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Para la mentalidad primitiva el mar es signo del mundo caótico que Dios
todavía no ha organizado 1, igual que los endemoniados, también el mar está
repleto de malos espíritus. Jesús duerme en medio de un lago enloquecido, en
medio del Reino del mal.
23b
Se abatió sobre el lago una borrasca; la barca se anegaba y estaban en
peligro. 24 Entonces, acercándose, le despertaron, diciendo:
— ¡Maestro, Maestro, nos hundimos!
Él, habiéndose despertado, increpó al viento y al oleaje, que amainaron y
sobrevino la bonanza. 25 Entonces les dijo:
1
Ver Génesis 1,2.
Cap 7 / 1
— ¿Dónde está vuestra fe?
Ellos, llenos de temor, se decían entre sí maravillados:
— Pues ¿quién es éste, que conmina a los vientos y al agua, y le obedecen?
2. El endemoniado (8,26-39)
Cap 7 / 3
34
Viendo los porqueros lo que había pasado, huyeron y lo contaron por la
ciudad y por las aldeas. 35 Salieron, pues, a ver lo que había ocurrido y,
llegando donde Jesús, encontraron al hombre del que habían salido los
demonios, sentado, vestido y en su sano juicio, a los pies de Jesús; y se
llenaron de temor. 36 Los que lo habían visto, les contaron cómo había sido
salvado el endemoniado. 37 Entonces toda la gente del país de los gerasenos
le rogaron que se alejara de ellos, porque estaban poseídos de gran temor.
Él, subiendo a la barca, regresó.
38
El hombre de quien habían salido los demonios le pedía estar con él;
pero le despidió, diciendo: 39
— Vuelve a tu casa y cuenta todo lo que Dios ha hecho contigo.
Y fue por toda la ciudad proclamando todo lo que Jesús había hecho con
él.
Una última nota que hay que tener en cuenta: el hombre que ha renacido a
su humanidad, “sentado, bien vestido y con el entendimiento recobrado”, es
enviado por Jesús mismo a predicar en su tierra de paganos la buena noticia
de la proximidad del Reino. Será el primer misionero entre no judíos. (Léase
el texto en el contexto del enfrentamiento entre las comunidades de los
primeros años sobre si la Buena Nueva tenía que predicarse o no a los
paganos).
En medio del Lago, Jesús ha sido liberador del caos de la naturaleza física;
Cap 7 / 5
en tierra de paganos, ha liberado del caos el corazón del hombre. Ahora, de
nuevo en Galilea, se mostrará liberando incluso de la muerte, el límite
supremo del hombre.
Una mujer que lleva doce años perdiendo la vida día a día (para ellos la
pérdida de sangre es pérdida de vida, ya que la vida reside en la sangre) y una
niña de doce años a quien la muerte ha robado una vida recién estrenada.
Dos milagros que a Lc le llegan ya unidos en una sola narración.
40
Cuando regresó Jesús, la muchedumbre le recibió con agrado, pues todos
le estaban esperando. 41 Llegó entonces un hombre, llamado Jairo, que era
jefe de la sinagoga, y, cayendo a los pies de Jesús, le suplicaba entrara en
su casa, 42 porque su hija única, de unos doce años, se estaba muriendo.
Mientras iba, la gente le ahogaba.
43
Entonces, una mujer que padecía flujo de sangre desde hacía doce años,
y que no había podido ser curada por nadie, 44 se acercó por detrás y tocó
la orla de su manto; y, al punto, se le paró el flujo de sangre. 45 Jesús dijo:
— ¿Quién me ha tocado?
Como todos lo negaban, dijo Pedro:
— Maestro, las gentes te aprietan y te oprimen.
46
Pero Jesús dijo:
— Alguien me ha tocado, porque he sentido que una fuerza ha salido de mí.
47
Viéndose descubierta, la mujer se acercó temblorosa y, postrándose ante
él, contó delante de todo el pueblo por qué razón le había tocado, y cómo al
punto había sido curada. 48 Él le dijo:
— Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz.
49
Estaba todavía hablando, cuando uno de casa del jefe de la sinagoga
llega diciendo:
— Tu hija está muerta. No molestes ya al Maestro.
50
Jesús, que lo oyó, le dijo:
— No temas; solamente ten fe y se salvará.
51
Al llegar a la casa no permitió entrar con él más que a Pedro, Juan y
Santiago, y al padre y a la madre de la niña. 52 Todos la lloraban y se
lamentaban, pero él dijo:
— No lloréis, no ha muerto; está dormida.
53
Y se burlaban de él, pues sabían que estaba muerta. 54 Él, tomándola de
la mano, dijo en voz alta:
— Niña, levántate.
55
Retornó el espíritu a ella y, al punto, se levantó, y él mandó que le dieran
de comer. 56 Sus padres quedaron estupefactos, y él les ordenó que a nadie
dijeran lo que había pasado.
Cap 7 / 6
Gentío al llegar a la otra orilla del Lago. Un padre (responsable de la
sinagoga) deshecho por la enfermedad mortal de su hija de doce años 4. Jesús
se pone en camino. Apretones, estrujamientos... y, en medio de ellos, una
mujer definitivamente desbaratada por doce años de tragedia. El flujo de
sangre la hace impura (la margina de la sociedad religiosa y civil), y convierte
en impuro todo lo que toca. La Ley prohíbe cualquier contacto con ella 5.
Detrás suyo, por una parte la larga experiencia del fracaso médico que ha
agotado inútilmente toda su fortuna y, por otra, la experiencia diaria de que la
vida (= la sangre) se le escapa irreversiblemente.
Jairo está seguro de que el gesto de Jesús salvará a su hija. La mujer esta
segura de que el solo hecho de tocarle la ropa la salvará.
4
Acaba de llegar a la edad núbil, o sea a la edad en que puede transmitir vida.
5
Vale la pena leer Lv 15,25-30: «25 Cuando una mujer tenga flujo de sangre durante
muchos días, fuera del tiempo de sus reglas o cuando sus reglas se prolonguen, quedará impura
mientras dure su flujo, como en los días del flujo menstrual. 26 Todo lecho en que se acueste
mientras dura su flujo será impuro como el lecho de la menstruación, y cualquier mueble sobre
el que se siente quedará impuro como durante la impureza menstrual. 27 Quien los toque
quedará impuro y lavará sus vestidos, se bañará y quedará impuro hasta la tarde. 28 Una vez
que ella sane de su flujo, contará siete días, y quedará después pura. 29 El octavo día tomará dos
tórtolas o dos pichones y los presentará al sacerdote a la entrada de la Tienda del Encuentro. 30
El sacerdote los ofrecerá uno como sacrificio por el pecado, el otro como holocausto; y hará
expiación por ella ante Yahvé por la impureza de su flujo.»
Cap 7 / 7
2. ¿Hasta dónde puede llegar la fe? Que la misericordia de Jesús y el
Reino llegan es una evidencia que se ha ido haciendo patente desde la primera
jornada en Cafarnaún. Por eso Jairo se dirige a Jesús (y podemos sospechar
que lamenta el retraso que está provocando la hemorroísa). Los familiares de
la niña piensan que lógicamente habrá un límite: la liberación no traspasará el
límite supremo, la muerte. Ya no merece la pena molestar al Maestro, se ha
llegado demasiado tarde.
Jesús provoca en el padre la fe en que el Reino llega con todas las
consecuencias. Le pide una fe contra toda esperanza, contra la evidencia de la
muerte que niega toda posibilidad. El mundo de la muerte, del llanto, de los
gemidos..., se burla de la pretensión de quien en estas circunstancias continúa
anunciando que el Reino llega, incluso traspasando el límite supremo, la
muerte.
Para el lector de los ochenta Jesús es el hombre nuevo del Reino, es la Vida
Plena. Pero Lc quiere subrayar que eso no era público. Y de manera un tanto
artificial intenta que todo quede en secreto. Nadie conocerá la realidad
mesiánica de Jesús a través de actos milagrosos. Sólo se revelará en el fracaso
de la cruz, cuando ya no pueda ser interpretada de forma triunfal.
Cap 7 / 8
PARA LA ORACIÓN
Cap 7 / 9
perdidas en la tempestad. ¿Qué aporta a ello esta catequesis?
Cap 7 / 10