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Glosas acto 11 de septiembre

Introducción:
¿Qué creen ustedes que es ser Maestro? ¿Qué significa ser docente en una
sociedad que bombardea constantemente con estímulos de todo tipo a aquellos que están
descubriendo de que se trata la vida? ¿Es solo una profesión que elegimos al azar sin pensar
en el impacto que podrá tener en la vida de muchas personas? Pensemos en una persona
que logra recorrer largos caminos en el descubrimiento del saber, para poder motivar,
generar y encender una chispa en aquellas mentes que lo esperan día tras día con ansias por
descubrir un universo nuevo en el saber.
Recordemos la figura de Sarmiento como una figura que se proyecta hoy en cada aula a lo
largo de nuestro país, y de esta manera reconstruyamos el significado de la palabra
educación, no como un simple concepto si no como una proyección de vida, como una idea
que debemos de poner en práctica no solo en el aula si no en cada espacio que ocupamos, y
de esta forma mostrar con el ejemplo que podemos llegar a ser mejores para aquellos a los
cuales le estamos dejando un país, un legado y un mundo del que ellos serán responsables
en el futuro.
Que Sarmiento hoy y siempre sea aquella idea que nos permita pensar en que la educación
debe ser revalorizada y continuar en constante crecimiento. Parte de esa revalorización está
en mirar a nuestros docentes con otros ojos, para recordar el porqué de esta noble profesión.

Entrada de la Bandera de Ceremonias:


Ella es símbolo constante de nuestra identidad de argentinos y en sus colores se
resguarda la historia de nuestra nacionalidad, la trayectoria de nuestros antecesores, el
honor y la gloria que fuera el basamento de la virtud de nuestro pueblo y el espíritu de
justicia del sentir republicano.
Elevemos nuestros corazones para saludar a nuestras banderas de ceremonias.
Bandera Nacional portada por los alumnos:
Abanderado/a:___________________________________________________________
1° Escolta:_______________________________________________________________
2° Escolta:_______________________________________________________________
Bandera provincial portada por los alumnos:
Abanderado/a:___________________________________________________________
1° Escolta:_______________________________________________________________
2° Escolta:_______________________________________________________________
Bandera de la educación portada por los alumnos:
Abanderado/a:___________________________________________________________
1° Escolta:_______________________________________________________________
2° Escolta:_______________________________________________________________

Oración:
Como en todos los actos vamos a pedir la compañía y dirección de Dios en este
medio. Para esto pediremos a _________________________________________ que nos
eleve en oración.

Himno Nacional argentino:


Sus estrofas nos hablan del pueblo argentino, un pueblo que, según las palabras de
Domingo Faustino Sarmiento, debe ser educado, porque de eso depende que las personas
seamos libres. Entonemos con orgullo las estrofas de nuestro Himno Nacional,
seguidamente la canción provincial Misionerita, recordando que un pueblo es libre cuando
defiende la Educación.

Palabras alusivas:
Ser maestro es un acto de fe, fe en la posibilidad de cambiar el mundo educando, fe
en el individuo, fe en la supremacía de la riqueza intelectual. Ser maestro es un acto de
amor, porque la entrega de uno mismo está implícita en la tarea, porque se da a manos
llenas sin esperar retribución. A continuación, escucharemos a la
Sra____________________________________ madre de un alumno de 7mo grado que nos
trae las palabras alusivas a la fecha.
“Hoy, que festejamos el día del maestro, les propongo a los grandes (familias y maestros)
hacer el ejercicio de recordar qué aprendíamos nosotros, los adultos, cuando éramos chicos
e íbamos a la escuela. Es decir, recordar a nuestros maestros… A los “maestros de la vida”,
a los que nos formaron, a los que nos hicieron más humanos, a los que con sus palabras y
actos nos enseñaron a ser mejores personas…
Quizás los recuerdos que se nos vengan a la cabeza no tengan que ver con docentes
“perfectos”, de esos que están siempre contentos y arman clases interesantes y divertidas.
Algunos tuvimos la suerte de tener una o dos maestras de esas que no se olvidan; otros, en
cambio, quizás tengan que hacer un esfuerzo mayor por recordar… Pero seguramente todos
tenemos, en la niñez o en la adolescencia, fija en nuestra memoria, alguna anécdota que nos
hizo mejores, o más alegres, o más felices. Y en esa anécdota, en ese recuerdo, el
protagonista era un maestro, uno de estos “Maestros con Mayúscula” de los que quiero
hablar hoy. ¿Por qué recordamos esos momentos como memorables? Creo que por dos
razones: porque aprendimos cosas importantes y porque nos enseñaron de una manera
distinta.
Traigamos algunos de esos recuerdos: el reto de la maestra después de la pelea con un
compañero, la charla de alivio ante una humillación, un chiste, una sonrisa, una pregunta,
un pedido de disculpas… En la escuela, además de números y letras, aprendimos todas estas
cosas, y hasta tuvimos la suerte de aprenderlas jugando o experimentando.
En esos momentos aprendimos cosas fundantes que hoy debemos seguir enseñando a
nuestros hijos: que la violencia nunca sirve para resolver nada (porque crea más
problemas), que es importante tomarse un tiempo para pensar, que está bien decir lo que
sentimos y creemos, que todos somos distintos y eso es bueno, y que ningún ser humano es
más importante que otro, que la solidaridad es imprescindible…
Hay un proverbio africano que dice: “Para educar a un niño hace falta todo un pueblo”.
Por eso estas palabras están dirigidas a todos los adultos aquí presentes, seamos padres,
madres o maestros: porque todos somos “maestros de la vida”. Todos somos responsables
de la educación de los chicos y de la sociedad que estamos construyendo. Sigamos educando,
juntos, a nuestros hijos. Juntos, cada uno desde su lugar, desde su espacio, padres y
maestros. Ese es el desafío. No perdamos la oportunidad de enseñar con el ejemplo, de
marcar los límites con claridad y con ternura, de decirles a los chicos qué está bien y qué
está mal, de ser coherentes y sostener con los actos lo que pensamos y decimos; de luchar
por lo que sabemos justo; de mostrarles que, aunque a veces parezca más difícil, siempre es
mejor cuando los proyectos son colectivos.
Y, ahora sí, unas palabras especialmente dedicadas a ustedes, quienes eligieron trabajar en
educación:
Gracias, maestros, por hacer de la escuela el lugar colectivo más confiable y el que brinda
el amparo más profundo. Gracias por trabajar con orgullo en la educación pública. Gracias
por creer que la escuela es aquella que garantiza la igualdad de oportunidades, el lugar
donde se cumple el derecho que todos los niños tienen de aprender. Gracias por el
compromiso, que hace de los alumnos sujetos responsables y críticos. Gracias por los
números y las letras, que hacen que nuestros hijos se conviertan en seres libres… Gracias
por alimentar en nuestros hijos la alegría del compartir, la esperanza de un mañana mejor
y la magia de hacer los sueños realidad…”

Despedida de las banderas:


Comprometiéndonos a cumplir con honor y responsabilidad los deberes que nuestra
tradición de nación soberana nos impone y seguros de que si los docentes actuales
seguimos los pasos de Sarmiento, la Educación está asegurada y la Patria será defendida.
Despedimos nuestra bandera de ceremonias puestos de pie y con un caluroso aplauso.
Himno a Sarmiento:
Invitamos a entonar con el orgullo de ser docentes, estudiante y padres el himno al
primer educador argentino: Domingo Faustino Sarmiento.

Números artísticos:
A continuación, los alumnos de 2er grado nos traen una poesía titulada “A mi
Señorita”
“A mi Señorita”
Qué bonita mi escuelita,
qué bonito su color.
Qué linda mi señorita
cómo me gusta su olor.
***
Me alegro si me revisa
el tema que dejó ayer,
si me acaricia el cabello
por cumplir con mi deber.
***
Mi corazón se estremece
cuando ella me felicita.
Si me nombra con orgullo
o me da una palmadita.
***
Si ella se sienta a mi lado
me siento muy importante,
cuando conduce mis manos
poniéndome por delante.
***
Mi señorita es muy bella,
entre todas la más buena.
Si sólo faltara un día
me moriría de pena.
***
Quisiera que no termine
este año tan bonito,
y mi linda señorita
este siempre conmigo.

Despedida:
De esta manera damos por finalizado este sencillo acto, muchas gracias a toda la
comunidad por acompañarnos.

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