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o maestra
“Un buen maestro o maestra será aquel que el alumno evocará con
cariño y gratitud aún después de dejar la escuela donde fue
educado”
1. El buen maestro se conduce con respeto hacia sí mismo, hacia sus colegas,
hacia sus alumnos y respectivos padres. Si hay algo que tienen en cuenta los
buenos maestros es que son un modelo a seguir para cada uno de los alumnos,
que les observan continuamente su manera de actuar, hablar, moverse,
responder o vestirse.
11. Un buen maestro evita desquitar sobre los alumnos su mal humor o algún
resentimiento o trauma que albergue en su mente. Dándose cuenta de ello para
resolverlo lo antes posible a fin de no ofender ni humillar a los estudiantes.
12. Es él mismo. El buen maestro debe presentarse siempre como lo que él es,
sin fingir su identidad. Los alumnos armonizan con el maestro que hace brillar
su personalidad.
13. Un buen maestro planifica la clase. Prepara por anticipado elaborando una
clase de excelencia, en el momento de la organización deben ser tenidos en
cuenta los detalles que se pueden presentar en el aula.
14. Tiene paciencia. El buen maestro es tolerante para tratar tanto con aquellos
alumnos que les cuesta mucho como para los que siempre quieren más, para
saber esperar a los más lentos pero también para adaptarse a los que acaban
demasiado rápido.
15. El buen maestro irradia entusiasmo por lo que hace. Es capaz de motivar a
sus alumnos y transmitirles las ganas de aprender y saber. Infunde un
entusiasmo eficaz al llegar al alumno y hacerle despertar la curiosidad ante lo
que le rodea.
16. Goza de creatividad. Un buen maestro ha de ser capaz de ser creativo tanto
en el modo de atraer la atención de los alumnos como en la forma de exponer
sus conocimientos creando lecciones únicas, cautivantes y dinámicas.
17. Un buen maestro actúa con flexibilidad. Ante una situación especial o
problema el buen maestro debe ser capaz de cambiar y encontrar el camino
para que todos los alumnos comprendan el concepto que está explicando.
Cambiar el rumbo y adaptarse a las necesidades de la clase.
18. Expresa coherencia en sus decisiones. Un buen maestro debe saber poner
normas y reglas congruentes y consistentes en la clase, ejerce la autoridad que
su posición le otorga sin caer el autoritarismo lo que le restaría credibilidad y
alejaría de sus alumnos. Por ejemplo, si no permite a sus alumnos comer
caramelos, él tampoco lo hace.
20. Procede con responsabilidad ya que trabaja con un material muy sensible:
los alumnos y precisamente la formación de ellos es el trabajo más importante
que tiene que ejercer. Por eso un buen maestro llega puntual, se prepara bien
para las clases, fomenta a sus alumnos, demuestra inventiva y comunicación,
es atento y paciente buscando siempre lo mejor para todos ellos.
22. Respeta el esquema académico pero no lo aplica al pie de la letra. Para ser
un buen maestro es trascendente darle importancia a un programa que está
pensado para enseñar a los alumnos todo lo que deben aprender en ese curso y
en esa materia específica. Además, un maestro debe aconsejar la lectura de
libros que le han cambiado la vida y entregar fotocopias que complementen la
materia del curso.
23. El buen maestro acepta consejos. Pregunta a los alumnos qué quieren
aprender en clase y con qué tipo de actividades les gustaría aprender es una
manera perfecta para ser un buen maestro y conseguir que los alumnos
disfruten mientras aprenden.
24. Se sienta poco. Para ser un buen maestro es importante transmitir valores
y conocimientos. Esto se consigue estando de pie, moviéndose de un lado a
otro y dirigiéndose a cada uno de los alumnos, sentándose cuando sea
necesario.