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CAPÍTULO I LAS EMOCIONES

1. Las emociones.

Encontrar una definición puntual a las emociones resulta muy complicado, debido a que
son fenómenos de origen múltiple, que son el resultado a diferentes estímulos afectivos
que aparecen repentinamente y con gran intensidad, generalmente son breves, generan
cambios fisiológicos significativos en un organismo, habitualmente tienen la función de
activar las respuestas del organismo ante una situación o estimulo, están asociadas a las
necesidades biológicas del ser humano, permitiendo el establecimiento de la unidad
integral del organismo, a través de los instintos de conservación que son activados de
inmediato, haciendo que se presenten de diversas formas y cumplan funciones
determinadas dando lugar a distintos efectos en el individuo, según sea la demanda del
ambiente.

Las emociones predisponen al individuo a una respuesta determinada en función a las


experiencias previas adquiridas, es posible controlar la conducta o repuesta que se
emitirá en función al estímulo, mediante la educación emocional, la cual implica ejercer
control sobre ellas, no obstante las emociones son fenómenos que ocurren de manera
involuntarias e instintivas, a diferencia de la conducta es el resultado final de las
decisiones que toma un individuo en determinado momento

Esto implica que las emociones tienen dos componentes, uno de carácter cognitivo y el
otro biológico, sucede de manera natural a través del aprendizaje y experiencia, son
aplicables en todos los contextos sociales donde se desenvuelve el individuo. Están
clasificadas como positivas, cuando van asistidas de sentimientos placenteros, aportan
un sentido de bienestar y placer, tal como la felicidad y el amor; por otro lado, se
encuentran las negativas que cuando van acompañadas de un sentimiento desagradable
evoca la sensación de amenaza y descontento, tal como el miedo, la ira, la tristeza.

Las emociones son experiencias agradables o desagradables multidimensionales con


tres sistemas de respuesta conocidas como: cognitivo/subjetivo; conductual/expresivo y
fisiológico/adaptativo.
2. Función de las emociones.
Las emociones tienen funciones precisas que permiten al individuo reaccionar de una
determinada manera que le permite ejecutar con eficacia las reacciones conductuales
apropiadas y a la vez permita suplir las necesidades que demanda el estímulo que lo
provoca, garantizando y favoreciendo un estado de bienestar integral. Inclusive las
emociones más desagradables cumplen funciones importantes en la armonía social y
personal, las emociones tiene tres funciones principales:

a. Funciones adaptativas
b. Funciones sociales
c. Funciones motivacionales

2.1 Funciones adaptativas.


Una de las funciones más importantes de las emociones es el de disponer al organismo
para actuar y responder eficazmente con la conducta adecuada satisfaciendo las
necesidades que demanda las condiciones ambientales, emitiendo la energía necesaria
como respuesta, haciendo que la conducta se dirija a un objeto determinado, así mismo
permite que el individuo se aleje o aproxime hacia un objeto. Se destacan ocho
funciones principales de las emociones, los cuales concede un valor y una función que
nivela cada una de dichas reacciones con la función adaptativa que le corresponde. La
valoración entre la emoción y su función se plantea a continuación:

Lenguaje subjetivo Lenguaje funcional


Miedo Protección
Ira Destrucción
Alegría Reproducción
Tristeza Reintegración
Confianza Afiliación
Asco Rechazo
Anticipación Exploración
Sorpresa Exploración

En los estudios que realizo Charles Darwin, resaltan el papel de las emociones, como un
elemento que permito a las espacies más primitivas adaptarse al ambiente. El argumento
que las emociones tienen la función de facilitar la conducta apropiada, para la
supervivencia y conservación de las especies. A pesar de que las emociones no son
aspectos muy tomados en cuenta en el proceso de la selección natural, se reconoce tres
principios fundamentales que rigen la evolución de las emociones, hábitos útiles
asociados, antítesis y acción directa del sistema nervioso.

-Hábitos útiles asociados. Hábitos o movimientos que son de utilidad para satisfacer
deseos, eliminar sensaciones desagradables.

-Antítesis. Se trata de una forma de asociación por contraste.


-Acción directa del sistema nervioso. Una fuerza nerviosa en situaciones de gran
exaltación, puede dar lugar a movimientos expresivos.

2.2. Funciones sociales.

Otras de las funciones principales que desempeñan las emociones, es el de facilitar la


aparición de las conductas apropiadas para cada evento o circunstancia, la expresión de
las emociones permite al individuo interpretar y predecir el comportamiento de su
opositor, el cual tiene un valor significativo en función de las relaciones interpersonales.
Estas facilitan el mantenimiento de las interacciones sociales, permite controlar la
conducta, así también la comunicación de los estados afectivos, es decir que permite
mantener relaciones positivas entre individuos o en otras palabras promueve una
conducta prosocial. Así diremos que las emociones positivas como la felicidad
promueven los vínculos sociales y relaciones interpersonales, mientras que los
negativos como la ira puede generar respuestas de evitación o de conflictos.

Es por ello que la expresión de las emociones puede ser interpretada como una serie de
estímulos que facilitan la realización de las conductas apropiadas como proceso
adaptativo, por lo que es socialmente necesario evitar ciertas emociones inapropiadas
que generan conductas poco adecuadas.
2.3. Funciones motivacionales

Otro de los roles de las emociones es la motivacional, estos son aspectos que actúan
paralelamente una de la otra, esta primera se ha dicho que funciona en respuesta a
cualquier estimulo, la segunda se encuentra presente en cualquier actividad u
experiencia que requiera una conducta motivada, la motivación utiliza dos
componentes que son, dirección e intensidad, la primera se refiere al propósito o fin de
la conducta , la segunda se refiera a la fuerza o intensidad con que se desee ejecutar una
tarea.

La emoción nutre la conducta motivada, una conducta emocionalmente cargada


impulsa la realización de una tarea de forma potente y eficaz. Como se ha mencionado
con antelación, las emociones tienen componentes que permiten la adaptación y
facilitan la ejecución de una conducta, de este modo la cólera facilita las reacciones
defensivas, la alegría promueve la atracción, la sorpresa genera atención ante un
determinado objeto nuevo, esto significa que dirige la conducta facilitando o evitando
una actividad, dependiendo de la valoración emocional que se le brinde a la situación u
objeto.

La función motivacional de la emoción se compone de dos dimensiones, dimensión de,


agrado-desagrado e intensidad, una emoción puede establecer la aparición de la propia
conducta motivada, enviada hacia determinado objetivo y hacer que se lleve a cabo con
intensidad

3. Emociones básicas.

Es uno de los temas que causa mayor controversia en cuestiones teóricas, y al mismo
tiempo un de los más relevantes, en el estudio de las emociones, debido a los
desacuerdos entre teóricos sobre la existencia o no de emociones básicas universales de
las que procede el resto de reacciones afectivas. El reconocimiento de tales emociones
nace de las investigaciones de Darwin, se cree que son reacciones inherentes de los
seres primitivos, las cuales se exprese de forma particular en cada individuo, debido a
sus diferencias individuales.

Otros autores sustentan la existencia de seis emociones básicas la ira, la alegría, el asco,
la tristeza, la sorpresa y el miedo

Usualmente aquellos que defienden la existencia de emociones básicas concluyen que


se trata de procesos vinculados con la adaptación y la evolución tal como se menciona
con anterioridad, los cuales tiene su origen en un sistema llamado Sistema Límbico, por
algunos autores cerebro emocional.

Existen varias teorías que intentan argumentar sobre cuales emociones son básicas y
cuales englobadas en una misma, sin embargo se estima de la existencia de ciertos
patrones de reacción afectiva distintivos comunes en todos los seres humanos, se trata
de la alegría, tristeza, ira, sorpresa, miedo y asco. Estas se caracterizan por tener una
serie de reacciones fisiológicas y conductuales propias que facilitan determinadas
conductas así como veremos posteriormente.

3.1 Felicidad
Características
Permite la recepción positiva de los estímulos ambientales. Propicia la estabilidad
emocional de manera perdurable.

Actividad fisiológica
-Aumento en actividad en el hipotálamo, septum y núcleo amigdalino, así como la
frecuencia cardiaca.

Procesos cognitivos implicados


-Propicia la empatía,
-Favorece el rendimiento cognitivo, solución de problemas, la creatividad, así como el
aprendizaje y la memoria.
Función
-Incremento en la capacidad para disfrutar de diferentes aspectos de la vida.
-Genera condiciones positivas interpersonales e intrapersonales.

Experiencia subjetiva
-Incrementa estados placenteros, deseable, sensación de bienestar. Favorece la
autoestima y la autoconfianza

3.2 Ira
Características.
Desencadena la Agresividad, Hostilidad, generalmente desacuerdos.

Actividad fisiológica
-Aumento en la actividad neuronal, muscular y cardiovascular.

Procesos cognitivos implicados


- Hace centrar la atención en las barreras o causante de la frustración
- Falta de energía para realizar eficazmente los procesos cognitivos.

Función:
Focalización de energía para las conductas de autodefensa o ataque, sin embargo no
siempre concluye en agresión.

Experiencia subjetiva
Impulsividad por actuar de forma intensa e inmediata, se experimenta como una
práctica desagradable, vinculada regularmente con la impaciencia.

3.3 Miedo
Características.
Genera trastorno por ansiedad, dando lugar a enfermedades psicosomáticas, producida
por la sensación de peligro ante un estímulo desagradable.
Actividad fisiológica
-Aceleración de la frecuencia cardiaca, incremento de dudas sobre el bienestar.

Procesos cognitivos implicados


-Valoración primaria: amenaza.
Valoración secundaria: falta de respuesta ante el estímulo. Falta de estimulación en
cuanto a los procesos cognitivos.

Función
- provee la respuestas de escape o evitación de la situación que genere peligro.
El miedo es la reacción emocional más notable en los procedimientos de reforzamiento
negativo.

Experiencia subjetiva
- Es una de las emociones que genera desagrado, desconfianza, preocupación y un
notable malestar, duda por la seguridad personal, sensación de pérdida de control sobre
una situación.

3.4 Tristeza
Características
Se considera como una sensación displacentera a causa de la separación física o
psicológica, pérdida o desilusión, desesperanza, regularmente aparece después de una
experiencia que género miedo, crea desmotivación y conductas desadaptativas, dando
paso a un dolor crónico

Actividad fisiológica
-Actividad neurológica elevada y aguantada, la frecuencia cardiaca aumenta así como la
presión sanguínea.

Procesos cognitivos implicados


Sensación de incapacidad por recupera el control sobre el daño o la perdida, centra la
atención en las secuelas, puede desencadenar una depresión.
Función
- Identificación con individuos que se encuentran en la misma situación, así mismo la
actividad cotidiana disminuye notablemente, perdida de interés en aquellas actividades
que se realizaban antes del evento.

Experiencia subjetiva
-Desánimo, melancolía, desaliento, energía baja.

3.5 Sorpresa
Características
Es una reacción emocional de tipo neutral, producida de manera repentina ante algo
novedoso o extraño, con una duración muy corta, dando lugar a las emociones
oportunas de acuerdo al estímulo que pueden ser agradables o desagradables.

Actividad fisiológica
Puede llegar a generar la disminución de la frecuencia cardiaca, puede elevar la
actividad neuronal de forma momentánea, impulsa los procesos cognitivos, tales como
la atención y memoria de trabajo, aumento de la actividad cognitiva,

Función
- Propicia la reacción emocional y conductual adecuadas, genera interés y
atención por explorar la situación novedoso.

Experiencia subjetiva
Reacción afectiva imprecisa, agradable o desagradable, sensación de incertidumbre por
lo que sobrevendrá.

3.6 Asco
Características
Es una de las reacciones emocionas más drásticas a nivel fisiológico, generalmente son
conductas condicionadas.
Actividad fisiológica
-Aumento en reactividad gastrointestinal, tensión muscular

Función
Genera el impulso de escape o evasión de un acontecimiento desagradable, está
relacionado con estímulos de carácter sensitivos o de gustativas.
-Potencia hábitos saludables, higiénicos y adaptativos.

Experiencia subjetiva
Evitación o alejamiento del estímulo.

4. Inteligencia emocional.

La inteligencia emocional nació a partir de las inteligencias múltiples postulado por


Howard Gardner, quien después de teorizar su estudio sobre las inteligencia múltiples,
abordo entre ella, la inteligencia interpersonal e interpersonal, con el propósito de
reconceptualizar la intención de la educación, a partir de entonces vio la necesidad de
reconocer el papel que las emociones juegan en este prooceso, sin embargo fue Daniel
Goleman quien postulo la teoría sobre la inteligencia emocional.

A partir de entonces se desarrolló esta teoría, resaltando la capacidad que posee y


adquiere el individuo para controlar sus sentimientos y emociones, lo cual le permite
utilizar esta información en función de sus actos y pensamientos.

Este modelo vino a refutar los modelos educativos que hasta hace poca han insistido en
construir una educación basada en los aspectos intelectuales únicamente, en el cual las
emociones quedan suprimidas totalmente, con la finalidad de facilitar y controlar la
mente y el cuerpo de los educandos, dejando por un lado el reconocimiento y papel de
las emocionales implicadas en este proceso, ya que se tenía que eran procesos
correspondiente a aspectos privados desligados entre sí, posteriormente tras la
realización de varias investigaciones finalmente se llegó a reconocer la importancia de
estos en todos los planos, no solo educativo sino en todas las áreas donde se
desenvuelve el sujeto, facilitando el pensamiento y permite el proceso intelectual.
Ante lo cual, la escuela anti-emocional marco una diferencia rotunda entre el
pensamiento racional y emocional, brindo un valor significativo a la primera como
objetivo, y asignando a la segunda un carácter subjetivo, esto se debe a que
históricamente el pensamiento racional ha tomado un papel importante ligado a la lógica
especialmente las matemáticas, esto gracias a la cultura griega en el mundo occidental, a
partir del razonamiento propuesto por Aristóteles quien la definió como razonamiento
concreto, excluyente de las emociones. En contraste a esto se le atribuyo al pensamiento
emocional y la respuesta como una conducta desordenada, no obstante se ha demostrado
que tal conducta consiste en un sistema organizado y supone una meta, de tal modo que
cada emoción es una respuesta emitida con un propósito determinado ante cualquier
estimulo.

El postulado de que las emociones son factores de carácter subjetivos señala que aún no
se ha tomado en cuenta la implicación que la situación o evento ejerce sobre el
organismo, esta permite agregarle un valor a la situación, en base a las diferencias
individuales, las cuales pueden depender de un proceso controlado y voluntario que
orienta la toma de decisiones, partiendo de la estimación causa y efecto que
habitualmente discrepa entre lo ocurrido y lo esperado, en estos procesos interviene la
memoria, la motivación y el razonamiento, lo que evidencia que la toma de decisiones
está más afectada por el carácter emocional que racional.

De este modo el sujeto otorga el valor a un evento por medio de sus emociones, esto
significa que las emociones, son el medio por el cual él un dividuo expresa el
significado que representa para él un estímulo, es decir que la emoción es la respuesta
fisiológica al estímulo, y en su caso incluyen el significado que se le da a las relaciones
de la realidad humana. A partir de esto se puede considera que una emoción es la toma
de conciencia del ser humano, englobando sus diferentes dimensiones biológico –
psicológico y sociales, ante esto la conducta racional y la conducta emocional no
pueden ser elementos divergentes constituyentes de la personalidad, sino como dos
aspectos fusionados entre sí. Cada emoción tiene una función y la percibimos en
conductas determinadas y específicas, de este modo adquiere la toma de conciencia que
a su vez demanda de la existencia de un componente inconsciente para que se pueda
tener en cuenta.
La relación razón y emoción es lo que hace posible la capacidad de adaptación, cuyo
resultado se manifiesta y aprecia al poder dar respuestas y soluciones a problemas
interpersonales de manera eficaz, de este modo se propicia el bienestar psicológico así
como el rendimiento académico. Esto revela que la inteligencia emocional está ligada
con las habilidades intrapersonales e intrapersonales, los cuales son esencialmente
importantes, se ha observado que los sujetos que poseen un alto nivel en el control de
sus emociones, son capaces de imponerse ante aquellos sujetos que poseen un nivel de
Cociente Intelectual alto pero de bajo manejo de sus emociones.

Lo anterior puede parecer un poco absurdo, sin embargo esto se debe a que la
inteligencia emocional repercute en todos los ámbitos de la vida, es por ello que se ha
visto la necesidad de reconocer su importancia en el ámbito educativo espacialemnte, lo
que hace necesario hacer cambios en el modelo anti-emocional, centrado únicamente en
el conocimiento y los contenidos, ya que estos modelos conllevan a un atraso en el
desarrollo de la personalidad de los educandos, surge así la necesidad de un modelo más
integral, que sea capaz de promover la educación emocional como componente
facilitador del conocimiento.

La educación de la afectividad y las emociones, debe ser considerado como un punto


primario en el desarrollo de la personalidad, por lo que constituye un proceso constante
y permanente para lograr las capacidades emocionales apropiadas que permitan lograr el
desarrollo integral de la persona, bridando la posibilidad al individuo de obtener una
mejor calidad de vida, su capacidad de comunicación, de tal forma que desarrolle una
actitud positiva ante la vida.

En este caso la sociedad y específicamente el modelo educativo, debería considerar e


incluir dentro del proceso de formación del individuo, la educación emocional, de
manera progresivo debido a lo complicado de su organización y porque demanda un
gran esfuerzo de comprensión y conocimiento por parte de los individuos sobre sí
mismo y sobre el medio, esto evidencia la relación de dicha inteligencia con la
metacognicion. De este modo se logra exponer que las personas que han logran una
elevada Inteligencia Emocional han logrado y tenido la oportunidad de descubrir sus
emociones de tal manera que las han dominado, facilitando así una mejor adaptación al
entorno social y natural donde se desenvuelven que les ha permitido obtener los
beneficios en sus proyectos propuestos.

Al considerar la educación emocional como parte del modelo educativo, se debe ver al
sujeto desde un punto integral y no por partes, donde su mente y su cuerpo trabajan en
conjunto para conocer al mundo externo brindando la posibilidad de poder conocer el
mundo interno. Esto permitirá la articulación de conocimientos y emociones se realice
con el fin de procurar que los individuos sean capaces de generar pensamientos que
permita la expresión de sus necesidades en función de sus patrones de conducta y
valores, dejando de lado la esclavización de un mundo materialista y pragmática que
habitualmente busca satisfacer las necesidades ajenas y no las propias esto es posible a
través de una adecuada educación emocional que propicie el bienestar físico mental y
social de todo ser humano.

A partir de esto, Daniel Goleman incluyo los siguientes patrones de conducta:

Consistencia de sí mismo: implica el reconocimiento y comprensión del estado de


ánimo actual, así como las emociones y las tendencias, tomando en cuenta el impacto
que esto genera sobre los demás.
Auto regulación: es la habilidad que permita a las personas poder controlar y regular
sus estados de ánimo, así mismo controlar aquellos disfuncionales disruptivos. Lo que
en otros términos implica pensar antes de actuar.

Motivación: lo cual involucra la pasión por perseguir y concluir una determinada tarea
o meta con energía y persistencia.

Empatía: vinculado con la capacidad del ser humano de poder ver desde los ojos de
otros, una situación, es decir reconocer y comprender las emociones ajenas, capacidad
para tratar a otras personas de acuerdo con sus reacciones emocionales.

Habilidad social: capacidad de poder crear medios por los cuales se pueda llevar una
relación entre dos sujetos de manera sana que permita establecer rapport. Buen espíritu
de liderazgo.
5. Origen y evolución de la inteligencia emocional

Mayer postula que la evolución del concepto inteligencia emocional se ha dividido para
su estudio en cinco fases:

Primera fase: concepción de inteligencia y emoción como conceptos separados. Tiene sus
comienzos en 1990, esta coincide con la aparición del enfoque psicométrico, durante este
periodos se aplican instrumentos especializados para medir la capacidad intelectual de manera
objetiva en individuos.

Segunda fase: durante esta fase se tomó como base la teoría de las inteligencias
múltiples de Howard Gardner y la teoría tríadica de la inteligencia basada en el proce-
samiento de información de Robert Sternberg.

Tercera fase: etapa durante la cual fueron publicadas una serie de artículos los cuales
afirman que el procesamiento de información emocional es un primer modelo sobre los
tres componentes de la inteligencia emocional conocidas como: la percepción y
apreciación emocional, la regulación emocional y la utilización de la inteligencia
emocional.

Cuarta fase: se populariza el tema de la inteligencia emocional, en contextos


académicos si como en otros contextos, se enfatizó que la inteligencia emocional no
depende de la preparación académica que durante años se adquiere en un centro
educativo, sino más bien se trata de una predisposición “cuanto mayor sea el
coeficiente intelectual, menor parece ser la inteligencia emocional” (Goleman, 2000:
17).

Quinta fase: en esta etapa pasan de un modelo de tres habilidades básicas a uno de
cuatro: percepción y valoración, facilitación, comprensión y regulación reflexiva de las
emociones.
6. Cognición, emoción y aprendizaje.
En los últimos treinta años los expertos en la rama de la pedagogía, consideraron que la
educación, consistía en un proceso cognitivo, donde se adquiere información de
diferentes índoles, esta actividad mental conocida como aprendizajes, se desarrolla
mediante la existencia de conocimientos previos, los cuales articulados de manera
creativa dan como resultado un pensamiento productivo. Así mismo se considera que el
aprendizaje es el resultado de la praxis social por medio de esfuerzos cooperativos con
un fin en común. Este principio ayudo a esclarecer muchas de las inquietudes dadas
sobre el aprendizaje, por otro lado fue insuficiente para poder dar una respuesta
concreta sobre el porqué de las dificultades del aprendizaje en una época donde
predomina la presencia de la tecnología, al dejar de lado el papel de las emociones y los
sentimientos dentro de la actividad mental y las interacciones entre sí.

Desde entonces se ha intentado promover, que la educación no puede reducirse


únicamente a los aspectos académicos y el proceso de adquisición de conocimientos, al
desarrollo cognitivo, o las interacciones sociales, como si este proceso se dieran de
manera simple sin la intervención de todas las dimensiones de la existencia humana. A
pesar de que el aprendizaje sea un acto natural, por lo que no es inconsciente ni ilícito,
sino un hecho que se ejecuta con forme el individuo se desarrolla y manifiesta una
necesidad que demande ser satisfecha lo que impulsa al ser humano a adquirir una
conducta que previamente no poseía. No obstante esto no indica la manera ni los
recursos que el sujeto empleara para pretender suplirlas, ni siquiera el impulso que lo
mueve alcanzarlo.

Posteriormente en el año de 1960, Bruner a través de sus exhaustivas investigaciones,


considero que el aprendizaje abarca tres procesos que según él son paralelos:

La adquisición: involucra la obtención de información nueva o un refinamiento de la


ya existente.

La transformación: esto implica manipular la información y utilizarla para la


resolución de problemas.
La evaluación: implica comprobar si la manipulación de información ha sido
beneficiosa.

Para alcanzar estos aspectos, el proceso educativo debe tomar en cuenta la tendencia del
ser humano hacia el aprendizaje, lo que de una u otra manera involucra el ámbito
emocional con la que se adquiere y hace posible el aprendizaje. Los tres procesos antes
mencionados se desarrollan mediante el acaparamiento de experiencias que son
interpretadas y comprendidas, en función a las características peculiares de cada
individuo.

El aprendizaje, consecuentemente es solo posible en un entorno social, en el que


construye las estructuras del conocimiento, denominadas destrezas, las cuales se tornan
más complejas en tanto que se maneja cada vez más información. Es por ello que en la
teoría sociocultural se incluyeron cuatro aspectos básicos.

• El desarrollo cognitivo: este aspecto varía de una persona a otra, así como de una
cultura a otra.
• La interacción social: este aspecto posibilita en crecimiento cognitivo, gracias al
aprendizaje guiado dentro de las Zonas de Desarrollo Próximo, lo que da lugar a la
construcción del conocimiento.

• La socialización: donde se da la construcción de procesos psicológicos individuales


como el habla social, lo que permite la comunicación.

• El papel de los adultos: Quienes transmiten herramientas cognitivas con la intención


de facilitar la adaptación intelectual dentro de la cultura, debido a que el aprendizaje
constituye un constructo individual y social que se ve afectado por las apreciaciones y
valores que, individual y socialmente, se le atribuyen a las emociones los cuales están
determinadas por el aspecto cultural y contextuales, estos aspectos determinan y regulas
cuales emociones son apropiadas, de manera que no existe aprendizaje fuera del espacio
emocional, al punto que las emociones son determinantes para facilitar u obstaculizar
dichos aprendizajes, los cuales a su vez están determinados por los intereses o
necesidades del sujeto, en razón de su interacción con el entorno.
7. El papel del docente en la educación emocional.

El aprendizaje es considerado, como una actividad social constructiva, en donde se


encuentran involucrados los estudiantes junto a sus padres y el docente, con el único
propósito de lograr conocer y asimilar un objeto de conocimiento, propuestos en los
contenidos escolares por medio de una permanente interacción entre los mismos, de tal
modo que puedan revelar las diferentes cualidades hasta poder darles el significado
propuesto culturalmente, que permita un cambio adaptativo en la vida del educando, por
ello el rol del docente es significativo, especialmente si se pretende con el aprendizaje
promover habilidades cognoscitivas y así mismo las capacidades emocionales, que den
paso a un aprendizaje de carácter autónomo y permanente, que sean útiles en la solución
de problemas y en situaciones generales y significativos, no solo en el ámbito escolar
sino en cualquier ámbito que le toque enfrentar. Lo cual es posible solo si se toma en
consideración la intervención del docente, cuyo papel no se pude suprimir en el proceso
de construcción de conocimientos por parte del educando, ya que sin la ayuda de este,
es posible que el educando no culmine de manera satisfactoria sus objetivos educativos.
Durante este proceso el docente, no deja de lado sus propias emociones y sentimientos
ya sea de manera explícito o implícito, transmite los mismos en cada acto pedagógico,
de mara que la apreciación que los estudiantes construyen, está ligado a la información
cognoscitiva y emocional que el docente ha trasmitido.

De ahí que el ejemplo de los educadores y educadoras se constituye en un elemento recurrente por parte
de los y las educandos, donde en muchos casos se aprecia como un modelo a imitar. Es conocido que los
y las estudiantes tienden en muchas ocasiones a realizar y reproducir lo que dicen y hacen sus maestros y
maestras, incluyendo los comportamientos producto de sus emociones, ya sea ante el dominio de
conocimiento de imparten o enseñan, o ante las actitudes que asumen frente a la vida, particularmente en
el caso niños (Martínez-Otero, 2006).

Por otro lado, para insertarse con posibilidades de éxito dentro del proceso educativo, el o la educando
depende de su propia imagen la cual está ligada a sus emociones y sentimientos, la que a su vez responde
en muchas ocasiones a la imagen generada por el o la docente (Martínez- Otero, 2006). Así, al participar
conscientemente del proceso educativo, el o la educando tiene la oportunidad de confirmar o modificar su
propia imagen, como resultado de una interacción social la cual incide directamente en el auto concepto
que se construye, que puede ser potenciado o disminuido por la institución, la institucionalidad, y los y las
docentes participantes en ella, siendo innegable que los sentimientos del o la educando dependen en gran
medida del como sus profesores y profesoras lo traten, donde el auto concepto que el profesor o
profesoras tengan de sí mismo también actúa sobre la emociones del o la educando, y donde los éxitos o
fracasos de ambos tienen un poder de transferencia hacia otros ámbitos más allá del escolar, lo que
significa que un potencial comportamiento fuera del entorno escolar se ve influido por lo vivido en este
(Martínez-Otero, 2007, b). La capacidad de identificar, comprender y regular las emociones es
fundamental por parte de los y las profesores, debido a que tales habilidades influyen en los procesos de
aprendizaje, en la salud física, mental y emocional de los y las educandos y son determinantes para
establecer relaciones interpersonales positivas y constructivas con estos, posibilitando una elevación en su
rendimiento académico (Cabello, Ruiz & Fernández, 2010), ya que, cuando el profesorado inspira
confianza y seguridad, e instruye con dominio y confianza, es posible que los y las estudiantes asuman
una actitud más empática hacia el o la docente y hacia la disciplina que este o esta imparte
(Casassus, 2006). El propio convencimiento del profesorado en lo que hace, es un poderoso recurso para
ganar la actitud de los y las educandos, de manera tal que, si el maestro o maestra persigue realmente
incidir de manera positiva en sus educandos debe procurar ganar de manera simultánea tanto la “razón”
como el “corazón” de estos, de lo contrario sus esfuerzos estarán propensos al fracaso.

8.8 Emociones y estilos de aprendizaje.


Para Therer (1998), cuando se conoce como aprenden los y las estudiantes es que el esfuerzo de la
enseñanza podría tener algún efecto positivo, este aprender no depende únicamente de las capacidades
cognitivas de los y las educandos, sino de sus disposiciones emocionales, dado que el o la docente es más
que un mero transmisor de información, es un creador o creadora de espacios de aprendizaje y le
corresponde gestionar las condiciones que posibiliten organizar las situaciones de aprendizaje las cuales
dependen de al menos cuatro factores ligados a los y las estudiantes: a) su motivación (donde se insertan
los aspectos emocionales), b) sus capacidades cognitivas, c) sus estilos de aprendizaje, y d) los objetivos
curriculares a ser alcanzados. Esto lleva a considerar la importancia de poder articular en el proceso de
aprendizaje, las emociones de los y las educandos con sus estilos de aprendizaje, entendido este como la
preferencia mostrada por el y la educando para abordar un aprendizaje (Popescu, 2008), lo que
corresponde a la manera dominante de aprender que manifiestan estos o estas (De Lièvre, Temperman,
Cambier, Decamps & Depover, 2009), reflejando así las disposiciones personales que influyen o
influencian en la habilidad para accesar a la información; a lo que habría que adicionar los estilos de
enseñanza del profesor o profesora. Si el o la docente logran hacer compatibles sus estilos de enseñanza y
el estilo de aprendizaje de los y las estudiantes tomando en cuenta las emociones de ambos,
probablemente el rendimiento académico de estos y estas será mayor, aspecto que redundará en la
generación de más emociones positivas, que a su vez potencian un mayor aprendizaje (Felder, 1990 y
Pérez, 1995, como se cita en Amado Brito & Pérez, 2007), construyéndose un círculo virtuoso entre
aprendizaje y emociones, de manera tal que el rendimiento académico vendrá por sí solo (Casassus,
2006). De lo contrario, no lograr superar las diferencias entre los estilos de enseñanza del profesorado y
los estilos de aprendizaje de los estudiantes, puede constituirse en fuente de conflicto, tensión y malos
entendidos (Grasha, 2002). De esta manera, el estilo de aprendizaje del profesor o profesora repercute en
su manera de enseñar, ya que frecuentemente tienden a enseñar como a ellos les gustaría aprender
(Gallego y Nevot, 2008), lo cual revela las emociones y sentimientos de los mismos, por lo que deben ser
ellos quienes deben informarse sobre los estilos de aprendizaje de sus estudiantes y los mecanismos que
posibiliten una educación emocional, en razón de potenciar el círculo virtuoso apuntado anteriormente ya
que si los y las docentes ignoran los estilos de aprendizaje de los y las estudiantes, así como las
emociones y los sentimientos de estos y estas, el resultado es tan perjudicial como el no dominar la
disciplina que se enseña, o no contar con las técnicas y estrategias didácticas que motiven a los y las
estudiantes (Bonilla, 1998), generándose entonces apatía, desinterés, reducción de la efectividad del
planeamiento didáctico y de las estrategias metodológicas.

El conocer los estados emocionales de los y las estudiantes, así como sus estilos de aprendizaje, puede
ayudar al profesor o profesora a organizar de manera más eficaz y eficiente el proceso de aprendizaje-
enseñanza a implementar (Thompson & Aveleyra, 2004), y posibilita atender a los y las estudiantes de
manera más personal, guiándolos en el contexto del aprendizaje; solo así es que el profesor o profesora
realmente puede contribuir a que sus estudiantes se conviertan en los constructores de sus propios
aprendizajes (Thomson & Mazcasine, 2000). Lo anterior permite considerar que los niveles de éxito y/o
fracaso por parte de los y las estudiantes, en el aprendizaje de cualquier disciplina, podrían estar
asociadas, entre otros aspectos a la concordancia/ discrepancia entre los estilos de aprender/enseñar, que
se dan entre los y las estudiantes y los y las docentes, así como en la comprensión de las emociones y los
sentimientos de ambos y cómo éstos afectan directamente al proceso cognitivo; y no exclusivamente a las
usuales debilidades que se apuntan en direcciones únicas, como lo son entre otras, estudiantes con bajos
niveles de conocimiento, ausencia de conocimientos previos significativos, o bien profesores o profesoras
incapaces de lograr una comunicación efectiva, por lo que se puede afirmar que, un educador
emocionalmente inteligente y un clima favorable en el aula son factores esenciales para el aprendizaje
(Campos, 2010).

8.9 Impulsión para la acción.


8.10 Emociones y estilos de aprendizaje.

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