Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
Basado en:
HAMELIN, OCTAVE. [1911]. El sistema de Descartes. [Le système de Descartes, 1911]. Trad. de A. H. Raggio.
Buenos Aires, Losada, 1949.
COPLESTON, FREDERICK. [1958] Historia de la filosofía. [A History of Philosophy, 1958]. Vol. IV: De
"Lo que primero hallo digno de nota es que el señor Descartes establezca, como
que hay un Dios, dice: Os pregunto primero, a fin de comenzar por lo más
asemejan mucho las de nuestro autor, cuando dice: Cierto que hay no sé qué
RENÉ, Meditaciones metafísicas con objeciones y respuestas. Trad. de Vidal Peña, Alfaguara, 1977, p.
162]
Pienso, luego existo, tiene alguna relación [De Civitate Dei, Lib. XI, cap.
26]; [AT, III, 247. En Descartes, Obras escogidas. Traducción de E. de Olaso y T. Zwanck.
Por fin, es posible que ese mismo pasaje le haya sido indicado a Descartes no bien publicado
el Discurso, porque el 25 de mayo de 1637 (I, 376) escribe a Mersenne:
"[...] no os he escrito nada del pasaje de San Agustín porque no me parece que
Sea quien fuere el que por primera vez notó esa coincidencia, lo cierto es que:
Primero, aun cuando Descartes hubiera concebido una primera idea del cogito por influjo
de San Agustín, su originalidad no se vería comprometida en nada, como muy bien observa
Pascal (Esprit géometr. hacia el final).
[...] hoy lo he leído [al pasaje de San Agustín] en la biblioteca de esta ciudad y
ser y en seguida para hacer ver que en nosotros hay alguna imagen de la
Trinidad, porque somos, sabemos que somos, y amamos este ser y esta ciencia que
hay en nosotros, mientras que yo me sirvo de él para hacer conocer que este yo
que son dos / cosas muy diferentes. Y es una cosa de suyo tan simple y tan
natural inferir que uno es, de que uno duda, que hubiera podido caer bajo la
Agustín, aun cuando esto sólo sirviera para cerrar la boca a los pequeños
espíritus que han tratado de embarullar con este principio" [A un amigo cuyo
nombre se ignora, noviembre de 1640. AT, III, 247-248. En Descartes, Obras escogidas.
Hasta aquí llega la referencia de Hamelin1. Ahora, nosotros podríamos agregar que quizá
hubiera sido mejor que Descartes defendiera la originalidad de su descubrimiento tomando
en consideración cómo se llega a él, es decir, por método. Como señala Copleston, Descartes
no pretende en su tarea de refundación de la filosofía sobre bases sólidas sustituir toda
opinión anterior por otras completamente nuevas2. Descartes contempla la posibilidad de
que afirmaciones anteriores resulten ser, en definitiva, verdaderas3. Lo único que cuestiona
es que, halladas sin método, su descubrimiento es azaroso y casual4, y el criterio de su
aceptación, la mera autoridad de quien así las haya encontrado5. Por tanto, también en el
caso del cogito, podríamos tener una de esas verdades ya sabidas, por ej. la sabida por
Agustín, pero que sólo ahora Descartes permite incorporar a la filosofía de modo justificado,
sobre la base de haber aplicado las correspondientes reglas del método 6.
1 Cf. OCTAVE HAMELIN; [1911] El sistema de Descartes, Trad. de A. H. Raggio. Buenos Aires, Losada, 1949, pp. 131-132.
2 Cf. FREDERICK COPLESTON,
[1958] Historia de la filosofía. Vol. IV: De Descartes a Leibniz. Trad. de Juan Carlos García-Borrón.
Barcelona/Caracas/México, Ariel, 51982, p. 70 y p. 90 nota 1.
3 "[...] por lo que toca a las opiniones a que hasta entonces había dado mi crédito, no
podía yo hacer nada mejor que emprender de una vez la labor de suprimirlas, para
sustituirlas luego por otras mejores o por las mismas, cuando las hubiere ajustado
al nivel de la razón." (Descartes, Discurso del método, Segunda Parte, AT. VI, 13-14. Trad. Manuel García
13
Morente. Madrid, Espasa-Calpe, 1975, p. 37. El subrayado es nuestro.)
4 "Los mortales están poseídos de una curiosidad tan ciega, que frecuentemente dirigen
su espíritu por vías desconocidas sin que nada justifique sus esperanzas sino
únicamente por ver si allí se encuentra lo que buscan, a semejanza del que, ardiendo
en deseos insensatos de descubrir un tesoro, recorriera sin cesar los caminos
buscando uno, que algún viajero pudiera haber perdido. Así estudian casi todos los
químicos, la mayor parte de los geómetras y no pocos filósofos, y no niego que
vengan a veces a errar tan felizmente que encuentren alguna verdad; pero no por esto
reconozco que son más hábiles, sino sólo más afortunados." Descartes, Reglas para la dirección del
espíritu, Regla IV, AT. X, 371 (En Descartes, Obras escogidas. Traducción de E. de Olaso y T. Zwanck. Buenos Aires,
Sudamericana, p. 45).
5 "[...] jamás llegaremos a ser filósofos, aunque hayamos leído todos los razonamientos
de Platón y Aristóteles, si no podemos dar un juicio sólido acerca de las cuestiones
propuestas, pues, en tal caso, parecería que hemos aprendido historias pero no
ciencia." (Descartes, Reglas para la dirección del espíritu, Regla III, AT. X, 367. (En Descartes, Obras escogidas.
Traducción de E. de Olaso y T. Zwanck. Buenos Aires, Sudamericana, pp. 41-42.)
6 Descartes reconoce expresamente que tal pueda ser el caso del cogito agustiniano en Carta a Mesland del 2 de mayo de
1644: "Le estoy muy reconocido por haberme mostrado los pasajes de San Agustín que
pueden servir para autorizar mis opiniones; algunos otros de mis amigos ya habían
hecho lo mismo; y tengo una muy grande satisfacción de que mis pensamientos
concuerden con los de un hombre tan santo y tan excelente. Pues de ningún modo soy
de aquellos que desean que sus opiniones parezcan nuevas; por el contrario, acomodo
las mías a las de los otros tanto como me lo permite la verdad.” (En Descartes, Obras
escogidas. Traducción de E. de Olaso y T. Zwanck. Buenos Aires, Sudamericana, pp. 421-422)
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA MODERNA – Beatriz von Bilderling – 2000-2018
3