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Ensayo
Una conversación con Pere Portabella
Josep Torrell
Cosas que es mejor callar
José M.ª Camblor
El «etnopopulismo» de Puigdemont
Antonio Antón
De otras fuentes
Acabar con el dictador
Rosa Ana Alija Fernández
Entrevista a Agustín Moreno
María F. Sánchez
Primer parte de guerra (comercial)
Rafael Poch de Feliu
O Brasil diante de uma eleição dramática
Boaventura de Sousa Santos
La propaganda del otro
Rafael Poch de Feliu
Demagogias, mentiras y simplezas
1
Agustín Moreno
El extremista discreto
Raca-Raca
El Lobo Feroz
La Biblioteca de Babel
Honrarás a tu padre y a tu madre
Cristina Fallarás
El orden del día
Éric Vuillard
En la pantalla
The United States of Arms
Anomalías de temperatura por país (1880-2017)
2
Obituario: en la muerte de Josep Fontana
La Redacción
29/8/2018
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Desfachar España
Rosa Ana Alija
Les voy a contar una anécdota estival de una persona muy cercana que no
tiene víctimas del franquismo en la familia ni corrió delante de los grises. Es
un maestro jubilado de un pueblo del interior de España con un marcado
compromiso social, que cree en el trabajo bien hecho para que todos vivan
mejor (y no para enriquecerse obscenamente a costa de los demás) y sobre
todo ha acumulado un hartazgo considerable de ver cómo en este país unos
cuantos se arrogan el derecho de convertir en desheredados a otros muchos.
El día que el Consejo de Ministros aprobó el decreto-ley destinado a modificar
la Ley de Memoria Histórica y permitir la exhumación de Franco del Valle de
los Caídos, esa persona leía las noticias. Y en estas soltó en voz alta: “El PP
dice que la medida es una desfachatez. Tienen razón. Es una desfacha-tez”.
Semejante calificación había salido de la boca del portavoz adjunto del PP en
el Congreso de los Diputados, Guillermo Mariscal. En opinión de este, al
decidir la exhumación de los restos del dictador, Pedro Sánchez se dedicaba a
"quebrar la convivencia" entre los españoles. Otra vez los populares a vueltas
con el discurso guerracivilista, apocalíptico, amenazante.
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el previsto en el artículo 510.1.c) del Código Penal. Dice dicho artículo que
“serán castigados con una pena de prisión de uno a cuatro años y multa de
seis a doce meses: [quienes] públicamente nieguen, trivialicen gravemente o
enaltezcan los delitos de genocidio, de lesa humanidad o contra las personas
y bienes protegidos en caso de conflicto armado, o enaltezcan a sus autores,
cuando se hubieran cometido contra un grupo o una parte del mismo, o contra
una persona determinada por razón de su pertenencia al mismo, por motivos
racistas, antisemitas u otros referentes a la ideología, religión o creencias, la
situación familiar o la pertenencia de sus miembros a una etnia, raza o nación,
su origen nacional, su sexo, orientación o identidad sexual, por razones de
género, enfermedad o discapacidad, cuando de este modo se promueva o
favorezca un clima de violencia, hostilidad, odio o discriminación contra los
mismos”.
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altera en nada su naturaleza, pero parece claro que sí ha distorsionado la
percepción que todavía impera en algunos sectores de la sociedad española.
Lección que deberíamos aprender: la impunidad hace que los crímenes más
graves de trascendencia para la comunidad internacional en su conjunto
(palabras del preámbulo del Estatuto de la Corte Penal Internacional) sean
percibidos por algunos como una cosa menor.
Segunda hipótesis: Que se entienda que estas opiniones son privadas, que
no han tenido un ánimo de trascender a la esfera pública. Obviamente, no es
necesario hacer demasiado trabajo de investigación para descartar esta
hipótesis. Al margen de la publicidad del señalado manifiesto, que desde
luego no se ha redactado para ser leído entre colegas en una fiesta, o en
torno a la mesa de un bar, o alrededor de una hoguera campestre, no han
faltado en los últimos años declaraciones hechas por políticos del PP que
trivializan gravemente los efectos que para las víctimas han tenido estos
crímenes. Para desfachatez veraniega la de Rafael Hernando diciendo que se
había pasado “cuatro pueblos” con las víctimas del franquismo cuando soltó
aquello de que algunos solo se acordaban de su padre cuando había
subvenciones. ¿Exabruptos en medio del fragor de la batalla política? Si lo ven
así, la pregunta es si no son capaces de medir la gravedad de lo ocurrido y la
perduración de sus efectos ante la pasividad de varios gobiernos. Y, encima,
luego andan acusando a otros de hacer un uso político del pasado, cuando son
los primeros en tratar de obtener réditos mediante el desprecio a las víctimas
del franquismo.
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miembros de un grupo. Vamos a pensar que la madurez democrática de este
país permite expresar tales opiniones sin que ello se traduzca en un clima de
violencia, hostilidad u odio, aunque el descaro con el que de un tiempo a esta
parte actúa la ultraderecha permita ponerlo en duda. Pero lo que no parece
discutible es que esta corriente de desprecio a las víctimas del franquismo por
parte del gobierno precedente ha provocado una situación de discriminación
con respecto a otros colectivos de víctimas, en particular las del terrorismo.
Habrá quien diga que esto es una exageración y que a las víctimas del
franquismo nadie les niega el disfrute de los derechos fundamentales
reconocidos en la Constitución. Frente a este argumento, baste recordar que
el artículo 15 de la Constitución reconoce el derecho de todos a la integridad
física y moral. Que las víctimas del franquismo se tuvieran que tragar su
sufrimiento durante la dictadura para evitar males mayores no quiere decir
que haya desaparecido. El trauma no se borra con indemnizaciones, como
señalaba en 2012 el presidente de la Asociación de Ex Presos Sociales.
Conclusión
No hace falta rascar mucho para que salga la pátina franquista debajo de la
capa de pintura demócrata que muchos se aplicaron en la transición para salir
bien maquillados en la foto. Los gobiernos previos a Zapatero se la fueron
retocando, a ver si colaba el pacto de la transición y las víctimas del
franquismo seguían callando mientras esperaban que en la democracia se les
restituyera su dignidad. Pero mucho (demasiado) llovió, y la lluvia se lleva la
pintura. La Ley de Memoria Histórica fue un paso tímido y a todas luces
insuficiente para que en este país se recuerde el período franquista con
vergüenza y no con nostalgia. Reconocer a las víctimas sus derechos mientras
se trata de salvar el falaz discurso de la reconciliación que le ahorró al
franquismo la etiqueta de criminal no sirve de nada. El PP se pregunta dónde
está la urgencia que justifique ahora, después de cuarenta años, un
decreto-ley para sacar a Franco de su tumba. Es urgente porque, aunque se
haya intentado eliminar el olor a sangre de los muertos del dictador con unos
manguerazos, el fascismo aún apesta en España, y mientras el pudor no le
agache la cabeza solo estaremos dando palmaditas en la espalda a las
víctimas. El objetivo lo dejó claro José Antonio Labordeta en su intervención
durante el debate sobre la Ley de Memoria Histórica en el Congreso:
“queremos que todos los heridos de la guerra sean de una vez caballeros
mutilados, y no que los que defendieron la legalidad republicana sean putos
rojos, y que hoy, víspera de difuntos, a todos los familiares de todos aquellos
que fueron asesinados en las cunetas y en las tapias de los cementerios
durante la dictadura les llegue una paz verdadera al sentir reparada en parte
—no del todo— su brutal injusticia”. Empezar por quitarle físicamente al
dictador su lugar de honor en la sociedad española es el primer paso. Que no
sea el último, porque queda mucho trabajo que hacer por estos lares para
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corregir la injusticia histórica y para desfachar el país.
29/8/2018
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A diez años del crac financiero
Cuaderno postcrisis: 10
Las crisis, los auges y recesiones, son inherentes a la historia del capitalismo.
Que las crisis se manifiesten en primer lugar en la esfera financiera también
es habitual. El sector financiero constituye el segmento más especulativo,
inestable y volátil de la economía capitalista, y es allí donde se manifiestan
con mayor intensidad las convulsiones sísmicas de la economía mercantil. Un
sector financiero, por cierto, cuyo gigantismo se había desarrollado al calor de
las políticas neoliberales, las potencialidades de las nuevas tecnologías de la
información, y la globalización. Un sector que había propiciado, a la vez, una
alarmante situación de endeudamiento global y un enorme potencial para el
desarrollo de enriquecimiento rentista de las élites mundiales. El
endeudamiento era en parte un propio subproducto de la liberalización
financiera. Pero era también el resultado de las contradicciones puestas en
marcha por el modelo neoliberal: la necesidad de promover el crecimiento del
consumo en un contexto de salarios congelados (o a la baja), la necesidad de
mantener vivo el comercio internacional en un mundo con países con
balanzas comerciales permanentemente deficitarias, la necesidad de
mantener un sector público enfrentado a demandas crecientes y recortes de
impuestos…
Y, pese a ello, la crisis cogió por sorpresa a los grandes líderes económicos. Y
a la mayor parte de la “academia universitaria”, más atenta a desarrollar un
análisis formalista que a analizar el funcionamiento del capitalismo real. Un
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capitalismo que, más que confiar en la capacidad autorreguladora del
mercado para salir de la crisis, optó por una intervención pública masiva para
evitar el colapso. Bastó una quiebra bancaria —la salida normal en una
sociedad de mercado— para forzar a los gobiernos a financiar masivamente al
sistema financiero y evitar su quiebra sistémica. Confundir el capitalismo
moderno con el mercado es un error. El capitalismo real es una compleja
combinación de mercados, empresas (en muchos casos enormes
organizaciones verticales que expanden su poder más allá de los límites
formales de la propia empresa a través de complejas redes
interempresariales) y un sector público imponente. Sin este tercer factor, la
crisis de 2008 posiblemente hubiera sido un proceso mucho más caótico de lo
que realmente ha resultado.
II
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La crisis, en suma, no ha generado ni una “refundación del capitalismo” ni una
reorientación sustancial. Más bien ha servido para implementar políticas que
han reforzado las tendencias anteriores. Se han introducido soluciones de
emergencia, que han servido para apedazar y apuntalar una economía llena
de contradicciones. El sistema no ha se ha derrumbado, pero las soluciones
adoptadas prometen la reaparición de muchos problemas graves en el futuro
próximo. Algunos, como el aumento de la pobreza, ya son visibles.
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endémicos de inestabilidad o desigualdad, ni para afrontar en serio los retos
que plantea la crisis ecológica.
III
Hay que empezar por reconocer los problemas básicos que impiden pensar
alternativas. Considero al menos tres tipos de cuestiones.
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basaba en lo que ahora se conoce como el problema del 1% (la élite
capitalista) enfrentado al 99% (la clase obrera). La realidad es por desgracia
más compleja. Las sociedades capitalistas desarrolladas tienen mayor
diversificación social, en la que existen estratos diferenciados por motivos de
posición laboral, nivel educativo, renta, etc. Aunque la crisis ha frenado
expectativas y debilitado estatus, las diferencias persisten e impiden
establecer alianzas mayoritarias en temas como los impuestos, la estructura
salarial o las regulaciones ambientales. Además las enormes diferencias
existentes entre los distintos países en temas como la renta, los servicios
públicos, o el sistema fiscal, operan como otro elemento de diferenciación y
abren un espacio a las políticas reaccionarias. Construir una alternativa exige
entender esta estructura social y analizar cuáles son las mediaciones que
pueden permitir acumular un mayor número de fuerzas.
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experiencias sociales de los dos últimos siglos, de los éxitos y los fracasos.
Pero exige un esfuerzo colectivo de construcción de propuestas
transformadoras.
IV
30/8/2018
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Las trabajadoras sexuales y la negación de sus derechos
Antonio Giménez Merino
Sin embargo, esto puede ser interpretado como una admisión de la naturaleza
laboral de los servicios sexuales remunerados —tal y como vienen
reivindicando desde hace tiempo las profesionales del sector y las
organizaciones que las apoyan— o, en otras palabras, como una legalización
indirecta de la prostitución. Es esto lo que ha desatado una reacción virulenta.
Dos son los aspectos que reivindican las y los profesionales a través de su
consideración como trabajadores:
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Por un lado, re-significarse frente a la mala imagen que padecen socialmente.
Pues minar la pesadísima connotación peyorativa del término puta pasa por
partir de una institución en la que todos nos reconocemos: el trabajo. Un
trabajo, por lo demás, amplísimamente demandado, sobre el que sin embargo
recae una cantidad impresionante de cinismo social. En una sociedad
hipersexuada como la nuestra, no escandaliza el consumo masivo de
pornografía (a pesar de que el meganegocio que hay detrás de ella depende
de una explotación de personas similar a la de una granja de animales: véase
el documental Pornocracy), las barras americanas o las llamadas «líneas
calientes». Pero sí que las putas puedan tener derechos iguales que sus
clientes.
Por otro lado, y sobre todo, lo que se reclama es tener unos mínimos vitales
garantizados tales como la seguridad frente a la violencia cotidiana, una
tutela judicial efectiva, un seguro de desempleo (sin el que resulta difícil
plantearse una alternativa laboral), derechos sanitarios, bajas laborales,
vacaciones, o una base cotizada de pensión. Derechos por otro lado recogidos
internacionalmente en el documento de la NSWP–Red Global de Proyectos de
Trabajo Sexual: «Trabajo sexual como trabajo», que en 2013 desarrolló la
Declaración de Consenso de la NSWP: Consensus statement on sex work,
human rights and the law.
Hay que recordar, también a ese respecto, que desde 2015, movida por las
exigencias europeas de estabilidad presupuestaria, España introdujo en el PIB
el dinero que mueve la prostitución. Que el estado no pone problemas de
facto a las trabajadoras sexuales para darse de alta en el sistema de la
seguridad social como autónomas en el marco de la Ley 20/2007 que regula
este régimen de trabajo (a pesar de que muchos empresarios del sector se
favorecen de ello para eludir así responsabilidades). Que desde la inspección
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del propio Ministerio de Trabajo se viene reclamando a las empresas
encubridoras del negocio de la prostitución las cotizaciones que eluden
mediante fraude, con la consiguiente admisión de que los servicios sexuales
constituyen una actividad laboral. Y que existe una importante producción
jurisprudencial en la que es posible basar el reconocimiento de la prostitución
por cuenta propia como una actividad laboral susceptible de protección (sobre
todo en la jurisdicción de las salas de lo social, pero también en la del Tribunal
Supremo: STS 7727/2004, STS 152/2008), a pesar de no admitir la legalidad
del contrato de servicios sexuales. Asimismo, la OIT y la UE califican el
ejercicio de la prostitución libremente y por cuenta propia como una
“actividad económica” (STJCE 2001/314, asunto Janny y otras), animando a los
estados a que tomen una posición al respecto.
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afecta igual que a cualquier otro trabajador.
Todos estos factores de exclusión que recaen sobre las personas que se
prostituyen nos muestran por tanto un caso ejemplar de discriminación
múltiple, necesitado de intervención urgente a varios niveles. Lo cual no es
posible, sin embargo, sin el reconocimiento del derecho a disponer sobre el
propio cuerpo.
31/8/2018
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Los colores de la democracia
Antonio Madrid Pérez
Desde hace unos meses miles de lazos amarillos son notablemente visibles en
pueblos, ciudades y carreteras de Cataluña. Se utilizan estos lazos para
expresar el apoyo a una opción política y social: la independencia de
Cataluña, y mostrar también el apoyo a los representantes políticos que
encabezan esta opción, algunos de los cuales están en prisión o fuera de
España.
Una parte de la población catalana se identifica con los lazos amarillos. Lo han
hecho su color. Otra parte de la población no comparte lo que representan
estos lazos pero respeta su uso como la expresión de una propuesta política.
Otra parte de la población se siente oprimida al considerar que mediante la
colocación de los lazos amarillos se hace un uso indebido del espacio público.
Para quienes colocan y/o se identifican con los lazos amarillos, su uso es una
expresión de su derecho a la libertad de expresión. Grupos de personas, en
ocasiones organizados bajo la llamada de los Comités de defensa de la
república (CDR) o la Asamblea nacional catalana (ANC), preparan lazos
amarillos que cuelgan en los espacios públicos, en ocasiones aprovechando la
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celebración de fiestas populares o acontecimientos públicos.
http://www.elpuntavui.cat/politica/article/17-politica/1455919-cs-denuncia-una
-agressio-a-una-dona-per-retirar-llacos-grocs-a-barcelona.html;
https://www.ara.cat/politica/acusat-agredit-retirar-motivacio-politica_0_207699
2449.html;
http://www.ccma.cat/324/dues-agressions-a-catalunya-per-posar-i-treure-llaco
s-grocs-al-bages-i-osona/noticia/2848826/#
https://www.lavanguardia.com/politica/20180829/451528448629/retirada-lazo
s-amarillos-girona.html
Por esta vía se puede llegar a una situación en la que personas de ideologías
opuestas se enfrenten en torno al lazo amarillo. Ciudadanos y Partido popular
se han posicionado a favor de la retirada de los lazos. No sólo pretenden
legitimar la acción de quienes retiran lazos sino también exigir a las fuerzas
policiales y poderes públicos que retiren y/o protejan la retirada de estos
lazos.
Como suele ocurrir con los símbolos que adquieren fuerza social en contextos
de conflicto, el riesgo de incremento de la tensión social está a la vista.
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El uso de un lazo amarillo convertido en símbolo político y social expresa el
ejercicio de la libertad de expresión de las personas. En tanto que tal se
enmarca en el ejercicio y defensa de la pluralidad democrática. Lo mismo se
puede decir de cualquier otra expresión que visibilice una opción política
diferente. No es más democrático el lazo amarillo que otro símbolo que
defienda una opción política distinta, incluso opuesta, a la independentista.
Esto cuesta aceptarlo por quienes íntimamente están dispuestos a defender
su símbolo político pero a la vez están dispuestos a criminalizar el uso del
símbolo que expresa una opción política distinta a la suya.
Las personas han de poder expresar y defender sus ideas políticas. Este es un
principio fundamental de la democracia. Pero esta libertad de expresión ha de
ser garantizada para todos, no tan solo para quienes sostienen una ideología.
En una democracia sana la garantía de que las personas se podrán expresar
en libertad ha de tener un nivel institucional y también un nivel social. La
democracia la configuran las instituciones y también las personas. Es difícil
una democracia, sea en forma de monarquía parlamentaria o de república, sin
personas que se comprometan con la democracia. La bandera o el símbolo
que se elija no hace a una sociedad o a un grupo social más o menos
democrático.
El uso de lazo amarillo en la vía pública como símbolo político no impide el uso
de otros símbolos mediante los que se defiendan otras opciones. Cosa distinta
es cuando el símbolo se utiliza ya no para expresar una opción sino para
‘marcar’ a quienes piensan de forma distinta. Si se da esta situación, se
traspasa un límite. Hace unos días paseando por el paseo Sant de Joan de
Barcelona vi dos lazos amarillos dibujados en la acera delante de la entrada
de un edificio. En uno de los balcones de ese edificio había colocada una
bandera de Catalunya, en otro balcón del mismo edificio una bandera de
España. ¿Qué intención tenían quienes marcaron con lazos amarillos la
entrada a este edificio? ¿Dar apoyo a la bandera catalana? ¿Enfrentarse al uso
de la bandera española? Pude hablar con los vecinos de este edificio que
tenían colgada la bandera de España, ellos se sentían marcados.
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percusión de gran finura en el que defendían la libertad de expresión política
de las personas. No había texto. El mensaje se transmitía con la música y con
unos cubos blancos utilizados como tambores que llevaban impreso un rostro
con una línea roja que tapaba la boca. Este símbolo ha sido utilizado para
defender la libertad de expresión como elemento esencial de la democracia.
¿Pero la libertad de quién? El coordinador de la orquesta me explicó que
defendían la libertad a expresarse en libertad, con independencia de la opción
política que se tuviese. Al finalizar el concierto, una persona del público le
felicitó por haber defendido tan valientemente la causa independentista. ¿Por
qué esta persona interpretó que se defendía la causa independentista y no
pensó que se defendía la libertad de expresión de todos como elemento
esencial de la democracia? Este es un típico error que anula los colores de la
democracia: pensar que los derechos y libertades son los míos y de los que
piensan como yo y que los otros no han de tener derechos ni libertades, ni
espacios, a expresar y defender sus opciones políticas. Es el peligro del
imponer, del vencer, en contra del convencer, del acordar. La segunda
necesidad de la democracia plural: el respeto a la expresión de las otras
opciones políticas.
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objetivo), envases, papeles… No se defiende la democracia quitando lazos
amarillos de las calles. Ahora bien, si en algún caso se decide quitar lazos
amarillos de la vía pública, no se debe convertir esta cuestión en causa
administrativa, ni menos policial o judicial. Lo mismo si lo que se quitan son
símbolos que expresen otras opciones. El diálogo social es necesario (tan o
más necesario que el diálogo de los representantes políticos), a no ser que los
ciudadanos quieran que se les administre como a niños maleducados que no
son capaces de respetar sus propias normas de conducta democrática. De
darse este caso, nos encontraríamos en una preocupante situación en la que
las personas serían fácilmente manipulables a base del llamamiento a la
testosterona (que no entiende de colores y sí de símbolos) y el recurso a los
héroes y los mártires. En la historia, las luchas democráticas han tenido
héroes y mártires en tanto que símbolos colectivos. Pero no hay que olvidar
que los totalitarismos y los fascismos han hecho un uso intensivo de los
referentes heroicos y de los mártires. Por tanto, de igual forma que el
monocolor es un indicio preocupante de totalitarismo, también lo es el auge
de los referentes sacrificiales y de la generación de deudas de fidelidad hacia
esos referentes sacrificiales.
En esto pensé cuando hace unas semanas leí un alegato contra un acto
organizado por Sociedad civil catalana (SCC) que iba a tener lugar en la
Universidad de Barcelona (UB). El acto consistía en un homenaje a Cervantes.
Conferencia central del hispanista Jean Canavaggio, música de Rosi Cervantes
y presentación del acto a cargo de Álex Ramos, Ricardo García Cárcel y Mari
Carmen Penacho. Título del acto: “Homenaje a Cervantes”. Cita incorporada
en el cartel de convocatoria: “El andar las tierras y comunicar con diversas
gentes hace a los hombres discretos”.
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https://aturemsocietatcivilub.wordpress.com/
El efecto búmeran de las palabras exigiría que quien justifica que su actuación
es democrática se preguntara si realmente su acción es democrática en su
fundamento, propósito y consecuencias o si la palabra ‘democracia’ se utiliza
como una legitimación de sus actos que escabulle la responsabilidad por sus
efectos. ¿Impedir el homenaje a Cervantes organizado por SCC es un acto
democrático o antidemocrático?
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Las convicciones pueden ser cerradas, dogmáticas o pueden ser susceptibles
de ser debatidas, de someterse al diálogo. Las convicciones cerradas imponen
una visión del mundo, un mandato al que hay que ser fiel. Es el conmigo o
contra mí. Sin embargo, las convicciones que aceptan ser dialogadas permiten
el cambio de opinión, o el respeto a la idea diferente. La democracia contiene
convicciones cerradas (el respeto al otro, por ejemplo), pero sobre todo se
alimenta de convicciones dialogadas.
30/8/2018
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España, sucursal de Nueva York
Fondos buitre y desahucio de viviendas
La Caixa
Santander
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sede en Nueva York, y al que denominan ya el “rey de reyes” español del
tocho o del ladrillo. Es el propietario del piso del suicida de Cornellà y el
propietario del parque público de viviendas del Ayuntamiento de Madrid, en
tiempos de la señora Botella.
BBVA
Banco de Sabadell
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grupo noruego Axactor otros 900 millones (cartera Galerna) de hipotecas
morosas de la CAM. Según diversas fuentes, Cerberus tiene un stock
actualmente de no menos de 11.000 viviendas repartidas por toda Cataluña.
De todos estos activos, Sabadell estima que podrá desconsolidar unos 5.000
millones, ya que el resto tienen que esperar a que el Fondo de Garantía de
Depósitos (FGD) cierre un acuerdo con la banca y Bruselas para que las
pérdidas que se produzcan, y que están protegidas por un esquema de
protección de activos (epa), no computen como déficit público.
De hecho, toda esta limpieza del trastero de los bancos, comporta, como ya
he apuntado, una importantísima deslocalización de la titularidad del
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inmobiliario español y de créditos fallidos vinculados también a dicho sector,
en favor de unos fondos que en la mayoría de los casos no tienen ni domicilio
en España, o a lo sumo un teléfono de los de “no sabe, no contesta″ o un
correo electrónico sin acuse de recibo ni de lectura. La mayoría de estos
fondos operan mediante sociedades interpuestas, digamos de gestión, con
una desvinculación absoluta del territorio donde lo hacen. Dicha
desvinculación de territorio y capital financiero titular del “suelo” tendrá a
nuestro entender muchísima más incidencia que la aparición en nuestro
sistema urbanístico del denominado “agente urbanizador”, de relevante
impacto en algunas comunidades autónomas, como Valencia o Madrid.
28/8/2018
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Amenazas veraniegas
Albert Recio Andreu
II. De lo nacional…
Catalunya sigue siendo el gran eje del debate. Un debate en blanco y negro
en el que hay dos partes interesadas en mantenerlo abierto. De un lado, los
independentistas catalanes, crecidos tras el fallo del Estatut y el éxito de su
campaña de movilizaciones, que alcanzó el clímax el 1 de Octubre de 2017.
Entonces se hizo evidente que el objetivo de la independencia era inviable.
Sobre todo porque no existía ningún apoyo internacional que impusiera al
Estado español ni siquiera la celebración de un referéndum. Pero, aunque el
proceso hubiera llegado a su fin, y los líderes independentistas hubieran
mentido manifiestamente a sus bases asegurándoles que nada podía parar un
proceso pacífico una vez alcanzado el grado de activación psicológica del
pasado otoño, es imposible que este fervor se evapore fácilmente. Al
mantenimiento de este sentimiento contribuyen dos temas clave. En primer
lugar, el sentimiento de represión que se vivió tanto el 1-O como durante el
posterior proceso y encarcelamiento de los principales líderes. Un proceso en
el que hay muchos puntos discutibles que hacen pensar que en la alta
Magistratura española el sentimiento punitivo y el odio al independentismo
predomina e imposibilita una valoración más mesurada de los hechos.
Convierte en mártires a unos líderes que simplemente habían montado una
representación que no estaban dispuestos a mantener en serio. Mantiene vivo
el sentimiento de trato injusto (alimentado por las dudas más que razonables
expresadas por los tribunales de otros países) que bloquea, en Catalunya,
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debatir en serio sobre el “procés”. En segundo lugar, para la mayoría de la
base independentista, la “resistencia” (en la forma que se desarrolla) les
permite mantener inalterada su vida privada. En un proceso más retórico que
real (a excepción de las periódicas manifestaciones) la vida cotidiana no se ve
interferida por el “procés”.
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gente. Ciudadanos nació como un partido monotemático (es la imagen
invertida del independentismo catalán). Sus mayores éxitos los ha conseguido
en las dos elecciones donde aparentemente sólo se decidía una cuestión (las
pretendidas elecciones referendarias de septiembre de 2015 y las del pasado
diciembre en pleno clima de crispación). Y, además, ello le sirve para
esconder sus propuestas sociales y económicas ultraliberales que, de
debatirse, posiblemente espantarían a parte de su electorado potencial de
clase obrera en las áreas metropolitanas catalanas. La competencia entre PP y
Ciudadanos está tomando un cariz peligroso (ambos combinan su obsesión
con Catalunya con un discurso xenófobo en la línea de la derecha europea).
Ciudadanos ha llegado a proponer una reforma electoral que, de hecho,
dejaría sin representación efectiva a los nacionalistas periféricos (por cierto,
con un simple ejercicio matemático se comprueba que ni catalanes ni vascos
están sobrerrepresentados en el Congreso; quien sí tiene una enorme
sobrerrepresentación es el —y en menor medida el PSOE— gracias al peculiar
reparto provincial de los escaños). Y, la batalla de los lazos, parece pretender
que se generen enfrentamientos donde, hasta ahora, estos han sido
exclusivamente verbales. Los desastres históricos están alimentados por
oportunismos e insensateces. Por desgracia, este verano todo augura que las
vamos a tener en grandes dosis de la mano de los Puigdemont, los Torra, los
Rivera y los Casado.
III. …a lo local
Hay una batalla más sutil, pero igualmente intensa. Es la que se desarrolla en
las ciudades, especialmente en las grandes ciudades donde triunfaron las
diferentes coaliciones alternativas. En anteriores notas ya he tratado de
explicar los méritos y los deméritos de las experiencias. Aquí voy a tratar
simplemente de analizar cómo se plantea la batalla política, especialmente
cómo se aborda el asalto político a unos ayuntamientos que, para las élites,
están en manos de gente que nunca debió ocuparlos. Al tratarse de una
cuestión local, es más difícil tener un conocimiento amplio de lo que ocurre en
cada lugar, y por eso mi referencia básica es Barcelona.
De entrada, hay dos cuestiones bastante claras. Ada Colau (también Manuela
Carmena en Madrid) parecen no tener un rival suficientemente fuerte para
desbancarlas con limpieza. La última encuesta publicada seguía situando a
Barcelona en Comú como fuerza ganadora. Aunque, y esta es la segunda
evidencia, con un porcentaje de votos muy lejano a la mayoría absoluta,
insuficiente para poder manejarse con libertad. Hay que contar que si
Barcelona en Comú puede controlar en solitario el Ayuntamiento de Barcelona
es porque no existe ninguna coalición alternativa que sume suficiente número
de concejales para desbancarla. Pero esta es una situación que puede
cambiar con pequeños cambios en las votaciones y la composición del
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Ayuntamiento. El bloque independentista y Ciudadanos tienen interés en
convertir las elecciones municipales en una reedición de la batalla “nacional”,
pero es mucho más difícil situar esta batalla en el plano local, en el que pesan
otras cuestiones. Sólo si el sector independentista se agrupara en una sola
candidatura (cosa que parece improbable vistas las reticencias de ERC y CUP),
el tema nacional podría convertirse en el monotema electoral.
Pero, más allá de la acción de los partidos, está el juego de los grupos de
poder, que realizan sus campañas a través de los medios. No hay ningún
ataque directo a Ada Colau. Lo que se está tejiendo en el discurso de los
medios es una serie de informaciones parciales que recogen motivos de
descontento diverso, orientados a tejer una tendencia de desafecciones y a
generar la imagen de un Ayuntamiento mal administrado. Los “grandes”
temas son relativamente marginales, aunque suelen generar una cierta
tensión social en determinados sectores: la implantación de los carriles bici, el
“top manta”, problemas locales de seguridad, los movimientos de los
propietarios de perros… También se ha lanzado una insidiosa campaña
(paralela a la que se ha producido en Madrid) sobre la generosa financiación a
ONGs y movimientos sociales amigos. En este caso, tengo una implicación
personal directa, ya que formo parte de la junta de la FAVB (el movimiento
vecinal de Barcelona), que es una de las organizaciones puestas en la diana
de los medios (la Vanguardia, el País en portada nacional…). Lo que se
presentaba como una financiación extraordinaria (para exagerar se daba el
importe del convenio que cubre todo el mandato) era simplemente lo que ha
significado la financiación histórica de la FAVB (el único incremento es que el
Ayuntamiento actual nos ha vuelto a pagar el mismo importe que recibíamos
con mandatos socialistas y que CiU nos recortó con amenazas por nuestra
posición crítica). Ningún medio nos pidió contrastar la noticia (y eso que
alguno de los autores de los artículos son periodistas con los que mantenemos
contacto habitual; al menos la Vanguardia público un artículo con nuestras
explicaciones) y, a pesar del poco calado de la noticia, esta va rebotando de
los medios a las páginas digitales. Se trata tanto de erosionar el Ayuntamiento
como de neutralizar a los movimientos sociales que nos enfrentamos a los
grandes intereses locales (y que no dudamos de criticar al equipo de Colau en
aquellos temas que consideramos ha cedido a la presión de los grandes
poderes: pacto de terrazas, proyecto urbanístico del FCB). Una estrategia de
debilitar al poder y la base social que sigue promoviendo movimientos
sociales progresistas.
33
los poderes han acabado haciendo políticas bastante adecuadas a los grandes
grupos de poder). Ahora las dos derechas, la españolista y la independentista,
vuelven a tratar de erosionar esta cultura local y, para ello, utilizan campañas
sin conexión aparente pero que en conjunto generen una sensación en
algunos sectores de abuso y desgobierno.
Vale la pena ir un poco más allá y observar que debajo de estos temas
sensibles están tres cuestiones relevantes. De un lado la promoción del yo
personal frente a los intentos de regulación de problemas para limitar costes
sociales: resistencias a la reducción del uso del coche, a la regulación de la
tenencia de perros (convertidos en un nuevo icono consumista), a los horarios
de las terrazas callejeras. La próxima batalla será la implantación de las
nuevas medidas sobre coches contaminantes que puede traducirse en una
lucha de la gente corriente frente a las élites pseudo-ecológicas (puesto que la
medida estrella, de impedir circular a los coches más contaminantes, afecta
especialmente a la gente con menos ingresos y más dificultades para cambiar
de coche). De otro el tema clásico del orden y la seguridad. Aunque las tasas
de criminalidad son relativamente bajas (la mayor violencia —la de género—
se ejerce fundamentalmente en la esfera doméstica), cualquier problema de
este tipo genera un enorme impacto emocional. Y, aunque en conjunto la
ciudad es acogedora y vivible, persisten focos de problemas (especialmente
ligados a la distribución de droga) que generan un gran impacto mediático y
social (y costes sociales insoportables a la vecindad). Y el tercero y
subyacente, el tema migratorio. El “top manta” es un ejemplo de ello. En el
conjunto de la ciudad es una cuestión menor. Posiblemente incluso para los
comerciantes. Todo el mundo sabe que es una actividad que desarrolla gente
que por motivos legales (ley de extranjería) no puede trabajar legalmente. Su
visibilidad en el centro de la ciudad y el origen africano de sus practicantes lo
ha convertido en una batalla mediática pesante. El siguiente paso será asociar
el tema con la presunta política de atracción de inmigrantes que
presuntamente promueve el Gobierno local. Seguridad, regulaciones, e
inmigrantes, constituyen el substrato sobre los que se desarrollan campañas
mediáticas paulatinas y sobre los que la derecha local trata de generar un
cambio de actitudes. Al menos, para tratar de erosionar las bases de un
gobierno progresista.
34
mediática en la que estamos inmersos (incluyendo en ello las redes sociales)
refuerza estas tendencias a la respuesta irreflexiva. Y esto choca con la larga
tradición política de la izquierda que ha tratado de plantear el debate político
en términos de racionalidad, intereses colectivos, bien común. No podemos
renunciar a este debate, pero hay que hacer un enorme esfuerzo para saber
desarrollar tanto formas de comunicación eficientes como para prestar
atención al tipo de bombardeos “inconexos” a los que me he referido en el
punto anterior. Responder con datos, como habitualmente hacen muchos
representantes políticos, suele ser insuficiente. Hay que plantearse tanto la
relevancia de los “pequeños” problemas, como la necesidad de abordarlos
preventivamente. Trabajar para un mundo donde los debates sean
sustancialmente relevantes obliga a desarrollar una buena conexión entre
política comunicativa y política real.
1/9/2018
35
Irracionalidad nuclear (y energética) en julio y agosto
Miguel Muñiz
***
36
30 de junio un ejecutivo de Deloitte (esa consultora que suministra informes a
las administraciones públicas) ya había planteado la necesidad de abordar el
coste de retribución a las compañías en un artículo cuya lectura en negativo
no tiene desperdicio [1].
37
Resulta que como consecuencia de la caótica política de construcción de CTCC
a lo largo de los años 90 y la década del 2000 (una de las supuestas
bendiciones que la liberalización iba a traer a los consumidores) hay un cierto
número de centrales que están paradas durante largos períodos porque no
tienen a quién vender la electricidad que producirían. La compañías
propietarias de esas centrales —Naturgy (Gas Natural Fenosa) e Iberdrola,
principalmente—, en lugar de pagar las consecuencias de su
irresponsabilidad inversora bajando los precios, cobran de la administración,
es decir, de la sociedad, unos 5.000 euros por Megavatio instalado (al año,
unos 700 millones de euros) si estos no funcionan, como premio por estar
preparados. La suspensión de esos pagos por disponibilidad llevó a que el 6
de julio las eléctricas anunciaran medidas legales contra la decisión del
Gobierno, acompañadas del habitual dramatismo propagandístico para
justificarlas [5].
Hay que recordar que el valor de los activos de las eléctricas está
relacionado con el denominado déficit de tarifa, un fenomenal expolio
de fondos públicos por parte de unas empresas que carecen de un mínimo
control público. La jugada de Naturgy, cuyas motivaciones nadie explica
claramente, pone en evidencia la ausencia de criterios sólidos para valorar
esos activos en que se justificaba el supuesto déficit. La observación final de
un experto, autor del artículo “Pero... ¿Cuánto valen los activos de generación
convencional?”, es de antología del disparate, lo que hace recomendable su
lectura [6].
Resulta que el actual presidente de Omel, Ignacio Grangel, fue nombrado por
38
el PP el pasado octubre, por lo que su destitución es complicada en estos
momentos; resulta además que el señor Grangel cobra un sueldo de unos
500.000 euros anuales (60% fijo y 40% variable sin concretar cantidades);
también resulta que si es destituido, el señor Grangel tiene derecho a medio
millón de euros de indemnización; y resulta que Omel sólo tiene una plantilla
de unas 40 personas, e ingresa unos 15 millones de euros que provienen de la
factura de los consumidores.
¿Para qué sirve Omel? Para mantener funcionando los ordenadores que
regulan el mercado de compras y ventas de electricidad diariamente. Se trata
de una parte del gran negocio de las eléctricas que pagamos entre todas y
todos [7].
Las informaciones sobre contactos puntuales entre los que mandan con los
recién nombrados gobernantes sobre cuestiones energéticas han aparecido
en varias ocasiones, pero el pasado 7 de agosto se supo que el presidente se
había reunido con varios pesos pesados de IBEX relacionados con el negocio
eléctrico y que se había tratado de impuestos, uno de los asuntos pendientes
39
de resolver en el caso de las centrales nucleares. Como era de esperar no han
trascendido detalles.
40
Y de los conflictos de todo tipo asociados al final de la extracción de los
combustibles fósiles no se hace ni mención, ya que los mercados no los
consideran [11].
3. La industria nuclear
Sobre el discurso del supuesto déficit, han destacado dos temas. La decisión
del nuevo Gobierno de paralizar el proyecto de Almacén Temporal
Centralizado (ATC) de residuos de Alta Actividad en Villar de Cañas, y el
anuncio del desmantelamiento de Garoña.
41
decisión; también se han escrito los habituales lamentos por la supuesta
desaparición de oportunidades para el territorio; algún espontáneo ha
repetido lugares comunes sobre seguridad, y desde la industria tan sólo el
director de Trillo ha improvisado una reflexión sobre las implicaciones que la
desaparición del ATC tiene sobre los almacenes de residuos existentes en las
centrales. La paralización del ATC era lógica, dada la irracionalidad del
proyecto en conjunto, del emplazamiento elegido y de los retrasos en la
tramitación.
42
de credibilidad son fáciles de deducir.
¿Tiene el MIA alguna estrategia que vaya más allá de seguir el día a día de la
industria y manifestarse de vez en cuando y siempre a remolque de los
acontecimientos? Todo parece indicar que no. Una breve enumeración al hilo
de los hechos de julio y agosto refuerza esa impresión.
43
Lo único que se ha hecho ha sido desde Ecologistas en Acción, una de las
entidades del MIA: la presentación de una demanda
contencioso-administrativa ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid
contra la autorización de la construcción del Almacén Temporal
Individualizado (ATI) de la Central Nuclear de Almaraz, alegando vulneración
de la normativa, carácter superfluo de la instalación y desdén por las
implicaciones sobre Portugal; y la presentación de dos denuncias desde la
misma entidad, juntamente con la Asociación Societat Humana, ante el fiscal
de Tarragona. Una en el mes de abril contra Vandellós-2, por un suceso de
fuga de agua acontecido a finales de febrero, y otra el 2 de julio contra Ascó
por la presencia de agua radiactiva en uno de los pozos de la central,
detectada en abril.
44
Climático y Transición Energética (PLCCyTE), para su debate y votación en
el pleno del Congreso, por parte del grupo parlamentario Unidos Podemos-En
Comú Podem-En Marea, lleguen a traducirse en nada tangible. Este asunto es
importante para el MIA, ya que en la PLCCyTE figuran los artículos 20 y 109,
que legislan el cierre ordenado de los siete reactores nucleares mediante la no
renovación de los actuales permisos de funcionamiento en 2020, 2021 y 2024,
justo lo que oficialmente reivindica el MIA. Pero resulta dudoso que, sin una
movilización social, una decisión parlamentaria lleve sin más a un cierre
nuclear.
45
Más preocupante es el hecho de que el 10 de agosto se supo de que las
empresas nucleares de China, con el apoyo del Consejo de Estado de ese país,
promoverán sus propias normas técnicas con “estándares tecnológicos
independientes” para jugar un "papel de liderazgo" en el proceso de
estandarización mundial hacia 2027 [19].
Notas
[2] Véase
http://www.europapress.es/economia/noticia-compra-repsol-activos-viesgo-segunda-mayor-op
eracion-petroleo-entrar-electricidad-20180701111450.html y
http://www.eleconomista.es/economia/noticias/9245239/07/18/Las-grandes-petroleras-europe
as-llevan-invertidos-cerca-de-3000-millones-en-el-sector-del-gas-y-la-electricidad.html.
[3] Véase
http://www.europapress.es/economia/energia-00341/noticia-cnmc-decidira-mes-si-obliga-gran
des-electricas-distinguir-diferentes-marcas-20180702141135.html y
http://www.finanzas.com/noticias/empresas/20180702/asufin-satisfecha-propuesta-cnmc-3869
375.html.
[4] Véase
https://cincodias.elpais.com/cincodias/2018/07/02/companias/1530552843_104257.html.
[5] Véase
https://elperiodicodelaenergia.com/las-electricas-preparan-el-primer-frente-judicial-contra-tere
sa-ribera-tras-finalizar-parte-de-las-ayudas-a-los-ciclos-combinados/ ,
http://www.eleconomista.es/energia/noticias/9297253/07/18/Los-ciclos-combinados-lanzan-un-
SOS-al-Gobierno-para-evitar-perdidas-millonarias-.html y
http://ctxt.es/es/20180425/Politica/19204/electricas-deficit-tarifario-moratoria-rescate-bancari
o-maastrich-junquera-cubiles.htm.
46
[6] https://elpais.com/economia/2018/06/28/actualidad/1530185097_506423.html ,
https://blog.bankinter.com/economia/-/noticia/2018/7/19/analisis-naturgy# y
http://www.expansion.com/empresas/energia/2018/07/03/5b3b139122601de06d8b4639.html
. Artículo “Pero... ¿cuánto valen los activos de generación convencional?”, en
http://www.eleconomista.es/empresas-finanzas/noticias/9304804/07/18/Pero-Cuanto-valen-las
-centrales-de-generacion-convencional.html.
[7]
https://elperiodicodelaenergia.com/el-gobierno-del-psoe-cambia-un-ingeniero-en-tecnicas-ene
rgeticas-por-un-filosofo-socialista-como-presidente-de-enusa/ y
https://cincodias.elpais.com/cincodias/2018/08/02/companias/1533232464_715061.html.
[10] 09/08/2018
https://elperiodicodelaenergia.com/las-grandes-electricas-europeas-ven-necesario-electrificar-
hasta-un-60-la-economia-para-alcanzar-los-objetivos-de-paris/ 11/07/2018 Declaraciones de la
ministra.
http://www.energiadiario.com/publicacion/ribera-ve-necesario-repensar-el-mercado-energetico
-el-sistema-de-fijacion-de-precios-y-revisar-urgentemente-la-normativa-de-renovables/ y
https://cincodias.elpais.com/cincodias/2018/07/11/companias/1531309083_735719.html.
47
[12] Véase
http://www.energiadiario.com/publicacion/el-director-de-la-central-de-trillo-asegura-que-cambi
ar-la-gestion-de-los-residuos-nucleares-implica-reconfigurar-los-ati/.
[13] 20/07/2018
http://www.expansion.com/empresas/energia/2018/07/20/5b50ecdae5fdeaaf108b45dc.html ,
https://cincodias.elpais.com/cincodias/2018/07/27/companias/1532713732_549572.html ,
https://www.elindependiente.com/economia/2018/07/25/endesa-se-arriesga-roto-190-millones
-al-ano-gobierno-cierra-las-nucleares-los-40-anos/ ,
https://www.elespanol.com/economia/empresas/20180725/iberdrola-posible-cerrar-nucleares-
sin-riesgo-apagones/325217837_0.html y
https://www.elconfidencial.com/empresas/2018-07-25/por-que-cierre-nuclear-mas-danino-end
esa-iberdrola_1596971/.
[15]
https://elperiodicodelaenergia.com/el-desmantelamiento-de-la-central-nuclear-de-garona-se-in
iciara-en-el-segundo-semestre-de-2019/ y
https://cincodias.elpais.com/cincodias/2018/08/24/companias/1535128746_601828.html.
[16]
https://elperiodicodelaenergia.com/el-regreso-mas-esperado-de-vandellos-espana-vuelve-a-te
ner-todo-su-parque-nuclear-operativo-cuatro-meses-despues/ y
https://elperiodicodelaenergia.com/el-gafe-sigue-en-vandellos-la-central-nuclear-vuelve-a-tene
r-un-fallo-y-para-de-nuevo-en-pleno-proceso-de-arranque/.
[17] 21/08/2018
https://elperiodicodelaenergia.com/la-nuclear-francesa-vuelve-a-hacer-estragos-en-los-mercad
os-electricos-de-media-europa/ también 02/08/2018
https://cincodias.elpais.com/cincodias/2018/08/01/companias/1533142514_410521.html.
[18] https://www.boe.es/boe/dias/2017/06/09/pdfs/BOE-S-2017-137.pdf,
https://www.elconfidencial.com/ultima-hora-en-vivo/2018-07-18/ecologistas-denuncian-la-auto
rizacion-para-construir-un-almacen-en-almaraz_1576278/ ,
https://www.ecologistasenaccion.org/?p=92156 ,
https://www.ecologistasenaccion.org/?p=100799 ,
https://www.diarimes.com/es/noticias/terres_l_ebre/2018/07/02/denuncian_caso_radioactivida
d_detectada_tubos_control_del_agua_nuclear_asco_42879_3024.html ,
https://es.wikipedia.org/wiki/Gas_de_efecto_invernadero,
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=244599 ,
https://elperiodicodelaenergia.com/la-renovacion-del-consejo-de-seguridad-nuclear-a-expensa
s-de-un-pacto-pp-psoe/.
48
[19]
https://elperiodicodelaenergia.com/detienen-por-una-averia-un-reactor-de-la-unica-central-nuc
lear-de-hungria/ ,
https://www.efe.com/efe/america/economia/japon-aprueba-la-primera-reactivacion-de-u
na-central-nuclear-afectada-por-el-tsunami/20000011-3672225#,
https://www.japantimes.co.jp/news/2018/07/04/national/high-court-rejects-suspension-order-oi
-nuclear-power-plant/#.W4PQpIB9iL8,
https://www.japantimes.co.jp/news/2018/08/22/business/corporate-business/japanese-firms-ta
lks-alliance-nuclear-power-sources/#.W4PQKoB9iL8 ,
https://elperiodicodelaenergia.com/china-conecta-el-primer-reactor-nuclear-ap1000-en-todo-el
-mundo/,
https://www.japantimes.co.jp/news/2018/08/10/business/china-promoting-atomic-technical-sta
ndards-aid-nuclear-push-overseas/#.W4PQUIB9iL8.
30/8/2018
49
Ensayo
Josep Torrell
Una conversación con Pere Portabella
***
—Hay una parte de tu vida a la que se suele dar poca importancia, y que es
poco conocida. Me refiero a tu actividad como profesor de cine, a principio de
los años setenta.
—Mi actividad como profesor empieza en la Escola Aixelà, que era una
escuela dependiente de una tienda muy famosa que se dedicaba a la venta de
aparatos de cine y fotografía. Yo había hecho ya Nocturno 29 (1968), que
produjo cierto impacto. En Aixelà era director artístico Josep Maria
Casademont —alguien muy sensible y un gran amante del cine— que me
llamó y me propuso impartir cursos en la escuela. En aquel momento ya
daban clases Miquel Porter, Roman Gubern, Josep M.ª López Llavi y Enric
Ripoll-Freixes. Acepté. Allí me encontré con alumnos como Pere Joan Ventura.
Esto generó muchos problemas con ciertos alumnos, que se encontraban con
unas clases donde no se hablaba de cómo hacer cine. Entre el alumnado
había muchos cineastas amateurs que lo único que querían era aprender a
manejar una cámara. Yo me los sacaba inmediatamente de encima
diciéndoles que esto era más fácil que sacarse el carnet de conducir. Que para
aprender cuatro trucos se aprenden leyendo un buen manual, y que yo estaba
allí para otra cosa, que es el lenguaje cinematográfico. Esto hoy puede
parecer un tanto fuera de lugar, porque al fin y al cabo, eran gente que iban a
aprender a manejar su cámara a una escuela (que además dependía de la
tienda de cine). Pero los demás vivíamos con la sensación de que las teorías
que estaban de moda (en aquella época la semiótica, el psicoanálisis de
Lacan, etcétera) formaban parte, como un todo de la oposición al franquismo.
Tanto alumnos como profesores nos interesaba más discutir de estas cosas.
Estuvimos todo el año con polémicas muy subidas de tono.
50
Simplificando mucho, yo hacía el discurso al revés de muchos cineastas. Los
cineastas amateurs reclamaban cómo se hace un buen plano, en qué casos
hay que colocar un movimiento de cámara, etcétera. En cambio yo les decía
que depende. Depende de hasta dónde quieras llegar, depende del plano al
que sigue y del plano que irá después. Nada: ni por esas.
—Esto fue el curso 1969-1970. En 1970 nos trasladamos al Institut del Teatre,
donde estuve un año y medio. Frederic Roda me ofreció la posibilidad de dar
clases de cine (pero sin amateurs constantemente escandalizados). Acepte; y
puse dos condiciones: primero, que no quería matrícula; y segundo, que no
habría listas de asistencia ni nada que se les pareciese: la puerta estaba
abierta y podía entrar quien quisiera. Les costó aceptarlo, pero al final lo
hicieron.
En el instituto me encontré con Joan Enric Lahosa, que era otro de los
profesores. Me sentía muy cómodo con él, porque coincidíamos en abordar el
cine por el lado del relato. Lo habitual era que los demás profesores optaran
clásicos del cine para analizar. Por ejemplo, Lahosa cogía una secuencia de El
acorazado Potemkin (Броненосец Потёмкин, 1925) de Eisenstein y se pasaba
todo el curso analizando una secuencia. En esta época, Lahosa venía siempre
a mis clases. Él era realmente un erudito y su cabeza era un archivo bien
clasificado de las cosas que leía: aunque demasiado académico para mí.
51
montado. Me parecía que esto era mucho más interesante para ellos y para
mí. Aunque llevarlo a la práctica costó un poco. Fue Antoni Padròs el primero
en romper el hielo. Se presentó en clase con una lata de 16mm. También
Llorenç Soler trajo cosas. Pero al cabo de un mes o dos empezó a haber
problemas con el material, porque la gente se inhibía. Allí salía todo: era muy
interesante, pero muy duro para el autor criticado.
Había unos quince o veinte alumnos por clase, aunque hubo días en que tuve
más de un centenar. El curso del Institut del Teatre se convirtió en un punto
de encuentro muy politizado. Por ejemplo, los actores si no podían hacer una
asamblea en su aula, venían a hacerla a la mía. Yo suspendía la clase y se
hacía la asamblea. A veces se redactaban manifiestos y, si había
manifestación, íbamos todos a manifestarnos.
Pero esta situación se hizo insostenible. Lo que estoy contando fue generando
una sensación muy tensa. Había el temor de que el Gobierno Civil cerrará el
instituto y esto, por parte de algunos, se convirtió inmediatamente en un
chantaje.
52
cine, del tener claro el compromiso de los que estábamos allí y de que, sin
este compromiso, al nivel de medios de expresión, no se podría hacer nada en
serio. Partía de una mirada libre para ver de otra manera.
En aquella época, éste era un discurso muy expresivo sobre las clases
sociales, ligado a la idea que no valía la pena hacer cine sin tener un
compromiso cotidiano, en el cual tus ideas estuvieran contrastadas con una
actitud cívica e implicada.
—Cito poco. Retengo más lo que leíamos que lo que yo pudiera citar en clase.
En aquellos años, la segunda mitad de los sesenta y la primera mitad de los
setenta, llevábamos un empacho monumental porque lo leíamos todo. Desde
la revista Cinéthique hasta Althusser (muy contestado después del mayo de
1968). Lacan o cualquiera que se pusiera de moda… precisamente porque
estaba de moda. Al margen de los libros, leíamos artículos de gente que no
recuerdo el nombre. Artículos que alguien nos pasaba en fotocopias,
asegurándonos que eran muy importantes. Leíamos muchísimo. Sobre cine,
pero también sobre todo lo demás. Por ello, no cito casi nunca. No se trataba
de decirle a la gente lo que tenía que leer, sino que el resultado de mi manera
de ver las cosas incitase a los alumnos a verlas también de modo diferente.
En esto, era radical, y sigo siéndolo.
—Pero tú haces un discurso que no tiene nada que ver con el discurso que
suele hacer un realizador normal y corriente.
—Es un discurso muy interdisciplinar, diría yo. Has de tener en cuenta que yo
provenía de Dau al set, del surrealismo, de los poetas de vanguardia. En
aquella época leí bastante poesía. No es difícil imaginar que todo esto
conformase mi manera de comunicarme. Pero al mismo tiempo siempre me
preocupó acortar distancias, que mi discurso estuviera asociado siempre con
una forma de desacralizar, de aproximar mucho al interlocutor sus ideas hacía
la imagen. En este sentido, yo estaba politizado, pero a la vez estaba
vinculado a las vanguardias artísticas.
53
Algeri, 1966) de Gillo Pontecorvo sería genial.
—Sí. Pero aquí ya no hay docencia. Las clases se acaban con el Institut del
Teatre. Para entonces yo he terminado Vampir-Cuadecuc (1970), Play Back
(1970) y Acció Santos (1973). Es entonces cuando pasamos al Instituto
Alemán y empezamos a trabajar más a fondo y a producir documentos, que
son el principio del arte conceptual en Barcelona. Con el paso al Instituto
Alemán lo que se pretendía era crear un grupo de trabajo y de discusión,
aprovechando que los Institutos de Cultura tienen la misión de dinamizar la
cultura del país en el que se encuentra (a sabiendas, en este caso, de la
existencia de una dictadura). Acompañado de Antoni Mercader, entré en
contacto con el director del instituto, Hans Peter Hebel, y le propuse crear un
espacio en el que se pudiera reunir un grupo pluridisciplinar de artistas. Le
pareció bien y accedió a cedernos un espacio y un día en el que podíamos
reunirnos libremente. Es el momento en que se funda el Grup de Treball, en el
que se entraba y se salía libremente, y era el lugar en el que se podía hacer
una reflexión seria sobre arte conceptual. Todos, y esto es importante,
traíamos una trayectoria detrás. Y es desde esta recorrido personal que
podíamos trabajar. Esto era muy interesante puesto que poníamos en común
el pensamiento que surgía de múltiples experiencias, completamente
dispares.
Los documentos del Grup de Treball son muy interesantes pero salían de unas
reuniones que eran más interesantes todavía. Hay un intento de debatir
seriamente, desde el campo de nuestras diferentes disciplinas, una acción
interdisciplinaria con una enorme carga ideológica.
—Sí. Formé parte de esta comisión. Recuerdo que fue Octavi Pellissa el
responsable que la puso en marcha. Pero era una comisión muy amplia de
militantes y simpatizantes del PSUC, donde había de todo: historiadores,
teóricos, críticos, guionistas o gentes de televisión.
54
El grupo de gente que rodábamos material de contra-información era mucho
más reducida. Además este grupo es anterior a la comisión: ya se rodaron
cosas en el encierro de Montserrat en diciembre de 1970. En aquellos
tiempos, estaban Carlos Durán, Manel Esteban y —a veces— Llorenç Soler. El
cometido del grupo consistía básicamente es rodar manifestaciones, que
luego era un material para las televisiones extranjeras.
—No lo sabía. Yo no me inmiscuía en quién iba a los rodajes, y más aún con
los rodajes que podían hacer ellos por encargo de otros, por ejemplo Antoni
Gutiérrez Díaz. Esto es un buen ejemplo de cómo nos distorsiona la memoria
las razones estrictas de seguridad que prevalecían en la clandestinidad.
Además, normalmente yo no rodaba, puesto que estaba al otro lado de la
cámara: en las manifestaciones que se rodaban o en el encierro de
intelectuales de Monserrat, participando y moderando la mesa. Mi función era
la de intentar articular lo que se hacía con los que iban a rodar. Tenía la
información precisa de donde se harían la manifestación y por dónde pasaría.
En resumen, simplemente asumía el coordinar y advertir a los que rodaban de
a dónde había que ir.
Hay que pensar que, en aquel momento, las medidas de clandestinidad eran
muy estrictas, porque una indiscreción podía comprometer a los demás.
Convocaba a Manel Esteban —nunca por teléfono— y le decía: «Prepárate
para dentro de tres o cuatro días; ya te llamaré». Y luego le decía: «Mañana a
las ocho hay una manifestación en tal sitio». Además, las personan que
participaban en estos rodajes estaban disponibles y comprometidas con la
55
lucha. Esto les permitía funcionar rápidamente.
Pero, insisto, no rodé prácticamente nada. También Pere I. Fages, que desde
1971 estaba en París, exilado. Algunas de estas imágenes iban a Paris, donde
él se ocupaba de hacerlas llegar a las televisiones francesa y, luego, a otras
televisiones extranjeras. Hay que comprender que era una actividad
totalmente clandestina. Carecíamos de medios y todo era muy precario.
Algunos, a través de nuestra relación con el cine comercial o la televisión,
conseguíamos material reversible para poder rodar en 16mm.
Por otra parte, mi compromiso político pasaba por otro sitio: desde 1966
estuve en la Taula Rodona, que se fundó en mi casa. Para hacer frente a las
multas que gobernación impuso a los estudiantes, Antoni Tàpies movilizó a la
Maeght de París. Se organizó una subasta restringida y en la cual había que
pagar en efectivo. En ella había obras de Picasso, Miró, Tàpies, Saura,
Kandinsky, Léger, Calder, Chillida, Max Ernst. En un tiempo brevísimo se
recaudó el equivalente a 2.645.000 pesetas. Fui el encargado de depositar
esta cantidad en francos en un banco francés y allí me dieron un papel con el
que pude retirarlo en pesetas en Barcelona. Esto, por supuesto, era
totalmente ilegal tanto por motivos económicos como políticos.
56
completamente en contra de esta mística. Por el contrario, trataba de ver el
cine como un instrumento que dependía de la mirada de cada uno y que podía
estar al servicio de compromisos políticos, como podía ser dar testimonio de
los acontecimientos que nos rodeaban con una mirada propia. Y, al mismo
tiempo, procuraba que algunos de ellos se involucraran.
El día del recital estaba lleno: había unas cuatro mil personas. Entonces,
delante de todos, Manel y yo cogimos el trípode, la cámara, el Nagra y
conectamos los micros. Era la única manera de hacerlo, porque sabíamos que
el público era nuestra protección. Porque si se hubiera intentado acercarse un
social o un policía de uniforme para detenernos se habría montado un follón
considerable. Las imágenes que utilice de las cámaras de cuerda contrastan
con las de la cámara con motor y trípode. Están como mal hechas, son todas
borrosas: la mayoría parece que tienen el diafragma mal puesto. Pero, en
cambio, las que rodaba Manel Esteban con el trípode estaban perfectas, y la
57
combinación de las dos da la sensación de apresuramiento, de rapidez, en
definitiva, de clandestinidad. Cuando termino el acto, rápidamente
desmontamos el trípode, la cámara y el equipo de sonido, y lo entregamos a
los encargados de hacerlo desaparecer, que fueron a esconderlo en el interior
del Price. El exterior estaba ya lleno de policías y sociales dispuestos a
apresarnos. Manel y yo salimos con las manos limpias y el cordón policial no
tuvo más remedio que dejarnos pasar. Esperaron para coger a otros con las
cámaras, pero no salió nadie. Aún hoy ignoro cómo las escondieron. Al cabo
de un tiempo prudencial, ocho o diez días, alguien fue a buscarlo y nos lo
entregó.
Después vino el proceso de revelado. Todo este trabajo lo hizo gente que no
estaba particularmente comprometida. Eran empresarios que se adaptaron a
las condiciones impuestas por el franquismo, como eran los de Fotofilm. Hice
algunas cosas con ellos y guardaron silencio. Y nunca se metieron conmigo.
En Fotofilm revelamos muchas cosas de éstas, con mucho cuidado y
encargándolo a personas de confianza. Jamás pusieron ningún tipo de
problemas y mucho menos denuncias.
—El material se obtenía a partir de restos de bobinas que siempre quedan sin
utilizar. Manel Esteban hacía reportajes para TVE-Barcelona, y tenía especial
habilidad para retirar este material que no se usaba. De esta manera siempre
teníamos película a nuestra disposición. Pero, repito, que estábamos muy
58
ligados a las condiciones en que nos movíamos. Por ejemplo, yo habría podido
rodar reuniones muy decisivas de la Asamblea de Cataluña, lo que habría sido
un documento muy importante, pero las condiciones de seguridad me lo
impedían, puesto que si el material caía en manos de la policía podíamos
acabar todos en la cárcel. Por eso, por razones de seguridad, hay muy poco
material.
—Luego continuaste haciendo cine que era militante, pero ya con tu firma.
1/8/2018
59
José M.ª Camblor
Cosas que es mejor callar
La volatilización del lenguaje en la era internet
Wittgenstein decía que era mejor guardar silencio sobre aquellas cosas que no
podían ser aprehendidas a través del lenguaje —como Dios, el mundo, etc.—,
y eso lo hacía en una época en la que las gentes mantenían cierta vocación de
construir en común un discurso para llegar a la verdad. Probablemente si el
filósofo vienés levantara la cabeza en los albores de este tercer milenio, se
quedaría perplejo al ver no solo que ese prudente silencio ha desaparecido,
sino lo que lo ha sustituido. Pues en este tiempo atropellado en que vivimos
parece que el lenguaje está perdiendo en el discurso público —y no solo de
forma coyuntural— su función esencial: la capacidad para comunicarse de una
manera razonable con los demás.
Puesto que las visiones del mundo se sostienen en diferentes relatos, es tan
importante el contenido que estos tengan como la forma en que se expresen.
El marco actual del discurso público se ha transformado de tal manera que el
énfasis y la onomatopeya tienen más peso que lo dicho y, si lo que se quiere
es dialogar, cada vez tiene menos sentido decir algo y acaso —si bien por
otras razones a las aducidas por Wittgenstein— acabará siendo mejor callarse.
Si la verdad está hecha de matices, ¿qué sentido tiene tratar de participar en
una conversación cuyos interlocutores no tienen tiempo para detenerse a
distinguir las tonalidades? En este mundo de apelación continua a la
emotividad y a las consignas, si uno desea “comunicarse” eficazmente solo
podrá hacerlo a través del lenguaje vehemente y simplificador que las redes
sociales imponen. En caso contrario, en el mejor de los escenarios, el mensaje
se decodificará como débil o banal, y, en el peor, se perderá irremisiblemente
en el sumidero de las ondas electromagnéticas sin ser atendido por nadie. Si
alguna vez fue cierto que la verdad nos iba a hacer libres, lo que ha hecho el
nuevo paradigma comunicativo ha sido confinarnos en una enorme prisión.
60
convicción se oponga a tu certeza requiere siempre un trabajo de elucidación,
un camino que ambos hemos de recorrer. Pero en el nuevo paradigma, nadie
está dispuesto a dar ni siquiera un paso en esa dirección y asombra ver no
solo que todo el mundo esté convencidísimo de la verdad de sus
planteamientos, sino también de que se considere que basta escribir unos
pocos caracteres para evidenciar tal verdad.
Muchas de estas cosas las sabemos desde Kant, pero ahora, sabemos también
que nuestras propias estructuras mentales tienen mecanismos que “crean” la
realidad “al gusto del consumidor”, y, sin que lo advirtamos, la tamizan con
disonancias cognitivas. Por ejemplo, modifican nuestra memoria para eliminar
61
recuerdos desagradables o que no concuerdan con los posicionamientos que
mantenemos. O vemos figuras donde no las hay, es decir, se recompone en
nuestro cerebro la imagen que recogemos con la retina para hacernos “ver” lo
que nos puede interesar ver o para facilitar su “comprensión”. Existen
infinidad de experimentos que demuestran este procesamiento de los datos
de los sentidos y de la memoria que nos hace creer que vemos y recordamos
cosas que ni existen ni han existido nunca. Esos sesgos psicoafectivos no solo
cocinan los hechos para hacernos digerir mejor el mundo o para favorecer
nuestros intereses y convicciones, sino que también los distorsionan y
redimensionan según el dictado de nuestras emociones y provocan que una
misma realidad sea “vista” de manera diversa por personas distintas, y hacen,
por ejemplo, que los miembros de una pareja en medio de un proceso de
divorcio recuerden pasados completamente diferentes y que la mitad de un
campo de fútbol esté convencida de que se ha producido un penalti y la otra
mitad de que no se ha producido.
Esto debería ser suficiente para ser cautos y saber que nosotros construimos
internamente la “realidad” a través de infinitas operaciones inconscientes,
que la realidad es aquello en lo que estamos instalados —al ser parte de
ella—, pero no lo que creemos aprehender, al igual que una gota de agua
nunca podrá imaginar el océano del que forma parte. O, por poner otro símil,
no podremos ver nunca la realidad de igual manera que nunca podremos ver
nuestra propia fisonomía (nuestra cara, nuestros ojos); lo único que podremos
ver es una imagen de nosotros en un espejo o en una fotografía. Esa imagen,
que no somos nosotros, que no participa de nuestras propiedades y nuestros
sentimientos, y que, incluso, vemos invertida, es lo máximo que podremos ver
nunca de nuestro rostro y es una buena metáfora de lo que es nuestra
percepción de la realidad: una imagen inexacta y superficial, una mera
apariencia de lo que de verdad hay. La realidad es lo que está a este lado del
espejo; lo que sabemos de ella es lo que parece estar al otro. Así que podría
decirse que el mundo en el que vivimos se compone de dos cosas: una, lo que
acontece y otra, de lo que tenemos noticia, esto es, lo que procesamos. Esto
62
último es un constructo mediatizado por infinitud de factores psico-fisiológicos
y culturales.
Pero si todo el mundo parece estar de acuerdo en que hay una realidad fuera
de nosotros que de alguna manera podemos aprehender, entender y
compartir, una verdad a la que podemos llegar —si no pensáramos que
podemos encontrarla juntos, no nos molestaríamos en discutir con quien no
opinara como nosotros—, ¿por qué nos negamos a transitar ese camino que
nos llevaría a converger en ella? ¿Por qué no utilizamos los instrumentos
epistemológicos de que disponemos para apartar la niebla que la envuelve?
Alguien religioso podría acabar esta discusión simplemente diciendo que los
caminos del Señor son inescrutables (y las religiones pueden adoptar muchas
formas: nacionalismos, ideologías económicas, visiones del mundo
totalizadoras...). Pero ¿qué tiene que decir a esto la gente que en teoría no
está dispuesta a que el dogma guíe su criterio?
63
La posmodernidad tuvo el gran acierto de desenmascarar ciertas “verdades”
admitidas por todos, señalando que eran meros constructos, es decir, negó su
supuesta naturalidad, poniendo de manifiesto su relación con mecanismos
invisibles de dominio. Se descubrió, entre muchas otras cosas, que no era una
prerrogativa de Dios el verbo performativo, el hágase la luz, sino que también
lo poseían las personas, y que la mera pronunciación de palabras creaba
situaciones determinadas y establecía relaciones de subordinación entre unos
y otros. De igual manera, se puso de relieve la violencia simbólica del medio
sobre los individuos y el control sobre los cuerpos por parte del poder,
mostrando la naturaleza convencional de algunos “hechos biológicos”, y se
cuestionó el concepto de cordura y de locura, así como lo artificial de las
construcciones de género. Se refutó la supuesta universalidad de los
metarrelatos o explicaciones totalizadoras, rebajándolos a simples puntos de
vista, como la visión de un varón blanco heterosexual de clase media, la
superioridad de la civilización occidental, e incluso la propia historicidad y
arbitrariedad en la construcción de la ciencia, arguyendo que no eran más que
narrativas dominantes, que, de igual manera que eran así, podían haber sido
de otra forma.
64
con personas de “otras” civilizaciones que entre sí. Pero, prescindiendo de
eso, y de que las civilizaciones no se desenvuelven en compartimentos
estancos (¿a quién debemos la pólvora, los espaguetis o la imprenta?),
podríamos decir que la civilización occidental ha aportado al mundo, entre
otras cosas, el capitalismo salvaje, el ku klux klan, el nazismo y las ojivas
nucleares, pero también ha dado a Miguel Ángel, a Julie Andrews y a Bach, ha
sido pionera en la lucha por los derechos civiles y ha producido a sir Alexander
Fleming y con él la penicilina. La civilización oriental, por su parte, ha
aportado el burka, la sharía, el omnipresente “made in China”, el ubicuo
manierismo del manga, pero también el papel, la numeración arábiga, al
Mishima literario, el álgebra, el anime de Miyazaki, el cine de Yasujiro Ozu, la
escritura o la meditación.
65
a negarle el “derecho” a la ciencia o a la razón a tratar de arrojar luz sobre
esa penumbra en la que se encuentran tan a sus anchas. Proliferan, por
ejemplo, los programas en televisión de echadores de cartas o las técnicas de
medicina alternativa sin que nadie parezca opinar que debería exigírseles a
sus promotores que demostraran su veracidad y eficacia, y, en este aspecto,
cada vez existen menos diferencias entre las mentalidades de los
compradores de un mercado medieval y los consumidores de una urbe
corriente del tercer milenio.
66
seriedad al mismo acto de la elección y constituye una promesa de dicha
cuando uno se sumerja en su lectura. Cuando alguien se toma en serio todo
eso, en cierta manera, adopta un compromiso consigo mismo. Aquello que
sostiene materialmente en sus manos es lo que le va a proporcionar
aprendizaje; es, pues, un tesoro. Y hay, por tanto, que dedicarle tiempo. Hoy
en día, sin embargo, es cada vez más difícil que ese ritual se produzca, porque
es mucho más fácil “leer”, casi sin necesidad de escoger. Uno compra el
e-book con que ha sido bombardeado apenas sin advertirlo cada vez que ha
entrado en las docenas de páginas web que visita al día y lo lee cuando tiene
un poco de tiempo, entre las mil cosas que lee o visiona diariamente (blogs,
tweets, posts de Facebook, Instagram, mails, wasaps, revistas en la red,
televisión, plataformas digitales, canales de youtubers), que contienen una
cantidad de información inmensa e inasimilable. El pensar, la comprensión de
la información, requiere detenerse a reflexionar, pararse a tratar de entender
lo que se está leyendo, pero si el curso del pensamiento es continuamente
interrumpido para añadir nuevos datos y nueva información, que exige a su
vez una inmediata respuesta, ¿cómo es posible que pensemos que realmente
hemos entendido algo? En realidad, no nos importa. Hoy disponemos de más
información que nunca, estamos continuamente asaetados por miles de datos
y cada vez sabemos menos. Al conocimiento se le ha negado ya su necesario
tiempo de fermentación. El saber actual es inestable y evanescente, se
evapora como el alcohol al contacto con el aire. La gente ya no lee: ahora
escanea. Consecuentemente, la otra cara de la moneda es que ya no nos
paramos a pensar lo que vamos a decir ni la manera en que lo vamos a
formular, puesto que, no bien tratamos de asimilar lo que tenemos delante, ya
hemos pasado de pantalla. Al igual que el tiempo devora los segundos a
medida que los va produciendo, las emisiones de posts y de tuits llegan casi
obsoletos a los terminales receptores y son sustituidos inmediatamente por
los siguientes. ¿Qué sentido tiene preocuparse en decir cosas sensatas tras
una reflexión madurada si van a caer inmediatamente en el olvido? Se ha
apuntado que llegará un día en que las personas no necesitaremos saber qué
queremos, pues los big data, la colosal cantidad de datos que nuestras huellas
van dejando en la nube, serán suficientes para que la gestión automatizada
de todo ese cúmulo de particularidades pueda proporcionarnos más
información acerca de nosotros que la que nosotros mismos poseamos. ¿Qué
sentido tendrá entonces querer saber algo? ¿Nos estamos volviendo más
inteligentes o más perezosos? (hay cifras que apuntan a que el CI de los
millennials es superior al de generaciones pasadas y otras a lo contrario). ¿Es
cierto que, como apunta James Flynn, las nuevas generaciones están ancladas
en el pequeño y a la vez inabarcable mundo del presente, y han perdido toda
dimensión histórica?
67
muchos relatos igualmente válidos, nadie niega seriamente que no haya
narrativas que integren más verdad que otras por su mayor aproximación a la
realidad, y, por ende, que existe un saber objetivo. No obstante, cada vez son
más las voces que afirman que ya no estamos en el tiempo del conocimiento,
tiempo necesitado de sosiego, meditación y diálogo, sino que ahora vivimos
en un tiempo acelerado, efímero, que no casa bien con la búsqueda de la
verdad, un tiempo que, paradójicamente, no solo es tiempo de ruido —de
tweets, de wasaps, de opiniones infundadas—, sino que, además, vuelve a ser
tiempo de silencio, pues, a veces, la razón prefiere callar al no hallar cauce
sosegado para discurrir, o, al temer no encontrar argumentos como respuesta,
sino insultos, troleo y descalificación.
68
contaminación acústica, que impide que la palabra más sensata se oiga entre
el bramido que todo lo llena. En tales condiciones, cada vez es más difícil
pararse a distinguir las voces de los ecos, porque el efecto más significativo
de haber transformado esa conversación en una cháchara ininteligible ha sido
vaciar de significado la palabra verdad. A veces, a uno le invade el pesimismo
al presentir lo que, en estas condiciones, está por venir, y siente la tentación
de parafrasear a alguno de los personajes de Juego de Tronos cuando mira
aprensivamente al horizonte, mientras murmura con un escalofrío
recorriéndole la espalda: Winter is coming.
26/8/2018
Antonio Antón
El «etnopopulismo» de Puigdemont
69
Además, superando el bipartidismo, persiste una gran corriente popular
crítica, representada por Podemos, Izquierda Unida y sus aliados y
convergencias (catalana, gallega, valenciana… y agrupaciones
municipalistas), con un proyecto de país de países diferenciado, democrático y
plurinacional y una apuesta decidida por la democracia social y económica; es
decir, existe una tercera posición distinta a la de las dos derechas y
susceptible de colaboración y competencia con el proyecto socialista para
promover un cambio de progreso en España.
70
etnopopulismo, basado en el conflicto nosotros/ellos que busca la supremacía
nacional en una sociedad plural. Es una polarización nacional singular,
vinculada a la realidad plurinacional española, aunque más cerca del
populismo autoritario y de derechas de C. Schmitt que del populismo
democrático y de izquierdas de E. Laclau.
71
idealismo discursivo, como preponderancia constructiva de la política y el
sujeto. También tiene un sentido político más polisémico y problemático al
estar asociado a todo tipo de corrientes sociopolíticas, desde la extrema
derecha a la extrema izquierda pasando por el centro y el nacionalismo.
Además, incorpora no solo a movimientos ‘populares’ (de capas dominadas)
sino a procesos de composición mixta, popular y oligárquica o de clases
dominantes, así como nacionalistas (o neoimperialistas).
72
político-ideológicos en los últimos siglos: autoritario, reaccionario, regresivo,
segregador y dominador, o bien, democrático, progresista, igualitario,
solidario y emancipador. Entre esos dos campos hay zonas intermedias, pero
no vale la transversalidad como opción global. Existen intereses compartidos
y objetivos comunes de toda la humanidad. Pero, en situaciones de
desigualdad y dominación la solución no es el consenso centrista. La actitud
cívica debe ser la confrontación frente a las oligarquías poderosas, opresoras
o élites dominantes, en defensa de las capas subalternas, oprimidas o
‘populares’, con unos valores de igualdad, libertad y fraternidad.
73
transversal).
74
Podríamos decir que su lógica de confrontación tiene más que ver con la
polarización política y discursiva de C. Schmit, como ideólogo del populismo
de derechas (extremo), con la supremacía e imposición étnica y nacional
frente a los otros, que del populismo de izquierdas (o socialista, progresista y
de clases dominadas) de E. Laclau y Ch. Mouffe, con su dicotomía abajo/arriba
o democracia/oligarquía. O sea, la confrontación entre nacionalismos
autoritarios y xenófobos, dominantes en el centro y este de Europa, así como
la experiencia nefasta en la I Gran Guerra mundial, los nazi-fascismos de los
años treinta y cuarenta del siglo pasado o las guerras de los años noventa en
la antigua Yugoslavia, están asociadas más a la versión del nacionalismo
excluyente o etnopopulismo de extrema derecha que al populismo de
izquierda. Pero, son, sustantivamente, conflictos (étnico)nacionalistas (o
interimperialistas).
75
estrategia de cambio se implementa para conformar una tendencia
contrahegemónica por una Europa más social y democrática.
Un ejemplo que explica esos límites analíticos, políticos y teóricos del enfoque
populista lo tenemos, precisamente, en Cataluña, en su interior y en relación
con el Estado español. Es uno de los territorios europeos de mayor
antagonismo y confrontación política en los términos nacional-estatal, no en lo
social, que ha aparecido subordinado. Se ha conformado una unidad en cada
campo nacional-estatalista sin la clásica transversalidad catalanista, entrada
en crisis; o sea, esa polarización ha conseguido absorber su respectiva
transversalidad en lo social (capas trabajadoras, élites acomodadas, poder
económico e institucional), aun con algunas asimetrías. Al mismo tiempo, ha
habido una dificultad para la alianza social progresista de las capas populares
frente a ambos poderes establecidos y transversal y mestiza en lo nacional.
76
asimilable a su nacionalismo antagonista, aunque se justificase como paso
intermedio hacia la revolución social.
77
estales, europeas y mundiales.
En ese sentido, hay que distinguir las distintas situaciones de poder y el papel
de la acción político-discursiva o de propaganda electoral. Las clases
dominantes tienen un gran control del poder económico e institucional (el
Estado, que solo parcialmente es un instrumento neutro). Necesitan
legitimación social y ahí tiene un papel crucial su capacidad para inculcar su
relato, mantener su hegemonía cultural y su versión del sentido común. La
burguesía ascendente ya tenía el control de muchos recursos económicos y
mercantiles y su revolución era ‘política’, y asentada en el poder económico,
social y cultural, contra la aristocracia del Antiguo Régimen.
78
poder fáctico internacional: el bloque soviético, comandado por la URSS (y
China). Hoy día, los movimientos progresistas europeos no cuentan con el
apoyo significativo de poderes estatales e internacionales, económicos y
políticos. Desde el punto de vista geoestratégico no hay aliados fiables, ni
siquiera para una transformación profunda hacia una Europa social avanzada.
O sea, la base fundamental del cambio es la propia gente común de cada país
y la solidaridad europea, así como su capacidad de activación democrática y
alternativa.
Son aspectos que luego reeditaron la tercera vía (laborista) o nuevo centro
(del SPD alemán y luego del PD italiano), desde el socioliberalismo y la gestión
institucional; pero tampoco les permitió reforzar su representatividad y su
capacidad de cambio progresista. Y ya con la crisis económica llevó a la
mayoría de la socialdemocracia europea, especialmente la gobernante como
en los casos de Grecia, Francia o España, a abrazar o acatar las políticas
neoliberales antisociales y gestionar, con grandes déficits democráticos, los
planes regresivos con una profunda crisis estratégica, de relato y de
legitimidad.
79
derechas extremas (empezando por Trump) o los nuevos centros (Macron).
Entre las izquierdas hay dos tipos de errores contrapuestos. Por un lado, el
posibilismo adaptativo a la dinámica impuesta por el poder, el socioliberalismo
a veces complementado o disfrazado de idealismo culturalista y
transversalidad centrista. Por otro lado, el idealismo discursivo y el
voluntarismo irrealista, en sus distintas versiones populistas, eurocomunistas
o marxistas radicales.
80
‘etnopopulismo’, para demostrar su máxima aplicación empírica al incorporar
los conflictos nacionalistas, esos sectores marxistas partidarios de la lucha de
clases tampoco la han reivindicado. Les bastaba el eclecticismo entre su
marxismo (de clase) y su prioridad al objetivo independentista hegemonizado
por el nacionalismo radical, y sin interés identitario en esa simbología
populista.
@antonioantonUAM
20/8/2018
81
De otras fuentes
Rosa Ana Alija Fernández
Acabar con el dictador
82
solicitar la autorización de sus familias, y trasladados al Valle de los Caídos
para alimentar el colosal mausoleo que Franco se había hecho construir y que
era imposible rellenar solo con los caídos de su bando. Las cifras oficiales
hablan de 33.847 personas trasladadas allí, de las cuales siguen sin estar
identificadas más de 12.400. Eso sin olvidar a los miles de presos republicanos
que trabajaron en su construcción con la sola esperanza de lograr una
reducción de sus condenas.
El cuerpo del dictador muerto por causas naturales tiene una alta carga
simbólica tanto para sus seguidores como para sus detractores. Por ello, en
una democracia, resulta esencial que el Estado actúe para atenuar ese
simbolismo, relegando su recuerdo póstumo al ámbito privado, de manera
83
que no interfiera con el impulso de los valores democráticos en la esfera
pública. La existencia de lugares públicos de memoria que honren la figura del
difunto dictador es una incoherencia: la comisión de graves violaciones de
derechos humanos es, a todas luces, una práctica deshonrosa que no merece
en modo alguno ser ensalzada. Tomar medidas para que aquel salga de una
vez de la vida democrática es la única forma de evitar que la impunidad
acompañe a su cuerpo hasta la eternidad. Así pues, no está de más que los
socialistas corrijan de una vez por todas la oportunidad que perdieron con la
Ley de Memoria Histórica de convertir el Valle de los Caídos en un lugar de
memoria realmente compartida. En cuanto a la familia Franco, lo mejor que
puede hacer —si de verdad quiere hacer algo por España— es elegir un lugar
privado al que llevar los restos. Que honren a su familiar en la más estricta
intimidad, si lo desean, o que lo entierren en un cementerio público, si
prefieren que su tumba esté expuesta al público. Lo que quieran, pero que sea
en la esfera privada, porque este país necesita urgentemente que la vida
post-mortem de Franco llegue de una vez por todas a su fin.
[Fuente: eldiario.es]
12/7/2018
María F. Sánchez
Entrevista a Agustín Moreno
84
— ¿Cómo resumiría el estado de salud del sistema de educación
pública en España? ¿Cuáles son sus problemas más acuciantes?
85
florero. Por otro lado, por la histórica comunión entre la derecha
conservadora, la Iglesia y la patronal del sector, que hunde sus raíces en el
reaccionarismo español del siglo XIX y en el franquismo. Por eso España sigue
teniendo como asignatura pendiente la modernización educativa. Hay que
recordar que en Europa prácticamente no existe ni educación privada pagada
con fondos públicos, ni adoctrinamiento religioso en los centros educativos
públicos que son los mayoritarios.
86
la clase trabajadora?
87
— En enero de 1994, tras la Huelga General contra la reforma laboral de
Felipe González. La huelga fue un éxito con una participación parecida a la del
14 de diciembre de 1988, aunque sin el golpe de efecto del fundido en negro
de TVE. El error fue que no tuvo continuidad y que los convenios no podían
parar una reforma de ley. Aquello provocó una profunda división en CCOO.
Aprovechando las divisiones por estrategia en los sindicatos, hubo una
auténtica operación desde el poder económico y político para desmontar el
poder real y el prestigio de los sindicatos. En UGT, liquidaron a la dirección
que encabezaba Nicolás Redondo con la excusa de la cooperativa PSV. CCOO
culminó en su VI Congreso de enero de 1996, con la defenestración de
Marcelino Camacho y la marginación y persecución del “sector crítico”.
— Cuando los poderes fácticos vieron que el PP podía perder varios millones
de votos por sus políticas antisociales y la corrupción, crearon Ciudadanos
88
para que fuera el receptáculo de esos votos y que pudieran apoyarse entre sí
para asegurar el control del gobierno. Es lo que pasó con Rajoy y el apoyo de
Rivera. Matteo Salvini es un parafascista. Casado, y también Rivera, a tenor
de sus declaraciones, podrían jugar el mismo papelón. No me gustaría que así
fuese, ya sea porque no ganen las elecciones o por que moderen sus
discursos.
89
sobre el PP es que cuenta más con el beneficio de la duda en materia de
corrupción, y eso puede confundir a mucha gente, que lo pagaría con dureza
si llegasen a gobernar.
24/8/2018
90
China no tiene intención de caer en la misma trampa y al mismo tiempo es
consciente de que su superávit comercial con la agresiva primera potencia no
es sostenible. Su respuesta a la situación es doble. Por un lado está
introduciendo, desde el 26 de marzo, el yuan como moneda de pago del
petróleo en la bolsa de Shanghai, lo que irá descargando el peso internacional
del dólar (aún responsable del 42% de las transacciones mundiales) y de paso
debilitando a Estados Unidos. Por el otro ha entablado negociaciones en las
que se ha declarado dispuesta a comprar más productos americanos. Pero su
línea argumental es que si Estados Unidos (y también la UE y Japón, la tríada)
levantara sus restricciones a la exportación de tecnología sofisticada, el
grueso del denunciado superavit comercial, entre una tercera parte y la
mitad, desaparecería.
91
Grecia… Sin embargo, el asunto no irá a mayores. ¿Recuerdan el escándalo
NSA, cuando se supo que hasta los teléfonos de la canciller Merkel y sus
ministros también eran escuchados por el aliado americano? Se conocieron
todos los detalles de aquello pero el griterío quedó en agua de borrajas.
[Fuente: Ctxt]
27/5/2018
92
Estão a acelerar-se as urgências típicas de um ciclo eleitoral que se vai
prolongar entre o fim de agosto e o fim de outubro. Estas urgências são
particularmente desafiadoras para as esquerdas brasileiras porque o seu
principal candidato e, de todos o mais bem posicionado nas sondagens, está
preso e pode vir a ser considerado inilegível.
93
verdadeiro genocídio de jovens negros e pobre das periferias urbanas, foi
decretada a intervenção militar no Estado do Rio de Janeiro com o pretexto da
luta contra o crime organizado, têm vindo a ser perseguidos judicialmente
professores e investigadores com acusações chocantes contra os resultados
da sua pesquisa científica (por exemplo, no domínio dos efeitos danosos para
a saúde pública decorrentes do uso irregular de agrotoxicos na agricultural
industrial).
94
financeira e política do Estado para impor uma versão mais agressiva do
capitalismo, socialmente mais excludente e mais dependente da criação de
populações descartáveis, na prática, sub-humanas, por via do
recrudescimento da dominação colonialista (racismo, extermínio de jovens
negros, colonialismo interno, violência contra os que lutam pela terra e pelo
território, sejam eles camponeses, povos indígenas e afro-descendentes,
populações ribeirinhas e piscatorias) e da dominação patriarcal (aumento da
violência contra as mulheres, tantativa de liquidação das conquistas pela
igualdade e pelo reconhecimento da diferença dos anos mais recentes).
95
econômico nem o poder social. Esta assimetria permite à direita ter, em geral,
mais certezas nos “momentos decisivos”, por exemplo, a de manter intacto o
poder econômico e social mesmo quando se vê obrigada a perder o poder
político.
No Brasil, esta assimetria é hoje mais visível do que nunca embora se devam
ter presentes os antecedentes que levaram ao suicídio de Getúlio Vargas em
1954 e ao golpe militar dez anos depois. Na crise que se instaurou depois das
eleições de 2014, a direita esteve sempre mais unida que a esquerda. No
momento em que, devido à crise internacional, se apercebeu que o seu poder
econômico estava em perigo, decidiu que, para o salvaguardar, seria preciso
reconquistar em pleno o poder político, ou seja, pôr fim à política de alianças
com os governos do Partido dos Trabalhadores que tinha mantido desde 2003.
Daí, o golpe institucional que levou ao impedimento da presidenta Dilma
Rousseff, à prisão atrabiliária de Lula da Silva e ao desmantelamento rápido e
agressivo das políticas mais emblemáticas do periodo anterior. A facilidade
com que a direita tirou do caminho o petismo mostra que o período anterior
assentou num equívoco. O que para o PT era uma política de conciliação de
classes mais ou menos duradoura, era para a direita uma mera política
conjuntural de alianças. O ódio classista e racista que se propagou de
imediato como gasolina incendiada é prova disso mesmo.
Mas também ficou evidente que a unidade das forças de direita era sobretudo
uma unidade negativa, isto é, uma unidade para eliminar a presença do
petismo da cena política. A unidade para construir uma alternativa positiva (a
configuração específica das relações entre o poder político, o poder
econômico e o poder social) teria de ter outro ritmo, o ritmo do ciclo eleitoral
de 2018. Tomadas de surpresa (o que, em si, já é significativo), as forças de
esquerda levaram algum tempo a reagir, tanto mais que já vinham divididas
no que respeita à avaliação das políticas e das práticas da governação dos
governos petistas. No entanto, os “excessos” da contra-reforma facilitaram a
emergência de uma unidade entre as forças de esquerda, também ela uma
unidade negativa: o consenso no repúdio do ritual sacríficial de que foi vítima
Lula da Silva e, consequentemente, o consenso na campanha do “Lula Livre”
e na reivindicação do seu direito a ser candidato no ciclo eleitoral de 2018.
96
O ciclo eleitoral está a entrar na sua fase decisiva e as assimetrias
anteriormente anotadas estão, de novo, bem presentes. No que respeita à
direita, muitos analistas salientam a falta de unidade positiva patente na
ausência de um candidato óbvio à liderança política do próximo período
político. Em meu entender essa análise está equivocada. A aparente falta de
unidade é uma armadilha bem urdida para garantir que no segundo turno das
eleições presidenciais seja decidida entre dois candidatos de direita. No
momento em que isso ocorrer a direita saberá tornar claras as suas escolhas.
A destruição do candidato rejeitado pode ser brutal.
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desperdiçar a oportunidade de eleger um Presidente da República que
estanque a vertigem de exclusão e repressão que se abateu sobre as maiorias
empobrecidas e racializadas. Esta posição é, no entanto, mais complexa que o
puro taticismo. Constitui o cerne da identidade política que Lula da Silva
costurou para o PT nas últimas décadas. O fato de estar agora preso faz com
que Lula a Silva seja agora mais do que nunca o fiador dessa identidade. O
pós-lulismo e o lulismo não podem coexistir. De algum modo, o PT está refém
do Lula e o Lula está refém … do Lula.
A aposta de Lula da Silva é a mais arriscada de todas as que fez até agora.
Consiste em permanecer na disputa eleitoral o mais tempo possivel e confiar
que, no caso de ser declarado inelígivel, haverá uma transferência massiva de
votos para o candidato que ele indicar, certamente o candidato a
vice-presidente na sua chapa, Fernando Haddad. Provavelmente só assim se
garantirá a presença de um candidato de esquerda no segundo turno. A
hipótese mais segura de tal acontecer seria a de ter havido um entendimento
entre Lula da Silva e Ciro Gomes (PDT), uma hipótese que foi descartada
(definitivamente?). Se a aposta de Lula tiver êxito, a direita vai ter de
reavaliar a eficácia e os custos políticos do golpe institucional, uma vez que
sem ele talvez assumisse o poder nestas eleições de maneira mais segura e
limpa. No caso de decidir não adulterar ainda mais o jogo democrático, terá
certamente de investir tudo em agravar os custos políticos da reversão das
leis (a contra-reforma) que entretanto conseguiu aprovar durante o interregno
do golpe institucional.
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alternativa junto com o movimento Vamos, oriundo da Frente Povo Sem Medo,
o MTST (Movimento dos Trabalhadores sem Tecto), a APIB (Associação dos
Povos Indígenas do Brasil) e o Partido Comunista Brasileiro (PCB). Os
candidatos à presidência da República são Guilherme Boulos (presidente) e
Sonia Guajajara (vice-presidente). Esta candidatura aposta na renovação das
esquerdas com base em novas lógicas de aliança e de articulação
programática e com exclusão de alianças com as forças de direita. Parece,
pois, estar a tirar as conclusões corretas de tudo o que aconteceu nos últimos
anos. No entanto, deve estar cada vez mais consciente que tal renovação só é
pensável depois das eleições de 2018 e a sua construção é totalmente
contingente, na medida em que dependerá de resultados eleitorais, por agora
imprevisíveis, e das consequências sociais que dele decorrerem. No plano da
contingência, deverá estar certamente incluida a possibilidade da criação de
um novo partido, um partido que seja também um partido novo, um
partido-movimento, construído internamente por mecanismos de democracia
participativa para ser verdadeiramente novo e inovador no plano da
democracia representativa.
20/8/2018
Fue a finales de los noventa en Moscú. Solía visitar a un ex muy alto cargo,
analista del antiguo KGB de la URSS, el cerebro pensante de la acción
exterior, un hombre culto, inteligente y con mucho mundo, ya completamente
apartado de toda función oficial. La URSS llevaba años enterrada y era el tipo
de fuente que, si lograbas ganarte su confianza, valía un Potosí.
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Naturalmente, el acuerdo no era contármelo todo, pero sí, responder
directamente a mis preguntas. Lo que no se podía contar, no se contaba. Así
llegamos a una relación de confianza.
Fue aquel teniente general jubilado, cuya casa tenía video vigilancia, una
rareza entonces, quien, entre otras cosas, me contó con bastante detalle los
defectos de las alianzas mundiales de Moscú en la guerra fría, el despilfarro
de unos medios que eran muy limitados y que si se hubieran concentrado en
ciertos países habrían rendido mucho más. Entre sus observaciones críticas
sobre la propaganda recuerdo la siguiente: Moscú podría haber creado una
red de medios mucho más eficaz que la oxidada red de las
agencias Tass y Nóvostí, las revistas en idiomas extranjeros como Tiempos
Nuevos o Novedades de Moscú o el servicio internacional de Radio Moscú,
todos muy mediatizados por el KGB y cuyas relaciones internas darían para
escribir miles de folletines, alguno de ellos completamente kafkiano.
Desde entonces el canal y las agencias internacionales no han hecho más que
crecer. El presupuesto de RT es de unos 300 millones de dólares. Contrataron
a competentes profesionales extranjeros y se han consolidado como un
formidable medio de comunicación global en muchas lenguas. Naturalmente,
la hegemonía informativa occidental es aplastante y naturalmente RT
defiende intereses rusos, pero su mera existencia contribuye al pluralismo.
Quiero decir al pluralismo realmente existente, que especialmente en materia
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de medios de televisión es un pluralismo de propagandas, algo que está muy
lejos de ser ideal, pero que es mucho mejor que el monopolio que sufrimos
durante la primera guerra de Irak (CNN) o la inducida disolución bélica de
Yugoslavia (CNN+BBC, etc.).
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la demonización de los medios rusos. El parlamento europeo ha aprobado
resoluciones discriminatorias contra los medios de comunicación
rusos. Twitter y Facebook ya han cerrado las cuentas de portales rusos
como USAReally.com, donde pueden leerse informes tan sorprendentes como
el de que uno de cada cuatro americanos apoyaría la secesión pacífica de su
estado de los Estados Unidos… Y en el este de Europa las cosas son aun más
rudas: una periodista de RT, Paula Slier, acaba de ser expulsada de Ucrania
—y su entrada en el país vetada por cinco años— al acudir a un certamen de
la OSCE sobre libertad de información organizado en Kiev. En Estonia, el
periodista y ex diputado italiano Giulietto Chiesa, habitual colaborador de RT,
fue también expulsado cuando acudió a una conferencia. Son solo algunos
ejemplos recientes entre muchos otros.
Los procedimientos que occidente utiliza para remediar que los rusos hayan
logrado establecer cierta competencia con el antiguo monopolio informativo
occidental, son claros atentados a la libertad de información y bastante
reveladores de hacia donde soplan los vientos en nuestras democracias. En
cualquier caso, gracias al pluralismo de propagandas es mucho más fácil
orientarse en los actuales conflictos que sacuden nuestro agitado mundo.
28/6/2018
Agustín Moreno
Demagogias, mentiras y simplezas
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“efecto desvío”, por la política xenófoba del Gobierno italiano y su ministro
Salvini; pero entonces la responsabilidad no se situaría en Pedro Sánchez.
Pero, sobre todo, es un “efecto huída” que se produce de las zonas más
míseras y con mayor desprecio a los derechos humanos hacia los países
europeos. La causa principal es histórica y viene dada por la herencia colonial
y el expolio de las riquezas naturales de dichos países. El flujo de las
migraciones es, como en los vasos comunicantes, siempre el mismo: de las
zonas pobres y en conflicto a las más ricas y en paz, nunca al contrario.
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Caixa. Otra cosa es que sea necesario salir de los recortes e invertir más en el
fortalecimiento de la protección social, la sostenibilidad del sistema de
pensiones y los servicios públicos para toda la población. También se podría
hablar de los positivos efectos demográficos y en la natalidad.
Mentes simples con ideas simples que actúan sobre sectores de la población
de bajo nivel cultural o mal informados. Por eso, si no se contrarrestan,
pueden tener eficacia los mensajes del tipo “Los españoles los primeros” o los
italianos, los húngaros, los franceses…, que dicen los Salvini, Orbán, Le Pen…
y los neonazis de Europa. Olvidan los derechos humanos, el derecho
internacional, las normas de la Unión Europea y la más mínima empatía y
humanidad con las personas migrantes. La competencia política y electoral
entre las diferentes formaciones que aspiran al voto de la ultraderecha está
siendo muy dura, desde Vox que plantea el disparate de construir un muro a
lo Trump en Ceuta y Melilla, a las declaraciones ya comentadas de PP y C’s.
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nunca al “pintor de brocha gorda” que decía Bertolt Brecht.
[Fuente: Cuartopoder.es]
24/8/2018
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El extremista discreto
El Lobo Feroz
Raca-Raca
Lo hace, por supuesto, con más prudencia que el gobierno anterior, pero
también con menor inteligencia. Multiplicar los símbolos independentistas,
especialmente el lacito amarillo, resulta fácil en un mundo en que todo se
puede multiplicar. Pero conduce a un enfrentamiento en el seno de la
sociedad civil difícilmente soportable sea cual sea la posición política de cada
uno. Pan para hoy y hambre para mañana.
Nos espera un curso interesante, pues el poder judicial tendrá que dar salida a
las causas abiertas. Eso significará procesos, condenas y celebradas
absoluciones (en realidad también se celebrarán las condenas: tener mártires
mola lo suyo). Procesos que se unirán a los correspondientes a la corrupción
del Pp.
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lo hará, porque igual comprueba que le han crecido los enanos.
P. S. Por cierto: este verano tuve que dar con mis huesos en un hospital del
sistema público. ¿Qué ví? Que médicos fantásticos y entregados están muy
mal remunerados. Que faltan camas. Que por eso han de dar el alta a los
enfermos a poco que se pueda. Los ex-consellers Comín y Boi Ruiz han dejado
una situación casi de juzgado de guardia; no sé si el actual titular que se
ocupa de estas cosas está por la labor o anda repartiendo lacitos.
27/6/2018
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La Biblioteca de Babel
Cristina Fallarás
Honrarás a tu padre y a tu madre
Anagrama, Barcelona, 2018, 219 pags.
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memoria cercenada supone deambular por una carretera llena de baches
demasiado profundos.
Éric Vuillard
El orden del día
Tusquets Editores, Barcelona, 2018, 144 pags.
A.R.A
9/2018
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En la pantalla
The United States of Arms
30/8/2018
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