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Hematospermia
P. Chiron, X. Durand

La hematospermia, definida por la presencia de sangre en el eyaculado, puede causar

una ansiedad considerable en el varón o en su pareja. Aunque su origen suele ser benigno,
con una resolución espontánea, en algunos casos puede ser el síntoma de patologías más
graves, lo que justifica un tratamiento y un estudio etiológico sistematizado. El objetivo
de este artículo es proporcionar a los médicos que traten a estos pacientes un algoritmo
para la evaluación y el manejo de la hematospermia, en función de su frecuencia y de la
edad del paciente. En los varones menores de 40 años, la hematospermia se relaciona en
la mayoría de los casos con fenómenos inflamatorios o infecciosos. Por el contrario, en
los mayores de 40 años, en particular si la hematospermia es persistente o recidivante,
puede estar relacionada con patologías subyacentes malignas. Está justificado realizar
una evaluación detallada, tanto para descartar las patologías más graves como para
tranquilizar a los pacientes. Al final de este estudio, un número importante de casos son
idiopáticos, aunque las técnicas modernas de imagen deberían permitir disminuir este
número en el futuro.
© 2017 Elsevier Masson SAS. Todos los derechos reservados.

Palabras clave: Hematospermia; Hipertrofia benigna de próstata; Eyaculación;

Vesículas seminales; Biopsias de próstata

Plan et al estiman que cada urólogo ve un promedio de un caso

al mes [1] . Sin embargo, debido a la existencia de episodios
■ Introducción 1 subclínicos, de episodios únicos y de resolución espontá-
nea, su incidencia real en la población masculina es difícil
■ Reseña anatómica 2 de determinar, aunque parece existir un pico de frecuencia
■ Historia natural y evolución 2 a los 30-40 años [2] .
■ Etiología 2 Suele ser un motivo de inquietud para los pacientes y
Hematospermia y afecciones tumorales 2 para sus parejas. El principal temor es que se deba a un cán-
Hematospermia y enfermedades infecciosas cer o a una enfermedad de transmisión sexual e incluso
o inflamatorias 2 a una amenaza para la vida. Por el contrario, el urólogo
Hematospermia y anomalías vasculares 2 suele considerar la hematospermia como una anomalía
Hematospermia y enfermedades sistémicas 3 benigna. Sin embargo, en ocasiones puede ser el síntoma
Hematospermia y afecciones quísticas 3 inaugural de una patología urológica, en particular en los
Hematospermia iatrogénica o traumática 4 varones mayores de 40 años [3] .
■
En la actualidad, no existe ninguna recomendación
Diagnóstico clínico 4
sobre la actitud diagnóstica y terapéutica de la hema-
■ Pruebas complementarias 4 tospermia, en particular en el seno de la European
Pruebas de laboratorio 4 Association of Urology o de la American Urological Asso-
Pruebas de imagen 5 ciation.
Fibroendoscopia 5 La causa de la hematospermia suele ser difícil de deter-
■ Tratamiento 5 minar y puede pasar desapercibida pese a un estudio
En caso de hematospermia aislada 5 exhaustivo. Sin embargo, los métodos de exploración han
En caso de signos asociados 6 evolucionado en los últimos años, en particular con el des-
Hematospermia persistente con estudio etiológico arrollo de nuevas modalidades de imagen que permiten
negativo 6 en la actualidad identificar en la mayoría de los casos una
■ Conclusión 7 lesión causal y amplían el espectro de las patologías subya-
centes. Sin embargo la estrategia diagnóstica que se debe
adoptar suele desconocerse, al igual que su tratamiento.
Los pacientes menores de 40 años, sin factores de riesgo
 Introducción ni síntomas asociados, necesitan en la mayoría de los casos
pocas exploraciones y se les puede tranquilizar con rapi-
La hematospermia, definida por la presencia de sangre dez por unos resultados negativos, o tratarse con facilidad
en el esperma, constituye un motivo relativamente fre- si es preciso. Por el contrario, los pacientes que presentan
cuente de consulta en urología. Por ejemplo, Etherington factores de riesgo o síntomas asociados, los mayores de

EMC - Urología 1
Volume 50 > n◦ 1 > marzo 2018
http://dx.doi.org/10.1016/S1761-3310(17)87905-6
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Cuadro 1.
Contribución relativa, en porcentaje, de las diferentes estructuras
eyaculatorias.
Estructura Contribución relativa (%)
Testículos 1-3
Epidídimo 1-3
Glándulas de Cowper 5-10
Glándulas periuretrales 0,5-1
Próstata 20-25
Vesículas seminales 60-80
40 años y los que presenten episodios recidivantes o per-
sistentes, requieren un estudio más exhaustivo y pueden
requerir un tratamiento especializado.
 Reseña anatómica
Para que se produzca la hematospermia, el paciente
debe presentar una función eyaculatoria intacta [4] . Varias
estructuras contribuyen a la eyaculación y cada una de
ellas puede causar hematospermia (Cuadro 1). La produc-
ción de espermatozoides comienza en los testículos, tras
lo que se dirigen al epidídimo, el conducto deferente y los
conductos eyaculadores. Las secreciones de las vesículas
seminales, las de la próstata y de las glándulas de Cowper,
se mezclan a continuación con el esperma para formar el
eyaculado que, al final, se expulsa por la uretra.
 Historia natural y evolución
Pocos estudios se han centrado en la historia natural y
la evolución de la hematospermia.
En 2016, el equipo de Furuya et al describió la evolu-
ción de esta anomalía en 189 pacientes japoneses [5] . En
un período de observación de 52 meses, la hematospermia
se resolvió espontáneamente en el 88,9% de los casos. Su
mediana de duración fue de 1,5 meses, con una tasa de
persistencia del 57,7% a 1 mes, del 34,2% a los 3 meses,
del 23,3% a los 6 meses, del 12,5% a 1 año y del 7,6% a los
2 años. Se observó una recidiva en el 13,5% de los casos,
con tasas de « remisión » del 96,6% a los 3 meses, del
89,0% a un año, del 84,8% a los 5 años y del 78,2% a los
10 años. En un análisis multifactorial, los factores predicti-
vos de persistencia de la hematospermia eran su origen en
las vesículas seminales o la existencia de un quiste medial
de la próstata.
Zargooshi et al, después de un seguimiento de 15 años
de pacientes que presentaban hematospermia, no obser-
varon ningún fallecimiento con independencia de la
etiología encontrada de la hematospermia, incluso en los
casos idiopáticos [6] .
 Etiología
En la hematospermia, considerada durante mucho
tiempo como idiopática, cada vez es más frecuente encon-
trar su origen. Las series más recientes, gracias a la
aportación de las pruebas de imagen, tanto la ecografía
endorrectal como más recientemente la resonancia mag-
nética (RM), permiten en la actualidad demostrar una
anomalía en el 95% de los casos [7] (Cuadro 2).
Hematospermia y afecciones tumorales
Aunque esta asociación es relativamente rara, es el prin-
cipal temor del paciente. Ahmad, en una revisión de la
literatura británica que incluyó a 931 pacientes, ha obser-
vado un origen neoplásico de la hematospermia en el
2 EMC - Urología
3,5% de los casos [3, 8] . El tumor puede afectar a todos los
órganos del tracto urogenital implicados en la eyacula-
ción.
Aunque la asociación entre hematospermia y cáncer de
próstata es la que se describe más frecuentemente, con una
frecuencia próxima al 1-2% en la literatura [9, 10] , la rela-
ción entre estas dos afecciones aún está por precisar. Los
cánceres de la zona transicional parecen causar hematos-
permia con más frecuencia que los de la zona periférica [11] .
Rubinowicz et al han descrito también el caso particular
de una hematospermia secundaria a un carcinoma intra-
ductal de próstata [12] .
La asociación con una afección tumoral de las vesículas
seminales parece más lógica, debido a su mayor impli-
cación en la composición del eyaculado, aunque sigue
siendo rarísima: en la serie más extensa de adenocarci-
nomas de las vesículas seminales publicada por Benson
et al [13] , estos tumores se manifestaban por una hema-
tospermia sólo en el 16% de los casos. El pronóstico es
desfavorable, con un 95% de mortalidad a los 3 años,
relacionada con un retraso frecuente del diagnóstico [14] .
Se pueden encontrar otros subtipos histológicos: locali-
zación secundaria seminal de un tumor del saco vitelino
según Gill et al [15] o un melanoma según Papoutsoglou et
al [16] .
La asociación entre hematospermia y cáncer de vejiga
es aún más rara y se han descrito dos casos por Hennes-
sey et al [17] o por Fletcher et al [18] . Además, el mismo
autor ha descrito un solo caso de cáncer de uretra. Por
último, se han descrito asociaciones entre hematospermia
y seminomas testiculares [19] .
Hematospermia y enfermedades
infecciosas o inflamatorias
Los fenómenos inflamatorios y/o infecciosos causantes
de edema o de irritación mucosa pueden explicar algunas
hematospermias procedentes de las vesículas seminales o
de los conductos eyaculadores. En la literatura, se estima
que causan alrededor del 40% de los casos de hematosper-
mia [20] . Estas etiologías se observan con más frecuencia en
individuos jóvenes.
Todas las enfermedades infecciosas, tanto virales
como bacterianas, pero también parasitarias como la
esquistosomiasis o bilharziasis, pueden causar estas hema-
tospermias.
Bamberger et al han estudiado las enfermedades de
transmisión sexual observada en los pacientes que presen-
taban una hematospermia y encontraron un predominio
neto de las infecciones causadas por virus herpes sim-
ple (VHS) (42%), por Chlamydia trachomatis (33%), por
Enterococcus faecalis (17%) o por Ureaplasma urealyticum
(8%) [21] . Más recientemente, Saracoglu et al han obje-
tivado la presencia de Staphylococcus aureus (45,5%), de
Ureaplasma urealyticum (27,2%), de Escherichia coli (9,1%)
y de Klebsiella pneumoniae (9,1%) en su serie, lo que refleja
una cierta variabilidad según las regiones [22] . La tubercu-
losis o las parasitosis urinarias también deben sospecharse
después de una estancia en una zona de endemia.
Las prostatitis crónicas también pueden causar hema-
tospermia. Según Lee, una prostatitis crónica, con
independencia de su tipo, se observa en el 69,4% de
los casos de hematospermia de su serie [23] . Asimismo,
también se han descrito casos de prostatitis xantogranu-
lomatosas [24] .
Hematospermia y anomalías vasculares
Se trata de causas más raras, entre las cuales la principal
es la presencia de varicosidades en las vesículas seminales.
La hematospermia también puede estar relacionada con
fragilidades vasculares en la uretra prostática e incluso en
el cuello vesical.
 Hematospermia  E – 18-602-A-10

Cuadro 2.
Etiologías de la hematospermia y su cuadro clínico típico.
Etiologías Cuadro clínico típico
Conductual
Actividad sexual excesiva o masturbación Hematospermia aislada, episodio desencadenado en un contexto de
Coitus interruptus actividad sexual particular
Abstinencia prolongada
Infecciones
Esquistosomiasis Síntomas urinarios irritativos
Uropatógenos CG+ y CG– Leucocituria en el ECBO
Pruebas microbiológicas positivas
Mycobacterium tuberculosis
ITS: Chlamydia trachomatis, Neisseria gonorrhoeae, VHS 1 y 2, VPH
Inflamatoria
Epididimitis Síntomas urinarios irritativos
Cistitis intersticial Leucocituria en el ECBO
Pruebas microbiológicas negativas
Prostatitis
Vesiculitis seminal
Neoplásica
Tumor benigno o maligno de vejiga, de la uretra, de la próstata, de Resultados anormales de la exploración física o de las pruebas de
las vesículas seminales, del cordón espermático, del epidídimo y de imagen
los testículos
Estructural
Tejido prostático ectópico o pólipo prostático Trastornos de la fase miccional
Persistencia de estructuras müllerianas intraprostáticas
Litiasis prostática, quiste, HBP
Estenosis uretral, fístula, divertículo
Sistémica
Amiloidosis Hematospermia asociada con una enfermedad sistémica, sin otra
Trastornos de la coagulación explicación
Insuficiencia hepática crónica
Hipertensión grave no controlada.
Traumática/iatrogénica
Esclerosis hemorroidal Hematospermia simultánea a un traumatismo/intervención
Inyección intracavernosa
Biopsias de próstata, radioterapia, braquiterapia, RTUP
Maniobra endouretral
Migración de endoprótesis uretral
Vascular
Malformación arteriovenosa Hematospermia aislada o hematospermia asociada a hematuria
Variz del cuello vesical o de la próstata
Hemorragia submucosa, hemangioma, telangiectasias

ITS: infección de transmisión sexual; CG+: cocos grampositivos; CG–: cocos gramnegativos; VHS: virus herpes simple; VPH: virus del papiloma
humano; ECBO: estudio citobacteriológico de la orina; HBP: hipertrofia benigna de próstata; RTUP: resección transuretral de próstata.

En menos ocasiones, puede tratarse de malformaciones
arteriovenosas [25] o de hemangiomas de la próstata o de
las vesículas seminales [26] . Wang et al han descrito cinco
casos de hematospermia masiva de origen arterial, aso-
ciada a hematuria: se relacionaban con una hemorragia
procedente de la arteria pudenda interna [27] .
Hematospermia y enfermedades
sistémicas
Todas las enfermedades sistémicas causantes de
hemorragia pueden provocar la aparición de una hema-
tospermia.
Puede tratarse de trastornos de la coagulación, congé-
nitos (hemofilia, déficit de factor V o VIII [28] , enfermedad
de Willebrand [29] ) o adquiridos, en particular en el marco
de patologías hepáticas. Puede estar presente en distintas
hemopatías, como los linfomas [30] .
La hematospermia puede deberse a hipertensión arte-
rial. Por último, Vandwalle et al también han implicado
a la amiloidosis de las vesículas seminales [31] , y Kurkar
et al han establecido una relación directa con la hiperuri-
cemia [32] .
Hematospermia y afecciones quísticas
Las dilataciones quísticas de los vestigios de los conduc-
tos de Müller, o incluso de los quistes de los conductos
eyaculadores pueden causar fenómenos obstructivos y
producir hematospermia. Se supone que la obstrucción
provocada por estos quistes provoca una hiperpresión en
la microcirculación, lo que ocasiona una necrosis focal.
Durante la eyaculación, la disminución de la presión pro-
vocaría una hematospermia según el mismo mecanismo
que la hematuria a vacuo tras una retención aguda de
orina [20] .
La ecografía endorrectal suele mostrar una imagen
característica, hipoecogénica, en la línea media, asociada
con frecuencia a un aspecto congestivo de las vesícu-
las seminales [7] . Asimismo, la hematospermia se asocia
a un volumen escaso del eyaculado, e incluso a una

EMC - Urología 3
E – 18-602-A-10  Hematospermia
Cuadro 3.
Posibles causas de seudohematospermia.
Causa Prueba Tratamiento inicial
complementaria
Hematuria ECBO Según indicación,
TC con contraste tratamiento
urológico o
nefrológico
Proveniente de la Prueba del Si negativa,
pareja preservativo tranquilizar al
Muestra de esperma paciente
por masturbación
Melanospermia Exploración cutánea Consulta oncológica
(metástasis Espermiograma con
prostática de un o sin cromatografía
melanoma,
excepcional)
infertilidad. Sólo la punción con aguja fina del líquido
contenido en estos quistes permite distinguir estas dos
entidades, en función de la presencia o ausencia de esper-
matozoides [5] .
Si se producen síntomas, las opciones terapéuticas con-
sisten en la punción-aspiración ecoguiada, la incisión
transuretral del quiste, la punción transperineal o trans-
rectal o incluso la marsupialización (incisión con bisturí
frío de la cúpula prominente, en lugar de la resección
prostática). Estos procedimientos relativamente simples
permiten de forma simultánea resolver la hematospermia
y tratar el quiste.
Hematospermia iatrogénica
o traumática
La utilización de algunos fármacos antiagregantes
plaquetarios o anticoagulantes se ha implicado en la apa-
rición de hematospermia [33, 34] . En menos ocasiones, se
ha sugerido un síndrome de reperfusión al interrumpir
fármacos inhibidores de los receptores del factor de creci-
miento epidérmico [35] .
La realización de biopsias prostáticas por vía endorrec-
tal constituye en la actualidad la causa más frecuente
de hematospermia iatrogénica, debido en particular al
desarrollo de la detección sistemática del cáncer de prós-
tata [20] . Manoharan et al han descrito, en el 84% de los
pacientes en quienes se realizaron biopsias ecoguiadas de
la próstata, una hematospermia persistente un promedio
de 24 días, sin que se correlacionase con ningún resultado
de la propia biopsia [36] . Según Naughton et al, la apari-
ción de una hematospermia parece correlacionarse con el
número de biopsias realizadas. Se observa en el 71% de los
casos con un protocolo de 6 biopsias, frente al 89% con
12 biopsias [37] . Sin embargo, esta hematospermia podría
solucionarse tras un promedio de seis eyaculaciones [38] .
También se ha descrito una hematospermia en el 17%
de los pacientes que recibieron braquiterapia por cáncer
de próstata [39] .
Por último, algunas hematospermias pueden produ-
cirse después de traumatismos del periné o de los órganos
genitales externos o incluso tras relaciones sexuales des-
pués de un período de abstinencia prolongada.
 Diagnóstico clínico
La exploración física no suele aportar mucha informa-
ción, pero puede orientar el diagnóstico.
La anamnesis suele bastar para descartar una posible
« falsa hematospermia » (Cuadro 3). La hematospermia
puede aparecer de forma aislada o asociada a otros signos
que orientan con más facilidad el diagnóstico (hematuria
4 EMC - Urología
macroscópica, trastornos miccionales u otra hemorragia
asociada, en particular).
Una vez establecido el diagnóstico, la anamnesis debe
precisar el carácter único o repetido del episodio, así como
su abundancia. Hay que precisar las circunstancias de
aparición, la frecuencia de las relaciones sexuales, el ante-
cedente de viajes recientes al extranjero o de relaciones
sexuales no protegidas, de traumatismo y de infección. Se
debe buscar el antecedente de una exploración urogenital
reciente, la realización de biopsias de próstata, e incluso
la radioterapia pélvica que puede orientar hacia una
causa iatrogénica. Se deben documentar los anteceden-
tes personales (hemopatía, trastornos de la coagulación,
enfermedades sistémicas, hipertensión arterial, patología
urogenital), la toma de tóxicos y de fármacos, en particular
antiagregantes o anticoagulantes.
La exploración física debe ser lo más completa posible.
Consta de una exploración cardiovascular en busca en
particular de una hipertensión arterial. Mediante la explo-
ración del pene, se busca una lesión uretral, una masa,
condilomas o un exudado uretral. En la exploración del
escroto, la palpación evalúa la presencia o ausencia de tes-
tículos, su tamaño, su consistencia, su carácter doloroso
o no, así como la presencia de lesiones tumorales. En el
epidídimo y los conductos deferentes, hay que buscar la
presencia de dolor y de nódulos. Mediante el tacto rec-
tal, se evalúa la consistencia y el tamaño de la próstata,
así como la presencia de dolor en la palpación de la prós-
tata o de un nódulo. En las vesículas seminales, puede
observarse la existencia de dolor, apreciar una sensación
de plenitud, un carácter indurado sugestivo de un tumor
o de litiasis intravesiculares.
 Pruebas complementarias
Pruebas de laboratorio
Se solicita sistemáticamente un estudio bacteriológico.
Debe constar, en primer lugar, de un estudio citobac-
teriológico de la orina (ECBO) con antibiograma si es
preciso.
También es necesario, en los individuos jóvenes, descar-
tar la responsabilidad de una enfermedad de transmisión
sexual. Se toma una muestra uretral con búsqueda de
microorganismos comunes. El estudio de referencia para
la búsqueda de C. trachomatis y de Mycoplasma genitalium
es la reacción en cadena de la polimerasa en el primer
chorro de orina (cultivo difícil, serodiagnóstico poco sen-
sible y poco específico).
Además, dependiendo de las circunstancias y de un
antecedente de viaje reciente al extranjero, se solicita una
búsqueda de huevos de bilharzias o de bacilo de Koch en
la orina o el esperma.
También debe realizarse un estudio sanguíneo.
Se efectúan pruebas de hemostasia de forma sistemá-
tica.
Dependiendo de los factores de riesgo o de los sínto-
mas asociados, la evaluación puede completarse con un
estudio citológico del esperma, un cultivo de esperma,
citologías urinarias o una determinación de la concen-
tración del antígeno prostático específico (PSA) total a
partir de los 50 años. Cuando el contexto hace que se
sospechen ciertas causas sistémicas, debe solicitarse un
estudio hepático o una electroforesis de las proteínas
séricas.
Según algunos autores, las pruebas más invasivas pare-
cen inútiles en los pacientes jóvenes, sin factores de riesgo
y que hayan presentado un episodio aislado de hematos-
permia: estos pacientes podrían tranquilizarse y someterse
a una simple vigilancia [40] . En todos los demás casos, la
realización de pruebas complementarias más detalladas es
útil para el diagnóstico etiológico.

Anamnesis y exploración física, incluida
una exploración genital y un tacto rectal
Descartar una seudohematospermia
(hematuria, hemorragia procedente de la pareja)
Presencia de síntomas asociados o de factores
de riesgo
No
Primer episodio y/o Persistencia, recidiva o
resolución espontánea abundancia en busca de una causa subyacente
Descartar una infección, Consulta urológica
incluidas las ITS
Edad < 40 años: Edad > 40 años:
descartar un cáncer descartar un cáncer
de testículo de próstata Consulta urológica
Pruebas de imagen
Se debe realizar una ecografía endorrectal de forma
sistemática. Es una exploración sencilla, fácilmente acce-
sible y eficaz. Permite estudiar la próstata, las vesículas
seminales, los conductos eyaculadores y los conductos
deferentes. Permite, en particular, mostrar la presencia de
calcificaciones, de quistes de las vesículas seminales y de
dilataciones de las vesículas seminales o de los conduc-
tos eyaculadores. Los quistes de las vesículas seminales
son grandes masas hipoecogénicas que se sitúan en gene-
ral en la base de las vesículas y que pueden rechazar el
cuello vesical. La demostración de calcificaciones en el
seno de los conductos eyaculadores requiere un transduc-
tor biplano de alta frecuencia. La ecografía endorrectal se
acopla a una ecografía renal si existe una agenesia de un
conducto deferente o en presencia de un quiste de una
vesícula seminal, en busca de una agenesia renal asociada.
Según Zhao et al, esta exploración permitiría encon-
trar una anomalía anatómica en el 94,8% de los casos [7] :
dilatación de las vesículas seminales (30%), quiste de los
conductos eyaculadores (15%), litiasis del conducto eya-
culador (15%), litiasis de las vesículas seminales (15%) y
de los vestigios del conducto de Müller (7%). Sin embargo,
estas anomalías no siempre requieren tratamiento [41] .
La RM es la segunda prueba de imagen útil en la evalua-
ción de una hematospermia. Con un campo magnético
mínimo de 1,5 Teslas, permite un estudio anatómico
detallado de las vesículas seminales y de la próstata, par-
ticularmente en secuencia T2 con antena endorrectal. La
utilización de las diferentes secuencias potenciadas puede
permitir visualizar las hemorragias subagudas, que apa-
recen en hiperseñal en T1 y en hiposeñal en T2 [42] .
Por último, las secuencias dinámicas tras inyección de
contraste permiten también evaluar la perfusión tisular,
útil en particular en la determinación de las patologías
malignas.
Según algunos autores, debe realizarse sistemática-
mente si no se establece un diagnóstico etiológico y
cuando la ecografía no aporta datos, en los pacientes que
presentan factores de riesgo o ante una hematospermia
recidivante o persistente [42] . Su sensibilidad diagnóstica
se estima en un 80-85% [9, 10] .
EMC - Urología
Hematospermia  E – 18-602-A-10
Figura 1. Árbol de deci-
siones. Evaluación de una
hematospermia.
a Síntomas asociados: tras-
tornos urinarios de la fase
de llenado, o de la fase
miccional; dolor genitouri-
nario; dolor perieyaculatorio.
Factores de riesgo: antece-
a dente personal o familiar de
cáncer; malformación uroge-
nital conocida; trastornos de
la hemostasia; traumatismos;
Si factores de riesgo de infec-
ción de transmisión sexual
(ITS); viajes recientes.
Exploraciones diagnósticas
Eficacia del tratamiento inicial
No Si
Tranquilizar
Fibroendoscopia
Cuando las pruebas de imagen no permiten el diagnós-
tico, la uretrocistoscopia desempeña un papel importante
en la evaluación de la hematospermia. Mediante la
exploración de todo el tracto uretral, permite identifi-
car pólipos, lesiones inflamatorias uretrales, varicosidades
prostáticas o hemangiomas. Confirma la procidencia
endouretral de algunos quistes prostáticos. Xing et al con-
sideran que es superior a la ecografía endorrectal para el
diagnóstico etiológico de las hematospermias relaciona-
das con litiasis o lesiones obstructivas [43] .
Además, es particularmente útil cuando existe una
hematuria asociada. La visualización del cuello vesical por
retrovisión permite también buscar telangiectasias a este
nivel, susceptibles de constituir una causa de hemorra-
gia, en particular en los pacientes que toman aspirina o
anticoagulantes.
 Tratamiento
El tratamiento de la hematospermia depende en gran
medida de tres factores: la abundancia y la duración de la
hematospermia; la edad del paciente; y la presencia o no
de síntomas asociados.
El algoritmo que se propone aquí permite orientar al
paciente hacia la actitud diagnóstica y terapéutica más
adecuada en función de estos parámetros (Fig. 1).
La mayoría de las causas de hematospermia son benig-
nas y de resolución espontánea, y la piedra angular del
tratamiento consiste en tranquilizar al paciente.
En caso de hematospermia aislada
(Cuadro 4)
Incluso en un primer episodio, se debe realizar una
anamnesis y exploración física en todos los pacientes, así
como pruebas de laboratorio orientativas, que consten de
un ECBO y un estudio de coagulación.
En varones jóvenes, de 40 años o menos, y si este pri-
mer estudio no ha permitido establecer un diagnóstico
5
E – 18-602-A-10  Hematospermia
Cuadro 4.
Evaluación y tratamiento inicial de la hematospermia aislada.
Orientación diagnóstica
Primer episodio de hematospermia (sangre en menos de 10 eyaculaciones consecutivas o durante menos de 12 semanas
Actividad sexual excesiva o masturbación
Coitus interruptus, abstinencia prolongada
ITS
Infección urinaria
HBP
Cáncer de próstata (mayores de 40 años)
Hematospermia persistente, recidivante o abundante
Vascular (várices prostáticas o uretrales, hemangioma)
Tumores (vejiga, uretra, próstata, vesícula seminal,
cordón espermático, epidídimo, testículo)
Trastornos de la coagulación
ITS: infecciones de transmisión sexual; ECBO: estudio citobacteriológico de la orina; HBP: hipertrofia benigna de próstata; TR: tacto rectal; RPM:
residuo posmiccional; PSA: antígeno prostático específico; TP: tiempo de protrombina; TPTA: tiempo parcial de tromboplastina activada.
etiológico, la causa más frecuente es la hipótesis infec-
ciosa o inflamatoria. En tal caso, se propone un estudio de
infección de transmisión sexual con toma de una mues-
tra uretral y se puede instaurar una antibioticoterapia
empírica, consistente en azitromicina, doxiciclina o una
quinolona en función de los perfiles de resistencia regio-
nales. Una infección por VHS requiere un tratamiento
antiviral.
El seguimiento se basa en la exploración urogenital. Se
debe realizar la detección sistemática de las parejas y han
de ofrecerse consejos sobre la prevención de la transmi-
sión.
Si el estudio infeccioso es negativo y la hematospermia
persiste, Maheshkumar et al [44] han sugerido que debe rea-
lizarse una ecografía escrotal para descartar una patología
testicular como etiología subyacente. Aunque los tumo-
res testiculares sean raros, ocupan el primer puesto de los
tumores en varones de 20-24 años, con una prevalencia
estimada de 10/100.000. Esta exploración es indispen-
sable en particular si la exploración física escrotal es
anormal.
En los pacientes infértiles, debe realizarse un espermio-
grama, pues la existencia de una azoospermia se asocia a
una incidencia mayor de tumor testicular.
En los pacientes mayores de 40 años y en quienes
presentan una hematospermia recidivante o abundante,
deben realizarse pruebas complementarias.
La determinación de la concentración de PSA puede
permitir detectar un adenocarcinoma prostático subclí-
nico.
La ecografía endorrectal de la próstata y de las vesícu-
las seminales permite buscar lesiones quísticas. En este
caso, la regresión, incluso la desaparición de las hema-
tospermias, es corriente, y suele justificar una simple
vigilancia, en particular para los quistes mediales del utrí-
culo. Por el contrario, si persiste la hematospermia, estos
quistes pueden requerir un tratamiento específico y pun-
cionarse/aspirarse bajo control ecográfico, lo que suele
resolver la hematospermia. La ecografía puede mostrar
también una litiasis ductal, que puede tratarse eficaz-
mente mediante láser [45] .
Si la ecografía es negativa, debe seguirse de una RM con
antena endorrectal.
También se debe realizar una uretrocistoscopia para
visualizar directamente los conductos prostáticos y eyacu-
latorios (masaje simultáneo de la glándula prostática y de
las vesículas seminales [46] ) y para descartar una neoplasia
6 EMC - Urología
Pruebas complementarias Tratamiento inicial
ECBO Tranquilizar, educar
Serologías y detección sistemática Tratamiento antiinfeccioso, educación
ECBO Tratamiento antiinfeccioso, educación
TR Seguimiento o tratamiento médico
Flujomería
RPM
TR, PSA Según resultados, biopsias de próstata
ECBO Electrocoagulación
ECBO Tratamiento especializado
Citologías
PSA según orientación
TP Tratamiento según la etiología
TTPA
Plaquetas
Estudio de coagulación completo
vesical. La obstrucción de los conductos eyaculatorios
y su dilatación pueden tratarse por vía endouretral (p.
ej., por cateterismo retrógrado endoscópico, dilatación o
resección).
La hematospermia masiva, relacionada con una mal-
formación arteriovenosa uretral o prostática, es rara. En
caso de anomalía vascular, las varicosidades de la uretra
prostática o las lesiones polipoides pueden justificar un
tratamiento endourológico que oscile de la simple fulgu-
ración a la resección endoscópica de ciertas lesiones. Si
esto fracasa, se puede proponer una embolización selec-
tiva de la arteria pudenda interna.
Ante la ansiedad que presentan los pacientes o sus
parejas sexuales, una buena comunicación y un estudio
exhaustivo permiten en la mayoría de los casos tranqui-
lizar al paciente. Sin embargo, en ocasiones puede estar
justificado el apoyo psicológico.
En caso de signos asociados (Cuadro 5)
En al caso particular de la hematospermia de ori-
gen iatrogénico, en particular tras biopsias de próstata
o maniobras endouretrales traumáticas, la abstención
terapéutica parece justificada, con una evolución espon-
táneamente favorable.
Si coexisten otros signos de alarma, el diagnóstico etio-
lógico es más sencillo. La resolución de la hematospermia
se correlaciona directamente con el tratamiento de la
patología encontrada y su pronóstico se relaciona con esta
etiología.
Las etiologías infecciosas, microbianas o parasitarias
justifican un tratamiento antiinfeccioso adecuado, que
puede ser una antibioticoterapia (adaptada si es posible
al cultivo de orina o de esperma) o un tratamiento anti-
parasitario en función de la afección causal.
También puede realizarse un tratamiento laparoscópico
en algunas etiologías que afecten a las vesículas seminales,
que pueden llevar a proponer una vesiculectomía.
Hematospermia persistente con estudio
etiológico negativo
El tratamiento de una hematospermia persistente en la
que no se encuentra una causa puede ser difícil. Recien-
temente, se han descrito nuevos tratamientos, invasivos
 Hematospermia  E – 18-602-A-10

Cuadro 5.
Evaluación y tratamiento de la hematospermia asociada a otros síntomas o a un contexto sugestivo.
Contexto o síntomas asociados Pruebas complementarias Tratamiento inicial
Traumatismo
Abrasión ECBO Endoscopia
Cuerpo extraño Ecografía Doppler
Fístula arteriovenosa
Traumatismo ECBO AINE
Inflamación o infección Tratamiento antiinfeccioso
Tratamiento especializado
Infección o inflamación
Infección urinaria, ITS ECBO Tratamiento según la etiología
Estudio de ITS
Prostatitis crónica Cultivo de esperma
Epididimitis ECBO
Ecografía Doppler
Síntomas de la fase de vaciamiento
HBP TR Alfabloqueante ± I5AR
Flujomería
RPM
Disfunción del cuello ECBO Alfabloqueante
Cáncer de próstata PSA Tratamiento especializado
Estenosis de la uretra ECBO
RPM
Cistitis intersticial ECBO
Dolor perieyaculatorio
Prostatitis crónica Cultivo de esperma Tratamiento según la etiología
Obstrucción de los conductos eyaculatorios Ecografía endorrectal
(litiasis, estenosis, pólipo, quiste, tumor)
Signos sistémicos
HTA Medición de la presión arterial, creatininemia, Tratamiento según la etiología
proteinuria, ECBO
Trastornos de la coagulación TP
TTPA
Plaquetas
Estudio de coagulación
Hemopatía (leucemia, linfoma). HC
VIH Serología
Inmunodepresión Inmunoelectroforesis
Insuficiencia hepática crónica Estudio hepático
Serología de las hepatitis
Viajes o exposición a riesgo
Tuberculosis ECBO Tratamiento especializado
QuantiFERON
RT
Esquistosomiasis Uro-TC
ECBO con búsqueda de huevos
Cultivo de esperma

ECBO: estudio citobacteriológico de la orina; ITS: infección de transmisión sexual; AINE: antiinflamatorios no esteroideos; HBP: hipertrofia benigna de
próstata; TR: tacto rectal; RPM: residuo posmiccional; I5AR: inhibidores de la 5-alfa reductasa; PSA: antígeno prostático específico; TP: tiempo de pro-
trombina; TPTA: tiempo parcial de tromboplastina activada; HTA: hipertensión arterial; HC: hemograma completo; VIH: virus de la inmunodeficiencia
humana; RT: radiografía de tórax; TC: tomografía computarizada.

o no, pero se requieren estudios complementarios para
confirmar su interés e inocuidad.
Por ejemplo, varios estudios han demostrado el interés
potencial de los fármacos alfabloqueantes o inhibidores
de la 5-alfa reductasa, en particular en caso de hipertrofia
benigna de próstata asociada. Badawy et al recomiendan
el uso empírico de la finasterida en caso de hematospermia
refractaria, si no se encuentra una etiología [47] .
Una opción más invasiva es la utilización de campos
magnéticos rotatorios transrectales, que ha permitido una
tasa de curación del 81% en 68 casos de hematosper-
mia persistente de la serie de Jin et al [48] . Los ensayos de
inyección directa de productos esclerosantes en las vesícu-
las seminales dilatadas mediante control ecográfico han
mostrado respuestas menos favorables [49] , mientras que
la punción bilateral de las vesículas seminales ecoguiada
con irrigación continua mediante antibióticos ha permi-
tido resolver el 90% de las hematospermias persistentes
en otra serie de 63 varones [50] .
 Conclusión
La hematospermia puede ser un síntoma causante
de ansiedad. En los varones menores de 40 años, en la
mayoría de los casos tiene un origen benigno, se resuelve
espontáneamente y pocas veces corresponde a una pato-
logía maligna. Por tanto, la mayoría de los varones de esta
edad sólo requieren que se les tranquilice o, en ocasiones,
una antibioticoterapia. Por el contrario, la posibilidad de
una etiología maligna justifica un estudio más exhaustivo

EMC - Urología 7
E – 18-602-A-10  Hematospermia
en los varones mayores de 40 años. La aportación de
unas pruebas de imagen recientes más eficaces (ecografía
endorrectal y RM) ha permitido identificar en la mayoría
de los casos un factor causal, pero sin que haya habido
una modificación importante del tratamiento, pues la
mayoría de estas causas identificadas son benignas: un
tratamiento específico sólo se propone si este síntoma
persiste de forma suficientemente prolongada.
“ Puntos esenciales
• La hematospermia es un síntoma causante de
ansiedad en los pacientes y se encuentra con fre-
cuencia en la práctica clínica.
• Aunque la mayoría de los casos tienen un origen
benigno y se resuelven de forma espontánea, en
ocasiones puede ser el síntoma inaugural de una
patología maligna, en particular prostática, lo que
justifica una actitud diagnóstica sistematizada.
• Algunos signos asociados a la hematospermia,
que se identifican durante la exploración física o
las pruebas complementarias, permiten distinguir
la hematospermia inofensiva de la que necesita
recurrir a un especialista. Se trata, en particular,
de la edad del paciente (mayor o igual a 40 años),
de la hematospermia recidivante o persistente, de
la existencia de factores de riesgo de cáncer de
próstata (p. ej., antecedentes familiares y origen
africano), o de síntomas sistémicos como pérdida
de peso, anorexia o dolor óseo.
• El tratamiento de la hematospermia depende
de la etiología subyacente. Si no se encuentra
ninguna causa y la hematospermia es un fenó-
meno aislado, lo único necesario es tranquilizar al
paciente.
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