Sie sind auf Seite 1von 21

INTRODUCCIÓN

El profesional de enfermería desempeña un papel fundamental en el


tratamiento del dolor y de los cuidados permanentes al paciente declarado
terminal. El contacto continuo con el paciente lo lleva a establecer con él una
relación de cercanía y cordialidad, el enfermero debe ser capaz de responder
profesionalmente al paciente, pero también humanamente ya que este esta no
solo viviendo sus últimos momentos, sino también en una situación muy
especial y particular que no puede vivir la persona que muere de manera
repentina o que pasa sus últimos días u horas en estado de coma en un servicio
de terapia intensiva.

Muchos de los cuidados que se brindan están protocolizados, pero debe existir
siempre una cierta flexibilidad en ellos debido a que cada paciente es un ser
único e individual. Más allá de las estructuras institucionales y normas
establecidas, la flexibilidad en el cuidado del paciente está relacionada a la
actitud que adopta el enfermero ante la persona que cuida.

Esas actitudes pueden ser positivas o negativas en cuanto a los resultados de


su práctica profesional., y tienen una consecuencia directa en el enfermo.
CUIDADOS DE ENFERMERÍA EN El PACIENTE TERMINAL
Según Virginia Henderson “el rol esencial de la enfermera consiste en ayudar al individuo
sano o enfermo en el mantenimiento o recuperación de la salud, o bien asistirlo en sus
últimos momentos para que tenga una muerte feliz”.

El objetivo de los cuidados de enfermería a la persona con enfermedad terminal es


contribuir a mantener el nivel más alto de calidad de vida y ayudarle a resolver o minimizar
sus necesidades, así como brindar apoyo para que viva tan confortablemente como sea
posible y contribuir a que muera con dignidad. Todo ello en un marco de colaboración con
el resto del equipo, que ha de ser multidisciplinar para garantizar unos cuidados integrales.

El International Council of Nurses en una Declaración de posición adoptada en el año 2000


mantiene que “las enfermeras son miembros clave de los equipos pluridisciplinares que
prestan cuidados a los pacientes moribundos y a sus familias” y “apoya a las enfermeras
para que presten cuidados compasivos a las personas en la fase final de la vida, respeten las
normas éticas y culturales en la muerte y en el duelo y aborden las necesidades de los
miembros de las familias” además pide “la participación de las enfermeras en los debates,
la política general y la legislación relacionados con los problemas de la muerte y los
moribundos”.

Los elementos clave en el manejo de estos pacientes son: una valoración cuidadosa, la
colaboración, la planificación de intervenciones, la evaluación y la modificación del plan de
cuidados. Los diagnósticos de enfermería deben basarse en la respuesta del paciente a los
síntomas físicos, psicológicos, sociales, funcionales y espirituales y en el significado que
tienen para él.

El plan de acción básico será: Cumplimentación de los tratamientos médicos indicados,


elaboración y realización del plan de cuidados generales y específicos, apoyo emocional, y
educación del paciente y familia de cara a promover el autocuidado.

“El objetivo de la educación no es solo dar información, se trata de apoyar a los pacientes y
sus familias mediante el control y el conocimiento que los capacite para afrontar las
deficiencias en el autocuidado de la manera más eficaz”.

La enfermera debe valorar e identificar las capacidades de los pacientes y sus familias y
sus necesidades de aprendizaje, así como los factores ambientales que pueden interferir con
su seguridad y bienestar. Las áreas que se deben valorar son: nivel de preparación,
motivación, experiencias pasadas, capacidad física e intelectual. Al igual que en el proceso
de atención de enfermería, a la hora de hacer educación sanitaria debe hacerse una
valoración integral, una planificación, una puesta en práctica y una evaluación.

La enseñanza ha de ser progresiva y realista, adaptada a las necesidades de cada familia, se


debe ir modificando según vayan apareciendo nuevas necesidades y adelantándose a los
problemas comunes que pueden ir surgiendo, dejando claro en qué casos deben avisarnos.

Al planificar la educación la enfermera debe valorar las creencias y tradiciones familiares y


tratar de incluirlas en el aprendizaje para mejorar el cumplimiento. Se deben establecer
objetivos a corto plazo y realistas porque su consecución proporciona sensación de éxito y
aumenta la autoconfianza; deben revisarse y modificarse con frecuencia. Hay que afrontar
las necesidades educativas del cuidador principal que se centran en cómo afrontar las
situaciones de la vida diaria, por lo que habrá que atender también sus deseos y
necesidades, si queremos que el paciente reciba el cuidado apropiado.
Para trabajar con estos enfermos las enfermeras deben estar preparadas y tener una
formación adecuada. Los programas actuales, muchas veces no consiguen proporcionar los
conocimientos, habilidades y actitudes necesarios para un buen cuidado del paciente y
familia.

LA COMUNICACIÓN DE LA ENFERMEDAD AL PACIENTE:

El momento de comunicar a una persona un diagnóstico fatal es una difícil situación. No


hay una forma única de hacerlo, y el profesional debe tener siempre presente los derechos
del enfermo y respetarlos, y saber individualizar en cada caso. El paciente tiene derecho a
saber la verdad, pero en ocasiones también a no saberla; en algunos países, sobre todo
anglosajones, se tiende a decir toda la verdad, entre otras cosas para evitar
responsabilidades legales; en cambio en otros países se tiende a ocultar el diagnóstico.

Siempre hay que tener en cuenta si la persona quiere más información, qué es lo que quiere
saber y si está preparada para recibirla. Se debe investigar mediante preguntas abiertas,
todo lo que ya sabe, (incluido informaciones de otros profesionales), lo que piensa, o lo que
le está preocupando en esos momentos.

Preparar previamente la situación; procurar estar en un ambiente agradable, sin


interrupciones; utilizar un lenguaje sencillo, con palabras neutras que no tengan una
connotación negativa; utilizar la comunicación no verbal para transmitir afectividad;
verificar que entiende lo que se está diciendo, aguardar en silencio respetando el tiempo
necesario para que reflexione; contestar las preguntas y ofrecer disponibilidad para todas
las futuras dudas que van a ir surgiendo.

Hay que valorar el equilibrio psicológico del paciente y es útil para ello investigar
reacciones previas ante situaciones difíciles. Puede que la información provoque un choque
emocional; algunos factores de riesgo son: pacientes con depresiones severas o
enfermedades mentales graves; dolor muy intenso; drogadicción; ancianos socialmente
aislados; personas que rechazan los contactos sociales. En estos casos hay que ser muy
prudentes y valorar que repercusión puede tener la información administrada.

En cualquier caso la comunicación de la verdad debe darse de forma paulatina y


continuada, respetando el ritmo individual. Hay que mantener siempre en el enfermo una
esperanza realista, por ejemplo esperanza de disminuir los dolores, de ser bien cuidado, etc.

A LA FAMILIA:

La familia juega un papel fundamental y debe estar correctamente informada sobre la


enfermedad y su evolución.

Es muy común informar del diagnóstico y pronóstico de una enfermedad fatal antes a la
familia que al propio paciente, incluso cuando éste da muestras de querer ser informado
plenamente. Esto está en contraposición con lo que ocurre con otras enfermedades en las
que se mantiene la confidencialidad y no se informa a otras personas a no ser que el
paciente lo desee.

El momento de conocer el diagnóstico supone un gran impacto emocional; habrá que


buscar un ambiente apropiado y tratar de saber lo que ya conocen, lo que intuyen y lo que
quieren saber, para de forma sencilla decirles la verdad de forma progresiva.

La manera de informar a la familia será distinta de la del paciente, así como los contenidos;
la información deberá ser reiterada varias veces, ocurre frecuentemente que no entienden o
no pueden entender lo que se les dice y muchas veces tienen miedo de una información que
no tienen con quien compartir.

En ocasiones tratan de evitar a toda costa que el paciente sepa la evolución de su


enfermedad, lo que impide compartir sentimientos, miedos y dudas y hace que éste se
sienta cada vez más aislado. Se debe evitar que la familia y los profesionales demos
mensajes discordantes; cuando insisten en que ocultemos la información al enfermo,
debemos tratar de convencerles que es mucho mejor la sinceridad y trataremos de fomentar
una comunicación veraz entre ambos.

VALORACIÓN DEL PACIENTE

La fase de valoración es básica en la atención, nos va a permitir establecer un plan de


cuidados adecuado. Debe realizarse de forma minuciosa e integral y comprenderá los
aspectos físicos, psíquicos y socio-familiares.

Las fuentes de información van a ser básicamente el paciente y la familia a través de la


entrevista; pero previo a esto se debe hacer una recopilación de datos a través de los
informes clínicos y el historial, para conocer el diagnóstico con certeza, las pruebas
realizadas, expectativa teórica de vida, etc.

VALORACIÓN FÍSICA:

En las personas en final de vida van a aparecer numerosos problemas que hacen preciso
una minuciosa valoración.

Se puede utilizar una guía de valoración por aparatos que permitirá identificar antes los
problemas mayores:

Estado respiratorio: vías aéreas, ruidos respiratorios, frecuencia y profundidad de la


respiración, tos, dolor,…

Estado cardíaco: frecuencia, ritmo, ruidos, dolor..

Estado circulatorio: ritmo y calidad de los distintos pulsos…

Estado neurológico: orientación, reacción pupilar, marcha, coordinación, órganos de los


sentidos,…

Estado de la piel: color, temperatura, edemas, lesiones, prurito,…

Estado musculo-esquelético: tono muscular, fuerza, amplitud de movimientos,…

Estado gastrointestinal: boca, distensión abdominal, dolor, ruidos,…

Estado genitourinario: color y cantidad de orina, distensión vesical, secreciones, dolor,


incontinencia,…

Además se recogerán datos sobre estado nutricional: hábitos, preferencias, dificultades,


ingesta de líquidos…y sobre descanso/sueño, actividad/ejercicio.

En estos pacientes van a aparecer numerosos síntomas que hay que valorarlos
detenidamente, hay que tener en cuenta que estos pueden ser multifactoriales, es decir
producidos por distintas causas, que a su vez pueden asociarse, es importante determinar la
etiología porque esto va a permitir realizar el tratamiento más eficaz. Hay que valorar así
mismo la intensidad de los síntomas, se deben utilizar instrumentos de medida como:
• Escala Visual Analógica: Es una escala de 1 a 10, donde 1 es mínimo dolor posible
y 10 máximo dolor posible. El paciente debe describir en qué punto se encuentra su
dolor.
• Escala descriptiva intensidad del dolor: 0 no dolor, 1 leve, 2 moderado, 3 severo, 4
muy severo, 5 insufrible.
• Escala Visual Analógica de alivio: De 1 a 10; 1 no alivio de dolor, 10 completo
alivio del dolor.

Es conveniente organizar los datos de acuerdo con un modelo de enfermería en lugar de


utilizar un modelo médico porque emplean un enfoque holístico y agrupan información
relacionada sobre patrones de conducta o funcionamiento humano en vez de patrones de
función de los órganos o sistemas corporales.

VALORACIÓN PSICOLÓGICA.

Se debe atender a los dos principales tipos de reacciones emocionales: depresivas y


ansiosas. Dentro de las reacciones depresivas se puede hablar de tristeza, desesperanza,
apatía, sentimientos de indefensión, de inutilidad, ideas de culpa, baja autoestima, que se
pueden expresar con llanto, pasividad, evitación, aislamiento social, y dificultad para
disfrutar de las actividades que antes eran placenteras. Las reacciones de ansiedad
comprenden la angustia, miedo e irritabilidad que pueden manifestarse por aumento de la
frecuencia cardíaca, tensión muscular, sensación de ahogo, focalización de síntomas… Se
pueden utilizar distintas escalas aunque su uso no está muy extendido como por ejemplo la
escala MAC (Mental Adjustment to Cancer) que valora cinco dimensiones: espíritu
luchador, impotencia, desesperanza, la ansiedad, el fatalismo y la evitación; la escala HAD
(Escala de ansiedad y depresión hospitalaria) que es una herramienta para el cribado de la
ansiedad y la depresión en pacientes con cáncer. Otras escalas más conocidas en nuestro
medio son las escalas de ansiedad de Golberg y la de depresión de Yesavage, aunque hay
que ser prudente a la hora de pasar una determinada escala, individualizar en cada caso la
conveniencia o no de su aplicación, así como su oportunidad.

Es útil valorar los cambios de carácter del paciente relacionado con su proceso siguiendo
las etapas del morir descritas por Kübler-Ross:

 Negación: Rechazo de la verdad; Se puede detectar un rechazo del diagnóstico,


negar el avance de la enfermedad, ignorar síntomas evidentes, pretensiones de
curación, optimismo, hacer planes de futuro…

 Ira, rabia: Reconocimiento de la verdad. Se pueden detectar: periodos de


amargura, sensación de que nadie le ayuda, cólera contra la familia y personal
sanitario, envidia de los sanos, quejas continúas.

 Negociación, pacto: Compromiso con la verdad. Suele durar poco, el paciente


pone condiciones para la aceptación.

 Depresión: Abatimiento ante la verdad. Llanto, ideas de suicidio, recuerdos del


pasado, alejamiento del entorno.

 Aceptación: Reconciliación con la verdad. Sensación de paz y tranquilidad.


Cansancio.
Estas fases nos valen para comprender a los pacientes pero no hay que considerarlas de
forma rígida y esquemática, ya que no todos los pacientes siguen este orden, ni pasan por
todas las etapas.

También deben valorarse los miedos, según E. Mansell Pattison los miedos específicos del
intervalo Vida- Muerte son ocho: Miedo a lo desconocido, a la soledad, a la angustia, a la
pérdida del cuerpo, a perder el autocontrol, al dolor y sufrimiento, a la pérdida de identidad
y a la regresión. Otros autores los simplifican en tres: al dolor, a la soledad y a que su vida
carezca de sentido. En cualquier caso se debe estar atento a los temores para poder
abordarlos.

VALORACIÓN SOCIO- FAMILIAR:

Se debe valorar:

 Composición de la familia y los roles que ocupan cada miembro dentro de ella.

 Calidad de las relaciones familiares y el impacto que estas pueden generar en el


paciente.

 Reacciones de la familia ante pérdidas anteriores.

 Valorar problemas concretos como disputas familiares, herencias,…

 Recursos económicos y sus posibles variaciones durante la enfermedad y tras la


muerte.

 Costes que genera la enfermedad: medicación, material, el que algún miembro


de la familia tenga que dejar de trabajar…

 Redes de apoyo institucionales e informales.

 Habitabilidad y confort de la vivienda: higiene, agua caliente, calefacción…

 Capacitación cultural de la familia para comprender las indicaciones sobre


cuidados y tratamiento que deberán ejecutar.

Una de las pocas escalas de valoración socio-familiar validadas en nuestro país, es la


“Escala Gijón” que aunque es específicamente para valoración de ancianos, en algunos
casos también puede sernos de utilidad; sin olvidarnos de la importancia del trabajo en
equipo y que en presencia de trabajadores sociales, éstos son los profesionales idóneos para
realizar la valoración social.

Debido a que en estos pacientes la situación cambia con mucha rapidez, la valoración
deberá realizarse de forma continuada.

Una vez realizada se elaborará un plan de cuidados que se irá adaptando según se vaya
modificando la situación. Este plan se va a centrar en: atención a los problemas que
habitualmente presentan y atención a la familia.

ATENCIÓN A LOS PROBLEMAS MÁS FRECUENTES

Los pacientes con enfermedad terminal presentan multitud de problemas. El grupo de


síntomas más frecuente lo constituye el llamado síndrome general: astenia, anorexia y
pérdida de peso que está presente en el 90% de los pacientes. El siguiente es el dolor que
afecta al 80% de los enfermos.

Debemos plantearnos objetivos realistas y a corto plazo e ir modificándolos paulatinamente


según se modifiquen las necesidades de los pacientes. Algunos síntomas van a ser muy
difíciles de controlar (debilidad, anorexia…) y de lo que se tratará es de conseguir que el
enfermo se adapta a ellos lo mejor posible.

PRINCIPIOS GENERALES DEL CONTROL DE SÍNTOMAS:

 Previo a cualquier tratamiento se debe tratar de saber la etiología del síntoma,


si es secundario a los tratamientos, debido a la propia enfermedad,…

 Valorar la necesidad de tratar un determinado síntoma dependiendo de la fase


evolutiva de la enfermedad y de la situación del paciente.

 Explicar las causas de los síntomas al paciente y familia con términos sencillos.

 Elegir tratamientos fáciles de cumplir y siempre que sea posible elegir la vía
oral.

 Iniciar los tratamientos lo antes posible y si se puede adelantarnos a los


síntomas y tratar de evitar que se cronifiquen.

 No limitarse al uso de fármacos, incluir medidas no farmacológicas.

 Evitar en lo posible la polimedicación, restringir si se puede a 4 o 5 fármacos e


ir retirando los innecesarios, para lo que hay que revisar continuamente el
tratamiento.

EL PRINCIPIO DE CONFORT COMO OBJETIVO BASICO.


El confort de un paciente, se define como el conjunto de actividades dirigidas a
proporcionar la comodidad del paciente. Incluye los procedimientos de higiene y limpieza
de la superficie corporal y mucosas externas; favoreciendo la salud general del individuo.
Una de las prioridades del quehacer del técnico en enfermería, es la preocupación por el
bienestar físico y psicológico del paciente, sobre todo si éste se encuentra incapacitado para
satisfacer sus necesidades básicas.

De ahí nace la importancia del rol del técnico de enfermería, transformándose en un apoyo
fundamental en la realización de las actividades destinadas a mejorar el grado de bienestar
y pérdida de la dependencia, durante la presencia de enfermedad u hospitalización;
haciendo de su estadía una experiencia más agradable. Cuando una persona está enferma
suele necesitar de ayuda para realizar su higiene personal. Al no poder realizarlo por sí
sólo, se pone en juego su autoestima y su pudor, disminuyendo así su comodidad y confort.

Además, en las personas enfermas, está deprimido su sistema inmunitario, lo cual favorece
la aparición y presencia de infecciones, agravándose con una falta de higiene. El sentirse
limpios y frescos les ayuda a levantar el ánimo, sentirse cómodos; y en mejores
condiciones.
HIGIENE
BAÑO COMPLETO

El baño tiene una serie de funciones como eliminar la secreción sebácea, la transpiración,
células muertas y algunas bacterias que se han acumulado. También estimula la
circulación: un baño caliente o templado dilata los vasos superficiales, trayendo más
sangre y más nutrientes a la piel. El masaje vigoroso tiene el mismo efecto. Frotar con
fricciones largas y suaves desde las partes dístales a las proximales de las extremidades es
particularmente eficaz para facilitar el flujo venoso.

El baño también provoca un sentido de bienestar en las personas. Es refrescante y


relajante y ayuda frecuentemente a la moral, apariencia y autorrespeto del individuo. El
procedimiento del baño nos da la oportunidad de valorar al paciente, tanto desde el punto
de vista físico, condiciones de la piel, erupciones, edema sacro, como desde el punto de
vista mental y/o emocional, P. ej.: orientación en el tiempo, estado anímico etc.

BAÑO EN LA BAÑERA

Se prefiere a los de la cama, ya que el lavado y el aclarado es más fácil.

La temperatura del agua debe de ser como máximo 37°. Es útil colocar una barra en la
pared. Se debe poner una goma antideslizante dentro de la bañera y una alfombra, también
antideslizante para la salida del baño, que evite caídas. El cuarto de baño debe de estar
suficientemente caldeado y sin corrientes.

BAÑO EN LA CAMA

MATERIAL

1. Dos toallas de baño, una para la cara y otra para el cuerpo.


2. Dos manoplas de distinto color, una para la cara y otra para el cuerpo.
3. Jabón
4. Una palangana para el agua de baño.
5. Equipo higiénico como una loción, polvos y desodorante.
6. Una manta de baño para cubrir al paciente durante el mismo
7. Agua a la temperatura adaptada a cada enfermo.
8. Un camisón o pijama limpio.
9. Si se requieren sabanas o toallas adicionales.
10. Una cuña o un orinal.
ACTUACIÓN

1. Explique lo que va a hacer


2. Asegúrese de que la habitación está libre de corrientes, cerrando las ventanas y las
puertas.
3. Proporciónele intimidad cerrando las puertas.
4. Ofrézcale al enfermo una cuña u orinal.
5. Lávese las manos.
6. Coloque la cama, si es regulable, en posición alta.
7. Quite la sábana de arriba y ponga en su lugar la manta de baño.
8. Ayude al enfermo a moverse hacia Vd.
9. Ponga una toalla sobre el pecho del paciente.
10. Quite la ropa al enfermo.
11. Lave los ojos del enfermo solo con agua y utilizando un algodón o gasa distinto
para cada ojo y limpie de dentro hacia fuera.
12. Lávele la cara, el cuello y las orejas.
13. Coloque la toalla de baño a lo largo, bajo el brazo del enfermo. Lave y seque esta
extremidad, empleando fricciones largas, firmes desde la mano hacia el hombro.
Lave bien la axila.
14. Ponga las manos del paciente en la palangana, lávelas y séquelas, prestando
atención especial a los espacios interdigitales.
15. Doble la manta de baño debajo del área púbica del enfermo y coloque la toalla a lo
largo del pecho y del abdomen. Lave y seque ambas zonas prestando atención
especial a los pliegues bajo las mamas. Mantenga esas áreas cubiertas con la toalla
entre el lavado y el aclarado. Sustituya la manta de baño cuando las haya secado.
16. Envuelva la pierna y un pie con la manta de baño, asegurándose de que el área
púbica queda bien tapada. Coloque la toalla de baño extendida debajo de la otra
extremidad inferior y lávela. Emplee fricciones largas, suaves, firmes desde el
tobillo a la rodilla y desde ésta al muslo. Seque esa pierna, dé la vuelta a la paciente
y repita la operación con la otra.
17. Lave los pies sumergiéndolos en el agua de la palangana. Séquelos, preste atención
especial a los espacios interdigitales.
18. Coja agua limpia templada.
19. Ayude al enfermo a adoptar una posición boca abajo o lateral. Coloque La toalla de
baño a lo largo de la espalda y de los glúteos. Lave y seque la espalda, los glúteos y
la parte superior de los muslos, prestando atención especial a los pliegues glúteos.
Dé un masaje en la espalda.
20. Ayude al enfermo a colocarse en posición supina y limpie el periné. (Algunos
pacientes prefieren hacerlo ellos mismos).
21. Ayúdele a que emplee cualquier elemento higiénico que desee, como polvos, crema
o desodorante.
22. Ayúdele para que se ponga un camisón o un pijama, si tiene un suero, meta primero
la botella por la manga donde se encuentra
23. Colabore en el aseo del pelo, la boca y las uñas.
24. Haga la cama del enfermo.

CUIDADO DE LA BOCA

El cepillado de los dientes se debe hacer 4 veces al día después de cada comida y al
acostarse. Es aconsejable el uso de un cepillo medio blando, de cerda ya que disminuye el
riesgo de traumatismos en las encías, que así mantienen su firmeza.

El cepillo se aplica contra los dientes con un ángulo de 45°, deben cepillarse todas las
superficies dentarias con ocho o diez pasadas como mínimo, moviendo el cepillo desde la
encía hasta la corona y realizando cortos movimientos rotatorios en la zona donde la encía
da paso a la superficie del diente.

Para un cuidado bucal optimo, también debe cepillarse la lengua y el paladar. Esto
eliminara la espesa saliva consecutiva a la reducción de la actividad salival o a la presencia
de dentaduras postizas y puentes. Si no se elimina, la saliva espesa puede llegar a formar
una costra maloliente llamada sordes (materia alba), que produce halitosis. Evite este
problema mediante:

- Enjuagues frecuentes con agua tibia


- Aumento de la ingesta de líquidos
Para evitar la sequedad bucal, aplique aceite vegetal a la superficie lingual y paladar,
sugiera los enjuagues con zumo de menta o limón. Evite, sin embargo, los escobillones con
glicerina-limón ya que pueden deshidratar e irritar la superficie bucal. Puede prevenirse la
sequedad de labios aplicando cacao o crema hidrosoluble.

CUIDADO DE LA DENTADURA POSTIZA

Insista en la importancia de mantener la dentadura limpia y en buenas condiciones. Para


ello enséñele al paciente a:

 Tratar la dentadura con cuidado.

 Cepillarla después de cada comida y antes de acostarse.

 Debería frotarla meticulosamente con un cepillo duro. Si no puede cepillarla


después de cada comida, recomiéndele que la enjuague con agua corriente. Insista
en que se enjuague la boca tras cepillar la dentadura, especialmente si ha comido
alimentos que contengan semillas.

 Quitarse la dentadura cada noche, a menos que exista alguna contraindicación y


sumergirla en un recipiente tapado que contenga agua corriente con esencia de
menta, o de limón, o algún producto comercial al efecto. Debe cambiar esta
solución a diario.

 Enseñarle al paciente a realizar algunos cuidados adicionales, tales como eliminar


las incrustaciones o manchas, a intervalos semanales y siempre que sea necesario.
Para disolver las incrustaciones puede sumergirse la dentadura en vinagre blanco,
sin diluir durante una noche.

CUIDADO DE LAS UÑAS DE LAS MANOS

Cuando un paciente requiere ayuda para el cuidado de las uñas, la cuidadora necesita un
cortaúñas o unas tijeras de punta, una lima, un palillo para resecar cutículas, una loción de
manos o aceite mineral para lubricar cualquier tejido seco alrededor de 1as uñas y una
palangana con agua para sumergir las uñas que estén especialmente gruesas o duras.

Se sumerge una mano y se seca, luego se cortan o liman las uñas en línea recta. Los
enfermos diabéticos, o con problemas circulatorios deben limárselas, en vez de cortárselas.
Después de esto, se 1iman 1os bordes y la cuidadora las limpia por debajo. Luego se retiran
suavemente las cutículas, teniendo cuidado de no producir heridas. Cualquier anormalidad
como una cutícula infectada o una inflamación alrededor de la uña se notificara al médico o
a la enfermera.

CUIDADO DE LOS PIES

Se pueden evitar muchos problemas haciendo que los pacientes sigan las pautas siguientes:
Llevar un calzado que se adapte correctamente, de forma que no aprieten ni rocen sobre
ningún área.

1. Lavarse los pies diariamente y secárselos bien.


2. Evitar o controlar un olor desagradable, debido a una transpiración excesiva, lavar y
cambiar de calcetines y de zapatos con frecuencia.
3. Llevar medias o calcetines limpios diariamente.
4. Evite andar descalzo.
5. Evitar la sequedad excesiva de la piel de los pies empleando cremas o lociones. Para
suavizar los callos, sumergir los pies en agua templada con sal y frotar suavemente
con piedra pómez. Para el cuidado de las uñas se aplicará la misma técnica que para
las de las manos.
6. Ir al podólogo regularmente.

EL CUIDADO DEL PELO


El pelo necesita que se cepille diariamente para que esté sano. Esta operación cumple tres
funciones principales: estimula la circulación sanguínea del cuero cabelludo, distribuye el
aceite a lo largo de la fibra del pelo y ayuda a asearlo, la mayoría de las personas emplea un
cepillo para esto.

El cabello largo es un problema para los pacientes cuando no pueden ir a la peluquería


durante un tiempo prolongado. Para evitar que se enrede tienen que peinarse al menos una
vez al día.

La limpieza y aseo del pelo, tanto en los hombres como en las mujeres se relaciona
estrechamente con el sentido de bienestar. A menudo, cuando los pacientes comienzan a
sentirse mejor, el arreglarse el pelo es un estímulo para la moral y los sentimientos
positivos sobre su apariencia.

ALIMENTACIÓN
En la situación de enfermedad terminal es frecuente que enfermos y familiares refieran
problemas relacionados con la alimentación. Debemos conseguir entre todos, que el acto de
comer no suponga de ningún modo un problema añadido a su ya delicada situación, sino,
por el contrario, un beneficio para su estado. Es decir, la nutrición e hidratación de dichos
pacientes no van a ser tratados como objetivos en sí mismos, sobre todo, cuando la
desnutrición está relacionada con la progresión de una enfermedad sistémica, no susceptible
de respuesta a un tratamiento específico.

Alimentos que contienen Principios Nutritivos Esenciales:

 Productos lácteos
 Frutas
 Verduras
 Carne
 Pan Integral

Déficit de Principios Nutritivos Esenciales puede producir:

 Anemia
 Debilidad
 Fragilidad ósea
 Infecciones
 Afecciones gingivales
 Caída de los dientes
 Depresión
La tasa metabólica disminuye con la edad, por tanto, las personas ancianas necesitan menos
calorías que anteriormente. Los panes de grano integral y los cereales se recomiendan por
sus fibras, generalmente disminuidas en las dietas de los ancianos. Las necesidades de
proteínas de los ancianos son las mismas que para los jóvenes, pero los ancianos pueden
necesitar menos consumo de grasa por su capacidad disminuida para sintetizar y excretar
los lípidos y porque la reducción de la ingesta de grasas disminuye el riesgo de
enfermedades coronarias y la obesidad.

Muchos ancianos tienen deficiencias de hierro, a menudo porque sus dietas son bajas en
proteínas ricas en hierro.

El uso de aceites minerales, como un laxante para los ancianos, puede impedir la absorción
de las vitaminas A, D, E y K.

Muchos ancianos tienen intolerancia a la lactosa y deben obtener proteínas y calcio de otras
fuentes que no sean la leche, como los vegetales, las nueces y las habas.

El sentido del gusto de los ancianos puede estar alterado, a menudo por la disminución de
las papilas gustativas, o por tener la dentadura en malas condiciones. Además, algunas
personas ancianas que viven solas no quieren cocinar o comer solas. Como resultado las
personas ancianas pueden adoptar hábitos nutritivos pobres y estar en riesgo de
malnutrición.

CONSEJOS DIETÉTICOS

1. Reducir la ingesta de grasas: es aconsejable quitar toda la grasa visible de la carne


y escurrir al máximo el aceite empleado para cocinar. No utilizar nunca manteca,
mantequilla o tocino para cocinar. Evitar las frituras y sustituir la leche entera por la
descremada.
2. Evitar las comidas ricas en colesterol: es aconsejable reducir la ingesta de huevos,
vísceras, mariscos, como gambas, langosta y cangrejos y las grasas animales.
3. Aumentar la ingesta de frutas: es recomendable comer fruta del tiempo, que son
fuentes de vitaminas A C Y E así como de potasio.
4. Aumentar la ingesta de verduras y legumbres: las verduras contienen fibra que
ayuda a evitar el estreñimiento y disminuye los niveles de colesterol en sangre.
5. Aumentar la ingesta de cereales y pan integral: estos alimentos, al igual que las
verduras, contienen fibra y ayudan a prevenir el estreñimiento.
6. Disminuir la ingesta de sal.
7. Evitar el azúcar.
8. Aumentar la ingesta de minerales como el calcio y el flúor: es aconsejable tomar
productos lácteos con bajo contenido en grasas, frutos secos y verduras.

9. Mantener una ingesta adecuada de líquidos: es aconsejable beber líquidos en


abundancia. Como mínimo 1 ½ litro al día.

ALIMENTACIÓN EN PACIENTES ENCAMADOS

El cuidador se ocupará de que el enfermo diariamente tome abundantes líquidos en forma


de agua, zumos, sopa, incluso aunque el paciente no quiera, porque puede tener disminuido
el reflejo de la sed, o tener miedo a beber, debido a que se atraganta. En este último caso
darle la bebida con un biberón.

La alimentación tendrá abundantes proteínas que fortalecerán su tejido muscular y la piel.


Estas se encuentran en las carnes rojas, el pescado azul (sardinas, anchoas, bonito,
chicharro, etc.), huevos, leche y verduras frescas. Las proteínas deben constituir al menos
un 25% de la ingesta total diaria.

Los hidratos de carbono (en menor proporción, un 20%) son agradables de sabor, pero
aportan una sensación de saciedad, por lo que no conviene que el enfermo los consuma en
exceso y pierda el apetito para comer alimentos ricos en proteínas. Se encuentran en las
patatas, lentejas, garbanzos, alubias, macarrones, fideos etc.

También pueden formar parte de la comida del enfermo las grasas porque mejoran el sabor
de los alimentos, además de realizar funciones específicas (sirven de vehículo a las
vitaminas A, D, K, E) liposolubles. Reducen la secreción ácida del estómago y regulan su
actividad muscular. Son preferibles las grasas como el aceite de oliva, las del salmón, la
sardina, etc. Los fritos pueden producir trastornos digestivos.

ALIMENTACIÓN POR SONDA NASOGASTRICA

En algunos casos el médico ordena la alimentación mediante sonda nasogástrica. Una


sonda es un tubo fino de plástico flexible que la enfermera introduce por una fosa nasal,
hasta llegar al estómago. Una alimentación nasogástrica nunca debe ser administrada hasta
que la enfermera confirme que la sonda está en el estómago. La vía más segura para
confirmar este hecho es extrayendo algún contenido del estómago con una jeringa. Las
mezclas alimenticias para administrar nasogástrica mente están preparadas comercialmente.
Las preparaciones son líquidas y contienen una variedad de nutrientes dependiendo de las
órdenes del médico. La frecuencia de las tomas y las cantidades que se administran también
las ordena el médico. Un adulto a menudo necesita 300 a 500 c/c. de mezcla por toma.

Las soluciones normalizadas contienen una caloría por mililitro de solución, con proteínas,
grasas, carbohidratos, minerales y vitaminas en proporciones específicas.

La enfermera, primero se asegura del emplazamiento apropiado de la sonda en el estómago,


y a continuación, instila 10 ó 15 ml. de agua a través de la sonda, para asegurar que esté
permeable, fija entonces la sonda y administra la mezcla lentamente. La mezcla de
alimentación debe estar a la temperatura ambiente, porque los líquidos calientes o fríos
pueden irritar la mucosa gástrica. Es importante que no se administre la alimentación con
una presión indebida, que puede producir el reflejo del vómito. Se debe administrar el
líquido de sobrealimentación forzada con una jeringa lentamente y con una presión mínima.
A continuación de la alimentación se administra 15 a 30 ml. de agua. El agua limpia los
restos alimenticios y previenen obstrucciones futuras. Se pinza la sonda para prevenir que
entre aire en el estómago. El final del tubo se cubre con una gasa que se sujeta con un
esparadrapo. La sonda se fija a la ropa del paciente. Periódicamente se cambiará el
esparadrapo que sujeta la sonda a la nariz, por higiene, y para prevenir ulceraciones en
dicha fosa nasal.

PRINCIPIOS GENERALES
l.- Reconocer los deseos del paciente, sabiendo y aceptando que está en su derecho
de decidir si quiere o no comer, sin obligación, críticas o deseos de disuadirle.

Teniendo en cuenta la ANOREXIA, DEBILIDAD Y SENSACION DE PLENITUD que


sufren dichos pacientes, podemos establecer unas normas orientativas:

1- Es recomendable fraccionar la dieta en 6 - 7 tomas, y flexibilizar mucho los horarios


según los requerimientos y deseos del paciente.
2- Hay que adaptar la cantidad de cada toma al enfermo, sin presionar para que realice una
ingesta mayor, que va a inducir una sensación de fracaso.

3- También se debe adaptar el gusto a los deseos del paciente y es aconsejable la adición
de algunas salsas.

4- En cuanto a la composición, no debemos insistir en la composición hipercalórica o


hiperproteíca, ni en dietas especificas ricas en fibras, para la prevención y tratamiento del
estreñimiento, porque disponemos de recursos específicos más eficaces.

5- La adición de complejos vitamínicos o hierro oral es de muy dudosa eficacia.

6- La presentación de la dieta, la adecuación del tamaño del plato a la cantidad de


comida,... son aspectos importantes para mejorar la tolerancia, aunque son frecuentemente
olvidados.

2.- El paciente tiene permiso para dejar de comer cuando quiera, mientras se le da la la
comida. Eso hace que con el tiempo, vuelva a tomar lo que le pueda apetecer.

3.- Hay que evitar que los familiares fuercen al paciente a comer, ya que esto crea muchas
veces una gran tensión y hace que el momento de las comidas se convierta en un verdadero
conflicto entre los familiares y el enfermo.

4.- No hay que darle demasiada importancia a la pérdida de peso. Se deben de quitar de la
vista las balanzas.

5.- La medida final consiste en estimular a los familiares a que compren ropas adecuadas a
su nuevo estado. Nada es más doloroso, para recordar el peso perdido, que el uso de
prendas que ahora parecen ser de dos o tres tallas mayores.

SERVICIO A DOMICILIO
Es necesario que el paciente desee estar en su casa, que tenga un entorno social y familiar
adecuado y que su familia lo pueda atender. Se requiere de un equipo sanitario de trabajo
apto para realizar cuidados paliativos domiciliarios. Por último, el sistema de salud debería
reconocer la prestación domiciliaria del equipo.

Cuando un paciente está por internarse en el domicilio, es visitado por el coordinador


médico, quien evalúa cuáles son las necesidades del paciente en ese momento y programa
la periodicidad de las visitas de los diferentes profesionales. Si bien las visitas son
programadas, los pacientes pueden comunicarse en forma directa con cualquiera de los
profesionales cuando lo crean necesario, y solicitar visitas extras. Al domicilio se lleva un
maletín en cuyo interior se encuentra, un set básico de medicamentos de emergencia,
además de los fármacos necesarios para cada paciente en particular. La historia clínica,
donde se asentará cada visita profesional, la evaluación, los controles realizados y las
indicaciones, se hallan igualmente dentro del maletín, al cual tendrán acceso los miembros
del equipo. Si se requiere, también se provee cama ortopédica, tubo de oxígeno,
nebulizador, pie de suero. Las obras sociales que realizan convenios para atención de
cuidados paliativos en domicilio brindan, además, la posibilidad de estar en contacto con
servicios de emergencia médica.

Solicitamos al familiar que si es necesaria una atención de emergencia, una vez que lleguen
profesionales médicos y paramédicos al domicilio, se comuniquen éstos con nosotros para
que los interioricemos de la situación clínica del paciente. En nuestra experiencia son muy
pocas las veces que se requiere la intervención de servicios de emergencia. Esto
probablemente ocurre porque actuamos de manera proactiva, anticipándonos a los
potenciales problemas, y a la educación que se realiza con el paciente y la familia.

ELEMENTOS NECESARIOS PARA LA ATENCIÓN DOMICILIARIA

Dentro de la valija, que permanece en el domicilio y al cual tienen acceso los profesionales
encargados del cuidado del paciente y el familiar cuidador principal se encuentra:

• Butterfly (aguja de mariposa) nº 21, 23 y 25 (estos dos últimos para medicación o


hidratación subcutánea).

• Jeringas de diferentes tamaños, para cargar y aplicar medicación (algunas veces se dejan
preparadas dosis de medicamentos que aplicará el familiar).

• Ampollas de agua destilada y solución fisiológica para diluir medicación.

• Solución fisiológica y Dextrosa al 5% (para comenzar una hidratación si es necesario).

• Perfuss nº 1 (para conectar el sachet de hidratación al butterfly).

• Material para esterilizar piel (gasas y soluciones antisépticas).

• Medicamentos inyectables que pueden realizarse por vía subcutánea (cl. Morfina del 1 al
4% en frascos multidosis, dexametasona, diclofenac, ketorolac, lhioscina, metoclopramida,
haloperidol fenobarbital, clorpromazina).

• Historia clínica. Con todos los datos del paciente y hojas de evolución donde los
profesionales asientan la evaluación y la práctica que se le realiza al paciente. Presenta una
hoja para evaluación periódica de síntomas, una hoja para evaluación psicológica, una hoja
para evaluación nutricional, una hoja para evaluación kinesiológica y una hoja de
enfermería (además de la evaluación, asienta allí el personal de enfermería los
medicamentos utilizados para el control interno y de la obra social).

GESTION DEL ESTRÉS. RELAJACION. AUTOESTIMA.

ESTRÉS
El estrés es la respuesta de adaptación a unas demandas muy dispares llamadas factores de
estrés, el frío, el calor, el traumatismo físico, el ejercicio físico, la enfermedad, la fatiga…
son factores de estrés, igual que la alegría, la pena, el miedo, la coacción, el éxito o el
fracaso.

El estrés se manifiesta por un estado, el estado de estrés que corresponde al conjunto de


modificaciones provocadas por el síndrome general de adaptación. Se trata de esas
modificaciones biológicas, psicológicas, somáticas funcionales y orgánicas, visibles y
cuantificables, que permiten apreciar el estado de estrés. En el lenguaje popular se
experimenta como un estado de fatiga, de cansancio, de tensión nerviosa y de agotamiento.
Pero no hay que olvidar que el estrés es también y sobre todo un proceso fisiológico normal
de estimulación y de respuesta del organismo. No se trata forzosamente de una reacción
penosa. Es la sal de la vida, indispensable para la adaptación, para el desarrollo y para el
funcionamiento del organismo. Gracias a él el hombre se adapta y progresa.
CAUSAS DEL ESTRÉS

Todos los días nos enfrentamos con algún desafío. En el hogar, en el trabajo, incluso en los
momentos de ocio, nos encontramos con una serie de demandas extraordinarias para
nuestras mentes y nuestros cuerpos. El estrés es un estado de excitación, gracias al cual el
cuerpo reacciona ante esas exigencias. No podemos vivir sin estrés, ya que esos desafíos se
presentan permanentemente. Y por muy diversas que puedan ser las fuentes que originan el
estrés, y por muy variables que sean los niveles de estrés que experimentamos, el
mecanismo que registra la excitación y que nos ayuda a afrontar todos los desafíos que se
nos plantean, es algo que todos los seres humanos tienen en común. Respondemos a los
retos espontáneamente, con rapidez y eficacia. Cuando percibimos por primera vez el
desafío, se da una reacción en cadena de los procesos fisiológicos que desata
instantáneamente la energía y la fuerza necesaria para prepararnos a luchar o a huir.

Para evitar este tipo de situaciones, tenemos que aprender a liberar la presión (por ejemplo
practicando ejercicios) o a "apagar" la reacción de excitación, adoptando una técnica de
relajación consciente. El momento en el cual la excitación positiva y administrable se
convierte en un exceso de estrés poco saludable no es el mismo para todos los seres
humanos. La personalidad, el comportamiento, y la manera de vivir influyen en el nivel de
estrés.

El estrés se acumula, por medio de emociones, como la agresión, la impaciencia, la ira, la


ansiedad, y el miedo, emociones que desencadenan la reacción del organismo ante el estrés.
Una dieta poco saludable, el tabaco, las bebidas alcohólicas y las drogas también pueden
ayudar a incrementar las tensiones físicas. El estrés puede surgir de situaciones en el
trabajo, en la casa, en las relaciones, puede ser el resultado de conflictos emotivos internos,
del entorno, de la dieta, de la mala salud, de los apuros económicos y de ciertas situaciones
importantes en la vida de un ser humano: los partos, los fallecimientos, el matrimonio, el
divorcio, o la enfermedad crónica de un familiar.

Sobre todo, el estrés es tal como nosotros lo percibimos. Una situación puede resultar
angustiosa y llena de tensiones para algunas personas y para otras ser un motivo de deleite.
Una falta y un exceso de estímulo pueden provocar el mismo nivel de estrés. Pero los
efectos negativos del estrés solamente comienzan cuando uno no puede controlar sus
reacciones ante él. Reconocer este hecho es el primer paso vital para reducir las
repercusiones dañinas del estrés en la propia vida.

SEÑALES DE ESTRÉS
REFLEJOS NERVIOSOS

 Morderse las uñas.


 Apretar las mandíbulas.
 Tamborilear con los dedos.
 Hacer crujir los dientes.
 Apretar los puños.
 Tocarse la cara.
 Hurgarse la piel alrededor de las uñas.
 Agitar las piernas.
 Mesarse los cabellos.
CAMBIOS DE HUMOR

 Ansiedad.
 Depresión.
 Frustración.
 Hostilidad o ira continuas.
 Desánimo.
 Impaciencia.
 Irritabilidad.
 Inquietud.

COMPORTAMIENTO

 Agresividad.
 Modificación de las horas de sueño.
 Realización de varias cosas a la vez.
 Arrebatos emocionales.
 Dejar las tareas sin terminar.
 Reacciones excesivas.
 Hablar demasiado deprisa o gritar.
 Falta de actividad social.
 Ausencia de tiempo de ocio.
 Insomnio.
 Olvidos frecuentes.

ENFERMEDADES RELACIONADAS CON EL ESTRÉS

 Dolores de la espalda.
 Trastornos del aparato digestivo.
 Jaquecas, migrañas.
 Dolores musculares.
 Problemas de la piel.
 Problemas intestinales (diarrea o estreñimiento).
 Frecuente necesidad de orinar.
 Vértigo.

ORIENTACIONES GENERALES PARA LA GESTION DEL ESTRÉS


1. Elabore una lista de sus tareas por orden de importancia y establezca un horario al
principio de cada día.

2. Tómese breves descansos, con intervalos regulares a lo largo del día. Haga una
relajación breve, o estírese o respire profundo y tranquilamente durante 2 ó 3
minutos cada hora.

3. Vigile su postura y controle periódicamente que no está tenso y que su cuerpo está
bien apoyado.

4. Consuma alimentos sanos. Limite la cantidad de estimulantes y toxinas (como


cafeína, alcohol, tabaco, dulces) que ingiere cada día.

5. Acuéstese por lo menos media hora antes de lo habitual y levántese un cuarto de


hora antes de lo necesario. Establezca y realice ejercicios estimulantes por la
mañana.
6. Reduzca todo lo posible el estrés que le rodea (p. ej. asegúrese de que su lugar de
trabajo y/o su hogar tienen buena luz, un asiento cómodo, bajo nivel de ruidos y que
están ordenados).

7. Establezca citas frecuentes para hablar y compartir con personas que lo escuchen y
que se preocupen por Vd. y por los asuntos que le afectan.

8. Libere sus emociones reprimidas en cuanto pueda: gruñir, gritar, golpear


almohadones, pegar con una raqueta el colchón, etc., inicie la práctica de un deporte
o pasatiempo que le permita liberar sus frustraciones reprimidas.

9. Permita a su mente desconectarse al menos dos veces al día, una de ellas por medio
de la música, un libro o programa de televisión preferidos y otra utilizando técnicas
como la relajación.

10. Realice al menos 10 ó 15 minutos de ejercicio físico moderado cada día ,3 sesiones
de 20 minutos de ejercicio más fuerte cada semana.

11. Utilice técnicas de relajación profunda durante al menos 20 minutos una vez por
semana (p. ej.: una cinta relajación, sauna, masaje o un simple baño de
aromaterapia).

12. Planee actividades diversas al principio de la semana para estimular su humor y su


espontaneidad.

RELAJACIÓN
La relajación es la actividad más natural que existe, pero es un arte olvidado. Pocas
personas pueden afirmar actualmente que se sienten completamente relajadas durante la
mayor parte del día. Esto es una consecuencia del grado de estrés que sufrimos en nuestras
vidas, y de la cantidad de tensión oculta o inconsciente que existe en nuestros cuerpos.

Cuando estamos verdaderamente relajados en nuestro organismo se producen cambios muy


concretos y verificables. Dichos cambios diferencian la relajación de su opuesto, el estado
de tensión o excitación.

Algunos de los más significativos de estos cambios son desencadenados por las dos ramas
del sistema nervioso autónomo. Comienza a funcionar más lentamente la rama simpática
del sistema nervioso, que es la que controla la temperatura del cuerpo, la digestión, el ritmo
cardíaco, el ritmo respiratorio, la circulación de la sangre, la presión arterial y la tensión
muscular, comienza a funcionar más lentamente. Simultáneamente la rama opuesta del
sistema nervioso, la rama parasimpática, comienza a funcionar con mayor rapidez,
disminuyendo el consumo de oxígeno y reduce las funciones fisiológicas siguientes:
eliminación del dióxido de carbono, ritmo cardíaco y respiratorio, presión arterial, flujo de
sangre y nivel de cortisona. También ablanda los músculos y activa los órganos,
haciéndolos trabajar con mayor eficacia. Los médicos han calificado todos estos cambios
fisiológicos como la "reacción de relajación", que es exactamente lo contrario de la
reacción de "lucha o huida" que tenemos ante el estrés.

Investigaciones recientes indican que entre los cambios bioquímicos desencadenados por la
relajación está el aumento de la producción de ciertas sustancias químicas que influyen en
el estado de ánimo, conocidas como neurotransmisores. Aumenta especialmente la
producción de serotonina, una sustancia relacionada con la sensación de tranquilidad y
alegría.
EJERCICIOS DE RELAJACIÓN

REQUISITOS

Para que ésta llegue a ser correcta y total han de reunir los siguientes requisitos:
1. Tranquilización emocional.
2. Progresiva distensión muscular.
3. Cese de todo movimiento mental, o sea, de todo pensamiento, imagen o idea.
4. Actitud consciente en todo momento.

EFECTOS

1. Perfecto descanso del cuerpo.


2. Recuperación rápida de toda clase de fatiga.
3. Mejora el funcionamiento del cuerpo en general.
4. Aumenta la energía física, psíquica y mental.
5. Tranquiliza, aclara y profundiza la vida afectiva o emocional.
6. Descanso de la mente a voluntad.

CONDICIONES PARA UNA BUENA RELAJACION.

LUGAR

 Temperatura: Ventilado y una temperatura agradable, necesitando mantas en caso


de que haga frío.
 Tranquilidad: Es difícil conseguir sitios silenciosos. Acostumbrarse a ruidos
conocidos.
LUZ

 Suave, penumbra, oscuridad.


 Ropa: cualquiera, con tal de que no apriete.
 Hora: Evitar los momentos de somnolencia/ Nada más levantarse, después de las
comidas y al acostarse). Procurar hacerlo a la misma hora.

POSICION

 Tumbada, sentado, de pie, cómodo.

DURACION

Al comienzo 5 a 10 minutos, luego media hora y una vez de dominar la técnica, lo que se
crea conveniente.

Tanto para entrar como para salir de la relajación tenemos que tener en cuenta dos
elementos: mente y respiración.

La ACTITUD MENTAL que debe mantener en todo proceso de relajación es de mantener la


atención perfectamente tranquila y despierta.
AUTOESTIMA
La autoestima tiene dos componentes: un sentimiento de capacidad personal y sentimiento
de valía personal.

En otras palabras, la autoestima es la suma de la confianza y el respeto por uno mismo.

Refleja el juicio implícito que cada uno hace de su habilidad para enfrentar los desafíos de
la vida (para comprender y superar los problemas) y de su derecho a ser feliz (respetar y
defender sus intereses y necesidades).

Tener una alta autoestima es sentirse confiadamente apto para la vida, es decir, capaz y
valioso, en el sentido que acabo de indicar. Tener una autoestima baja es sentirse inútil para
la vida, equivocado, no con respecto a tal o cual asunto, sino equivocado como persona.

Desarrollar la autoestima es desarrollar la convicción de que uno es competente para vivir y


merecer la felicidad y por lo tanto, ayuda a alcanzar nuestras metas y experimentar la
plenitud. Desarrollar la autoestima es ampliar nuestra capacidad de ser felices.

Cuanto más alta sea nuestra autoestima, mejor preparados estaremos para afrontar las
adversidades: cuánto más flexibles seamos, más resistiremos las presiones que nos hacen
sucumbir a la desaparición o a la derrota.

DESARROLLO DE LA AUTOESTIMA

 Deje de criticarse y empiece a apreciarse a sí mismo.


 El aceptarse le ayuda a hacer cambios.
 Empiece a aprobarse.
 Dése permiso para avanzar
 Puede dejar de preocuparse
 Escúchese, Vd. sabe lo que le es más provechoso.
 Vd. merece ser feliz.
 Decida tratarse bien.
 Tome el control de su vida.
 Concéntrese en lo bueno de las personas y de las situaciones.
 Vd. elige sus pensamientos.
CONCLUSIÓN

Los Cuidados Paliativos pretenden mejorar la calidad de vida y el bienestar de


los enfermos terminales y de sus familias. Estos deben aplicarse
progresivamente con el avance de la enfermedad y con la finalidad de mejorar
la calidad de vida y no de prolongar la supervivencia.

El personal de enfermería tiene como objetivo atender al paciente


integralmente y orientar a la familia en los cuidados ya que va a ser una pieza
clave en el cuidado. El hecho de que de los pacientes terminales permanezcan
en su entorno les ayuda a seguir manteniendo su rol social y familiar,
continuar con su intimidad y disponer de su tiempo según ellos quieran.

En cuanto a los síntomas que padecen los enfermos terminales, la mayor parte
pueden paliarse en su domicilio con un correcto seguimiento. Evitando en
todo momento la claudicación familiar ya que es uno de los principales
problemas que surgen en el domicilio y que los profesionales deben abordarlo
junto con el paciente y la familia. Relacionado con la comunicación, tanto con
el paciente como con su familia, el éxito radica en: saber escuchar, la empatía
y la aceptación.

En la etapa terminal cobra especial importancia la ética ya que es cuando más


dilemas surgen que deben ser resueltos mediante los cuatro principios
fundamentales: beneficencia, no maleficencia, justicia y autonomía.

Das könnte Ihnen auch gefallen