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Voces: NULIDAD CONTRACTUAL - CESIÓN DE DERECHOS - SOCIEDADES -

LEGITIMACIÓN PROCESAL - LEGITIMACIÓN PASIVA - EVICCIÓN - CITACIÓN DE


EVICCIÓN - RECURSO DE APELACIÓN - RECHAZO DEL RECURSO - RECHAZO DE LA
DEMANDA

Partes: Recabarren Sanhueza, Luis O. c/ Ledesma Ocares, Lucas B. | Nulidad de contrato de


modificación y cesión de derechos sociales - Recurso de apelación

Tribunal: Corte de Apelaciones de Copiapó

Fecha: 11-ago-2009

Cita: MJCH_MJJ21329 | ROL:113-09

Producto: MJ

Doctrina:

1.- Corresponde rechazar el recurso de apelación deducido contra la sentencia que rechazó la demanda
de nulidad de contrato de modificación y cesión de derechos sociales, pues el mismo fue celebrado por
más personas de las que en realidad fueron demandadas -sólo a una exclusivamente se le demandado la
nulidad-, omitiéndose, por ende, a los otros suscriptores, todo lo que obsta al acogimiento de la
demanda incoada desde que resulta pacífico para la doctrina y la jurisprudencia, que la pretensión de
que se declare la nulidad de un acto jurídico, requiere que se demande a todos quienes fueron parte del
respectivo acto o contrato.

2.- No habiéndose demandado de nulidad a todos los que concurrieron a la celebración del acto cuya
nulidad se pretende -contrato de modificación y cesión de derechos sociales-, se ha omitido una
exigencia referida a la legitimación pasiva de la acción que impide, en todo caso, acoger la demanda,
no empeciendo lo expresado el hecho de que las partes no hayan discutido sobre este punto pues la
señalada legitimación no es otra cosa que un presupuesto procesal ineludible para posibilitar la
dictación de una sentencia favorable o, una condición de admisibilidad de la acción que, en cuanto tal,
escapa a la voluntad de las partes y pueden ser invocados de oficio aún en el caso que las partes
interesadas no se prevalgan de esa defensa.

3.- Ni aún por vía de citación de evicción se dió noticia del juicio a uno de los contratantes , cuya
nulidad pretende se declare y, con ello, faltando uno de quienes fueron parte del contrato de
modificación y cesión de derechos sociales cuya nulidad se pretende, basta para estimar que ha faltado
un presupuesto de admisibilidad de la pretensión de nulidad, además, debe convenirse que la citación
de evicción no importa que la acción de nulidad se haya dirigido en contra de todos quienes fueron
parte del contrato, pues, como resulta claro de las disposiciones pertinentes, particularmente lo
dispuesto en los artículos 1.837 y 1.844 del Código Civil, el citado de evicción no actúa por sí, sino en
defensa de los derechos de su comprador, de modo que, a su respecto, no existe relación procesal
alguna.
Copiapó, 11 de agosto de 2009.-

VISTOS:

Se reproduce la sentencia en alzada.

Y SE TIENE ADEMÁS PRESENTE.

PRIMERO: Que, sin perjuicio de lo señalado en el fallo de primera instancia a propósito de la


excepción de transacción acogida, debe tenerse presente que, en estos autos, don Luis Orlando
Recabarren Sanhueza, en representación de don Jairo Antonio Ledesma, ha deducido demanda de
nulidad del contrato denominado "Modificación y Cesión de Derechos Sociales de la Sociedad
Ledesma Hermanos Limitada", en contra de don Lucas Benito Ledesma Ocares.

Señala, al efecto, que la madre del actor, doña Elizabeth Recabarren Sanhueza, en su representación,
transfirió y enajenó los derechos sociales que correspondían al actor, ascendente al 8 % del capital de la
referida sociedad, que había adquirido por herencia quedada al fallecimiento de su padre señor Gerardo
Ledesma Ocares, sin embargo, a la época de celebración del contrato, el demandante sólo tenía doce
años de edad, por lo que el referido contrato adolece de nulidad relativa de conformidad a lo dispuesto
en los artículos 1.447 y 1.684 del Código Civil y 891 del Código de Procedimiento Civil, al carecer de
formalidades habilitantes, por lo que pide la declaración de nulidad del referido contrato, cancelando
las inscripciones hechas en el Registro de Comercio y condenar al demandado al pago de la suma de $
795.000.000 por concepto de daños y perjuicios, sin perjuicio de declarar que el demandado debe
restituir todos los derechos y efectos.

SEGUNDO: Que debe indicarse que, como consta del contrato cuya nulidad se demanda, esto es, la
modificación de la Sociedad Ledesma Hermanos Limita y Cesión de Derechos Sociales, acompañado a
fs.18 y siguientes, el mismo fue suscrito el día veintidós de enero del año 2.003, ante el Notario Público
de esta ciudad don Eduardo Cabrera Cortés, y en el comparecieron doña Elizabeth Recabarren
Sanhueza, por sí y en representación del demandante de autos, don Jairo Ledesma Recabarren, como
también don Gerardo Ledesma Recabarren, don Lucas Ledesma Recabarren, don Lucas Ledesma
Ocares y don Edgardo Riveros Rivera.

En la cláusula primera del referido acto, se dejó constancia de la creación y diversas modificaciones
estatutarias experimentadas por la Sociedad Ledesma Hermanos Limitada y se concluye señalando que
la misma estaba conformada por los socios Gerardo Ledesma Ocares y Lucas Ledesma Ocares, quienes
tenían el 47,5 % del capital social y por don Edgardo Riveros Rivera quien tenía el 5% restante.

En la cláusula segunda se deja constancia del fallecimiento de don Gerardo Ledesma Ocares,
indicándose que la posesión efectiva de sus bienes les fue concedida a sus hijos Jairo Ledesma
Recabarren, Gerardo Ledesma Recabarren, Lucas Ledesma Recabarren y a su cónyuge sobreviviente
doña Elizabeth Recabarren Sanhueza.

Seguidamente, estos, en cuanto herederos de don Gerardo Lesdesma Ocares, más los otros dos socios
de Ledesma Hermanos Limitada, esto es, el demandado Lucas Ledesma Ocares y Edgardo Riveros
Rivera, proceden a efectuar una serie de cambios al estatuto social, ratifican actos sociales y, en la
cláusula séptima, la sucesión, procede a vender, ceder y transferir proindiviso la totalidad de los
derechos sociales que les corresponden en comunidad en calidad de herederos del socio fallecido en la
sociedad y que equivalen al 47,5 % del capital social, pagándose de la forma que indica la cláusula
octava.Esto es parte en dinero y otra parte con la venta, cesión y transferencia del 70,13 % que le
corresponden a don Lucas Ocares en la "Sociedad de Responsabilidad Limitada L y G Distribuidores
de Materiales Limitada".

Seguidamente se deja constancia de finiquitos entre las partes, se da por cumplido un contrato de
promesa y consta la autorización de don Edgardo Riveros Rivera para la celebración del acto.

TERCERO: Que, como se ve, habiéndose celebrado el contrato cuya nulidad se pretende, por seis
personas, una de ellas ha demandado la nulidad del mismo, exclusivamente, a una de las partes que
concurrieron a su celebración, omitiéndose, por ende, a los otros cuatro suscriptores.

Lo anterior obsta, desde luego, a que la demanda de autos pueda ser acogida.

En efecto, resulta pacífico para la doctrina y la jurisprudencia, que la pretensión de que se declare la
nulidad de un acto jurídico, requiere que se demande a todos quienes fueron parte del respectivo acto o
contrato.

Señala a este respecto el profesor Arturo Alessandri Bessa: "Pero no solo es necesario dirigir la acción
de nulidad contra los que celebraron el contrato, sino que no debe omitirse a ninguno de ellos. De lo
contrario, se declararía nulo el contrato sin oír a uno de los afectados, y nadie puede ser condenado sin
ser oído. Es imposible, además, que se declare nulo un contrato respecto de algunos de los que
intervinieron en su celebración y quede subsistiendo válidamente respecto de otros que no fueron
citados al juicio en que se discutió su validez, porque el contrato o es válido o es nulo respecto de todo
el mundo, ya que se trata de un carácter propio del contrato, sin relación con determinadas personas.
Por tal motivo, la Corte Suprema ha declarado que no procede declarar la nulidad de un contrato en un
juicio que no se ha seguido con una de las partes que intervino en su celebración." (La Nulidad y la
Rescisión en el Derecho Civil Chileno, Tomo I, pag.624, segunda edición, Ediar Editores Limitada).

Luego, no habiéndose demandado de nulidad a todos quienes concurrieron a la celebración del acto
cuya nulidad se pretende, se ha omitido una exigencia referida a la legitimación pasiva de la acción que
impide, en todo caso, acoger la demanda.

CUARTO: Que no es obstáculo para ello el que las partes no hayan discutido sobre este punto pues la
señalada legitimación no es otra cosa que un presupuesto procesal ineludible para posibilitar la
dictación de una sentencia favorable o, en los términos de la doctrina chilena, vr. gr. Mario Casarino
Viterbo, una condición de admisibilidad de la acción que, en cuanto tal, escapa a la voluntad de las
partes y pueden ser invocados de oficio aún en el caso que las partes interesadas no se prevalgan de esa
defensa.

Así el profesor Eduardo Couture ha sostenido que la aplicación de lo que se viene señalando: "hace
pensar a los litigantes que el juez decide ultra petita y se sustituye a la parte, cuando se rehúsa a admitir
una demanda que carece de algunos de los elementos esenciales requeridos para su validez. Sin
embargo, nada es más natural y lógico que el juez actúe de tal manera. Los presupuestos son
circunstancias anteriores a la decisión del juez sin las cuales éste no puede acoger la demanda o la
defensa. Y para ello no se requiere alegación de parte, porque no está en las facultades del magistrado
atribuirse una competencia que la ley no le ha dado, dotar a los litigantes de una capacidad de la que la
ley les ha privado, atribuirles calidades que no les competen, o acoger pretensiones inadmisibles o
dictar sentencias favorables cuando aquellos a quienes benefician no han satisfecho las condiciones
requeridas para su emisión. (En Fundamentos del Derecho Procesal Civil, tercera edición, páginas 111
y 112)

Por lo demás lo anterior no es ajeno a la jurisprudencia de nuestros Tribunales. La Corte Suprema


reiteradamente ha sostenido que:"no se extiende a puntos no sometidos a su decisión y no incurre por lo
tanto en ultra petita, aquel tribunal que sin petición de parte examina la concurrencia de los
presupuestos legales para el ejercicio de la acción." (Repertorio del Código de Procedimiento Civil,
Tomo IV, página 40)

QUINTO: Que la circunstancia que la parte demandada citara de evicción a los miembros de la
sucesión de don Gerardo Ledesma Ocares, no altera las conclusiones a las que se ha arribado.

Por lo pronto porque, al contrario, ni aún por vía de citación de evicción se dio noticia del juicio al
señor Edgardo Riveros Rivera y, con ello, faltando uno de quienes fueron parte del contrato cuya
nulidad se pretende, basta para estimar que ha faltado un presupuesto de admisibilidad de la pretensión
de nulidad.

Además, debe convenirse que la citación de evicción no importa que la acción de nulidad se haya
dirigido en contra de todos quienes fueron parte del contrato, pues, como resulta claro de las
disposiciones pertinentes, particularmente lo dispuesto en los artículos 1.837 y 1.844 del Código Civil,
el citado de evicción no actúa por sí, sino en defensa de los derechos de su comprador, de modo que, a
su respecto, no existe relación procesal alguna.

Lo anterior, sin perjuicio que, correspondiendo la citación de evicción al comprador a quien se


demanda la cosa por causa anterior a la venta, resulta manifiesto que, en este caso, la misma no
correspondía, como quiera que, enderezada una demanda de nulidad, precisamente del contrato por el
cual se vendió la cosa, no puede decirse que la evicción tenga una causa anterior a la venta, resultando
tan evidente la improcedencia de esta citación que el demando citó de evicción, entre otros,
precisamente a su demandante, lo que escapa al sentido y alcances de la institución. Por estas
consideraciones y visto, además, lo dispuesto en los artículos 186 y 199 del Código de Procedimiento
Civil, se declara:

Que SE CONFIRMA la sentencia apelada de nueve de marzo del año dos mil nueve, escrita a fs. 372 y
siguientes.

Regístrese y devuélvanse.

Redactada por el Ministro Dinko Franulic Cetinic.

Rol N° 113-2009

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