Autor del Libro: Romero, A (2002). Globalización y pobreza. Universidad de Nariño
(pp. 10-50). Colombia: Unariño. Elaborado por: Drte. Ruth Mujica Mediador: Dr. José Manuel Mendoza Román
Este resumen analítico, se desarrolla con base al libro “Globalización y Pobreza”
publicado por Romero Alberto. Donde el autor contempla, que desde los inicios de la década de los noventa viene siendo tentado por el problema de la pobreza y el de la globalización. Por ello, ha dirigido sus esfuerzos intelectuales y creativos hacia una construcción temática que intente dar respuestas a la complejidad que dichos problemas generan. En este resumen se presenta, un análisis de la composición de los artículos, su contenido, ideas principales y conclusiones del autor, las cuales son extraídas del mismo texto, según mi punto de vista. La opinión del autor se enfoca en que existen diferentes enfoques desde donde se puede observar a la globalización, el primer enfoque es el que supone la igualdad de oportunidades para todos los países, mientras que el segundo enfoque niega toda posibilidad de que un país tenga ventaja sobre otro y el ultimo enfoque, totalmente contrastante con el segundo, dice que un país se ve afectado o beneficiado en base a sus fuerzas económicas y políticas a escala mundial, y no solo esto sino también en base a los cambios que se lleven a cabo en el interior de las naciones menos desarrolladas. La diversidad de enfoques es lo que precisamente provoca esta controversia al intentar explicar el fin que tiene que cumplir la globalización. No existe una forma universal para definir a la globalización, pero “en términos generales, la globalización es analizada desde posiciones tecnoeconómicas, socioeconómicas, políticas, geopolíticas, partidistas, religiosas, etc.” (Romero, 2002). No obstante, existen rasgos que lo definen como un proceso tecnológico, económico, social y cultural que promueve la comunicación y la dependencia recíproca entre las naciones, con la finalidad de unificar sus mercados, sociedades y culturas. Aunque el termino globalización nació como un concepto económico, es más que claro que ha ido afectando todos los aspectos de la vida social, reflejado en cosas tan cotidianas como lo son los gustos, la forma de vestir, las costumbres, entre otras. El autor hace una diferencia entre dos grupos de acuerdo a la representación en que definen la funcionalidad de la globalización: los defensores y los detractores. Siendo defensores aquellos que opinan que la globalización solo aportó cosas buenas, utilizando como argumentos: El incremento del comercio mundial de bienes y servicios, flujo de capitales, gracias al avance en los medios de transporte, uso de nuevas tecnologías de
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información y comunicación y mayor integración entre los países, gracias al uso de algunos recursos como el internet. La reducción de aranceles y obstáculos a la circulación del capital, lo que contribuye a la “eliminación de fronteras”, y por tanto crea una “nueva economía” (Ohmae., 2000). Para los defensores de la globalización esta es un fenómeno irreversible, en el que todos los países que se sumen tendrán la oportunidad de desarrollarse, ya que no existirán más productos, tecnologías o avances nacionales, sino que todo lo nuevo que vaya surgiendo será mundial. Por el otro lado, para los detractores, que son quienes fetichizan la globalización y la representan “como si se tratara de una suerte de fuerza suprahumana que actuaría con independencia de las prácticas de los actores sociales” (Mato, 2001); son quienes están en contra de la globalización, fundamentan y definen en que en países habrá riqueza y cuáles no, y como a su vez los países con más dinero se quedan con todo el poder. Sin embargo, para los detractores de la globalización la parte económica no es el único factor que puede perjudicar a las naciones, sino que también se hace mención de la desaparición de las costumbres, tradiciones, valores, artes y en general todas las formas de expresión cultural que distingue a cada país, lo que terminaría en la perdida de la identidad cultural. A pesar de todo, no todas las criticas cuestionan al sistema como tal, hay quienes cuestionan las imperfecciones de su funcionamiento, y ven al sistema capitalista global, como todo imperio que tiene un centro que se beneficia a costa de las orillas y exhibe algunas tendencias imperialistas que lejos de buscar el equilibrio, está empeñado en la expansión. Como detractores de la globalización, igualmente se pueden apreciar a las manifestaciones que van contra ella, donde la culpan a ella y a organizaciones mundiales (como el Banco Mundial), de todos los males que sufre la humanidad, entre los que destacan, la pobreza, la contaminación, la explotación irracional de los recursos naturales, las desigualdades, etc. Una vez analizando estos dos grandes grupos podemos incluir al autor de este libro dentro del grupo de los detractores, ya que él dice que la globalización no es más que el pretexto para justificar la expansión planetaria del capital transnacional, sobre la base de una nueva división internacional del trabajo, en la cual la vieja especialización de los países en la producción completa de bienes similares, es reemplazada por la especialización en la producción de partes y componentes que son utilizados para el ensamblaje final del producto en un tercer país. De esta manera, todo parece indicar que el fenómeno de la globalización de acuerdo a varios autores, tiene sus raíces en los comienzos mismos del sistema capitalista; no obstante, Globalización no es lo mismo que homogeneización, y sus características en la actualidad son cualitativamente distintas a las observadas antes de la segunda guerra mundial en el siglo XX, así su esencia en principio siga siendo el expansionismo, el sometimiento y la explotación. Por eso, la globalización como resultado de una mayor complejidad de la división internacional del trabajo, significa un mayor control y sometimiento del desarrollo económico, social, político y cultural en la periferia del mundo capitalista, bajo modalidades mucho más sofisticadas e
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imperceptibles, de acuerdo con los intereses de las corporaciones transnacionales y los Estados que las representan. Lo que se desprende del análisis de las tendencias mundiales de la producción, la inversión, el comercio, el flujo de capitales y de información, es que nos encontramos frente a una mayor profundización de la división internacional del trabajo, con nuevas formas de integración interregional e intra-regional, intersectorial e in tra-sectorial. De esta manera, el factor predominante en la actual división internacional del trabajo continúa siendo el control de la producción, el comercio, los flujos de capital financiero, la inversión y, lo que es más importante, los mayores avances tecnológicos, por parte de las empresas transnacionales, lo que de hecho ha modificado sustancialmente el ordenamiento mundial, configurando una especie de división transnacional del trabajo, bajo la cual los procesos productivos y sus resultados aparentemente pierden la nacionalidad, debido a que el producto se elabora al mismo tiempo en varios países, pero parcialmente. Pero, más allá de los cambios cuantitativos en la estructura de la economía mundial, lo que realmente caracteriza a la actual etapa del desarrollo son los cambios cualitativos, iniciados a partir de la década del cincuenta, más conocida como la época dorada, en el siglo XX. Por eso, la principal ventaja de esas economías se ubica en el campo del conocimiento, materializado en los más importantes adelantos tecnológicos del momento y en el alto valor agregado tecnológico contenido en los bienes y servicios que producen y comercian. A diferencia de la era industrial de producción masiva, la “nueva economía” se caracteriza por el desarrollo de producciones flexibles, capaces de reaccionar oportunamente a los cambios del mercado. De otro lado, al tiempo que avanza el proceso de concentración del conocimiento y del capital mundiales en un puñado de potencias, en los países, especialmente en los menos desarrollados, se reproduce constantemente la economía informal, ante la incapacidad de la economía convencional de generar los puestos de trabajo necesarios. Una de las implicaciones de la profundización de la división internacional del trabajo, sustento material de la globalización, como la pérdida relativa de autonomía de los Estados nacionales en el manejo los grandes problemas económicos, políticos, ambientales, entre otros. En realidad, el protagonismo de los Estados y sus gobiernos “es asumido ahora por poderosas entidades financieras internacionales y los no menos poderosos consorcios multinacionales”, que son los verdaderos protagonistas de la Globalización. Como consecuencia, el autor considera que “la política debe de abandonar su influencia en la economía” (Vargas H., 2001). Las posibles oportunidades que ofrece la globalización a los países menos desarrollados se ven truncadas por “el carácter incompleto y asimétrico del actual proceso de liberalización de los mercados”. De esta manera, los sectores claves de la industria local se desarrollan no de acuerdo con las necesidades de cada país o región en desarrollo, sino en concordancia con la estrategia global del capital transnacional. Las nuevas tecnologías de información y comunicación ofrecen oportunidades de inserción comparativamente más ventajosas que antes. Sin embargo, la persistencia de estructuras socioeconómicas y estilos de gobierno atrasados, impiden una adecuación
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efectiva a los cambios experimentados por la economía internacional. Se trata, como señala un autor, de las “sombras del pasado”, que no permiten avanzar eficientemente (Messner, 1996). Por eso, cualquier readaptación a las nuevas realidades del mundo actual necesariamente debe pasar por reformas estructurales profundas, partiendo de las particularidades de cada país y sobre la base de la búsqueda del bienestar para la mayoría de la población, fortaleciendo al mismo tiempo la capacidad competitiva en los mercados internacionales. Igualmente hay que desactivar la corrupción que impide al Estado cumplir con su papel regulador, evitando que la “racionalidad” del mercado profundice las desigualdades sociales. Los enfoques excluyentes frente al problema de la asimetría en las relaciones con las superpotencias mundiales, como los procesos prácticos de integración, no han hecho más que corroborar una realidad: la integración de las economías débiles al mecanismo de reproducción ampliada del capital transnacional, por la vía del intercambio de bienes primarios y fuerza de trabajo baratos por bienes manufacturados con alto contenido tecnológico, se ha traducido en un mayor fortalecimiento de los factores que condicionan inexorablemente cualquier avance en las fuerzas productivas, entre ellas las nuevas tecnologías, a la estrategia global del mismo. Como se ha analizado a lo largo del libro, es que el llamado proceso de globalización, en el que supuestamente todos los países intervienen en igualdad de condiciones, dista mucho de la realidad. Ante esta realidad, Esto requiere de una verdadera reingeniería de la estructura mental parasitaria de nuestra intelectualidad, acostumbrada a consumir, sin mayor elaboración, conocimientos producidos en y para otros entornos. Se hace necesarios que la riqueza intelectual acumulada por la humanidad a lo largo de su historia, sea utilizada creativamente en la interpretación y solución de nuestros problemas. Desde mi punto de vista, la globalización si está diseñada con el fin de que todos los países tengan las mismas oportunidades. Sin embargo, lo que propicia esta desigualdad no son las oportunidades sino las habilidades de cada país. Creo que todos los países tienen en sus manos el poder de mejorar su situación a nivel global y lograr una mejor participación internacional, si enfocan su trabajo en eliminar primero los problemas internos que tienen. Hasta que no se solucionen los problemas nacionales, no se tendrá la fortaleza necesaria para competir mundialmente ya que todos los factores internos de un país están estrechamente relacionados con la estructura económica. Sobre todo, lo que les está faltando a los países en desarrollo o no desarrollados, es darle a la educación y al conocimiento la importancia que se merece, ya que esta es la herramienta que ha propiciado la aparición de todos avances tecnológicos y estos a su vez, son los que determinan la competitividad de las empresas a nivel internacional.
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REFERENCIAS:
Mato, D. (2001). Globalización, cultura y transformaciones sociales. Ponencia
presentada en la 1ª Conferencia Regional de la Asociación Internacional de Sociología en América Latina y el Caribe. Isla de Margarita, 7 al 11 de mayo. Universidad Central de Venezuela. http://www.geocities.com/global_cult_polit/PonenciaAIS -Mato.doc Messber, D. (1996). Latinoamérica hacia la economía mundial: condiciones para el desarrollo de la “competitividad sistémica”. ProSur. Fundación Friedrich Ebert en Chile. http://www.fes.cl/prosur/prosur96-0.html Ohmae, K. (2000). The Godzill Companies of the New Economy. First Quarter. http://www.strategy-business.com/ex_libris/00112/page1.html. Consultado febrero 10/2000. Romero, A. (2002). Globalización y pobreza. Pasto, Nariño, Colombia: Ediciones Unariño. Vargas.H, JOSÉ GPE. (2001). “Los roles emergentes del Estado en la gobernabilidad global”. En: Globalización. Revista Web Mensual de Economía, Sociedad y Cultura. Agosto. http://rcci.net/globalizacion/ 2001/ fg187.htm
Aires de revolución: nuevos desafíos tecnológicos a las instituciones económicas, financieras y organizacionales de nuestros tiempos: Disrupción tecnológica, transformación y sociedad
2009 Fideicomiso para La Regularización de Los Activos de Distribución y Derechos de Vía de La Red de Gas Natural de La Zona Geográfica Del Distrito Federal