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1975. Desde entonces, no han parado de crecer y expandirse por todo el pa�s y no
tardaron en llegar a M�laga, donde hoy por hoy est�n registrados unos 3.000
ejemplares en libertad.
Son una especie colonial (vive en grupos de varias parejas) y es la �nica entre m�s
de 300 de su g�nero que es capaz de construir su propio nido comunitario. Se
reproducen durante todo el a�o, con varias puestas; tienen comida en cantidad
gracias a la basura y no hay depredadores capaces de cazarlos; as� que los estudios
de Antonio Rom�n Mu�oz prev�n que su poblaci�n en M�laga se duplicar� en s�lo 3,8
a�os.
En este punto, se abre el debate sobre qu� hacer con las cotorras, que tienen la
consideraci�n de especie invasora y, por tanto, al menos en teor�a se podr�an
eliminar. El experto diferencia la soluci�n en funci�n de si habitan en la ciudad o
en zonas rurales.
En las urbes, asegura que no hay estudios que digan que esta especie est�
perjudicando a otras locales, caso del gorri�n, al contrario de lo que se tiende a
pensar. De hecho, otras aves aprovechan sus nidos comunales para criar sin que haya
conflictos, y el alimento es suficiente para todas. Adem�s, pone de relieve que su
vistosidad y colorido ya act�a como un reclamo para los visitantes y despiertan un
gran inter�s entre los ciudadanos, que les puede ayudar a acercarse al mundo de la
ornitolog�a. En cuanto a los nidos, que son un problema por su elevado peso, pone
de relieve que si se eliminan (en zonas donde puedan ser peligrosos) debe ser con
sus moradores incluidos, porque de lo contrario cada pareja construir� uno nuevo.