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José Antonio Pagola, teólogo vasco, autor de "Jesús.

Aproximación
histórica"
"Hay una confrontación entre dos modelos de
Iglesia"
"Jesús puede ser un desafío demasiado peligroso para la Iglesia actual"
3 de octubre de 2010

El sacerdote vasco José Antonio Pagola (Guipúzcoa, 1937), el ya célebre autor de


«Jesús. Aproximación histórica», mantiene una visión contemporánea y radical de
Jesucristo. Número dos de Mons. José María Setién en la diócesis de San Sebastián,
Pagola vendió 40.000 ejemplares de su libro en dos meses, antes de que la
Conferencia Episcopal tomara cartas en el asunto y fuera retirado de las librerías
eclesiásticas y diocesanas por la editorial católica que lo publicó. Asegura que "Jesús
puede ser un desafío demasiado peligroso para la Iglesia actual" y que es evidente
que, en la actualidad, "hay una conforntación entre dos modelos de Iglesia o dos
sensibilidades sobre la interpretación del Vaticano II". Lo entrevista Matías Vallés en
La Nueva España.

-¿Se considera una víctima?


-No. En mi libro presento a Jesús como conflictivo y peligroso, ahora he comprobado
en mi propia carne que lo fue y lo será siempre. Cuando se conocen sus palabras de
fuego, su libertad para defender a las personas, su proyecto de una sociedad al
servicio de los últimos o su crítica a una religión vacía de compasión, Jesús genera
reacciones encontradas de atracción o de rechazo. Creo que, en buena parte, mi libro
ha suscitado inquietud cuando se ha captado que Jesús puede ser un desafío
demasiado peligroso para la Iglesia actual.

-¿Jesucristo era más hombre que Dios?


-Probablemente nadie ha ejercido un poder tan grande sobre los corazones como
Jesús, nadie ha expresado como él las inquietudes e interrogantes del ser humano,
nadie ha despertado tantas esperanzas. Todavía hoy, cuando las ideologías y
religiones experimentan una crisis profunda, Jesús sigue alimentando la fe de millones
de hombres y mujeres. Los cristianos pensamos que Jesús es tan plenamente humano
que no es como nosotros. Leonardo Boff decía que «tan humano sólo puede ser Dios».
Para mí, Jesús es Dios hablándonos, acompañándonos y salvándonos desde este
hombre entrañable.

-¿El nombramiento de Munilla es un desafío de Rouco a la Iglesia nacional


vasca?
-Es un error analizar lo ocurrido en San Sebastián desde claves exclusivamente
políticas. Pienso, más bien, que lo que se vive en mi diócesis es, sobre todo, un
conflicto eclesial que se está produciendo también en otras partes, como
consecuencia de una confrontación entre dos modelos de Iglesia o dos sensibilidades
sobre el contenido y significado del Vaticano II o sobre el quehacer de la Iglesia en la
sociedad secularizada. Lo lamentable es que, por lo general, nuestras mutuas
descalificaciones no nos están conduciendo hacia una Iglesia más fiel a Jesús y a su
proyecto. (Nota: Cuando se jubiló el Obispo de San Sebastián -del cual Pagola fue Vicario General-, ya
hace más de un año, se dice que el Cardenal Rouco de Madrid hizo nombrar como sucesor a Mons.
Munilla, que era Obispo ya en otra diócesis. La comunidad eclesial de San Sebastián en pleno rechazó la
nominación y los sacerdptes amenazaron con renunciar a las funciones que tenían en la diócesis, como
protesta porque la diócesis no fue consultada para el nombramiento del nuevo obispo y Mons. Munilla era
considerado ultraconservador, en una postura pastoral totalmente opuesta a la que se venía realizando
en la diócesis, y en toda la región vasca, con el obispo anterior).

-¿Leerá el libro de Hawking que niega la existencia de Dios?


-No. Siempre me han interesado los trabajos de Stephen Hawking sobre astronomía,
pero no sus conjeturas sobre Dios. Los expertos en el diálogo ciencia-fe afirman que ni
las religiones pueden probar la existencia de Dios ni las ciencias su no existencia.
Parece que el hombre moderno ha decidido que lo que el ser humano no puede probar
científicamente, no existe.

-¿Dios es necesario?
-Dios no es necesario para ganar dinero, adquirir poder o lograr bienestar. Tampoco
para dispensarnos del mal, del sufrimiento o las desgracias de la vida. Dios nos sirve a
los creyentes para enfrentarnos con una luz, un estímulo y un horizonte nuevo a la
dureza de la vida y al misterio de la muerte.

-¿Le gustaría mantener un debate abierto con Benedicto XVI sobre los
contenidos de su libro?
-Me gustaría que en Roma se escucharan las diversas corrientes teológicas existentes
en el seno de la Iglesia -no sólo en Europa- pero, sobre todo, me alegraría que la
jerarquía liderara un movimiento de conversión a Jesucristo. Nada hay más urgente.

-¿Tomaría Jesús las mismas decisiones que el Vaticano sobre la mujer?


-Jesús critica una sociedad patriarcal que establece el dominio y el poder del varón
sobre la mujer. Esta actuación de Jesús nos está exigiendo hoy una revisión profunda
de la situación injusta de la mujer en la Iglesia y en la sociedad, una toma de
conciencia más viva de nuestra infidelidad a Jesús y un proceso valiente de renovación
orientado a que la mujer pueda disfrutar de su dignidad, sus derechos y su
protagonismo.

-¿Jesucristo acabó en una fosa común como los desaparecidos de la Guerra


Civil?
-No, históricamente es muy poco probable. Esta hipótesis del norteamericano John
Dominic Crossan no encuentra apenas aceptación entre los especialistas.

-Incluso sus críticos más acerbos se han rendido ante el brillante estilo
literario de «Jesús».
-Lo que a mí me llena de alegría es comprobar que muchas personas que leen mi libro
sienten a Jesús más vivo y cercano, encuentran un sentido diferente a su vida, se
despierta en ellos el deseo de una vida más humana. Encuentran en mi libro algo que
yo no he puesto.

-¿Pensó alguna vez que se convertiría en un superventas?


-Nunca. De ordinario, el éxito de un libro se mide en esta sociedad por el número de
ejemplares vendidos. Yo no lo creo así. De «El código da Vinci» de Dan Brown se han
vendido millones de copias, pero yo lo considero un fracaso, pues no introduce verdad
ni esperanza, no acerca al misterio de Jesús, no ayuda a vivir de manera más humana.

-¿Abundan las contradicciones en el discurso de Jesús en los evangelios?


-Los evangelios no son relatos biográficos redactados para ofrecer información precisa
de carácter histórico. Son relatos en los que, de forma variada y matizada por cada
evangelista, se recoge la memoria de Jesús. Para aproximarnos al contenido histórico
que conservan sobre Jesús es necesario contrastarlos, analizar los géneros literarios
que emplean, los procedimientos narrativos, el vocabulario propio de cada
evangelista, el contexto.

-¿Jesucristo expulsaría a los mercaderes del Vaticano?


-No hay que esperar a que vuelva Jesús. Desde los millones de hambrientos y
desnutridos de la tierra, desde los pobres olvidados por las religiones, desde las
mujeres humilladas en todos los pueblos, Jesús nos está gritando ahora mismo a los
dirigentes del Vaticano y a todos los que nos decimos cristianos que expulsemos de la
Iglesia riquezas, poderes, grandezas o intereses que ocultan su mensaje de
esperanza.

-¿Se puede seguir a Jesús sin seguir a su Iglesia?


-En estos momentos yo no encuentro otra manera mejor de seguir a Jesús que
viviendo en esta Iglesia, pero esforzándome por convertirme yo mismo al Evangelio y
trabajando por alentar en ella un clima de conversión a Jesús.

-¿La crisis económica que tanto nos ocupa provocará un renacimiento de la


espiritualidad?
-Observo que el deseo de espiritualidad se despierta sobre todo en personas que
experimentan con fuerza el vacío existencial, el sinsentido de su vida, el hartazgo de
bienestar. No es fácil vivir una vida que no apunta hacia ninguna meta.

-¿Qué saca un no creyente de la lectura de su libro?


-He recibido muchos cientos de cartas y escritos de lectores no creyentes. La mayoría
me dicen que se han encontrado con un Jesús que ni siquiera sospechaban, algunos se
han sentido llamados a replantearse su vida con más verdad y honestidad, bastantes
se han sentido liberados de miedos y fantasmas religiosos que les han hecho sufrir
mucho a pesar de haberse distanciado de la Iglesia, bastantes quedan conmovidos por
un Dios amigo que ama con amor increíble e inmerecido a todos sus hijos. Algunos
dicen: Ojalá exista ese Dios, bastantes se animan a trabajar por un mundo más
humano y justo.

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