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Actividad 2.1.2 Unidad 2. JEPE.

Universidad Nacional Autónoma de México.


Sistema de Universidad Abierta y Educación a Distancia.
Facultad de Filosofía y Letras.
Carrera: Pedagogía.
Asignatura: Corrientes de Filosofía de la Educación I y Antropología
Pedagógica I.
Coordinador: Sandoval Montaño Rosa María (coordinadora)
Coordinador: Secretaría Académica SUAYED
Alumno: Julio Eduardo Pérez Escobedo.
Número de cuenta: 08424166-1
Grupo: 9194
Actividades de aprendizaje Unidad 2 CORRIENTES FILOSÓFICAS Y
EDUCATIVAS: REALISMO, UTILITARISMO Y POSITIVISMO

Actividad 2.1.2 La teoría educativa realista. La pedagogía científica.

Para resolver la siguiente actividad deberás leer: VELA, M. E., YURÉN, M. T. et.
al. Herbart y la construcción de la ciencia pedagógica. P. P. 14-37.

Expresa las tesis más importantes de la teoría educativa de Herbart, para ello
deberás responder a las siguientes preguntas:

a) ¿Qué es educar?

“dice que se debe partir del interés… lejos de basarse en la expresión espontanea
del educando, obedece a una elaborada, y por momentos incomprensible,
reflexión intelectual” (Vela y Yuren, 1984, 17).

“entonces experimentar que no se aprende nada con la experiencia, y mucho


menos con observaciones dispersas, que es preciso repetir veinte veces, de veinte
maneras distintas, el mismo ensayo antes de obtener un resultado que las teorías
más opuestas explican después a su modo. Experimentar que no se puede hablar
de la existencia hasta que, ante todo, no se ha examinado minuciosamente y se
han pensado exactamente los a posteriori. El a posteriori de los experimentos
pedagógicos son las faltas que comete el alumno en la edad viril” (Vela y Yuren,
1984, 20).

“un gobierno que quiera satisfacer sus fines sin educar oprime al espíritu, y una
educación que no se preocupara del desorden de los niños, demostraría su
desconocimiento hasta de los mismos niños” (Vela y Yuren, 1984, 23).
“el niño no tiene verdadera voluntad, sólo posee impetuosidad y esta debe
vigilarse, al igual que a los hombres que llegan a adultos que nunca llegan a
gobernarse a sí mismos o que desarrollan una actitud antisocial y entran en una
lucha contra la sociedad e introducen en ella el mal moral” (Vela y Yuren, 1984,
23-24).

“el fin supremo de la educación es la moralidad, pues ´la educación moral se


refiere a las constantes partes de la educación y… las supone como condiciones
necesarias para poder aplicarse con toda seguridad” (Vela y Yuren, 1984, 25).

“la totalidad de una actividad tan infinitamente dividida y, sin embargo, tan
íntimamente enlazada en todas sus partes, como lo es la educación” (Vela y
Yuren, 1984, 25).

“la marcha de la reflexión se llama método. Este recorre el sistema; produce en el


nuevos miembros y cuida de que su multiplicación sea consecuente” (Vela y
Yuren, 1984, 30).

b) ¿Por qué y para qué educar?

“Herbart ansioso en cambio, por educar a los miembros de una élite en la medida
en que ´son sólo unos pocos los que manejan el mundo´” (Vela y Yuren, 1984,
16).

“otro aspecto de la pedagogía herbatiana es la poca importancia que atribuye a la


infancia en si misma… Herbart solo ve en él al hombre del futuro” (Vela y Yuren,
1984, 17).

“únicamente la transformación de la pedagogía en una ciencia la liberará del cruel


destino sufrido por la medicina de su tiempo, convertido en juguete de las
creencias. Para logralo, ´la pedagogía, deberá, deliberar lo más exactamente
posible sobre su propios principios y cultivar más una reflexión independiente”
(Vela y Yuren, 1984, 20).

“se cumpliría el objetivo de la educación, al considerar ésta como ´todo aquello


que se presenta al alumno como objeto de estudio´, incluyendo en esto el
gobierno o la disciplina, que inculcara en los alumnos la formación moral. La
ciencia no sería nada sin la reflexión que permite al maestro representarse ´la
realidad próxima como un fragmento del gran todo´” (Vela y Yuren, 1984, 22).
“trata, ya de prevenir el mal… ya de evitar la lucha que en si es un estado molesto;
ya, finalmente, de impedir la colisión que forzaría la sociedad a la lucha, sin que
fuese absolutamente autorizado para ello. Todo ello concurre a a firmar que este
gobierno no tiene que alcanzar ningún fin en el espíritu del niño, sino únicamente
establecer el orden” (Vela y Yuren, 1984, 24).

c) ¿Cómo educar?

“la necesidad de que el maestro sea lo suficientemente joven como para que el
recuerdo próximo de su época infantil le permita captar mejor la vivencia
experiencial de su alumno” (Vela y Yuren, 1984, 17).

“para él la educación debe durar desde la infancia hasta el matrimonio” (Vela y


Yuren, 1984, 17).

“Herbart no rechaza la religión, pero en este campo atribuye al maestro un papel


de, despertador, de un sentimiento religioso intimo y austero ( puritano, se podría
decir)” (Vela y Yuren, 1984, 16).

“los temas fundamentales del gobierno, la instrucción y la disciplina, y agrega


consideraciones prácticas sobre el modo de tratar algunas asignaturas en
particular” (Vela y Yuren, 1984, 19).

“yo no puedo concebir la educación sin la instrucción e inversamente, no


reconozco, al menos en esta obra, instrucción alguna que no eduque… el maestro
debe preocuparse por la forma como se establece el circulo de ideas en el alumno
´pues de estas nacen los sentimientos y de éstos los principios y modos de
ordenar´” (Vela y Yuren, 1984, 21).

“En cambio se debe recurrir a la autoridad y al amor. La primera se obtiene por la


superioridad espiritual del maestro y se expresa en una conducta consecuente y
franca; en cuanto al segundo, proviene de la armonía de los sentimientos, es
decir, de la forma como el maestro sepa captar y respetar los sentimientos del
alumno y despierte su simpatía, y de la costumbre, que da solidez a la relación
docente-discente” (Vela y Yuren, 1984, 24).

“hay muchas individualidades; la idea de la multiplicidad es solo una; aquellas


están contenidas en esta como la parte del todo. Y la parte que puede ser medida
en el todo puede también extenderse a él. Esto debe realizarse por la educación”
(Vela y Yuren, 1984, 28).
“la concentración repasada, siempre pura y elevada, ve las partes aisladas con
claridad. Y no es pura sino cuando deja de lado todo lo que en la representación
produce una mezcla turbia, o cuando desecha la mezcla por los cuidados del
educador, representan aisladamente varias y diferentes concentraciones” (Vela y
Yuren, 1984, 29).

“el paso de una concentración a otra asocia la representaciones. La imaginación


se cierne por cima de la multitud de las asociaciones; gusta de toda mezcla y no
desecha sino lo insulso. Pero toda la masa se hace insípida, en cuanto todas sus
partes pueden mezclarse; lo que ocurrirá si no se oponen a ello los contrastes
salientes de los elementos aislados” (Vela y Yuren, 1984, 29).

“la reflexión serena ve la relación de los objetos varios, ve cada cosa aislada en su
correspondiente lugar, como miembro de esta relación. El buen orden de una rica
reflexión se llama sistema. Pero no a hay ni sistema, ni orden, ni relación sin
claridad de lo singular. La relación, en efecto, no se halla en la mezcla; no existe
más que entre miembros separados y luego reunidos” (Vela y Yuren, 1984, 29).

“nuestros conceptos anteriores nos dicen que la instrucción tiene que desarrollar
simultáneamente el conocimiento y la simpatía como diferentes estados de
espíritu de índole original” (Vela y Yuren, 1984, 33).

d) ¿Con base en qué principios educar?

“sistema pedagógico herbartiano, tres vertientes importantes:


1° la estrecha relación entre los principios de la pedagogía y los conceptos
centrales de la filosofía de Herbart.
2° la importancia y trascendencia que concede la experiencia del maestro y a su
propia experiencia como preceptor que, por cierto, no es una mera acumulación,
sino una reflexión y una sistematización de esa experiencia y
3° su concepción acerca de que los contenidos de la educación deben propender
a la expansión multilateral de los intereses del individuo. Por lo tanto, si bien el
contenido esencial de la instrucción estará constituido por las obras clásicas, éstas
deberán ser enriquecidas con aportaciones de las ciencias matemático-científicas”
(Vela y Yuren, 1984, 18).

“la insistencia en el fin moral de la educación; la idea de la congruencia entre lo


bello y lo bueno: la equivalencia entre educación e instrucción; el papel del interés,
el concepto de gobierno y disciplina; el carácter reflexivo de la enseñanza y la
búsqueda de la satisfacción de los intereses múltiples” (Vela y Yuren, 1984, 18).
“él no parece considerar lo lúdico como un factor valioso, ni siquiera hace
referencia a ello. Inicia la enseñanza con los clásicos, recorre todas las ciencias y
se concentra en, el trato social, pero ve esto siempre como un esfuerzo, como una
lucha, como un camino penoso por recorrer” (Vela y Yuren, 1984, 16).

“la educación moral tiene, pues, por fin hacer que las ideas de la justicia y del bien,
en todo su rigor y pureza lleguen a ser los objetos propiamente dichos de la
voluntad, y que se determine conforme a ellas el valor intrínseco, real del carácter,
la esencia profunda de la personalidad” (Vela y Yuren, 1984, 27).

“se distinguen cuatro grados de instrucción, pues esta debe cuidar de ´la claridad,
la asociación, del orden y de la continuidad´, en el interés hay también varios
grados: la atención, al espera, la demanda y la acción… ´cuanto más sincero sea
el educador para consigo mismo y cuanto más hábil sea para utilizar lo que
encuentra, tanto mejor ira todo´” (Vela y Yuren, 1984, 35).

Bibliografía

VELA, M. E., YURÉN, M. T. et. al. Herbart y la construcción de la ciencia


pedagógica. México, UPN, 1984. 40 p. (Cuadernos de Cultura Pedagógica. Serie:
pensamiento pedagógico, No. 1) P. P. 14-37.

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