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El globo
se compone de un cuerpo donde se escribe el texto y de un
rabillo que se- ñala al personaje al que corresponde dicho texto. El
tamaño y la forma del globo, así como el estilo de rotulación de los
textos,
La rotulación ∎ de los textos, permite reforzar la expresión de los
mismos.
Letra de gran tamaño: − aumenta la sensación de intensidad
sonora. Letra de tamaño pequeño: − lo contrario, minimiza el
volumen sonoro. Letra ondulada: − da a entender que el texto está
cantado. La sensación es más efectiva si en el
globo se incluyen algunas notas musicales. Letra caligrafiada: −
Las caligrafías especiales nos hablan de la forma de ser del
personaje. Una letra gótica, por ejemplo, insinúa un carácter
conservador, una letra torpe, un espíritu infantil una letra en
cursiva, una elegancia personal... Todo depende del contexto. Las
combinaciones son múltiples.
La onomatopeya ∎ (texto incluido en la viñeta sin el corsé de un
globo o una cartela) es la re- presentación verbal y también visual
de un ruido. La onomatopeya es texto porque traduce con la
palabra un sonido, pero en la historieta es también imagen porque
la forma, el tamaño y el color contribuyen a completar las
características del sonido recreado. La onomatopeya «rin», por
ejemplo, se enriquecerá notablemente si se dibuja con un contorno
quebrado, a gran tamaño y en amarillo. La integración de
información verbal y visual hacen de la onomatopeya uno de los
símbolos más característicos del cómic. Otras onomatopeyas son:
sniff (olfatear, llorar), splash (sal- picar), slam (cerrar de golpe), glup
(tragar), smack (besar)...
otros recursos ▶
El lenguaje del cómic dispone de recursos simbólicos, y plásticos
como las líneas cinéticas, los signos de apoyo a la expresión y
metáforas visuales.
Las líneas cinéticas ∎ , son signos convencio- nales del lenguaje
del cómic que sirven para sugerir el movimiento de los personajes
u ob- jetos mediante peque- ños trazos que quieren ser la huella de
lo que pasa, de lo que no está quieto.
Los signos de apoyo ∎ , como gotas de sudor, rayos o líneas tem-
blorosas, enriquecen considerablemente la expresión de los per-
sonajes. Unos sencillos rasgos sirven para in- formar de
sensaciones como el agobio, el en- fado, el miedo, el rubor, el
mareo, el mal olor, la atención de la mirada o la incertidumbre.
9
∎ La metáfora visual es un recurso de carácter simbólico. Los
contenidos a los que se refieren las metáforas suelen ser las frases
hechas del lenguaje coloquial: dormir como un tronco, ver las
estrellas, el dinero se va volando, tener una idea luminosa, el amor
que rompe el corazón.
1.3.
Realización gRáfica ∎ Operación de montaje.
La selección continua de viñetas se denomina
montaje. El montaje consiste en la selección de los espacios y
tiem- pos significativos en cada viñeta para construir el relato con
un ritmo adecuado. La operación de montaje comienza desde la
misma fase de elaboración del guión y termina con la realización
gráfica.
∎ Guión. En el guión hay que considerar la estructura narrativa que
conforma la historieta. La uni-
dad básica en esta estructura es la viñeta.
No hay un modelo único de guión. Algunos autores, especialmente
aquellos que son a la vez guionistas y dibujantes, prefieren la forma
del story board. En lugar de escribir un texto descrip-
tivo previo, prefieren abocetar cada una de las viñetas. En otros
casos, se realiza un guión literario en el que se describen de forma
separada los aspectos concernientes a la imagen y a los textos.
Esta descripción se efectúa para cada una de las viñetas.
Una forma usual de separar la descripción de los dibujos de la que
corresponde a los textos es por medio de dos columnas separadas.
En primer lugar, en la columna de la izquierda, se consig- na para
cada viñeta el tipo de plano y la angulación. A continuación, se
describe el aspecto del escenario. Más adelante, se detallan las
características básicas de los personajes. Por último, se describe la
acción que se desarrolla en la viñeta.
En la columna de la derecha, se redactan los textos explicativos de
las cartelas, inmediatamente, se incluyen los diálogos o
pensamientos que se encerrarán en los globos. Para terminar, se
inclu- yen las onomatopeyas que se insertarán en el dibujo.
Documentación. ∎ Para visualizar con rigor una historieta es
preciso un trabajo previo de docu- mentación. Con frecuencia,
habrá que realizar una labor específica de investigación donde se
tendrán en cuenta aspectos tan variados como la arquitectura, la
decoración de interiores, el vestuario o los medios de transporte.
Elección ∎ estilo de dibujo. Ello implica una primera elección, la del
estilo de dibujo. Desde la cari- catura más sencilla al hiperrealismo
pictórico, entre la línea clara y la línea sucia, desde las formas
tradicionales a la experimentación vanguardista, hay un amplio
abanico de posibilidades.
∎
Creación de personajes.
Implica la realización de unos bocetos previos. En
estos bocetos se van definiendo los rasgos de los personajes
principales.
∎ La realización gráfica propiamente dicha comienza con la
distribución de las viñetas. Es preciso desde el principio tener en
cuenta la relación que se establece entre los cuadros en el
conjunto de la página.
Con el patrón de la plancha ya diseñado, se lleva a cabo el dibujo a
lápiz. El espacio de los globos se reserva de momento con una
línea provisional. Las onomatopeyas, al formar parte indivisible del
dibujo, se dejan ya terminadas. Cuando la plancha está ya
dibujada, se escriben los textos de los globos. Recuérdese que el
espacio antes reservado era provisional. Resulta más sencillo
escri- bir primero las frases completas y después delinear el globo
a la medida exacta. Por otra parte, cuando se prevé una
distribución internacional, los textos no se rotulan directamente
sobre el papel sino en un acetato superpuesto. Así se facilita la
traducción a diversos idiomas.
Tras las últimas correcciones a lápiz se procede al entintado y, en
su caso, al coloreado de la plan- cha. Hay una gran diversidad de
técnicas: rotuladores, estilógrafos de distintos grosores de trazo,
pincel, tramas autoadhesivas, ceras, anilinas, acuarelas, gouaches,
emulsiones acrílicas y actual- mente los medios informáticos.
2 EVOLUCIÓN DEL GÉNERO 2.1.
el oRigen De los cómics La historia de los cómics se inicia con una
relación de antecedentes culturales lejanísimos como las pinturas
rupestres, jeroglíficos egipcios, cerámica griega, Columna Trajana
de Roma, Biblia Pauperum de la Edad Media, tapices de Bayeux,
Imágenes populares francesas del siglo XVIII, aucas valencia- nas,
etc. Para Román Gubern eso esconde una mala conciencia cultural
que trata de ennoblecer el origen histórico de los cómics, cuando
su verdadero origen está relacionado con los mass media de la
sociedad actual.
2.2.
momento De foRmación (1895-1928) Los cómics comienzan a
adoptar sus más características convenciones y forma actual hacia
1895, al mismo tiempo que el cine y poco antes y poco después
que la televisión y la radio respectivamente. Los cómics adquieren
en el momento de su nacimiento una entidad y autonomía estética
peculiar gracias al vehículo periodístico que utilizan, lo que les
diferencia de todos sus antecedentes.
Así pues, precedidos por una larga tradición de narrativa
iconográfica en Europa y por el desarrollo de la ilustración, la
caricatura y el chiste gráfico en el periodismo estadounidense de
finales del siglo XIX, los cómics surgieron en Estados Unidos como
consecuencia indirecta de la rivalidad de dos grandes rotativos de
Nueva York: el World (New York World), y el Morning Journal.
El nacimiento de los cómics norteamericanos se localiza en el New
York World pero la astucia y visión comercial de Hearst del Morning
Journal lo trasplanta a su negocio, arrebatándole los dibujos a su
rival. A Richard F. Outcauít creador de El Niño amarillo o Yellow kid,
se le atribuye tradicionalmente el título de padre fundador de los
cómics y, aunque discutible, lo cierto es que fue el primero en usar
un personaje protagonista que se repite a lo largo de una serie de
ejemplares de publicación periódica.
Los cómics primitivos eran de carácter jo- coso y se orientaron
fundamentalmente hacia los protago- nistas infantiles y sus
travesuras, como los revoltosos niños The katzenjammer Kids
(1897), ambientados en el África tropical. Las series protagoni-
zadas por animales se inician con Little Tiger (1897), el Tigrecito,
di- bujado por James G.
The Yellow Kid. Richard Felton Outcault.
Tira familiar:
Blondie. Dean Young y Stan Drake.
Consecuen- cia de la actitud estanda- rizadora de los
Syndicates fue la implantación de ciertos géneros, como la tira
familiar o family strip, entre las que destaca The
En España
, la revista Pulgarcito (1923) daría gran impulso al género,
destacando algunos dibujan- tes y humoristas como K-Hito
(Ricardo García López), de corte dadaísta. Surge también la revista
Gutiérrez (1927), la barcelonesa Pinocho (1931), Yumbo (1934),
Mickey (1935) y Aventurero (1935).
Después de la guerra, con una eventual politización de las artes
gráficas en general, emergió con fuerza la revista donostiarra
Chicos (1938), con los dibujantes Emilio Freixas y Jesús Blasco,
autor de Cuto. De Chicos surgiría en 1941 la femenina Mis Chicas.
En los años treinta comienza a tenerse en cuenta la situación en
Argentina, que llegaría a ser una gran potencia del cómic,
preparando el terreno con revistas como Pololo (1926), El Tony
(1928) y, especialmente, Pif Paf (1937). Entre los dibujantes
autóctonos destacarían Dante Quinterno, Lino Palacio y el
uruguayo Alberto Breccia.
2.4.
la gRan cRisis (1939-1948) Como consecuencia del estallido de la
II Guerra Mundial se abre un período de crisis en la evolución y
expansión de los cómics.
Además de los factores industriales, como la falta de papel, existen
imperativos políticos que trans- forman el medio en arma
propagandística. La vinculación entre los dibujantes de cómics y los
inte- reses de la propaganda militar fue en ocasiones muy estrecha,
llegando a enrolar en el ejército a los personajes.
Durante este tiempo un dibujante de la categoría de AIex Raymond
prestó sus servicios para la publicidad del cuerpo de Marines y
ningún héroe, incluido el futurista Flash Gordon, se Iibró del tinte de
libertador. Incluso surgen héroes al socaire de la contienda, como
es el caso del Captain América (1941), escrito por Joe Simón y
dibujado por Jack Kirby.
Dentro del terreno humorístico, la sátira cuartelera es
protagonizada por el torpe soldado The Sad Sack (1944) deI
sargento George Baker, que hizo las delicias de las tropas,
preludiando la tira del sol- dado Beettle Bailey que Mort Waiker
creara en 1950.
Excepcional fue la creación de Male CalI (La llamada del macho),
de Milton Caniff, como encargo del ejército, con la atractiva Miss
Lace, que durará sólo hasta el fin de la guerra, en 1946.
Al margen de estas historietas bélicas, merecen mención la
creación en 1939 de Sheena (Pantera rubia), réplica femenina de
Tarzán, por W. Morgan Thomas, y Spirit, en 1940, original detective
en- mascarado, que mezcla el realismo con la caricatura, obra de
WiIl Eisner.
2.5.
la postgueRRa El fin de las hostilidades abre un período de
desconcierto motivado por la incertidumbre de los creadores ante la
evolución del gusto colectivo y la difícil adecuación de los
personajes a las nuevas exigencias. La situación se agravaba por
el creciente poder industrial de los Syndicates, dictadores de las
modas y con derecho a modificar las tiras o reemplazar a los
dibujantes según su conveniencia. Ante esta situación de deterioro,
en enero de 1946 se constituyó la National Cartoonist Society
(NCS), asociación de dibujantes de cómics con finalidad
autoprotectora, y cuyo primer presidente fue Rube Goldberg.
∎
Estados Unidos:
Era evidente que la época de esplendor había pasado.
Los grandes dibujantes de cómics épicos se decidieron a ensayar
otros arquetipos o a explorar nuevos escenarios geo- gráficos,
como Alex Raymond con el detective Rip kirby, de 1946, que
aportaba el primer héroe intelectual, que luego sería tomado como
ejemplo para James Bond.
Milton Caniff creó a Steve Canyon en 1947, un ex piloto de guerra
que dirige la empresa aérea Ho- rízons Unlimited. El cómic
derivaría hacia posiciones netamente racistas y de agresividad
política, exasperadas durante la II Guerra Mundial, de las que no
escaparían las aventuras de Caniff. Su gran mérito residió en la
magistral utilización del pincel con nuevas modulaciones gráficas
(violentas siluetas a contraluz, contraste de masas negras y
blancas, grises matizados, etc.), acordes con la estética fotográfica
y cinematográfica, de la que Canitf adoptó el punto de vista de la
cámara, con atrevidas angulaciones y escorzos. De este modo, con
este creador se produjo la definitiva con- vergencia entre el
lenguaje de los cómics y el del cine, ya sugerida desde los inicios.
Mientras tanto, en Europa, profundamente destrozada y asediada
por necesidades inmediatas, fue muy laborioso el despegue
postbélico.
∎ En Francia, la aparición del semanario Coq Hardí (1946), y de
Vaillant después, supuso el punto
de partida de la recuperación.
∎ En Bélgica , donde continuó publicándose el semanario Tintín, la
revista Spirou incorporó nuevos dibujantes que revitalizarían la
publicación. Asimismo, apareció Aix l’intrépide, un personaje galo
servidor de César minuciosamente documentado por Jacques
Martin, y el solitario cowboy Lucky Luke (1946), creado por Morris,
que utilizaría más tarde guiones del francés René Goscinny.
∎
En Italia,
aunque había desaparecido II Corriere dei Piccolí en 1944, la
afición continuó con publi- caciones como Topolino, reanudada en
1945.
∎
En España,
junto a las revistas Chicos, Mis Chicas, Chiquitito y Gran
Chicos, apareció en 1944 Le- yendas Infantiles, que reanudaría el
ciclo de los héroes aventureros, mientras línea satírica con La
familia Ulises, de Marino Benejam, aunque sería superada por el
innovador Pulgarcito, que daba testimonio de las penalidades de la
vida cotidiana con personajes como las Hermanas Gilda de Manuel
Vázquez o Carpanta y Zipi y Zape de Escobar. Las series de
aventuras sirvieron para exaltar los valores históricos propagados
en los años cuarenta por el franquismo, como El guerrero del
antifaz, de 1944, obra de Manuel Gago.
2.6.
la DécaDa De los cincuenta Se inicia con un resurgimiento de las
campañas moralistas contra los cómics en un clima de acen- tuado
puritanismo que caracterizó a la guerra fría y la hegemonía del
senador McCarthy, publicán- dose entonces el libro The Seduction
of the lnnocent, de F. Wertham, que alcanzó gran influencia en
medios pedagógicos.
Ante las criticas, los Syndicates reforzaron la autocensura,
constituyendo, como medida protectora, el Newspaper Cómic
Council, para seleccionar la producción destinada a los periódicos
de corte más conservador. En 1955 la Cómics Association of
America crea el Cómics Code, un código de autocen- sura similar
al Código Hays de 1930 para el cine.
Por otro lado, la narrativa televisada reemplazó la función
novelesca asumida antes por el cine y los cómics de aventuras. Así
pues, el desarrollo de los cómics en las últimas décadas ha sido el
de las tiras cómicas, de lenguaje caricaturesco, con grafismo muy
lineal y esquemático, antifotográfico, y el de las series erotizadas y
extravagantes que cubren un área poco propicia al espectador
televisivo. Las tiras de aventuras épicas, nacidas en parte como
sucedáneo más barato que el cine, resultan más caras que la
televisión. Por otro lado, las aventuras exóticas de tintes racistas
tuvieron que ser elimi- nadas como consecuencia del clima
producido por la descolonización en el Tercer Mundo.
∎
Estados Unidos:
La segunda mitad de los años 50 descubrió una nueva
inquietud en la juventud norteamericana contra las rígidas normas
del maccarthysmo, simbolizada en los nuevos ídolos (Elvis Presley,
James Dean, Marilyn Monroe, Alíen Gingsberg, Jack Kerouac o
Bob Dylan) que abrie- ron los cauces para la repulsa y la voluntaria
marginación de la década siguiente, que culminaría en las
modalidades alternativas del cómic.
En el campo satírico hay que destacar a Pogo (1948) de Walt KeIIy,
ex colaborador de Walt Disney, que utilizó fábulas de animales para
comentar la realidad política y social del momento. Este nuevo
enfoque adulto también lo encontraríamos en Peanuts (Carlitos), de
1950, tira con la que Charles M. Schulz renovó la kid strip (tira
infantil) tradicional. A este nuevo ciclo infantil también pertenecería
Dennis the menace (Daniel el travieso), de 1951, por Hank
Ketcham, o la famosísima Bernard Mergendeiler (1956), el
antihéroe producto y víctima de la sociedad.
Un campo nuevo se abrió con la serie B.C. (1958) de Johnny Hart,
ambientada en la prehistoria y que permitió a su autor satirizar el
concepto de civilización y las raíces de la conducta humana. De ahí
surgiría posteriormente la serie The Flinstones (Los Picapiedra), de
1959.
La maduración de este género lo representa la revista Mad Cómics
(1953), especializada en temas de horror y humor delirante. En
1955 se transformó en Mad Magazine, más agresiva aún. En ella
nació la ingenua y exuberante Little Annie Fanny, inspirada en
Marilyn Monroe, que pasaría en 1962 a las páginas de Playboy,
dibujadas por todo un equipo dirigido por WiIl Elder, parodiando el
cómic de Little Orphan Annie.
En Europa, mientras tanto, se producían los mismos cambios
liberalizadores, abandonándose las historias de aventuras y dando
prioridad al humor.
∎ En Gran Bretaña , junto a las tradicionales girí strips, las tiras
satíricas adquirieron mayor incisivi- dad, apareciendo el indolente
Andy Capp (1958), de Reg Smythe y el agente secreto James
Bond (iniciada en 1950), del novelista lan Fleming, que fueron
transvasadas a tiras dibujadas en 1960 por John Mclusky.
∎ En Francia se supera la crisis con la aparición de nuevas revistas
como Pilote (1959) que ha su- puesto el gran caldo de cultivo del
cómic francés durante las últimas décadas. Pilote es un se-
manario franco-belga, de ahí que las relaciones entre los dibujantes
de los dos países sean muy estrechas. Dentro de las series cabe
destacar la del piloto Michel Tanguy (1959), con dibujos de Albert
Uderzo.
En cuanto a las tiras cómicas desta- can Les Schtroumpfs (Los
Pitufos), de 1957, creados por el belga Peyo (Pie- rre Culliford)
para la revista Spirou. En 1959, el guionista René Goscinny, que
colaboraba en la serie de Lucky Luke, ideó al galo Asterix; esta
serie, dibujada por Albert Uderzo, iba a convertirse en el cómic más
popular de los franceses.
∎ En España también se asistió a una renovación y diversificación
de los cómics. La tradición medieval de El guerrero del antifaz fue
proseguida por El capitán Trueno (1950), con di- bujos de Ambrós
(Miguel Ambrosio Zaragoza) y con guión de Víctor Mora, que
aunque seguía en las mismas coordenadas, al incluir
características de los héroes tipificados por la tradi- ción
estadounidense resultaba más popular, superando los niveles de El
guerrero del antifaz.
En el ámbito humorístico el mayor impulso le corresponde a la
editonal Bruguera con sus revistas de humor Pulgarcito, seguida de
Super Pulgar- cito (1949), DDT (1950) y Can Can (1958).
El gato Fritz. Robert Crumb.
2.7.
los años sesenta ∎ Estados Unidos: Hemos visto cómo Steve
Canyon, creado por Canif en 1947, sigue editándose, como
muchas otras series que hemos ido conociendo; sin embargo, su
éxito va decayendo, en gran parte a causa de la adopción de
posturas contrarias a los tiempos, que iban siendo más liberales y
contestatarios. La trayectoria permisiva estuvo íntimamente ligada
a la evolución de las costumbres y la sensibilidad colectiva de los
años sesenta. La contracultura juvenil, cultivada en los campus
universitarios, desempeñó una función social muy importante.
Asociados a este movimiento surgieron los Underground Comix, en
1968, nacidos con el cómic-book titulado Ah New Zap Comix, obra
de Robert Crumb, máximo exponente del nuevo movimiento con su
famo- so personaje Fritz the Cat (1965). Junto a éste, los Freak
Brothers, de Gilbert Shelton, trío pasota y drogata que se vinculaba
explícitamente a la vida hippie y al 110 wer power, alcanzaron gran
popularidad.
El florecimiento de las formas de expresión underground en la
década de los sesenta, con publica- ciones tan significativas como
The Village Voice o Evergreen, dieron lugar a un Syndicate
destinado a abastecer a estas publicaciones inconformistas, el
Universal Press Syndicate, que suministraba material a las
publicaciones de vanguardia.
Estas nuevas historias adquieren tintes libertinos e incluso sádicos,
fruto de la nueva permisividad moral de la sociedad. En este
terreno se sitúan los cómics terroríficos de la revista Creepy (1965),
así como las aventuras de la bella Phoebe Zeit-Geist, publicadas
en la revista de vanguardia Ever- green.
En Europa se produjo, asimismo, una evolución paralela.
∎ En Inglaterra continúan las series de las girí strips, con
protagonistas femeninas, pero más com- bativas, como la célebre
Modesty Blaise, creada en 1962, y que sería utilizada por Joseph
Losey para realizar una desenfadada parodia de los filmes de
agentes secretos en 1965.
∎ En Francia se editan revistas nuevas como Harakiri, Charhi (1969)
y Charhie Hebdo (1971). Entre las series es de destacar Fort
Navajo (1964), con dibujos de Gir (Jean Giraud) y guión de Jean-
Michel Charlier, culminación del cómic-western. Junto a ésta,
obtuvo gran popularidad la serie Les amours célébres, publicada
por France-Soir, con dibujos de L. Moles y texto de Paul Gordeaux.
El gran fenómeno del mayo del 68 francés, que se irradiará a toda
Europa va a suponer el des- cubrimiento cultural y la revalorización
del cómic por parte de las minorías intelectuales. Este fenómeno se
inicia con la creación, en 1962, del Club des Bandes Dessinées,
con Francis Lacassin como presidente y Alain Resnais como
vicepresidente, y que se transformaría, dos años después, en el
Centre d’Etude des Littératures d’Expression Graphique, al tiempo
que surgían nuevas enti- dades paralelas, como la Société
d’Etudes et de Recherches des Littéra tures Dessinées (SOCER-
LID, 1964).
También proliferaron las revistas dedicadas al estudio o
investigación histórica, social o estética de los cómics como Giff-
Wiff y Phénix.
En este nuevo marco hay que situar la aparición de las nuevas
heroínas para adultos, como Bar- barella, dibujada en 1962 por
Jean Claude Forest, y que Roger Vadim llevaría al cine en 1968.
De esta serie surgirían Les aventures de Jodelle (1966), con guión
de Pierre Bartier y dibujado por Guy Peellaert, que procedía del
campo publicitario. Lo más notable de esta creación gráfica, que
adaptaba las características del Pop Art, fue la audaz utilización de
una gama de colores planos inusuales y unas combinaciones
estridentes. El éxito que obtuvo preparó el camino de Pravda, la
survireuse (1968), personaje surgido en Hara-kiri. La protagonista
era líder de un grupo de moto- ristas feministas radicales.
Entre los cómics sofisticados hay que resaltar la monumental Saga
de Xam (1967), sobre texto de Jean Rollin y dibujada por un equipo
encabezado por Nicolas Devil. Este álbum sobre la odisea pacifista
de Saga, procedente del planeta Xam, señaló la cúspide de la
tendencia experimentalista.
∎
En Italia
Valentina. Guido Crepax.
, donde la afición hacia los fumetti continuaba muy viva, se
produjo también un despertar culto. Fruto y agente de este fenó-
meno fue la revista milanesa Linus (1965), creada por Giovanni
Gandi- ni.
En 1962, como índice de la nueva permisividad, surgió en Italia el
lla- mado cómic negro, heredero de la narrativa de misterio e intriga
(Dia- bolik, Kriminal, Satanik), con fuertes componentes sádico-
eróticos y numerosas heroínas fantástico- eróticas.
En las páginas de Linus se daría a conocer el milanés Guido Cre-
pax, autor, en 1965, de la historia fantacientífica protagonizada por
Neutron, dotado de una intensa capacidad mesménica, y su acom-
pañante Valentina Rosselli, atracti- va fotógrafa milanesa que
acabaría acaparando todo el protagonismo. Es digno, asimismo, de
mención el artista Hugo Pratt, que publica en 1965 Una ballata del
Mare Salato (Una balada del Mar Salado), con Corto Maltese como
personaje central.
En estos años se realizan exposiciones, convenciones y congresos
sobre el cómic en toda Europa. El congreso más importante se
celebraría anualmente en Lucca (Italia), desde 1966.
∎
En España
se darían a conocer revistas como las catalanas Ca valí Fort
(1961) y Trinca (1970), pero la más importante sería ¡Bang!, similar
a la italiana Linus, como ejemplo de la influencia que tendría el
cómic italiano sobre el cómic culto español. No en vano los
dibujantes vanguardistas españoles tuvieron que emigrar al
principio de sus carreras.
También se crea una institución para la investigación, similar a la
francesa, el Grupo de Estudio de las Literaturas Populares y de la
imagen.
Entre los humoristas, el más popularmente conocido sigue siendo
F. Ibáñez, autor de Mortadelo y Filemón.
En el terreno de la ciencia-ficción, no cultivado hasta ahora,
destacan la labor de Carlos Giménez en Delta 99, a partir de un
guión de Flores Thies y en Dani Futuro (1969), sobre guión de
Víctor
Mora, y, finalmente, Esteban Maroto, que alcanzó gran prestigio
con la serie Cinco por infinito (1968). La experi- mentación estaría
presente en la obra de Enric Sio, cuyo trabajo más ambicioso sería
Aghardi, publicada en Linus en 1969.
∎
En Francia
Portada de Bang! con dibujo de Alberto Breccia.
la revista Pilote continúa su trayectoria, pero de su redacción
salen algunos dibujantes que pretenden potenciar su creatividad
sin ataduras, como Mandryka, Brétecher y GotIib, que iniciaron la
publicación de L’echo des savannes. Por otro lado, Gir, Druillet,
Dionnet y Gal crearían Metal Hurlant. A raíz de este cambio, Gir
pasará a firmar todos sus trabajos como Moebius. Estos creadores
formarían el equipo de los Humanoides associes, que ha
permanecido hasta la actua- lidad. Además de publicar sus dibujos,
han dado a conocer en Europa a otros artistas, como el americano
Richard Corben, que partía del underground americano y que
asombró al mundo entero con unos dibujos de cuerpos aparatosos,
o el italiano Milo Manara, de gran virtuosismo en el dibujo, fuente
componente erótica y narrativa tradicional.
∎ En España, junto a las re- vistas conocidas de la edi- torial
Bruguera y las apare- cidas en la década anterior, merece la pena
mencionan algunas nuevas: la revista Trinca, en la que Víctor de la
Fuente publicará Haxtur en 1971, o Sunday, revista sobre estudios
e investiga- ción de la historieta (1977), siguiendo el modelo de Lin-
us. La revista Totem, sin em- bargo, utilizará el modelo de la
francesa Metal Hurlant, dando a conocer la obra de los
Humanoides Asociados y los italianos Hugo Pratt y Guido Crepax.
Entre las últimas contribu- ciones a la historia de aven- turas
española sobresale la serie Haxtur (1971), dibuja- da por Víctor de
la Fuente para Trinca.
No obstante, el fenómeno más curioso se produce con la
publicación de la revista Star, seguida de Víbora, de cómic
underground, apro- vechando el momento de relativa liberalización
que coincide con la muerte del general Franco. En estas revistas
trabajarán dibujantes principalmente catalanes y algunos
madrileños que se desplazan a Barcelona.
El más significativo es Nazario, junto a Mariscal, El Hortelano y
Ceesepe, que posteriormente pasa- rán al terreno del diseño, la
ilustración o la pintura.
Dentro de corrientes más minoritarias, merece mención Nuria
Pompeia, autora de la serie femi- nista La educación de Palmira
(1971), sobre guiones de Manuel Vázquez Montalbán, coincidiendo
con un momento floreciente del movimiento feminista que no se ha
vuelto a repetir.
En la misma línea individual y comprometida hay que recordar a
Carlos Giménez, con la serie Paracuellos del Jarama.
Mara. Enric Sio.
Portada de la Revista Metal Hurlant. Dibujo de Moebius.
2.9.
los años ochenta En estos años se puede decir que España se ha
incorporado al mercado del cómic internacional y se pueden
conocer, casi en el momento, las publicaciones de creadores
americanos, franceses o italia- nos, a través de las revistas creadas
a finales de los setenta y las tiendas especializadas.
La revista Vívora continúa su labor. Nazario crea en estas fechas el
personaje del travestí Anarcoma. En esta revista se darán a
conocer en nuestro país las historias de los dibujantes underground
americanos, como Crumb o Gilbert Shelton (The Freak Brothers), o
a los italianos Liberatore y Tamburini, creadores del elaboradísimo
Ranxerox. También conocemos, a través de las páginas de Totem y
Vívora, la labor del equipo formado por Muñoz y Sampayo.
Durante esta década se produce un nuevo fenómeno, anunciado a
finales de los setenta, cuando el dibujante holandés Joost Searte
planteó, con motivo de la exposición-homenaje a Tintin celebrada
en Rotterdam en 1976, la existencia de la llamada línea clara.
Además, este mismo dibujante origina la corriente atom, según
formulación de Antón Makassar, uno de sus personajes. Estas
actitudes son de carácter estetizante y minoritario y pueden ser
ejemplarizadas por Ever Meulen, el grupo Bazooka y Mariscal, que
han derivado hacia corrientes pictóricas actuales y al diseño,
primando éste frente al dibujo o al guión.
La línea clara en España estaría aglutinada en la llamada escuela
valenciana, abanderada con la revis- ta Cairo, que se contraponía a
la línea marginal de Vívora. Ejemplo de la diferencia entre las dos
sería Las aventuras de Roco Vargas, de Daniel Torres, y Makoki,
de Gallardo y Mediavilla.
De estas fuentes se nutren las nuevas corrientes de cómic juvenil,
expresadas durante cierto tiempo en la revista Madriz, patrocinada
por el Ayuntamiento de esta ciudad.
A finales de los años ochenta y principios de los noventa
presenciamos una grave crisis de las revis- tas antes pujantes,
debido, en gran medida, a la difusión de las nuevas tecnologías en
el entreteni- miento de las nuevas generaciones de adolescentes,
como el ordenador, el video y el video-juego. Estos nuevos medios
abren posibilidades insospechadas, tanto a los creadores como a
los usuarios.
2.10.
el cómic en la actualiDaD Hoy día el cómic es considerado un
producto cultural por los sectores intelectuales. Ya a nadie le
extraña que se publiquen revistas con historias que, en ocasiones,
puedan superar a los textos litera- rios en los que se basan. Es un
medio que ha ingresado en el estatus de lectura para adultos.
Otros medios, como el cine o la literatura, buscan en el cómic
aspectos específicos que puedan ser trans- portados; realizadores
tan afamados como Ridley Scott dejan patente en la pantalla
grande sus influencias del mundo del cómic.
En definitiva, podemos concluir que el cómic se entien- de como un
método de expresión artístico al que se confiere un valor similar al
del resto de las artes.
2.11.
el fenómeno manga El manga, cómic japonés, tiene sus raíces en
las tra- diciones icónicas del Japón decimonónico y por su
asombrosa difusión y variedad, pero sobre todo por su lenguaje
icónico diferente ha suscitado finalmente el interés de los
extranjeros.
Sociológicamente su ubicación es ambigua, entre la alta cultura y la
cultura de masas. Como medio de comunicación de masas el
manga desborda todas las previsiones, especialmente en la
década de los ochen- ta. En la actualidad un tercio de la producción
gráfica de Japón es manga, con tiradas millonarias. Además
genera un mercado paralelo de merchandising que su- pone un
lucrativo negocio para las editoriales.