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UNIVERSIDAD PANAMERICANA

Facultad de Ciencias Jurídicas, Sociales y de la Justicia


Licenciatura en Ciencias Jurídicas y Sociales
Curso: Ética y Valores en el Desempeño Profesional
Lic. Atilio Vivar Orellana

EVALUACION FINAL

Jorge Rafael Cruz de León


201501085

Guatemala, junio de 2018


Campus Álamos
INTRODUCCIÓN

En este pequeño trabajo de investigación pretendo dar a conocer aspectos muy importantes
de nuestra actualidad en cuanto a la perdida de valores y poca sensibilidad humana que como
sociedad hemos experimentado, esos valores éticos y morales que son esenciales para la
convivencia en paz y armonía, esos valores perdidos que hoy por hoy nos tienen de rodillas
por las consecuencias: corrupción, robos, asaltos, violaciones, asesinatos, etc. Y un sinfín de
problemas que estamos experimentando, muchos de esto por la perdida mas importante que
es la familia.
CRISIS DE VALORES EN GUATEMALA

En Guatemala estamos viviendo una de las peores crisis de valores que como sociedad o país
podemos avizorar me atrevo a decir desde la fundación de la Republica, la visión
cortoplacista de las personas, las ansias de poder y dinero rápido, el pasar por encima de los
demás sin importar nada con tal de cumplir los objetivos mas perversos y inhumanos que nos
podamos imaginar son solo algunas de las cosas que pasamos como país, y digo pasamos
porque al final dia los que componen esta sociedad son lo seres humanos que distintas clases
sociales, condición económica, creencias, lenguas y matices diferentes, pero al fin y al cabo
todos somos un mismo país, una misma sociedad que elige lideres corruptos y ladrones, que
solo buscan su propio beneficio.

Nos damos cuenta que como país nos hemos enfrentado a vicisitudes y problemas de fondo
como la corrupción, desde casos como la línea que destapo uno de los casos mas
emblemáticos de la lucha contra la corrupción, y no solo a nivel nacional, sino a nivel
internacional, y que hizo lo impensable, tumbar a un presidente y a la primera mujer
vicepresidenta del país, algo impensable sin derramar una gota de sangre, pero después de
ese “dorado momento” mejoramos como sociedad ¿? Evidentemente no, que avanzamos un
poco y que debemos concluir judicialmente con dichos casos, por supuesto, pero debemos de
ir mas al fondo del problema, y entender que la falta de valores morales y éticos son el
principal y la raíz de todos los males.

Causas: ü Desintegración y conflictos familiares.


ü Aumento de divorcios.
ü Materialismo excesivo
ü Aumento de los niveles de pobreza
ü Deserción educativa
Tenemos ahora
Consecuencias ü Embarazos no deseados en adolescentes
ü Aumento de delitos contra el patrimonio, como robo, extorción,
etc.
ü Prostitución.
ü Aumento y ampliación de bandas delincuenciales.
ü

Nos enfrentamos a una crisis de valores todos los días, los valores son ampliamente
conocidos por todos nosotros, desde la escuela y en diferentes ámbitos del saber han querido
inculcarnos, pero la interrogante es realmente lo practicamos como sociedad ¿? Realmente
estamos aplicando esos valores en nuestro diario actuar, he ahí el dilema al que nos
enfrentamos. Generalmente se escucha en los medios, en las redes sociales, etc., sobre los
valores como el respeto, la tolerancia, equidad, justicia, pero no estamos poniéndola en
practica. Pasemos ya de la teoría a la practica.

Esa perdida de valores hace precisamente que las personas olviden sus principios y cuando
lleguen al poder se olvidan de la gente y de sus necesidades básicas. Si nuestra sociedad
enfrentan esa crisis de valores, es necesario fortalecer e incentivar la practica de esos valores
morales , sociales y éticos, empezando por la familia, en otrora la institución base de la
sociedad, y si la familia falla pensamos que la escuela debe de fomentar esos valores, y si
ambos fallan, como es el caso de Guatemala, nadie educa e incentiva con valores a nuestros
niños que luego son adultos y crecen con esa falta de amor por el prójimo y por lo que es
justo y se vuelen egoístas, y luego esos adultos se convierten en alcaldes, diputados,
presidentes, etc.,

Considero que a pesar de todo, la familia sigue siendo el pilar fundamental de nuestra
sociedad, debemos de retomar esa idea y proteger a la familia, en ella nacen, y se construyen
los valores que los individuos que forman parte de ellas llevaran en su mente y su corazón,
que regirán el actuar ante y por la sociedad.
Solución:

• Apliquemos a nuestro diario vivir, valores como la consideración, la cortesía, la


justicia y la equidad en el trato a los demás, la empatía por los demás. Con ello
tendremos una mejor sociedad y una convivencia mucho mas pacifica y vivificadora.

• La transformación de nuestra sociedad es tarea de todos los individuos que formamos


parte de ella, y por el bien común debemos utilizar nuestra libertad con
responsabilidad y equidad, Guatemala, nuestro hermoso país puede cambiar si todos
juntos trabajamos para ello, con la ayuda de Dios nuestro Señor, sumado a lo que
podemos aportar como individuos. Juntos podemos cambiar las cosas.

• Es responsabilidad de todos sembrar valores, principalmente es tarea de los padres


jugar un papel mucho mas participativo e inclusivo en la formación de sus hijos,
inculcándoles no solo valores morales y éticos, sino un profundo amor a Dios y al
prójimo.
CRISIS DE AUTORIDAD MORAL EN GUATEMALA

Guatemala vive una coyuntura crítica que está poniendo a prueba su sistema democrático.
Cada poco tiempo se revelan gigantescas redes de corrupción que atraviesan todos los niveles
del estado, la tasa de homicidios, por ejemplo, ha continuado subiendo. El desorden que
provoca entre la población, la extendida inseguridad se agrava con las reiteradas muestras de
incapacidad gubernamental.

La diferencia entre el poder y la autoridad, dicen los entendidos, es que el primero se


fundamenta en la fuerza que constriñe; mientras que la autoridad, apela a una razón que
obliga moral y voluntariamente.

Mientras el poder se basa en la intimidación y la amenaza, la autoridad se apoya en la


persuasión, y en el peor de los casos, en la advertencia… Por eso, la autoridad es, además de
buena, imprescindible…

De lo anterior se desprende que la llamada crisis de gobernabilidad, como la que estamos


viviendo en Guatemala en estos momentos, es el resultado de una autoridad que ha sido,
históricamente incapaz de estimular aquella razón que a su vez, estimula moralmente a los
gobernados.

Es evidente que hemos sufrido históricamente las consecuencias de una disminución, cuando
no de una degeneración en toda forma de autoridad. ¡Hemos permitido irresponsable y
materialistamente, que el dinero suplante valores insustituibles!

La desgracia política que hoy sufrimos, no es en sí misma el resultado de la corrupción como


se ha creído y dicho, no. No nos equivoquemos; de hecho es la corrupción la que viene a ser
el resultado de aquella ausencia de autoridad asertiva, que dejó de inculcar valores que
tardaron cientos si no miles de años, en cristalizarse familiar y socialmente.
Nos referimos a los valores que se forjan en primerísimo lugar, en el hogar, se complementan
en la escuela y se magnifican en la vida productiva y social del individuo, siempre, frente a
una autoridad particularmente ejemplar y coherente entre lo que hace y predica.

La autoridad es imprescindible para dirigir o gobernar desde el hogar hasta el país mismo,
pasando por una escuela o una empresa. Pero, ¿quién concede, o de dónde sale la autoridad?

Las instituciones y los funcionarios reciben la autoridad de una sociedad, que las valora y
prestigia. Se trata de un poder simbólico basado en la capacidad y en el compromiso. La
concesión social de la autoridad, protege y refuerza a la persona que ha de ejercerla
comprometidamente, con la dignidad propia de su estatus.

Al no observarse la conducta impecable, propia de tal dignidad concedida y reconocida


socialmente y por la totalidad del sistema, el funcionario y la institución pierden la
credibilidad de esa sociedad que confió en ellos, pero además y lo que es aún mucho peor,
tal incumplimiento socaba la estabilidad del país mismo, no se diga si se demuestra
corruptibilidad en el cargo. ¡Esa es la verdadera gravedad de los actos corruptos en los
puestos de poder! Traicionan gravemente a la patria, de donde no es de extrañar que en
algunos países la corrupción de funcionarios gubernamentales, se castigue con la pena de
muerte, mientras que en Guatemala, la autoridad no condena a muerte, ni siquiera quienes se
declaran asesinos de niños… ¡Ahí está! ¡Los hombres del Derecho, por ejemplo, tienen
graves problemas para ejercer la autoridad!

Con tantos problemas en el país, no es difícil suponer que la supuesta idea de autoridad esté
deformada, por tal razón, la recuperación del sentido de autoridad y del alto grado de
exigencia que implica representarla u ostentarla, debe pasar por la clarificación del concepto,
por lo que se requiere pues, una profunda reflexión del problema y de sus posibles soluciones.

Guatemala está clamando por autoridades que se tornen justas y solucionadoras. Por tal
razón, choca constatar la brutal necedad de algunos poderes y personajes, que inclusive en
situaciones tan graves com la que hemos vivido como Pais por la reciente erupcion del volcan
de Fuego, que tomen el liderazgo y no se aprovechen del dolor de miles de Guatemaltecos
que viven y sufren este gran problema, necesitamos autoridades que no se roben los insumos,
que atiendan a los enfermos y que no permitan que se comercie con el dolor y la desgracia.

Solución:

• Es importante que desde que somos niños en la escuela existan un programa educativo
basado en formación ética, moral y cívica, que vaya desde primaria hasta secundaria
y por que no decirle a nivel universitario.

• Cambiar nuestro sistema político partidista que permita la inclusión de mejores y mas
personas de alto nivel intelectual, moral y de reconocida honorabilidad, que
gobiernen y sean nuestros futuros alcaldes, diputados, jueces, magistrados,
presidentes, etc.

• Refundar el estado y sobre todo la sociedad en la que vivimos, quitando los incentivos
perversos que el sistema político brinda a la vieja política y con ello tener un sistema
verdaderamente democrático e inclusivo, en el que se piense realmente en los mas
necesitados.
LIDERAZGO EN GUATEMALA

Vivimos en una sociedad que padece de lo que he denominado el Síndrome del Hoy-Yo. Pero
que es un síndrome es el conjunto de características particulares de una situación
determinada. ¿Cuáles son las características de esta situación determinada? Prioridades
cortoplacistas (hoy) y egocéntricas (yo).

Intentamos convivir en un territorio sin realmente convivir. Compartimos una nación sin
realmente compartir. Estamos juntos en un país sin realmente estar juntos. Somos extraños
entre nosotros. Nos vemos raro, nos tratamos mal, nos quejamos unos de otros y desearíamos
que algunos no estuvieran a nuestro alrededor. No importa si es de izquierda o derecha. No
importa si es campesino rural o profesional urbano. Le pasa por la mente algo similar en
algún momento.

No nos ponemos de acuerdo en qué tipo de país queremos. Tomamos decisiones de construir
obras o montar programas sociales sin haber meditado acerca de qué resultados obtendremos
y si nos mueven en la dirección del país que queremos. Hay preguntas que tendríamos que
poder resolver para poder entrar a construir esa Guatemala mejor. ¿Qué país queremos?
¿Cuánto cuesta construir esa Guatemala? ¿Quién debe pagar y cuánto? ¿Quién debe
construirla y administrarla?

Si no sabemos esas respuestas todo lo que hacemos mientras tanto es estar chapuceando
Guatemala. El problema no es de falta de liderazgo per se. Líderes hay en muchos lugares:
organizaciones, empresas, instituciones del Estado, comunidades y familias. El problema es
que muchos de esos líderes adquirieron el Síndrome del Hoy-Yo. Buscan, principalmente,
un beneficio en el corto plazo y de beneficio personal. El hoy y el yo.

Tenemos pocos líderes dispuestos a servir y muchos dispuestos a servirse. Tenemos pocos
líderes dispuestos a dar y muchos dispuestos (exigiendo) recibir. Tenemos pocos líderes que
piensan en la siguiente generación y muchos que piensan en la próxima elección, el próximo
estado de resultados y la próxima donación por recibir.
Necesitamos líderes que piensen, hablen y actúen en función de la próxima generación y no
de la próxima elección; pero eso también requiere de ciudadanos que estén dispuestos a
renunciar a beneficios de corto plazo y beneficio personal a cambio del bien de nuestros hijos
y nuestros nietos y más allá. Curémonos del Síndrome del Hoy-Yo.

Un líder debe despojarse del YO, actuar con humildad, dar la milla extra y enseñar con el
ejemplo. Necesitamos líderes comprometidos con el largo plazo, el bien común, una
Guatemala fuerte, incluyente y próspera. Una Guatemala sostenible.

Solución:

• Se necesitan liderazgos que piensen, y actuen en funcion de los mas altos valores
humanos, que sean empaticos con los problemas de los mas necesitados, que piensen
a largo plazo y no a corto plazo,

• Se necesitan liderazgos participativos e inclusivos, que permitan el dialogo y la


discusion de altura de los problemas mas importantes y prioritarios de nuestro pais,
como lo es la pobreza, la desnutricion infantil, la educacion, la salud, la seguridad y
desarrollo economico entre otros.

• Necesitamos liderazgos que vean a Guatemala de cara al futuro como una gran
nacion, como una nacion prospera, influyente y fuerte ante los retos del futuro.
CONCLUSIONES

• La falta de aplicación de principios éticos y morales en nuestra sociedad es un


problema grave que debemos solucionar, ya que condiciona nuestro avance como
sociedad, desde todo punto de vista.

• La transformación de nuestra sociedad es tarea de todos los individuos que formamos


parte de ella. Juntos como guatemaltecos podemos cambiar nuestra realidad y la de
nuestros hermanos. Con la ayuda de dios y lo que cada uno puede aportar.

• Necesitamos lideres que tengan los mas altos valores morales y éticos en su diario
actuar, que piensen y actúen en función de los intereses del país y no en los propios,
que permita que actúen con claridad y de cara a un futuro para nuestros niños que al
final del día son el futuro de nuestro país, de nuestra sociedad.

• Necesitamos cambiar el sistema político y democrático de este país, para cerrar las
puertas a los corruptos y con ello atraerá el mejor talento que tenemos.
BIBLIOGRAFÍA

ü Arango Mitjan, Joaquín María (1997). Ética y Valores, Editorial Universidad


Rafael Landívar, 2da. Edición, Guatemala.

ü Yáñez Grande, Miguel (2006). Ética de las profesiones jurídicas, Editorial


Desclee, 1ra. Edición, España.

E-Grafía

ü http://www.prensalibre.com/noticias/Valores-morales-guatemaltecos-desarrollo-
responsabilidad-etica-Manuel-Espina-Pinto_0_1304269567

ü https://elperiodico.com.gt/domingo/2017/12/24/tambien-el-liderazgo-falta/

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