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MESOPOTAMIA
La Mesopotamia región del norte del Golfo Pérsico en el Oriente Medio, entre
dos bíblicos ríos: Tigris y Éufrates
(actuales ciudades de Siria, Irak, Kuwait,
Arabia Saudita y Egipto), hace IV y
V milenios a.C. este "Valle entre dos ríos"
fue sede de unas extraordinarias
civilizaciones y el centro más importante
de la cultura humana; en Mesopotamia
surgieron y existieron los Sumerios con su
capital Ur, Acadia, Babilonia y Asiria con
su capital Nínive. Podríamos recordar
algunos de sus mejores reyes, héroes de
leyenda como Sargón en Acadia, Azurbanipal en Asiria, Nabucodonosor,
en Caldea, Hammurabi en Babilonia, este último codificó una serie de leyes
entre las que resaltan las relativas al ejercicio de la Medicina y Cirugía.
El Asu, era el médico práctico, que usaba los remedios vegetales u otros
medicamentos o incluso intervenía operando, de forma profiláctica a
veces, por ejemplo cuando se castraba a los esclavos al servicio de
mujeres importantes. Podían estar ayudados por los “Gallulu” o Barberos
(encargados de hacer pequeñas intervenciones como extracciones
dentales, flebotomías, drenajes de abscesos) y las “Mushenigtu”
Entre los instrumentos médicos más utilizados están: las espátulas y tubos de
metal como también lancetas, la cual probablemente era llamada "cuchillo del
barbero" y los instrumentos para hacer amputaciones, cesáreas y para la
circuncisión
El código de Hammurabi
El Código de Hammurabi, datado hacia el año 1692 a. C, y es uno de los
primeros conjuntos de leyes que se han encontrado y uno de los ejemplos
mejor conservados de este tipo de documento de la antigua Mesopotamia.
Se presenta como una gran
estela de basalto de 2,25
metros de altura. En lo alto
hay una escultura que
representa a Hammurabi de
pie delante del dios del Sol
de Mesopotamia, Shamash.
Debajo aparecen inscritos,
en caracteres cuneiformes
acadios, leyes que rigen la
vida cotidiana. Actualmente
se encuentra en París en el
Museo del Louvre.
Tiene 10 normas y 282 reglas
sobre el ejercicio de la
medicina, su aplicación y los
castigos por mala praxis,
sobre todo la referente a intervenciones quirúrgicas. Aquí también se
fijaron los honorarios por diferentes operaciones, los cuales dependen de
la clase a la cual pertenecía el paciente. La muerte de un enfermo se
castigaba con la amputación de las manos del médico, por ejemplo, y
según los cánones de la Ley del Talión. Un ejemplo de un parágrafo de
este código es el siguiente:
“Si un médico cura hueso fracturado de un hombre o cura una víscera
enferma, el enfermo le pagará cinco siclos de plata. Si se trata de un
liberto, este pagará tres siclos de plata. Si se trata de un esclavo, el amo
del esclavo dará al médico dos siclos de plata”.
La biblioteca de Asurbanipal (VII
a. de c.)
Fue una gran biblioteca en la
ciudad asiria de Nínive, iniciada
por el rey Sargón II, que reinó
desde el 722 al 705 a. C. y
ampliada por el
rey Asurbanipal (669-627 a. C.).
Se encontraba situada en el recinto
del palacio. La biblioteca consistía
en una colección de tablas hechas de arcilla, cubiertas de una escritura
fina y apretada por ambos lados (cuneiforme y acadia). Se llegaron a
reunir hasta 22.000 tablillas, encontradas bajo los escombros del palacio
real en Nínive. En ella se encuentran documentos de distintas épocas
como El Poema de la Creación y El Poema de Gilgamésh con su relato
sobre la inmortalidad y el diluvio.
Historia de Gilgamesh
Algunos aspectos de la medicina
Mesopotamia al igual que la griega
,romana, egipcia, surgen de la
mitología y desde mesopotámica se
ha utilizado la serpiente como
símbolo médico y tiene su origen en
la leyenda sumeria del héroe
Gilgamesh que se basaba en la
figura de un rey sumerio del tercer
milenio con múltiples aventuras,
una de las cuales refiere que
Gilgamesh se sumerge hasta el fondo del mar para coger la plata de la
eterna juventud, a su regreso en un momento de descuido una serpiente
le roba y engulle la plata, rejuveneciendo, mudando su piel y curaba las
enfermedades.
El legendario símbolo médico del caduceo o la vara con dos serpientes
entrecruzadas se le atribuyen a Ninazu nombre que se asocia a las
serpientes, simbolizan la regeneración y la trasformación debido al
cambio de piel en dichos animales. El inframundo y la curación. Ninazu
ayudaba a la gente a pasar a la otra vida o recuperarse de lo que se afligía.
Las leyes medio asirias:
Descubiertas en Asur. Aquí se habla de los castigos para quienes
practicaban la homosexualidad y de la amputación de un dedo para la
mujer que malograra un testículo a un hombre.
Los egipcios llamaban a los médicos Sun-Nu, que significaba "el hombre de los
que sufren o están enfermos" y en sus diagnósticos mezclaban la ciencia y la
magia, una divinidad fue Thoth - médico de los dioses – Serapis dios de la salud
e Imhotep dios de la medicina.
Se dice que la medicina Egipcia es una de las más antiguas, ya que en el papiro
de Kahun del año 1900 a.C. revela conocimientos médicos de larga evolución de
hasta 3000 a.C., así mismo Homero conoció Egipto – 1500 años antes de
Hipócrates – como "País de los médicos", así lo relata en la Odisea IV, 227 –
232, el poema dice: "Ved, tan curativa era la especie artificialmente preparada
que Polydammo, la esposa de Thoth, regaló a Elena, en Aigyptus, allí la fértil
tierra produce varios jugos, en mezcla saludable y perjudicial, allí cada cual es
médico y supera en experiencia a todos los hombres, pues la verdad son la
estirpe de Paicon".
Los médicos laicos contaban desde antiguo con una organización jerárquica muy
estricta, destacando por su prestigio los de palacio; les seguían los destinados a
necrópolis, canteras y expediciones militares. Existía la especialización, según
dejó constancia Herodoto: «La medicina se distribuye en Egipto de esta manera:
cada médico trata una sola enfermedad, no varias». No era extraño que un
mismo profesional acaparase dos o
más especialidades distintas, sin
relación aparente entre sí. Estando la
magia íntimamente relacionada con la
medicina, la presencia del mago era
habitual; los sacerdotes del dios Heka
y la diosa Selkis, por ejemplo,
intervenían en las picaduras de
arácnidos o escorpiones y
mordeduras de serpiente.
Conscientes de los remedios materiales y espirituales a su alcance, y del
carácter de cada dolencia, los médicos egipcios contemplaban tres posibilidades
en su diagnóstico: «Una enfermedad que yo trataré», en aquellos casos en que
se preveía la curación de la persona enferma; «una enfermedad contra la que
lucharé», es decir, un caso grave en el que el resultado del tratamiento se
adivinaba incierto, y «una enfermedad con la que nada se puede hacer», en
el caso de un desenlace fatal.
Tesorero del rey del Bajo Egipto, Primero después del rey del Alto Egipto,
Administrador del Gran Palacio, Señor hereditario, Sumo sacerdote de
Heliópolis, Imhotep el constructor, escultor, hacedor de vasijas de piedras, según
inscripción en una estatua hallada en Saqqara.
Existía la idea de que la enfermedad implicaba la ocupación del cuerpo por seres
extraños. Había seres demoníacos que perturbaban la salud al inocular su
aliento envenenado en el cuerpo o en el espíritu del ser humano. Entre ellos
figuraban los ujedu, que surgían de los aaa, líquidos malignos y pestilentes, y se
manifestaban como gusanos (líquido de los muertos). A este respecto, el Papiro
Ebers ofrece un remedio «para matar a los ujedu y echar los líquidos aaa de un
muerto o de una muerta que está en el interior del cuerpo de un hombre o de
una mujer». Otros espíritus, como los setet, debían ser expulsados antes de
acabar con ellos, pues si perecían dentro del cuerpo podían causar males aún
mayores.
La existencia de estos entes
malignos explicaba las
enfermedades. El hecho de que
fuesen concebidos con aspecto
vermiforme, de gusano,
posiblemente tenía relación con
los múltiples casos de
enfermedades parasitarias que
inspiraron imágenes repugnantes asimiladas con la putrefacción del cadáver. No
es de extrañar que, como refieren los historiadores griegos Herodoto y Diodoro
de Sicilia, los egipcios fuesen muy dados a purgarse con ricino o a administrarse
enemas purificadores, lo que hacían mediante un cuerno vaciado.
Los Papiros Médicos fueron guías para conocer y tratar las distintas
enfermedades existentes en el Antiguo Egipto. En los textos de los papiros está
la patología y la terapéutica y se han logrado identificar numerosas
enfermedades, numerosas fórmulas magistrales mágico médico – religiosas.
Es un documento médico,
data de la Dinastía XVII de
Egipto, y se cree que fue
escrito por escribas de la
época.
La farmacopea egipcia
BIBLIOGRAFIA
Páginas web
Libros
LINKOGRAFIA
http://www.pasajealaciencia.es/2011/pdf/01-joseluisespinar.pdf
https://es.scribd.com/document/188061645/LA-MEDICINA-EN-
MESOPOTAMIA-pdf
http://www.laalcazaba.org/la-medicina-en-mesopotamia-por-claudio-
becerro-de-bengoa-callau-doctor-en-ginecologia/?print=pdf
http://www.sld.cu/galerias/pdf/sitios/histologia/los_origenes_y_mesopota
mia.pdf
http://www.cardenashistoriamedicina.net/capitulos/es-cap2-2.htm
https://www.researchgate.net/publication/286161742_El_arte_de_la_cur
acion_en_la_antigua_Mesopotamia
INTRODUCCION
Durante el desarrollo de la edad antigua que abarca desde el descubrimiento de
la escritura en el año 3500 a.C. hasta la caída del Imperio Romano de Occidente
en el año 476 d.C., surgieron las grandes culturas como: Mesopotamia (Caldeo-
Asiria), Egipto, Grecia y Roma, las cuales se convirtieron en la cuna de la
civilización gracias a sus grandes manifestaciones culturales como fue el caso
de la escritura, sus construcciones megalíticas, sus organizaciones políticas y
religiosas, sus destrezas en las distintas disciplinas de arte, en la medicina, entre
otras.
Para la cultura Mesopotamia ubicada entre los ríos Tigris y Éufrates, la medicina
tenía una concepción mágico-religiosa pues consideraban que el
shêrtu(enfermedad) era un castigo de los dioses por alguna mala acción del
paciente. Los médicos de esta época estaban clasificados según la actividad que
realizaban, uno de ellos era el Ashipu, este era el encargado de realizar rituales
que servían para liberar al paciente. Para su tratamiento utilizaron algunas
medicinas de origen vegetal (eléboro, mandrágora), animal (insectos, zorro y
leones) y mineral (alumbre, sal, cobre); además de ello realizaban la
interrogación, adivinación y practicas quirúrgicas, entre otras. Desde ese
entonces ya se encontraban regidos a algunas como lo muestra el Código de
Hammurabi, las leyes medio asirias y la biblioteca de Asurbanipal en donde se
encuentra el Poema de Gilgamésh, en el cual se hace mención al legendario
símbolo médico del caduceo.