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La Política fiscal

La política fiscal es una rama de la política económica que configura el presupuesto


del Estado, y sus componentes, el gasto público y los impuestos, como variables de
control para asegurar y mantener la estabilidad económica, amortiguando las
variaciones de los ciclos económicos, y contribuyendo a mantener una economía
creciente, de pleno empleo y sin inflación alta.

La actividad económica que el Estado desempeña en las sociedades comprende


tres funciones básicas: una función de asignación de recursos, una función
redistributiva, y una función estabilizadora. Mediante la función de asignación, el
Estado suministra bienes que, en determinadas circunstancias, el mercado no
proporciona adecuadamente debido a la existencia de los denominados fallos del
mercado. Con la función redistributiva, trata de conciliar las diferencias de criterio
que se producen entre la distribución de la riqueza que realiza el sistema de
mercado y la que la sociedad considera justa. En la tarea de redistribución,
intervienen fundamentos éticos, políticos, y económicos. La función estabilizadora,
donde se encuadra la política fiscal, trata de conseguir la estabilidad del sistema
económico, evitar sus desequilibrios, y provocar los ajustes necesarios en
la demanda agregada para superar en cada caso las situaciones
de inflación o desempleo.

Objetivos finales de la política fiscal

Como se ha expuesto anteriormente, los objetivos principales de toda política fiscal


son:

 Acelerar el crecimiento económico.


 Plena ocupación de todos los recursos productivos de la sociedad, tanto
humanos como materiales y capitales.
 Plena estabilidad de los precios, entendida como los índices generales de
precios para que no sufran elevaciones o disminuciones importantes.
La manifestación principal de la política fiscal se materializa en los presupuestos del
Estado y consiste en el conjunto de medidas que toma un gobierno referentes
al gasto público y a los ingresos públicos. En lo referente al gasto, se ha de
determinar su cuantía total, concretando la composición del mismo, y su
destinatario, es decir, si son compras directas de bienes y servicios por el Estado o
transferencias de fondos realizadas a las empresas y a los ciudadanos. En cuanto
a los ingresos se debe consignar la previsión de cuanto se espera recaudar, a través
de qué impuestos, y como síntesis la relación entre ingresos y gastos del Estado.

Tipos de política fiscal

Política fiscal expansiva

Su objetivo es estimular la demanda agregada, especialmente cuando la economía


está atravesando un período de recesión y necesita un impulso para expandirse.
Como resultado se tiende al déficit o incluso puede provocar inflación.

Los mecanismos a usar son:

 Aumentar el gasto público, para aumentar la producción y reducir el desempleo.


 Bajar los impuestos, para aumentar la renta disponible de las personas físicas,
lo que provocará un mayor consumo y una mayor inversión de las empresas, en
conclusión, un desplazamiento de la demanda agregada en sentido expansivo.
De esta forma, al haber mayor gasto público, y menores impuestos, el
presupuesto del Estado, genera el déficit. Después se puede decir que favorece
el gasto fiscal en el impuesto presupuestario.

Política fiscal contractiva

Es la que hace disminuir la demanda agregada, a fin de generar un exceso de oferta


agregada de bienes, lo que finalmente hará reducir el nivel de ingreso.

Política fiscal restrictiva

Su objetivo es frenar la demanda agregada, por ejemplo cuando la economía está


en un período de excesiva expansión y tiene necesidad de frenarse por la excesiva
inflación que está creando. Como resultado se tiende al superávit.
Los mecanismos son los contrarios que en la expansiva:

 Reducir el gasto público, para bajar la demanda agregada y por tanto la


producción.
 Subir los impuestos, para que los ciudadanos tengan una renta menor y en
consecuencia disminuyan su consumo y así la demanda agregada se desplaza
hacia la izquierda.

Informe del Ministerio de economía y finanza mayo 2018

Los ingresos totales del Gobierno Central (GC) fueron B/. 1,705 millones de dólares,
lo que refleja un incremento importante de 1.7% con respecto al mismo periodo de
2017, informó el Ministerio de Economía y Finanzas en su informe preliminar del
Balance Fiscal del Sector Público No Financiero (SPNF) correspondiente al primer
trimestre de 2018.

Los ingresos tributarios, en el periodo en cuestión, ascendieron a B/.1,382 millones,


incrementándose en 0.8%; mientras que los ingresos no tributarios alcanzaron la
cifra de B/.324 millones, es decir un 6% más que el mismo periodo del año anterior.

En el primer trimestre 2018 los gastos totales aumentaron B/. 715 millones (36.7%)
con respecto al mismo periodo 2017, los gastos corrientes, lo hicieron en un 15% y
los gastos de capital alcanzaron una cifra de B/. 918 millones, es decir 1.4% del
Producto Interno Bruto.

El aumento de los gastos corrientes se explica por el alza de los servicios


personales. En ese sentido, los mayores aumentos se reflejan en los ministerios de
Educación y Salud con B/.52 millones y B/.26 millones respectivamente.

Por otro lado, las transferencias corrientes se han incrementado debido que se ha
transferido una mayor cantidad a las entidades descentralizadas como producto de
un mejor desempeño en su ejecución.

Los ingresos del SPNF alcanzaron la cifra de B/. 2,746 millones, mientras que los
gastos totales se incrementaron en B/ 766 millones (30.1%).

En tanto, el ahorro corriente fue positivo en 395 millones de dólares y financió el


41% de las inversiones.

El déficit del balance total del SPNF a marzo de 2018 fue de -0.9% del PIB.
Importante proyectos de inversión del sector público están en ejecución, entre los
que se destacan los siguientes: el Reordenamiento Vial (B/. 221 millones),el
Mantenimiento y Rehabilitación Vial (B/. 71 millones), Techos de Esperanza ( B/. 48
millones), la Renovación Urbana de Colón (B/. 30 millones), la Construcción y
Rehabilitación de Escuelas (B/. 15 millones), el Programa Panamá Bilingüe (B/. 12
millones), el proyecto de Sanidad Básica 100/0 (B/. 22 millones), Saneamiento de
la Bahía (B/. 23 millones) y la Línea 2 del Metro S.A ( B/. 8 millones), entre otros.

Las cinco medidas o principios rectores para alcanzar una política fiscal
inteligente, propone el Fondo Monetario Internacional (FMI) a los países.

La coyuntura actual exige soluciones nuevas y más innovadoras, a las cuales


denominó ‘políticas fiscales inteligentes' el organismo internacional. Es decir,
políticas que faciliten el cambio, políticas que aprovechen el potencial de
crecimiento económico que tiene un país y políticas que protejan a los ciudadanos
que salgan perjudicados.

De acuerdo al FMI, el endeudamiento excesivo y los niveles sin precedentes de


deuda pública de muchos países, han limitado los recursos financieros de los que
pueden disponer los gobiernos, lo que significa que la política fiscal ahora le
corresponde lograr más con menos recursos. Afortunadamente, agrega, los
investigadores y las autoridades se están dando cuenta de que el conjunto de
herramientas fiscales es más amplio y que las herramientas son más potentes de lo
que habían pensado.
Contracíclica

El primero, está asociada a una política fiscal que pueda utilizarse para suavizar el
ciclo económico, lo que se conoce como política contracíclica. En los tiempos
difíciles, aclara, se deben reducir los impuestos e incrementar el gasto para poner
más dinero en los bolsillos de las empresas y los consumidores. Pero, en los buenos
tiempos, el gasto se debe reducir reduce y elevar los impuestos, añade.

Para el organismo rector de las políticas fiscales del planeta, hoy día, la política
fiscal desempeña un papel más protagónico en la estabilización económica que en
el pasado, porque los bancos centrales en muchos países avanzados han recortado
las tasas de interés hasta niveles muy cercanos a cero, y están poniendo a prueba
los límites de la política monetaria.

En circunstancias normales, explica, una política fiscal contracíclica debe recurrir a


estabilizadores automáticos, es decir, a niveles de gasto e ingreso que se adapten
en función de los altibajos de la economía.

No obstante, es posible que estos estabilizadores automáticos no sean suficientes


en los países que están atravesando baches prolongados y en donde las tasas de
interés ya no pueden bajar más. En una situación así, un estímulo fiscal temporal
puede atajar la espiral descendente de crecimiento bajo, inflación baja y deuda
elevada, aclara.

Crecimiento

El otro consejo del FMI es promover medidas tributarias y de gasto que puedan
usarse para apoyar los tres motores del crecimiento económico a largo plazo, que
son el capital, la mano de obra y la productividad.

Por un lado, en muchos países resulta muy aconsejable incrementar la inversión


pública (capital) de acuerdo al organismo, en vista de los bajos costos de
endeudamiento y las importantes deficiencias en materia de infraestructura.
Asimismo, aconseja, los países deben seguir fomentando la creación de empleo
(mano de obra). Para ello, propone reducir la carga fiscal sobre la nómina laboral
(cuando estos sean altos), y promover el empleo, la capacitación y el gasto
focalizado a grupos vulnerables, como los trabajadores poco calificados y los
ancianos.

Para el caso específico de la productividad, propone estimular la misma a través de


mejoras en el sistema tributario.

Inclusión

Según el FMI, la globalización y los cambios tecnológicos han sido importantes


propulsores del crecimiento y de la convergencia del ingreso entre los países. Desde
comienzos de los años ochenta, se ha logrado sacar de la pobreza a más de mil
millones de personas, la mayoría en China e India.

No obstante, alerta, la desigualdad del ingreso ha aumentado dentro de muchos


países. En las economías avanzadas, los ingresos del 1% más rico han crecido a
tasas anuales equivalentes a casi el triple de las del resto de la población en los
últimos tres decenios, alerta.

De acuerdo al organismo, los impuestos y el gasto público son instrumentos muy


poderosos para garantizar que los países repartan el dividendo entre la población.
Por ejemplo, las transferencias monetarias condicionadas a hogares pobres
supeditadas a la asistencia de los niños a clínicas de salud y la escuela, han sido
útiles para reducir la desigualdad en varios países de América Latina.

El FMI considera que la política fiscal debería también ayudar a que la gente
participe plena y flexiblemente en la economía. Un mejor acceso a servicios de
educación, capacitación y salud, así como el seguro social, propone.

Prudencia

En su análisis, el FMI, señala que la crisis financiera mundial demostró que las
finanzas públicas están expuestas a importantes riesgos que a menudo se
subestiman.
Por ejemplo, específica, los rescates de bancos en dificultades y una profunda
desaceleración económica, elevaron la deuda pública en las economías avanzadas
a niveles nunca antes vistos en tiempos de paz. Es por ello que los gobiernos tienen
que comprender mejor los riesgos a los que están expuestos y adoptar estrategias
para gestionarlos, alerta también el FMI en uno de sus más reciente informes.

Capacidad Tributaria

Otro aspecto abordado por el organismo rector de las finanzas públicas, es que los
gobiernos necesitan una fuerte capacidad para aplicar impuestos. Para ello, la
tributación ofrece una fuente estable de ingresos, además de ser un componente
fundamental para determinar la capacidad de un país para reembolsar su deuda,
concluye.

Política monetaria

La política monetaria es la disciplina de la política económica que controla los


factores monetarios para garantizar la estabilidad de precios y el crecimiento
económico.

Aglutina todas las acciones que disponen las autoridades monetarias (los bancos
centrales) para ajustar el mercado de dinero. Mediante la política monetaria los
bancos centrales dirigen la economía para alcanzar unos objetivos
macroeconómicos concretos. Para ello utilizan una serie de factores, como la masa
monetaria o el coste del dinero (tipos de interés). Los bancos centrales utilizan la
cantidad de dinero como variable para regular la economía.

Objetivos de la política monetaria

Mediante el uso de la política monetaria, los países tratan de tener influencia en sus
economías controlando la oferta de dinero y así cumplir con sus objetivos
macroeconómicos, manteniendo la inflación, el desempleo y el crecimiento
económico en valores estables. Sus principales objetivos son:
 Controlar la inflación: Mantener el nivel de precios en un porcentaje estable
y reducido. Si la inflación es muy alta se usaran políticas restrictivas, mientras
que si la inflación es baja o hay deflación, se utilizarán políticas monetarias
expansivas.
 Reducir el desempleo: Procurar que haya el mínimo número de personas
en situación de desempleo. Para ello se utilizarán políticas expansivas que
impulsen la inversión y la contratación.
 Conseguir crecimiento económico: Asegurar que la economía del país
crece para poder asegurar empleo y bienestar. Para ello se utilizarán
políticas monetarias expansivas.
 Mejorar el saldo de la balanza de pagos: Vigilar que las importaciones del
país no son mucho más elevadas que las exportaciones, porque
podría provocar un aumento incontrolado de la deuda y decrecimiento
económico.

Los objetivos de la política monetaria difícilmente podrán lograrse con el uso de la


política monetaria en solitario. Para conseguirlos será necesario la puesta en
marcha de políticas fiscales que se coordinen con la política monetaria. De
hecho, las políticas monetarias tienen múltiples limitaciones, y por ello, muchos
economistas están en contra de la utilización de estas políticas, asegurando que
pronuncian los ciclos económicos. Además, muchas veces los mecanismos de la
política monetaria no consiguen los objetivos deseados, sino que alteran otros
factores. Por ejemplo, si aumentamos la masa monetaria de una economía para
conseguir crecimiento económico, puede que lo único que consigamos es un
aumento de los precios.

TIPOS DE POLÍTICA MONETARIA

Según cuál sea su objetivo podemos separar las políticas monetarias en dos tipos:

Política monetaria expansiva: Consiste en aumentar la cantidad de dinero en el


país para estimular la inversión y con ello, reducir el desempleo y conseguir
crecimiento económico. Su uso suele provocar inflación.
Ésta consistiría en usar alguno de los siguientes mecanismos:

 Reducir la tasa de interés, para hacer más atractivos los préstamos bancarios e
incentivar la inversión, componente de la DA.
 Reducir el coeficiente de caja (encaje bancario), para que los bancos puedan
prestar más dinero, contando con las mismas reservas.
 Comprar deuda pública, para aportar dinero al mercado

Política monetaria restrictiva: Trata de reducir la cantidad de dinero del país con
el fin de reducir la inflación. Cuando sea aplican políticas restrictivas se corre el
riesgo de ralentizar el crecimiento económico, aumentar el desempleo y reducir la
inversión.

Consiste, al contrario de lo que ocurre en el caso de la política monetaria expansiva,


en lo siguiente:

 Aumentar la tasa de interés, para que el hecho de pedir un préstamo resulte más
caro.
 Aumentar el coeficiente de caja (encaje bancario), para dejar más dinero en
el banco y menos en circulación.
 Vender deuda pública, para retirar dinero de la circulación, cambiándolo por
títulos de deuda pública.

La Experiencia Monetaria de Panamá.

 Integración Financiera

En 1904 el dólar se declaró moneda de curso legal en Panamá. En 1970, una


nueva ley bancaria permitió integrar el sistema a los mercados financieros
internacionales, a través de la participación de un gran número de bancos
internacionales. Los bancos extranjeros se establecieron para hacer
operaciones offshore, pero muchos también operan en el mercado local. El
equilibrio del portafolio de los bancos implica que, al margen, los bancos son
indiferentes en usar sus recursos interna o externamente, y ajustan su portafolio
de acuerdo a ello. Un exceso de oferta monetaria aumenta la liquidez bancaria.
Los Bancos evalúan los proyectos rentables (a un riesgo aceptable) y cuando
estos proyectos se han agotado, el exceso de liquidez se invierte en el exterior,
directamente o mediante la intermediación de bancos internacionales en
Panamá. Lo opuesto sucede cuando hay un exceso de demanda por crédito o
dinero.

 Tasas de Interés

El uso del dólar y la gran cantidad de bancos ha creado un mercado financiero


muy competitivo, además, con bajo riesgo país y ningún riesgo por devaluación.
Con integración financiera, las tasas de interés son determinadas por, y cerca
de, los intereses en mercados internacionales, ajustados por costos de
transacción y riesgo. Los bancos internacionales, operan "al por mayor", vía
depósitos interbancarios. Fondos obtenidos en los mercados financieros
internacionales son colocados internamente, o viceversa, se reciben fondos
locales para invertirlos en mercados externos, sirviendo los bancos extranjeros
como intermediarios. La banca internacional paga a sus depositantes una tasa
cercana al LIBOR (tasa de oferta de fondos interbancarios en Londres), que es
su costo alterno de fondos (los bancos locales pagan algo más). El promedio de
intereses a depósitos es menos de medio punto porcentual por encima del
LIBOR. La tasa promedio para préstamos comerciales es ahora menos de 2
puntos porcentuales sobre la tasa preferencial en EE.E.U.U.U.(prime rate). Las
tasas de interés en Panamá se comparan favorablemente con las tasas en
América Latina, donde las tasas equivalentes en dólares para préstamos, están
alrededor del 20 por ciento al año o más (con pocas excepciones), y los
diferenciales de interés entre el 9 y el 18 por ciento, pero sólo alrededor de 4
puntos porcentuales en Panamá.

 La estabilidad de la Economía

La inflación en Panamá ha sido baja y estable. El promedio de aumento del IPC,


entre 1961-97, fue del 3 por ciento por año, 1.4 por ciento anual excluyendo
1973-81, y menos del 1 por ciento en 1998. La inflación en Panamá excedió el
10 por ciento sólo en 1974 y 1980, debido a la inflación mundial producto del
aumento del precio de petróleo. La baja inflación es producto de que no hay
exceso de oferta monetaria, y el gobierno no puede monetizar su déficit. En
Panamá, cambios en el nivel de precios provienen principalmente de cambios
en la inflación internacional, ajustados por factores de política económica interna
(impuesto y nivel de protección); el mecanismo de transmisión es a través del
precio de los productos importados. Los precios locales se ajustan a la inflación
mundial esperada. La inflación en Panamá se compara favorablemente con la
inflación en América Latina, donde tasas de inflación anual mayores al 10 por
ciento son comunes. En Argentina y Brasil la inflación ha excedido 1000 por
ciento en ciertos años.

La tasa de crecimiento del PIB ha sido alta y estable, a pesar de distorsiones


microeconomicas. En los períodos entre 1960-71 y 1978-81 el promedio de
crecimiento anual fue de 8.1 por ciento, 2.5 por ciento en otros años. Panamá
creció todos los años desde fines de los 50, con excepción de 1983 y de la crisis
de 1987-1989 (producto de sanciones impuestas por los Estados Unidos). La
estabilidad económica de Panamá es consecuencia de su sistema monetario y
de la estabilidad de su ingreso por exportaciones de servicios relacionados a su
posición geográfica, que son un alto porcentaje de la economía. Los índices de
volatilidad del PIB y de los términos de intercambio han sido 2.0 y 7.9
respectivamente (excluyendo 1988-89). Para América Latina la volatilidad ha
sido 4.7 y 15.1 (BID, 1995).

La estabilidad macroeconómica se refuerza porque la ausencia de emisión


monetaria significa que existe un limite presupuestario al gasto público (hard
budget constraint). No existen políticas que crean desequilibrios fiscales.
Cuando hay la necesidad de reducir el déficit se reducen los gastos,
particularmente de inversión, y ocasionalmente se aumentan los impuestos. Las
empresas públicas son autosuficientes, en ciertos casos debido a sus altos
precios. Con pocas excepciones, no hay subsidios directos de precios, para
financiar subsidios a grupos de menor ingreso se recargan los precios a grupos
de alto ingreso (subsidios cruzados). El déficit fiscal puede ser alto, pero necesita
ser financiado ex-ante; este fue el caso en los años 70, cuando el déficit
promedio fue entre 7 a 9 por ciento del PIB.

El sistema monetario de Panamá tiene las siguientes características:

 Se usa el dólar como circulante. El Balboa, la moneda nacional, es una


unidad de cuenta y sólo existe en monedas fraccionarias
 Los mercados de capital son libres, no hay intervención del gobierno, o
restricciones a las transacciones bancarias, o a los flujos financieros, ni a las
tasas de interés
 Hay una gran cantidad de bancos internacionales
 No hay banco central. La economía de Panamá puede ser considerada un
"caso control" en un experimento de simulación, donde el proceso de
equilibrio monetario y macroeconómico puede estudiarse sin distorsiones del
sector financiero, intervención gubernamental, o políticas del Banco Central.

Por ello, la experiencia de Panamá revela la "respuesta de mercado" a muchos


temas macroeconómicos, y la relevancia de la integración financiera.

I. BIBLIOGRAFÍA

https://elcapitalfinanciero.com/la-inflacion-y-la-politica-monetaria/

Felipe Argote
Economista

http://laestrella.com.pa/economia/propone-cinco-medidas-para-politica-fiscal-
inteligente/24000207

Mileika Lasso
http://economipedia.com/definiciones/politica-fiscal.html

Por Andrés Sevilla Arias

https://www.centralamericadata.com/es/article/home/Panam_Gasto_pblico_crece_30

S.E. Eyda Varela Ministra de Economía y Finanzas, Encargada República de Panamá


https://www.elcato.org/lecciones-de-la-experiencia-monetaria-panamena-una-economia-
dolarizada-con-integracion-financiera

Juan Luis Moreno Villalaz

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