre el
papel información, ideas, casos, ejemplos y todo tipo de comentarios
que después tendrán que ser filtrados y ordenados.
Como método para ordenar estas ideas y estructurar el contenido de
cualquier texto oral o escrito. Antes de ponerte a escribir o de hacer un
Powerpoint, hace falta que ordenes todo lo que tienes en la cabeza. Con
el mapa, puedes determinar el recorrido, marcando los puntos de par-
tida y llegada.
Como recurso para memorizar, dado que es sintético, visual, atractivo y
claro. Antes te recomendaba que no memorizaras el contenido. Ahora
bien, si hay alguna situación en que no puedes tener ningún apoyo para
recordar lo que tienes que decir y no hay más remedio, es mucho mejor
memorizar el mapa que el texto entero. El hecho de que sea visual, con
colores, dibujos y símbolos, facilita la retención del contenido.
57 Recetas para hacer buenas presentaciones en público PARTe ii

Como guía para no perderte en una exposición oral. Porque siempre


tienes delante el guión entero en una sola hoja. Si pierdes el hilo,
puedes echar un vistazo y situarte donde estabas. Si te quedas en
blanco, puedes recordar lo que tienes que decir.
60 saber decir PARTe ii

Diez razones poderosas para utilizar un mapa mental


¿Qué ventajas tiene apoyarte en una mapa y no en un texto o un esque-
ma lineal?

1. Visión completa permanente. Para no perderte, es importante tener


una visión global y constante de todo el contenido, porque así sabes
siempre en qué punto estás de la exposición. Lo tienes que tener
siempre a la vista (si tienes una mesa o un atril) o en la mano para
poder consultarlo cuando lo necesites.
2. Fácil localización del contenido. Cuando estamos ante el público nos
pone todavía más nerviosos tener que consultar los apuntes, y el
silencio mientras buscamos se puede hacer eterno. El mapa per-
mite localizar inmediatamente el punto donde nos encontramos
porque las referencias son sólo palabras clave, símbolos, dibujos o
datos. Con un solo vistazo, sabemos qué tenemos que decir a con-
tinuación.
3. Adaptable al contexto y al público. Nos da un cierto margen de manio-
bra para adaptarnos a la situación; incluso permite libertad de impro-
visación cuando es necesario. En algunos casos, si lo creemos opor-
tuno, podremos añadir, sobre la marcha, un punto nuevo o eliminar
otro que en ese momento consideramos poco acertado. El público, si
no hay un Powerpoint de apoyo, no notará estos cambios.
4. Ayuda a gestionar el tiempo. Cuando tenemos el mapa preparado y
sabemos la duración de la exposición, tenemos que decidir cuán-
to tiempo dedicamos a cada parte. Esto lo podemos anotar junto
a cada concepto o símbolo (también en el tronco de cada rama) e
intentaremos cumplirlo. Haberlo ensayado nos ayudará mucho a
controlar el tiempo de cada fase.
5. Facilita la interacción con el público. No tener un texto escrito al cual
nos tenemos que ceñir férreamente nos permite una relación más
directa con el público. Podemos plantear preguntas, motivarlo a
participar, introducir un comentario, hacer referencia a una perso-
na de la sala y practicar cualquier otra forma de interacción.
61 Recetas para hacer buenas presentaciones en público PARTe ii

6. Da libertad de movimientos. Si tenemos la hoja sobre la mesa o en


un atril, podemos gesticular con las manos con entera libertad. Si
estamos de pie sin ningún apoyo y sostenemos la cartulina en una
mano, nos podemos mover por la sala y con la otra mano gesticular
de manera natural y expresiva.
7. Permite hablar con más naturalidad. ¡Está claro que encontraremos
las palabras en el momento de explicar el tema! Serán las que nos
saldrán espontáneamente y no sonarán enlatadas como si las hubié-
semos memorizado de pe a pa.
8. Puede ser complementado. Podemos intercalar todo tipo de recursos:
escribir en una pizarra, mostrar una imagen, explicar un ejemplo o
una historia, hacer una práctica, provocar la intervención del públi-
co, etc.
9. Compatible con el Powerpoint. Si queremos complementar nuestra
exposición con una presentación con Powerpoint, podemos nume-
rar las diapositivas y administrarlas a lo largo del mapa. Teniéndo-
las distribuidas en el mapa podemos dar coherencia a la narración
haciendo que la ponencia tenga un hilo argumental, en lugar de que
parezca sólo una serie de diapositivas sueltas.
10. Se puede guardar y reutilizar. Haz constar en el dorso del mapa la
fecha en que has pronunciado esta exposición y el lugar. Hazte un
archivo personal de las exposiciones realizadas. Quizás el mismo
mapa te servirá para más de una ocasión o para recordar qué expli-
caste en un foro concreto y evitará que te repitas.
Parte III
10. La preparación
es el 80 % del éxito
Cuando vemos a determinados políticos, profesionales de la televisión
o profesores que hablan muy bien, tendemos a creer que tienen este
don y que no preparan nada. Absolutamente falso: práctica y prepara-
ción son las claves del éxito.
Preparar nuestras intervenciones nos garantiza un buen resultado.
Es preferible no confiar mucho en la improvisación, que tendría que
ser sólo el último recurso. Si lo preparas, podrás tener la misma espon-
taneidad de la improvisación y, en cambio, los resultados serán muy
superiores.
La preparación es «obligatoria» para cualquier exposición un poco
importante. Incluso aquellas que parecen más intrascendentes como
por ejemplo unas palabras en un encuentro familiar, o una breve expo-
sición en clase, todas tienen que prepararse mínimamente.

Las ventajas de invertir en una buena preparación son numerosas:

ȯȯ Tendrás más claros los objetivos. ȯȯ Te sentirás mucho más seguro.


ȯȯ El contenido y la forma serán ȯȯ El público lo percibirá y causa-
los más adecuados para el con- rás mejor impresión.
texto y el público. ȯȯ Podrás preparar material de
ȯȯ Podrás prever posibles pregun- apoyo.
tas o reacciones del público. ȯȯ Podrás documentarte mejor.

En este proceso previo, a veces no sabemos por dónde empezar. Es


tan difícil como ponerse ante la pantalla del ordenador o ante una hoja
en blanco y empezar a escribir. Antes de pensar en el contenido y, sobre
todo, antes de hacer ningún Powerpoint, te aconsejo que utilices esta
parrilla que te permitirá tener una visión de conjunto y concretar los
diferentes aspectos que tendrás que considerar previamente.
66 saber decir PARTe iii

EXPLORACIÓn PReVIA
a) TEMA b) OBJETIVO
1. Definir el tema principal. 1. Informar.
2. Detallar los temas secundarios. 2. Persuadir.
3. Establecer el orden en que 3. Vender.
se presentarán. 4. Motivar.
5. Denunciar.
6. Emocionar.
7. ...

c) PÚBLICO d) CONTEXTO
1. Sector. 1. Día y hora.
2. Edad. 2. Orden de intervención.
3. Sexo. 3. Otros oradores.
4. Formación. 4. Sala.
5. Origen geográfico y cultural.
6. Actividad profesional.
7. Grado de conocimiento del tema.

e) MATERIAL f) MEDIOS AUDIOVISUALES


1. Material que necesitas tú. Y MATERIAL COMPLEMENTARIO
2. Material para el público: dossier, 1. Powerpoint: plantilla, formato,
fotocopias del Powerpoint, etc. estilo, cantidad de diapositivas,
portada y contraportada, gráficos,
imágenes, etc.
2. Conexión a internet.
3. Vídeos.
4. Transparencias para retroproyector.
5. Paneles.
6. Objetos y muestras del producto.
67 Recetas para hacer buenas presentaciones en público PARTe iii

Si fotocopias esta página tendrás una plantilla


pràctica para programar qualquier exposición.
También la puedes descargar en pdf de mi blog www.teresabaro.cat.

EXPLORACIÓn PReVIA
a) TEMA b) OBJETIVO

c) PÚBLICO d) CONTEXTO

e) MATERIAL f) MEDIOS AUDIOVISUALES


Y MATERIAL COMPLEMENTARIO
68 saber decir PARTe iii

Vamos desarrollando el proceso de preparación por pasos. Suponga-


mos que quieres hacer una exposición sobre el arroz.

Hay que concretar el tema


Aunque lo he puesto en primer lugar en parrilla, es probable que no pue-
das acabar de concretarlo hasta que hayas tenido en cuenta el objetivo y
el público. Porque, como veremos, el tipo de público y sus expectativas
condicionan tanto el planteamiento del tema como el contenido.
Por otro lado, «El arroz» es un tema demasiado genérico. ¡Seguro que
no puedes explicar todo lo que se sabe o que tú sabes sobre el arroz!
Tienes que elegir la información que darás. Aunque nos esforcemos,
el público retendrá una parte muy pequeña de lo que le expliquemos,
¡algunos especialistas hablan de un 10 % como máximo!
La primera misión que tenemos, pues, es definir en qué ideas basa-
mos nuestro discurso, aquellas que queremos que retenga el público
y le puedan ser útiles. Las denominamos «ideas fuerza». Pueden ser
desarrolladas con ideas secundarias, ejemplos, casos, etc.

Determina cuáles son los mensajes importantes para tu público


¿Cómo encontrar estas ideas y combinarlas con conocimientos, datos
y otros materiales de que disponemos?
Te propongo que uses la técnica del brainstorming o lluvia de ideas.
Muchas veces se hace en grupo para estimular la creatividad y para reco-
ger el máximo de ideas posibles. Aquí estamos hablando de una «lluvia»
individual. Hay diferentes maneras de aplicarla.

ȯȯ En una hoja de papel vas escribiendo todo lo que se te ocurre. Puede


ser un listado. Ahora no tienes que preocuparte por la validez o la
corrección de todo lo que escribes. Estamos en una fase creativa;
cuantas más cosas se te ocurran mejor.
ȯȯ Con post-its. Estos papelitos amarillos readhesivos son una gran
herramienta. En cada papelito escribes una idea y los vas pegando
sobre la mesa (pared, cristal de la ventana). 
69 Recetas para hacer buenas presentaciones en público PARTe iii

ȯȯ Con un mapa mental. Coge una hoja y dibuja un círculo en el centro


y, dentro de él, escribe el tema. Traza desde el centro rayos o flechas
con las ideas clave, amplíalas con puntos, establece conexiones, haz
anotaciones complementarias.

Elijas la que elijas, el resultado será un montón de información desorde-


nada. También habrá que diferenciar lo esencial de lo secundario. Seguro
que parte de la información que habías seleccionado previamente no ser-
virá y la tendrás que rechazar. Tendrás que elegir la secuencia y la organi-
zación jerárquica de la información. Es preciso, pues, reordenar y elegir la
estructura que más se adecue a tus intereses.
La etapa siguiente es empezar a dar forma a tu intervención. Por eso
es clave tener ya un guión del contenido que puede seguir la técnica
que hayas aplicado:

ȱȱ Un esquema por puntos o llaves en una hoja.


ȱȱ Un árbol hecho a base de los post-its.
ȱȱ Un nuevo mapa mental ya ordenado.

Ahora, tendrás que decidir si a partir de este esqueleto

ȱȱ te pones a redactar;
ȱȱ diseñas las diapositivas correspondientes a este guión;
ȱȱ ensayas para explicarlo en voz alta.

Explico qué es un esquema y un mapa mental en el capítulo 9. Ahora


veremos qué es un árbol de post-its.
70 saber decir PARTe iii

Aquí tenemos el resultado de la lluvia de ideas; todo está desordenado.

Una vez descartados los que no consideramos válidos, ordenamos los


restantes en categorías:
71 Recetas para hacer buenas presentaciones en público PARTe iii

A partir de aquí ya puedes empezar a redactar o hacer un esquema


en limpio.

Define el objetivo
Tiene que ser una de las primeras cosas que tengas claras, puesto que
marca también los contenidos y el orden de exposición.

Los objetivos de una exposición oral pueden ser muy variados:

ȱȱ Demostrar que dominamos un tema: es el caso de exámenes orales


y exposiciones de trabajos.
ȱȱ Persuadir y convencer de la bondad de nuestras ideas, proyectos o
trabajos.
ȱȱ Motivar, animar a la gente a hacer algo, a actuar, a cambiar de actitud.
ȱȱ Emocionar, conmover. Despertar sentimientos en la audiencia, por
ejemplo en un acto de homenaje o una celebración.
ȱȱ Entretener, deleitar. A veces, el único objetivo es que el público pase
un buen rato escuchando lo que explicamos.
ȱȱ Vender productos, servicios, proyectos, a nosotros mismos...

La mayoría de las veces tenemos varios de estos objetivos a la vez. Lo


que pasa es que, según el tipo de presentación, el peso de uno o de otro
es diferente. Normalmente se trata de demostrar que dominamos el
tema, para convencer y motivar a hacer algo, mientras entretenemos y
ganamos notoriedad.

Define el público y sus necesidades


Cuanta más información tengamos, mejor: edad, sexo, nivel de conoci-
miento sobre el tema, intereses, procedencia cultural, ideología, etc.
Para elegir el contenido hay que tener en cuenta lo que a nosotros nos
interesa transmitir, pero también lo que le puede interesar al público. Si
somos capaces de hacer coincidir estos dos intereses, será todo muy fácil.
Ahora bien, a veces tenemos que decir justamente lo que el público no qui-
72 saber decir PARTe iii

ere escuchar: malas noticias, que tiene que cambiar de actitud, o simple-
mente tenemos que facilitar datos muy aburridos. Entonces, el esfuerzo de
persuasión y el empeño para resultar distraído tendrá que ser mayor.
Si sé que a mi público no le interesa especialmente lo que le tengo que
decir, debo empezar haciéndome las preguntas siguientes:

1. ¿En qué afecta o puede afectar aquello de que hablaré a las personas
que tendré delante?
Un tema general sobre el arroz puede ser muy aburrido pero puedo
enfocarlo de varias maneras según el tipo de público:
Adolescentes. Cómo puede ayudar el consumo de arroz a su crecimiento
y qué cualidades tiene para el desarrollo del cuerpo y de la mente. Recetas
fáciles que puedan preparar para ganar autonomía personal o para
impresionar a la familia y a los amigos.
Público adulto en general. Propiedades nutritivas, tipos de arroz y vir-
tudes de cada uno de ellos, cómo distinguir las calidades del arroz en el
supermercado, recetas y consejos a la hora de cocinarlo. Qué hace que
las distintas variedades y marcas tengan precios diferentes.
Turistas visitantes de una zona productora de arroz. Historia del arroz,
procedencia, siglo de introducción en Europa. Proceso de cultivo. Pro-
ducción actual en la zona, relación con la economía de la comarca, cali-
dades de las variedades autóctonas. Formas de cocinarlo y propiedades
nutritivas y gastronómicas.
Colectivo de médicos nutricionistas. Cómo afecta el consumo de arroz
a enfermedades como la diabetes, la obesidad. Beneficios y perjuicios
en diferentes casos.

2. ¿Qué problema tiene el público y cómo puedo ayudarle a resolverlo?


Una de las cosas que genera más interés es la promesa de solucionar un
problema o darle una información muy útil. Si no existe esta posibilidad,
tenemos que crearla. ¿Qué hacen si no la publicidad y el marketing?
¡Crean necesidades! 
Demuestra a tu público que lo que le vas a explicar le servirá de algo.
73 Recetas para hacer buenas presentaciones en público PARTe iii

3. Quizás el público viene por obligación. ¿Qué puedo hacer por él?
Piensa en todos los estudiantes y en sus asignaturas preferidas. Muchas
materias son obligatorias y no tienen más remedio que hacerlas pero, a
pesar de esto, les gustan. Y el mérito es únicamente del profesor, que es
capaz de convertir lo que podría ser un rollo en una aventura apasionante.
Y sabemos perfectamente que, en el lado opuesto, algunos son capaces de
convertir el tema más interesante del mundo en una auténtica lata.
Si no puedes satisfacer las necesidades de tu público, sólo te queda
entretener. Cuando menos, distraer y divertir puede ser otro de los moti-
vos de satisfacción tanto por tu parte como por parte de quien te escucha.
Si eres consciente de que a tu público en principio le importa tres pepi-
nos lo que expondrás, al menos hazlo distraído. ¡Vaya éxito si consigues
cumplir estos tres objetivos!:

El esfuerzo lo tenemos que hacer, pues, en la selección de las ideas


o de los datos que queremos exponer y asegurarnos de que lleguen al
público. Por lo tanto tenemos que decidir y preparar QUÉ decir y dise-
ñar y ejecutar CÓMO decirlo.
Son las dos columnas que sostienen cualquier intervención. La una
sin la otra difícilmente nos conducirá al éxito.
74 saber decir PARTe iii

Estudia el contexto
El tipo de acto en el que participas, el grado de formalidad, la hora en
que tienes que hablar y el orden de intervenciones de otros ponentes, el
clima del acto, todo esto influirá en los resultados. Merece la pena que
dediques un rato a pensar en ello.
No es lo mismo hablar a las nueve de la mañana que a las tres de la
tarde, después de comer. Si te toca hablar después de la comida, ten en
cuenta que tu público es más vulnerable a la somnolencia y tendrás
que hacer todo lo posible para evitar que tu charla se convierta en una
siesta colectiva.
No es igual ser el primero que el último de los ponentes. Si eres el
primero tienes la ventaja de que todo el mundo está fresco todavía y
todo lo que digas será novedad. Si eres el último tendrás quizás que
hacer algún cambio respecto a lo que tenías previsto, para no repetir lo
que ya se ha dicho o para hacer referencia a ello. Aparte, el público está
también más cansado. Si aportas originalidad, frescura y un cambio de
ritmo, seguro que te lo agradecerá.
Por otro lado, el grado de formalidad del acto condicionará no sólo
el atuendo que debes llevar sino también el registro y el tono de tus
palabras.

Material
Desde material básico de escritura para ti y para los asistentes, hasta
la tecnología adecuada, hay que tenerlo todo previsto de antemano. Te
propongo esta sencilla checklist (lista de comprobación) para repasar
si lo tenemos todo.

Lista de material necesario para la presentación del día ok

ordenador

pantalla 

proyector
75 Recetas para hacer buenas presentaciones en público PARTe iii

agua

apuntes para el público

pendrive con el material que he elaborado, especialmente Powerpoint

mapa mental o guión

texto que tengo que leer...

...

No olvides que una buena manera de convencer es «demostrar». Pue-


des llevar, pues, objetos o productos que se puedan observar, probar,
tocar, degustar para favorecer la comprensión y el conocimiento.

Determina qué material audiovisual utilizarás


No siempre hay que utilizar una presentación electrónica. Antes de
empezar a preparar diapositivas piensa en todos los otros factores que
tienes que tener en cuenta: 

ȱȱ ¿La sala está preparada?


ȱȱ ¿Dispondrás de la tecnología necesaria?
ȱȱ ¿Tienes imágenes disponibles sobre el tema?
ȱȱ ¿Favorecerá o dificultará tu relación con el público?
ȱȱ ¿Tienes tiempo de preparar una buena presentación?

Sobre este tema hablo más extensamente en el capítulo 15. De


momento sólo te quiero recordar que tú eres uno de los mejores apa-
ratos audiovisuales que existen: pones la imagen y el sonido. Si, además,
tienes una pizarra a mano, puedes hacer maravillas. ¿Cómo lo hacían los
oradores, maestros y todo tipo de persuasores antes del Powerpoint?
Es muy útil mostrar objetos y, si se tercia, hacer demostraciones,
esquemas y garabatos en una pizarra. Asegúrate de tener siempre una
pizarra a mano (o un papelógrafo; hoy en día, está en todas partes).
76 saber decir PARTe iii

Preparación del contenido: orden, estructura


Estructura el contenido. El público percibe claramente si las ideas están
ordenadas, si el discurso es lógico y asocia la coherencia del mismo a
la coherencia del pensamiento de quien lo dice. Invierte, pues, el tiem-
po necesario en la preparación, ordena lo que quieres decir y hazte un
esquema, si hace falta, para no perder el hilo. En el capítulo anterior has
visto diferentes técnicas para organizar los contenidos. Pero, a veces, lo
que nos falta es el criterio para ordenarlas adecuadamente.
Lo que queremos cuando nos dirigimos a una audiencia es que ésta nos
siga como si nosotros fuéramos el pastor. Y es que hay que conducir el pensa-
miento de quien nos escucha por un recorrido fácil de entender, coherente y
agradable. Así es como al final habremos conseguido nuestro objetivo.
También quiero facilitarte esta tarea mostrándote unos cuantos planes
básicos para plantear temas expositivos y temas argumentativos. Podría-
mos encontrar otros modelos más complejos pero con éstos y, a veces,
combinándolos puedes plantear correctamente muchos temas diferentes.
Piensa siempre cuál es el que más se ajusta al tema y al objetivo.
77 Recetas para hacer buenas presentaciones en público PARTe iii

Todos ellos requieren una introducción al tema y un final o cierre


(consulta el capítulo siguiente sobre principios y finales). Lo que varía
es la parte central, la del desarrollo.

Cronológico
Introducción Planteamiento del tema
Desarrollo Se explican unos hechos en el orden en que pasaron.
Es la forma típica de una narración.
Final Puede ser un desenlace, o una conclusión sobre los
hechos, entre otros posibles finales.

Crónica periodística
Introducción Datos más relevantes que responden a las preguntas
¿Qué? ¿Quién? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Cómo? ¿Por qué?
Desarrollo Se explican los detalles de lo que ha sucedido: antece-
dentes, causas, reacciones, consecuencias, etc.
Final En una crónica no suele haber un final concluyente,
pero sí podemos hacer un cierre si la forma de crónica
sólo ha sido un recurso para desarrollar el contenido
y queremos conducir al público hacia una conclusión
determinada.

Comparativo
Introducción Planteamiento del tema
Desarrollo Se explica uno de los términos que queremos com-
parar. Se explica el segundo término que queremos
comparar.
Se contrastan las dos opciones y se ven ventajas e
inconvenientes.
Final Con frecuencia, las conclusiones sirven para recomen-
dar una opción u otra.
78 saber decir PARTe iii

Listado
Introducción Planteamiento del tema
Desarrollo Uno tras otro, vamos exponiendo nuestros argumen-
tos a favor de la opinión que defendemos.
Tienen que estar ordenados: de mayor a menor impor-
tancia o viceversa, de más general a más concreto o
viceversa. No los coloques aleatoriamente.
Final Síntesis, conclusión, demostración, consejo... Cual-
quiera de los posibles cierres.

Analítico
Introducción Planteamiento del tema
Desarrollo Exponemos el hecho (datos, fenómeno, etc.) que
queremos analizar.
Aportamos pruebas sobre lo que decimos.
Analizamos las causas.
Explicamos las consecuencias que ha tenido o puede
tener el hecho.
Final Síntesis, conclusión, demostración, consejo... Cual-
quiera de los posibles cierres.

Dialéctico
Introducción Planteamiento del tema
Desarrollo En primer lugar, exponemos las ventajas (o inconve-
nientes), argumentos a favor (o en contra) del tema
que tratamos.
En segundo lugar vemos la vertiente contraria de lo
que hemos expuesto.
Final Síntesis, conclusión, demostración, consejo... Cual-
quiera de los posibles cierres.
11. ¡Entra con buen pie,
sal triunfante!
Haz un buen principio y un buen final. Diseña un comienzo que capte la
atención, que despierte el interés por ti y por tu tema. Piensa que la pri-
mera impresión cuenta mucho y, si empiezas bien, ya te habrás ganado
a tu público. Al final, haz un cierre memorable. Asegúrate el éxito.

La entrada
El inicio es un momento decisivo en cualquier exposición. Si el público
nos conoce (nuestros compañeros de clase o profesores, por ejemplo)
tenemos que mostrarnos confiados y transmitir nuestra seguridad en
que lo haremos bien y que dominamos el tema. Este mensaje es muy
importante pero no lo podemos expresar explícitamente con palabras:
podemos hacer que el público lo reciba casi inconscientemente. Y la
manera de conseguirlo es a través de la voz y del lenguaje corporal.

Un inicio tiene varias funciones:


ȯȯ Anunciar el tema (si no lo habíamos hecho antes, a través de convo-
catorias, mensajes, publicidad, etc.) e introducirlo.
ȯȯ Enumerar los puntos de la exposición (índice o partes de que consta
la presentación). Esto no es obligatorio, todo depende de cómo plan-
tees el contenido.
ȯȯ Captar la atención. Imprescindible para que la gente te escuche y esté
dispuesta a seguir tu presentación con ganas.
ȯȯ Despertar interés por el tema. No basta con captar la atención. Si
entramos con un panecillo en la cabeza, como hacía Dalí, seguro que
todo el mundo nos mirará. Ahora bien, esto no quiere decir que des-
pertamos interés por el tema que trataremos a no ser que tengamos
que hablar sobre el surrealismo o sobre tan extravagante pintor.
ȯȯ Establecer una buena relación con el público. Inspirarle confianza, caerle
bien, entrar en sintonía con él. En definitiva, hay que crear empatía.
80 saber decir PARTe iii

ȯȯ Tranquilizar al público. A veces, no somos los únicos que estamos


nerviosos o inseguros. Puede ser que los asistentes a nuestra pre-
sentación también estén inquietos porque no saben cómo se desa-
rrollará todo, porque han venido obligados o porque creen que
puede ser muy aburrido.

En definitiva, un inicio tiene un alto valor estratégico porque es el


momento en que causamos la primera impresión. Si somos unos des-
conocidos para el público, esta primera impresión será todavía más
importante y condicionará el desarrollo de toda la intervención, por la
consiguiente reacción del público y por cómo nos sentiremos nosotros.
Las personas que te miran y escuchan se harán una idea de cómo eres
tú sólo en unos segundos. Si la imagen que transmites es buena, todo
será más fácil porque tendrás más credibilidad de entrada y te ganarás
la confianza del público. Lo notarás y te tranquilizarás, lo que provocará
que te comuniques con más fluidez y espontaneidad.
Si ya empiezas con un traspié, el impacto será negativo y despertarás
los recelos (¡lógicos!) del público. Esta desconfianza hará que esté más
alerta a los posibles errores que cometas, tú lo notarás y quizás te irás
poniendo más nervioso cada vez. Reconducir una mala entrada cuesta
mucho más que empezar con acierto. ¡Invierte en un buen inicio!
81 Recetas para hacer buenas presentaciones en público PARTe iii

Las características de un buen comienzo son, en líneas generales, éstas:

1. Tienes que mostrarte firme, seguro y con una actitud optimista y


proactiva. (Consulta capítulos de lenguaje no verbal y voz.)
2. Establece una buena relación con tu público (con simpatía, buen
humor, comprensión, empatía, etc.).
3. Sé original y abandona por siempre jamás frases tan gastadas como
«Mi trabajo trata de...» o «Yo os hablaré de...». Procura ocupar un
buen espacio en la memoria de tus espectadores.

Y, todo esto, ¿cómo se consigue? Aquí te proponemos algunos recursos:

1. Entre los estadounidenses es muy frecuente utilizar el humor para


ganarse la simpatía del público. Esta técnica permite lograr los tres
objetivos anteriores a la vez. Pero, ¡cuidado! Si no sabes explicar
chistes, si no tienes gracia, ¡ni lo intentes! Puede ser tu suicidio
público. Mejor que busques otros recursos.
2. Explica una anécdota. No hace falta que haga gracia pero tiene que
tener un cierto interés, y tiene que estar relacionada con el tema o
con el público.
3. Cuenta una historia, inventada o real, que sirva para introducir el
tema. La experiencia personal o la ficción pueden ofrecernos mucho
material. Si no tienes imaginación siempre te queda la literatura,
fuente inagotable de narraciones de todas las épocas y culturas para
ilustrar lo que quieres decir.
4. Utiliza un refrán, un dicho popular, una frase que decía tu abuela...
5. Toma prestadas las palabras de un personaje célebre. Hay para
todos los gustos y los puedes encontrar recogidos en libros o, está
claro, en páginas de internet especializadas.
6. Proyecta una imagen: fotografía, vídeo, página web.
7. ¡Pon música! Sorprenderás y te ayudará a conseguir el estado de
ánimo que quieras crear en el público. La puedes combinar con
otros recursos, especialmente con las imágenes.
82 saber decir PARTe iii

8. Da datos impactantes, estadísticas que ilustren lo que quieres tratar,


cifras que despierten la curiosidad, que hagan reflexionar.
9. Aprovecha las noticias recientes que se publiquen sobre el tema.
También es interesante aportar algunas antiguas (por eso tendrías
que ir formando un archivo personal). Puedes comentarlas de viva
voz, puedes mostrar el recorte del periódico, conectarte a internet,
proyectar la noticia en prensa escaneada, etc.
10. Lleva objetos que los asistentes puedan ver o incluso tocar. Si haces
una presentación de un trabajo sobre diseño de envoltorios de cho-
colate, tendrás un gran éxito si les llevas muestras y, todavía más,
¡si les dejas degustar el contenido!
11. Haz una pregunta retórica. Es decir, una de las que se hacen en voz
alta pero que el público no tiene que contestar. Por ejemplo: «¿Quién
no se ha planteado alguna vez si elegía la opción adecuada?» Tam-
bién puedes hacer una pregunta directa: «¿Cuántos de vosotros os
habéis planteado si habéis elegido la opción adecuada?» Si el público
es muy numeroso, es preferible que la pregunta sea cerrada (que se
pueda contestar con un sí o un no, o bien levantando el brazo). Si
el público es reducido, se pueden hacer preguntas abiertas y hacer
participar a los asistentes ya al empezar. Esta técnica tiene muchas
ventajas, en especial que el público se siente implicado en la activi-
dad y está más motivado. También va bien porque mientras pasas la
pelota a los asistentes tú tienes tiempo de tranquilizarte y de captar
información sobre la gente que tienes delante, para poder adaptar
tu discurso.
12. Empieza con un juego...

¡Bff! La lista puede ser infinita. Todo depende de tu imaginación.


Sólo tienes que dedicar un ratito y verás cómo se te ocurre algo. Ahora
bien, no olvides que tiene que tener alguna relación con lo que estás
presentando y que, sea lo que sea, lo tienes que tener muy preparado y
ensayado. ¡No fuera que, en lugar de causar una buena impresión, aca-
baras haciendo el ridículo!
83 Recetas para hacer buenas presentaciones en público PARTe iii

La salida
Igual que la entrada es un momento clave para ganarte al público, la salida es
el momento decisivo para acabar de convencer y dejar un buen recuerdo.

¿Qué funciones tiene un final?

ȯȯ Plantea alguna cuestión para otra sesión, si se prevé continuidad.


ȯȯ Invita a la reflexión sobre un tema determinado, si éste es el objetivo.
ȯȯ Convence definitivamente de la calidad de tu trabajo o de tu dominio del
tema. A menudo es el momento en que el público toma decisiones, en
caliente. Y, está claro, es el momento en que, si hay un tribunal, te evalúa.
No desaproveches esta ocasión para impresionarlos favorablemente.
ȯȯ Motiva a actuar: comprar lo que vendemos (¡también pueden ser ideas!),
aprobar una propuesta, firmar un documento (cartas, reivindicaciones,
recogida de firmas, etc.), cambiar de actitud, votar, movilizar...
ȯȯ Pero sobre todo un final sirve para acabar. ¡Sí, para acabar! Evidente,
¿verdad? Pues muchas intervenciones «no acaban» sino que quedan
cortadas, o se deshinchan, o tienen más de un final... Un buen cierre
da a entender que ya hemos acabado y que hemos dicho todo lo que
había que decir. No vale dejar el tema cortado y acabar con un «Bien, y
esto es todo lo que tenía que decir» o el tan original «Y ya está». Algu-
nos disimulan mejor diciendo: «Bien, y si tenéis alguna pregunta...».
¡Esto no son finales! 

Siguiendo la línea de lo que hemos dicho para el comienzo, un final


tiene que tener las virtudes siguientes:

1. Sé original también en el cierre. Piensa que si la primera impresión


cuesta de borrar, ahora tienes la oportunidad de dejar para siempre
un grato recuerdo en la gente que tienes delante.
2. Tiene que ser contundente. Imagínatelo como la traca final de un
castillo de fuegos artificiales o como el final de una sinfonía o como
el desenlace de una película o una obra de teatro. ¿Verdad que no
84 saber decir PARTe iii

tienen que decirte que se ha acabado la obra, que tú como espec-


tador ya lo ves claramente? Pues así lo tiene que vivir tu público.
No tengas vergüenza. Ensaya muy bien, busca el tono adecuado y
memoriza, si hace falta, las palabras que dirás. 
3. En cuanto a la ejecución, recuerda que antes de empezar el final es
necesaria una larga pausa para preparar al auditorio. Tienes que
mirar al público: en este momento más que nunca. ¡Una persona
que no te mira a los ojos no te puede convencer!

Igual que para empezar, los recursos y técnicas son prácticamente


ilimitados. Sólo tienes que ser un poco creativo y pensar en una puesta
en escena que sea coherente con tu personalidad. Si eres muy tímido
no te pongas retos espectaculares. Si no sabes explicar chistes, mejor
que lo dejes correr y optes por otra solución.
Lo que siempre tiene que contener un cierre es un mensaje final con
contenido importante, formulado en una frase breve e impactante.
Todas las ideas que te hemos dado antes para el comienzo, te pueden
servir también para el final. Si utilizas el mismo recurso en estos dos
momentos clave, conseguirás un efecto muy poderoso en el auditorio:
la sensación de que el tema está muy cerrado y de que ha quedado
redondo.
85 Recetas para hacer buenas presentaciones en público PARTe iii

Aquí tienes unos cuantos ejemplos de finales que devuelven al prin-


cipio, le dan sentido y redondean la exposición.

Ejemplo 1
Tema: Cómo afecta la climatología en el desarrollo económico de un país.

Inicio: Imágenes de países ricos. Fotografías de escaparates de lujo,


autopistas llenas, gente comiendo, en Japón, Alemania o Canadá.
Empiezas diciendo: ¿Tienen algo en común estos países que vemos en
las imágenes? Una de las características que comparten es que una buena
parte del año tienen temperaturas inferiores a los 15 grados.

Final: Imágenes de países pobres. Imágenes de niños en la calle, barrios


enteros de barracas, personas desnutridas. Y tú acabas diciendo: ¿Qué
podremos hacer a partir de ahora para compensar el efecto de un factor
que escapa al control humano como la climatología?

Ejemplo 2
Tema: Cómo crear un huerto en el balcón de tu casa.

Inicio: Con un tomate en la mano izquierda y una lechuga en la mano dere-


cha, miras al público y pronuncias la frase siguiente: Aquí tenéis dos pro-
ductos de cultivo ecológico y absolutamente controlado. Y, además, pasan del
huerto directamente a la cocina. ¿Queréis disfrutar vosotros también de pro-
ductos frescos, con todo el aroma y el sabor del campo sin salir de la ciudad?

Final: Muestras una fotografía del minihuerto y dices: Con este huerto urba-
no en el balcón de casa, podréis obtener pequeñas y selectas cosechas que
harán las delicias de vuestra mesa, porque controláis el cultivo, el manipulado
y el transporte. Y, además, podréis presumir ante vuestros invitados.

Ejemplo 3
Tema: Discurso de despedida en la fiesta de final de curso.
86 saber decir PARTe iii

Inicio: Carpe Diem. Ésta es la idea que nos ha guiado en todo momento
desde que la oímos por primera vez en la clase de Literatura de Carmen
Cerrillo. La frase nos sedujo enseguida y, con el permiso del profesorado, la
hemos aplicado siempre que hemos podido... a nuestra manera, eso sí...

Final: Ahora, al final de esta etapa en que tantas veces se nos ha dicho que
tenemos que pensar en el futuro, que tenemos que sacrificar el ahora por
el mañana, nos damos cuenta de los retos que tenemos por delante. Habrá
que trabajar de lo lindo, quizás tomar algunas decisiones importantes,
renunciar a muchas cosas que nos gustaría hacer. Aun así, continuare-
mos teniendo una manera de vivir la vida, que nos ayudará a disfrutar
de cada segundo que pasa, de cada nuevo conocimiento, de cada reto que
se nos plantee. Por eso, amigos y amigas, continuaremos esgrimiendo el
lema Carpe Diem.

Ejemplo 4
Tema: Las redes sociales y las relaciones humanas.

Inicio: Publica la CNN que ayer en Manhattan, un padre y su hija se


reencontraron al cabo de once años, después de haber sido separados invo-
luntariamente. Y fue gracias a twitter ... (se explica la historia y puedes
acompañarlo de la proyección en pantalla de la noticia o, si ha salido
publicada en un diario impreso, llevarlo y mostrarlo).

Final: Google, Facebook, Twitter, Linkdin se han convertido en las gran-


des herramientas de relación humana que pulverizan las nociones de
tiempo y distancia, de tal manera que entrar en la red es tener el mundo
a un clic. Hoy, si no estás en la red, no existes.
12. Utiliza el poder
de la palabra
¿Te quedas sin palabras cuando tienes que hablar a más de tres personas a
la vez? ¿Utilizas un vocabulario básico reducido a cien palabras? ¿Repites
constantemente algunas expresiones y rellenas tu mensaje de palabras que
no quieren decir nada? Estás desaprovechando un arma muy poderosa.
El lenguaje verbal es un código extremadamente complejo que nos permite, no
sólo expresar emociones, sentimientos o narrar experiencias vividas, sino, tam-
bién, inventar, crear y provocar reacciones en los demás. 
Las personas persuasivas suelen reunir una serie de habilidades en cuanto
al lenguaje verbal, que les dan una clara ventaja respeto a sus interlocutores.
Un buen dominio del idioma y poder utilizarlo correctamente siempre nos da
seguridad y ayuda a transmitir una buena imagen: es señal de cultura, formali-
dad, rigor, conocimiento del tema e, incluso, clase social o edad. Además, si tie-
nes un buen vocabulario, siempre tendrás muchos más recursos para hacerte
entender y para improvisar; evitarás, también, la repetición de palabras básicas
y podrás dar a tu mensaje los matices que creas oportunos en cada momento.

Exprésate con claridad


El lenguaje oral tiene unas características claramente diferentes del lenguaje
escrito. Es más espontáneo e informal y no exige el mismo grado de corrección
que el escrito. Muchos significados se pueden deducir o se pueden matizar gra-
cias al lenguaje corporal o a la entonación, así como por el contexto. En cambio
el lenguaje escrito tiende a ser más formal, busca siempre la corrección de la
lengua y necesita ser mucho más explícito puesto que carece de estas señales
no verbales que complementan su significado.
El lenguaje oral de los estudiantes suele desarrollarse, además, en un contexto
de informalidad que favorece la transgresión de normativas, la incorrección gra-
matical o léxica, el uso de jergas, etc. Sin embargo, conscientes de que las situa-
ciones formales requieren la adecuación del registro, en algunos casos tendemos
a pasarnos al otro extremo y caemos en la trampa de imitar la retórica de algunos
88 saber decir PARTe iii

textos escritos. Se produce así una «mala retórica», un vicio que tienen algunos
«oradores» al usar frases muy complicadas para explicar cosas muy sencillas, o
un lenguaje ampuloso, vacío y poco concreto que no favorece la comprensión.
Hay que encontrar el equilibrio entre la agilidad del lenguaje oral y la forma-
lidad que requiere la situación. Aquí tienes unas pautas para conseguirlo:
a. Construye frases breves. El buen comunicador no es quien habla con frases
largas y complejas, sino quien transmite con claridad y simplicidad. Utilizar
frases largas y complicadas, a menudo es la manera que tienen los oradores
de disimular la vaguedad o la confusión en sus ideas.
b. Usa un orden gramatical lógico. Es decir: sujeto+verbo+predicado. Éste es
el orden natural de las frases en el castellano y nos resulta más fácil decirlo
y entenderlo.
c. Divide las frases largas en frases cortas. Una frase compleja se puede sepa-
rar en proposiciones simples o en oraciones más breves. Procura no com-
plicarte innecesariamente pues la frase corta es más fácil de entender, de
recordar y es más convincente. 
d. Utiliza frases positivas. Para activar una visión positiva de las cosas. Por
ejemplo: los niños tiene que ir acompañados. En lugar de: no está permitido
que los niños no vayan acompañados.
e. Limita los incisos. Los incisos son aquella información que se añade en
medio de una frase y que enmarcamos con un par de comas. Si estos inci-
sos aportan una información de escaso valor, será mejor evitarlos, dado que
dificultan la comprensión de la frase. Por ejemplo: Ahora les mostraré, si me
lo permiten, las imágenes de... Los resultados de la investigación de muestran,
de una forma o de otra, que si se toman las medidas correctoras...
f. Elimina todo lo que sea irrelevante. En el párrafo de muestra del aparta-
do siguiente, verás que los adjetivos «clara, inequívoca y ampliamente» se
pueden eliminar puesto que no aportan un significado relevante.

Busca la precisión y la concreción


La precisión y la concreción son elementos clave para obtener credibilidad.
Si no concretamos, dificultamos la comprensión y no «demostramos» lo que
estamos diciendo. 
89 Recetas para hacer buenas presentaciones en público PARTe iii

Una técnica básica es explicar los conceptos más abstractos con ejemplos,
comparaciones, analogías, refranes y otras figuras retóricas, muy frecuentes en
el lenguaje popular. Pero también es importante, especialmente en las explica-
ciones técnicas, usar datos para concretar el mensaje. Fíjate en este texto:

En el curso del pasado ejercicio nuestra empresa, después de una ardua tarea
de los cuadros directivos, con la colaboración de nuestros empleados, consiguió
lograr todos sus objetivos y superarlos de forma clara, como demuestra el impor-
tante aumento de beneficios y también el hecho de haber contribuido inequívoca,
amplia y claramente, a colocar numerosos trabajadores, algunos de los cuales
hacía tiempo que no accedían al mercado laboral. 

En este texto nos falta concreción –no sabemos muy bien de quién ni de
qué se nos está hablando– y, además, es difícil de entender por su longitud y
complejidad.
Precisión es también utilizar la palabra correcta para designar cada cosa y
evitar las «palabras baúl». Suprimirlas nos permitirá tener un discurso más
espontáneo y concreto. 
Las palabras baúl son aquellas de significado tan general que pueden usarse
para casi todo: cosa, hacer, estar, encontrar, ponerse, etc. Y también: «super-
interesante», «superchulo», etc.
Las investigaciones de los lingüistas demuestran que la memoria puede
recordar una media de quince palabras a corto plazo. Es decir, que nuestra
capacidad para recordar el principio de la frase después de largos incisos, o de
un período sintáctico extenso, es limitada. Esto afecta directamente a la capa-
cidad de comprensión y de retención del mensaje. Tenemos que ir al grano.

Evita las muletillas y las expresiones débiles


Una «muletilla» es una palabra o frase innecesaria que se repite mucho en una
conversación, por costumbre o como apoyo de la oratoria. Como las muletas
para andar, éstas también ayudan a avanzar.. Bien y vale, colocadas de mane-
ra reiterada al principio y al final de frase respectivamente, son ejemplos de
muletillas. Fíjate en estas expresiones tan habituales:
90 saber decir PARTe iii

Bien, empezamos la charla mostrando los puntos de interés...


... éstos son los puntos de interés de nuestra charla, ¿vale? Y que ahora pasa-
remos a desarrollar...
No aportan prácticamente ningún significado. Son comodines, palabras
vacías. Si se abusa de ellos empobrecen la lengua.
La muletilla no está dirigida al oyente; no tiene contenido directo. El oyente sólo
percibe que el interlocutor no tiene claro lo que quiere decir y que necesita «apoyar-
se» en frases o palabras para seguir hablando. Por este motivo son muy frecuentes
en las improvisaciones y delatan la poca preparación del mensaje.
Sirven para encubrir dudas, vacíos y vicios (en la oratoria) del comunicador. A
veces son producto de los nervios. Pero, tanto en un caso como en el otro, causan
un efecto negativo en el oyente. Aunque cueste, tenemos que eliminarlas.
Muletillas muy empleadas en el habla popular castellana: 

... y tal pues... ¿de acuerdo?


bueno... ¿no? es decir...
y así... ¿se entiende?
mira ¿vale?

Las expresiones débiles, utilizadas sin sentido y muy inconscientemen-


te, suelen devaluar el mensaje y delatan nuestra inseguridad. Las detectarás
fácilmente porque quien las utiliza, las repite a menudo y porque, si las sacas
de la frase, el mensaje no pierde significado sino que gana contundencia. Son
expresiones del tipo:

ȯȯ Yo creo/Yo pienso/Personalmente opino que...


Os animo a tener sueños porque creo que la ilusión es el motor de la vida.
ȯȯ De alguna manera
Los bomberos, de alguna manera, lo que hacen en este caso es evitar que el
fuego se propague.
ȯȯ Un poco
La mala acogida de la película es, un poco, fruto de las escenas de violencia.
91 Recetas para hacer buenas presentaciones en público PARTe iii

ȯȯ Intentar este sentido, un reflejo del malestar


A lo largo de la exposición intentaré provocado por el incivismo.
explicar las causas reales de... ȯȯ Formas verbales en condicional
ȯȯ En este sentido Y esto sería lo más importante de
La respuesta de la ciudadanía es, en mi intervención.

Aprovecha el impacto de las frases breves


Hemos visto antes que el término retórico/a también puede tener un sentido
peyorativo, puesto que hay quien utiliza la lengua para engatusar, hacer ver
que dice mucho y, en realidad, no decir nada. Pero también hay personas que,
con toda la buena intención, se enrollan sin gracia y no se dan cuenta de que
provocan un aburrimiento insoportable y que hacen perder el interés que el
público tenía en el tema. Uno de los motivos de que esto ocurra es el tipo de
sintaxis que utilizan y la longitud excesiva de las intervenciones. Sabemos que
el cerebro de nuestro público (el de todo el mundo, está claro) se cansa pronto
y se aburre. Necesita que le demos constantemente motivos para estar con-
centrado en el discurso y que se lo pongamos todo muy fácil.
La memoria puede retener una media de unas quince palabras. Si construyes
frases muy largas, probablemente te perderás tú mismo y no sabrás cómo aca-
barlas. Tú te pierdes y el público también. Además, le quedará la sensación de
que no te lo has preparado, que no dominas el tema. Las frases excesivamente
largas y complejas no favorecen la atención ni la comprensión. 
Una de las técnicas para reforzar los mensajes clave de tu exposición
es enunciarlos con frases breves y atractivas.

Haz titulares breves,


atractivos y memorables

Como si fueran titulares de periódico o eslóganes publicitarios. Si eres un


usuario de twitter estarás acostumbrado a elaborar mensajes breves que sin-
tetizan una considerable información o comprimen un pensamiento bastante
complejo. Practica esta forma de comunicación y aplica esta técnica a tus escri-
tos y exposiciones orales para resaltar las ideas más importantes. Expresarlas
92 saber decir PARTe iii

en tweets, es decir en 140 caracteres: te permitirá resumir, captar la atención


y mejorar el grado de retención de la información.
Si volvemos al caso del arroz que hemos visto antes, algunos titulares pueden
ser: «El arroz es el alimento básico del 60 % de la población mundial.», «Con
las variedades de arroz del Delta del Ebro se pueden hacer las recetas más
exquisitas.», «Gracias al arroz, existe la paella y gracias a ella, muchos turistas
se acercan a la gastronomía mediterránea».

Recuerda que...
En general, la comunicación convincente y persuasiva tiene las siguientes características:

““ Dominio del idioma: corrección lingüística.


““ Uso de un vocabulario extenso.
““ Adecuación al interlocutor y al contexto: uso del registro adecuado.
““ Claridad y concisión.
““ Precisión semántica.
““ Concreción.
““ Ausencia de muletillas.
““ No hay expresiones débiles.
““ Dominio de gran variedad de recursos expresivos: adjetivación, figuras retóricas,
expresiones populares, etc.

Consejo final
Cuida tu vocabulario. Adecua el registro a tu auditorio: no hables a los profesores
igual que a tus amigos. La versatilidad dice mucho a tu favor; es una muestra de tu
capacidad de adaptación y de los recursos de que dispones. Evita palabras de tu
argot y habla con la máxima precisión y corrección. Esto mejorará de una manera
extraordinaria tu imagen.
Parte IV
13. El paralenguaje
Habla claro y despacio, te entenderán mejor. Hazte escuchar, la ener-
gía y la firmeza viajan a través de la voz y se difunden por todos los
rincones de la sala.
Para decirlo de manera sencilla, el paralenguaje o lenguaje paraverbal es
todo aquello que hacemos con la voz, es «cómo decimos» las palabras.
Comprende entre otros aspectos:

ȯȯ Volumen. ȯȯ Acentuación.
ȯȯ Entonación. ȯȯ Pausas.
ȯȯ Articulación. ȯȯ Velocidad.

Todos estos ingredientes bien mezclados hacen que transmitamos


seguridad, simpatía, firmeza, credibilidad, etc. La voz también es ima-
gen. Piensa en las conversaciones telefónicas o las voces que escuchas
en la radio. Nos hacemos una idea de cómo es una persona por su voz.
Y, además, podemos percibir cómo se siente en aquel momento, cuál es
su estado de ánimo, cómo le afecta lo que le decimos.
A través de la voz comunicamos:

ȯȯ Credibilidad. ȯȯ Optimismo.
ȯȯ Seguridad. ȯȯ Honestidad.
ȯȯ Firmeza. ȯȯ ...
ȯȯ Profesionalidad. ȯȯ ¡O todo lo contrario!

Quizás nunca te habías parado a pensar en la importancia de este len-


guaje. Es normal, dado que lo usamos cada día y lo aprendemos desde
muy pequeños. Nos sentimos cómodos con la percepción que tenemos
de nuestra voz, la manera de articular y de pronunciar. Y nos creemos
que ya lo hacemos bien porque nos comunicamos así cada día. El oído
no percibe el propio sonido del mismo modo que lo perciben los demás;
96 saber decir PARTe iv

por lo tanto, sólo cuando nos escuchamos en una grabación tomamos


conciencia de cómo hablamos realmente y cómo nos oyen los demás.
Esta «manera de hablar» que nos caracteriza y que usamos cada día
puede tener también diferentes «presencias». Para decirlo de forma
clara, hay una voz «de estar por casa» para los asuntos cotidianos y una
voz de «domingo» para los «asuntos extraordinarios». Y en el entor-
no académico y profesional nos tenemos que poner la de «domingo» y
hablar en público pensando siempre que tenemos una cita especial.

Mi
presentación

Trabaja la voz y no olvides que hablar en público requiere transmitir


todos los valores que he enumerado más arriba. Además, la claridad
tiene que ser absoluta, la velocidad tiene que permitir que el público te
siga y la entonación tiene que dar color y emoción a lo que dices. Piensa
que el público es perezoso y que lo quiere todo muy fácil. Cualquier
dificultad que le pongas, sólo provocará que «desconecte». Además, no
puede, como en una conversación de «tú a tú», pedirte aclaraciones o
intervenir para comprobar que ha entendido lo que le dices.
Veremos a continuación los aspectos que hay que tener presentes a
la hora de hablar en público y qué herramientas tenemos para mejorar
nuestra capacidad de persuasión.
97 Recetas para hacer buenas presentaciones en público PARTe iv

Volumen
En términos generales, ante una audiencia, una voz alta y muy proyec-
tada tiene más autoridad que una baja y apagada. El volumen es reflejo
de seguridad y energía y otorga más autoridad a quien habla. En cambio,
las personas que quieren pasar desapercibidas o no están seguras de lo
que dicen, suelen bajar el volumen de la voz. Por lo tanto, para inspi-
rar confianza, tienes que hablar alto, sin miedo, haciendo llegar la voz
a todos los extremos de la sala, sean cuales sean sus dimensiones. El
público debe tener la sensación de que tu voz lo envuelve, que le viene
de todas partes. Esto se consigue, entre otras cosas, con una respiración
correcta y aplicando técnicas de proyección de la voz. Si no estás seguro
de hacerlo bien, pide ayuda a un cantante o a un actor y te explicarán
cómo respirar utilizando la musculatura adecuada.
En algunas ocasiones quizás tendrás un micrófono, pero no bajes la
guardia. La actitud tiene que ser la misma, puesto que el micro lo único
que hará será ampliar tu voz, con las virtudes y defectos que tenga. Si
hablas con poca energía o tienes una voz apagada y monótona, el micro
no lo arreglará, sino que lo hará llegar hasta el último rincón de la sala.
En definitiva, se trata de mostrar implicación en el tema y en lo que
estamos haciendo y esto se refleja en la energía que ponemos en la voz. 

Entonación
Sin la entonación no podríamos distinguir una pregunta de una afirma-
ción, o una orden de una sugerencia. 
Mira los ejemplos de entonación con que se pueden decir estas frases:

Frase enunciativa

t o y h a b l a n
d
s

o
e
98 saber decir PARTe iv

Frase interrogativa n a
tá p l
a u
es d i o
?
¿ e n
d
Frase exclamativa
d o
i u n
s
a é
x i
¡h t o !

Además, la entonación aporta emociones a las frases que pronuncia-


mos. Intenta decir esta frase de distintas maneras asociando diferentes
emociones:

Esta noche salimos.

ȱȱ Enfadado. ȱȱ Preguntando.
ȱȱ Contento. ȱȱ Con complicidad.
ȱȱ Aburrido. ȱȱ Informando.

La entonación aclara el significado de lo que decimos. Y se puede


decir que pone color a nuestro discurso, lo hará más comprensible, más
ameno y más emotivo. Sin la entonación sería «monótono» («mono-
tono», está claro, un solo tono). ¡Qué aburrimiento! 
Como el cuerpo es un sistema «multimensaje», comunicamos cosas
diferentes y con diferentes códigos simultáneamente. La entonación
tiene mucha relación con el gesto. La entonación es a la voz lo que los
gestos son al cuerpo. Gesto y entonación van estrechamente unidos:
cuanto más gesticulamos más variada es la entonación. Son dos códigos
que trabajan armónicamente, en perfecta sintonía.

Articulación
Es el trabajo muscular que realizamos para producir sonidos inteligi-
bles. Hay que articular de manera clara para que se nos entienda.
99 Recetas para hacer buenas presentaciones en público PARTe iv

Pero una comprensión fácil no es la única razón para articular cla-


ramente. También es una señal de corrección, de interés, de cultura. Si
has detectado que tienes alguna dificultad para articular algunos soni-
dos, haz ejercicios de corrección. Si no consigues mejorar, consulta un
logopeda o profesor de dicción. La mayoría de los casos tienen remedio
con unos cuantos ejercicios específicos. Detrás de una incorrecta arti-
culación suele haber malos hábitos y éstos se pueden cambiar. Piensa
que es una inversión de futuro, para tu eficacia en comunicación y para
tu imagen en general.
Errores típicos de articulación que afectan al castellano son los que
encontramos en estas palabras

ȱȱ Poyo en vez de pollo. ȱȱ Otavo en vez de octavo.


ȱȱ Madriz o Madrí en vez de ȱȱ Ojeto en vez de objeto.
Madrid. ȱȱ Ación en vez de acción.
ȱȱ Conesión en vez de conexión. ȱȱ Acordao en vez de acordado.

Aparte, cualquiera de nosotros, cuando nos ponemos nerviosos,


hablamos más deprisa y nos esforzamos menos o se nos traba la len-
gua. Entonces decimos:

ȱȱ Poblema en lugar de problema.


ȱȱ Genidad en lugar de generalidad.
ȱȱ Necidad en lugar de necesidad.

Pronunciar la lengua que estemos utilizando con la máxima correc-


ción es una muestra de interés y de respeto por esa lengua y sus hablan-
tes. Es una manera más de conquistar a tu público, especialmente si sabe
que la que utilizas no es tu lengua materna.
Haz el esfuerzo, por lo tanto, de pronunciar tan bien como puedas
tus lenguas de uso habitual. Graba una parte del discurso y escúchate.
¿Qué puedes mejorar? ¿Qué «acento» tienes?
100 saber decir PARTe iv

Acentuación
Cuando queremos dar énfasis a una determinada palabra o frase «la
acentuamos», la remarcamos. Es una manera de subrayarla entre el
resto de las palabras. Esta práctica también dará un ritmo especial al
discurso y evitará la monotonía. 
Lee esta frase remarcando la palabra subrayada en cada lectura:

Es la sociedad civil quien tiene que dar respuesta enérgica a esta injusticia.

Es la sociedad civil quien tiene que dar respuesta enérgica a esta injusticia.

Es la sociedad civil quien tiene que dar respuesta enérgica a esta injusticia.

Pausas
Se ha escrito mucho sobre el valor del silencio. Para la eficacia de una elocu-
ción las pausas son tan importantes como la manera de decir las palabras.
Las pausas hacen más digerible el mensaje y evitan que el discurso se
convierta en una letanía uniforme y gris. Ayudan a captar la atención y a
centrar las partes más importantes del contenido. En cuanto al orador,
permiten respirar, controlar cómo responde el auditorio y demuestran
seguridad por parte del orador. Precisamente, podemos observar, como
característica de los oradores noveles, la carencia de silencios. Cuando
un orador está muy nervioso, habla deprisa y sin pararse entre una idea
y otra. En cambio, cuando se tiene control sobre lo que se dice, se puede
permanecer en silencio unos instantes, mientras se mira al público o
se leen las notas.
Éstas son algunas de las utilidades de las pausas:

ȯȯ Después de una frase, remarcan su valor porque el silencio da tiempo


al público a asimilar el mensaje y a reflexionar sobre lo que acabamos
de decir.
ȯȯ También preparan a los oyentes para escuchar el mensaje siguiente;
crean expectación.
101 Recetas para hacer buenas presentaciones en público PARTe iv

ȯȯ Ayudan al control del orden en la sala. Si hay personas distraídas o


hablando en voz queda, el silencio las acallará.

Velocidad
Y no corras: las prisas delatan nerviosismo y ganas de acabar. Si corres
demasiado, no podrás respirar bien y, además, no le darás tiempo a tu
auditorio a asimilar los mensajes que con tanto cuidado has preparado.
Ante la carencia de tiempo, es mejor que recortes contenido y no que
aceleres. ¡Cuesta mucho confiar en una persona estresada!
Practica la lectura de este texto. Es el famoso discurso de Martin
Luther King Tengo un sueño, pronunciado el 28 de agosto de 1963 en
Washington DC.

TENGO UN SUEÑO

Hace un siglo, un gran norteame- de la segregación y por las cade-


ricano, bajo cuya simbólica som- nas de la discriminación. Cien
bra nos encontramos, firmó la años después, los negros viven
Proclamación de Emancipación. en una solitaria isla de pobreza
Este trascendental decreto llegó en medio de un vasto océano de
como un gran faro de esperanza prosperidad material. Han pasa-
para millones de esclavos negros, do cien años y los negros siguen
que habían vivido bajo las llamas languideciendo en los márgenes
de una injusticia aniquiladora. de la sociedad norteamericana
Llegó como un amanecer dichoso y se sienten como exiliados en
para acabar con la larga noche de su propia tierra. Así que hemos
su cautiverio. venido hoy aquí a denunciar unas
Pero han pasado cien años y condiciones vergonzosas.
los negros siguen sin ser libres. En cierto modo, hemos acudido
Ha pasado un siglo, pero la vida a la capital de nuestra nación para
de los negros sigue siendo triste- cobrar un cheque. Cuando los
mente atenazada por los grilletes arquitectos de nuestra república
102 saber decir PARTe iv

escribieron el espléndido texto urgencia del ahora. No tenemos


de la Constitución y de la Decla- tiempo para poder permitirnos el
ración de Independencia, estaban lujo de calmarnos o de tomarnos
firmando un pagaré del que todo el tema con tranquilidad. Ahora
norteamericano iba a ser herede- es el momento de hacer que las
ro. Ese pagaré era una promesa de promesas de la democracia se
que a todos los hombres –sí, a los cumplan. Ahora es el momento de
hombres negros y también a los subir desde el oscuro y desolado
hombres blancos– se les garanti- valle de la segregación al soleado
zarían los derechos inalienables sendero de la justicia racial. Ahora
de la vida, la libertad y la búsque- es el momento de alzar a nuestra
da de la felicidad. Es evidente que nación desde las arenas movedi-
Estados Unidos no ha cumplido zas de la injusticia racial a la sóli-
este pagaré en lo referente a sus da roca de la fraternidad. Ahora es
ciudadanos y ciudadanas de color. el momento de hacer que la justi-
En vez de cumplir con esta sagra- cia sea una realidad para todos los
da obligación, Estados Unidos ha hijos de Dios.
dado al pueblo negro un cheque Sería desastroso para la naci-
impagado, un cheque que ha sido ón pasar por alto la urgencia del
devuelto por carecer de fondos. momento. Este asfixiante verano
Pero nos negamos a creer que del legítimo descontento de la
el banco de la justicia esté en ban- población negra no pasará hasta
carrota. Nos negamos a creer que que haya un estimulante otoño de
no haya fondos suficientes en las libertad e igualdad. El año 1963 no
arcas bancarias para las oportu- es un fin, sino un comienzo. Qui-
nidades que ofrece esta nación. enes creían que los negros sólo
Así que hemos venido a cobrar necesitaban desfogarse y que
ese cheque, un cheque que nos dé ahora se tranquilizarían, tendrán
mediante reclamación las rique- un brusco despertar si la nación
zas de la libertad y la seguridad de vuelve a su actividad como si nada
la justicia. También hemos veni- hubiera pasado. No habrá descan-
do a este santuario para recor- so ni tranquilidad en Estados Uni-
dar a Estados Unidos la intensa dos hasta que los negros tengan
103 Recetas para hacer buenas presentaciones en público PARTe iv

garantizados sus derechos como han dado cuenta de que su liber-


ciudadanos. Los torbellinos de la tad está inextricablemente unida
revuelta continuarán sacudiendo a nuestra libertad. No podemos
los cimientos de nuestra nación caminar solos.
hasta que nazca el día brillante Y mientras caminamos debemos
de la justicia. hacer la solemne promesa de que
Pero hay algo que debo decir siempre iremos hacia adelante. No
a mi pueblo, que está en el calu- podemos volver atrás. Hay quienes
roso umbral que lleva al interior están preguntando a los defenso-
del palacio de justicia. En el pro- res de los derechos civiles: “¿Cuán-
ceso de conseguir nuestro legíti- do estaréis satisfechos?”. No pode-
mo lugar, no debemos ser culpa- mos estar satisfechos mientras los
bles de acciones equivocadas. No negros sean víctimas de los inde-
busquemos saciar nuestra sed de cibles horrores de la brutalidad de
libertad bebiendo de la copa de la policía. No podemos estar satis-
la amargura y del odio. Debemos fechos mientras nuestros cuer-
conducir siempre nuestra lucha pos, agotados por el fatigoso viaje,
en el elevado nivel de la dignidad y no puedan conseguir alojamiento
la disciplina. No debemos permi- en los moteles de las autopistas ni
tir que nuestra fecunda protesta en los hoteles de las ciudades. No
degenere en violencia física. Una podemos estar satisfechos mien-
y otra vez debemos ascender a tras un negro en Mississippi no
las majestuosas alturas donde la pueda votar y un negro en Nueva
fuerza física se vence con la fuerza York crea que no tiene nada por
espiritual. La maravillosa y nueva qué votar. No, no, no estamos satis-
militancia que ha envuelto a la fechos y no estaremos satisfechos
comunidad negra no debe llevar- hasta que la justicia corra como las
nos a desconfiar de todas las per- aguas y la rectitud como un impe-
sonas blancas, ya que muchos de tuoso torrente.
nuestros hermanos blancos, como Soy consciente de que algunos
su presencia hoy aquí evidencia, de vosotros habéis venido aquí
han tomado conciencia de que su después de grandes procesos y
destino está unido al nuestro. Se tribulaciones. Algunos acabáis
104 saber decir PARTe iv

de salir de las estrechas celdas Tengo un sueño: que un día


de una prisión. Algunos venís de sobre las colinas rojas de Georgia
zonas donde vuestra búsqueda de los hijos de quienes fueron escla-
la libertad os ha causado heridas vos y los hijos de quienes fueron
por las tormentas de la persecu- propietarios de esclavos serán
ción y os ha hecho tambalear por capaces de sentarse juntos en la
los vientos de la brutalidad poli- mesa de la fraternidad.
cial. Habéis sido los veteranos del Tengo un sueño: que un día
sufrimiento fecundo. Continuad incluso el Estado de Mississippi,
trabajando con la fe de que el un Estado sofocante por el calor de
sufrimiento inmerecido es reden- la injusticia, sofocante por el calor
ción. Volved a Mississippi, volved de la opresión, se transformará en
a Alabama, volved a Carolina del un oasis de libertad y justicia.
Sur, volved a Georgia, volved a Tengo un sueño: que mis cuatro
Louisiana, volved a los suburbios hijos vivirán un día en una nación
y a los guetos de nuestras ciuda- en la que no serán juzgados por el
des del norte, sabiendo que de un color de su piel sino por su carác-
modo u otro esta situación puede ter. Hoy tengo un sueño.
y va a ser cambiada. No nos hun- Tengo un sueño: que un día allá
damos en el valle de la desespe- abajo en Alabama, con sus racis-
ración. Aunque anticipemos las tas despiadados, con su goberna-
dificultades de hoy y mañana, dor al que se le hace la boca agua
amigos míos, hoy os digo: toda- con las palabras de oposición y
vía tengo un sueño. Es un sueño anulación, que un día, justo allí
profundamente enraizado en el en Alabama, los niños y las niñas
sueño norteamericano. negros podrán darse la mano con
Tengo un sueño: que un día los niños y las niñas blancos en
esta nación se pondrá en pie y calidad de hermanas y hermanos.
realizará el verdadero significa- Hoy tengo un sueño.
do de su credo: Sostenemos que Tengo un sueño: que un día
estas verdades son evidentes por todo valle será alcanzado y toda
sí mismas: que todos los hombres colina y montaña será más acce-
han sido creados iguales. sible, los lugares escarpados se
105 Recetas para hacer buenas presentaciones en público PARTe iv

harán llanos y los lugares tortuo- Que suene la libertad desde


sos se enderezarán y la gloria del las enormes montañas de Nueva
Señor se mostrará, y toda la carne York.
juntamente la verá. Que suene la libertad desde los
Ésa es nuestra esperanza. Ésta elevados Alleghenies de Pensil-
es la fe con la que yo vuelvo al Sur. vania.
Con esta fe seremos capaces de Que suene la libertad desde las
extraer de la montaña de la deses- Montañas Rocosas cubiertas de
peración una piedra de esperanza. nieve en Colorado.
Con esta fe seremos capaces de Que suene la libertad desde
transformar las chirriantes diso- las vertientes curvilíneas de
nancias de nuestra nación en una California.
hermosa sinfonía de fraternidad. Pero no sólo eso; que suene la
Con esta fe seremos capaces de libertad desde la Montaña de Pie-
trabajar juntos, de rezar juntos, dra de Georgia.
de luchar juntos, de ir a la cárcel Que suene la libertad desde el
juntos, de ponernos en pie juntos Monte Lookout de Tennessee.
por la libertad, sabiendo que un Que suene la libertad desde
día seremos libres. Éste será el cada colina y cada topera del Mis-
día, éste será el día en el que todos sissippi, desde cada ladera. ¡Que
los hijos de Dios podrán cantar suene la libertad!
con un nuevo significado “Tierra Y cuando esto ocurra y cuando
mía, es a ti, dulce tierra de liber- permitamos que la libertad suene,
tad, a quien canto. Tierra donde cuando la dejemos resonar desde
mi padre ha muerto, tierra del cada pueblo y cada aldea, desde
orgullo del peregrino, que desde cada estado y cada ciudad, podre-
cada ladera suene la libertad”. Y si mos acelerar la llegada de aquel
Estados Unidos va a ser una gran día en el que todos los hijos de
nación, esto tiene que llegar a ser Dios, hombres blancos y hombres
verdad. negros, judíos y gentiles, protes-
Que suene la libertad desde las tantes y católicos, serán capaces
prodigiosas cumbres de las coli- de juntar las manos y cantar con
nas de New Hampshire. las palabras del viejo espiritual
106 saber decir PARTe iv

negro: “¡Al fin libres! ¡Al fin libres!


¡Gracias a Dios Todopoderoso, Traducción del discurso original extraída del libro
somos al fin libres!”. Palabras que cambiaron el mundo, Leqtor, 2007.

Consejos y trucos
Si quieres mejorar tus habilidades paraverbales puedes practicar la lectura en voz
alta en casa. Lee despacio, con cuidado de pronunciar todas las vocales y todas las
consonantes correctamente. Haz las pausas y la entonación según te indiquen los
signos de puntuación y según el significado de lo que lees.
Para mejorar la articulación, puedes hacer un rato de lectura cada día con un lápiz
en horizontal en la boca, sosteniéndolo con los colmillos. Notarás que cuesta más
hablar, está claro. Esto hace que fuerces más la musculatura y la lengua; así, cuando
saques el lápiz, hablarás mucho más claro porque ha desaparecido el obstáculo.
Leer cuentos es un ejercicio excelente y divertido. Si tienes hermanos pequeños es-
tarán muy contentos. La lectura en voz alta de todo tipo de narraciones desarrolla las
habilidades para transmitir emociones a través de todas estos aspectos que hemos
enumerado. Tienes que ponerte como objetivo que tu pequeño público «viva» la
historia y se meta dentro de cada personaje. Tiene que sentir el miedo de Caperucita
ante el lobo y la alegría de Pulgarcito cuando encuentra el camino de su casa.
Si sólo tienes público adulto, cuentos de Horacio Quiroga o Gabriel García Már-
quez pueden hacer las delicias de todo el mundo. Explicar fábulas y cuentos es
una tradición de nuestra cultura que se está perdiendo y nos perdemos también la
oportunidad de comunicar, emocionar y deleitar a los nuestros.
Elimina todo tipo de sonidos que haces involuntariamente. Son del tipo «mmm...»,
«aaa...», «cht» o carraspear.
Para terminar,un truco que a mí me funciona muy bien, cuando ya he entrado en
escena: es pensar que las personas que tengo delante son duras de oído y que me
tienen que leer los labios. Esto hace que marque más la articulación y entonces los
sonidos salen mejor.
14. Lenguaje no verbal:
el cuerpo comunica
Movimiento del cuerpo y gesticulación
Con el cuerpo decimos lo que no podemos decir con las palabras. Con
el cuerpo decimos si somos tímidos o inseguros, si estamos nerviosos,
si pasamos miedo... o todo lo contrario. 
Podríamos hablar mucho del lenguaje corporal y su importancia.
Pero para eso nos haría falta otro libro entero. Ahora nos centraremos
en tu cuerpo y cómo puedes transmitir a través de él todos los valores
que quieres que perciban los espectadores.
Te iré explicando por pasos cómo tienes que moverte desde el pri-
mer momento hasta el último, tomando como referencia una situación
estándar. Es una actitud básica que te ayudará a empezar en el mundo
de la comunicación pública. Cuando tengas más experiencia y más
seguridad, quizás ya no te hará falta ni pensar en ello. Es muy probable
que lo hayas interiorizado y que puedas concentrarte únicamente en el
mensaje y el público. Entonces podrás olvidarte del cuerpo.
108 saber decir PARTe iv

Paso 1
El público no te observa sólo cuando hablas delante de él. También te ve en
los momentos previos. Por ejemplo, el tribunal de la defensa de un trabajo
de investigación te ve ya cuando entras en la sala. Por lo tanto, ten en cuenta
tu manera de andar y avanzar hacia el lugar de la exposición. Anda con la
cabeza alta, el cuerpo vertical y el pecho fuera: todo ello con naturalidad.
Da pasos tranquilos y no arrastres los pies. Olvídate de que tienes bolsillos;
las manos tienen que ir junto a los muslos y acompasadas con las piernas.
Si es posible, mira a tu público y sonríe. También en este momento puedes
saludar. (Ensaya en el pasillo de casa la manera de andar.)

Paso 2
Busca tu lugar en la sala (te recomiendo que lo hayas visto y adaptado
a tu gusto previamente). Para empezar y saludar, busca la parte central
del espacio y sitúate allí. Cuanto más cerca del público mejor. Man-
teniendo el cuerpo derecho y la cabeza alta, busca la estabilidad y la
simetría. Los dos pies en el suelo, firmes, ligeramente separados y en
paralelo. Mantén la simetría entre las dos partes del cuerpo, no despla-
ces la pelvis, no te inclines ni hacia adelante ni hacia atrás.

Paso 3
Las manos. ¡Uf!, ¿qué hago con ellas? En el momento de empezar es
cuando más nos estorban. Pero, evidentemente, son necesarias. Serán
muy útiles para gesticular y acompañar el discurso. Las pondrás a la
altura del estómago, juntas, sin rozarlas o retorcerlas como si tuvieras
frío. Intenta tenerlas relajadas. Cuando empieces a hablar, las manos
también lo harán e irán acompañando lo que dices con las palabras.
Piensa que los gestos más bonitos y expresivos suelen ser los que hace-
mos cuando no somos conscientes de nuestra gesticulación.
Procura no tener ningún objeto que te impida una expresión libre con
las dos manos. El truco de coger un bolígrafo, el puntero o una carpeta,
a la larga nos perjudica, porque acaban siendo un estorbo y un punto de
distracción para el público que los va siguiendo con la mirada.
109 Recetas para hacer buenas presentaciones en público PARTe iv

Si, a la fuerza, tienes que tener una tarjeta, sostenla con una mano,
mantenla a la altura del estómago y gesticula con la otra. Si tienes que
tener un micrófono, haz lo mismo. No olvides que el micro tiene que estar
cerca de la boca. Mantenlo ahí quieto y exprésate con la otra mano.

Paso 4
Empieza a hablar y acompaña la palabra con el gesto. Cuando ya te hayas
presentado y hayas hecho la introducción del tema, despega los pies del
suelo y muévete un poco por el espacio, anda lentamente hacia un lado
o hacia el otro, acércate al público o a la pantalla. Siempre tienes que
volver a la posición inicial. No des nunca la espalda al público, vuelve
a la posición básica inicial, sin perder el contacto visual con el público
durante tu trayecto.

Paso 5
Ya has pasado lo peor. Ya has entrado en el tema y te sientes más segu-
ro y cómodo. Ahora tus movimientos serán más naturales y relajados.
Desarrolla el tema manteniendo el «diálogo» visual con el público. Déja-
te llevar por la pasión y sé tú mismo.

Paso 6
Para acabar, vuelve a la posición básica inicial y haz la conclusión.

Consejos
““ No te sientes en la mesa. Es una posición muy informal y puede parecer que te
da todo igual o que tengas un exceso de tranquilidad («Voy sobrado»).

““ No te quedes en un rincón, como si te escondieras o quisieras irte ya. ¡Estarías


diciendo que tienes miedo!

““ Siempre que puedas elegir, permanece de pie. Sal de detrás de la mesa y acércate
al público. La proximidad física conlleva proximidad emocional.
110 saber decir PARTe iv

““ Evita el balanceo y el baile de piernas; contagiarías el nerviosismo al auditorio.

““ Acércate a la gente y adéntrate un poco por los pasillos. Pero hazlo con prudencia
puesto que, si dejas personas a tu espalda, las obligas a volver la cabeza y tú
pierdes el contacto visual.

““ ¡No te toques! ¡Por favor, no te toques ni te rasques! Cuando nos sentimos


amenazados hacemos unos gestos que llamamos apaciguadores o calmantes.
Nos tocamos normalmente la zona del cuello y la cabeza, pero también los
botones de la chaqueta, un colgante... o nos rascamos la cabeza, nos tocamos
la nariz o hurgamos las orejas, ajustamos las gafas... Estamos, así, evidenciando
nuestra incomodidad y las ganas de salir por piernas.

““ Mantén las manos libres. No tengas objetos innecesarios y, sobre todo, no juegues
con ellos: el bolígrafo, el puntero, la tiza, un clip, el anillo...

Si tienes que estar sentado

Paso 1
Cuida tu entrada en escena igual que en el caso anterior. Siéntate discre-
tamente, sin arrastrar la silla; deja los papeles sobre la mesa de manera
ordenada y realiza, si es necesario, discretas pruebas de micro.

Paso 2
Siéntate con la espalda recta y los pies en el suelo. La posición de tu
cuerpo tendría que recordar la forma de un 4. Las manos tienen que
estar siempre sobre la mesa. Procura no jugar con los papeles ni con
el micro (porque hará ruido) ni con el bolígrafo (sobre todo, ¡no hagas
«clic-clic» con el tapón!).

Pasos 3, 4 y 5
Se asemeja mucho a cuando estás de pie pero la gesticulación, ahora,
será más cerrada (no tienes tanto espacio), aunque también es necesa-
ria. Sentado no eres tan visible. Tendrás que hacer todo lo posible para
111 Recetas para hacer buenas presentaciones en público PARTe iv

que todo el mundo te vea y te escuche, para lo cual tendrás que poner
mucha atención en la voz y aplicar todos los recursos que te da el len-
guaje paraverbal. En el supuesto de que tengas un ordenador portátil,
las diapositivas te pueden servir de guión pero no «leas» ni te quedes
clavado hablando con la pantalla.

Paso 6
Para acabar, después de una pausa, endereza la espalda y, ligeramente
inclinado hacia adelante , pronuncia el mensaje final. Haz otra pausa
mirando al público, antes de decir «Muchas gracias».

En resumen
Colócate con una actitud natural y firme a la vez. ¡Ten el cuerpo «encendido» y no
«apagado»! No te sueltes, no te apoyes en las mesas, no te repantingues en la silla.
Busca la estabilidad sobre los dos pies ligeramente separados y en paralelo; saca
pecho y levanta la cabeza; relaja los hombros: esta posición te ayudará a respirar
y dirá a tu público que eres una persona segura y muy preparada, que controla la
situación. Cuando ya hayas entrado de lleno en el tema, te puedes mover y acercarte
al público, cuidando de no darle la espalda o de hacer movimientos de balanceo que
lo acabarán poniendo tan nervioso como lo estás tú. Deja que las manos se expresen
libremente y dialoga con el público a través de la mirada.
Contacto visual
Mira a tu auditorio. Mirar a los ojos de las personas cuesta, sobre todo si son
muchas a la vez. Pero cuando lo hagas te darás cuenta del poder que tiene la
mirada. Podrás saber qué hace y qué piensa el público. Y, sobre todo, estable-
cerás una verdadera comunicación con él: hablar en un auditorio no es hacer
un monólogo sino un diálogo con todas las personas que tienes delante. 
El contacto visual es una de las herramientas más poderosas que tienes a tu
alcance. Por esta vía das y recibes, y así estableces vínculos emocionales también
con quienes te escuchan. Tu público no se limita a escucharte, también te mira y,
como en cualquier diálogo, necesita que quien le habla le mire a los ojos. ¿Cómo
conseguiremos mirar a tanta gente a la vez?
Cuando tenemos un grupo reducido iremos mirando alternativamente a
todos los presentes. La mirada no tiene que ser dirigida en general, por enci-
ma, sin mirar a nadie en concreto. Tiene que ser individual, especialmente
dedicada a cada rostro, pero nunca fijes tu vista en una sola persona, pues la
incomodarás aunque para ti resulte un punto de apoyo visual. Cada cual tiene
que notar claramente que estás hablando con él al mismo tiempo que hablas
para todo el mundo. Recibirás la respuesta enseguida y podrás disfrutar de los
resultados. Percibirás cómo siguen tu exposición, si están de acuerdo o no con
lo que dices, si lo pasan bien, si empiezan a cansarse...
Con un grupo de más de veinte personas, esto se complica. El espacio es más
amplio y la distancia que nos separa con una parte de nuestro público es mayor.
Se hace muy difícil mirar individualmente y no te lo aconsejo porque acabarás
mirando siempre a la misma persona, una de las que tienes más cerca. Ahora sí que
113 Recetas para hacer buenas presentaciones en público PARTe iv

es el momento de la mirada general, con «efecto faro», que va pasando por encima
de todas las miradas, sin olvidar ningún sector del público: de derecha a izquierda y
de izquierda a derecha; de las primeras filas, hasta las últimas y volver a empezar.
En los dos casos, no dejes de mirar al público. Procura no depender demasiado
del papel y evita darle la espalda cuando estás escribiendo largamente en la pizarra
o estás leyendo diapositivas. (Para este tema, consulta capítulo de apoyos.)
Procura mirar a todo el mundo: si dejas a alguien excluido de tu campo
visual, se sentirá excluido del acto y tus palabras perderán impacto.
Por cierto, siempre hay alguien en mis cursos que me pregunta por la técnica de
mirar al fondo de la sala. La respuesta es rotundamente: no. Se nota muchísimo que
no miras a nadie y el público tendrá la sensación de que no hablas con él. Acabará
teniendo la percepción de que es un monólogo.
Y otra técnica que se recomienda a menudo es la de dedicar la mirada a una
persona de la sala que te caiga bien o que te sonría o ponga cara de estar de
acuerdo contigo. Aunque inicialmente puede ayudar, tampoco te lo aconsejo.
Si no es una persona allegada, la harás sentir incómoda (¿Por qué me mira
con tanta insistencia? ¿Es que no hay nadie más?). Por otro lado, el resto de
los asistentes se sentirán excluidos de la actividad y ya tendrán una excusa
perfecta para desconectar.
En cuanto a los que nos intimidan con su actitud o nos abruman simplemente
por ser quienes son, ¡no los ignores! Sé que te ponen nervioso, te agobian, te crean
inseguridad. Precisamente por eso los tienes que mirar con más atención y con toda
la calma, buscando su implicación, su complicidad. Esto les demostrará que su pre-
sencia no te altera, cosa que los disuadirá de jorobarte (si es que tenían la intención
de hacerlo) y te los ganarás por la firmeza y la empatía que demuestras tener.

Presencia
Cuida tu aspecto, habla por ti. Inevitablemente, los demás te juzgarán a la pri-
mera mirada. ¿No haces lo mismo tú al mirar a los demás?
La indumentaria y todo lo que la acompaña es un lenguaje que tenemos
al alcance y que más o menos voluntariamente, con poca o mucha destreza,
usamos cada día. 
Nuestra ropa, el peinado, los complementos, dicen mucho de nosotros: poder
114 saber decir PARTe iv

adquisitivo, ideología, pertenencia a determinados colectivos (profesionales,


estudiantiles, tribus urbanas, etc.), aceptación de pautas sociales o rebeldía,
identificación con un grupo y exclusión de otro. Lo cierto es que cada día
cuando salimos de casa llevamos un montón de información encima y nunca
lo podremos evitar porque «no podemos no comunicar». Por lo tanto, como
no podemos dejar de enviar mensajes a cualquiera que se cruce con nosotros,
comuniquemos, al menos, de manera consciente y, si puede ser, planificada.
No hablaremos ahora de tu look de cada día sino que te explicaré cómo afecta
tu presencia a los resultados de una exposición.
Está probado que nuestro aspecto condiciona fuertemente la reacción de los
demás y marca la relación que podamos mantener con estas personas. Si la primera
impresión no es positiva, quizás no tendremos una segunda oportunidad, porque
no hemos despertado suficiente confianza para hacer que el otro nos quiera escu-
char. Antes de abrir la boca, ya nos han juzgado. Comprueba tú mismo cómo la
intuición hace que decidas en menos de un segundo si una persona es de fiar o no,
es de los tuyos o es un extraño, si os podréis entender o difícilmente tendréis nada
en común, tienes que echar a correr o te puedes quedar tranquilo a su lado.
Cuando nos disponemos a hablar ante un grupo de personas que no nos
conocen, éstas también ponen en marcha este mecanismo inconsciente de
evaluación. Si la valoración que hacen de nosotros es positiva y encaja con sus
expectativas, saldremos con ventaja. Si, por el contrario, la impresión que les
causamos es negativa, lo tendremos más difícil para ganarnos su confianza y
nos será más difícil obtener una credibilidad que, de la otra forma, se nos habría
supuesto de entrada.
Está demostrado también que las personas atractivas encuentran más faci-
lidades para establecer relaciones en cualquier ámbito. A todos nos gusta la
belleza; la presencia de personas bonitas nos satisface. Y también se sabe que,
fuera, las personas atractivas, a priori, tienen más credibilidad que las que son
menos favorecidas.
¿Qué significa todo esto? ¿Que si no somos guapos no tenemos nada que
hacer? En absoluto. También sabemos que la belleza está relacionada con la
actitud. Si nos gustamos a nosotros mismos, gustamos a los demás. Tengamos el
físico que tengamos, debemos hacer todo lo posible para mantener un aspecto
115 Recetas para hacer buenas presentaciones en público PARTe iv

agradable. Así generamos empatía, favorecemos que el otro quiera escucharnos


y relacionarse con nosotros. Además, si nuestros interlocutores perciben que
hacemos el esfuerzo de tener una imagen agradable, reciben indirectamente
el mensaje de nuestra voluntad de gustarles y esto es sinónimo de que nos
importa su valoración y que los consideramos importantes. Y ésta es la clave
de la seducción: hacer sentir importantes a los demás.
Para rematar este tema, debes tener en cuenta el importantísimo efecto de
la autoimagen: cuando te ves bien y te gustas, te comunicas mejor, te sientes
más seguro y estás mucho más cerca de tus objetivos.
¿Cómo tienes que vestir, pues, para hacer una presentación ? Depende, está
claro. Lo primero que tenemos que conocer es si existen normas al respeto en la
institución donde te encuentres. Si las hay, ¡tienen que seguirse! Si no, la respon-
sabilidad de escoger recae sobre ti y tendrás que tener en cuenta :

• Tu edad. • El grado de formalidad del acto.


• El entorno. • La imagen que quieres dar.
• El tipo de público. • Tu personalidad.

Si tu presencia no despierta sospechas, el camino será mucho más llano


porque todo el mundo tiende a confiar en alguien que responde a sus expec-
tativas. Haz tú mismo la prueba : ¿Cómo esperas que se te presente tu nuevo
dentista? ¿Confiarías en él si te visitara vestido en chándal? Tienes que admitir
que, como mínimo, te extrañarías y observarías con más atención todos sus
movimientos, para comprobar que de verdad es profesional de la odontología
y no un impostor. ¿Esperas que un activista de Greenpeace vaya a tu escuela
o universidad a impartir una charla sobre la matanza de focas en Canadá con
chaqueta, gemelos de oro y corbata?
Sobre todo cuida la higiene. Tanto si eres clásico como moderno, pijo o neopro-
gre, vas con uniforme o sin él, es primordial tener un aspecto pulcro. La razón:
inconscientemente (o no tanto) la pulcritud inspira confianza y todo el mundo te
juzga con más benevolencia. Procura sobre todo que el pelo no te tape la cara: es
imprescindible que te puedas comunicar con la mirada, de tú a tú con tu público. 
Te pongas lo que te pongas, es importante que te sientas cómodo porque te
116 saber decir PARTe iv

dará seguridad. Si eres un estudiante, quizás tienes que vestir como un estu-
diante. Sin embargo, valora la importancia que tiene tu exposición y qué puedes
hacer para causar la mejor impresión en cada caso. No olvides el objetivo de tu
exposición y el tipo de público que tendrás delante. Piensa ahora en una entre-
vista de trabajo, la presentación de la tesis, la prueba oral de unas oposiciones
o la presentación de tu proyecto a alguien que puede comprártelo.
El sector económico o profesional también influye mucho en nuestra mane-
ra de vestir. Está claro que no es igual vivir en una ciudad que en el campo o
en poblaciones pequeñas. Incluso en el interior de estas comunidades, cada
sector profesional tiene sus propias pautas: mecánicos, camareros, artistas,
maestros, diseñadores, arquitectos, ejecutivos... 
Aparte, hay escuelas y también empresas que exigen uniforme. Si te encuentras
en una situación así, tómala por el lado positivo: no tienes que devanarte los sesos
escogiendo tu atuendo. Eso sí, el uniforme tiene que estar muy bien llevado; todas
las prendas bien colocadas y en buen estado.
Si tienes libertad para vestirte como quieras, puedes optar por la vía de la
adaptación o por la de romper estereotipos. 
Adaptación: normalmente es la más cómoda y la que te facilita más las cosas
con relación a tu público. Consiste simplemente en tener la apariencia que se
espera que tengas en aquel momento. Si respondes al modelo, es más fácil que
te crean. Además, al no tener un aspecto extravagante, se te recordará sobre
todo por tu mensaje y por tus habilidades de expresión. 
Romper estereotipos: provocación, sorpresa, originalidad, extravagancia,
etc. Puede dar grandes resultados porque ganas visibilidad y tienes más posi-
bilidades de quedar en el recuerdo de los espectadores. Pero también tiene más
riesgos porque de entrada provocarás desconcierto. Y el desconcierto acarrea
desconfianza, cuando menos, de entrada. Por lo tanto, tienes que estar muy
seguro y tener claro que tienes cosas muy interesantes que decir y que las dirás
muy bien. De lo contrario, te pueden recordar como un excéntrico.
En cualquiera de los dos casos, te será útil seguir estos consejos muy gene-
rales: Cuida los aspectos relacionados con la higiene. No basta con ducharse y
lavarse el pelo (¡cosas que ya se dan por supuestas!).
Tener un aspecto esmerado también quiere decir:
117 Recetas para hacer buenas presentaciones en público PARTe iv

ȯȯ Cabellos bien cortados (según gus- lias, chanclas y otras piezas más pro-
tos personales y moda pero bien pias de la playa que de un compromi-
cortados y/o peinados). so académico. (Esto último también
ȯȯ Manos y uñas pulcras. afecta al sector masculino.)
ȯȯ Piel cuidada, en especial la de la cara ȯȯ Ropa que no marque mucho las
(muchos adolescentes están pasan- formas del cuerpo. La ropa que
do el peor momento de su vida pero te pones el viernes por la noche
tienen que hacer todo lo posible para cuando sales quizás no es la más
mantener el rostro sin impurezas, adecuada para que el auditorio se
granos, vello incipiente o más evolu- concentre en tus descubrimien-
cionado...). tos sobre la historia del pueblo de
ȯȯ Cristales de las gafas limpios y tu abuelo o en el diseño de la casa
montura sin deformaciones. domótica que has ideado.
ȯȯ Ropa discreta (dentro del estilo ȯȯ Ir perfumado no te asegura una
propio). buena imagen. Cualquier olor que
ȯȯ Colores neutros y evitando estam- desprenda tu cuerpo (aunque a ti
pados muy vistosos, rayas o cua- te encante) puede molestar a las
dros estridentes, etc. personas que tienes alrededor.
ȯȯ Calzado adecuado y limpio. Es otro tipo de contaminación
ȯȯ (¡Atención, chicas!) Poca piel a la ambiental puesto que invades el
vista. Sí, me refiero a no enseñar el espacio olfativo de los demás. No
ombligo, lucir escote por delante y te pases, pues, con el desodorante
por detrás, vestir bermudas, sanda- ni con ningún otro producto.

Si llevas uniforme, procura que ese día importante esté en perfecto estado:

ȯȯ Limpio y planchado. ȯȯ Zapatos limpios y en buen estado.


ȯȯ Repasa todos los botones.
ȯȯ El dobladillo que hace tantos días
llevabas arrastrando, cosido.
ȯȯ Las prendas bien puestas (camisa
por dentro de los pantalones, por
ejemplo).
15. Apoyos
audiovisuales
A nuestros antepasados, desde Cicerón a Martin Luther King, pasando por
Jesús o el insigne Ramon Llull, maestros de la oratoria, no les hacía falta
Powerpoint ni ningún otro apoyo para convencer, emocionar y arrastrar a la
acción a grandes grupos de personas. Confiaban únicamente en el sistema
de comunicación más completo que jamás se haya inventado: la palabra.
No podían proyectar imágenes en una pantalla, pero podían crearlas en el
cerebro del oyente. ¿Cómo? Con la palabra, con la voz y con el gesto. 
La tecnología nos ha facilitado la vida en muchos aspectos. También
en lo que a la comunicación en público respecta. La frase «una imagen
vale más que mil palabras» ha sido siempre una gran verdad y nues-
tra cultura lo ha tomado al pie de la letra. En nuestro mundo, avezado
a recibir todo tipo de informaciones y conocimientos a través de las
imágenes, la palabra a veces nos parece una herramienta poco valiosa,
difícil de manejar y poco atractiva. 
El Powerpoint, el popular programa para hacer presentaciones de
Microsoft, ha ayudado a generalizar la idea de que para hablar en públi-
co es necesaria siempre una pantalla detrás del orador. En el mundo
profesional (el político todavía no lo ha asumido de una manera tan
generalizada), la palabra «presentación» ha acabado siendo sinónima de
«presentación con Powerpoint». Hasta tal punto que, después de unos
meses de la aparición de este programa, si un ponente no se presentaba
acompañado de unas docenas de diapositivas era un anticuado o no se
había preparado la ponencia.
Afortunadamente, hoy ha pasado la fiebre y muchos profesionales lo
piensan dos veces antes de torturar a su audiencia con una sarta inter-
minable de diapositivas. El Powerpoint puede ser muy útil en algunas
ocasiones y, en otras, puede ser un gran estorbo. Antes de que dediques
tu valioso tiempo a preparar un Powerpoint, quiero hacerte estas con-
sideraciones:
119 Recetas para hacer buenas presentaciones en público PARTe iv

El Powerpoint puede ser un aliado cuando:

ȱȱ Refuerza tu imagen.
ȱȱ Ilustra el mensaje.
ȱȱ Ameniza.
ȱȱ Hace ganar tiempo porque no tienes que escribir o dibujar en la
pizarra. 
ȱȱ Sirve de guión para ti y para el público.
ȱȱ Favorece la comprensión.
ȱȱ Después puedes entregar impreso el documento como apuntes de
la sesión.
ȱȱ Lo puedes usar varias veces.
ȱȱ Lo puedes reutilizar, modificando algunas diapositivas, cruzándolo
con otro, reduciéndolo, etc.

El Powerpoint puede ser un enemigo porque:

ȱȱ Distancia al orador del público y hace que éste tenga una actitud
más pasiva.
ȱȱ No favorece la interacción entre orador y público.
ȱȱ Roba protagonismo al ponente, es decir, a ti.
ȱȱ No se puede modificar una vez que ya estás ante la audiencia.
ȱȱ Tienes que dedicar tiempo a prepararlo y no siempre lo tienes.

Algunos consejos
Cuando prepares una presentación, una de las preguntas que te tienes que hacer es:
«En este caso, ¿el Powerpoint es imprescindible?». Si no es imprescindible, piensa
en posibles alternativas; quizás serás más original.

La otra pregunta clave es «Este Powerpoint que quiero hacer, ¿es útil para mí o lo es
para mi público?». Si la respuesta es que te será más útil a ti que al público, enton-
120 saber decir PARTe iv

ces, no lo hagas. Mejor que te bases en otro método para recordar qué tienes que
decir (guión o mapa mental, por ejemplo) y que explotes al máximo tus habilidades
personales.

Cuando decidas utilizarlo, no pongas muchas palabras. Tienes que saber que no
podemos leer y escuchar a la vez. Si hablamos mientras proyectamos una diapositiva
llena de texto, nuestro público no nos puede escuchar, ¡porque está leyendo! Y si
nos escucha, entonces, ¡sobra la diapositiva!

Si no quieres que el público deje de prestarte atención, la información tiene que


aparecer progresivamente, a medida que avanzas en la exposición del tema.

Diseña una presentación poco cargada, clara y con las diapositivas justas. El buen
gusto y la elegancia también serán apreciados por tu público. Como dice Steve Jobs
«Simplicity is the ultimate sophistication». 

El Powerpoint forma parte del conjunto de tu puesta en escena. Si lo utilizas, haz


que sume, no que reste. Un mal Powerpoint puede empeorar tu puesta en escena y
perjudicar claramente tu imagen.

Un buen trío
La pantalla, el público y tú hacéis un buen trío. Tú tienes que ser el prota-
gonista de la puesta en escena y tienes que convertirte en el enlace entre la
pantalla y el público. Por eso es muy importante tu posición en la sala. No
siempre podemos elegir pero, si es posible, ponte a un lado de la pantalla, de
forma que puedas señalar la proyección cuando haga falta y no te interpon-
gas entre la imagen y tu público. Procura no perder el contacto visual con los
espectadores. Para ello, te será útil tener la pantalla del ordenador sobre la
mesa y guiarte por la pantalla colocada de espaldas al público y de cara a ti.
La presentación y tú tenéis que resultar compatibles para el públi-
co. Las imágenes tienen que ser un complemento de tu discurso. Y ten
siempre presente que:

Quien tiene que conectar con el público es la persona, no la pantalla


Te aconsejo que empieces tú la presentación, que te presentes, que sin-
121 Recetas para hacer buenas presentaciones en público PARTe iv

tonices con tu público. Después, podrás empezar a pasar diapositivas.


Haz también tú el final: cierra el tema, agradece la atención y despídete.
No dejes que una pantalla dé las gracias por ti con una ridícula diapositi-
va que diga «Muchas gracias». ¿Verdad que no pondrías una al principio
que saluda con un «Buenas tardes»?

El Powerpoint: proyectable y entregable


El Powerpoint es un programa diseñado para proyectar imágenes y
palabras –pocas– sobre una pantalla. El cuerpo de letra mínimo reco-
mendado es el 24 porque si es inferior ya será muy difícil de leer para el
público. Esto supone que la cantidad de texto que cabe en una diaposi-
tiva es muy pequeña. Entonces, ¿ por qué algunos ponentes, profesores
y otros profesionales nos aburren con presentaciones llenas exclusi-
vamente de texto y, lo que es peor, nos invitan a dormir, leyéndonos
literalmente todo el contenido? No podemos torturar al público de ese
modo y mucho menos tratarlo de analfabeto: no hace falta que nadie
le lea la pantalla. Lamentablemente, hay oradores que –ignorando el
privilegio que se les concede– acaban siendo simples lectores.
Esta práctica tan habitual tiene dos orígenes claros. En primer lugar,
el Powerpoint ha sido el salvador de muchas personas angustiadas por
su pánico a hablar públicamente. El miedo a perderse, quedarse en blan-
co o dejar de decir cosas importantes, hacen que encuentren impres-
cindible esta «chuleta». Se la preparan para ellos y obligan a tragarla
también al sufrido público.
En segundo lugar, muchos profesores y otros profesionales ven en este
programa la manera más fácil de elaborar, al mismo tiempo, una pre-
sentación y unos apuntes. Se ahorran un documento. Sin pensar en las
consecuencias: el resultado no será ni una buena presentación ni unos
buenos apuntes. Como presentación será pesada, aburrida y poco visual.
Como apuntes, serán incompletos, esquemáticos, mal redactados.
Por todas estas razones y, también por la general carencia de cali-
dad de estos documentos, actualmente muchos profesionales e incluso
empresas han decidido prescindir de este apoyo. Hoy en día, resulta
122 saber decir PARTe iv

más original quien usa medios diferentes. Algunos ejemplos: vídeos,


objetos, transparencias en un retroproyector y, claro está, una pizarra,
¡una antigua y vulgar pizarra!
La pizarra y el papelógrafo tienen muchas ventajas y puedes sacarles
un gran rendimiento:

ȯȯ Nos permiten estar de pie. pero suficientes para ilustrar.


ȯȯ Favorecen el movimiento. ȯȯ Aparece la información a medi-
ȯȯ Centran la atención en la piza- da que nosotros queremos.
rra cuando nos interesa. ȯȯ Nos podemos adaptar mucho
ȯȯ Son un complemento visual, más a nuestro público.
especialmente para hacer ȯȯ Podemos interactuar mejor.
esquemas, anotar datos y nom- ȯȯ Tenemos más libertad y pode-
bres, hacer dibujos sencillos mos modificar el guión previsto.

Para acabar este capítulo déjame darte un consejo: 

¡Lo más importante de una presentación eres tú!


Haz que el público te recuerde a ti. La presentación sólo es un com-
plemento en la escena. Activa todas tus habilidades de comunicación y
seducirás a tu público en un abrir y cerrar de ojos.
Parte V
16. La improvisación

El mejor consejo que te puedo dar es que no improvises nunca. La mejor


improvisación es la que está preparada.
Sin embargo, tenemos que estar preparados para las situaciones que
no esperábamos y de las cuales tenemos que salir airosos. Huir, nunca.
Será inteligente, pues, que entrenemos esta habilidad. El entrenamien-
to nos ayudará a tener más agilidad mental, capacidad para encontrar la
palabra adecuada en cada momento y, sobre todo, obtendremos facili-
dad para estructurar el discurso de manera ordenada y coherente.
Ante la obligación de improvisar sugiero:

1. Si dispones de unos minutos, antes de tu intervención, hazte un


pequeño guión o mapa mental, muy simple, para ordenar rápida-
mente las ideas y no perderte después cuando hables. 

2. Si te pillan por sorpresa y te pasan el micro a traición, gana tiempo

a. Bebiendo un poco de agua.


b. Poniéndote en pie con total parsimonia.
c. Saludando y agradeciendo la presencia al público.

Mientras haces esto, ganas unos segundos preciosos para que acudan
las ideas a tu cabeza.

3. No te extiendas mucho. Si te queda una buena intervención, serás


recordado por tu brillantez. Si no estás muy afortunado, mejor será
que acabes rápido antes de perder la buena imagen que tenías.

4. Habla en general si no conoces muy bien el tema. No te arriesgues a


dar datos, nombres de personas o citar personajes ilustres.
126 saber decir PARTe v

5. Estructura el discurso. La estructura más simple es la de tres partes.


Por ejemplo:
ȱȱ Saludo y agradecimiento (por invitarte, por la pregunta, por escuc-
har, por la participación, etc.).
ȱȱ Entrada en el tema y desarrollo.
ȱȱ Cierre y «Gracias» (sólo si el acto lo requiere).

6. Haz un buen cierre y sólo uno. Una de las cosas difíciles de la impro-
visación es acabar en el momento oportuno: ni demasiado pronto
ni demasiado tarde. Si ves que te enrollas y que no sabes dónde irás
a parar o que te estás metiendo en camisa de once varas, será pru-
dente que te prepares para pronunciar el cierre. Éste puede ser una
conclusión, un consejo, un deseo, unas palabras de ánimo, etc. Hay
un truco fantástico para iniciar el final aunque no lo tengas prepara-
do y no sepas qué decir. Consiste en pronunciar las palabras «Para
terminar...» y verás cómo por arte de magia te vienen a los labios las
palabras adecuadas para cerrar tu intervención.

Aquí tienes un ejemplo de breve discurso improvisado. Imagínate


que estás en la ceremonia de entrega de Premios a la Investigación e
Innovación de tu facultad. El presentador del acto anuncia el primer
premio y, después de largos segundos de suspense, pronuncia, con gran
sorpresa para todo el mundo, tu nombre. Subes al escenario y en los
segundos que tardas en llegar ya has pensado qué dirás. Te sitúas junto
al presentador, agarras el premio y dices:

¡Buenas noches! Esto sí que ha sido una sorpresa. Muchas gracias.

Cuando decidí iniciar este proyecto, no esperaba que me diera


tantas satisfacciones. Los compañeros, los tutores, los técnicos
que me han asesorado, y los expertos de todo el mundo con quien
he contactado a raíz de esta investigación, han sido un regalo
que me quedará para toda la vida.
127 Recetas para hacer buenas presentaciones en público PARTe v

Y ahora, con este premio, me siento todavía más feliz, sobre todo
porque también es un reconocimiento para ellos.

Que estos premios sirvan de estímulo a todos los estudiantes que


quieran adentrarse en el mundo de la investigación.

Muchas gracias a todos.


17. Decálogo para una
presentación de éxito
Una exposición es una venta. Tienes que vender unas ideas, un proyecto,
el resultado de una investigación... y te tienes que vender a ti mismo.
Has dedicado tiempo y energía a la realización del trabajo. Te has
adentrado en el proyecto, te has peleado con él y lo has amado. Has com-
partido noches y disgustos con los compañeros. Has tenido que correr
para terminarlo y has quedado exhausto. Podrías respirar y relajarte
pero no, todavía no. Ahora hay que presentarlo y defenderlo ante el pro-
fesor o el tribunal evaluador. Tienes, pues, un reto pendiente: convencer
de que el trabajo es bueno y que tú lo sabes explicar.

E
ET
S T Í NGU
DI
SINTE
TIZA

O R GAN IZ A
D IA LO GA

D IS E Ñ A

VENDE
SE DUC E

SE LE CC IO NA CO N T R O
LA
129 Recetas para hacer buenas presentaciones en público PARTe v

Aquí tienes diez pistas para ayudarte a sacar todo el partido de la


presentación del trabajo:

1. Sintetiza. En el tiempo que te dan no tienes oportunidad de


explicar todo el contenido del proyecto y los detalles de la ela-
boración. Un exceso de información provocará que vayas deprisa
para comprimirlo y contagiarás este estrés al tribunal. Darás la
imagen de acelerado y nervioso. Y pueden quedar saturados de
información.

2. Selecciona. Vale más la calidad que la cantidad. Elige las «ideas


fuerza» y conviértelas en «mensajes clave». No tenemos que
aspirar a transmitir más de tres o cuatro ideas fundamentales.
Enúncialas en forma de titulares y desarróllalas de manera clara
y atractiva.

3. Organiza. Ordena los contenidos, busca la lógica de tu exposición,


da una estructura coherente al trabajo y haz que el público te siga
fácilmente: guíalo hasta el final.

4. Diseña. Planifica la defensa del trabajo como una puesta en escena


y ten en cuenta todos los detalles: desde el saludo hasta los agrade-
cimientos y todo el contenido.

5. Vende. Muestra la importancia que tiene tu trabajo, destaca su uti-


lidad y explica lo que te ha aportado a ti.

6. Distínguete. Deja una impronta en tus receptores. Diferénciate y


presenta con estilo propio, con seguridad y calidad.

7. Seduce. Cuida de tu aspecto y demuestra que la presentación es


importante para ti. Causarás mejor impresión y tendrás más empa-
tía. Haz sentir al tribunal que su opinión es importante.
130 saber decir PARTe v

8. Dialoga. Comunícate con el público y no te limites a hablar para ti


mismo. Conecta. Haz referencias, mira a los ojos de los componen-
tes del tribunal, de tus compañeros. Demuestra que los estás viendo
y que los tienes en cuenta.

9. Complementa. Si crees que puede mejorar tu intervención, comple-


menta tus palabras con un Powerpoint u otros apoyos similares.
Recuerda que esto también forma parte de tu imagen. Por lo tanto,
si lo utilizas, procura que sea bueno.

10. Controla. El tiempo es un elemento de presión. Es necesario que te


ajustes al tiempo que se te ha otorgado, porque forma parte de las
normas del juego y cumplirlas también es una muestra de rigor y de
trabajo preparado. Para no fallar, ensaya previamente.
18. Tan lejos, tan cerca...

No sólo en la comunicación presencial debemos ser claros, persuasivos


e inspirar confianza. La tecnología nos permite salvar el tiempo, las
distancias y favorece la visibilidad. Aunque sólo nosotros podemos
velar por nuestra imagen.
Hasta ahora, nos hemos centrado en habilidades para convencer a una
audiencia presencial. Pero hoy en día, son cada vez más frecuentes las
comunicaciones audiovisuales, instantáneas o en diferido. Las videocon-
ferencias nos acercan a parientes y amigos tanto si están en el otro extre-
mo del mundo como al lado de casa. Y en el terreno laboral, ahorran tiem-
po, dinero y contaminación porque permiten, por ejemplo, mantener
reuniones entre un empresario de Sevilla y su delegación en Chile. 

Skype
La tecnología cada vez nos lo pone más fácil y nos parece muy normal
hablar con un amigo o con alguien de la familia por skype. Esta vía de
comunicación ( junto con otras técnicas de videoconferencia) se usa
también en el ámbito académico y profesional. En estos casos, la comu-
nicación suele ser más formal y, por eso, tendremos que cuidar también
todos los aspectos que hemos ido viendo hasta ahora sobre la comuni-
cación en público. Así, hay que tener en cuenta:

ȱȱ La imagen del entorno. Todo lo que puede aparecer en el marco de la


pantalla. Procura que no se vea desorden en libros o papeles; que no haya
abrigos y bufandas colgando en el respaldo de la silla; bocadillos, botellas
u otros restos de comida sobre la mesa, etc.
ȱȱ Tu imagen. Tiene que ser tan cuidada como si la entrevista fuera presencial.
ȱȱ El mensaje que tienes que transmitir. Ten claras las ideas fuerza y en qué
orden se tienen que exponer. También puedes tener un mapa mental o
un esquema, pero procura mirar el máximo de tiempo a la videocámara.
132 saber decir PARTe v

ȱȱ La voz. En este caso, no hay que proyectar la voz, sino encontrar un tono
cálido y cercano aunque firme a la vez. 
ȱȱ La velocidad y la articulación todavía se tienen que cuidar más que presencial-
mente, dado que a veces hay pequeños cortes en la conexión que dificultan la
audición. Articula con claridad porque tu receptor también te leerá los labios.
ȱȱ La posición corporal. Ésta dirá si estás cansado, animado, aburrido, ilu-
sionado por lo que dices... Siéntate con corrección y con naturalidad.
ȱȱ La expresión de la cara. Es de una importancia capital para establecer una
buena relación. Será la base de la empatía recíproca. Empieza con una sonrisa
al dar la bienvenida y después mantenla en todos los momentos que lo requiera
la conversación. También en la despedida hay que dejar un buen recuerdo.

Videocurrículum
Seguramente en la escuela te han enseñado a redactar un curriculum vitae
por escrito. No hay dudas sobre la utilidad de este documento a la hora de
buscar trabajo o de presentar tus credenciales en cualquier situación pro-
fesional. Ahora bien, en la actualidad, ya no es suficiente. Las empresas
buscan candidatos muy preparados académicamente, aptos en la espe-
cialidad que se les pide. Además, también quieren ver cómo son, cómo se
expresan, qué habilidades tienen. Por eso, una de las maneras actuales de
presentar una autocandidatura es enviar un videocurrículum (VCV).
Se trata de hacer una grabación breve, de dos minutos como máximo,
en la que explicas quién eres, qué sabes hacer, qué tipo de trabajo buscas.
Puede ser muy útil porque te permite:

ȱȱ Diferenciarte de otros candidatos.


ȱȱ Ganar visibilidad si lo haces circular en internet.
ȱȱ Adecuarte al tipo de oferta a la que te diriges.
ȱȱ Transmitir valores, actitudes y carácter, además de tu historial
académico y profesional.

Con una grabación de no más de un minuto, el receptor recibe una infor-


mación complementaria que difícilmente se puede plasmar en el cv. En
133 Recetas para hacer buenas presentaciones en público PARTe v

una entrevista presencial, también pasa esto pero existe la posibilidad de


interactuar y de ir corrigiendo según avanza la conversación. El VCV tiene
la ventaja de que se puede preparar muy bien y ensayar tantas veces como
haga falta. Pero, por otra parte, tiene el inconveniente de que es un produc-
to acabado, rígido. No se puede adaptar al destinatario una vez enviado.
En definitiva, si no es un buen «anuncio» repercutirá negativamente
sobre tu imagen. Para hacerlo mal, mejor que no lo hagas. Si te atreves,
puedes pasar una tarde divertida con tus amigos o con la familia mientras
te ayudan a prepararlo, a grabarlo y viéndolo juntos. Aquí tienes unas
pautas básicas para la creación de este VCV. Para grabar el VCV sigue los
mismos consejos que te he dado para hacer una conexión con skype.

Si quieres preparar un VCV, debes tener presente


1. Prepara previamente muy bien el guión: da sólo los datos esenciales, habla de
lo que te diferencia y da uno o dos argumentos que te validen para ocupar el
puesto de trabajo.

2. Ensaya tanto como sea necesario la puesta en escena. Procura mostrarte na-
tural y con aspecto tranquilo.

3. Adecua el mensaje verbal, el aspecto personal y toda la puesta en escena al


destinatario. Para ello, infórmate bien de la empresa a la cual te diriges.

4. Si presentas una autocandidatura, piensa muy bien qué imagen quieres transmitir
y diseña el vídeo en función de ello. Si no lo tienes claro, prepara una intervención
tan correcta y neutra como sea posible, apta para la mayoría de los receptores.

5. Evita los montajes demasiado complicados, de gusto dudoso y que distraigan la


atención. Recuerda que tú eres el protagonista. Que nada desvíe la atención de ti.

6. Busca el punto de equilibrio entre la formalidad que requiere este documento


y la simpatía que tanto ayuda a abrir puertas.

7. No seas perezoso y repite la grabación las veces necesarias para obtener un


resultado óptimo. Te juegas mucho.
134 saber decir PARTe v

Aquí tienes un ejemplo de VCV


Un amigo tuyo quiere presentarse a un taller mecánico de motos. Se
trata de uno de los talleres con más prestigio de la zona y entre sus clien-
tes hay figuras del motociclismo y el automovilismo. Quiere diferen-
ciarse de otros candidatos y le aconsejas que haga un VCV. Diseñáis el
escenario y redactáis el mensaje:

Imagen Mensaje
Javier en una aula del Instituto (sentado Hola. Soy Javier Robles y he acabado
en el aula vacía, o de pie, delante de la los estudios de mecánica en el Instituto
pizarra). Antonio Machado de Badajoz.
Javier mostrando el taller que se ha Desde niño me han gustado mucho las
montado en el garaje de su casa. motos y poco a poco he ido montando
este taller en casa. Aquí he reparado mis
bicicletas, mi moto y las de mis amigos.
Javier en el circuito de Jerez Sigo las carreras habitualmente y, si
(o en el salón de su casa viendo las puedo, las veo en directo.
carreras en la tele).
Javier otra vez en el taller. La mecánica y las motos son mi pasión
y también me gustaría que fueran mi
profesión.
Ídem. Si habéis pensado incorporar un joven
preparado y entusiasta, contactad
conmigo. Trabajar con vosotros sería una
buena oportunidad para aprender más y
estar cerca de los mejores expertos.
Datos de contacto. Ruido de una moto que arranca.
19. Las presentaciones
en otras lenguas
El mundo globalizado y los cambios demográficos nos obligan a domi-
nar más de una lengua ya que, con frecuencia, nuestro idioma materno
no es el idioma escolar o profesional. ¿Cómo superar esta dificultad
añadida a las propias de la comunicación en público?
Cuando no utilizamos la lengua materna nos sentimos más inseguros por-
que nos falta fluidez, sabemos que no acabamos de pronunciar correctamen-
te o no dominamos el vocabulario. Si el idioma en que tenemos que hablar no
es de uso habitual, quizás incluso estemos traduciendo constantemente.
No te preocupes. Lo ideal sería hablar perfectamente pero si no es así,
tenemos que estar seguros de que podemos convencer y llegar a nuestro
público igualmente. Piensa que la lengua es un vehículo y el público está
más interesado en el tema o en ti que en la lengua de transmisión. Pre-
párate bien la exposición y asegúrate de que te haces entender. Ensaya
bien. Busca un aliado que esté contigo y te ayude a mejorar con sus
observaciones y correcciones.
Después, pon mucho entusiasmo. Seguro que lo contagias. El público
te disculpará los errores si ve que das lo mejor de ti, que lo has prepa-
rado a conciencia y que crees en lo que dices. Incluso puedes despertar
simpatía por el esfuerzo que haces al hablar en otra lengua.

In English
If you can speak English and you must do presentations in this lan-
guage, don’t worry. If your public is not native, maybe has a similar, or
worst, level than you. You will have his support.

Public is not so exigent if he knows you are not native. Remember

The most important in this case, is not the vehicle. The most important is
the message.
137 Recetas para hacer buenas presentaciones en público PARTe v

Some advises:

ȱȱ Have information about public: language, country, culture, etc.


ȱȱ Repeat twice the presentation at home and, if it’s possible, record
it. Hear it and improve the pronountiation.
ȱȱ Prepare a complet vocabulary about the topic.
ȱȱ Prepare the most frequent structures.
ȱȱ Prepare a document for you, as a guide.
ȱȱ If necessary, prepare a Powerpoint for public. Without ortographic
mistakes, please.
ȱȱ Watch at «you tube» some presentations of excellent comunicators
as Steve Jobs, Obama, Al Gore, Mark Zuckerberg, Severn Suzuki
or someone like them.
ȱȱ Practice to speak about the topic with some friends.
Epílogo
Los beneficios de desarrollar habilidades de comunicación son innumera-
bles; quizás el más importante es la seguridad con que podrás expresarte,
la confianza que sentirás en ti mismo en cualquier situación: desde una
entrevista de trabajo a una fiesta donde no conoces a nadie. Podrás defen-
der tus opiniones sin agobiarte, tendrás más posibilidades de influir en los
demás a través de la persuasión y la seducción, podrás exponer tus trabajos
académicos y tus proyectos técnicos con credibilidad, presentarte a unas
oposiciones y no tirar meses de estudio por la borda en la parte oral.
En tu futuro profesional, ya muy próximo, verás cómo las habilidades
de comunicación se convierten en una herramienta que necesitarás en
todo tipo de relaciones y por cualquier vía: escrita, telefónica, presen-
cial, en público. Las empresas, hoy en día, valoran tanto un historial
académico como la capacidad de gestión emocional y de relación de los
candidatos. Se dice que las empresas contratan a los profesionales por
«lo que son» y los despiden por «cómo son».
Por lo que respecta, en concreto, a las habilidades de hablar en públi-
co, suponen un valor añadido tanto para tu proyeccción personal como
para la de la empresa que te contrata. Porque no basta con hacer un
trabajo de calidad: hay que saberlo presentar y vender.
Por las carencias en el sistema educativo y la poca importancia que
socialmente se ha dado al aprendizaje de estas técnicas (incluso mal
vistas y consideradas técnicas de manipulación o demagogia), muchos
profesionales se encuentran con barreras difíciles de superar. Si no pue-
des presentar un proyecto a un cliente; si no puedes pronunciar una
conferencia sobre un tema en el que eres experto; si no puedes liderar tu
equipo por falta de herramientas; si como directivo no puedes ni hacer
un brindis en la cena de Navidad de tu empresa... muy probablemente
has tocado techo en tu carrera.

Desarrolla tus habilidades para hablar en público.


Se te abrirán muchas puertas.
Vocabulario
Vocabulario
Casi todos los vocablos técnicos que utilizo en el libro están explicados
en el capítulo donde aparecen. A pesar de ello, aquí tienes un breve voca-
bulario que te puede ayudar a aclarar algunos significados, siempre en el
contexto de la comunicación en público. Encontrarás también los anglicis-
mos que he usado porque son más frecuentes y conocidos que la corres-
pondiente expresión castellana en el habla habitual de la empresa.
Anclaje: es la fijación de un estímulo sensorial con el estado inter-
no que deseamos tener, de manera que, cuando activamos el estí-
mulo, obtenemos este estado interno.
Articulación: forma de utilizar los órganos del habla de forma que
producen sonidos claros e inteligibles.
Atril: mueble con pie y con un plano inclinado donde se apoya el
texto o el guión del discurso para facilitar su lectura. Utilizado
por los oradores cuando se expresan de pie.
Barbarismo: forma lingüística, sobre todo del léxico, proveniente
de otra lengua que sustituye un término genuino de la lengua que
hablamos. Estas formas no se aceptan como correctas.
Brainstorming (lluvia o tormenta de ideas): técnica utilizada para
fomentar la creatividad y generar ideas. Consiste en anotar las
ideas tal como van surgiendo en una hoja de papel, una pizarra
o en papelitos readhesivos. Se puede utilizar en grupo e indivi-
dualmente.
Check list (o lista de control): lista de material, procedimientos,
personas, acciones, etc. que hay que controlar y donde se anotan
marcas de comprobación.
Defensa oral: exposición oral donde se presenta los resultados de un
trabajo de investigación, una tesina o tesis doctoral. Esta interven-
ción se hace ante un tribunal evaluador que califica el trabajo.
142 saber decir vocabulario

Elocución: forma de expresar los pensamientos. Discurso.


Elocuencia: capacidad para hablar con facilidad y de forma expre-
siva, que deleita, conmueve y, especialmente, persuade a quienes
la escuchan.
Empatía: facultad de comprender las emociones y los sentimien-
tos de los demás.
Expresión oral: expresión hablada, no escrita.
Feedback (retroalimentación): respuesta del interlocutor a nues-
tros mensajes. Esta reacción puede ser verbal o no verbal.
Flipchart (papelógrafo o rotafolio): pizarra transportable, normal-
mente de tres patas, que incorpora un bloque de hojas de papel
para escribir ante un público reducido.
Lenguaje no verbal: lenguaje que no utiliza la palabra. Conjunto de
recursos que los humanos utilizamos para expresar sentimientos,
emociones, actitudes, etc. y que complementan la palabra: posi-
ción corporal, gestos, expresión de la cara, indumentaria, etc.
Lenguaje paraverbal (también llamado paralenguaje): en la expre-
sión oral, conjunto de fenómenos no estrictamente verbales que
acompañan el uso de la lengua y completan el significado del men-
saje verbal. Entonación, articulación, volumen, ritmo son algunos
de los recursos que, utilizados voluntaria o involuntariamente,
transmiten información adicional al mensaje verbal.
Lenguaje verbal: lenguaje basado en la palabra, escrita o hablada.
Muletilla: palabra o frase innecesaria que se repite mucho en una
conversación, por costumbre o como apoyo del discurso. Ayudan
a llenar el silencio mientras buscamos las palabras adecuadas.
Orador/a: persona que habla en público. Persona que domina el
arte de la oratoria, que tiene especial habilidad para deleitar y
convencer a su auditorio.
143 Recetas para hacer buenas presentaciones en público vocabulario

Oratoria: arte de expresarse en público.


Persuasión: capacidad de convencer mediante argumentos y el
uso adecuado de la palabra.
Post-it: nombre de una marca que comercializa bloques de papeles
readhesivos que utilizamos para dejar notas.
Protocolo: conjunto de pautas o normas, a menudo no escritas, que
regulan una actividad y son compartidas por los participantes.
Retórica: arte para expresarse a través de la palabra oral o escrita.
Retroproyector: aparato destinado a proyectar documentos trans-
parentes sobre una pantalla situada, generalmente, detrás de un
conferenciante.
Videocurrículum (VCV): grabación en vídeo donde el propio can-
didato explica su curriculum vitae con la intención de presentarse
a una oferta de trabajo.
Bibliografía
Bibliografía básica
Esta bibliografía no pretende ser exhaustiva ni recoger todas las obras
que el mercado te ofrece sobre la comunicación en público. Existen
decenas de manuales de oratoria y miles de libros sobre habilidades
de comunicación personal.
Te presento, pues, una selección de libros que considero esenciales
para tus conocimientos y que te resultarán prácticos.

Barker, Alan, Cómo mejorar la comunicación, Ed. Gedisa.


Carnegie, Dale, Cómo hablar bien en público, Ed. Edhasa.
Davis, Flora, La comunicación no verbal, Alianza Editorial.
Diversos autores, Palabras que cambiaron el mundo, Ed. Leqtor.
Hoff, Ron, Puedo verlo desnudo, Ed. Granica.
Lakhani, Dave. Persuasión, Ed. Profit.
Pease, Allan y Barbara, El lenguaje del cuerpo, Ed. Amat.
Ramon-Cortés, Ferran, La isla de los 5 faros, Ed. RBA.
Swan, Rupert L, El método Obama, Ed. Debolsillo.

Para los profesores


Todos los anteriores y además:

Buzan, Tony, Cómo crear mapas mentales.


García del Toro, Antonio, Comunicación y expresión oral, Ed. Graó.
Dilts, Robert, El poder de la palabra, Ed. Urano.
Studer, Jürg, Oratoria, Ed. El Drac.
Turchet, Philippe, El lenguaje del cuerpo, Ed. Mensajero.
Knapp, Mark L., La comunicación no verbal, Ed. Paidós.
148 saber decir bibliografía

Recursos on line
www.teresabaro.com
Blog de Teresa Baró, dedicado a la comunicación.

www.retorico.blogspot.com
El blog del retórico empedernido. Del Dr. Manuel López, de la Univer-
sidad de Almería.

www.youtube.com.
Encontrarás, entre otros muchos vídeos, fragmentos de discursos his-
tóricos, conferencias de expertos, ruedas de prensa, etc.

www.slideshare.net
El «youtube» de las presentaciones en Powerpoint.

www.ted.com
Encontrarás las mejores presentaciones en inglés. Los más populares
oradores del momento y sus brillantes intervenciones.
149 Recetas para hacer buenas presentaciones en público bibliografía

Para encontrar citas célebres


De Benito, José Ignacio, El gran libro de las citas y frases célebres,
Ed. Libsa.
Calles Vales, José, Dichos y frases hechas, Ed. Libsa.
Señor González, Luis, Diccionario de citas, Ed. Espasa Calpe.

También en internet
www.citasyrefranes.com
www.mundocitas.com
www.citas-comunidad.com
www.sabidurias.com

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