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BIBLIOTECA ROMÁNICA HISPÁNICA EUGENIO COSERIU

DIRIGiDA POR DA.IASO ALONSO

Il. ESTUDIOS Y ENSAYOS, 259


PRINCI.PIOS
DE SEMÁNTICA
I ESTRUCTURAL
l'I VERSiÓN E5PA~OLA DE

MARCOS MARTINEZ HERNÁNDEZ


REVISADA POR EL AUTOR

SEGUNDA EDICiÓN

~
CEITlO DE INVESTIG~CIOMEI ~
ESTUDIOS SUPER10~ES El .
AIITROPOLOCIA SOCIAL
BISLI( ' TECA
. ".-
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)

BIBLIO TECA RO~l.~NICA HISPÁNICA


EDITORIAL GREDOS
MADRID

('31310
Hacia una tipología d e los campos léxicos 211
verbales», «sistema de las personas », etc.). En particular, no
hay difere ncia esenci al, desde este punto de vista, entre léxico
y gramática. Un campo léxico corresponde, en general, a un
si stema ca tegorial, es d ecir, a una eategorla de la gramática
( <<número», ugénero», «modo», «tiempo», «aspecto»), y las op<r
síciones intclllas de un campo corresponden a las oposiciones
dentru de una ca tcgoría grama tical. Se ha sostenido a menudo
VI que los paradigmas léxicos son diferentes de los de la gra-
mática : és tos sedan paradigmas «cerrados. o limitados (por
HACIA UNA TIPOLOG1A DE LOS CAMPOS LÉXICOS ejemplo, en una lengua determinada : «singular» - «plura!»,
para la calegorÍa del número; «masculino» ~ «femenino» - «neu-
tro», para la ca tegoría del género, etc.), mientras que los del
léxko serían paradigmas ({abiertos» o no limitados. Pero esto
Ll. El campo léxico es una estruc tura paradigmá tica pri- es cierto s610 si los paradigmas léxicos se cons tituyen desde "t

mana del léx Ico ; más aún: es, en es te d om inio, la estructura el punto de vista de la gramática (sintaxis o, mejor, sintagmá- ,I
paradi gmá tica por excelencia. Puede defi nirse como 'para- tiea) y, en este caso, no se trata de paradigmas léxicos propia· i.1"1
i
d igma cons tltUJdo por unid ades léxicas de contenido ( << lcxe- m ente dichos, sino úni camente de series léxicas. En realidad, 1.
lila S» ) que tiC reparten UIli.l ZOI\ :l de significación con tinua
desd e el punto de vista estrictamente léxico, los paradigmas
cumún y se encuentran en oposición inmed iata unas con o tras' l. léxicos, en la medida en quc existen, no están menos clara-
Pero hay que precisar que la oposición «in med iata» puede mente d elimitados que los paradigmas gramaticales, en un de-
establecerse también entre una archiunidad ( .archilexema.) terminado estado de lengua 2. Así, es cierto que los lexemas
-expresada o no- y una unidad, o bien entre arc hiunidades que se pueden «seleccionar» (elegir) en el eje paradigmático 11
Es decir que un campo puede es tar incl uido en otro campo: para funci ones t ales como «sujeto» o «complemento directo»
:,1
pu ede con.st llUlr una seCC i ón de 1111 cam po de orden s up erio r. constituyen series no limitadas . Pero, en cste caso, se trata de ,
En un flu crocampo, las opusiciones se es tablecen entre uni- una selección realizada en el léxico para fun ciones gramatica- I
tlaucs léxicas simplemente ( << lexemas»); en un macrocampo, les, no para funciones léxicas. Por el contrario, la selección
un 111icrocampo entero puede oponerse, como archilexema, a propiamente léxica se r ealiza -al menos en lo concerniente al
un lexema o a otros archilexemas, léxico estructurado ' - dentro de paradigmas limitados y deli-

, I.~ , ,E n Cll íln to pLlradigmas , los campos l ~x i c os son, en 2 El h echo de que los paradigmas sean limitados y delimita bIes en
pnn CIj11 0" aná logos a ~ os mi c ro- y macrosis temas fo no lógicos sincronía no impli ca, naturalmente, su InmoviJidad en diacronía, Por
y grama ll ca les (por ej emplo:«voca les an teri ores» , «vocales», 10 dl!más. todo el sistema de la lengua condiciona, ciertamente, pero
no anula la libertad lingüística y la creatividad de los h ablantes: consti-
«consonantes labia les», «consonantes», «sistema de los tiempos tuye , precisamente, su emarcolO Y. por así decirlo, su .filtro» histórico,
l Acerca de la distinción entre el léxico es tructurado (desde el pun-
, 1 CL. E. Coscriu, «Les s tructurcs Jexémat iqucSlO, en Prabl~me der to de vista sem á ntico) y el Jéx ico no estructurado, d. nuestro trabajo
pub !. pOl" W, Til . E lwc rt • Wio.:slnJ
S '· I/ hlllll/.:., _ • 1.:'n • 1"68
.., ,p.l" g:. 8 ( y , c.;n ([ 'oH 1!lC '. .Structure lcxicalc et ensdgnemcnt du vocabulairc», en Acl es du pre-
c.; i (~[[ c:;¡lanoJa, en este tomo, p;ig. 170).
mier co lloqtl e intenzatioMal de lin guistique appliquée, Nancy, J966. en
1
1
I
l/ ac ia tilIa l i l'ulog fa el e l os c mll¡Jos l c!x i cos 213
2 12 l',.ill c iJ1i¡) .~ ¡/ ¡,; .'iL II/ÚIIIÚ '(l t; Slt" IIL'1l1flll
1 .- - -
:1 2,\.2. Para segui r en la analogía con la fonología: en una
mitablcs, como los de la gramática . As í, si se t i ~ne que caH~
j fic;¡r una d e terminada temperatura po r medio d e un adj e ti vo, ti pología de los campos ' léxicos, se trataría de establecer tipos
se c li g~. por ejemplo, en fran cés e ntre ¡raid, «frío» - frais , es t ructura l ~s análogos, por ejemplo, a los tipos de sistemas de
:1 {(f r ~sc o » · riede, «tibio »· c1wud, «cali ent e», y en a le mán entre
vocales establecidos por Trubetzkoy (pero, evidentem ente,
kalc· kiili[-lau - wor1/l-lteiss ", d el mis mo m o do como, por comprobab les en una mi sma lengua). Es, sin duda, lícito pre-
ej emp lo, para e l número grama tical, se eli ge en t re s ingular y guntarse si semejante int ento no es prematuro en el m om ento
p lural s. ac tual. En realidad, una ti pología sólidamente fundada supon-
I dría la comparación de muchos campos ya descritos. Ahora
2.1. 1. En otro luga r hemos indicado de qué manera los bien , los campos léxicos, en el sentido definido más arriba, son
campos l ~ x í cos p ueden ser identificados, ddimitíldos y descri- todavia demasiado poco (y bastante mal) conocidos y , hasta
JI t os en el sentido de un a semántica es tru ct ura l o «Iexc mática» b ,

I
a hora, sólo muy p ocos campos han sido estudi ados a fondo
AquÍ HUS propo nemos , e n cambio, prese ntar los fundament os d esde el punto de vista estrictamente estructura l 7. Con todo,
y los primeros elementos de una tipol ogía d e los campos como ciertos t ipos de campos parecen presentarse con bastante cla-
sección de la misma disciplina. En prime r lugar, pensamos, ridad, aun al considerarl os s610 someramen te. Por otra parte,
pr~cisa l11 c nte, en una tipología estru ctural o ilil enla, es d eci r, un a ti pología de los campos, inclu so una tipología esquemá-
en u na tipo logía que considere los campos como «est ruc turas» tica y, en parte, intuitivamente establecida, podria tener, a su
. (e n S lI sen Li do propio, el término «es truc tura » significa, como vez, rcpl! rcus io nes saludables en c uanto a )a descripción sis-
es s;.¡ bid ll, dorma tic las relaciones inl crnas d e u n dominio Icmá tica de los ca mpos, ofreciéndole un marco de posibilida-
c lI ;:.i lquic ra»). En e fec to -semejantes, también a este respecto, des, marco que podría luego en sancharse y modificarse sobre
a los parad igmas de la fon ología y d e la gramática-, los cam- la base de los r esultados logrados por la descripción misma.
pos n o es tá n todos estructurados segl1l1 los mismos principios Pensamos , por 10 tan to, que merece la p ena indicar, al m enos,
y los mismos criterios. Además, son, no sólo ~1ucho más nume· vías posibles para la inves tigación en este dominio.
rosos, sino tambié n más variados que los demás paradi gmas
d e una Ic:n gua. La ta rea d e una ti pología de los campus sería 2.1.3. Por lo demás, el problema que planteamos no es
ju s tame nte la de determinar de manera sistemática esta di· tota lm en te nuevo; por ]0 menos, no 10 es a nivel d e ]a com-
versidad de es tructuración y establecer su s tipos o clases. probación de los .hechos» que se trataría de sistematizar. En
e fecto, una tipología de los campos -elemental, sin duda, pero
p¿¡r t. págs. 181 y sigs. (y, e n traducción cs paiiola, en es te li bro, pági· muy suges tiva- ha sido esbozada por Leo Weisgerber fuera
n:\s 95 y s igs. ). de la semá ntica es tructural (y antes todavía de que es ta disci-
4 No::; li nl it ¿lIl1os, por supues to, a los t ~ rmÍlHl ::; funual11l.!l1tal es de los
d us l )a r ~tdi lJ tlI ~l S .
plina se cons tituyera como tal) 8. Weisgerber distingue, en pri·
s En 10 que co ncierne a las pdncipaJcs d i fc r~ l1ci as q ue, sin emb3rgo,
dis lin guen los campos léxicos d e los sistem as fonológicos, cf. oc Les s truc- 7 En tre Jos estudios más amplios cabe recordar, muy especialmente:

tu res lexém a tiques ll , págs. 9-11 (aquí: pá gs. 173·175). Las diferenc ias que H . Geckeler, Zllr Wortfelddiskussion . Untersucllungen zur Gliederung des
los SCpn r311 de los paradigmas de la g ram á tica no so n men os no tablr.:s. Wort/ eldes .alt·jrmg-lIw ll im I¡ell t igen Fran zosisch, Munich, 1971, y R.
Aqu í, !> ill I.!ml.largo, son sobre todo las a ll a l o~ í :I S las qu e nos in lcrcsan. Truj illo, E l campo semd", ico de la valoración itl/elecfual en español, La
l> (' l . e ll 1J>III h.: ular .. PO\II' tlllC Sé lll ~II ¡1 iqll~ d ia l: hn ltl iqu e s t rud ur.¡k», l.a Ullua, 1970.
l'ral.i U , 2, J, ESII "asbu rgo , 1964 rSDS1 , páes. 150-159 (y eH l radu cción ! Prim er o en Die vo l kha/ten Kriifte der Mllttersprac]¡e, Frankfurt,

c!> paii\) la, en este libro, . págs. 28-43), asi co mo oc Les S l nt C lur~ s k xl!ma· 1939, y lu ego en varias obras, en
particular, en Die ¡'IlIaltbezogene Grarn·
tiques» , p~g s. 8-9 (aquí: págs. 170-173). tI/(¡fik, Dü ssc ld orf, 1949 (nueva edición: Gnmdzijge der hlhaltbezogenen
1

I
214 PriHcipios d e semdntica es truct ural Hacia "fia ripologfa de los campos léxicos 215

rner luga r , d os tipos de campos a los que llama c:einschicht ig» 2.2.1. Las relaciones internas de un campo léxico en cuanto
y «m ch l'schichlig» (<<de un solo estra to» - «de varios est ratos» ) estructura de contenido están determinadas por las identida-
y, entre los campos del primer tipo , di s tin gue luego tres subti- des y las diferencias que constituyen el campo mi smo, es d ecir,
pos a los que llama .Reihcngliederu ng., . Flllchengliederu ng. por las oposiciones semánticas que en él funcionan. En cons e~
y «Ticfcnglicderung. (aproximada men te : «organización lineal.- cuencia, una tipología de los campos debe fundarse en una
uorganización plana» - uorganización estcreométrica»). Como clasificación de las oposiciones lexemáticas. Un primer paso
toda la tcoría de los campos de Trier y Weisgerber, esta tipolo- en esta dirección es la identificación de los tipos formales de
gía, s i b ien n o conci erne a las es truct uras lexemá ticas en cuan- oposiciones que pueden encontrarse en los campos léxicos. A
to ta les 9, pu ede ser, en parte, reinterprc tada en térm inos es- este respecto , hemos mostrado en otro lugar 11 que t am bién
truc tllral es e integrada en una sem ántica es truc tu l'al lO • en el léxico hay, como en los sistemas fonológicos, oposiciones
«graduales ., «equipolentes. y «privativas.. As!' por ejemplo,
Grammat i k, Düsscldo rf, 1962). Un resum en de (la últim a forma de ) esta fr, tiedele/laud, .tibio'/caliente», fraislfroid, «fresco.l«frío.,
tipolog ía pued e e nco ntrarse (;n R. H obcr g, Die Lc}¡ rc V D IfI sprachlich ert son oposiciones de tipo «graduaI». Los nombres de color como
Fd d, Diis sd dorf. 1970, págs. 84-88; d . t ~J.I nbi é n JI. Gec kcl cr , Wurtldtltlis- raug e, ver!, ¡aune, «rojo », «verde», «amarillo», etc., se encuen~
J../I\\ iOIl , 1),'\1;:0. JI U 111. tran en fran cés (y e n mu c ha s otras lenguas ) en oposiciones
Hay "lit.! ad vc rtir, en efec to, qllt.! , en la CO!lcl:pción dI! L Wd sgerber
'J
equipolentes unos frente a otros. Y fr. dotniner/maitriser, dis~
(d. Grzmtlz.jjge, págs. 177 y sigs .), no se tra ta propia men te de 13s relacio-
nes es tructu rales de los cont en idos léxicos considcr:ldos en sí mismos siperlgasp iller, lat. albuslcarzdidus, aterlniger constituyen opo-
sino más b ien de l:l relación entre los significados y la rea lidad ex tralin~ siciones privativas: en el caso, por ejemplo, de estos adjetivos
gliís ti ca designa d:l, así como de la posibi lidad de represen tar de una la tinos, lo que opone, en cada par, el segundo término al pri-
man.: ra con tinua todo sign ificado de lengua , en relación con el designa- mero es el rasgo semántico «luminosidad. , rasgo presente en
tW11 correspondiente (y viceve rsa ). Lo q ue cons tituye la base de la
calldidus ( << blanco brillante») y niger (<<negro brillante.), ausen-
tipologfa de lo Wcisgcrber es la idea -y, al mi smo tiempo, la imagw-
del Ct mosaicoll semá ntico (o de la _redil) que.! cubri rla la realidad extra- te en albus (.blanco opaco») y ater (.negro opaco.).
li ngüís ti ca. De <l hi la di stinción concern iente a la organ izació n ( = po si-
bili dad de represen tación) en una línea, en un plano o sob re un sóli do . 2.2.2. Los tipos formales de oposiciones constituyen, sin
Así, los nombres de Jos colores en alemá n const ituyen seg ún Weisgerber duda, un punto de partida necesario y un criterio importante
una eTi cfcngli cdc!rungll, porque sus signifi ca dos só lo pw.:dcn ser repre·
SL' lll ad o s (' muo l.ona s rcd procn tll l.! nh! dd illlit.ld:.J!i (y, ul mi smo tiempo,
en la tipología de los campos; y, de hecho, han constituido
rllZl l i lll l ;I S , I.IJl I I'C:, IH': L: lo a t odos l o s llI ;l li L'l.!:' de L:olo/'c!-i (k s i ~platJ os p o r taml1ién el punto de partida de nuestras propias tentativas
eslos ¡lO mUI'l!s ) sobre: la supc riicie de un sóli do {e n este caso, un duble ti pol6gicas . Sin embargo, debimos comprobar bastante pronto
cono}. En nues tra ti pología, los nombres dI.! las coJon.!S fund aml!nt aIcs
e n nll.! má n (a sí como en francés, español, it a li allo y en mucbas otras sion al cslI, dado q ue el criterio de Weisgerber a es te r especto es el .punto
lengua s ) - por lo menos en la sección a la que ll amamos ecromát icall de \'ista. que se manifiest a en la organización (_Gliedcrung») de los
(e L 3.3.1.)- cons tituyen simplemente un campo li lIl!nl, ya que IJ:lra nos· C41l1lpos. Por lo menos en lo que conc ierne a los campos _de varios
o tros el problema de la continuid3d del sign ifica do con l'o.!specto a la es tratos . y a nuest ros campos _pluridimensiona lesll, la conformidad nos
rea lid ad des igna da no se pl antea: la -continuidad. d e la qut.! habl amos parece indudable. En cambio, no todos los campos que Weisgerber con~
(1.1 .) es meramen te m ental y dada por la unid ad d e la s ignificación corno sidera como _einschichti g» serían unidimensionales en nuestra típolo-
tal, es ta blecida sobre la base de las opos iciones funci ona les. gfa: así, d cam po de los nombres de parentesco en alemán (como, por
10 Asi, por ejemplo, la dis tinción entre campos .de un solo es tra to» Jo demás, en francés , en español y en todas la s lenguas que conocemos)
y campos ede varios es tratos ll puede i nterpretarse como correspo ndiente es para noso tros un campo típicamente pluridimensional.
" la di s ti nción en tre los campos .unidim ensionaleslI y los epluridim cn: 11 SDS, pág s. 158·159 ( aquf : págs. 4042).
218 Principios de semdntica estructural Hacia ulla tipología de los campos léxicos 219

a la temperatura (esp. Irío - fresco - tibio - caliente, fr. Iroid- cómodo porque permite formar los compuestos unidimensio-
Irais - tiéde - cllll",l, ital. freddo - fresco - tiepido - caldo, al. kalt- nal, pluridimen sional, etc., que también empleamos desde
kiiJd -lau -warm - h eiss, etc. ), se da la dimensió n semántica : 19621S. Además, permite reservar el té nnino «categoría léxica»
.grado r elativo de la temperatura comp robada por el sentido para las categorías mayores, es decir, para los valores mani·
térmico» ; en el campo de los adje ti vos para la edad, tenemos, fe stados por campos enteros, en particular, por los macrocam-
e n latín, la dimensión -edad. (por ejemplo, senex - iuve"is) y pos «((color », «parentesco», «seres vivos», «instrumentos», «des-
la dimensió n «clase des ignadalf (as í, senex - vetulus - vetu s, res- pl aza miento», «habitat», etc.).
pcc ti vaml.!n tc, «p¡lra la edad de las per so nas», «para la edad
de los animales y de las plantas lf, «para la edad d e las cosas»); 3.1. Desde el pun to de vista de las dimensiones que fun-
en los campos de Jos nombres d e parentesco pueden presen- cionan en los campos, éstos pueden clasificarse en dos tipos ,
tarse dime nsiones como: «sexo» ( << masculino»/ «femenino»), muy genera les: los campos de una sola dimensión (campos ."11:
-tipo de parentesco. (.parentesco natural'/<parentesco so- simples, lineales 16 o unidimellsionales) Y los campos de más 11
'.1
cial»), «línea» ( << línea dirccta» j«1Ínea cola tera1»), «direcciónlt oposiciones fr . p /b, t ld, k/ g, f/ v, etc. se refieren todas a la misma di·
( << línea ascende nte»/ «línea d l!scc nd cnte» ), «g rado» ( << primer m ~ n s ión. Esto vale también paTa oposiciones de tipo formal diferente;
gradoD/ «segundo grado» ), etc. as í la opos ición privativa grand / petit y las oposiciones graduales
Desde 1962 empleamos para esta noción, en semántica es- g,dlfd / ¿'lOrme, per it / miuuscule se fundan en la misma dimensión. La "
'Ii
dimen sión no es tampoco lo Que es común a los términos de una opo-
tructural, el nombre de "criterio semántico» !J. Se la podría :1 1
s ici ón (la .base de compa raci ón-): es lo común a las di f e r e n c i a s
ll amar también «ca tegorla léxica», ya que se trata de hechos entre esos términos, es decir, a sus rasgos distintivos . Es cierto que si,
lin güís ticus análogos . en cierto sentido, a las cat egoría s sim- p:lra una dimen sión determinada, hay una sola oposición, la dimensión
p les ti c la gramá tica, por ejemplo, a la ca tegoría d el «número», coincide en la práctica con la oposición; y en una oposición privativa,
o a un a la categoría del -género., en una lengua que sólo dis- la dimensión coincide con la sustantividad del rasgo distintivo (asJ, en
nuestro ejemplo albus / candidus, la dimensión es la .luminosidad_ ).
tin ga, por ejemplo, «masculino» y «femenino» (o «masculino», Pero esta coincidencia en los . hechos_ no implica coincidencia nocio-
«femenino» y «neutro») pero no, a l mismo tiempo, «an imado». nal: en el primer caso, la dimensión no es la oposición misma, sino
« in an i ~ado», «persona» - Geno persona», ~ tc. Aquí, sin embargo, su fundamento; y en el segundo caso, la dimensión no es el rasgo dis-
prefenmos adoplar el término dim ellsióll, introducido, al pare- tintivo como ta l, ya que eng loba también su negación.
cer. para la misma noción (o. dlo! to dos modos, para tina " ef. SDS. págs. 158·159 (aquí: pá gs . 4142).
16 Este término se r~ficI'c ;J I hecho de que coda uno de estos campos
noci ó n muy próxima) por F. Lounsb ury 1". Este término es constituye idealmente una .Unea_ y también a la posibilidad de su
r epresentación gráfica. Sin embargo, para nosotros no se trata de la
Ll el. SDS, págs. t81-182 (aqul: págs. 78, BO). r epresentación de los campos con respecto a los «continuos- designados
. l. Cf. su ~omunicación .The Stnlctural An alysis o~ Kinship Sernan- en la realidad extralingüfstica (cf. D. 9), sino únicamente de la represen-
IICS _, Pmcecdmgs 01 lile Nilft/l lnt emalioll al Cou gress 01 U" gtliSIS, La tación de su continuidad semántica y de las relaciones recíprocas entre
Haya, 1964, pág. 1074. Pero Loun sbury d ice que la dim r.:nsión es una sus términos, es decir, del .Iugar_ que los lexemas ocupan en los cam-
. opos ición_, lo cllal es in aceptable 0, por lo menos, amb iguo. Para nos- p os , unos con respecto a otros, desde el punto de vista de los rasgos
o t ro~ una dimen sión no es un a oposición, s ino, precisame nt e, el .. punto distintivos que los delimitan. En este sentido, los campos «lineales.
d~ vIsta _, el crit erio implicado por ull a oposición: su determ inante en pueden, en efecto, representarse en una linea (o por medio de rectángu-
una fórmula del tipo «oposición de x _, En efec to, varias oposiciones Jos, colocados sobre una línea). Para los campos pluridimensionales, no
~) u ed~n rderil"sc a una misma dimens ión. Así, en el caso de la1. seHex / h emos propuesto un término correlativo, porque estos campos no pn~­
tltvencs, vetulus / n oveIlus, vettlS / UQVI/S (ap licados a la edad), tenemos sen tan unidad a este respecto. Los campos bidimensionales y I!,s mulu-
tres opos icioncs diferentes pero una sola di me nsión y, en fonología, las dimensionales .jerarquizantes- pueden ser represen tados en un plano

J _. ~


._ _ ._------
220 Priuc ipios lk ~C II1Úlllicll e~ lrtl c tl/ral fl acia l/l/a tipolog ía de los ca mpos léx icos 221
de u na dim en sión (campos cOJ/lplejos o pluridilltells ioll al es ), As í, (dcmcn ino» (o «ll1asc ulin o¡> , «femenino» y «neutro ») y, además,
los campos ya menc ionados d e Jos adj e ti vos p rim arios para la (( :, mimado» «in an imado» o «persona» - «(no persona» (o tanto
M

temperatura, o Jos (micro- )campos d el lipo d e fr. large - ét roil, esto com o aqu ell o), o bien a una categoría del a specto verbal
grwul - pe tit, so n ca mpos llniJi IlH..: n s j o ll ~lk s 1"1, Illientras q1le los en la que se di s tin ga «pe rfec ti volt «imperfecti vo» y, dentro del
M

campos d e los adj e ti vos r elativos a la cd ad, e n latín y en fra n- imperfec ti vo, po r ejemplo, «determinado» «indeterminado lt
M

c~ s (y tamh ié n e n cs pai'íol, en il nliallo, en rumano, en a le-


l

«scmdfaC l ivo» «iter a ti vo», ctc.


M

m á n, c tc. ), o Jos C"lI11 pO S d e los Jl ombres d e pal'c llI Csco , so n


C~l1lpOS p luridim cns iona lcs 18, Los campos 1I1lidim CIls io n a k s so n
3.2. 1.0. Los campos un id imens ional es p ertenecen a tres
aná logos a las ca tegorías s im p les d e la gra máti ca, ta les como subtipos , determinados por los ti pos forma les de las oposi-
la ca te go ría del núm ero m encion.::tdn m ás ar ri ha. qu e so n, pre- ciones en las cuales se fundan o que los caracterizan; ll ama-
C i S ~1I11 (, lltC , ca l cgo rÍJ s uniclim cn sin nn!es 19; lo s call1 pos p lllridi -
m os a es tos s ubtip os, r es pec tivamen te, antonimico, gradual y
1JJ t.: Jl s ionaks s o n o.mú lugos a la s (.:a ll:gO J·j;ls g ralll a li c;J k s comple-
«.serial »,
j a s, qu e tam bién son pluri dim cn s ionn lcs, por ej emplo, a la
cat ego ría d el género en una leng ua que d is tinga ((masc ul ino» y
3.2. 1.1. Los campos Gn tonimicos se fundan en oposiciones
priva ti vas (o, más bien, a ná logas a las oposiciones privativas; ,
(e L nu es tro artícul o IIZ ur Vorgt:sc hi cht c del' s l l"Ukturc ll c n Sl!Il1:mtib, d. más adelante, 3.2 .3 .), es decir, en oposiciones del tipo x / no x. ¡;I
en '1'0 llwlUr R(!I1J(1I/ j akobsol/, L.a II .:Iya, 1% 7, p:iu:. 495 ), pe ro no a s í los Son campos bipolares cons t i luidos, en la mayoría de los casos 1,1 ' .
G1 JllpOS n1ultidilll (:ns ionalcs «sdcct i\os»: 1.'J'I l.' sk caso h ay qll ~ ren u n- - a ni vel de sus opos iciones d e ba se-, por sólo dos términos l
ciar, o bien a la con ti nuidad dd Campo , o bien a la con ti nuid a d el e los de los que uno es la ( negación» d el otro; cf., por ej emplo, fr.
Ic>.emas.
has ¡uwt, courl long, v ide - pie in, él l'oil large, petil grand
M M M M

17 En camb io, el cam p o in glés co r respo nd kn tc a tl grand el> . «pt.:que-


ñ Ol>es pluridi men s ion.:l l, ya qu e presen ta , po r un lado, big - /ar gl! _g r ea t (esp. bajo - alto, ca rla - lar go, vacío -lleno, es/r ecllo - ancho, pe-
y, p OI' 01 1'0 lad o , s lI/olI - ljulc, q tl ~ t' () 1 n: :- pon d e ll a \'aria s di mcll:-ioJl\:s. qu e/i o - gral/de). Sin embargo, pueden contener también opo-
A e :-- Ie n:~ pn,; l o, l.u lI\·il: llc pn:cb; 1l qll\ · LL tipo!.'!! I:! d e lo:, C: llllpo:- ~, ' pro. s icio nes cola ter a les de tipo g radu a l. Así, los campos étroit-
p olle e:. l ah k cl.'I' lo s ti pos pu s iIJl c:. dc C.l IlJ p{):-, CH b s di\ l'l':-':I S len . larg!.! y pe!it g rallrl (co ns iderados , preci sam ente, a l nivel de
M

gIIW>, pero que l a P(,;!'(I.: IIl: lI c ia (11.: 1111 ea nJ po par l ic ul a ¡' a t<.l l o cu: t! lipa
estos kx cm as primarios ) son, ambos , campos anton ími cos, pero
(kll'rm i n~ldo d e be s iempre comp roba rs(! en la kll gua co ns id<.: r<lda y,
más ;1I'1ll, l:ll la l o cual «lengua fun c iorw l ~ (ace rca de (;S la noci ó n, ef. el cam po p etit-grG/l d engloba también las oposiciones cola le-
SDS, págs . 139· 1.JO (<lquí: p ágs. 12-13]). O l r.:l co s a es c o mprobar d es- ra l ~s gradu a les mil1uscule · pelir, grand - éno r111e (M imm ense ),
pu és .:Inalogbs entre las lenguas en es te.: J o m in io. Así, p arece qu t:: el mien t ras que en el campo élroit large no se presenta nada
M

C:Ul1pO dc los no m brcs de paren tesco es e n ro d as part es m ullidimc n- semej an te ( vasl e no es el elat ivo de l arge). Si, en estos campos,
s iou:tI .
18 En p o rt u gués (de Po rtu gal) e s t e C:1I11pO es (o e s tá conv ir ti !.!ndosc
se añ a de n o tras dis tin ciones a su oposición d e base, eIJos se
en) unidim ens iona l, al menos en Jo n : kl e nk a los lexe ma s bá sicos: ":: 11 con\'ier ten n ormalmente -al nivel de estas distinciones com-
cJ l:do, 1IOVO se emp ica tamb ién p o r ¡ o v e/JI ( << jove n .. ). plemen tarias- en campos pluridimensionales, en los cuales
IY Por di o, ('!Il b práct ica hay, en e~ t ¡; l.:.I:'O, coin cidt:llC ia c nl!'..:: ~ca lt:. sus términos primarios funcionan como archilcxemas. Pero
goda " y «diml:l1si ó n », lo c ual, nalll ra llll c ll lC, n u imp li ca ich:n ti d.:ld con- siguen siendo unidimens ionales si las di s tinciones añadidas son
l~t· pIIJ : d . ()h ~~ I"\' e:-;l: q u e ];1 c:d t:goda granL :ll il':d dd Ill'IlIl CI'O l'S s i"llLpl'c
IIlli d i Jl JcJLs ional ('HHI 1: 11 l :ls k ngll'l!> t/Il ¡; dbtill g lJ ('; 1l ~ ilJ!,;II I.u·, d l/(ll y pltl-
gr~l'd u a l cs (con res pec to a los términ os primarios ), ya que en
ral, O s il/guIar, dua l, trial y pll/ ral), e s te caso no h ay cambio d e dimensión .

J
222
- - - -Prill c i pius d e SClluillli ca C::.IYlu; (lIfal Hacia "'la tipología de los campos léxicos 223
3.2.1.2. Los campos graduales es tán constituidos por o posi~ lexemas) son términos semánticamente vacíos. Los campos
d ones ge-adua lcs: tenemos un a rchilcxl!ma correspondiente a no-ordinales son series no ordenadas y, al mismo tiempo, abier-
la Ll imcnsión y, dentro de este nrchilexcm:l (proris lo o no de tas: se les pueden añadir indefinidamente nuevos lexemas . Los
expresión propia) w, los lexema s alin eados en e l ord en corres. nombres de los días de la semana constituyen un campo ordi-
pondi enk a los grados s ign ificados d e la sustancia semán ti ca n al; así también los nombres de los meses. Los nombres de
e n cues ti ó n ; eL el ej em plo y:l llh': !1 r in n a dll d d C llllJlO de; los aves, de peces, de árboles, de flores, etc. (pero cf. nota 21 y
.\( I.i L: tiv(j~ p'II' ;'1 la It.:JIllll..: ratul'a, iJ ~ í L:U II IU 3.2.4. 3.2.5. ) cons tituyen campos seria les no ordinales.

3.2. 1.3. Los campos «scrinJ !.!s ll (es d e c ir, on.1cI1 ~1CI os como 3.2.3. En lo que concierne a los campos antonfmicos, hay
«sc rit.:s») eslt.ín constituidos por opos iciones multilatera les
equ ipolentes. En es tos campos no tenemos ni po larida d (con-
c l.? J1 lradÓn bipul~lI' ele la s lI s tanci3 s(! J\l (llil ica), como en los
que advertir que la negatividad semántica léxica es, en este
ca so, muy diferente de la negatividad (<<privatividad») fonoló-
gica y gramatical. En la fonología y en la gramática, la negati-
..
,, 1
., ~
campos an toním icos, ni gradualidad asccnd ente o descendente, vidad es la ausencia de una determinación funcional (de un
como en los campos graduales : todos los térm inos corr\!s pon. «rasgo distintivo »), de suerte que el no x es un cero funcional,
den aquí a l mi smo nivel y tienen el 111i smo «( s ta tus» lógico (y mientras que en el léxico el no x es, en este caso, un contenido
semán ti co). Ta l es e l caso, p or ejemplo, de los nombres de los _exis tente., que tiene su sustancia. Ello se debe a que en la
días de la semana o de los nombres de aves o peces (en [ran- fonología y en la gramá tica la fórmula x/no x sólo se refiere a
c~ s y e n I1wc.: ha s o lr;1 S ] c nguLl. s): «v t Jldrcui» «((v ic l'l1c.: sl» SI.! opo- los rasgos distinti vos, y no a las unidades correspondientes
ne dI.! man era inmediata (e id ént ica) a todos los demás «(días corno tales, cuya ex istencia está asegurada por otros rasgos
de la semana» y <tmoin eau» « (gorrión ») se oponc de la mi sma (a sí, la unidad fonológica no es simplemente «sonoridad. o «no
manera a todos Jos demás «oisCúllx » 21. sonoridad»: es, por ejemplo, «labial sonora. o .labial no sono-
ra »; y en la gramática e l soporte de las determinaciones gra-
3.2.2. 'A su vez, los campos seriales pu eden ser ordillales o maticales es e l contenido lexemático y/o categoremático de
En los cam pos o rdinales, las oposic ioll l!s S O Il de
1/U o rdilla l es. las unidades de te rminadas ), mientras que en el léxico x y
ínu o k «n.:laciona h; en los no ord i na l ~s , el!..! Ílldoll.! «s us tant iva» 11 0 X con tienen tanto e l determinante como el de terminado.
(acerca d e es tas n ociones, cf. 4.0.). l.os campos o rdi naks son En la fonología y en la gramática, la fórmula x/no x corres-
series cerradas y los lexemas están ordenados en ello s en un ponde a [U]x / [U]-x (siendo U la unidad determinada); en el
ord en fij o, lo cual, por otra p ar te, los de termina como ta les, léxico corresponde a Ux/U - x, o más bien a U / - U. Por lo
ya que por Jo d emás (si se quita ]0 que p erte nece a los a rch i- tant o -salvo en la negación de tipo gramatical que se presenta
en el fenómeno a l que llamamos "nlodificaci6n» (por ejemplo,
2Il Así, en frall cés y en o tras Icngu<l s que nos son fa miliares no hay útil- inlÍtil) 22............., e l no x ( = - U) es el (( negativo real», el «con-
p .. bbra para: .:qtl c ti e nc u na temperatura (c ua lquic ra)lI . trario», e l «inverso» o e l «correlativo» de x (= U)_ Aun tra-
21 En español y en portugués el c¡)lllpa corres pondie nte es bidim e n- tánd ose de la mi sma «su stancian, el 110 x en los campos anto-
s ional, pues to que It:!ncmos .. ave / prí;aro y, n.:s pec liv;¡mentc, Ql'e / pássaro nímicos, no es el cero semántico de esta sustancia (que se
( " oi s<~all , gr and » / "Oi SC,:lU, pclit.». POI' lo ú e m ás , tamb ién p a ra d fr:lll cc:!s
pudrí;! !1:lbl.:l cse ú e \111 C~d11pO bidim<.! lb jon :¡J (a ca ll So. de \'o (ail1.: ); e n
c 3 1e C;I~ O, IcndrÍam os, dClltl'O lid ca mp ú - ObL:o. 11 o, ¡Jos C~l1lpOS sl;l' i:lks: :u Acerco. de lo. «mod ifi caciónlJ, cf. «Les structures lexématiques»,
.n) J._IiJl c o y .. non-vo laill clJ. p; g. I3 (aquf: pág. 179).

.J
22 -1 Pr iuc i piO$ tic Sc! /Il {lt llica ~s lrll CI l/ral l/ acia l//za tipología de los campos léxicos 225
- -- - - .------------------
~ n c ll \.: ntra ~ n algún pun l o entre U y - U): a s í, g ral/el ( << g r ande» ) a es te respec to, co mo s ubclases de una sola clase más general
no es s imp lem en t. e I lO lI-petil, «110 p c: qll c iio}) (va lor c(: 1'o ), s ino de opos iciones «polares».
«el cont r ar io d e p elil¡); eL tambi J n l!~p. tra er - llevar, po rto
l rale /" - l evar, o fr. v eHir - al/er, il. vell ire - al/dare. ca l. v Cl1 ir- 3.2.4. También puede plantearse la pregunta de si los cam-
aliar, es p. venir - ir, port. vir - ir 23. E n e l h.:xi co, la \'l~rdad e ra pos grad uales no podrían reducirse al tipo antonímico. Así,
«priva ti vida d » (au se ncia o indifl! rc n cia ck: IIn r :1sgo d is ti n tivo ) si se admitiera una int erpretación como froid//rais +- O ~
sr.:: enul!.": 1l1ra, JIU r.::n el dominio eh; 10$ <.lnl úni mos, sin o I.!Il el tied e/chlllul, nu es tro campo gradual froid ~ Irais ~ tiede ~ chaud
d e los lérminos que se cons id e ran co mo «(s inónimos» , es d e- se convertiría en un campo antonímico, en el que tendríamos
cir, en oposiciones tal es como lIl altriser - domin er, calld idll s - dos secciones graduales, aproximadamente como en el caso de
a/hus. En efec to, e l ra sgo {{voluntariamente, con inten ción)),
funcional e n lIl allriser, es indife r e nt e e n dO/lzin cr (eL X domi-
chas vece s un solo té rmino en otras lenguas (por ejemplo, lat. albus /
,!
n e ses dll/Otiol1s y l es 1IlOfltal!I1 CS dml/ ¡l/cl/t la vil/ e ); y , del mi s-
ccuul idllS, esp. blanco); y lo m is mo sucede en el caso de las oposiciones
m o mod o, el rasgo «l um i nosidad)) es i lld irer ent e (es tá «(<:u lse nte n) an toním icas (así, a l. miel ell ! vermietell, esp. alquilar; lat. djsce r e I do-
en ((/ bus. Se p odría II Llllla r a la s o pos iciones del prime r ti po cere, esp. apr emI er I ensena r, ir. imparare I il1segnare, ctc., rum, a ¡nv12/a;
«ant o nimicas)) , para di s tin guirl 3s d e la s oposiciones pri va tivas fe préter I elllpnllller, rumo a ímpnl11lllta). Las oposiciones s inonfmica s
prop ia ment e di c h as (o <cs inoním icasl' ). son ncu tralizablcs (por ejcmplo, dissiper I gaspiller ~ dissiper,' domi-
Pl:ro no p odemos di sc utir aquí d e te nid ame nt e e l co mpl ejí- "er I ma'itriser ~ dominer), y las antonfmicas tamb ién (d. fr. ensei gtler I
apprelU!re ~ apprendre,' ¡eulle I áge, pero dgé de vingt arls). Y la serie
sir lln y ap.::l s i () n ~1I 11l! problema d I.! la allllJnim i a 2,1. [) as t :ld con de las se mejanzas podrfa con tinuarse. Es cil!rto que si, en una sección
se l .1 lar que, desde el punto d e vi s la form al y , (..'11 p;¡rli c ul a r, parti cular de un dominio lipi camente antonímico, hay una sola oposi-
desde el punto de vista de la o rd enación de los lexe mas y de ci ón fundamenta l, és ta es normalmente una oposición antonímica, Asf,
s us relaciones recíprocas en los ca mpos léx icos, no hay dife- frente al campo bidim ensio nal fr. facile I lége r 11 diflicile I l ourd, tene·
m os en alemán l eicllllsclnver y en rumano u~or / greu. Pero ni siquiera
rencia esencial entre las oposiciones (\a nton ími cas~ y las «(sino-
est o es necesario. En rumano se da la oposición sinonlrnica sec / uscat
nímicas )25, . de manera que los dos tipos pueden considerarse,
(<< sin agua», . sin savia» I _seco por desecación», c.: no mojado»), pero no
exi s tc e l contrario de sec ni, en realidad, el contrario de llscat (ud,
~j 1.:: s l:IS ¡jltilll ~s opos ic iones so n :lll ~\l og:ls I H; I"O 11 0 itl ~n l ic;ls, 10:11 1;\5 .. m oj ado cxtcriormentcll, corresponde sólo a una sccción de aseal; um ed,
cinco k ng ll ;lS: e H rr:t ncés, en itali a no y en c:d J l:ill SI.! da la dilll!.'!llsió n «húmedo . , corresponde a otra sección; e incluso estos dos términos jun-
"cs pacio d ~ i c lj co co nsid ":: I'Ddo dcsdl.! el plllll O li t.: v isl~ dI.! ]:)5 p l.! r s ün~s t os no cubren toda la extensió n de su « contrado~). En lo que concierne
del di :,cllrso» (y, c n cO Il Scc ul.!J1c ia: .. hJc ia e l t.: s p.t ~ i o de b 1,'" y d!.'! la 2,1l a las o posiciones an tonfmicas, hay que subrayar que el término funcio-
))cr,,0113» / .. hada el espac io d e la 3.& pe r so n aN), n1ilo:n lr~s qll l.! en es p3- m,l mente «negati vo» (<<n eutro» o «extensivo.) de estas oposiciones es,
Jl o l y en po rtugu¡¿s la dimensión es «espacio d¡¿ icl ico con sith:: rado de sde precisa ment e , el que se presenta como «positivo» desdc el punto de vis ta
el pu nto d t:: vi s ta dc la 1.& per~o" .. . (y la opos ic ión cs, po r Jo tJu to: eh: la susta ncia (mient ra s que en el caso de las oposiciones sinonfmic as
.. k u.: i, L d es pa cio de la 1.& pe rsolla ... I «hach el es pacio dI.! l a 2.& y la ocurre 10 contr<lrio ). Asf, en las oposiciones petil I gral1d, étroit I Iarge,
3.& p e l':-,on:.h, lo c ua l \'a llo: t ambién p,l ra t raer - I !t:l'ar, l ra;:.cr - 1<: 1'11") . comt I lo ng, j ellllC I agé, los té rminos funciona lm ente negativos no son
2-l 1.3 ti po logía d e las opo siciones kxellláticas c::. tahkcic b a es te pelil, étroíl, cOllrt, ¡ CHlI C, sin o gra/ld, ¡arge, lo ng, {i gé. Esto se rev ela:
re spec to ha sta b fcc ha está It:jos de se r sa ti::,[actoria ; d, ht brc\'1.! dis- <1) en el hecho de que si, en un caso particular, hay un solo término, és te
c u ~ i ón (con bi bli ogra fí a) en H, Gec kcl er, op. c i to, págs , -1 50--1 55 . a sí como es el término de su sta ncia «positiva!> (d. fr. 01 profond); b) en las neu-
J , f yons , [¡ ¡frodll ctioll to Tll core t ica l Lill g/list i cs, Cam br idge, 1968, t rali zaciones (cf. cOllrll l ong, pero d e/IX 11Iillim etres de lon g); c) en la
P'I!!:'. ·lóO ·170. f{¡r nwción de los nomb res sustant ivos que se aplican a las dimensiones
~5 Al cOLl t¡';l ri o, ~I.! pue dL' n cOlH pruh:ll' :m:tl og ias llul ahllo:S L'll t re los corr ~spo ndicnt es: ~ "wl(J (! tlr, ¡urgeur, IOll gtWtlr, ctc. (cf. la d e finici ó n de
uoS tip os. A un a opos ición sinollímica de un a lcnrrua, COlTcsponde m u- éuo it en el Peljl Ro bert: fl qui a pcu de largeur»).
I
PRI 1\CIPIOS DE SHIÁ NTICA. - 15
I
".

226 Princ ipios d e:!. Se11lall 1ica est fll C!Ural H acia ulla tipolog la de 105 campos léxicos 227
-----------------
lIlinuscu {e" pctit /gra Hd él1orm e. Y si es to se ap li ca ra a todos
p
lenguas, en particular, en el dominio de los adjetivos (y, en
Jos campos que a primera vi sta se presen ta n como grad uales, segundo lugar, en el de los verbos) 29, En cambio, los campos
és tos só lo ex is tiría n como s ub-campos , es d ecir, como secciones graduales son más bien raros: los ejemplos más ~ menos "
d e los campos antonímicos. El campo a menudo citado de la se¡,'Uros de este tipo son a menudo campos termInolÓgICOS. Los
eva luación de la act ivjdad e scolar, en alemá n (wzgcnügend- cam pos seriales ordinales constituyen casi siempre termino-
IIIallgc//wf t - allsreic/¡e nd - befriedigelld - gllt - se/¡ r gllt) y en logias (el campo es p. comiellZo - medio - tin, fr. d ébut ~ mi/ieu-
o tras lenguas. es, ciertamente, un campo gra du a l, pero es un till, etc. es qui zá la única excepción). En cuanto a los campos
ca mpo te rminológico y convenciona l 2ó , Y lo m is mo cabe d ecir seriales no ordinales, éstos son -a nivel de sus lexemas- no-
I
de la serie cuan titat iva m ente grad ual de fr. seconde - minute- mencla turas sin organización semántica «de lengua». Si en
Jz clI r e - j our - se1l'lail1e - (quill za i l1 c) - 1110is - all, Q1l1 zée - lustre - estos campos 'se pueden introducir indefinidamente nuevos le-
I
d c!cwl e (rléCC1l11íc) - siecle - milléllaire n. Ad vié rl ;¡sc, s in embargo, xemas (d. 3.2.2.) sin modificar su estructura, es porque, en 1
qU l.!, l:11 la s secuenci as corrc spolldicntt.!s, no h3 y nada entre
"
realidad - desde el punto de vista semántico-, no están lin-
p e/ ¡t y grand (min uscule se encuen tra «antes» d e pel i t, y énor~ güís ticam ente estructurados en ese nivel. En este caso, la
lil e (, desp ués» de gra nd), mientras que frais, tiede se encu en~ estructuración propiame nte lingüís tica no comienza sino en
tran, precisa mente, «entre » fra id y clzaud. Además, la condj~ el nivel de los archilexemas. Así, en español y en portugués ,
ción misma de la gradualidad es que haya uo mínimo y un encon tramos en este nivel ave/pdjaro, ave/pdssaro (cf. nota 21); I
máx imo de una propiedad d eterm in aua. Por ello, los términos en rumano, copac (.árbol en general.) / pom (<<árbol frutal»;
c o rl t~s p un d icl1 t t!s puedcn skmpre illt l.'rpl'ctarsc com o términos en a lemán, Kiefer, «diferentes clases de pinos», etc.; pero den-
((co ntrar ios». Pcro h ay graduali da d si e ntre es tos térm inos hay tro de estos archilexemas las series de lexemas quedan, en
gra dos intermedi os. ASÍ, en la secci ón «acromá tica» del campo principio, abiertas.
de los colores, blanc es el «cont rario» de lI oir, y uoir es e l «con-
tra rio» de blal1c ; sin e mba rgo, est a sección es gradual en vir- 3.3.0. Los campos pluridimensionales pueden dividirse en 1,
tll d d e l h l:cho d e que entre la ausencia d e co lo r ( b l w zc ) y la dos clases: los campos bidimensionales (con sólo dos dimen-
supres ión cid color por sa tura ción (nuir) 28 exis te el grado in- siones) y los rIlultidimerzsionales (con más de dos dimensiones).
tc nnc di o gris. Los campos bidimen sionales son análogos a los paradigmas
bidimensionales de la fonología (cf. 3.3.1.0) y a las categorías
3.2. 5. Los campos antonímicos son muy numerosos -com o bidimensionales de la gramática, por ejemplo, a la categoría
microcan1pos de cierto niveI- en el léx ico estructu rado de la s de la persona, en la cual. en muchas lenguas, se distingue. en
prime r lugar, 'persona. y «no persona. y luego, dentro de
2ó Po r otra parte , es te campo podrf:l int erpretarse también como
.persona., la l." y la 2." persona. En lo que concierne a los
ant o nÍmico.
n Esta serie no es con ti nua y u n itari a !.ino des de el punto de vi s ta campos multidimensionales , cf. 3.3.2.0.
d e la r ea lid ad ex tralingü ís tica d es ignada . DcsLl c el plinto d e vis ta de la
~ i g n il¡ c'Il:i (¡ n, SI.! tril l a de dos ca m pos cOll li guos, ca da 11110 co n s u cen tro 3.3.1.0. A su vez, los campos bidimensionales pueden dis-
( joll,. y (111 , tl mz Je), a partir dd cua l los d e má s térm in os se obti...:nc n por tinguirse en dos subtipos: los campos correlativos y los nO ca-
rnultiplic3 ció n o divi s ión .
1(1 Es illll'l"csn.n le ~Idv crtir que, en es te caso, la int crpn.: tadón propia 29 Además, combinándose con oposiciones «sinonímicaslt y/ o con
ti ..: las kllgua s (quc sc m ;:¡ nifics ta en el u so li ngüíst ico) (:s exac tam en te otros campos ant onímicos , es tos campos cons tituyen los «componentes lt
lo con trar io de l a in terpretación fí sico-científica . de un gran número de campos pluridimens ionales.
228 Prillcipios d e sel1llÍll lica estrllc llIral Ha cia ww lipol ogía d e l os campos l éxicos 229
-----------------------
rrelativos. Son «correla ti vos» los ca mpos en los qu e las dos Del mismo modo: lat. alb"s / aler / / eandid"s / niger; esp
dimensiones se cruzan formando haces de correlaciones' son pOller / quilar / / meler / sacar; rumo veelli" / nou / / blllrin /
« 11 0 correla tivos » los ca mpos en los qut.! las d os J i mc n~i ones tllll1r, Cf. también las correlaciones siguientes, m enos clara
so n )x.l.raklas o con ti guas, d e manera que..! 110 r es ult a n de e llas mente establecidas : fr. vide / plein / / c r eux / massi!, esp. vacío /
correlaciones . Los cam pos correlati vos son a nálogos a los para· /l mo / / ¡m eco I m ac i zo " . Y en tre las secciones de campos
di gmas fono lógicos del tipo de sánscL I / d / / tll / dll, griego pluridimensionalcs: esp. p edi r / da r / / pregunlar / responder
fl / / TI / '1', esp_ b / / p / 1, checo e / s / z / / é / s / i. Los campos al. verlangm / geben / / fragm / antworlen, rumo acere / a
no correlativos son semej a ntes a las d is ti nciones fo nemáticas da / / a i"lreba / a rllspu nde (d. 3.3.2.1.).
d el ti po voca les/consonantes. Pero los haces de tres t érminos no son raros tampoco. Así
a l.
esp, it. :1

~
3.3. 1.1. E n los campos correla ti vos se d a la com binación
de dos opos iciones «polares» : en princi pio, de un a opos ición nuevo nuava '.
vi c jo~---- vccchio ¡...;.:.:...:.:.._- alt !'
giovanc jung
«a ntonÍmi ca» con una oposición «s inonímica ))](). Las correla- jUV l!n
cion¡,;s qu e resu lt a n de tal comb inació n const ituye n, en la ma·
yoda ti c: los t:asus, haces de c uatro té r m ill os. As i, por ejemplo:
"
I
o bien:
fr. es p. ing. rumo
rum o
a purta I
I
a m erge
rac il e

I':gl.! r
d irficile

lo u rel 31
fá cil

li viano
d ifíci l

pes ad o
easy

Ii g ht
diffi cu lt

h~a\'y
a se duce I
a ven i 34 a duce a aduce"
11

I
O bien: se da en el mismo nivel estructural, los campos correspondientes ,·1
rum, al. (Jtroit / large, stretto / largo) son unidimensionales, Lo mismo vale prác-
tica men te p ara esp. es trecho / audlO, dado que esp. mlgasto (Ql.Ie, por
o tra pa rt e, no corresponde a rumo In gust, sino a rumo strimt) , en muchos
íngllS l lal !>l:!lllw l bn: it habbrcs hi span icos, se halla en vlas de desaparece r.
II La s correbcioncs no son ent eramente simétricas en este caso, ya

sl rim t larg 32 e llg wei t qu e 11lQssi/. ",aó:z:o son t érminos especializados que implican el rasgo
suplt.:mcn ta rio .: homogeneidad de la materia .. , de suerte que creta, hue-
co se opone n tamb ién a pleill, lleno; así, por ej emplo: cabeza hueca /
cabeza lI ella (y no maci za ).
XI En los (.' s qu¡,;mas qu e sigu en dispon¡,;mos los oc an lón imos» en la J..4 . Di rección no precisad a» // «D irecció!l precisada-: «hacia el espacio
hUI imn la l y los .. si n6 nimos» en la ve rl ic~d . En la r ~pn:: sl.' lIlaci6n l illl.'~¡J , II de la 3.& pers.» / «hacia el espacio de la 1.& y de la 2,& pe rs.». Se trata,
corn::-.pondt.: a la h Ol'i ~o lltal y I a la \'crl ica l; po r lo tal1(o , los pares además de un a secció n de un campo más amplio, ya que e n rumano
;lJl toui lll il.;OS !'it.: c l h.;o ntr;:¡r3n de los dos lados d e 1/. e:.:i s tc ;ambién a umbla, «andar» (<<sin dirección »). En consecuencia, la
JI Es d¡,;d l', " r;.ici l tI¡,; kV3ntar » / «di fíci l d¡,; k \'a n tar~. for ma d e es te campo en tero es: a wnb la // a merge // el se duce / a veni.
J~ 1.0:\ opos ición «s inon im ica» CS, ¡,; n é s te caso, «¡UH:hu ra pbn a~ I «a n- 35 «S in d irección » / / «hacia el espacio de la 3." p crs.» / «hacia el es- 1;
dHLra en d c~pa c i o». En fran cés y e n ilaliano, dond e es ta opos ición no pacio de la l ." y d e la 2.& pers .».
11
,1
1,
1I
230 Prillcip ios d e se m á~l lica estru c tura l Hacia "na tipología de los campos léxicos 231

Cf. ta mb ién: fr. marclzer / / aUer / ve uir, it. canzm il1are / / an- En cambio, en el campo de los nombres de aves (en general)
d ar!.! / vellire, ca l. ca miuar / / ali ar / venir, y --con o tra oposi- en español, tenemos una oposición sinonímica entre las seccio-
ci ón i.llllon ím ica (cf. no ta 23 }- es p . Q/ul ar / / ir / vellir, po rt. nes ave y pájaro y oposiciones equipolentes en estas dos sec-
al/dar / / ir / viro ciones 38.
y se enc uentra n tamb ién haces d e seis té rmin os. As í, por
ej em pl o, cn latin: 3.3.2.0. En la clase de los campos multidimensionales pue-
den di stingui rse dos subtipos: las campos jerarquizan tes y los
1l0V LI :;
campos s elec ti vos. En los campos jerarquizan tes,. las dim~n­
siones se aplican de manera sucesiva; en los selectiVOs, funclo-
vdu l us n ovdl us nan todas a la vez. Los campos jerarquizantes son análogos, '~
sen cx iu ve ni s
por ejemplo, al sistema de los tiempos del verbo r ománico "
donde se distinguen, en primer lugar, «actualidad» y «no actua-
lidad. (plano del presente / plano del imperfecto), luego -en
3.3. 1.2. En los campos no corre la ti vos hay, en cad a caso, cada uno de estos dos planos-, «espacios temporales» (pasado-
clos seccio nes di s tin tas, r elacio na d as po r un a o posició n «3 nt o- presente - futuro) y, en estos espacios, «tiempos relativos» (así,
ní m ica » o ,«s inonímica », y, en e l inte ri o r d e esas dos secciones, en francés: 1. je fais - je faisais; 2. je fis - je fais - je ferai; 3. fai
hay o pos ici o nes gr adua les en Ja una y e quipo len tes en la o tra, fait- je fai s - je vais faire). Los campos selectivos. son análogos
D bien oposiciones equ ipolen tes en amba s. Así, en el campo de a los paradigmas «policategoriales. de la gramá tIca, por eJem-
los no m h res d e colo res, en fran cés y e n Illllchas otras k nguas plo, a los pa radigmas de la conjugación, donde cada forma
eurupeas , Il ;,.¡ y lIlIa upos ici ólI anl o nim ica c lltre una sección est;} determ inada simult áneamente por e l conjunto de las cate-
«acromática» «10 0 color »: blal1c, gri s, no ir) y un a secci ón gorías que funci onan en el sistema verbal (asi. rJOUS lisons:
«c romá tica» (<<color»; rouge, v ert, ¡azUl e, c te. ) 36, y lu ego, como activo, indicativo, ac tual, presente, no relativo, 1.. persona,
se ha vis to, opos ici ones graduales, en la 'pri me ra sección, y equi- plural, etc.).
polentes, en la segunda (blmzc es el «contra rio» de nair, y vice-
versa, mientras que rauge, veri , cte. no tienen «contrarios» ) 37.
como ejemplo típico de estructuración lingüís tica , no es en realidad un
36 La d is ti nc ión entre estas dos secc iones ::¡e man ifies ta en e l uso campO terminológ ico: tiene toda la apariencia de serlo. Obsérvese tam-
li ngüíst ico e n expres iones como fr. ell 1/oi, et blall c el ~,¡ couleurs, esp. bién que, la mayoria de las veces, los sistemas de col~res no corr~spon­
ell blanco y /l egro y e,¡ colores, it. irl biallco e IICro e a colori. Esto im- den a las comunidades lin güísticas en cuanto tales, stnO a eomurudades
plica que cC)j/lell r (color, co lore) es un lexem a cpoJi::¡t!mico .. en el sen tido mu cho más a mplias .
propio de es te térm ino, pu es to qu e oCll pa dos posiciones' dik rent es en 3S Si se considerara que las dos secciones de los campos no correla-
:-'L I l":LlUpO. El! e rec lo, Icno.:mos cco l~)¡' , ,,; a n:hil o.:xclila do.: talio el call1po tivos tienen ca da una su propia dimen sión y que la oposición entre las
( .. culor.. -1- «no colm' .. ; d ., por ej em plo, f r. coull!ll r ve rt e, co ¡tIcu r blall- dos secciones corrcspondl.! a una tercera dimensión, estos ca mpos sedan
che,. ;s p. colo r :,erde, colo r blanco, e tc. ), y cco lor2": ¡¡rchilexema dI! la tr idi mensionales. En ta l caso no habría otros campos bid imensionales
secclon ccromát Ica. como opues ta a la sección .. acromá lica,.. Los dt.!ri- elle los correla tivos. Pero no lo pensamos asL En realidad, en cada uno
v.,dos como f r. co[orJ, esp . coloreado, it. calarato corresponden non na l. de estos campos 00 h ay m ás que dos criterios semánticos; así, en el
n1o.:ll lt;! a «co lor,». campO de los col ores, ccolor» ¡ cno color» y ctonalidad_ específica», y
37 Ell o sigl;i1ica ' que estos términos cons til uyen un ca mpo seria l. cn el ca m po de los nombres de aves (en general) en espanol: .grande»¡
Por o tra pa rt e, cabt: preguntarse si este ca mpo, tan a mt.!lllltJo cit ado _pcquefloll y «espec ie ...
------------------ ..
232
Prit1cipios de scm ál1 lica estructural Hacia /liJa tipología de los ca mpos léxicos 233
3.3.2.1. En los campos j erarquiza n tes hay un archil exema dist intivos, el rasgo «refl ejado», por ejemplo, funcional en
(expreso o no) y , dentro de es te archilexema, d is tinciones Suce. Widerlzal/, es -indiferente. en Hal/ y en Schal/.
s.ivas,. es d ecir, cada vez, di s ti ncio nes en los l'érminos ya dis. Los campos jerarquizan tes son correlativos si las mismas
tm gllldos, con arc hilcxemas secundari os e n varios niveles, de disti nciones se hacen «paralelamente» en sus ramas opuestas.
su ert e q ue Jos rasgos di s tin t ivos que funcionan en un n ivel in. Tal es, por ejemplo, el caso del campo tridimensional de fr.
ferio r so n aq uí <<indiferentes» con r es pecto a las dim ens iones porter - mener 40:
d e ,,os nivch.:s s lI pcd o rcs. E s los C81T1pOS pu eden re prese nt a rse
en 10 1' 1ll a d c ál'boh.:s i nvt:r li d os (11 0 p Ul' seg u ir lIna mud a i nge-
x
nua y muy cxkndicla e n la lingiiís ti c<l ac tua l, s ino po rgue es to
COlTes pOlldc e fec tivamen te a su es truc tu ra). Así, el ca mpo de
los no mbres re la tivos a la «so noridad» e n a lemán, ana li zado 11
hace más de cien años po r I-k ysc (q lle, s in embargo, no consi- port er mener "

lh.:ró tuJos lus IexeJllas que cs lc CUlllpO ¡tha rca) J~, es típica-
m en te j c rarq ui zuntc :

apporter emporter
~
amener emmcner

Cf. también. esp. pedir / preguntar- recibir / saber [en el sen-


tido «inceptivo.: he sabido que.,.] - dar / responder; rumo a
11;111 cere / a ¡lI treba - a primi / a afia - a da / a rllsptmr1e; al. verlan-
I
Wi de rhall
gen / tragen - erlzalt en / er/alzren - geben / antworL en; fr. deman-
de r - recevoir / apprendre [en el sentido usemelfac tivo>, por
ejemplo, apprendre une nouvelle] - donner / répondre <l. En
cambio, el campo «asiento» en rumano -donde encontramos,
Ton por un lado, scatm, je!, fotoliu, etc. y, por otro lado, bancll,

40 En rumano -<:omo se ha vi sto (cf. 3.3.1.1.}- este campo es bidi-


mensional. En español y en portugués los campos correspond ientes
En es te campo se dan las siguientes d is tin ciones suces ivas :
(trll er -llevar, trazer -levar, d . nota 23) son unidimensionales. y en ita-
1) «m ecan i co) - «no mecá nico»; 2) «no transferido» _«transferid o. li arto portare se ha ll a solo en este nivel, de suer te que, naturalmente,
3) «no hom~gé neo» - «homogéneo» y «refl ejado» (_«no reOej a~ no constituye un campo: pertenece simplemente al campo más general
d o,,); 4) «ca lifi ca do » (- «no ca lifi cado »). SchaIl es el arch ilcxema del edesp laza mi ento ». Sólo en un nivel más bajo de estructuración
de base ; Klallg, el archilexema de TOIl , y Hall, el de lVid erlzall; semántica se hall ará en it ali ano un campo eportare_ (en virtud de
lexemas como condurre, recare, trasportare, m enare). Lo mismo s ucede
y hay tamb ién archilexemas desprovis tos de expresión (repre-
con el cal. por tar (l a diferencia entre portar y dur no es de índole estruc-
sentados en nuestro esquema por x). E n cuan to a Jos rasgos t ural sino que es una di ferencia de .estilo de lengua»).
-4 ! En este caso consid el"3 mos los ténninos del tipo de pedir como
los términos neutros de las oposiciones sinonímicas respectivas; en efec-
l~ CL IlIlest l'o ar lícu lo ya cil ado eZu¡' Vorgcsc hicll1c dl.'r s lrukl mclle n to, preg wltar puede ser ereemplazado» por pedir una resprlesta (y res-
en P~I I"I ir.:II I ¡¡r, p ..\gs. 491 .-1~J.I.
's¡'JlLlll lih. I> , 1I00Ide r, por d ar wza respues ta ).
23 -1
P,.illcil} ;()~ de st! lUlÍl/lica estrll c tu ral llacia una tipologia d e los campos léxicos 235
tUpan,. cQllapea, etc.-, es un campo j erarqu izn nte pero 110 co. ten, por ejemplo, fonemas que pueden funcionar como «sanan·
rrel~1/ tvo: scarltl, «s illa», es, a l mi s mo tiem po, e l archi lexema tes» y como «consonanteslt). En los campos selectivos compues-
de ¡e¡, y éste es el archil exema de foto/ill, pero nad a paralelo tos , los rasgos distintivos de un lexema no son «indiferentes»
se pl csen ta en la o lra «rama », Tamb ién es és te e l caso del en el in terior de un mismo archilexema, pero pueden serlo con
ca~~po a l. Schall ex.aminado más arriba. En un campo jerar. res pec to a otros archilexemas a los que el mismo lexema puede
qlII Z :lIl ~ C n o correla tI vo, los rasgos d is tintivos d e u na oposició n es tar subordinado.
cualq ul c:u de un a «ra ma» son «i ndiferentes» tamb ién en todos
los térmmos de las demás «faInas» del campo ·n. 3.3.3. Los campos pluridimensionales pertenecen todos al
léxico estructurado de las lenguas, al menos a partir de su
.3.3.2.2. En los campos selec ti vos todas las dis tinciones son segunda dimensión (o de la combinación de dos dimensiones).
utili za das a l mis mo tiempo, y en es tos ca mpos en teros, d i! s ll c r~ Es decir que es tán siempre organizados lingüísticamente en el ~ ,
te que -en prin cipio- no hay r asgos "in uifcrcntes •. Así, el ni vel de su bi- o multidimensionalidad, pero pueden contener
eampo «asIento» cn francés ( <<.siege [pour ,s 'a sscoir] :o), ana liza- campos unidimensionales que constituyan terminologías y na-
d o p~ r ~. Po ttier '13, es un campo típi cam en te selec tivo, sin ras- menclaturas ". Así, los nombres de aves constituyen nomencla-
gos «lOdlfer en 1es » 44. Pero hay que dis tinguir dos cl ases de cam- tu ras tanto en español como en francés; pero las distinciones
pos se lec ti vos :. los campos se lect ivos s imples y los compllestos. ave / pájaro, oiseau / vo/aille son distinciones lingüísticas (= .de
Los ca mpos si mp les son los C:1fllpOS co n un solo archih:xcma. lengua . ).
Los ~a lnp u.s compues tos son los campus e n Jos qll !.! ll ay varios
arcJlll cx cmas que interfieren un os con o tros. Tal es el caso 3.4.1. Así, pues, en lo que concierne a la tipología de los cam-
por ej emplo, d e. la amplia sección «no humanos» del camp~ pos léxicos desde el punto de vista de su configuración, propone-
de los ~~seJ'es VIVOS » en rumano (y, cier tamen te, en muchas mos la partición siguiente:
otr~ s lenguas) 4S. Es tas interferencias son a lgo muy caracte- CAMP OS
l'Ist'lco del léxico, donde son particu larmente frecuentes 46
P(!ro el fenóme~lo no es enteramen te desconocido e n la gral11á~
tica (cf., por ej em plo, los participios, en los que hay inter fe-
rencia del verbo y del adj etivo ), ni en la fonología (donde exis-
~
.Q ~ .o~ ~nm pos bidi~cn s ionales son tod os campos «j l.! rarqu iza ntcs».
"A'
<:orrd~lI ~ no corro
~
Jc ra rquiu n.u ..,1«111'0 •

P/.T O Sil J CUl r Cjl lÍa Si.!


. 4J Rf..ch~J"C/¡cJs ~;tlr
d l.! IIl!Il C l!O la segu nda di mell sión .
l 'allalyse s¿mQllt iqll(; cJll / i llgll i::i ti quc el etl traduc-
A
ror~ I.Ii~o. nu ~"tT.
A
.Impl.. romp ... ~I.O'

Nancy, 1963, págs . 11-18.


tlOH l1lJ-ca f/t(jtI C.
44 L.os ra sgos ~IUl! Po ttier des igna por medio uc fónlllll as nega tivas 3.4.2. Pero es preciso señalar que estos tipos no se encuen-
(po~ t:Jl.! lllplo. «SIIl respaldo . ) son rasgos f un ciono lm t:ll to upos iti vos» tran siempre y necesariamente «en estado puro» en las len-
(" exISkn tes ,. y neceso rios ); os(, u n «ta b otll"c L,. d l,: b c ser «s in l"c spa l.
,b,. p :I I :1 Sl'¡" « t ah o ll n : t )¡.
47 A veces se ha interpretado el campo de los nombres de parentes-
1) ~ I ' ..', :. 1111 ,·1111. ·:. k X~I I I : l li t lll.·:-l .. , !,jíu . 111 ( H' IIII · I'.í ¡;. 1 1-1) .
( ·1.
cu CHillO ca mpo tCl"l1Ilnolóu:ko (tol vez porque es perfcctnrncntc cclaro ..
~ó 1..: 1 Jé xit.:u lJe u na lt:.J1"ua no es lI". ct.,... ,·,.·... .•..·'6,,· U-ll .l ca y h Ulllogt!.
t> ..... cn cuanto a su estructuración) , p t:ro es un erro r: es te cumpo e9 .cluro ..
nea (,d axonomía») de la realidad: es un co njunt o de cl as ifi caciones si. porque es un campo .relaciona).. (d. 4.1.) y porque sus lexemas designan
Ill ult ánc.:as y diferen tes.
ind ividuos.

)
• ;', "r

,
,'1
237
236 ,Pril/ cipios tic se lluilltica es tru ctural Hacia WIa tipología de los campos léxicos
._----~

guas . Puesto que los campos puede n estar incluidos en o tros siempre «tío de x», «padre de X», «sobrino de X», «hermano de
Xl> 49. Del mismo modo. los "jueves» -aparte del hecho de ser
l' campos, los campos unidimens ionales no constituyen general-
mente sino secciones d e mac rocan1pos pluridime nsionales. Del «días» (rasgo que no les es exclusivo)- no tienen en común
misll10 modo, los campos bidimen sionales están muy a m enudo s ino el encontrarse entre los «miércoles» Y los «viernes», en la
comprendidos en macrocump os mu\t.idimcIl Sio l1 o. 1es. Y entre serie fija de días que se llama semana. Y de ser considerados,
éstos, se ha ll arán campos esencialmente j crarquizantes que e n- precisamente, con respecto a esta posición (y TI?, por ejen1pl0,
globan secciones selectivas, simples o compuestas, y campos con respecto a la posición que ocupan en la sene que se llama
esencialmente selectivos que engloban secciones j era rquizantcs, m es ) so,
correJJti vas o no correlativas.
4.1. Desde este punto de vista, los campos léxicos pueden
4.0. Nues tra cla sificación de los campos léxicos según su dividirse en campos sustantivos y campos relacionales. Los ,cam-
s~n tid o objet ivo se funda en los lipos «ónticas)) d e las opos i- pos sustantivos están constituidos por oposici?nes sustantIvas;
cIOnes que los constituyen . En lo que concierne a su valor ónti- los campos relacionales, por oposiciones relacIOnales. Los cam-
co (eL 2.2.2.), las oposiciones lexemá ti cas ¡iueden, en efecto, ~9 Los conten idos como «pequeño», «grande», «estrecho», «ancho»
r~l:.:lrtirs c en dos c13ses: las oposiciones «slIs t <.l lltivas» y las opo- no so n .. rebci o lla!t:s » en este sentido. Estos con tenidos son nociones
SI CUlIl e s «rela c ionales)) 48. Son SII Sl¡lntiv¡¡ s las opos ic iones cuyos J"L'la tivd s, estabkei d"1S con re specto a una norma (por eje.rupla, una .nor-
t(:n nill os SOIl J1()ciUIlCS (,sustantivas ) ; n ;Ja ciüna les, 13s oposicio- un co nce rniente a talo cu:=t l clase dI.! objetos), pcro d eS ignan propleda-
nes cuyos t0-rmin os son nocio ncs «relaciona les» . Las nociones de s «s ustantiva s» (en este caso: dimensiones ). mientras que los conte-
nidos como «tío », «sobrinoll designan relaciones objetivamente ?adas
sustantivas des ignan propiedades (que puede n ser «relativas)) como tales. La misma dimensión puede ser designada por mediO de
o «hechosl> C01110 conjuntos de propiedades objetivas (o consi- «grande» co n respecto a una norma y por medio de «pequeño» con res·
d eradas como tal es ). Las nociones r ebcionales d esignan r ela- pecto a otra no rma. De este modo, un objeto p~edc ~er (lgra~d~l> o
cioll es o «hechos)) considerados, precisa ment e . corno t8rminos d e «pequeño" en virlud de exactamente las mismas dlmenslOnes obJetivas,
csas re laciones. Así, la s nociones como «piedra», {(árb ol », ({rio» según los objetos con los que se lo compara. Por el conlr~rio. un «t.ío»
no pu ede ser, por ejemplo, Clsobrino» en -virtud de la mls~a relacl~n
son nociones sus lanti vas; las nociones corn o «sobrino» «tío) por b cua l es ,dio», Para que alguien sea. «HalO (en el scn~ldo propIo
·1 «jueves) son nociones rdacionales. Los «árboles» son co~junto~ del térm ino), debe tener al menos un «sobnno» o una «sobrma., y este
!', de propiedades objetivas, propi edades que los objetos designa- hecho no admite «relatividad» (se da o no se da), «Ser pequeño» es
do s manifie s tan. Por e l contrario, los (díos» - fu e ra del hecho una propj(;dad relativa; «ser tío» es una relación no relativa.
5/) En una cultura y en una tradición determinadas, ciertos nombres
,le !-j er d e sexo masculino (lo c uol, sin emborgo, no es a lgo
de di as de la semana (por ejemplo, sábado o domingo) pueden. sin duda,
i. exclusivo de e llos)-- no tienen en común más que el encontrarse evoca r asociaciones particulares. Pero esto no pertenece a su significado
:; en tal r elación tIc parentesco con s u s «sobrinos» o «so brinas » do lengua: a la razón a c t u a I de su empleo en la designación, Es~s
1
y no son «tíos» sin o en esta relación, En r e al idad no tenemo~ asociaciones concierne n a los día s en cuanto tales. es decir. como
las nocion es «tío}), «padre)), «sobrino», (hermano», etc., sino hechos extralingüísticas. y no a sus n o ro b r e s: un «domingo» no
s(:r ía menos «dom in go» si fuera un día de trabajo. Lo mismo sucede
con los nombres de los meses, que, sin embargo, desde el punto de
• 48 Só lo cons i<.kramos aquí la s di fe renc ia s de va lor ón tico qu e se rcl~l­
vi sta dimol ógko (así, por ejemplo, en óJIgunóJs de las lenguas eslavas y,
C ~ 'H l :1 1l
COI1 , la es tru c tura de los C:L!LJpOS 10x¡'-os. I.k sd,! utrus plJlltus de
en pG.rt e, en rumano popular), pueden referirse a circunstG.ncias obje-
Vista, podna elaburarse toda una tip ología tb..: los valon.:s ón ti cas de los
,l
h.:x\.! ma s; . c.f. el sen tido, diferente a est e respec to, UI.! «homb re» , "p rot't.!- tivas concernientes a los meses mismos (por ejemplo, condiciones me-
I( sor». «rcuando», j(grandcl', etc. teorológicas, vegetació n, trabajos agrícolas).

11

¿
----
23 8 239
Principios de senuÍflt i ca estru ctural H acia wla tipología d e los campos l éxicos
pos d e los «seres vivos», de los uco lores », d e la «temperatu- Es decir que, en este caso, se puede cambiar de punto de vista
ra », c tc . Son cnmpos s lIs lantivos. Los campos d e lo s no mbres de sin salir del mismo sistema de relaciones, lo cual no es posible
parente sco , ~l! l o~ «días t! t.: la SCJ ll ana », d e: lo s «lIl cst:.s ... . so n en el caso de los campos posicionales. Así, un «nliércoles» no
C311lpOS rclnclOnalcs.
puede ser a la vez (en la mis ma serie fija) «jueves», «vier-
nes», etc., y el «presente» no puede ser «futuro» sin que se
4.2 .0. A su vez, los campos r elacionales pueden subdividi rse cambie de punto de orientación en la serie correspondiente.
en camp os posiciollales y campos HO posicionales.
En cambio, un dío de x» puede ser al mismo tiempo «padre
. . 4 .2~1. En l?s campos posicionaks los lexemas designan. pre. de y», «hijo de Z», «primo de 1» e incluso «sobrino de S», según
cI,samt: l1t e (y. 1IJ11CUlllente), la pos ici ón que los «d r.!s igna la » oc u. la r elación objetiva considerada en cada caso. Los nombres de
p an en ~~ 13clón con un punto d e orientac ió n en el tiempo o en parentesco constituyen, en consecuencia, un campo relacional
el espacIO, o en una serie fija . Los nombres de los d ías de la no posicional. Cf. t ambién : fr. ellef - dépendant, maUre - disei·
se ~a~a, a s í como ]05 nombres de los meses , cons tituyen campos pIe, seigneu r. vassal.
pos lcLOna lcs SI . ef. tamb ién: fr. déblll-1Ililicu·/h l, es p. pasado .
p rCSL!llt e - {ut ll r o, a ~ . hicsig - tlorlig, tlrll1 ta lig - j ct úg _ ;:. tt f..:iÍlt/tir'. 5.0. Para la c1as ificación de los campos según su expresión,
Dc:-. dc l:~ t e ¡Hllll o dc vis ta, Jos campus :-. criail:s onli llaks (eL 3. he m os ado pt ~do dos criterios nfincs: la regularidad y la «recur·
2.2.) representan un subtipo de los ca mpos pos ici o na les 52. sividad», La r egularidad es la concordancia entre las rela 4

ciones de con tenido y las r e laciones de expresión, es decir, la


4.2.2. En los campos no posicionales las r elaciones están «motivación a nalógica» de la expresión por el contenido 53,
fundada s objet ivarÍlcn te (son r e laciones «realcslI', cf. no ta 49) hecho bien conocido en la mayoría de los paradigmas grama-
de lTI'-lIl Cra que un lIúes ignatum» pued e de's ign.:usc aquí d e a C ll c r~ tica les. La «rec u r sividad» es ]a re·utilización de la expresión
do con todas las .relaciones de las qu e es uno de los l¿rminos. de cierta zona de un p ara digma en otra zona, de distinciones
ulteriores, del mismo paradigma (cf. las formas llamadas
"con f r ecuenela
. se han considerado los nombres de los días de la
«surcomposées. del verbo francés, en las que se da la repeti-
sc n~r1 n a y Jos de I~s 1~1e:es como n o mbres propios (probab lcmcn t¡,; por-
~ll!,,; _.::.o n nom bres IOS tJhll.do~ ~onv~l1ciona l m ente), pero esto no es ace p.
ción del auxiliar avoir). A su vez, la regularidad puede ser in-
t.,blc, ú a ~ o que no Son mdlvldual¡zantes. S i hay afinidad en es te C.:lSO tenza o externa. Es «i nterna» como regularidad dentro del pa·
e.:-> 1Il.h bll.! ll una ¡din id ad con los mml cra lcs ordina les y con los .s it lla~ rad igma (o de los paradigmas ) correspondiente(s) a una misma '1
11 \'o!>~ CO IIIO (m lc:s, UCSlm ¡}s, eH el m ed io: En c fc c t o, los (Ha s dc la ca tego ría ; y «ex terna», como r egularidad en una categoría con
::'t.: Jn 'IIJa ( s;1I.vo el sába do y e l do mingo ) se cks ignan p or m edio (j¡,; ordi.
respecto a otra categoría afín (cf., por ejemplo, en latín, la
nales en gncgo moderno y en portu gués; y en las len guas eslavas los
nombl:es de. e s t~s m ismos día s so:; lambj ~ n ord inales en su ori gen (o analogía entre los pronombres demostrativos y los déicticos ,, I
nom bl cs ., S ltU;.}tlVOSI» . Cf., ad emá s, al. MittlVOcJl y, en lo que concil.!rne que se llama n _adve rbi os de lugar»: hic, iste, ille - hic, istic,
a los nombres d.e lllC 5CS , se pliembre, uC {lIb n:, ' IO vi c:mbre, dici c mbre. ¡liie - lzin c, istillc, ilUIlC, etc.) .
. ~ C.,lbe a dvc¡'III', ~~I' a Ira PJrlc, que 110 bas ta (llIe la -cosa .. d c:::. iU'
rw d.1 .~t: ul:c una pOSICió n d:l:rminada CII ulIa se ri e lija p3l";'¡ que su
n OI~lbll: sea un nombl"e PO SICIo na l. Así, I:.1S es taciones cons tituyen una 5.1.1. Desde el punto de vista de la regularidad, se podrían
SlTle p e .rfec ta m en te delimi tada distinguir, en princi pio, campos regulares y campos irregulares.
. ' pero sus nombres represen' ..." n no c IOnes
.
IIS IIS! >ln tl vas ... En el h emisferio au s tra l S e ha conserva do el ord en euro- Pero en el léxico. como es sabido, la regularidad interna es
peo de los ~llescs, pero, naturalmcnte, no el ord en de las es taciones
d e ntro del <lno.
53 Cf. SDS. pág. 167 (aquí pág. 55).
240 Prin ci pios de semántica eSlrtlC ll/ral lI acia ¡lila tipolo gía d e los campos ¡¿xicos 24l
m ás b ie n la excepc ió n qu e la r egla . Sa lvo los casos bas tante tales derivados de los nombres de frutas en francés (pommier,
raros dt; s imboli zación direct a , qlle se en c uentran en cier tas poiri~rJ cerisier, l1oye" e tc.), o en p ortugués (macieira, pe~eira,
kll ~ lla s (pur t.::j L: lllplo: vocal i p ~lra lo p cqu cllo, voca l a pa ra ccrt.: jd ra, 1ZogHeira, e tc.), tenemos la irregu1aridad del mIsmo
10 g rande), los ca mp os léxicos SO Il , e n g(! ll(! l"a l, «ir reg ulares:.>. campo en español (donde, sin embargo, se observa cierta ten·
Pe ro pue de n pres e ntar correlaciones y seccio n es regu lares. dencia a la regularidad : cf. limon ero, melocotonero, y tamo
As í, en el campo de los nombres de parentesco, la corre lación bién albaricoquero, dura ,nero, membrillero, al lado de albari-
de «sexo» está exp r esada con b as tant e frecue ncia por el géne- coque, du ravlO, m embrillo, etc.).
ro gram at ical «r egu lar» (en espail ol es ta r eg ubrid ad es cas i
to tal , pues fren te a padre -madre, )'en /() - llU cra, ten e mos hijo- 5.2. Finalmente, desde el punto de vista de la recursivi-
hija, h erJ//al1o - lz enlla lla, abu elo - ablli.:[a , tí o - lía, sueg ro - su e- dad, se pueden distinguir campos continuos u homo.gb1Cos y
gr a, primo - priwa, I/iet o - Hiew, subriJ/o-so brilla, e tc. ); cf, t::un- campos recursi vos u homó logos. En los campos c?ntmuos, n?
biJn b r egu la rid a d d e bea ll-, b ell e- , e n francés , para t;I «pare n- hay recursividad; en los campos recursivos, l~s mismos té rmi-
tesco socia l» ( = «p a r en tesco p or a li a nza » + «parentesco por nos vuelven a aparecer en distinciones suceSIvas. Los ca~pos
1In seg undo c;'lsam knto d el padre o ele ]a m adre )) ), o la d e con tinuos representan el caso más frecuente y. por así decirlo,
SdlLl'lt.'l!e r -, e ll alc lJljll, para el ¡¡ p;lrcnlcs co p OI' a li.Ul z:l» ( s:lI - el caso «normah. La recurs ividad es propia sobre todo de
va en el caso UI.! Sclnvage r - Scl!w¿¡gcrill , ¡¡cu ñado » - «(cufi.ad.»)). ciertas n omenclaturas populares (en particular, nombres de
Señ alemos tam bi én la r eg ularidad m uy frecuente de los t¿rm i- plantas y nombres de aves), pero se presenta también en el
n os «\1lodin cados)) , que, sa l vo acciu(! llt cs his tó ri cos, funci onan léx ico básico. Nuestro ej emplo será, una vez más, el can: P?
siL:m pre en el mismo campo qu e s u base ; cE" por ej emp lo , d e los nombres de parentesco. En francés este campo es tlpl-
El'. rougedtre. jawultre, verdatre: it. fussa stro, giallas lro, ve r- camente recursivo. En efecto, está organizado sobre la base de
l/as tro (e n es paño l, en cambio, 1oj i z.o, alllarillenlO, verdoso, si n una zona central (pere - mere, fils - filie, frere - s",ur, oncle-
regul a ridad). Esta r egularidad ma rginal puede llevar a la r egu- tan te) cuyos términos se vuelven a utilizar, en. parte hasta d?s
la rid ad, o a la cuas i-r egularidad, de un campo, s i los té rmin os veces, con gral1d-, petit- (petite-), arriere-, arnere-grand-, arne-
mod ificados se convierten en térmi nos prim a ri os; cf. el caso re.petit- (petite-), para ulteriores distinciones de «grado. en la
dd campo fra ncés porter - m eller (3 .3.2. 1.). línea directa y en la línea colateral, y con beau-, belle- para el
oII parcntcsco social»: es un campo de bandas h omólogas con-
S. I ,2, I .a reg ul ar id ad t..:x lLrna C S, e ll el I ~x kll, la reg n laridad cén tr icas . Lo mi smo, o casi lo mis mo, ocurre en alemán (cf.
d e un campo con rC's pcc to a o tro cam po, em parentado en la los compues tos con Gross-, Ur-, Urgross-, Schwieger-, Stief-):
d es igna ci ón. Esta r egularidad se m an ifies ta en el ti po de d eri- Por el contrario, en italiano y en español este campo es casI
\'ación a l que llamamos «composició n prolcxe mática» , a sí como enteramente «continuo . y la recursividad no aparece aquí más
en la composición e n el sc nti do corrie nt e d el l ~ rm in o ( <<co mpo- que e n la periferia, para distinciones de «grado» que n o se
s ic ió n kx e máti c3» ) S4, y, s in ,se r ra r a, no CS, eDil lod o , cons t3n lC. hace n corrientem ente (it. pro zio, pr011ipote, bisnonno, bisavolo,
As í, fren te a la r eg ularidad de los nOlllbrc s J e 10s árhok s frll- tris(wolo; esp. bisabuelo, biznieto, tatarabuelo, tataranieto). No
se qu errá ded ucir de la expresión lingüís tica )a man~ra como
Sol Acerca eje es tas dos nociones d. "Les s tru cturcs Icx~matiqllcs .. ,
los pueblos e o n e i b e n las «co~as»: tales especu~aclOnes son
p.1 gs, 14-15 (yen es t e libro, p ágs. 181-182). En esa é poca. s in emb.:1rgo . cm-
pká hamos loda vín los lórminos "compos ición ge nóri ca» y .. co m pos ici on arriesgadas y tienen muy frágIl fundamento. Sm embargo
c!:> pl.!dfica ... -puesto que la expresión no carece de motivaCIón semántIca
PRINCIPIOS DE SEMÁNTICA. - 16

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242 Prin cipios de SC1Il(Ílz tica es tr/lc lIIral
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(no se renuncia sin razón a términos como ge/zdre y bn¡) y
det erm ina, en parte, la int erpretació n J e los leXClllílS- , se po-
drá, al menos, observar qu e el fran cés pr~se nla a los " yern os])
como s i fu eran una «especie d e hijos» (y a las «suegras»
como una «especie de madres»). y tampoco se d ejará de adver~
tir e l paralelismo que, a este respec to, exis te entre el francés
y d akmán.
ABREVIATURAS
6. Lo que acabamos de presentar no e s s ino un es bozo
incom ple to y, en parte, provisional. Se encontrarán en él, sin
duda, puntos que presentan dificultades y problemas no re-
suelt os o difíciles de resolver (y nos otros mismos hemos seña- BSLP :::; Bl/lle/in de la Société de Linguistique de Paris.
ladu al gunos). Confiamos, s in emhargo , que se enco ntrarán F.\l ::;:: l. e Frwlfais Modeme, París.
¡ ~l!llb j 0!l plllltUS sllscep tibl cs dI.! se r d C ':'~ lrr o lbd üs e n la t eoria GRM :::: Ct.! nnwdsc1¡·RollHlIlisc}¡c MOllarsschrift, Heidelberg.
y/ D ~lpl i l: ¡ ldos en la lk sc ripció n y en l ~ l ili s tllria d I.,; LI S kn gllas. JF :::: ! mlogallumisclw Forsc1l1l11gel1, Berlín.
Pu r o trü parte, los puntos «d ifícil es» d e la tipología d e los NTS = Norsk Tidsskrift for Sprogvidenskap, Os10.
campos coinciden, en gran parte, con las difi cult ad es d e o rden RLiR = Revue de Lingllistique Romane, Lyon.
general d e la semántica estruc tura l, en s u estado actua l. Y SL = Stlulia Linguistica, Lund.
ent re h:1s conclusiones pos ibles de es te trabaj o fi gura po r lo TCLC ::;:: Travallx dl¡ Cercle Lil1guistiqlle de Copenhague.
Ill I.,; JI OS L1lla qUl!, a su vc:z, c Ollci c: rnl.! a los fundamentos mi smos
TU, = Travallx de Linguistiqlle et de Littérature, Estrasburgo.
TNCL :::: E . Coseriu, Tradicjórt y rlOvedad en la ciencia del lenguaje, Ma-
u (; es ta di sciplina: la de que hay que r enun c iar definitivam e nt e
drid, 1977.
a l a noción y a la imagen del ((mosaico» léxico (o de la ( r ed»)
lldPI, = leitsc1lrift für deutsche PhilC?logie, Berlín.
-con lagunas o sin ellas- que cubriría la r ea lidad extralin- ZRPh :::: Zcitschrift tür romar1ische Phi/ologie, Tübingen.
gü íst ica . El léxico estructurado de una lengua no es una super-
fi cie plana, sino un edificio d e varios pi sos ; y las distinciones
«( d e campo» que líl s lenguas ha cen con respec tu a la r ea lid,ld
designada 110 se encuentra en los mi sm os pi sos en las distintas
leng uas.

(CaJúcrs de Lex icolo gic, 27 r;::: 1975, 2], 1976, págs. 30-5 1.)

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