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El desmesurado crecimiento en el volumen de los residuos en la sociedad actual está

poniendo en peligro la capacidad de la naturaleza para mantener nuestras necesidades y las


de futuras generaciones.

La basura se considera uno de los problemas ambientales más grandes de nuestra sociedad.
La población y el consumo per cápita crece, y por ende la basura; pero el espacio no y
además su tratamiento no es el adecuado.

En la Argentina cada habitante produce en promedio 0,85 kg/hab/día, que genera un total
de 36.036,39 toneladas de residuos sólidos urbanos por día y 13.153.282,19 toneladas por
año. De ellas, 4.639.934 son aportadas por la provincia de Buenos Aires, la mayor
generadora de residuos. Tierra del Fuego, en cambio, la provincia con menor generación de
basura, con 31.230,92 toneladas por año. Cabe aclarar que la generación de residuos no
varía sólo con la cantidad de habitantes, sino también con el nivel económico de cada
región (González, 2010).

Hasta el día de hoy la gestión de los residuos se ha centrado principalmente en un único


aspecto, la eliminación de los mismos (hacerlos desaparecer de la vista) a través de
basurales, rellenos sanitarios y en algunos casos, de incineradores. Estas soluciones de final
de tubería, como se las denomina, no tienen en cuenta la necesidad de reducir el consumo
de materias primas y de energía, y plantean serios riesgos para el medio ambiente y la salud
de las personas.

En nuestro país, la población en general no presenta una cultura de interés en el destino de


los residuos, la mayor preocupación es la necesidad de contar con un servicio de
recolección de los mismos. Una vez que fueron retirados de la vista de los generadores,
para muchos ya está resuelto el problema. No hay mucho interés en efectuar una reducción
importante en la generación, como base para un manejo sustentable, para lograr la
preservación de los recursos naturales y tampoco interés en los mecanismos de disposición
final, salvo que ellos representen una amenaza para la salud en los casos de poblaciones
circundantes.

Sin embargo, todos somos consumidores y responsables de la basura que generamos en


relación a la calidad y la cantidad. Por lo tanto, también jugamos un papel fundamental en
la generación de residuos.

La generación de basura trae consigo los siguientes impactos ambientales:

• El consumo de energía y materiales que se utilizan para elaborar envases y productos


que después desechamos. Esta energía y estos materiales con frecuencia provienen de
recursos que no son renovables, por ejemplo del petróleo y de minerales. Cuando
desechamos lo que consideramos basura, en realidad estamos tirando recursos naturales.

• La contaminación del agua. El agua superficial se contamina por la basura que tiramos
en ríos y cañerías. En los lugares donde se concentra basura se filtran líquidos, conocidos
como lixiviados, que contaminan el agua del subsuelo de la que, en nuestra ciudad, todos
dependemos. Cabe aclarar que en los rellenos sanitarios los lixiviados no contaminan el
agua ni el suelo porque están controlados y debidamente tratados. La descarga de la basura
en arroyos y canales o su abandono en las vías públicas, también trae consigo la
disminución de los cauces y la obstrucción tanto de estos como de las redes de
alcantarillado. En los periodos de lluvias, provoca inundaciones que pueden ocasionar la
pérdida de cultivos, de bienes materiales y, lo que es más grave aún, de vidas humanas.

• La contaminación del suelo, la presencia de aceites, grasas, metales pesados y ácidos,


entre otros residuos contaminantes, altera las propiedades físicas, químicas y de fertilidad
de los suelos.

• La contaminación del aire, los residuos sólidos abandonados en los basurales a cielo
abierto deterioran la calidad del aire que respiramos, tanto localmente como en los
alrededores, a causa de las quemas y los humos, que reducen la visibilidad, y del polvo que
levanta el viento en los periodos secos, ya que puede transportar a otros lugares
microorganismos nocivos que producen infecciones respiratorias e irritaciones nasales y de
los ojos, además de las molestias que dan los olores pestilentes. También, la degradación de
la materia orgánica presente en los residuos produce una mezcla de gases conocida como
biogas, compuesta fundamentalmente por metano y dióxido de carbono (CH4 y CO2), los
cuales son reconocidos gases de efecto invernadero (GEI) que contribuyen al proceso de
cambio climático.

Además de la contaminación del aire, la tierra y el agua; la mala gestión de los residuos
tiene efectos perjudiciales para la salud pública (por la contaminación ambiental y por la
posible transmisión de enfermedades infecciosas vehiculizadas por los roedores que los
habitan) y degradación del medio ambiente en general, además de impactos paisajísticos.
Asimismo, la degradación ambiental conlleva costos sociales y económicos tales como la
devaluación de propiedades, pérdida de la calidad ambiental y sus efectos en el turismo.

El Instituto Nacional de Ciencias de Salud Ambiental de Estados Unidos indica que se han
encontrado en los lixiviados provenientes de los rellenos, altos niveles de metales pesados
como plomo, cadmio, arsénico y níquel. La exposición a estos metales puede provocar
enfermedades de la sangre y los huesos, así como daños en el hígado, reducción de las
capacidades mentales y daños neurológicos (NIEHS, 2002). También se han encontrado
Compuestos Orgánicos Volátiles1 (o VOCs por sus siglas en inglés) como benceno y
clorobencenos, tetracloroetileno, tricloroetileno, xileno, cloruro de vinilo y tolueno. La
exposición a estos compuestos ha sido asociada con enfermedades como cáncer, leucemia,
y daños neuronales y hepáticos (NIEHS, 2002).

La Conferencia de Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible de 1992 estableció la


Agenda XXI, que en su capítulo 21 recomienda que en materia de residuos sólidos se deba
minimizar su generación, reciclarlos y reutilizarlos al máximo, tratarlos y disponerlos
adecuadamente y aumentar la cobertura de recolección y otros elementos del servicio.

Esto implica que cada país debe generar políticas y programas nacionales que apoyen el
manejo adecuado e incentiven la reducción de la generación de residuos sólidos, el reciclaje
y estimulen la adopción de tecnologías limpias de producción industrial.
El manejo adecuado de residuos es el conjunto de operaciones que mejoran la efectividad
financiera y la adecuación social y ambiental del almacenamiento, barrido y limpieza de
áreas públicas, recolección, transferencia, transporte, tratamiento, disposición final u otra
operación necesaria además de contribuir para minimizar las cantidades de residuos
generados a nivel domiciliario, agrícola, comercial, industrial y de las instituciones
públicas. Básicamente el sistema de manejo de los residuos se compone de cuatro
subsistemas: Generación del residuo, trasporte, tratamiento y disposición y control y
supervisión

En Argentina, la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable (SAyDS), dependiente


del Ministerio de Salud y Ambiente de la Nación, ha diseñado en el año 2005 la Estrategia
Nacional de Residuos Sólidos Urbanos (ENGIRSU) con el objeto de brindar respuestas
adecuadas y concretas al manejo de los residuos, porque más allá de que cada municipio es
responsable directo de los residuos que genera, la temática merece un tratamiento a nivel
nación, por la necesidad de asegurar la salud pública y la preservación del medio ambiente.

Para llevar adelante dicha estrategia el gobierno nacional solicitó apoyo técnico y
financiero al Banco Mundial. Dicho organismo aprueba en febrero de 2006 el Convenio de
Préstamo BIRF-7362-AR, correspondiente al Proyecto Nacional para la Gestión Integral de
Residuos Sólidos Urbanos (PNGIRSU). El monto del préstamo asciende a los U$S
40.000.000. De acuerdo a lo publicado por la SAyDS el proyecto brinda asistencia técnica
y económica a modo de incentivo para que las provincias y sus municipios puedan elaborar
sus propios planes y sistemas de gestión integral en el marco de los objetivos de la
Estrategia Nacional. En este marco se prevé la financiación de infraestructura para la
disposición final y sus sistemas asociados, a través de la construcción de rellenos sanitarios,
plantas de tratamiento, estaciones de transferencia y el cierre de basurales a cielo abierto,
según el caso. Otro componente es la elaboración de planes sociales para la inclusión de
recuperadores informales de residuos en las distintas jurisdicciones.

Entre las jurisdicciones comprendidas en el proyecto se encuentran: Municipio de General


Pueyrredón, Municipio de Rosario, Municipio de Córdoba Capital, Provincia de Chubut,
Provincia de San Juan, Provincia de Mendoza, Provincia de Jujuy, Provincia de Chaco,
Provincia de Santa Cruz, Provincia de Córdoba, Provincia de Santa Fe, Provincia de Salta

El programa mundial: Basura cero

BASURA CERO es una solución integral al problema de los residuos ya que combina
medidas “río arriba” que apuntan a reducir la toxicidad y la cantidad de basura que
generamos y procuran que todo los materiales que se desechen sean susceptibles de
reaprovecharse de forma segura, con medidas “río abajo” que posibilitan la reutilización, el
reciclado y compostado de todo cuanto se deseche. BASURA CERO incluye el reciclaje
pero va mucho más allá. Su objetivo es reducir progresivamente el enterramiento y la
incineración de basura hasta llegar a cero, fijando metas intermedias y claras para llegar a
ese fin. Esto contempla el reciclaje, pero solo como parte de una serie de medidas que
comienzan por reducir el consumo y la generación de basura, modificar el diseño de los
artículos de uso y reaprovechar los materiales que se desechen
Considerando que los materiales orgánicos representan alrededor de un 50% de los residuos
y que los mismos pueden recuperarse con tecnologías accesibles como el compostaje o la
biodigestión, y que los reciclables son un 20-30%, resulta que más del 70% de los residuos
que producimos podrían aprovecharse.

En muchas ciudades e incluso países del mundo se han adoptado planes de basura cero: San
Francisco (EEUU), Canberra (Australia), Kamikatsu (Japan), Halifax (Canada), Nueva
Zelanda, son algunos ejemplos. En Argentina, la ciudad de Buenos Aires sancionó en
noviembre de 2005 la ley 1854, conocida como Ley Basura Cero mediante la cual se
establecieron metas de reducción de la basura llevada a disposición final, que apuntan a que
la ciudad deje de enterrar residuos reciclables o aprovechables para el año 2020. En
Rosario, en noviembre de 2008 se aprobó la ordenanza 8335 que adopta el objetivo de
Basura Cero.

Nuestro Rol como consumidores

Como consumidores tenemos un rol importante en la generación de los residuos.


Mensualmente compramos y tiramos kilos de residuos que se disponen en rellenos o
basurales generando graves problemas sanitarios y ambientales. Hay algunas pautas que los
consumidores podemos tener en cuenta para la reducción de la cantidad de residuos que
generamos, así como su composición tóxica.

La regla de las 4 R: Reducir, Reutilizar, Reemplazar, Reciclar:

Reducir es prevenir en origen, por un lado la formación de residuos, por otro lado la
toxicidad de los residuos. Es necesario modificar tanto los procesos de producción como
nuestros hábitos de consumo, adquiriendo sólo productos necesarios planeando las
compras.

¿Qué puedo hacer?

Evitar el sobreenvasado, reducir los productos de “usar y tirar” (como el papel aluminio, las
bandejas de plástico, los envases tetrabrick); reducir la utilización de bolsas de plástico en
las compras; adquirir productos que utilicen materiales reutilizables y/o reciclados; reducir
el uso de PVC (envases, embalajes, objetos de construcción), evitar el consumo
innecesario.

Reutilizar significa volver a usar un producto y tener en cuenta este aspecto cuando
adquirimos el producto. Muchos productos pueden ser reutilizados con creatividad, dándole
una nueva utilidad al objeto que de otra manera tiraríamos. Así, se alarga la vida útil del
producto o envoltorio.

¿Qué puedo hacer? Utilizar envases de vidrio retornables; al usar el papel para escribir o
imprimir, aprovechar las dos caras; utilizar filtros de café no descartables; buscar nuevos
usos o utilizar para el diseño de nuevos objetos.
Reemplazar requiere la compra de productos de vida útil prolongada, biodegradable, no
tóxico y de menor impacto ambiental.

¿Qué puedo hacer? Elegir otras alternativas a juguetes que funcionan con pilas o que están
hechos de plástico; utilizar pañuelos de tela en vez de pañuelos de papel; elegir cuadernos
con tapas de cartón en vez de plástico; comprar envases de vidrio en vez de plástico o latas

Reciclar, el reciclaje permite reintroducir los distintos materiales en los ciclos de la


producción, ahorrando materias primas y disminuyendo el flujo de residuos que van a parar
a los tratamientos de disposición final. Sin embargo, que un producto sea reciclable, como
se indica en muchos de ellos, no implica necesariamente que vaya a ser reciclado. Los
materiales que se reciclan más fácilmente en la actualidad son la materia orgánica, el vidrio
y el papel.

¿Qué puedo hacer? Para residuos de carácter orgánico se pueden ser “compostados” para
ser usados como abono de uso domiciliario o rural; los cartones, el plástico, el papel, los
vidrios, los metales, pueden ser de utilidad para algunas empresas o cooperativas que los
reciclan.

¿Sabías qué?

 Una tonelada de papel reciclado: equivale a no talar 20 árboles, no usar 1.500 litros
de gasoil, ahorrar 4.000 kw y 25 mil litros de agua?
 Y una tonelada de pet recuperado (que son 40 mil botellas) equivale a un ahorro de
3,8 barriles de petróleo?
 Más de 200 millones de personas están en riesgo por la exposición a residuos
tóxicos.
 En Estados Unidos, la basura genera el 70 por ciento de la contaminación por
metales pesados.
 De acuerdo con la ONU, el 70 por ciento de los desechos tecnológicos terminan en
China.

Clasificacion de residuos:

Según su composición

 Residuo orgánico: todo desecho de origen biológico (desecho orgánico), que


alguna vez estuvo vivo o fue parte de un ser vivo, por ejemplo: hojas, ramas,
cáscaras y residuos de la fabricación de alimentos en el hogar, etc.

 Residuo inorgánico: todo desecho sin origen biológico, de índole industrial o de


algún otro proceso artificial, por ejemplo: plásticos, telas sintéticas, etc.

 Mezcla de residuos: En el sentido más amplio del término, se refiere a todos los
desechos de residuos mezclados que es el resultado de una combinación de
materiales orgánicos e inorgánicos. En la mayoría de los países se producen
residuos mezclados, a partir de restos de comida, envases y cajas diversas. Un
problema es el de los residuos compuestos de materiales orgánicos que no pueden
descomponerse por completo, y material inorgánico relacionado con el nitrógeno y
por tanto que también forma gases tóxicos. Por ello es importante deshacerse de los
residuos generados en el día a día. Debido a los peligros de los residuos mezclados,
algunas personas separan los residuos orgánicos de los inorgánicos, y los orgánicos
los usan para crear compost.

 Residuos peligrosos (véase Gestión de Residuos Peligrosos): se refiere a todo


desecho, ya sea de origen biológico o no, que constituye un peligro potencial
(código CRETIB) y que por lo cual debe ser tratado de forma especial, por ejemplo,
material médico infeccioso, residuo radiactivo, ácidos y sustancias químicas
corrosivas, etc.

 Residuo inerte: aquel residuo no peligroso que no experimenta transformaciones


físicas, químicas o biológicas significativas, no es soluble ni combustible, ni
reacciona física ni químicamente ni de ninguna otra manera, no es biodegradable,
no afecta negativamente a otras materias con las cuales entra en contacto de forma
que pueda dar lugar a contaminación del medio ambiente o perjudicar a la salud
humana. La lixiviabilidad total, el contenido de contaminantes del residuo y la
ecotoxicidad del lixiviado deberán ser insignificantes, y en particular no deberán
suponer un riesgo para la calidad de las aguas superficiales o subterráneas.

Según su origen

 Residuos domésticos: residuos generados en los hogares como consecuencia de las


actividades domésticas. Se consideran también residuos domésticos los similares a
los anteriores generados en servicios e industrias.

Se incluyen también en esta categoría los residuos que se generan en los hogares de
aparatos eléctricos y electrónicos, ropa, pilas, acumuladores, muebles y enseres, así como
los residuos y escombros procedentes de obras menores de construcción y reparación
domiciliaria.

Tendrán la consideración de residuos domésticos los residuos procedentes de limpieza de


vías públicas, zonas verdes, áreas recreativas y playas, los animales domésticos muertos y
los vehículos abandonados.

 Residuos comerciales»: residuos generados por la actividad propia del comercio, al


por mayor y al por menor, de los servicios de restauración y bares, de las oficinas y
de los mercados, así como del resto del sector servicios.

 Residuo industrial: residuos resultantes de los procesos de fabricación,


transformación, utilización, consumo, limpieza o mantenimiento generados por la
actividad industrial-
 Residuo hospitalario: desechos que son catalogados por lo general como residuos
peligrosos y pueden ser orgánicos e inorgánicos.

 Basura espacial: Objetos y fragmentos artificiales de origen humano que ya no


tienen ninguna utilidad y se encuentran en órbita terrestre.

 Residuo de construcción y demolición: Cualquier sustancia u objeto que se genere


en una obra de construcción o demolición.
 Basura tecnológica: La basura tecnológica o chatarra electrónica es cada vez más
abundante, tanto en el primer mundo como en el tercer mundo.3
 Es la que se produce al final de la vida útil de todo tipo de aparatos
electrodomésticos, pero especialmente de la electrónica de consumo (televisores,
ordenadores, teléfonos móviles), que son potencialmente muy peligrosos para el
medio ambiente y para sus manipuladores si no se reciclan apropiadamente.

Riesgos para la salud

“Los riesgos ante la falta de recolección de residuos son dos. Por un lado, la materia
orgánica, con el paso de los días, empieza a generar una corriente líquida que se llama
lixiviado, integrada por restos de frutas, el jugo de la carne y otras sustancias líquidas
orgánicas que se van desintegrando. En esa especie de jugo, que usualmente vemos en el
fondo de las bolsas, proliferan colonias de agentes patógenos que ponen en riesgo la
salud. El peligro del lixiviado es que cuando entra en contacto con el cuerpo puede generar
diarrea y diferentes enfermedades asociadas con la basura. En caso de que ese mismo
líquido entre en contacto con las napas, contamina el agua que después bebemos

El problema va más allá de los olores desagradables. Males respiratorios, daños en la piel,
irritación en los ojos, alergias y presencia de microorganismos que podrían transmitir
enfermedades, figuran entre las posibles secuelas de no administrar adecuadamente estos
residuos.

La basura es un medio ideal para la atracción y reproducción de microorganismos que


pueden transmitir enfermedades. Aparte de moscas o cucarachas, que es lo que podemos
ver, también hay bacterias que no vemos y que pueden provocar desde alergias hasta
infecciones respiratorias o gastrointestinales”

La basura orgánica (residuos de alimentos) se asocia con males digestivos y también con
alergias”, manifestó Esquivel.

“Hay basura más peligrosa, como los desechos de hospitales, o los industriales. Estos deben
tener toda una política de manipulación porque las afectaciones para la salud son aún
mayores. Por eso es que se manejan en bolsas especiales

Infecciones Infecciones respiratorias.Enfermedades: OtitisDengue clásico y dengue


hemorrágico.intestinales. Neumonías yConjuntivitis clásico hemorrágico.aguda.
CóleraGripe.bronconeumonías.
La acumulación de la basura provoca focos de infección, proliferación de plagas y
enfermedades gastrointestinales, respiratorias y micóticas (generadas por hongos),
proliferación de mosquitos que trasmiten el dengue clásico y dengue hemorrágico etc. La
acumulación de la basura en la casa, la escuela, terrenos baldíos, las calles, drenajes y en
los vertederos dan como resultado sitios insalubres debido a que los desechos se encuentran
mezclados, orgánicos e inorgánicos, y en su descomposición proliferan hongos, bacterias y
muchos otros microorganismos causantes de enfermedades o infecciones que si no son
atendidas pueden causar hasta la muerte.

La acumulación de desechos sólidos al aire libre es el ambiente propicio para que ratas,
moscas y mosquitos, hongos y bacterias se desarrollen en grandes cantidades y en periodos
de tiempo cortos; como consecuencia se generan focos de infección, comunes en terrenos
baldíos y calles poco transitadas.

Entre las principales enfermedades producidas por la acumulación de basura se encuentran


las gastrointestinales como infecciones del estómago e intestinos, así como la amibiasis,
cólera, diarrea y tifoidea, entre otras. El aire transporta millones de microorganismos de la
basura que al ser inhalados provocan infecciones de las vías respiratorias como laringitis y
faringitis.

Las enfermedades micóticas son frecuentes en las personas que se encuentran en sitios
donde existe acumulación de basura, esto propicia el desarrollo de hongos y bacterias que
al estar en contacto con la piel provocan irritaciones e infecciones. La basura favorece la
proliferación de roedores, pulgas, moscas, etcétera, son un factor importante en la
trasmisión de bacterias y virus que causan enfermedades en el ser humano como la peste
bubónica, la rabia u otros producidos por hongos como la tiña.

La contaminación por basura es aquella que implica daños al suelo, aire y agua por la
acumulación de residuos no deseados. Se considera que la basura está conformada por
desechos depositados de forma incorrecta y concentra tanto residuos sólidos, como
líquidos.

La generación de basura es una consecuencia inevitable de las actividades humanas, pero


desafortunadamente toda basura provoca impactos negativos medioambientales, y en
general, puede contaminar cualquier entorno de cualquier ámbito: hogares, oficinas,
fábricas… En la actualidad, los seres humanos están plagados de residuos peligrosos.

La cantidad y el tipo de basura depende de cada región o país, pero el consumismo y el


número de habitantes están relacionados con la cantidad de basura que se genera, por lo que
la contaminación se convierte en un problema mayor

La composición de los desechos generados por el hombre impide q estos sean reciclados
por la naturaleza. En las ultimas décadas los procesos industriales dieron lugar a una
infinidad de materiales sintéticos, que al no degradarse de forma natural, se acumulan en el
ambiente. El aumento de la población, el avance de la urbanización y la expansión del
consumo bajo la modalidad “usar y tirar” un mayor crecimiento de los residuos. Esta
acumulación de materiales no degradables y su mal manejo ya sea acumulándolos en
rellenos sanitarios, basurales o incinerándolos, produce graves efectos sobre el entorno
traducidos en contaminación y degradación de los ambientes y enfermedades para la
población.

de los principales problemas ambientales más graves generado por la humanidad desde
mucho tiempo, generando un gran impacto de contaminación sobre los recursos naturales,
los ecosistemas, la salud y la calidad del ambiente Por todo lo anterior, existen muchas
alternativas y acciones que se deben hacer ahora mismo para eliminar o reducir los residuos
sólidos y estas se resumen en: promover y fomentar la educación ambiental generadora del
conocimiento sobre la problemática actual, la cultura del reciclaje para reintegrar los
residuos al ciclo productivo, el saneamiento ambiental, hábitos ecológicos en protección del
medio ambiente, la gestión integral de los residuos, respetar y cumplir el marco legal,
prevenir la contaminación, aplicar las tres R del reciclaje, valorización energética y vertido
controlado. De igual manera, existen otras técnicas o estrategias como son los vertederos,
incineración, compostaje y digestión anaerobia, tratamiento mecánico biológico, pirólisis y
gasificación.

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