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BAPTISTERIOS:

Planta del Baptisterio de San Juan de Letrán.

La función de estos edificios exentos y cercanos a un templo, por lo general de planta


circular, aunque había también octogonales, correspondía a la administración
del bautismo por inmersión, por lo que en su centro siempre se situaba una gran pila
bautismal, pues en aquella época este sacramento se celebraba en personas adultas y por
inmersión completa. Su cubierta solía ser una cúpula y estaban ornamentados con
mosaicos y pinturas.

BAPTISTERIO DE SAN JUAN DE LETRÁN:


El papa Sixto III (434-440) fue impulsor de la construcción de obras sobre edificios
anteriores, como sucede con este baptisterio edificado sobre una antigua estructura
circular de tiempos de Constantino hacia el año 312, junto a la archibasílica de San Juan
de Letrán. Constituye uno de los mejores ejemplos de planta centralizada levantados en
el siglo V, convirtiéndose en modelo para otros baptisterios. El edificio reconstruido por
el papa Sixto III es de planta centralizada con forma octogonal. Este centro está rodeado
por un deambulatorio con ocho columnas de pórfido —procedentes de otros edificios
derruidos—, sobre el que se encuentra el triforio. Todavía en los dobles ábsides del
vestíbulo, se pueden apreciar restos de un mosaico con decoración de pámpanos
entrelazados. El papa Hilario (461-468) realizó las capillas dedicadas a San Juan
Bautista y San Juan Evangelista.

BAPTISTERIOS NEONIANO Y ARRIANO:


Ambos baptisterios se encuentran en la ciudad de Rávena capital del Imperio romano en
el siglo V y han sido inscritos por la UNESCO en la lista del Patrimonio de la
Humanidad de 1996 entre los monumentos paleocristianos de Rávena. De todos estos
edificios los dos baptisteriors se creen que son los de construcción más antigua. antiguos.
El Baptisterio Neoniano según la evaluación de ICOMOS: «Es el mejor y más completo
ejemplo superviviente de un baptisterio de los primeros tiempos del cristianismo» que
«retiene la fluidez en la representación de la figura humana derivada del arte
grecorromano.» El mismo organismo en la evaluación para el Baptisterio Arriano dice:
"La iconografía de los mosaicos, cuya calidad es excelente, es importante porque ilustra
la Santísima Trinidad, un elemento un poco inesperado en el arte de un edificio arriano,
dado que la Trinidad no era aceptada por esta doctrina.»
Uno de los baptisterios, el llamado Neoniano, estaba destinado para los ortodoxos y el
otro para los arrianos, este último lo mandó construir por el rey Teodorico el Grande a
finales del siglo V. El año 565 después de la condena del culto arriano, esta estructura fue
convertida en oratorio católico con el nombre de Santa María. El Baptisterio Neoniano u
ortodoxo fue construido por el obispo Neone. Ambos tienen la planta octogonal, la más
usada en casi todos los baptisterios del arte paleocristiano, por su simbología de los siete
días de la semana más el día de la resurrección, relacionando así el número octavo
con Dios y la Resurrección, encontrándose la pila bautismal en el centro de la planta.
Fueron construidos por la parte del exterior con ladrillos casi sin ornamentación y en el
interior sus muros están revestidos de ricos mosaicos y también en la cúpula donde se
representa en ambos edificios, en el centro, la escena del bautismo de Jesús en el río
Jordán por san Juan Bautista y en su entorno se encuentran los doce apóstoles.

MAUSOLEO O MARTYRIUM:
Un mausoleo era un edificio funerario con carácter monumental que solía edificarse sobre
el lugar donde estaba enterrado un personaje histórico o heroico y que asociado a la figura
de un mártir tomaba el nombre de martyrium donde se acudía a venerar sus reliquias, a
veces era como un cenotafio y el cuerpo se encontraba sepultado en otro lugar.
Un martyrium de los más antiguos datado hacia el año 200 es el de San Pedro que se
encuentra bajo la Basílica de San Pedro de la Ciudad del Vaticano. Estos edificios
inspirados en los antiguos originales heroon y el espacio hipetro, fueron adaptados a las
necesidades del culto funerario para la veneración cristiana.

MAUSOLEO DE SANTA CONSTANZA:

Vista interior del Mausoleo de Santa Constanza.

Artículo principal: Mausoleo de Santa Constanza

Fue erigido como mausoleo hacia el 350 por Constantino para albergar los restos de su
hija Constanza. Tiene una estructura de planta circular cubierto por una cúpula de 22,50
m donde se levanta un tambor en el que se abren ventanales para proporcionar luz natural
al edificio, el centro de la planta acogía el sarcófago de pórfido rojo de Constanza, en la
actualidad trasladado a Museos Vaticanos. Está rodeado el centro por
un deambulatorio formado por dobles columnas y un segundo círculo delimitado por un
grueso muro en el que se incluyen numerosos nichos, así como ventanales de menor
tamaño que los de la cúpula central. Estos círculos están cubiertos por una bóveda de
cañón anular decorada con mosaicos originales del siglo IV representando escenas de la
vendimia, motivos vegetales y animales y putti.

MAUSOLEO DE CONSTANTINO O IGLESIA DE LOS SANTOS APÓSTOLES:

Hipotética planta de la primitiva iglesia de los Santos Apóstoles. Según Crippa, las cinco cúpulas
estarían ya presentes en la iglesia constantiniana.
Artículo principal: Iglesia de los Santos Apóstoles

Para servir como propio mausoleo, el emperador Constantino hizo edificar la antigua
iglesia de los Santos Apóstoles en el punto más alto junto a las murallas de
Constantinopla. Este mausoleo fue sustituido por una nueva iglesia en la época
de Justiniano I y más tarde por una mezquita en 1469, por lo que no queda nada del
mausoleo primitivo. La descripción se encuentra en la obra De Vita Constantini, (εἰς τὸν
Βιὸν τοῦ μακαριου Κωνσταντινου Βασιλέως λόγοι τέσσαρες), un panegíricomás que
una biografía de Eusebio de Cesarea. Tenía una planta de cruz griega, el brazo que
correspondía a la entrada era ligeramente más largo que los otros tres, en la parte central
se debió de instalar el sarcófago en pórfido del emperador, flanqueado
por cenotafios o lápidas con los nombres de los apóstoles, ocupando Constantino el lugar
decimotercero. Se realizó con la idea de convertirse en un heroon donde el emperador
descansaba como un héroe bajo el signo de la cruz. Más tarde esta posición fue cambiada,
cuando el año 356 fueron llevadas a la iglesia reliquias verdaderas de los apóstoles, y los
restos de Constantino se trasladaron a un mausoleo independiente cercano a la iglesia.
Este nuevo alojamiento ya correspondía al planteamiento tradicional funerario, al ofrecer
una planta circular cubierta con cúpula.
En el esquema que nos muestra la historiadora Crippa del mausoleo original indica la
presencia de una cúpula en cada uno de los brazos de la cruz. Así consta de cuatro cúpulas
rodeando el cimborrio con una altura levemente más pequeña que la de éste. Además,
Crippa también propone una planta con colaterales dobles intercomunicadas, lo que da
lugar a un anillo o pasillo periférico que rodea todo el espacio interno.

ARQUITECTURA PALEOCRISTIANA. BAPTISTERIOS, MAUSOLEOS Y


MARTYRIA:

El baptisterio es el edificio en el que los catecúmenos se bautizaban. Solían ser edificios


exentos, aislados, aunque cercanos a las basílicas. Utilizan el plan central, bien circular,
bien poligonal, normalmente el octógono (por la idea de resurrección), y la cubierta solía
ser una cúpula. En el centro se sitúa una cisterna de gran tamaño para proceder al bautismo
por inmersión y se encuentra ornamentada con mosaicos y pinturas. Igual que la basílica
paleocristiana se basó en la adopción de una tipología preexistente (la romana), pero
cambiándole totalmente la función y simbolismo, los baptisterios se inspiran en los
balnearios romanos, con lo que en parte mantienen la anterior función, pero le cambian
completamente el sentido. Uno de los más importantes es el Baptisterio de San Juan de
Letrán, de planta octogonal, con columnata y deambulatorio, para poder acomodar mejor
a los fieles.

Otro tipo de construcción paleocristiana son los mausoleos (monumentos funerarios) y


los martyria, (pequeña iglesia-sepulcro erigida en honor de un mártir). En ambos el cuerpo
se encerraba en una cripta bajo el altar, y se prefería como modelo espacial el plan central,
tanto circular, como en el Mausoleo de Santa Constanza, como de cruz griega en el
Mausoleo de Gala Placidia en Roma. De todas formas es de destacar el Templo del Santo
Sepulcro de Jerusalén, en el que se funden martyrium y basílica. En el sitio del sepelio de
Cristo, se levanta un templo circular (la forma circular se justifica por ser la más adecuada
para la veneración debido a la anastasis), con una corona de columnas. El núcleo es la
misma roca perforada en que fue enterrado el cuerpo, y, aunque éste no esté allí, se trata
de un martyrium. Está precedido por un atrio en el mismo Gólgota, y alineada por
necesidades de culto con la basílica, que también está precedida por otro atrio. Esta
asociación de planta circular y poligonal se repite en los templos del Santo Sepulcro en
el Románico y, los templarios trasladarán a occidente el tipo circular aquí expuesto.

En Siria se gestan otras importantes aportaciones a la arquitectura occidental. Una de ellas


es la aparición de 2 habitaciones que nacen a los lados del presbiterio, el vestuario y el
lugar en el que consagrar las ofrendas, de ellas nace la sacristía, y la otra, la aparición de
la fachada monumental con puerta central y dos torres a los lados.
Otro interesante aspecto fue la aparición del monacato, que entre otras consecuencias,
para la historia del arte, aporta la aparición de un organismo arquitectónico trascendente,
el monasterio, que se va a ir gestando a lo largo de los siglos. En un principio, en Egipto
aparecen ejemplos de vida eremítica, primero en soledad y luego en pequeñas
agrupaciones. El paso decisivo tuvo lugar en el s. IV, en Asia Menor, con San Basilio que
establece un monacato abierto, con hospitales y escuelas, que practican tanto la ascesis
como la atención al pueblo. Posteriormente San Agustín elaboró una regla monástica en
la que se establecen las horas canónicas y el canto coral. Los agustinos se extienden por
diversos lugares y, tras la invasión vándala se refugian en Italia, donde San Benito
establecerá la regla benedictina, base del monacato occidental.

El arte paleocristiano en general y la arquitectura paleocristiana en particular se construye


sobre los principios en los que se basa el cristianismo. Es un arte que trata de ser
moralizante, busca la esencia y el fin estóico de la recompensa, busca transmitir un
mensaje de esperanza a través de la doctrina y la simbología, la idea prevalece sobre la
estética y se trasmite como un concepto metafísico que huye de la apariencia.
Hasta los tiempos del emperador Constantino el arte paleocristiano se mantiene en la
clandestinidad, y de ahí su escaso desarrollo. Al promulgarse por Constantino el Edicto
de Milán (313), el Cristianismo fue reconocido oficialmente y pasó a ser religión del
Estado. El arte paleocristiano se desarrolló como un proyecto institucional e impulsado
por el Estado fue llevado a cabo por ciudadanos romanos, de aquí el endeudamiento
estético con el mundo clásico, que ha hecho que al arte paleocristiano se le llame
también “arte romano rebautizado”. Los cristianos ponen la plástica pagana al servicio de
su fe.
La basílica son el edificio distintivo de una iglesia cada vez mas jerarquizada, pasan a ser
la “La Casa de Dios en la Tierra”. La arquitectura quedará determinada por móviles de
tipo funcional, y dado que la misión más alta de la basílica es la de cumplir “para mayor
gloria de Dios”. El templo será, por naturaleza un entorno cósmico, donde las ventanas
regulan el color y la luz convirtiendo el interior en un lugar místico. Su forma alargada
conducida su deambular a través de un eje central longitudinal hacia el altar. Constaba de
un número impar de naves (tres o cinco naves). A un extremo se situaba la puerta y al
otro el ábside, que marca la orientación del templo, al principio hacia oriente.
El tejado se disponía en dos aguas en la nave mayor y en vertiente sencilla en las laterales.
Amplias ventanas sobre la nave principal proporcionaban iluminación, manteniendo las
arquitrabadas naves laterales en penumbra. Las columnas laterales guían la vista al altar,
coronado por un arco de triunfo. El altar se reducía a una mesa (símbolo del banquete
eucarístico), cubierta con baldaquino. El obispo se sentaba en el ábside. Los hombres se
mantienen separados de las mujeres.
A lo largo del tiempo se busca resolver problemas prácticos que aseguren los cometidos
del clero sin olvidar la funcionalidad de la basílica, esta se complementa con elementos
como el baptisterio, de plan central (circular o poligonal), con deambulatorio o sin
deambulatorio, en cuyo centro se situaba la cisterna, de gran tamaño pues el bautismo era
por inmersión y se practicaba a los adultos El plan central es tomado de los balnearios
romanos, ya que la función es la misma, si bien cambia el sentido. Responde a la idea de
combinación de un espacio centralizado pluridireccional (la Anástasis) con el
longitudinal.
Los mausoleos cristianos de planta circular invocan a modelos funerarios paganos –de
origen etrusco-, donde lo circular es paradigma de eternidad a la vez que simboliza la
protección ante posibles agresiones exteriores. Se pretende adaptar el esquema genérico
basilical a un planteamiento circular, la disposición radial de las columnas unida a una
combinación de luces atenuadas y luces plenas, disponen a los sentidos a buscar un efecto
psicológico destinado a desarrollar la noción del espacio metafísico.
Los Mausoleos de de cruz griega, Gala Plácida y santa Cruz en Rávena son considerados
como las últimas manifestaciones de este tipo de arquitectura, el espacio es concebido
como una entidad luminosa donde la saturación de los colores pretende recrear un estado
contemplativo, no es una arquitectura interesada por los efectos de la masa y los valores
estructurales. El cierre en ladrillo es una consecuencia del interior dado que la materia
opaca “esta necesitada de luz y de color”. Como diría Plotrino, se trata de “abrir los ojos
del alma cerrando los del cuerpo”.
San Pablo establece los principios en los que se basa el mensaje cristiano, “Todo poder
viene de Dios”, “El Mesias enviado por Dios redime a todo hombre del Pecado y a través
del sacrificio se consigue la Salvación”. La arquitectura adquiere de la misma forma que
el cristianismo un concepto de Universalidad que se convierte en el hilo conductor de
todas las representaciones arquitectónicas.

MAUSOLEOS PALEOCRISTIANOS:
MAUSOLEO DE SANTA CONSTANZA:
El mausoleo de Santa Constanza se dispuso a los pies de la basílica del cementerio de
Santa Inés. Edificio de planta circular con doble anillo de columnas de hojas de acanto,
externo e interno. El centro se destina al sepulcro, el público puede desfilar entorno a él.
El muro presenta hornacinas cuadradas y circulares y se ilumina por altas ventanas en el
tambor central, y otras más pequeñas, rompiendo la bóveda de cañón circular del pasillo
o deambulatorio. Las paredes estaban cubiertas con mosaicos de fondo blanco y escenas
o figuras sueltas, hoy sólo se conservan las de la bóveda de cañón anular; su decoración
parece proceder de temas propios de pavimentos, recuerda alfombras con decoración
geométrica. Los dibujos del Renacimiento nos muestran que los temas representados más
frecuentes eran decoraciones paganas o de escenas campestres, como pájaros, amorcillos,
ramas de vid, vendimiadores, composiciones geométricas, etc. Los temas cristianos eran
escasos. La monotonía del interior del edificio se elimina por la alternancia de paneles
compuestos por circunferencias y polígonos curvos con elementos sueltos o que se
entrelazan. En dos hornacinas se desarrolla la “traditio legis”: la entrega de la Ley de Dios
a Moisés y a Pedro.
MAUSOLEO DE GALA PLACIDIA. RÁVENA:
Edificio de pequeñas dimensiones destinado al sepulcro de Gala Placidia, hermana de
Honorio y mujer del ministro Constancio, cuyo sepulcro y el de su hijo Valentino,
también cobija el mausoleo. Es una construcción cruciforme que estaba adosada al nártex
de la desaparecida iglesia de la Santa Cruz. Mausoleo cubierto en los brazos con bóveda
de cañón, y con una gran bóveda en el crucero. Sus grandes novedades se ven en el interior
y en la forma cruciforme de la planta, su interior se cierra con una cúpula y bóvedas de
cañón. Donde se cortan los brazos de la cruz, se eleva un cuerpo cúbico de iluminación,
cerrado por una bóveda peraltada. El aspecto exterior del mausoleo es austero; sin
embargo, el interior está lleno de decoración religiosa, donde el color, el brillo del oro,
los mosaicos, los mármoles y la tenue luz logran un efecto sobrenatural. En el interior, la
parte alta de los muros y las bóvedas están totalmente revestidas de mosaicos. La
decoración (basada en motivos cristianos) posee un importante simbolismo, presentando
temas vegetales (evocando al paraíso) combinada con decoración geométrica y figurativa
(mártires, apóstoles, ángeles,...) El ábside presenta una decoración de un cielo estrellado
con ángeles en las esquinas. Las superficies murales del exterior se animan por arquerías
ciegas de poca profundidad. Su apariencia exterior presenta un revestimiento de ladrillo.
Tumba de Teodorico. Rávena
Siguiendo el ejemplo de los emperadores romanos, Teodorico quiso construir un gran
mausoleo donde se conservaran sus restos. Es de mármol de Istria, de piedras
perfectamente encuadradas. Su espacio centralizado alrededor del lugar del sepulcro,
alberga una cripta (el sarcófago de Teodorico se removió en el siglo VII, en el piso
superior, hoy queda un baño romano de mármol que debió de destinarse a su hija, regente
después de su muerte) Encima de la cripta, se dispone el altar y una capilla, de Santa
María de la Rotonda. Consta de dos pisos; el inferior muestra al exterior una forma
poligonal con nichos, hoy vacíos, bajo arcos de medio punto, mientras que al interior
adopta la forma de cruz. El piso superior es de planta circular, tanto por fuera como por
dentro, con arcos ciegos como motivos decorativos. El piso superior está cubierto con una
enorme losa monolítica, que tiene apariencia de bóveda, es de mármol, con un diámetro
de treinta y tres metros y un peso de casi trescientas toneladas. Doce gigantes argollas del
mismo bloque, en lo alto, sirvieron para emplazarlo en la construcción. Sólo conserva un
friso decorativo, conocido como “pinzas”, acompañado de una pequeña cruz. La cruz
reaparece en los muros, hasta las ventanas son cruciformes, pero no hay más símbolos ni
ninguna otra representación cristiana; no es un edificio pagano, sino arriano

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