Sie sind auf Seite 1von 4

https://santiago7389.wordpress.

com/2015/11/10/barroco-segun-hauser-2/

El Barroco un movimiento de carácter social y religioso diferenciado del


manierismo por su concepción homogénea, no total por su variedad de
esfuerzos artísticos, está fundamentado además en un contexto histórico
particular que se corresponde al predominio del Absolutismo en Europa como
sistema político.

El Barroco tuvo diferentes cauces, el cortesano y el católico en una dirección


sensual, monumental y decorativa “barroca” en el sentido tradicional y un estilo
clasicista más estricto y riguroso de forma. Junto a esta vertiente aparece el
Barroco naturalista, cuyo máximo expositor es Caravaggio. Anterior al barroco
se podría identificar si la intención artística de una época era naturalista o anti
naturalista, pero ahora el arte no tiene características unitarias, siendo este
naturalista y clásico, analítico y sintético. El progreso artístico de Rubens,
Caravaggio y Rembrandt denota direcciones completamente opuestos.

El concepto de barroco fue aplicado en el siglo XVIII, bajo características


extravagantes y confusas, causo un fenómeno de rechazo, juzgado por su
capricho sin una linealidad que evidencia la carencia de lógica.

Wolfflin desarrollo un análisis a partir del desarrollo de cinco pares de


conceptos que señalan la misma tendencia evolutiva de una concepción artística
más estricta a más libre: lineal y pictórico, superficial y profundo, forma cerrada
y forma abierta, claridad y falta de claridad, variedad y unidad.

El Barroco utilizo herramientas permitiendo hacer sensible la profundidad


espacial: primeros planos demasiado grandes y disminución brusca en
perspectiva de los planos al fondo. Se prefiere además una forma abierta y
atectónica, mostrando la inclinación hacia lo relativo, en deterioro de lo
dominante. Las Obras producen un efecto incompleto y aislado, reflejando que
puede continuarse por todas partes y que desbordan de sí. Un punto de la
composición es más pronunciado que el otro, el asistente recibe visiones,
casuales, improvisadas, en lugar de aspectos puros. El propósito artístico es la
proyección de imágenes.

A este carácter improvisado corresponde la relativa falta de claridad de la


representación, las frecuentes y a veces violentas superposiciones, las
diferencias de tamaño en desproporcionada perspectiva, el abandono de las
líneas de orientación dadas por los marcos, la discontinuidad de la materia
pictórica y el tratamiento desigual de los motivos, son medios de dificultar la
abarcabilidad de la representación.
Tiene el artista el afán de despertar en el espectador el sentimiento de
inagotabilidad, infinitud de la representación, una tendencia que domina en todo
el arte barroco. Frente al arte clásico, se exterioriza un impulso hacia lo suelto,
lo ilimitado, lo caprichoso. Se expresa una acrecida voluntad de síntesis y
subordinación, en este sentido es continuador del Renacimiento y no su
antítesis.

Las composiciones de los maestros barrocos son más ricas y complicadas que
las de los maestros renacentistas, pero son al mismo tiempo más unitarias, más
ininterrumpidas. Su unidad no es un resultado final, sino una condición previa
de la creación artística. La composición pictórica resulta muchas veces
dominada por una única diagonal, o una mancha de color, por una única curva.

En la arquitectura se prefieren las ordenaciones colosales, y donde el


Renacimiento separaba cada piso con organización horizontal, se esfuerza por
subordinar los pormenores a la conformación de los motivos principales, y en
dirigir el vértice de la representación a lograr un efecto único.

Se acude entonces, al fortalecimiento de una nueva visión del mundo, basada


en la ciencia natural, que parte del descubrimiento de Copérnico. Tan pronto
como la Tierra dejó de llamarse como el centro del universo, el hombre no podía
ya figurar en el sentido y finalidad de la creación, pero además implicaba que
el universo no tenía ningún centro y que estaba constituido por muchas partes
iguales de igual valor. Según esto, el universo es infinito y sin embargo unitario,
un mecanismo ordenado y en buen funcionamiento.

El hombre se convirtió en un elemento pequeño, pero al mismo tiempo adquirió


conciencia de comprender el universo y eso le dio confianza y orgullo. El arte
barroco está lleno de alteraciones, del eco de espacios infinitos, la obra de arte
pasa a ser en su totalidad como un organismo unitario y confortado en todas sus
partes, símbolo del universo.

Las bruscas diagonales, los escorzos de momentánea perspectiva, los efectos de


luz forzados: todo expresa un impulso hacia lo ilimitado. Cada línea lleva la
mirada a la lejanía, cada forma parece querer superarse a sí misma, cada motivo
está en tensión. Este sin duda es un rasgo unificador que Hauser cuestiona si es
suficiente para hablar de unidad en el Barroco.

La iglesia se posiciona en la mayor parte de Europa ajustándose a la realidad


histórica de ese momento, La producción artística gira en torno a Roma, los
máximos dirigentes católicos construyen grandes edificaciones, el arte romano
se convierte en un estilo europeo de exportación.
El naturalismo de Caravaggio y el emocionalismo de los Carracci, representan
dos direcciones. Caravaggio es un bohemio, enemigo de la cultura, alejado de
toda especulación y toda teoría. Los Carracci transforman el simbolismo difícil
y complicado del Manierismo en alegoría sencilla y firme de la que surge la
evolución de la imagen devota con sus figuras y fórmulas fijadas. A partir de
este movimiento, el arte sagrado se diferencia definitivamente del profano

La iglesia a pesar de su espíritu noble intentaba influir en un amplio público,


para la propagación de su doctrina, necesitaba de un arte popular. Las obras de
arte debían de conquistar y convencer pero un lenguaje elevado y selecto, se
transformó en el simbolismo complicado de las épocas anteriores en alegorías
sencillas, lo que produjo que la imagen devota tuviera representaciones de
formas fijas, la iconografía del arte sagrado católico se fijó y se esquematizo de
tal manera que muchas escenas bíblicas y representaciones de santos alcanzaron
la forma que aún perdura para la imagen devota.

Caravaggio y los Carracci son superados en la evolución artística por Bernini y


Rubens, que son los nombres que adquieren vigencia. Con el retroceso de la
influencia de la Curia y el empobrecimiento de Roma, el centro del arte se
desplaza desde Italia al país donde encontramos el tipo más progresivo de
Estado de la Época: la monarquía absoluta. Tal es el caso de Francia.

La corte se convierte en consulta inapelable, de allí obtiene el arte sus


orientaciones, su financiación. La corte francesa alcanza validez internacional
para sus costumbres, su moda y su arte.

Luis XIV es el protagonista del antes y después cada uno arraigado a una fase
estilística totalmente distante. Es expulsado el naturalismo, ahora se quiere ver
un mundo caprichosamente construido y conservado por la fuerza.

Hace su aparición la academia junto a todas las leyes de la estética, trabajando


en un equilibrio de los puestos oficiales, encargos públicos. Posee el control de
la enseñanza y vigila el desarrollo del artista, concede premios y
reconocimientos y de ella depende la autorización para realizar concursos y
exposiciones.

Colbert (1664) se convierte en el ministro de Bellas artes, convirtió la academia


real de pintura y escultura en una institución estatal, burocrática y con una
presidencia autoritaria.

El Estado organiza la producción del arte, el Rey se convierte en el principal


comprador. Todas las formas artísticas disponibles son impregnadas por la
actividad arquitectónica del Rey.
En 1662 Colbert adquiere la manufactura de Los Gobelinos, para el trabajo
común de pintores, arquitectos, decoradores, escultores, tapiceros. Todo lo que
sale de la real manufactura es técnicamente perfecto e intachable en el gusto.
Aquí el fuerte son las artes menores. En Los Gobelinos el arte de Versalles
adquiere su figura y esencia. Le Brun era el director de los talleres, quien
durante 20 años fue el dictador artístico de Francia. Según Hauser Le Brun es
el creador del acadecimismo. Resulto un prototipo de valores artísticos debido
la celebración de conferencias en la academia, punto de partida para la
distinción del arte oficial y para la masa.

Para concluir puedo dictaminar que el arte barroco fue manipulado como
publicidad para expresar la religiosidad, la espiritualidad, siendo la iglesia en
el mecenas más importante generando la contrarreforma cuyo objetivo era
luchar en contra la expansión del protestantismo.

El barroco tiene una gran riqueza en todas las artes muchas obras vigentes
actualmente, el arte es un ejemplo de la grandeza del hombre y en especial en
esta época donde se lleva acabo de una forma asombrosa, al conocer el contexto
histórico, se evidencia el crecimiento del arte y de sus estilos lo cual es ejemplo
de poder del arte y sus exponentes.

Das könnte Ihnen auch gefallen