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¿Es malo dormir mucho?

7
consecuencias para la salud
¿Dormir demasiado tiene efectos negativos en nuestra salud?
Veamos cómo nos afecta.
por Oscar Castillero Mimenza

Las consecuencias de pasar durmiendo demasiado tiempo. Unsplash.

Dormir es una necesidad vital, y es que nuestro cuerpo y nuestro cerebro debe ser
capaces de reponer energías y reorganizar toda la información que hemos ido
acumulando durante el día, además de contribuir al proceso de crecimiento y a la
regulación de ritmos biológicos. Los expertos recomiendan entre siete y ocho
horas diarias de sueño.

Menos de eso, como todos sabemos, puede pasarnos factura: nos cuesta
concentrarnos, estamos más lábiles e irritables y nuestro estado de salud puede
resentirse reduciendo entre otros el funcionamiento de nuestro inmune.

Pero… ¿qué ocurre cuando dormimos de más? ¿Es malo dormir mucho? A
lo largo de este artículo vamos a intentar dar respuesta a esta pregunta.

 Artículo relacionado: "Las 5 fases del sueño: de las ondas lentas a la REM"

La importancia del sueño


Todos y cada uno de nosotros dormimos, siendo el sueño una necesidad
biológica imprescindible y vinculada a la supervivencia. Se trata de un proceso a
través del cual nuestro sistema nervioso se reorganiza y aprovecha para
restaurarse de los daños y la actividad típica de la vigilia y que además de ello se
asocia al crecimiento y a la evolución del sistema nervioso, así como a la
consolidación de los recuerdos útiles y relevantes.

Todos ellos son fenómenos necesarios para la vida, de hecho de una forma
literal: la privación total de sueño durante el tiempo suficiente puede llevar
incluso a la muerte.

El sueño no es algo estanco y homogéneo sino que consta de diversas fases,


concretamente de cuatro fases de sueño lento (siendo la primera la somnolencia,
la segunda el sueño superficial, la tercera el sueño medio y por último la fase
cuatro de sueño profundo) y una de sueño REM o paradójico. Estas fases se
van sucediendo a lo largo de un ciclo que se repite continuamente durante la
noche, modificándose el tipo de ondas cerebrales que empleamos y poseyendo
cada fase distintas características.

Interrumpir este proceso o que no se lleve a cabo de forma suficiente de tal forma
que no durmamos lo que debemos (alrededor de siete u ocho horas diarias en
adultos), sea algo voluntario (por ejemplo por necesidades sociolaborales) o
involuntario (como en el insomnio), puede tener como repercusión que el cuerpo
y la mente no descansen y se reparen lo suficiente, lo que puede generar
alteraciones tales como mayor somnolencia, dificultad para concentrarse,
fatiga y alteraciones hormonales y del estado del ánimo.

Dormir demasiado: efectos negativos y riesgos


Dormir es, tal y como hemos indicado, una necesidad básica. Y teniendo en
cuenta esto, cuando hablamos de dormir más de lo normal la mayoría de personas
podría considerar que estamos ante algo beneficioso y que permite más y mejor
descanso. Sin embargo, lo cierto es que al igual que el no dormir, dormir mucho
(más de nueve o diez horas diarias) también se ha vinculado a la aparición de
diferentes problemáticas o a un aumento del riesgo de padecerlas.
En definitiva, y aunque no es habitual, se puede dormir demasiado, lo
suficiente como para que no sea saludable: dormir mucho sí es malo para
nosotros. Entre los diferentes riesgos de dormir más de nueve o diez horas diarias
encontramos los siguientes.

1. Altera la capacidad cognitiva


Se ha observado que al igual que ocurre cuando dormimos demasiado poco, el
sueño excesivo parece reducir nuestra capacidad cognitiva, observándose una
patrón en forma de U invertida en el que dormir demasiado o demasiado poco
genera déficits en distintas capacidades mentales. Entre otras, parece afectar
especialmente al razonamiento y a la capacidad verbal, no siendo tan evidente
una posible afectación a nivel de memoria a corto plazo.

2. Envejece el cerebro y puede favorecer el deterioro


mental
Se ha observado que dormir demasiado contribuye al envejecimiento del
encéfalo, además de haberse demostrado la existencia de una relación entre el
sueño excesivo y el deterioro cognitivo, favoreciéndose este último.

En este sentido, se ha observado en diferentes estudios que personas que de


manera crónica duermen demasiado tienden a padecer un cierto deterioro de sus
funciones mentales y cognitivas. Resulta también un factor de riesgo para el
desarrollo de algunas demencias.

3. Genera más somnolencia y “resaca”


Muchas personas habrán observado que tras una noche de sueño excesivamente
larga se despiertan ligeramente confusos, de hecho como si hubiesen dormido
menos de lo normal. Y lo cierto es que el hecho de dormir en exceso tiende a
generar aún más somnolencia, algo llamado resaca de sueño.

No solo eso, sino que también es habitual que nos podamos sentir mareados,
débiles y con dolor de cabeza. El motivo exacto se desconoce, aunque algunas
propuestas pueden ser el hecho de que ello hace que tengamos un sueño de peor
calidad y más superficial, y que nos despertemos en una de las fases en que
deberíamos estar en sueño profundo.

4. Aumenta la probabilidad de ictus


Si bien existen dudas respecto al porqué, se ha observado que aquellas personas
que a lo largo de la vida suelen dormir más nueve o más horas diarias tienen un
riesgo incrementado de padecer algún tipo de ictus. Concretamente se calcula
que existe hasta un 46% más de probabilidades de padecerlos que personas
con una cantidad de sueño normativa. Asimismo, cabe tener en cuenta que el
exceso de sueño podría ser no la causa del aumento de dicha probabilidad, sino
un pródromo o señal de que algo podría estar yendo mal a nivel vascular.

 Quizás te interese: "Demencia vascular: causas, síntomas y tratamiento"

5. Facilita la aparición de alteraciones metabólicas y


endocrinas
Otro aspecto que puede verse afectado por un exceso de sueño es el metabolismo
y el sistema endocrino, favoreciendo la aparición de problemas como la diabetes
tipo 2, al menos en hombres. También la obesidad.

6. Aumenta la probabilidad de padecer depresión


El estado de ánimo también puede verse alterado ante un defecto o exceso de
sueño. Y es que se ha observado que dormir demasiado de manera crónica se
asocia a una mayor probabilidad de padecer depresión. También sucede a la
inversa: la depresión favorece la inactividad, la somnolencia y la fatiga que
pueden llevar a que el sujeto duerma más durante el día.

7. Peor estado de salud general y menor esperanza de


vida
Por último, se ha observado que a nivel general las personas que duermen
excesivamente tienen un peor estado de salud y pronóstico de vida en
comparación con aquellos que duermen entre siete y ocho horas diarias.

Referencias bibliográficas:

 Bergland, C. (2018). Does Too Much Sleep Have Negative Repercussions?


Psychology Today. [Online]. Disponible en:
https://www.psychologytoday.com/us/blog/the-athletes-way/201810/does-too-
much-sleep-have-negative-repercussions.
 Wild, C.J.; Nichols, E.S.: Battista, M.E.;Stojanoski, B. & Owen, A.M. (2018).
Dissociable Effects of Self-Reported Daily Sleep Duration on High-Level
Cognitive Abilities. SLEEP, 182.
 Leng, Y.; Cappuccio, F.P.; Wainwright, N.W.; Surtees, P.G.; Luben, R.; Brayne,
C & Khaw, K.T. (2015). Sleep duration and risk of fatal and nonfatal stroke: A
prospective study and meta-analysis. Neurology; 25.
 Spira, A.P.; Chen-Edinboro, L.P.; Wu, M.N. & Yaffe, K. (2015). Impact of Sleep
on the Risk of Cognitive Decline and Dementia. Curr. Opin. Psychiatry, 27 (6):
478-483.
TÓPICOS
 NEUROLOGÍ A
 TRASTORNO
 DORMI R

Oscar Castillero Mimenza

Psicólogo en Barcelona | Redactor especializado en Psicología Clínica


Graduado en Psicología con mención en Psicología Clínica por la Universidad de Barcelona. Máster en
Psicopedagogía con especialización en Orientación en Educación Secundaria. Cursando el Máster en
Psicología General Sanitaria por la UB.

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