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REVISIÓN DE LITERATURA
1.1. Antrosoles
Son suelos minerales de zonas con clima suficientemente templado para que la
temperatura media anual supere los 0ºC, que excluye la presencia de Histosoles
y Criosoles. Independientemente de ello, su abundancia es mayor en las zonas
templadas o más cálidas, donde los cultivos prolongados son y han sido posibles,
durante largo tiempo.
Coinciden, en gran parte, con los Antrosoles de la "Leyenda revisada del mapa
de suelos del mundo", aunque ahora el criterio es más restrictivo y solo se
concede ese carácter a las acciones que ya han tenido efecto sobre la génesis
del suelo. Si solo existe un depósito o una perturbación reciente se los incluye
como Regosoles.
1.2. Tipos
En este Grupo se definen los tipos que figuran a continuación. Como siempre,
existe una precedencia entre ellos.
a. Antrosol hidrágrico
b. Antrosol irrágrico
c. Antrosol térrico
e. Antrosol hórtico.
f. Antrosol gleico.
g. Antrosol estágnico.
i. Antrosol ferrálico.
k. Antrosol arénico.
Con una textura arenosa-franca fina o más gruesa en la totalidad de los primeros
50 cm. Es un intergrado desde los Arenosoles. Con una clara procedencia de
suelos incluidos en el Grupo citado.
l. Antrosol régico.
Desde el punto de vista físico su textura es variable aunque suele ser equilibrada
en el horizonte antropedogénico. En el caso del tipo térrico se producen cambios
texturales con la profundidad aunque de forma errática sin una tendencia fija.
Todo lo contrario sucede con los tipos irrágrico y plágico caracterizados por una
textura muy uniforme; en el primero es más fina que la del suelo original aunque
sin llegar a ser pesada, mientras que en el plágico predominan las texturas más
gruesas, franco arenoso o arenoso.
El horizonte hórtico se caracteriza por una intensa mezcla de los horizontes del
suelo preexistente lo que genera una textura muy variable.
Suelen poseer una elevada actividad biológica sobre todo en los tipos asociados
a los horizontes irrágrico, térrico y hórtico. Por el contrario, la conjunción de los
horizontes antrácuico e hidrágrico no soportan una intensa actividad dado su
ambiente anóxico.
Suelen ser suelos bien aireados excepto los del tipo hidrágrico que presentan un
marcado carácter reductor en una buena parte del año, aunque el horizonte
hidrágrico muestre marcas de oxidación en la matriz, aunque se mantengan las
formas reducidas en los poros en forma de halos y revestimientos.
1.4. Génesis
La formación más compleja corresponde a los del tipo hidrágrico. Se inicia con
una compactación artificial del suelo que genera una suela de labor en lo que
será la parte inferior del horizonte antrácuico; la impermeabilización creada
favorece el encharcamiento de la parte superior del suelo y un envaramiento de
la misma. La difícil permeabilidad crea un ambiente reductor en la base del
horizonte antrácuico que favorece la movilización del hierro y del manganeso,
que provoca su acumulación en el horizonte hidrágrico inferior. La alternancia
entre un proceso reductor y otro oxidante genera moteados herrumbrosos
ubicados en los poros gruesos y en los canales de las raíces; eso contrasta con
los colores grisáceos de los revestimientos arcillosos que se forman sobre los
agregados del horizonte hidrágrico.
En la parte enlodada del horizonte antrácuico se producen revestimiento de
hierro y manganeso sobre las caras de los agregados y las paredes de los poros,
que contrastan con los colores neutros de la matriz relacionados con los
procesos reductores que tienen lugar en la misma. Todo ello le aporta al suelo
un inicio de propiedades estágnicas, que pueden llegar a consolidarse o no. Este
es el proceso más rápido que conduce a la formación de antrosoles, ya que los
acumulativos suelen ser mucho más lentos. En el caso de la formación del
horizonte irrágrico existe una gran variabilidad en el tiempo en función de la
cantidad de sustancias en suspensión que lleve el agua de riego.
1.5. Distribución
El tipo irrágrico se extiende por las zonas áridas sometidas a regadío durante un
largo periodo, son especialmente abundantes en las proximidades de los oasis
de las zonas desérticas de Mesopotamia y en extensas zonas de la India.
El tipo hórtico se extiende por todo el mundo en zonas muy reducidas, en este
tipo se incluye el tipo que en la Región amazónica del Brasil se conoce como
"Tierra negra de los Indios".
Los del tipo térrico suelen aparecer junto a suelos de tierras húmedas como
Fluvisoles, Gleysoles e Histosoles; también son frecuentes en asociación con
Albeluvisoles, Arenosoles y Podsoles de zonas cuya baja fertilidad se deriva de
su acidez. Los de tipo irrágrico se asocian con suelos propios de zonas áridas
como Calcisoles, Yesisoles, Solonchak y Solonetz o con Regosoles y
Cambisoles.
Los de tipo hidrágrico aparecen junto a Fluvisoles y Gleysoles asociados a los
cursos de agua; también aparecen unidos a Alisoles, Acrisoles, Lixisoles y
Luvisoles en las tierras altas; o con Andosoles en las regiones volcánicas. Los
del tipo hórtico aparecen asociados a cualquier Grupo.
1.6. Utilización
1.7. Evolución
- ISSS; ISRIC; FAO. "World reference base for soil resources”. FAO. 91 pp.
Roma, 1998.
- FAO. "Major Soils of the World. Revised Legend." CD-ROM. FAO Roma
2002.
- FAO; UNESCO. "Soil map of the world. Revised Legend." FAO. 119 pp.
Roma, 1988.
- Soil Survey Staff. (SCS. USDA). "Keys to Soil Taxonomy" 8th Ed.
Pocahontas Press, Inc. 603 pp. Blacksburg, Virginia (USA), 1999.