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EFECTOS DE LA TROPOSFERA

Troposfera. Es la capa más baja de la atmósfera terrestre, sede de los fenómenos


meteorológicos. Se extiende desde el nivel del suelo hasta 11 km de altura y está
caracterizada por temperaturas decrecientes del orden de 6º C por km, esta capa contiene
el 80% de toda la masa de gases de la atmósfera y el 99% de todo el vapor de agua. los
intercambios de calor se producen por turbulencia y por el viento, y los intercambios de
agua por evaporación y precipitación. (entre mas lejos estemos de la tierra mas frio es el
aire)
Si bien la Influencia de la troposfera en la propagación de ondas, es utilizada como un uso
de acceso en la que el usuario accede a las redes fijas de comunicaciones. Sin embargo
como se menciono antes estos efectos de la troposfera son los responsables de algunas
condiciones en VHF.
La dispersión troposférica es la propagación de las ondas radio eléctricas por dispersión
como consecuencia de las irregularidades y discontinuidades en la región de la
troposféra, las condiciones de propagación son dependientes de la temperatura y la
humedad de aire que contiene. Como estos valores son variantes la propagación será
irregular.
Sin embargo esta capa fue utilizada comercialmente antes de la aparición de los satelistes
artificiales para enlazar estaciones situadas mas aya del alcance óptico y por difracción,
consiste con iluminar con equipos de alta potencia y antenas de alta ganancia una zona
de la troposfera visible por ambas estaciones.
Las características de la dipersion troposférica son:
1.- Señal débil: ya que la energía en el receptor es una fracción de la despersada, y
además de ser una señal fluctuante ya que se aprecia un desvanecimiento a corto plazo y
una disminución efectiva de la ganancia de las antenas.
2.- Existen perdidas de propagación: donde la perdida depende de la altura del volumen
común vienen dadas por la siguiente ecuación:

3.- Las ondas de radio en la troposfera sufren refacción y dispersión debido a cambios de
temperatura, presión y contenido de vapor:
P, presión atmosférica (mbar); presión parcial de vapor de agua (mbar);
T, temperatura (K)
La expresión incluye dos términos:

-Termino seco:

-Termino húmedo

Indice de Refraccion:
El índice es muy próximo a la unidad, aunque existe una pequeña diferencia que depende
de las condiciones atmosféricas:
*Por comodidad se mandeja como condice o refreactividad, definido con tres cifras
enteras.
*De acuerdo con la Tabla 2.1 se puede ver que el aire caliente tiene mayor capacidad de
contener vapor de agua que el frio y por lo tanto presenta una mayor variablidad de
refracción.
*Los vapores de P e T solo son describibles en términos estadísticos
La trayectoria de la propagación se analiza utilizando la Ley de Snell de la refracción en
función del índice de refracción n. Formas clásicas de analizar el problema de
propagación en la troposfera:
-Obtencion de radio equivalente y trabajo con rayos rectos.
-Refractividad modificada y tierra plana.
Se considera una Atmosfera STANDARD, definida como un valor medio de las
propiedades de la troposfera. Existen varios modelos, donde h (en KM) mide la altura
sobre el nivel del mar:
Curvatura del Rayo.
La dependencia del índice de refacción con la altura genera una curvatura de los rayos
definida por la Ley de Snell:

El
rayo de curvatura se obtiene diferenciando la expresión anterior y expresando el resultado
en función del diferencial de longitud (dl)
Características:
2.3.1 Atenuación
La absorción molecular de los gases contenidos en la atmósfera y la atenuación
producida por los hidrometeoros son las principales causas de la atenuación atmosférica.
En la figura 2.12 se muestra la atenuación específica (dB/km) en función de la frecuencia
para un trayecto próximo a la superficie de la tierra.

La atenuación por absorción molecular se debe principalmente a las moléculas de


oxígeno y vapor de agua. Para frecuencias inferiores a 10 GHz es prácticamente
despreciable, mientras que a frecuencias superiores presenta un comportamiento
creciente con la frecuencia y la aparición de rayas de atenuación asociadas a las
frecuencias de resonancia de las moléculas. A 22,3 GHz y 60 GHz aparecen las primeras
rayas asociadas al vapor de agua y al oxígeno respectivamente. La correspondiente al
oxígeno es especialmente importante ya que a nivel del mar presenta atenuaciones del
orden de 15 dB/km, lo que imposibilita las comunicaciones a grandes distancias a esta
frecuencia. A frecuencias superiores existen otros picos de absorción. A frecuencias de
infrarrojo y visible existe una fuerte atenuación por parte del vapor de agua, hecho de
sobras conocido por fenómenos tales como nubes o niebla. En la figura 2.13 se muestra
la atenuación específica por absorción molecular en la banda de infrarrojos. Se observa
que existe una ventana de baja atenuación para longitudes de onda comprendidas entre
8 y 13 µm.
En cuanto a la atenuación por hidrometeoros, es especialmente importante la lluvia, ya
que la niebla, la nieve y el granizo producen atenuaciones mucho menores en las bandas
de SHF e inferiores. La atenuación por lluvia depende de la intensidad y de factores tales
como el tipo de lluvia, el tamaño y la velocidad de las gotas de agua. En la figura 2.12 se
observa que la lluvia puede ser una causa importante de atenuación a frecuencias
superiores a 1 GHz. La atenuación total producida por la lluvia se obtiene multiplicando la
atenuación específica por la longitud de la celda de lluvia. En la planificación de un
servicio el efecto de la lluvia debe considerarse de forma estadística teniendo en cuenta la
probabilidad de que una cierta intensidad de lluvia ocurra, y sobredimensionando el
sistema de forma que la atenuación adicional asociada a esta intensidad de lluvia no
afecte al sistema. Para aplicaciones prácticas la atenuación específica de la lluvia puede
calcularse como:

donde R es la intensidad de la lluvia en mm/h, y las constantes K y α son función de la


frecuencia y difieren para polarización vertical y horizontal, ya que las gotas de lluvia no
son esféricas sino que por
efecto del rozamiento del aire tienden a
achatarse formando esferoides con el
eje vertical menor que el horizontal, por
lo que la atenuación para la
polarización vertical es ligeramente
menor que para la horizontal. La
relación entre la atenuación específica
oscila entre 1,05 y 1,35 dB para cada
polarización en el margen de
frecuencias entre 10 y 80 GHz. En la
tabla 2.2 se muestra el valor de los
parámetros K y α para distintas
frecuencias y para cada polarización.
En la figura 2.14 se representa la
ecuación 2.21 suponiendo que las
gotas de lluvia son esféricas. Nótese
que para frecuencias inferiores a 100
GHz la atenuación aumenta al
aumentar la frecuencia, hasta alcanzar
un máximo a partir del que disminuye
levemente para mantener un valor
constante a frecuencias ópticas. Para
predecir los efectos de la lluvia subsiste
el problema de conocer las
características de las lluvias en la zona
donde se realiza el enlace. En estos
casos es fundamental disponer de
datos de observación meteorológica
que permitan cuantificar de forma
probabilística las diferentes
intensidades de lluvia. Para ello es
necesario disponer de series de
observación largas que garanticen la
fiabilidad estadística de los datos. En el
observatorio Fabra de la ciudad de
Barcelona se ha registrado la intensidad
de lluvia de forma sistemática y
continuada desde el año 1927. En la
figura 2.15 se muestra la intensidad de
lluvia igualada o excedida un cierto
porcentaje del tiempo para cada mes del
año. Los datos han sido obtenidos por la Cátedra de Física del Aire de la Universidad de
Barcelona promediando las observaciones de 49 años. En el gráfico se observa
claramente cómo las precipitaciones más intensas corresponden a las tormentas de otoño
en que durante cortos instantes de tiempo pueden alcanzarse intensidades de lluvia
superiores a los 400 mm/h. El máximo registrado fueun episodio de 475 mm/h el 3 de
septiembre de 1972, si bien su duración fue de breves segundos. La figura 2.16 muestra
la intensidad de lluvia y la atenuación producida por una tormenta de otoño en un
radioenlace experimental entre el satélite ITALSAT situado en una órbita geostacionaria a
13º de longitud Este y la Escuela de Ingenieros de Telecomunicación de Barcelona a la
frecuencia de 40 GHz. Nótese que, aunque durante breves periodos de tiempo, la
atenuación puede alcanzar valores importantes.

En los trayectos inclinados, o trayectos


tierra-espacio, los valores de atenuación
específica por absorción molecular
mostrados en la figura 2.12 no son válidos,
ya que en función de la altura disminuyen
las concentraciones de gases y, por tanto,
la atenuación. El contenido de vapor de
agua en la atmósfera decrece rápidamente
en función de la altura mientras que el
contenido de oxígeno lo hace de forma más
gradual. En la figura 2.17 se muestra la
atenuación total de la atmósfera en función
de la frecuencia para un trayecto cenital.
Para trayectos inclinados debe considerarse
el incremento de atenuación debido a la
mayor longitud del trayecto recorrido dentro
de la atmósfera. Esta puede calcularse del
siguiente modo, si ψ es el ángulo de
elevación

donde A(90º) es la atenuación para el trayecto cenital. Esta expresión corresponde a un


modelo de tierra plana que no considera la curvatura de la superficie terrestre y, por tanto,
sólo es válida para trayectos que no estén muy alejados de la vertical, como sucede
habitualmente en comunicaciones tierra-satélite.
2.3.2 Refracción
El índice de refracción de la atmósfera varía en función de la concentración de gases. Es
por este motivo, para una atmósfera normal, que el índice de refracción disminuye con la
altura. El índice de refracción del aire es muy próximo a la unidad. Para facilitar los
cálculos se define el coíndice de refracción o refractividad N como

de forma que la refractividad tiene en la superficie terrestre valores de centenas de


unidades N. Si se supone la atmósfera como un gas ideal con una cierta concentración de
vapor de agua, la refractividad puede obtenerse como

donde:
P: presión atmosférica en mbar T: temperatura absoluta en K e: presión parcial del vapor
de agua en mbar Tanto la presión atmosférica como la temperatura y el contenido de
vapor de agua son función de la altura. Para un perfil atmosférico medio la refractividad
varía exponencialmente en función de la altura. La UIT define como atmósfera de
referencia aquella en que la refractividad varía como

donde h es la altura en km. Esta atmósfera corresponde a un valor promedio sobre la


superficie terrestre a lo largo del tiempo, en donde 315 es el valor de la refractividad en la
superficie terrestre, y se supone que la atmósfera está estratificada en sentido horizontal
(la refractividad depende sólo de la altura). La principal consecuencia de la variación del
índice de refracción atmosférico es la
refracción de las ondas, es decir, que las
ondas no se propagan en línea recta. Para
un medio estratificado como el de la figura
2.18, en que el índice de refracción
disminuye con la altura, la trayectoria de la
onda se curva hacia la región de mayor
índice de refracción. El radio de curvatura r
de la trayectoria está dado por

Como el índice de refracción es muy próximo a 1, y dado que en general las antenas se
encuentran a alturas semejantes, es decir, el ángulo ψ se aproxima a cero, la expresión
anterior puede escribirse como
Cuando la variación de n con la altura es significativa, el radio de curvatura no es muy
grande y la trayectoria de las ondas no es recta sino que se curva debido a la refracción.
Este efecto debe tenerse en cuenta al considerar la visibilidad entre antenas, la distancia
al horizonte y la distancia entre trayectorias y obstáculos. Para simplificar los cálculos se
supone que en la proximidad de la superficie terrestre el gradiente de la refractividad es
constante. En este caso el radio de curvatura de la trayectoria es constante, es decir,
describe una circunferencia. Es posible definir un radio equivalente de la tierra, para la
cual las ondas se propagan en línea recta. La condición que debe cumplir este radio
equivalente es

Para la atmósfera de referencia al nivel del mar (gradiente de la refractividad igual a -39
unidades N/km) se obtiene que

Nótese que el valor de gradiente de la refractividad de -157 unidades N/km corresponde a


un punto crítico. En este caso el radio equivalente de la tierra es infinito, ya que el radio de
curvatura del rayo y el radio real de la tierra es el mismo. Para la atmósfera normal
(gradiente del índice de refracción de -39 unidades N/km) el radio de curvatura del rayo es
mayor que el de la tierra. Si el gradiente es inferior a -157 unidades N/km el radio
equivalente de la tierra es negativo debido a que el radio de curvatura del rayo es inferior
al radio de la tierra. En este último caso la trayectoria de la onda se curva de tal manera
que incide sobre la superficie de la tierra. En esta situación puede producirse un guiado
de la onda entre la superficie de la tierra y una capa atmosférica próxima. Este fenómeno
se denomina propagación por conductos y permite la propagación de ondas
electromagnéticas con atenuaciones muy inferiores a las correspondientes al espacio
libre. La propagación dentro de un conducto puede analizarse a partir de los modos de
propagación dentro de una guía de ondas. En función de la dimensión del conducto existe
una frecuencia mínima de corte por debajo de la cual no hay propagación dentro del
mismo. La formación y dimensión de los conductos sólo puede describirse de forma
estadística, si bien las alturas habituales son de algunos metros y en condiciones
extraordinarias pueden alcanzar los centenares de metros. Consecuentemente la
propagación por conductos afecta primordialmente a las bandas de VHF, UHF y SHF, si
bien en esta última banda al ser la atenuación específica de la atmósfera mayor el
fenómeno es menos relevante. En la figura 2.20 se muestra una simulación por ordenador
de la trayectoria seguida por rayos con diferentes ángulos de salida, para una antena
situada a 50 m de altura y un conducto de 200 m de grosor y gradiente de -500 unidades
N/km; en la gráfica se representa el índice de refracción modificado M en función de la
altura h, siendo M = N + 106 h/RT. Nótese que para ciertos ángulos de salida el rayo
queda atrapado entre la superficie de la tierra y una capa atmosférica de poca altura. La
formación de conductos está asociada a grandes variaciones del gradiente del índice de
refracción, debidas a su vez a variaciones elevadas en la concentración de vapor de agua
en las capas altas de la atmósfera. Es por este motivo que la formación de conductos es
más probable sobre mares cálidos, mientras que sobre tierra es un fenómeno menos
frecuente. La propagación por conductos es suficientemente impredecible como para no
constituir un modo de propagación sobre el que se pueda establecer un servicio fijo de
radiocomunicaciones con parámetros de calidad aceptables; sin embargo, su probabilidad
es suficientemente elevada como para considerarse, al evaluar las posibles interferencias
causadas entre estaciones que comparten la misma frecuencia, que en situaciones
normales no se interfieren pero que ante una eventual formación de conductos pueden
dar sobrealcances anormales y producir interferencias. Así, en los meses de verano es
habitual la formación de conductos sobre el mar Mediterráneo que permiten el alcance a
grandes distancias en las bandas de VHF y UHF, fenómeno que afecta especialmente a
los servicios de radiodifusión de FM y televisión.
2.3.3 Difusión troposférica

Anteriormente se ha supuesto que la atmósfera es un medio estratificado en el que el


índice de refracción varía solamente con la altura. En realidad existen en la atmósfera
heterogeneidades que producen fluctuaciones locales del índice de refracción. Si
mediante la antena transmisora se radia hacia una de estas heterogeneidades suficiente
energía, la energía interceptada y rerradiada hacia la antena receptora bastará para
realizar una comunicación transhorizonte con niveles de señal superiores a los que se
conseguirían por difracción sobre la tierra esférica. La difusión troposférica es importante
en las bandas de VHF y UHF en las que el tamaño de las heterogeneidades es
comparable a la longitud de onda, y la atenuación
atmosférica es despreciable. Permite alcances de
centenares de kilómetros y, sin embargo, está sujeta a
desvanecimientos debido a variaciones locales rápidas
de las condiciones atmosféricas. Este último
inconveniente puede superarse aumentando la
potencia de transmisión. Hasta el advenimiento de los
satélites, la comunicación troposférica era la única
posibilidad de establecer enlaces a grandes distancias
en las bandas de VHF y UHF; en la actualidad su uso
ha disminuido, si bien se sigue usando en los radares
transhorizonte.

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