Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
Anuncio
Un paisaje es la extensión de un terreno que se observa desde un determinado lugar y que estará
conformado por las características naturales del entorno en cuestión como asimismo por la
intervención del ser humano sobre el mismo, construcciones, daños ambientales, entre otras.
En tanto, no podemos soslayar que el concepto dispone de una especial asociación con lo bello y lo
artístico, como consecuencia que estos terrenos normalmente se destacan por su belleza natural
que hace que la gente se detenga ante ellos y los admire ciertamente.
e llama paisaje natural a aquella parte del territorio del planeta tierra que se encuentra casi virgen
del hombre, es decir, prácticamente no ha sido modificado por la acción de este.
En el paisaje natural no hay ninguna alteración provocada por el hombre y por caso es que se le
atribuye la denominación de natural. Su forma y características son el producto de la interacción de
sus componentes climáticos, geológicos y ecológicos, nada más y nada menos.
Características principales
Los bosques tropicales, las zonas elevadas en las montañas, los polos, algunas zonas en la costa, y
ciertos espacios desérticos pueden ser considerados como paisajes naturales porque comparten
elementos en común que suman a su naturalidad y a la escasa intervención humana dado que se
encuentran normalmente en lugares de difícil acceso, o donde la vida humana sería inviable por las
condiciones extremas del clima, y entonces son muchas las desventajas de instalarse en los
mismos.
A esta altura debemos decir que en estos paisajes naturales el hombre no ha puesto su pie porque
las condiciones no le han servido, porque sí lo ha hecho en todos aquellos paisajes que le
reportaron algún tipo de beneficio.
Así es que la población que reside en ellos es siempre muy baja, o bien nula, porque no hay
condiciones básicas para que el hombre se desarrolle allí.
Ser representativo de los diferentes ecosistemas, formaciones o paisajes naturales, ya sean estos
geológicos o geomorfológicos; que implique un papel relevante en la conservación del ecosistema,
pudiendo de este modo asegurar la continuidad evolutiva de las diferentes especies que se hallen
en él, entre otras cuestiones.
Y por otra parte, que realicen dos contribuciones importantísimas, por un lado, al mantenimiento y
mejoramiento de los sistemas hidrológicos y de abastecimiento de agua y por otra parte, contribuir
al control de la erosión así como al de la sedimentación.
Ejemplos
Algunos ejemplos de paisajes naturales son: los parques (áreas naturales poco transformadas por
la mano del hombre, las cuales, ya sea por su belleza, representatividad de sus ecosistemas,
singularidad de su flora o fauna, poseen valores estéticos, educativos, entre otros, cuya
conservación merece ser llevada a cabo) las reservas naturales (espacios naturales que se protegen
por su rareza, fragilidad, importancia o singularidad) y los monumentos naturales (espacios o
elementos de la naturaleza que están conformados por componentes singulares, bellos y entonces
merecen ser protegidos).
Según estudios internacionales, especialmente uno publicado recientemente en la revista
científica “Hydrological Processes” (traducida como “Procesos Hidrológicos”) de Inglaterra
afirma que las especies forestales de rápido crecimiento como los Pinos no solamente no
ayudan a superar los problemas de escasez de agua en la temporada de sequía, sino que son
capaces de empeorar aún más el problema.
El año 2016 la revista en mención publicó un estudio hecho por un grupo internacional de
instituciones y universidades que forman la Iniciativa Regional de Monitoreo Hidrológico de
Ecosistemas Andinos (iMHEA). En este se analizaron los impactos de los cultivos, el sobrepastoreo, y
las plantaciones de pino en ecosistemas de páramo, jalca, y puna, incluyendo mediciones en las regiones
de Piura, Amazonas, Huaraz, Lima, y Apurímac.
Se encontró que en todos los tipos de ecosistema, las plantaciones de Pino reducen los caudales de los
ríos cercanos a la cuarta parte durante todo el año, pero su efecto es hasta 10 veces más negativo durante
las temporadas de sequía.
Los expertos señalan que aunque las raíces de los árboles pueden ayudar a aumentar la porosidad en el
suelo, en realidad se ha observado que la humedad del suelo es más baja que en los ecosistemas
naturales sin árboles, y por tanto su función como almacenadores de agua se reduce cuando hay
plantaciones forestales.
Se dedujo además, que otras actividades, como los cultivos de papas en las zonas altoandinas también
afectan a los caudales cercanos, especialmente en las temporadas de estiaje; y que el sobrepastoreo con
especies animales como ovejas y vacas en las cabeceras de las cuencas compactan el suelo, impidiendo
que el agua de la lluvia pueda infiltrarse y almacenarse naturalmente, lo que puede aumentar la amenaza
de crecidas en los ríos y reducir aún más la escasez de agua en los tiempos de sequía.
Asimismo, otros estudios, como el publicado el año el año 2007 por la revista científica “Forest Ecology
and Management” concluyó que en las áreas que han sido forestadas con pinos, los caudales de ríos
cercanos se reducían a la mitad en comparación con zonas de páramos naturales, incluyendo una
reducción de más de 10 veces en los caudales en las temporadas de sequía.
La razón - según los expertos - se debe a que las especies forestales consumen más agua que las especies
de vegetación nativa, y que especialmente las especies exóticas y de rápido crecimiento como los pinos
agravan el problema de escasez de agua en las épocas de estiaje.
Cabe mencionar que estos resultados llevaron a que en el Ecuador se haga un cambio de política frente a
las plantaciones de pinos para evitar afectar a las zonas altoandinas generadoras de agua, y a que varias
otras instituciones repitan los estudios en otros países y con diferentes especies de árboles para comparar
sus efectos.
Fuente:Sunass
El nivel freático puede definirse como el nivel superior del agua en un acuífero o
más correctamente como el lugar donde la presión del agua es igual a la de la
presión atmosférica.
El nivel freático o también llamada capa freática o llamada napa freática puede
medirse mediante una perforación en el subsuelo. La distancia medida entre el
agua subterránea y la superficie se corresponde con el nivel freático.
Por tanto, hay que prestar atención en un confundir ambos términos (nivel
freático y piezométrico) pues no son sinónimos y no se pueden usar
indistintamente.
Al igual que en el nivel freático, el nivel piezométrico también puede ser medido
mediante piezómetros abiertos, de cuerda vibrante, Drive-in, Casagrande, etc.
Cuando tenemos varios puntos piezométricos podemos trazar mediante la unión
de estos puntos una superficie piezométrica y de este modo generar un mapa de
isopiezas (líneas que unen la misma carga piezométrica). Son muy prácticas para
determinar la dirección y sentido del flujo subterráneo y el gradiente hidráulico.
Aspectos esenciales en los estudios hidrogeológicos de túneles, presas o
excavaciones con pantallas bajo el nivel freático.
Al igual que se ha diferenciado con nivel freático y nivel piezométrico, también hay
que diferenciar entre el término superficie piezométrica que es el lugar
geométrico de los puntos de igual cota piezométrica del término superficie
freática que es el lugar de geométrico de los puntos de un acuífero cuya presión
es igual a la atmosférica y que coincide con la superficie del agua en acuíferos
libres.
La saturación del terreno por el agua freática hace que tenga una consistencia
blanda o fluida y, por tanto, una resistencia baja. Permite bajas presiones
admisibles (enlace), elevados asientos, problemas de estabilidad de taludes y
fondo de excavaciones.
La presencia del nivel freático se traduce en pequeños caudales de agua hacia las
excavaciones, generalmente a través de fisuras pero sin afectar a taludes
moderados o a la capacidad portante del terreno.
Cabe prestar atención a la zona de fluctuación del nivel freático ya que suele
presentar una menor resistencia. Debe evitarse esta zona en la medida de la
posible bien cimentando por encima o por debajo de la misma.
Otro caso peculiar es el de las arcillas expansivas que se verán menos afectadas
si la capa freáticase encuentra muy alta y sin variaciones estacionales.
c) Suelos arenosos
Debido a su elevada permeabilidad debe evitarse tener que cimentar bajo el nivel
freático. Si ello resulta imprescindible debe construirse recintos estancos como
pantallas de hormigón, tablestacas, etc y realizar un rebajamiento del nivel
freático. El abatimiento del nivel freático puede hacerse mediante arquetas de
bombeo, well-points, etc.
Las variaciones de la napa freática suelen ser importantes en este tipo de suelos
por lo que se recomienda mediar el freático en distintas épocas del año.
La cimentación debería emplazarse por encima del nivel máximo posible para
evitar la inmersión posterior y dar lugar a fenómenos de colapso o asientos
bruscos, tanto más bruscos cuanto más flojo esté en su estado natural.