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Son oscuras las razones por las cuales la Corte ha dejado a salvo la
segunda hipótesis de la alternativa que presenta el art. 348, párrafo 2,
segunda hipótesis. No obstante lo cual, vale destacar que cuatro de los
jueces que han concurrido a la decisión del caso “Quiroga” han dado
alguna explicación, mientras que otros sólo se han limitado a declarar que
la inconstitucionalidad del párrafo 2ª solo alcanza al primer supuesto ( es
decir, en caso de desacuerdo del juez con el pedido de sobreseimiento) y
no al segundo supuesto ( es decir, el caso en que la querella formule
requerimiento de elevación a juicio, mientras que la fiscalía ha solicitado
el sobreseimiento). Los que han dado alguna explicación, no coincidieron
siquiera mínimamente en los fundamentos de la misma, de modo tal, que
no puede sostenerse que la Corte haya fijado una doctrina sobre la
cuestión.
Por su parte, el Juez Zaffaroni hace una afirmación similar, pero con
relevantes omisiones –no menores- que dejan inferir diferencias sensibles
con los fundamentos expuestos por los jueces Petracchi y Highton de
Nolasco. En efecto, el Dr. Zaffaroni no hace referencia en ningún pasaje
de su voto al casa “Santillan”, ni tampoco a la circunstancia de que dicho
procedimiento constituya una afectación a la independencia del Ministerio
Público Fiscal.
Conviene entonces analizar cuáles son las diferencias de los votos antes
apuntadas.
Digo ello, por cuanto ambos casos guardan cierta analogía, solo que en
“Mattio” había parte querellante, y esta había requerido la remisión de la
causa a juicio, mientras que el fiscal había pedido el sobreseimiento. No
obstante lo cual, y pese a lo sostenido por los jueces Petracchi y Highton
de Nolasco en el precedente “Quiroga”, aquí se remitieron a la doctrina
del mismo, por considerar la cuestión planteada como “sustancialmente
análoga”. En cambio Zaffaroni, reiteró su opinión en el sentido de que no
estaba en juego la imparcialidad del tribunal, pero agregó que “aún
cuando la elevación en consulta a la Cámara de Apelación resulte viable
en este supuesto, ello no habilita al órgano judicial a ordenar el
apartamiento del fiscal actuante, facultad de la que carece por tratarse
de un organismo distinto y autónomo”
La segunda, y que se desprende del voto del Dr. Zaffaroni, es que en los
supuestos de discrepancia entre el querellante y el representante del
Ministerio Público, la causa puede remitirse a la Cámara en consulta y que
esta podría tomar alguna clase de decisión –sin aclarar cuál- pero que de
todos modos, no puede apartar al fiscal interviniente.