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Esto con el fin, apuntó, de que se "reduzcan los altos niveles de desigualdad y (se)
reduzcan los niveles de pobreza y extrema pobreza a fin de garantizar plenamente
a todos los mexicanos y mexicanas, en especial los y las indígenas el goce de sus
derechos".
Observó que la legislación aplicable a los casos de los pueblos indígenas varía
mucho entre los estados y reiteró su preocupación por que la legislación nacional
no tipifica como delito la difusión de ideas basadas en la superioridad o el odio
racial.
Tampoco sobre toda incitación a la discriminación racial o actos de violencia por
motivos raciales, en particular contra las personas indígenas y afrodescendientes.
El CERD pidió a México a respetar los sistemas tradicionales de justicia para los
pueblos indígenas, en particular mediante el establecimiento de una jurisdicción
especial. También mencionó la falta de acceso a la justicia que enfrentan los
pueblos indígenas.
El Comité externó por otra parte su inquietud por la situación de los trabajadores
migrantes en México y la de los migrantes en tránsito, y expresó su preocupación
"por la vulnerabilidad de estas comunidades a los secuestros, torturas y
asesinatos".
El CERD expresó su preocupación por los hechos que se han producido en fecha
reciente socavando la integridad física de los defensores de los derechos de los
pueblos indígenas, algunos de los cuales fueron asesinados.
El Comité destacó "la continua colaboración del Estado parte con la Oficina del
Alto Comisionado para los Derechos Humanos (ACNUDH) desde 2002, y felicita el
fortalecimiento de dicha colaboración a través de los años".
RESUMEN
Este artículo se refiere a la visita oficial a México realizada por el Relator Especial
sobre la situación de los derechos humanos y las libertades fundamentales de los
indígenas los días 1 a 18 de febrero de 2003.
Sus costumbres creen que para ellos es lo más importante, ya que cuantas veces
no hemos ido a la fiesta de los pueblos que por supuesto es muy bonito. Incluso
se llega observar a personas indígenas vendiendo sus productos, artesanías,
incluso intercambiando productos, para su necesidad propia, aunque se puede
observar que muchos de ellos están como empleados y se puede observar
claramente como son discriminados por los propios turistas, incluso explotados, a
causa de no saber leer ni escribir, incluso el sueldo que les pagan es una miseria
a cambio del trabajo que desempeñan, mucho se ve que como no tienen éxito en
sus propias raíces de origen deciden irse a probar suerte a la ciudad, piensan que
solo así serán tomados en cuenta en su pueblo, piensan que solo así serán
alguien en la vida, pero lo único que logran es la discriminación de la gente,
muchos casos se ven que el sueldo es muy mal pagado, se aprovechan de ellos
por no saber leer, tienen un mal trato, y ni siquiera les dan un día de descanso y
sufren desprecio por la gente por su aspecto personal, se les trata muy mal, de
ignorantes, hasta que se cansan y deciden regresar a su pueblo y se dan cuenta
que vivir fuera de él es muy difícil, y es donde valoran todo lo maravilloso que tiene
su pueblo, tanto sus costumbres, tradiciones, incluso su manera de vestir, su tipo
de lengua que ellos hablan.
Mucha gente se da cuenta que probando suerte en la ciudad, no les sirve de nada,
solo se dan cuenta que es mejor estar en su pueblo, ya que no están mejor que en
su propia casa, que ir en busca de algo mejor, aunque muchas personas
indígenas lo logran, pero no muchos corren con esa suerte.
Socialmente hablando, todos se llevan bien, nadie es más que el otro, todos son
tratados de la misma manera, nadie tiene preferencia como se ve hoy en día, en
nuestra sociedad, que ni siquiera se saludan, se ven por la calle y no se conocen.
Si podemos hablar un poco de sus derechos humanos, se puede ver que no son
respetados, aunque se lucha por que sean tratados de la misma manera que los
demás, que se les respete su lengua, religión y costumbres, participación en la
vida política, derecho a opinar y ser tomados en cuanta como a todos, que sean
iguales ante la sociedad, que exista la democracia y que estos derechos se hagan
valer ante la justicia.
No todos tienen la posibilidad de ir a la escuela, simplemente porque no cuentan
con los recursos necesarios para poder asistir a una escuela digna para recibir
una educación, aunque mucho se habla de que la educación es laica y obligatoria,
no es así, a simple vista se nota, por que no todos tienen acceso a ella, solo los
que cuentan con los recursos necesarios para poder pagar su educación y ser
alguien en la vida, cuantas personas no conocemos que no saben ni leer ni
escribir, aunque se diga que:
Los tarahumaras de Batopilas, Chihuahua, por ejemplo, viven peor que los
africanos de Níger, el país con el menor índice de desarrollo humano en el mundo.
Mientras en la capital del país, 12 de cada 100 niños padecen desnutrición, en las
zonas indígenas casi la mitad de la población infantil crece sin una dieta
adecuada. De hecho, en los últimos nueve años no se ha movido ni un ápice la
pobreza alimentaria que golpea a esas comunidades.
El 10% de los indígenas en las peores condiciones de vida apenas recibe 7.2%
gasto gubernamental, mientras que el mismo porcentaje de indígenas con un
índice de desarrollo más estable recibe 20% de los recursos.
Los estados que presentan los más altos niveles de discriminación son los pueblos
indígenas son Chiapas, Durango, Nayarit, Chihuahua y Guerrero.
El representante del PNUD consideró que hay una mejor eficiencia del gasto en
educación indígena, frente al fracaso de la orientación de los recursos destinados
a salud y acciones en el campo.
Las mujeres indígenas, como los demás integrantes de sus comunidades, pasan
por determinadas etapas y ceremonias cíclicas durante el transcurso de sus vidas.
Las prescripciones, normas y expectativas de comportamiento que se espera que
cubran por su sola pertenencia a la comunidad, se inician desde su nacimiento,
cuando se les atribuye un estereotipo de género al que tendrán que amoldarse en
las diferentes etapas de su vida. Así cuando son niñas se les educa para aprender
las labores domésticas, la subordinación a los varones, la sumisión en cuanto al
cumplimiento de instrucciones y, en general, un conjunto de actitudes de
obediencia hacia los demás. En la pubertad se anuncia que ya están aptas para
procrear y por tanto para el matrimonio, etapa en la que adquieren las
responsabilidades para las que fueron preparadas. En su vejez adquieren el
derecho a mandar, sobre todo a las mujeres más jóvenes. Al morir, pasan a formar
parte del panteón de antepasados míticos del grupo.