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El estudio del crimen conlleva y connota toda una serie de aspectos que forman parte de la
esencia del ser humano, como sus pasiones, su manera de convivir, su forma de imaginar, lo
que desea, qué valores le mueven. Todo ello es válido para entender por qué un individuo o un
grupo de ellos cualesquiera pretende aprovecharse de otro u otros, a través de un
comportamiento que trasgrede y rompe un compromiso tácito en el que la libertad de uno
termina donde empieza la de otro. A ese comportamiento disruptivo y ventajista se le ha
etiquetado de muchas maneras. Quizá la denominación más comúnmente «mal» aceptada sea
la de «delito», entendida desde el marco jurídico, que limita el ámbito del crimen a un mero
comportamiento ilegal, cuya regulación se establece a través de leyes consensuadas entre los
representantes políticos del pueblo y que se encuentran recogidas en un código penal.
Pero la Criminología va más allá de la relación entre delito y castigo penal. Es el estudio del
crimen en sí mismo, de su naturaleza y, por tanto de la criminalidad, un concepto que se
vuelve fundamental, ya que en torno a éste y a la relación que establece con las variables
sociológicas, psicológicas y biológicas que afectan al individuo, se conformará el marco de
actuación de la ciencia criminológica, que, en última instancia, siempre tendrá un carácter
eminentemente práctico con el objetivo de lograr un mejor funcionamiento social.
Antes de matricular la asignatura, verifique los posibles requisitos que pueda tener dentro de
su plan. Esta información la encontrará en la pestaña "Plan de estudios" del plan
correspondiente.
Competencias generales
Utilizar un lenguaje técnico y conceptual con que referirse a los hechos delictivos y
conductas desviadas, que recoja una perspectiva interdisciplinar y esté ajustado a la
perspectiva de género.
Ser capaz de analizar las causas y circunstancias de los distintos delitos desde el
respeto al Estado de Derecho, que impone la predeterminación legal de las conductas
ilícitas y sus sanciones correspondientes (principio de legalidad penal).
Determinar un tratamiento penitenciario en función de la personalidad del
delincuente y siempre orientado a la función reeducadora y de recuperación social que
la Constitución atribuye a las penas y medidas de seguridad.
Ser capaz de apreciar la complejidad del fenómeno criminal, valorando las teorías
sobre el delincuente, la victimización, y los componentes sociales del delito con el fin
de contribuir a los esfuerzos estatales y sociales para reducir las conductas delictivas
mediante una política criminal más eficaz, enfocada a programas de prevención y
seguridad ciudadana.
Competencias específicas
Conocer las teorías criminológicas, y saber aplicar sus conceptos para referirlos a la
diversidad de situaciones, posibilitando una explicación y una prevención de los casos
delictivos.
Competencias transversales
Compromiso ético y deontológico, con conciencia del valor y utilidad social de un
conocimiento científico y técnico sobre el problema de la criminalidad.
Sensibilidad hacia los temas medioambientales, con capacidad para descubrir posibles
repercusiones sobre el medio ambiente de las acciones criminales.
Capacidad para detectar las posibles consecuencias a nivel personal y social de las
diferentes políticas de tratamiento de la criminalidad.