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Oncología NRC: 50098 Historias clínicas

Análisis
Dra. Bertha Rebolledo Íñigo

Xalapa de Enríquez a 14 de mayo de 2018

ALEJANDRA HERNANDEZ DELGADO


UNIVESIDAD VERACRUZANA, FACULTAD DE MEDICINA XALALA
HISTORIAS CLÍNICAS

Contenido
Cáncer de ovario ................................................................................................................................. 2
Cáncer de páncreas ............................................................................................................................. 4
Cáncer de mama ................................................................................................................................. 6
Cáncer colorrectal (sigmoides). ........................................................................................................... 8
Sarcoma uterino ................................................................................................................................ 10
Leucemia linfoblástica aguda ............................................................................................................ 11
Cáncer de duodeno ........................................................................................................................... 13
Cáncer de lengua ............................................................................................................................... 15
Cáncer óseo (tumor de células gigantes) .......................................................................................... 18
Cáncer cervicouterino ....................................................................................................................... 20

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HISTORIAS CLÍNICAS

Cáncer de ovario
Se trata de paciente femenino de la sexta década de la vida sin antecedente
patológicos de importancia, con carga genética para enfermedades crónicas no
transmisibles ECNT como DM y HAS y cáncer. Que inició padecimiento actual
desde noviembre de 2017, sin embargo fue hasta marzo de 2017 que se le realiza
el diagnóstico y es referida de San Andrés Tuxtla a esta unidad hospitalaria para
continuar con protocolo de estudio para cáncer de ovario, estaba programada a
consulta externa, sin embargo, fue ingresada de urgencia por presentar disnea de
esfuerzos mínimos desaturando hasta el 60%. Su TAC de muestra derrame pleural
bilateral de predominio izquierdo de hasta 70% sin evidencia de nódulos ni masas,
abundante líquido en cavidad abdominopélvica y una masa de bordes irregulares
que involucra al útero, ovario izquierdo, vejiga, y recto compatible con probable
carcinoma de ovario, citología de líquido de ascitis positiva para adenocarcinoma
de ovario, CA 125 de 464 u/ml, el resto de los marcadores son normales. A la
exploración física se integra síndrome pleuropulmonar de derrame, abdomen
globoso no doloroso a expensa de líquido de ascitis, con signo de la ola positivo y
matidez cambiante.
Por lo anterior podemos inferir que la disnea es secundaria al derrame pleural
bilateral, este último por CA de ovario metastásico en etapa IV. En el cáncer de
ovario en estadio IV, las células cancerosas se han diseminado a tejidos externos
al abdomen y la pelvis. Las células cancerosas se pueden encontrar dentro del
bazo, el hígado, en los pulmones y en otros órganos ubicados fuera de la cavidad
peritoneal. La cavidad pleural constituye el sitio metastásico extraabdominal más
frecuente en el CA de ovario. En pacientes con carcinoma de ovario y derrame
pleural, se requiere una citología positiva de líquidos para un diagnóstico en estadio
IV, en el caso de nuestra paciente fue positiva, por lo que se estadifica en una etapa
clínica IVA. Los pacientes con extensión tumoral hacia el espacio pleural tienen una
mediana de supervivencia global de 2 años, la tasa de supervivencia a 5 años es
tan solo de 17%. A estos pacientes se debe ofrecer quimioterapia neoadyuvante,
en el caso de nuestra paciente se le administrarán 6 ciclos de Paclitaxel y
Carboplatino y se evaluará la respuesta al tratamiento.
En México, el cáncer de ovario es la quinta causa principal de muerte por
cáncer entre las mujeres. Una de las principales razones de la alta tasa de
mortalidad es la incapacidad de identificar a las mujeres con enfermedad en estadio
temprano como resultado de herramientas de detección inadecuadas y la falta de
síntomas clínicos específicos. Aunque la ecografía pélvica y el marcador sérico CA
125 pueden ser valiosos en la detección del cáncer de ovario en mujeres
asintomáticas, ninguno de estos métodos tiene un nivel aceptable de sensibilidad o
especificidad para el cribado poblacional.
El diagnóstico temprano debe basarse en el conocimiento de los síntomas y
los factores de riesgo. Los factores de riesgo más importantes para CA de ovario
son el antecedente familiar, la edad (pico de incidencia 50-70 años) nuliparidad y el
uso de estrógenos. La sintomatología en etapas tempranas de la enfermedad suele
ser vaga, sin embargo, una metanálisis que incluyó más de 50 cohortes de Ca de
ovario publicado por la revista Journal of Clinical Oncology reporta que el 90% de

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los pacientes con enfermedad en estadio temprano informaron al menos un síntoma


pivote de la enfermedad. Los tres síntomas más importantes fueron 1) distensión
abdominal, 2)dolor pélvico, 3) cambios en el hábito intestinal. Este último incluye
(indigestión, saciedad temprana, sensación de plenitud, otros síntomas de
importancia fueron dolor cervical, nauseas,dispareuna, fatiga, anorexia y pérdida de
peso. El reto para un médico general en atención primaria es distinguir los síntomas
del cáncer de ovario de los de otras enfermedades, como el síndrome del intestino
irritable u otras enfermedades gastrointestinales.
Nuestra paciente debutó con saciedad temprana, síntomas de plenitud y
cambios en el hábito intestinal, a estos síntomas se agregó distensión abdominal
muy marcada y síntomas constitucionales como fiebre, anorexia y pérdida ponderal
de peso, estos síntomas aunados a los factores de riesgo propios de la paciente
como el antecedente familiar y la edad son sugestivos de proceso neoplásico.
Razón por la cual desde su primer contacto médico se debió realizar pruebas de
cribado como ecografía abdominal y marcador tumoral CA 125.

Bibliografía:

1. Quaye L, Gayther SA, Ramus SJ, et al. The effects of common genetic
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5. Vine MF, Calingaert B, Berchuck A, Schildkraut JM. Characterization of


prediagnostic symptoms among primary epithelial ovarian cancer cases and
controls. Gynecologic Oncology. 2003;90(1):75–82.

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HISTORIAS CLÍNICAS

Cáncer de páncreas
Se trata de paciente femenino de la octava década de la vida con carga
genética importante para cáncer y ECNT. Inicia padecimiento actual en agosto de
2017 debutando con síntomas constitucionales y cambios en el hábito intestinal
(estriñimiento), a estos síntomas se agregaron distensión y dolor abdominal y
pérdida de peso ponderal de más de 10 k en un mes. Todos estos síntomas pasaron
desapercibidos por su médico familiar, quien diagnóstico gastritis crónica, y fue
hasta enero de 2018 que se le realizó una ecografía abdomino pélvica que reveló
tumoración pancreática que involucra peritoneo y vasos sanguíneos. Ingresa al
Cecan para protocolo de estudio, la TAC corroboró la presencia de proceso
neoplásico de páncreas con probable metástasis hepática, sin embargo, no elevó
marcadores tumorales y aún no se cuenta con el diagnóstico histopatológico.
En México el Cáncer de páncreas ocupa el quinto lugar de neoplasias en
hombres y el séptimo en mujeres. El mayor impacto del cáncer de páncreas lo
constituye el hecho de que fallecen casi el mismo número de casos que se
diagnostican.
El diagnóstico de cáncer de páncreas generalmente depende de los
síntomas; en consecuencia, el diagnóstico se realiza en etapas tardías cuando no
hay posibilidad de curación. Los síntomas que predominan son dolor abdominal, la
anorexia, la saciedad temprana y la pérdida de peso están presentes. El dolor de
espalda también puede ser prominente. Un reconocimiento más temprano de los
síntomas podría mejorar la detección temprana del cáncer. Las cohortes más
importantes de manifestaciones clínicas de cáncer de páncreas revelan que el 25%
de los pacientes tienen síntomas compatibles con la enfermedad hasta 6 meses
antes del diagnóstico y el 15% de los pacientes puede buscar atención médica más
de 6 meses antes del diagnóstico.
Estos síntomas pueden atribuirse erróneamente a problemas como el
síndrome irritable, colitis ulcerativa o enfermedad de Crohn, que representan los
principales diagnósticos diferenciales. Desafortunadamente una cuarta parte de los
pacientes con cáncer de páncreas no presentan ningún síntoma en etapas
tempranas de la enfermedad, por lo que los médicos de primer contacto deben
prestar especial atención en los factores de riesgo, los más importantes son los
antecedentes familiares y / o antecedentes personales de pancreatitis o
características clínicas que sugieran uno de los síndromes de predisposición al
cáncer como son el síndrome de Peutz-Jeghers, melanoma múltiple atípico familiar,
CA hereditario de mama y ovario, síndrome de Li-Fraumeni, cáncer de colon
hereditario no poliposo y poliposis adenomatosa familiar. Otros factores de riesgo
importantes para cáncer de páncreas son: Edad >45 años, la edad promedio de
presentación es a los 70 años, sexo, la prevalencia de CA de páncreas en hombres
con respecto a las mujeres de de 3H:1M, raza negra, pancreatitis y DM. El inicio
reciente de la diabetes puede ser la mejor pista y se debe incluir en un perfil clínico

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de los pacientes antes de la aparición de los síntomas para identificar a un grupo de


alto riesgo para aplicar estrategias de detección temprana de la enfermedad.
Si bien en nuestra paciente no identificamos un síndrome específico de
predisposición al Cáncer se cuenta con el antecedente familiar de cáncer y se
encuentra en la edad promedio de presentación y ante la presencia de síntomas
constitucionales, distensión y dolor abdominal, estreñimiento y pérdida de peso
ponderal se debe pensar en neoplasia como primera consideración diagnóstica,
para lo cual es necesario pedir como mínimo una ecografía abdominopélvica, como
pruebas complementarias se solicita tomografía abdominal, pruebas de
funcionamiento hepático, amilasa, lipasa y marcadores tumorales como CA 19.9,
sin embargo el diagnóstico definitivo es histológico.
El único tratamiento para el cáncer de páncreas con potencial curativo es la
resección de la porción afectada del páncreas, porque solo un pequeño subgrupo
de pacientes que presentan cáncer de páncreas es resecable, el pronóstico para
etapas tardías es sombrío, ya que la tasa de supervivencia a 5 años para el cáncer
de páncreas es de tan solo 6%.

Bibliografía:

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(CAPS) Consortium summit on the management of patients with increased
risk for familial pancreatic cancer. Gut. 2013;62:339–34

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Cáncer de mama
Se trata de paciente femenino de la quinta década de la vida con carga genética
para para cáncer y HAS, que inicia padecimiento actual en enero de 2016 al
detectarse un masa en el seno izquierdo, de crecimiento gradual, por lo que acude
con médico particular quien realiza mastografía que reporta alta sospecha de cáncer
por lo que se realiza biopsia incisional con RHP de malignidad y se etapifica como
cáncer de mama en etapa IIIB.
El cáncer de seno es el cáncer más común entre las mujeres y es el segundo
cáncer que se presenta con mayor frecuencia en todo el mundo de cánceres
recientemente diagnosticados, en México ocupa el primer lugar de incidencia de
cáncer en mujeres. Hay mucha evidencia que muestra la influencia del estilo de
vida y los factores ambientales en el desarrollo de cáncer de glándula mamaria
(dieta alta en grasas, consumo de alcohol, falta de ejercicio físico), la eliminación de
los cuales (prevención primaria) puede contribuir a una disminución de la morbilidad
y mortalidad. La prevención secundaria, que comprende pruebas de diagnóstico
(por ejemplo, mamografía, ultrasonografía, resonancia magnética, autoexploración
mamaria, así como métodos de imagen modernos y más precisos) ayuda a la
detección temprana de tumores o lesiones que predisponen a los tumores.
Se estima que casi el 70% de los tumores malignos son causados por factores
ambientales, mientras que en el cáncer de mama este porcentaje alcanza el 90-
95%. La presentación inicial de la enfermedad suele ser asintomática, en etapas
avanzadas el bulto mamario es el síntoma de presentación más común entre las
mujeres con cáncer de mama y tiene un valor predictivo relativamente alto para la
malignidad. En consecuencia, ha sido durante mucho tiempo el foco de las
campañas de educación de salud pública sobre la conciencia de los síntomas del
cáncer. Las mujeres con CAMA generalmente experimentan intervalos de
diagnóstico cortos en comparación con otros pacientes con cáncer, como fue el
caso de nuestra paciente. Se ha demostrado que los intervalos más largos para el
diagnóstico se asocian con una menor supervivencia a cinco años de los pacientes.
Nuestra paciente debutó con la presencia del nódulo en la mama izquierda, no
presentó ninguna otra sintomatología, sin embargo ante el antecedente familiar de
cáncer y factores de riesgo como nuliparidad, alimentación rica en carbohidratos y
pobre en fibra y la falta de pruebas de cribado como mastografía para detección
oportuna de CAMA y con el alto valor predictivo positivo de la nodulación mamaria
única e inmóvil el diagnóstico más probable era carcinoma de mama.
La prevención del cáncer juega actualmente un papel clave en la lucha contra la
enfermedad. La modificación del comportamiento, así como una mayor conciencia
entre las mujeres con respecto al cáncer de mama, pueden contribuir
significativamente a reducir la incidencia de este tipo de cáncer. Otro aspecto

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importante es el número de mujeres que se someten a pruebas de diagnóstico, que


aún se mantiene en un nivel insatisfactorio.

Bibliografía:

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HISTORIAS CLÍNICAS

Cáncer colorrectal (sigmoides).

Se trata de paciente masculino de la séptima década de la vida, sin antecedentes


familiares ni personales de importancia que lo predispongan a padecer cáncer
colorrectal. Sin embargo, se encuentra en la edad típica de presentación, tiene
malos hábitos alimenticios y es alcohólico. Hace 7 años se le realizó una
hemicolectomía izquierda ya que se le detectó cáncer de colon localizado en
sigmoides el resultado histopatológico fue compatible con adenocarcinoma bien
diferenciado.
El cáncer colorrectal es una causa importante de morbilidad y mortalidad en todo el
mundo, Representa más del 9% de toda la incidencia de cáncer, es el tercer cáncer
más común en todo el mundo y la cuarta causa más común de muerte. Afecta a
hombres y mujeres casi por igual, con poco más de 1 millón de casos nuevos
registrados en 2012, el año más reciente para el cual hay estimaciones
internacionales disponibles. Los países con las tasas de incidencia más altas
incluyen Australia, Nueva Zelanda, Canadá, los Estados Unidos y partes de Europa.
Los países con menor riesgo incluyen China, India y partes de África y América del
Sur. En México el cáncer colorrectal es el tercer diagnóstico de cáncer más común
entre los hombres y las mujeres con tasas de incidencia similares en ambos sexos,
y un leve predominio masculino para el cáncer de recto.
Varios factores de riesgo están asociados con la incidencia de cáncer colorrectal.
Entre los no modificables se incluyen: 1)edad, la probabilidad de diagnóstico de
cáncer colorrectal aumenta progresivamente desde los 40 años y aumenta
bruscamente después de los 50 años. Más del 90% de los casos de cáncer
colorrectal ocurren en personas mayores de 50 años. 2)Factores hereditarios, hasta
el 20% de las personas que desarrollan cáncer colorrectal tienen otros miembros de
la familia que se han visto afectados por esta enfermedad, personas con
antecedentes de cáncer colorrectal o pólipos adenomatosos en uno o más familiares
de primer grado corren un mayor riesgo, proximadamente del 5 al 10% de los
cánceres colorrectales son consecuencia de condiciones hereditarias las más
comunes son la poliposis adenomatosa familiar (FAP) síndrome de Lynch, otro
factor importante es el antecedente personal de polipos adenomatosos Casi el 95%
de los cánceres colorrectales esporádicos se desarrollan a partir de estos
adenomas. Entre los factores de riesgo modificables destacan las prácticas
nutricionales, la actividad física, obesidad, consumo de tabaco y alcohol. La dieta
influye fuertemente en el riesgo de cáncer colorrectal, y los cambios en los hábitos
alimenticios pueden reducir hasta un 70% de esta carga de cáncer. Las dietas ricas
en grasas, especialmente grasas animales, son un importante factor de riesgo para
el cáncer colorrectal de igual manera lo son la obesidad y la poca actividad física.

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La identificación de factores de riesgo evitables de cáncer colorrectal y la


implementación de estrategias preventivas depende de la delineación de las
exposiciones consideradas como causalmente asociadas con el desarrollo de la
enfermedad. En el caso de nuestro paciente solo cuenta con tres factores de riesgo
importantes para el desarrollo de cáncer colorrectal que son la edad (66 años), el
alcoholismo por más de 20 años, y una dieta alta en grasas y pobre en fibra. No
tiene antecedentes familiares de cáncer, sin embargo, nunca se realizó pruebas de
escrutinio que pudieran identificar el cáncer en una etapa temprana.
Bibliografía
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World Health Organization and The International Agency for Research on
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2. World Cancer Research Fund and American Institute for Cancer
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Sarcoma uterino

Mujer de la sexta década de la vida con carga genética para DM, HAS y cáncer.
Con antecedentes patológicos de importancia, como lo son tabaquismo con un
índice tabáquico de 3.75 paquetes/año, lo que se traduce como riesgo nulo para el
desarrollo de EPOC. Inicia padecimiento actual en enero de 2018 debutando con
aumento progresivo del perímetro abdominal, sangrado transvaginal anormal y
secreción fétida, en el mes de abril se agrega hiporexia, ataque al estado general,
poliaquiuria y tenesmo vesical. Razón por la cual acude con médico particular, quien
solicita un ultrasonido abdominopélvico detectando una tumoración pélvica, el
estudio histopatológico fue positivo para sarcoma uterino.
Los sarcomas de tejidos blandos que surgen del útero son un grupo raro y variado
de neoplasmas, todos de origen mesenquimal. Pueden aparecer en cualquier sitio
anatómico y exhibir una amplia gama de comportamientos, que dependen en gran
medida del subtipo histológico y del grado tumoral asociado. La incidencia del
sarcoma uterino es del 3% al 7% de todas las neoplasias malignas uterinas y se
asocia con un mal pronóstico en comparación con el carcinoma endometrial. Los
resultados recientes de un análisis de base de datos de Epidemiología mostraron
una mayor tasa de incidencia para las personas ≥50 años en comparación con
pacientes más jóvenes y el doble de incidencia en mujeres de ascendencia afro-
caribeña en comparación con las mujeres caucásicas. La etiología subyacente de
este grupo de tumores es poco conocida, aunque existen vínculos putativos con los
niveles de estrógenos elevados, el tratamiento con tamoxifeno, la obesidad y la
diabetes.
El diagnóstico preoperatorio de sarcomas uterinos representa un desafío, ya que
los síntomas que se presentan pueden ser vagos e inespecíficos, entre los que
destacan el dolor abdominal bajo o pélvico, distensión abdominal y, lo más común,
sangrado vaginal anormal. Un reciente estudio de cohortes de mujeres de Noruega
diagnosticadas con sarcoma uterino mostró que en el 52,4% de los pacientes, la
malignidad no se sospechaba en el momento de la cirugía.
Las técnicas de imagen comunes, como la ecografía o la resonancia magnética no
pueden distinguir con precisión y fiabilidad entre el leiomioma benigno y la patología
maligna, diagnóstico a diferencia del cáncer de ovario, no hay marcadores
tumorales disponibles para despertar la sospecha. Como consecuencia en la
mayoría de los casos el diagnóstico se realiza postoperatoriamente después de la
revisión histopatológica. Hay ciertas características clínicas que deberían levantar
sospechas, por ejemplo, un "fibroide" de crecimiento rápido en una mujer peri o
posmenopáusica, lo que no se esperaría dada la disminución habitual de los niveles
circulantes de estrógeno en este momento. En el caso de nuestra paciente el
diagnóstico se realizó antes de la cirugía, podemos identificar como factores de
riesgo propios la carga genética para cáncer y rango de edad. La sintomatología sin
duda alguna es sugertente de un proceso neoplásico, sin embargo, dada la rareza
del estrirme histológico fue difícil llegar al diagnóstico, pues como se mencionó
anteriormente las pruebas de gabinete no son precisas, y no elevan marcadores

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HISTORIAS CLÍNICAS

tumorales, por lo que el diagnóstico fue histológico. Esta estirpe histológica tiene un
diagnóstico muy pobre con una supervivencia global a 5 años <20%.
Está claro que, en esta estirpe histológica rara el reconocimiento temprano y el
diagnóstico oportuno son fundamentales para mejorar los resultados del paciente.
Esto implicará una educación continua, intercambio de conocimiento y adecuada
atención primaria. Los pacientes deben ser referidos a los centros de cancerología
antes de la cirugía planificada, hasta ahora, la cirugía sigue siendo la única opción
para la curación, y es importante que se realice el abordaje correcto, evitando los
procedimientos innecesarios como la linfadenectomía y la omentectomía.

Bibliografía

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2. D’Angelo E, Prat J. Uterine sarcomas: a review. J Gynecol Oncol.
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3. Hosh M, Antar S, Nazzal A, Warda M, Gibreel A, Refky B. Uterine sarcoma:
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results database. Int J Gynecol Cancer. 2016;26(6):1098–1104.

Leucemia linfoblástica aguda

Se trata de paciente femenino de la segunda década de la vida con carga genética


para HAS, sin antecedentes familiares de cáncer que inicia padecimiento actual en

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HISTORIAS CLÍNICAS

febrero de 2017, debutando con mialgias, artralgias y pérdida de la fuerza muscular


en miembros pélvicos, en abril del mismo año se agrega fiebre, epistaxis, vómitos,
debilidad muscular que le impide realizar actividades de la vida cotidiana y disnea
de esfuerzos pequeños, razón por la cual acude al CAE, en donde los estudios
revelan anemia, trombocitopenia grave leucocitosis, que en el contexto de una mujer
joven sin enfermedad reumatológica siguieren un proceso neoplásico tipo
leucemoide, el diagnóstico definitivo fue leucemia linfoblástica aguda, por la
presencia >20% de linfoblastos en sangre periférica y médula ósea.
La leucemia linfoblástica aguda (LLA) es una proliferación maligna de células
progenitoras linfoides en la médula ósea, la sangre y los sitios extramedulares. Es
la segunda leucemia aguda más común en adultos, con una incidencia de más de
6500 casos por año solo en los Estados Unidos, en México representa la neoplasia
más común en la población < de 20 años. El 80% de la LLA ocurre en niños, con
un pronóstico favorable, en adultos representa una enfermedad devastadora. En
México la incidencia de LLA se estima en 1.6 por 100 000 habitantes. Solo en 2016,
se diagnosticaron 6590 nuevos casos, con más de 1400. La incidencia de ALL sigue
una distribución bimodal, el primer pico que ocurre en la infancia y un segundo pico
que ocurre alrededor de los 50 años. El pronóstico para los adultos es muy pobre,
a pesar de una alta tasa de respuesta a la quimioterapia de inducción, solo el 30-
40% de los pacientes adultos con LLA logrará la remisión a largo plazo.
Los estudios epidemiológicos de leucemias agudas han examinado posibles
factores de riesgo, incluidos genéticos, infecciosos y ambientales, en un intento de
determinar la etiología. Solo un factor de riesgo ambiental (radiación ionizante) se
ha relacionado significativamente con LLA, otros factores de riesgo relacionados,
aunque no se conoce su mecanismo son: hidrocarburos, pesticidas, uso de alcohol,
tabaquismo y uso de drogas. El conocimiento de estos factores de riesgo en
particular se puede utilizar para respaldar medidas para reducir las exposiciones
potencialmente dañinas y disminuir el riesgo de enfermedad.
La presentación clínica puede ser inespecífica, con una combinación de síntomas
constitucionales y signos de insuficiencia de la médula ósea (anemia,
trombocitopenia, leucopenia). Los síntomas comunes incluyen "síntomas B" (fiebre,
pérdida de peso y diaforésis), sangrado o hematomas fáciles, fatiga, disnea e
infección. La afectación de los sitios extramedulares ocurre comúnmente y puede
causar linfadenopatía, esplenomegalia o hepatomegalia en el 20% de los pacientes.
En nuestra paciente no logramos identificar ningún factor de riesgo relacionado con
la aparición de la enfermedad. Las manifestaciones clínicas al inicio de la
enfermedad fueron muy inespecíficas y en el contexto de una mujer joven sin
factores de riesgo ni antecedentes de importancia para neoplasia la principal
consideración diagnóstica fue una enfermedad reumatológica, la pancitopenia
apoyaba este diagnóstico, sin embargo la presencia > al 20% de linfoblastos en
sangre periférica orientó de inmediato el diagnóstico a leucemia.

Bibliografía

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HISTORIAS CLÍNICAS

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Cáncer de duodeno

Se trata de paciente masculino de la quinta década de la vida, con antecedentes


familiares de cáncer de próstata y patológicos de hepatitis, IAM, DM 2, cirugía de

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HISTORIAS CLÍNICAS

Whipple y tabaquismo con un índice tabáquico de 25. Que inicia padecimiento actual
en diciembre 2017 con dolor abdominal difuso, cansancio, pérdida de peso no e
ictericia fluctuante. Se solicitó CPRE reportando lesión neoplásica duodenal
infiltrante ocupando 80% de la luz, se toma biopsia y reporta adenocarcinoma bien
diferenciado.
Las neoplasias del intestino delgado son relativamente raras y representan solo el
2% de todos los cánceres gastrointestinales en los Estados Unidos. Entre los
tumores de intestino delgado, la mayoría de los tumores malignos surgen del íleon,
seguidos por el duodeno y finalmente el yeyuno. Si bien la mayoría de los tumores
del íleon son de origen neuroendocrino, el adenocarcinoma es el cáncer duodenal
más común. Un gran análisis basado en la población encontró que el duodeno era
la ubicación del 55,7% de los adenocarcinomas del intestino delgado. La mayoría
de los adenocarcionomas surgen en la segunda porción del duodeno.
Los factores causantes de adenocarcinoma de duodeno no se han identificado
claramente. Los factores dietéticos, como la ingesta mayor de pan, pasta, azúcar y
carne roja o la ingesta reducida de frutas y verduras, son factores de riesgo para el
adenocarcinoma de intestino delgado, como lo son para el cáncer colorrectal La
ingestión de alcohol, café y el consumo de tabaco también parecen ser factores de
riesgo. Sin embargo, la fuerza de estas asociaciones es pequeña y la mayoría de
los casos de adenocrcinoma no están asociados con ningún agente causal
conocido. Sin embargo, los adenomas duodenales, como los que se producen en la
poliposis adenomatosa familiar (FAP) y el síndrome de Gardner, se asocian con un
riesgo elevado de adenocarcinoma de duodeno. Del mismo modo, los pacientes con
pólipos duodenales también tienen un mayor riesgo aunque menos investigado que
en el cáncer de colon.
Debido a que los pacientes no se presentan normalmente hasta que los tumores
crecen hasta un tamaño suficiente como para causar síntomas, el diagnóstico de
adenocarcinoma duodenal es difícil y a menudo se retrasa. Cuando los síntomas
aparecen son inespecíficos e incluyen dolor abdominal, náuseas, vómitos, fatiga,
debilidad y pérdida de peso. La anemia, la obstrucción gastrointestinal y la ictericia
son síntomas asociados con la enfermedad avanzada. El dolor abdominal es el
síntoma de presentación más frecuente, asociado con el 56% de los casos. Como
resultado de estos retrasos en el diagnóstico, muchos casos de adenocarcinoma de
duodeno no son resecables en la presentación debido a la invasión local y distante.
Con menos frecuencia, los pacientes que se someten a programas de detección
pueden tener un diagnóstico oportuno.
En el caso de nuestro paciente tiene como factor de riesgo principal la edad, dieta,
rica en ingesta de carnes rojas y pobre en ingesta de frutas y verduras, y el
tabaquismo con un índice tabáquico de 25 paquetes año. El paciente debutó con
síndromes constitucionales e ictericia, por lo que en el contexto de un hombre de su

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HISTORIAS CLÍNICAS

edad debe pensarse como primera posibilidad diagnóstica en un proceso


neoplásico, sin embargo, debido a la ictericia los principales diagnósticos
diferenciales son hepatopatía y procesos obstructivos de vías biliares.

Bibliografía:
1. Cloyd J, George E, Visser B. Duodenal adenocarcinoma: Advances in
diagnosis and surgical management. World Journal of Gastrointestinal
Surgery. 2016;8(3):212.
2. Overman MJ, Hu CY, Kopetz S, Abbruzzese JL, Wolff RA, Chang GJ. Una
comparación poblacional de adenocarcinoma de intestino grueso y delgado:
ideas sobre una enfermedad rara. Ann Surg Oncol. 2012; 19: 1439-1445.
3. Overman MJ, Hu CY, Wolff RA, Chang GJ. Valor pronóstico de la evaluación
de ganglios linfáticos en el adenocarcinoma de intestino delgado: análisis de
la base de datos de vigilancia, epidemiología y resultados
finales. Cáncer. 2015; 116 : 5374-5382.
4. Yeo CJ, Sohn TA, Cameron JL, Hruban RH, Lillemoe KD, Pitt
HA. Adenocarcinoma periampular: análisis de supervivientes a 5 años. Ann
Surg. 2013; 227 : 821-831.

Cáncer de lengua

Se trata de paciente masculino de la quinta década de la vida con carga genética


para cáncer y múltiples factores de riesgo identificados para su patología actual,

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HISTORIAS CLÍNICAS

como son, infección por VPH, alcoholismo hasta llegar a la embriaguez por más de
20 años y tabaquismo con un índice tabáquico de 18 paquetes año. Inició
padecimiento actual en 2015 debutando con una lesión en el borde lateral izquierdo
de la lengua ocasionada por los incisivos. Durante aproximadamente 3 años se
diagnosticó la lesión como Infección por candidiasis (Candida Albicans),
posteriormente como una lesión viral por y fue hasta 2017 que la lesión aumenta
de tamaño y ulcera, se le realiza cirugía de resección, el resultado histopatológico
fue Carcinoma epidermoide.
El cáncer oral localizado en la boca, la lengua o la orofaringe es un problema de
salud significativo en todo el mundo. Es el octavo cáncer más común en todo el
mundo con 300,000 nuevos casos informados anualmente. Muchos países
presentan tasas de incidencia en cáncer oral que varían en hombres de 1 a 10 casos
por 100 000 habitantes. Los países en desarrollo sufren tasas de incidencia más
altas en el cáncer oral que los países desarrollados, como es el caso de México. La
tasa general de supervivencia a cinco años para pacientes con cáncer oral se
estancó es solo del 54% en los países industrializados, una de las tasas más bajas
de todos los cánceres principales. Las tasas de supervivencia a cinco años en los
países en desarrollo apenas alcanzaron la tasa del 30%.
A diferencia de otros sitios de cáncer oral, la incidencia del carcinoma lingual
aumenta en un grupo de edad especialmente en la población joven, esto está ligado
con la etiología del papiloma humano de los cánceres de lengua.
Las diversas opciones de tratamiento para el carcinoma de la lengua incluyen
Cirugía, radioterapia, quimioterapia y modalidades combinadas debido a los efectos
mutilantes del tratamiento quirúrgico del carcinoma de lengua en la calidad de vida,
se han discutido las técnicas de preservación de órganos y los protocolos de
tratamiento. La elección del tratamiento depende de factores tumorales tales como
el sitio, el tamaño (estadio T), la ubicación y la multiplicidad, la proximidad al hueso,
las características patológicas, el grado histológico y la profundidad de la invasión.
Con base en lo anterior podemos afirmar que el principal factor de riesgo para el
desarrollo de neoplasia maligna de lengua en nuestro paciente es el antecedente
de infección por virus del papiloma humano, a este se suman factores modificables
como alcoholismo y tabaquismo, este último tiene una estrecha relación con la
malignidad de cavidad oral.
Bibliografía:
1. Parkin DM, Bray F, Ferlay J, Pisani P. Global cancer statistics, 2002. CA
Cancer J Clin. 2005;55(2):74–108. doi: 10.3322/canjclin.55.2.7
2. Stewart BW, Kleihues P, (Eds) World cancer report. 2003.
3. Petersen PE. The world oral health report 2003: Continuous improvement of
oral health in the 21st century ? the approach of the WHO global oral health
programme. Community Dent Oral Epidemiol. 2003;31:3–24. doi:
10.1046/j..2003.com122

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HISTORIAS CLÍNICAS

4. Bray F, Sankila R, Ferlay J, Parkin DM. Estimates of cancer incidence and


mortality in europe in 1995. Eur J Cancer. 2002;38(1):99–166. doi:
10.1016/S0959-8049(01)003
5. American Cancer Society. Cancer facts and figures. 2005.

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HISTORIAS CLÍNICAS

Cáncer óseo (tumor de células gigantes)


Se trata de paciente masculino de la segunda década de la vida con antecedentes
familiares de importancia para cáncer, sin antecedentes patológicos de importancia.
Con diagnóstico histopatológico de histopatológico: biopsia insicional de tumoración
de fémur distal compatible con tumor de células gigantes. Nunca presentó
sintomatología sugerente de neoplasia, fue hasta que presentó una fractura de
fémur que su radiología arrojó sospecha de neoplasia, razón por la cual se le realizó
biopsia dando el diagnóstico definitivo.

Los tumores de células gigantes (TCG) son tumores benignos con potencial de
comportamiento agresivo y capacidad de metástasis. Aunque raramente son
letales, los tumores óseos benignos pueden estar asociados con una alteración
sustancial de la arquitectura ósea local que puede ser particularmente problemática
en las localizaciones periarticulares. Su histogénesis sigue sin estar clara. Se
caracteriza por una proliferación de células estromales mononucleares y la
presencia de muchas células gigantes multinucleadas con distribución homogénea.
Aunque se consideran tumores óseos benignos, los TCG tienen una tasa de
recurrencia relativamente alta. Las metástasis ocurren en 1% a 9% de los pacientes
con TCG y algunos estudios anteriores han correlacionado la incidencia de
metástasis con crecimiento agresivo y recurrencia local. TCG de hueso constituye
el 20% de los tumores óseos benignos analizados por biopsia. Afecta a adultos
jóvenes entre las edades de 20 y 40 años, varios autores han informado un ligero
predominio de mujeres sobre hombres. Sin embargo, se pueden observar TCG en
pacientes mayores de 50 años.

El dolor es el síntoma principal relacionado con la insuficiencia mecánica que resulta


de la destrucción ósea. A veces puede verse una masa o bulto de partes blandas
como resultado de la destrucción cortical y la progresión del tumor fuera del hueso.
Los TCG a menudo se encuentran cerca de la articulación, por lo que es común el
rango de movilidad limitado, también es posible la derrame articular y la sinovitis.
En el momento del diagnóstico, aproximadamente el 12% de los pacientes con TCG
presentan fractura patológica. Se cree que la presentación con una fractura
patológica indica una enfermedad más agresiva con un mayor riesgo de recurrencia
local y diseminación metastásica. Este fue el caso de nuestro paciente, que se
mantuvo asintomático hasta el momento de la fractura, razón por la cual se le realizó
una radiografía, dando como hallazgo la pérdida de la continuidad en región de
tercio distal de fémur izquierdo con múltiples fragmentos, lo que fue sugerente de
un proceso neoplásico. No se identifican factores de riesgo que puedan originar un
proceso de malignidad, sin embargo, ante el hallazgo radiológico y en el contexto
de un hombre joven de 15 años la primera posibilidad diagnóstica es malignidad,
sin embargo debe realizarse diagnóstico diferencial con Diversos tumores benignos
y malignos lamentablemente pueden confundirse con TCG. Incluyen el tumor pardo
de hiperparatiroidismo, quiste óseo aneurismático, osteosarcoma telangiectásico e
histiocitoma fibroso maligno. La resección quirúrgica es el estándar universal de

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HISTORIAS CLÍNICAS

atención para el tratamiento de los TCG de los huesos. Como la mayoría de los
tumores de células gigantes son benignos y se localizan cerca de una articulación
en adultos jóvenes, varios autores prefieren un enfoque intralesional que preserve
la anatomía del hueso en lugar de la resección

Bibliografía
1. Turcotte RE. Tumor de células gigantes de hueso. Orthop Clin North Am.
2006; 37 (1): 35-51
2. Eckardt JJ, Grogan TJ. Tumor de células gigantes de hueso. Clin Orthop
Relat Res. 1986; 204 (2): 45 - 58
3. McGrath PJ. Tumor óseo de células gigantes: un análisis de cincuenta y dos
casos. J Bone Joint Surg Br. 1972; 54 (2): 216-29.

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HISTORIAS CLÍNICAS

Cáncer cervicouterino
Se trata de paciente femenino de la quinta década de la vida con antecedente
familiar importante para cáncer. Tiene múltiples factores de riesgo para desarrollar
cáncer cervicouterino como son edad, multiparidad, terapia con reemplazo
hormonal, inicio de vida sexual a edad temprana y la más importante infección por
VPH. Inició padecimiento actual desde 2016, debutando con alteraciones en su ciclo
menstrual, se realizó citología cervical que fue reportada como normal, sin embargo
fue hasta 2017 que en una según da citología lesión intraepitelial escamosa de alto
grado(NIC II) asociado a cambios compatibles con infección por VPH, por lo que se
decide realizar histerectomía radical tipo II más linfadenectomía pélvica bilateral.
El cáncer de cuello uterino, una enfermedad en gran parte prevenible es uno de los
cánceres más comunes que se encuentran en las mujeres que viven en países de
ingresos bajos y medios. Una reducción notable en la incidencia y la mortalidad por
cáncer de cuello uterino se produjo en el siglo pasado en aquellos países que
pudieron establecer programas nacionales exitosos de detección. Estos programas
se basaron en la citología cervical para identificar precursores de cáncer de cuello
uterino que se pueden eliminar antes de progresar a cáncer invasivo.
La carga desigual del cáncer de cuello uterino es un ejemplo del impacto del acceso
desigual a la atención de la salud. Afortunadamente, las estrategias alternativas
para prevenir el cáncer de cuello uterino se han investigado y evaluado
exhaustivamente en estos entornos. La reciente introducción de dos vacunas
disponibles comercialmente contra el virus del papiloma humano (VPH) ha ofrecido
la posibilidad de la prevención primaria del cáncer de cuello uterino. Este capítulo
se centra en estas innovaciones.
El cáncer de cuello uterino, causado por el VPH, es la tercera malignidad principal
entre las mujeres en el mundo, después del cáncer de mama y cáncer colorrectal,
con un estimado de 527,624 casos nuevos y 265,653 muertes en 2012. Las tasas
de incidencia y mortalidad han disminuido en la mayoría de las áreas del mundo en
los últimos 30 años, a una tasa mundial de aproximadamente 1.6 por ciento. Esta
disminución es el resultado de un mayor acceso a los servicios de salud, la
reducción de algunos factores de riesgo (como las tasas de fertilidad), mejoras en
el tratamiento y programas exitosos de detección basados en citología. Sin
embargo, más del 80 por ciento de los casos y el 88 por ciento de las muertes se
producen en los países de ingresos bajos. En México el cáncer cervicouterino ocupa
el segundo lugar de incidencia de cánceres en mujeres.
La enfermedad está fuertemente influenciada por las prácticas culturales y
religiosas que rigen el comportamiento sexual y la transmisión del VPH, y debido a
que el cáncer de cuello uterino afecta a mujeres relativamente jóvenes, ocupa el
lugar más alto entre los cánceres de años de vida ajustados por discapacidad
(DALY).
Lhistoria natural se ha estudiado extensamente, y la infección persistente del cuello
uterino con ciertos tipos de VPH de alto riesgo se ha establecido como una causa
necesaria del cáncer de cuello uterino, El VPH es una infección de transmisión

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HISTORIAS CLÍNICAS

sexual muy común, generalmente adquirida poco después del inicio de la actividad
sexual. La mayoría de las infecciones por VPH desaparecen espontáneamente en
uno o dos años; aquellos que persisten, particularmente los tipos de VPH de alto
riesgo (incluidos el VPH 16 y 18), pueden progresar a precursores del cáncer de
cuello uterino y, en última instancia, a cáncer de cuello uterino invasivo. Los tipos
de VPH de alto riesgo se identifican en casi todos los cánceres de cuello uterino, y
el riesgo relativo de cáncer de cuello uterino asociado a infección persistente y
continua con tipos de VPH de alto riesgo es mayor que el riesgo de cáncer de
pulmón asociado con el tabaquismo. Los HPV 16 y 18 son responsables de
alrededor del 70 por ciento de los casos en todo el mundo.

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