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AÑO DEL DIÁLOGO Y LA

RECONCILIACIÓN NACIONAL

APOLITANO MUÑOZ, JOSÉ BENJE


CASAHUAMÁN PISCO, MERLY.
DILAS TORIBIO, ESPERANZA
QUISPE PÉREZ, MARÍA NILA
TERÁN CALUA, CRISTHIAN ALDAIR

DERECHO ADMINISTRATIVO.

JUAN MIGUEL LLANOS CRUZADO

ACTO ADMINISTRATIVO

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS UNIVERSIDAD


PRIVADA ANTONIO GUILLERMO URRELO

IV CICLO

CAJAMARCA - 2018
DEDICATORIAS

Dedico este trabajo monográfico a


todos aquellos que hicieron posible su
culminación, en especial a mis
hermanos y a mi madre que han estado
todo este tiempo ayudándome.
José.
Dedico este trabajo a mis abuelos y a mis
padres, personas maravillosas que Dios
me ha podido dar y bendecir, gracias a
ellos que siempre me han estado
apoyando en todo lo que necesito, sin
ellos todo lo que estoy realizando no
hubiera podido realizarse.
Esperanza

Dedico este trabajo a mis padres, y


todas las personas que me apoyan en
todos los momentos de mi vida.
Merly

Dedico este trabajo a mis padres, y


todas las personas que me apoyan en
todos los momentos de mi vida.
María
Dedico este trabajo a mis padres por su
apoyo he llegado hasta donde estoy
ahora, además por los esfuerzos puestos
en esta etapa de mi vida y por el apoyo de
mis grandes compañeros.
Cristhian
INTRODUCCIÓN
ACTO ADMINISTRATIVO

I. CONCEPTO DE ACTO ADMINISTRATIVO

1. Concepto legal.

De acuerdo al Numeral 1.1 del Artículo 1 de la Ley del Procedimiento

Administrativo General (en adelante, la LPAG), son actos administrativos, las

declaraciones de las entidades que, en el marco de normas de derecho público, están

destinadas a producir efectos jurídicos sobre los intereses, obligaciones o derechos

de los administrados dentro de una situación concreta.

2. Concepto doctrinario

Según el Diccionario Jurídico, el acto administrativo será la declaración de

voluntad de un órgano de la administración pública, de naturaleza reglada o

discrecional, susceptible de crear, con eficacia particular o general, obligaciones,

facultades, o situaciones jurídicas de naturaleza administrativa.

Entonces el acto administrativo es toda manifestación de voluntad, de deseo, de

conocimiento o de juicio realizada por la Administración Pública en el ejercicio de

una potestad administrativa.

Según De Los Santos (2010) nos dice que:

El acto administrativo es considerado como el núcleo conceptual de la materia que

nos ocupa, por lo que no es posible englobar en un solo concepto todas las tareas

que realiza el poder público por medio de sus órganos administrativos. Es por ello

que muchos autores prefieren estudiar las características del acto administrativo para

posteriormente tratar de ofrecer un concepto del mismo. (p. 118)

Agustín Gordillo (2007) define al “Acto Administrativo”, como “toda declaración

unilateral de voluntad realizada en el ejercicio de la función administrativa que

produce efectos jurídicos individuales de forma inmediata.” (p. 8).


Según Pozas (2006) manifiesta que:

(…) el acto administrativo es una declaración, hay que entender, que son

manifestaciones con transcendencia externa, que pueden crear derechos (concesión

de una licencia) o imponer obligaciones para los particulares (sanción, pago de una

multa).

El sentido unilateral del acto administrativo, es lo que lo distingue de los contratos.

Mientras que un acto es unilateral (existe sólo la voluntad de la administración), el

contrato necesita por lo menos de dos voluntades (el que vende y el que compra).

Los actos administrativos emanan de órganos de la Administración, esto es

importante en el sentido que hay actos de órganos distintos de los estrictamente

administrativos (Judiciales y Legislativo) que no son administrativos Pero que

pueden realizar actos de carácter administrativo.

II. ELEMENTOS DEL ACTO ADMINISTRATIVO.

Siguiendo las líneas de De Los Santos (2012) nos manifiesta que:

Para poder entender al acto administrativo es indispensable conocer los elementos que lo

conforman, es por ello que en este apartado se enunciarán y estudiarán todos y cada uno

de ellos. Los elementos del acto son: sujeto, manifestación de la voluntad, objeto, forma,

motivo, y finalidad. (p. 120).

A continuación se conceptualizará cada uno de los elementos del acto administrativo.

2.1. SUJETO.

Este es en sí el órgano administrativo facultado, al que la ley le atribuye una

función específica, es decir, la propia institución pública que al ser representadas por

personas físicas, son éstas las que cumplen con la ejecución material del acto.
Se desprende de esta definición la identificación de dos tipos de sujeto: el activo

y el pasivo, entendiéndose por activo el órgano competente del Estado que produce

el acto mediante el cual la emisión de la declaración unilateral de voluntad con

efectos jurídicos subjetivos, mientras que el sujeto pasivo corresponde al particular

a quien afecta el acto jurídicamente.

Rafael I. Martínez (2008) define al sujeto así: “Es el órgano de la administración

pública que en ejercicio de la función administrativa, externa de manera unilateral la

voluntad estatal produciendo consecuencias jurídicas subjetivas.”

2.2. VOLUNTAD.

La manifestación expresa o declaración de voluntad es la expresión de una

decisión del órgano administrativo, pronunciada en cualquier sentido, que provoca

consecuencias de derecho de tipo subjetivo. Esta voluntad debe ser espontánea y

libre, además, de comprendida dentro de las facultades del órgano, sin vicios que

puedan ser atribuibles al dolo, error, violencia o cualquier otra contraria a la ley;

asimismo, la voluntad no puede ser tácita y debe declararse en forma expresa, a

efecto de que el sujeto pasivo quede debidamente enterado y en condiciones de

cumplir con las obligaciones que el acto le impone y de ejercer los derechos que le

confiere.

Siguiendo el pensamiento de Rafael Martínez, nos dice, el.

2.3. OBJETO.

Es lo que persigue la administración al emitir el acto; es decir, crear, reconocer,

modificar o extinguir situaciones subjetivas de derecho, con miras a satisfacer el

interés de la colectividad. (p. 220)


El doctor Luis Humberto Delgadillo Gutiérrez expresa lo siguiente: “El objeto se

identifica como la materia o contenido del acto el cual de acuerdo al derecho común

deber ser cierto y jurídicamente posible, es decir, que la materia a la que se refiere

el acto sea real y pueda ser objeto de la actuación de la administración de acuerdo

a la Ley.” Algunos autores consideran que el objeto puede ser directo inmediato e

indirecto o mediato.

2.4. MOTIVO.

Es el móvil que lleva a emitir el acto administrativo, las consideraciones de

hecho y de derecho que tiene en cuenta el órgano emisor para tomar una decisión

es el porqué del acto. (p. 222)

Puede interpretarse como la apreciación y valoración de los hechos y de las

circunstancias en que se realiza, que el sujeto activo lleva a cabo para emitir su

correspondiente declaración unilateral de voluntad.

2.5. FINALIDAD.

La doctrina señala que la finalidad debe ser de interés general o público y estar

apegado a la ley, fijar dentro de la competencia del sujeto activo y tratar de

alcanzarse mediante actos establecidos en la ley, evitándose con ello el desvío de

poder.

2.6. FORMA.

Es la exteriorización de la voluntad del sujeto activo. Gabino Fraga (2001) al

respecto comenta lo siguiente:


A diferencia de lo que ocurre en el Derecho Privado, la forma en el Derecho

Administrativo tiene normalmente el carácter de una solemnidad necesaria no sólo

para la prueba sino principalmente para la existencia del acto y es que en esta

última rama del Derecho el elemento formal constituye una garantía automática de

la regularidad de la actuación administrativa. (p. 133).

III. CARACTERÍSTICAS DEL ACTO ADMINISTRATIVO

De acuerdo a la definición del acto administrativo, esta institución presenta varias

características que a continuación se mencionarán brevemente:

1. Declaración unilateral de una entidad que ejerce función administrativa

En este primer punto, conviene resaltar que una entidad, que ejerce función

administrativa, expresa su voluntad para afectar la situación jurídica de un

administrado, dentro del marco de normas de derecho público.

En ese sentido, Danós Ordoñez (2010) señala lo siguiente:

“Es parte del acto administrativo la manifestación de voluntad, lo que supone siempre

la exteriorización de un proceso intelectual de cognición o juicio que puede consistir

en una decisión, opinión o constatación por parte de la administración y que está

destinada a producir efectos jurídicos sobre los intereses, obligaciones o derechos de

los administrados” (p. 21)

2. Destinada a producir efectos jurídicos externos

Con relación a los efectos jurídicos del acto administrativo, Morón Urbina

agrega que:

“Los efectos de la decisión administrativa siempre se encuentran dirigidos hacia fuera

de la organización; debiendo tener, dichos efectos al margen de ser actuales o futuros,


las siguientes características prácticas, siempre directos, públicos y subjetivos.

Excluye el ámbito de la actuación pública que recae al propio interior de las entidades,

que caracteriza a los actos de administración o actos internos de la administración,

tales como, los informes, opiniones, proyectos, actos de trámite, etc.” (p. 141)

En este extremo resulta relevante tener en cuenta que el acto administrativo es emitido

a partir de una relación jurídica entre la Administración Pública y el administrado.

3. Recae en derechos, intereses y obligaciones de los administrados

Respecto de las situaciones en las que recaen los efectos jurídicos del acto

administrativo, Martín Tirado (2009) indica lo siguiente:

“Las declaraciones de voluntad de la Administración Pública están destinadas siempre

a modificar la realidad jurídica preexistente. Como se señaló anteriormente, un acto

administrativo siempre se ubicará dentro de la ‘actividad externa’ de la

Administración Pública, en la medida en que mediante las declaraciones catalogadas

como acto administrativo, la Administración tiene el poder unilateral de crear,

modificar, regular o extinguir relaciones jurídicas con carácter administrativo. Así se

crean derechos específicos, se regulan relaciones jurídicas administrativas o se

extinguen estas según la declaración específica de una determinada entidad” (p. 130)

Ese efecto del acto administrativo hace necesaria la determinación normativa de

los alcances, incidencias, garantías y cargas que se adjudicarán a los administrados,

quienes en última instancia siempre se verán afectados por esta actuación. Vale la

pena señalar que, en virtud de este elemento se excluyen de la naturaleza del acto

administrativo, aquellas actuaciones del procedimiento que producen efectos

indirectos en el ámbito externo, tales como informes, dictámenes, entre otros actos de

la Administración Pública.

4. En una situación concreta


Este elemento se constituye como distinción entre el acto administrativo y el

reglamento, pues mientras el segundo es abstracto, el primero despliega sus efectos

sobre una situación determinada y concreta.

Así en este sentido la Martín (2009) ha señalado lo siguiente:

No obstante lo señalado, se debe tener en cuenta que la exigencia de concreción para

configurar un acto administrativo, no es sinónimo de individualidad del administrado

concernido con el acto, puesto que un acto también puede ser dirigido a un

número incierto de personas pero dentro de una situación jurídico

administrativa perfectamente concreta. (pp. 141 – 142)

5. En el marco de normas de derecho público

Esta característica del acto administrativo está íntimamente relacionado con el

concepto de función pública. Desde esta perspectiva, siempre que una entidad ejerza

su actuación con el propósito de regular u ordenar la actividad de los agentes privados

(o de quienes actúen como tales) hacia la satisfacción del interés público, dicha

actuación deberá enmarcarse dentro de las normas que regulan su actividad.

De manera contraria, cuando una entidad pública se comporte como un privado, o

cuando su actuación no persiga los fines antes descritos, no desarrollará función

administrativa alguna, y por lo tanto su actuación no se enmarcará en el contexto del

derecho público. Esto sucede, por ejemplo, cuando una entidad pública se somete a

un arbitraje para solucionar sus controversias, o cuando decide contratar los servicios

de una empresa de limpieza para mantener en orden las instalaciones físicas de la

institución.

En este mismo sentido Morón Urbina, (2003) indica lo siguiente:


En ese sentido, se excluye la posibilidad de calificar como acto administrativo las

actuaciones de las entidades, que bajo marco legal específico y habilitante, se sujetan

al derecho común, despojándose la entidad de sus potestades públicas, como por

ejemplo sucede cuando una entidad pública concerta un contrato de estabilidad

jurídica con un particular, o se somete a arbitraje para definir las controversias que

pudiera suscitar su actuación. En el mismo sentido, se encuentran fuera de la

calificación de acto administrativo, las declaraciones que realicen las entidades, bajo

personería empresarial, dentro de un proceso judicial, entre otros casos. (pp. 142 –

143)

IV. REQUISITOS DEL ACTO ADMINISTRATIVO

4.1. REQUISITOS DE VALIDEZ

4.1.1. Competencia.

Según Northcote, C. (2007) dice que:

(…) el acto administrativo debe ser emitido por el órgano o funcionario

facultado en razón de la materia, territorio, grado, tiempo o cuantía, o a través

de la autoridad regularmente nominada al momento del dictado y en caso de

órganos colegiados, cumpliendo los requisitos de sesión, quórum y

deliberación indispensables para su emisión. (p. 15)

Por otro lado tenenos a Abraham, A. quien explica lo siguiente:

Un acto administrativo es legítimo cuando ha sido proferido por el

órgano competente. La competencia es la cantidad es la cantidad de potestad

que tiene un órgano del Estado para proferir un acto o, como lo define Gordillo:

“El conjunto de facultades que un órgano puede legítimamente ejercer en razón

de la materia, el territorio, el grado y el tiempo”


Según Juan Carlos Morón explica los factores de la competencia:

 Potestad o atribución conferida por norma expresa al órgano u

organismo a cargo de la función pública.

 Régimen de la persona o personas que revestidos de funciones

administrativas, representan al órgano u organismo titular de la

competencia.

4.1.2. Objeto o contenido.

Siguiendo la cita de Northcote, C. manifiesta respecto al acto administrativo:

El acto administrativo debe expresar su respectivo objeto, de tal modo que pueda

determinarse inequívocamente sus efectos jurídicos. Su contenido se ajustará a

lo dispuesto en el ordenamiento jurídico, debiendo ser lícito, preciso, posible

física y jurídicamente, y comprender las cuestiones surgidas de la motivación.

Los actos administrativos deben expresar su respectivo objeto, de tal modo que

pueda determinarse inequívocamente sus efectos jurídicos. Su contenido se

ajustará a lo dispuesto en el ordenamiento jurídico, debiendo ser lícito, preciso,

posible física y jurídicamente, y comprender las cuestiones surgidas de la

motivación.

Según el Ministerio de Justicia (MINJUS) lo caracteriza como:

 Posibilidad física y jurídica: El objeto sobre el cual versa el acto

administrativo debe encontrarse concordado con nuestro ordenamiento

jurídico de allí su habilitación jurídica; toda vez que la Administración

Pública deberá guardar pleno cuidado de que el objeto o contenido

dispuesto se encuentre adaptado a los márgenes de nuestro ordenamiento.


A su vez, resulta necesario que el objeto o contenido del acto

administrativo sea también materializable en la realidad y verse sobre

elementos que se encuentren disponibles y existan en la realidad.

 Precisión: Considerando que el acto administrativo supone un efecto

directo sobre los derechos, intereses y obligaciones del administrado

corresponde que el alcance y efecto de estas actuaciones administrativas

se halle definido de forma indubitable; para que, ya sea en el caso de un

derecho, este pueda ser ejercido en las condiciones y el contenido

conferido; o ya en el caso de obligaciones y sanciones, estas puedan ser

cumplidas en su integridad.

 No obscuridad: La claridad y coherencia en el contenido del acto

administrativo; permitirá un reconocimiento adecuado de las razones por

las cuales la Administración Pública asume la decisión emitida. Resulta

necesario que la Administración Pública utilice un lenguaje claro y

coherente para poder ser entendida.

 Debe comprender las cuestiones surgidas de la motivación: El

contenido debe comprender todas las cuestiones de hecho y derecho

planteadas por los administrados, pudiendo involucrar otras no propuestas

por éstos que hayan sido apreciadas de oficio, siempre que la

Administración Pública otorgue la posibilidad de exponer su posición al

administrado y, en su caso, aporten las pruebas a su favor

4.1.3. Finalidad Pública.

Según Northcote, C. (2007) habla respecto a la finalidad pública:


Adecuarse a las finalidades de interés público asumidas por las normas que

otorgan las facultades al órgano emisor, sin que pueda habilitársele a perseguir

mediante el acto, aun encubiertamente, alguna finalidad sea personal de la

propia autoridad, a favor de un tercero, u otra finalidad pública distinta a la

prevista en la ley. La ausencia de normas que indique los fines de una facultad

no genera discrecionalidad.

Según Asuaje, W. explica que:

Consiste en lo que la Ley persigue con el acto. Por tanto, la Administración

tiene que ceñirse obligatoriamente a los fines prescritos en la Ley, y no puede

la Administración buscar otros fines distintos a los prescritos por el legislador.

4.1.4. Motivación.-

Según Northcote, C. (2007).Explica que:

El acto administrativo debe estar debidamente motivado en proporción al

contenido y conforme al ordenamiento jurídico. La motivación constituye la

exposición de las razones que el funcionario o autoridad ha considerado para

la emisión del acto, ya sea que con él deniegue o conceda la solicitud o recurso

del administrado. Dentro de la motivación se comprende tanto el sustento

fáctico como el jurídico, por lo que constituye una forma de acreditar la

intención de la autoridad competente al emitir el acto administrativo.

4.1.5. Procedimiento regular.

Según Martínez expone que:

Antes de su emisión, el acto debe ser elaborado sobre la base de la información

obtenida mediante el seguimiento del procedimiento administrativo previsto

para su generación. Esto implica que el acto administrativo debe ser el resultado
de un debido procedimiento administrativo, en el que se hayan respetado los

derechos y obligaciones de los administrados, así como los parámetros por los

que deben regirse los funcionarios públicos.

4.2. EFECTOS DE LA DECLARACIÓN DE NULIDAD

Según Meier (como se citó en Danos, s. f.) el acto administrativo declarado nulo no

es susceptible de generar efectos jurídicos válidos, desaparece de la vida jurídica como

si nunca hubiera existido, los efectos producidos se pierden, se borran, y por supuesto

tampoco podrá generar efectos para el futuro.

Por otro lado tenesmos a Guzmán, C. (2007) quien dice que:

La naturaleza del acto que genera efectos respecto de particulares es un elemento

adicional a tomar en cuenta. A diferencia del acto legislativo o de los actos normativos

en general, el acto administrativo genera efectos individualizados o individualizables.

Los actos administrativos no producen efectos generales y abstractos, sino más bien

operan en una situación concreta, como establece la norma. En consecuencia, no

existen los actos administrativos de naturaleza normativa.

Baca manifiesta que en consecuencia “el cese de los efectos de la autorización se

produce mediante un acto revocatorio, que debe ser expreso y no tiene carácter

sancionador, cuyos efectos son enunciados (o al menos debería serlo). (p. 898)

V. NULIDAD DE LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS

5.1. Nulidad.

El problema de nulidades o irregularidades en el Derecho Administrativo es descrito

acertadamente por Enrique Sayagués Laso al exponer lo siguiente:


La teoría sobre las irregularidades de los actos administrativos constituye uno de los

capítulos más difíciles del derecho público. La inexistencia de disposiciones

expresas que la regulen, junto con la evidente inaplicabilidad del derecho civil, ha

hecho que la elaboración de los principios en esta materia quede librada a la doctrina

y la jurisprudencia. Por esa razón y tratándose de cuestiones que promueven grandes

dudas, no es de extrañar las vacilaciones y aun contradicciones en esta materia.

(Laso, S.F)

Es bien sabido que existen varios tipos de nulidad en el Derecho Civil, siendo estas

las nulidades absolutas y relativas, las cuales al no ser objeto de nuestro estudio sólo

se les hace mención avocándonos al análisis de la nulidad de pleno derecho por ser

la que se aplica a los actos administrativos.

La nulidad de pleno derecho es la que prevé la ley con ese carácter o que, en casos

excepcionales ordena la autoridad judicial ante actos administrativos emitidos por

algún órgano que resulte claramente incompetente, o por que se haya producido sin

respetar mínimamente las formas correspondientes, o bien constituya un delito o su

objeto sea obviamente imposible. (Martinez, S.F)

5.2. Revocación.

La revocación es el retiro unilateral de un acto válido y eficaz por un motivo

superveniente. Esta forma de extinción del acto administrativo genera ciertos

problemas:

a) Uno de carácter terminológico, al confundírsele con la anulación de un acto

irregular o con algún medio de defensa que los particulares posean para

impugnar aquellos actos que consideren lesivos a su interés.

b) El segundo problema se da en torno a qué actos pueden revocarse y cuáles

no. Debemos dejar claro en este punto que para que exista la revocación el acto
debe ser perfecto y no haber agotado sus consecuencias. La revocación se realiza

por medio de un acto administrativo que debe llenar todos los requisitos internos

y externos del acto administrativo en general, pero también puede darse el caso

de que un acto posterior revoque a uno anterior.

5.3. Inexistencia.

En caso de la falta absoluta o parcial de alguno de los elementos del acto jurídico la

ley establece sanciones que pueden consistir desde la aplicación de una medida

disciplinaria, sin afectar las consecuencias del acto, hasta la privación absoluta de

todo efecto de éste. Por lo tanto, se considerará un acto inexistente cuando le falta

uno o más de los elementos orgánicos. Según el maestro Gabino Fraga, la

inexistencia se puede producir en los siguientes casos:

 Cuando falta la voluntad.

 Cuando falta el objeto.

 Cuando falta la competencia para la realización del acto.

 Cuando hay omisión de las formas constitutivas del acto. (Fraga, S.F)

VI. LA NULIDAD DE PLENO DERECHO

La especial gravedad de los vicios de un acto administrativo da origen a la nulidad

de pleno derecho, nulidad que por eso mismo no puede convalidarse en ningún caso.

Autores como Cassagne (como se citó en Andrade, 2010) consideran que la “nulidad

absoluta y manifiesta” hacen que el acto carezca de presunción de legitimidad; entre

nosotros Benalcázar y Granja Galindo (como se citó en Andrade, 2010) sostienen que la

nulidad de pleno derecho convierte al acto en ineficaz, sin que sea aplicable la presunción

de legitimidad. (Andrade, 2010)


La declaración de nulidad de un acto administrativo tiene efectos ex tunc (desde siempre)

pues no, puede admitirse que aquello que no tiene valor pueda producir efectos jurídicos.

No se hace otra cosa, en este punto, que recoger el principio general que el art. 1704 del

Código Civil establece en materia de nulidad: la “nulidad pronunciada en sentencia que

tiene fuerza de cosa juzgada, da a las partes derecho para ser restituidas al mismo estado

en que se hallarían si no hubiese existido el acto o contrato nulo”. Hay que tomar en

cuenta, sin embargo, que si bien los efectos de la nulidad se proyectan hacia el pasado,

en los hechos ocurre que los actos nulos producen efectos que no admiten retroceso. Estos

efectos, dice Sayagués (como se citó en Andrade, 2010), deben tomarse en cuenta para

determinar el alcance de la extinción del acto. Íntima relación con el tema de la nulidad

de los actos jurídicos tiene el concepto de inexistencia (Andrade, 2010)

6.1. Ley del Procedimiento Administrativo General (LEY Nº 27444)

Las declaraciones de las entidades que, están destinadas a producir efectos jurídicos sobre

los intereses, obligaciones o derechos de los administrados dentro de una situación

concreta.

CAPÍTULO II

Nulidad de los actos administrativos

Artículo 8.- Validez del acto administrativo

Es válido el acto administrativo dictado conforme al ordenamiento jurídico.

Artículo 9.- Presunción de validez

Todo acto administrativo se considera válido en tanto su pretendida nulidad no sea

declarada por autoridad administrativa o jurisdiccional, según corresponda.


Artículo 10.- Causales de nulidad

Son vicios del acto administrativo, que causan su nulidad de pleno derecho, los

siguientes:

1. La contravención a la Constitución, a las leyes o a las normas reglamentarias.

2. El defecto o la omisión de alguno de sus requisitos de validez, salvo que se presente

alguno de los supuestos de conservación del acto a que se refiere el Artículo 14.

3. Los actos expresos o los que resulten como consecuencia de la aprobación automática

o por silencio administrativo positivo, por los que se adquiere facultades, o derechos,

cuando son contrarios al ordenamiento jurídico, o cuando no se cumplen con los

requisitos, documentación o tramites esenciales para su adquisición.

4. Los actos administrativos que sean constitutivos de infracción penal, o que se dicten

como consecuencia de la misma.

Artículo 11.- Instancia competente para declarar la nulidad

11.1 Los administrados plantean la nulidad de los actos administrativos que les

conciernan por medio de los recursos administrativos previstos en el

11.2 La nulidad será conocida y declarada por la autoridad superior de quien dictó el

acto. Si se tratara de un acto dictado por una autoridad que no está sometida a

subordinación jerárquica, la nulidad se declarará por resolución de la misma autoridad.

11.3 La resolución que declara la nulidad, además dispondrá lo conveniente para hacer

efectiva la responsabilidad del emisor del acto inválido.

Artículo 12.- Efectos de la declaración de nulidad


12.1 La declaración de nulidad tendrá efecto declarativo y retroactivo a la fecha del acto,

salvo derechos adquiridos de buena fe por terceros, en cuyo caso operará a futuro.

12.2 Respecto del acto declarado nulo, los administrados no están obligados a su

cumplimiento y los servidores públicos deberán oponerse a la ejecución del acto,

fundando y motivando su negativa.

12.3 En caso de que el acto viciado se hubiera consumado, o bien sea imposible retrotraer

sus efectos, sólo dará lugar a la responsabilidad de quien dictó el acto y en su caso, a la

indemnización para el afectado.

Artículo 13.- Alcances de la nulidad

13.1 La nulidad de un acto sólo implica la de los sucesivos en el procedimiento, cuando

estén vinculados a él.

13.2 La nulidad parcial del acto administrativo no alcanza a las otras partes del acto que

resulten independientes de la parte nula, salvo que sea su consecuencia, ni impide la

producción de efectos para los cuales no obstante el acto pueda ser idóneo, salvo

disposición legal en contrario.

13.3 Quien declara la nulidad, dispone la conservación de aquellas actuaciones o trámites

cuyo contenido hubiere permanecido igual de no haberse incurrido en el vicio.

VII. EXTINCIÓN DEL ACTO ADMINISTRATIVO

Se entiende por extinción los hechos que cesan o acaban ya sean por haberlos satisfecho,

por haberlos abandonado o renunciando. (Torres, 2008)

Los actos administrativos se extinguen cuando se han cumplido con todos los elementos,

requisitos y modalidades que señala la ley cuando han producido sus efectos jurídicos

conforme a su objeto y finalidad perseguidos, así las cosas podernos decir que hay efectos
administrativos que se extinguen por determinación lisa y llanamente, de haber cumplido

su objeto, el plazo de su vigencia y generalmente se les conoce como terminación normal,

sin embargo hay algunos que se extinguen por determinación judicial o por

determinación de los tribunales administrativos o de las propias autoridades

administrativas y es así como han surgido la revocación, la rescisión, la prescripción, la

caducidad, el termino y la condición y la nulidad absoluta o relativa.

7.1. FORMAS DE EXTINCIÓN DE LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS

Los actos administrativos se expiden para surtir efectos en el tiempo y se extinguen, de

manera regular, cuando los producen; cuando, en palabras de Stassinopoulos, se agota su

contenido (Camacho, 2009)

Esto puede ocurrir, ya porque se cumple aquello que ha sido ordenado (imposición de una

multa, orden de derrocamiento), ya porque se vence el plazo fijado o porque falla o se

cumple la condición establecida (licencias por un período determinado o sujetas a que se

haga o se deje de hacer algo).

El primer inciso del art. 367 y 368 del Código de Organización Territorial (COOTAD)

Art. 367.- “De la extinción o reforma.- Los actos administrativos se extinguen o reforman

en sede administrativa de oficio o a petición del administrado. En general, se extinguirán

los actos administrativos por el cumplimiento de alguna modalidad accidental a ellos, tales

como plazo o condición. Los actos administrativos podrán extinguirse o reformarse en

sede administrativa por razones de legitimidad o de oportunidad” (CODIGO DE

ORGANIZACIÓN TERRITORIAL, 2015)

Art. 368.- “Extinción o reforma de oficio por razones de oportunidad.- La extinción o

reforma de oficio de un acto administrativo por razones de oportunidad tendrá lugar

cuando existen razones de orden público que justifiquen declarar extinguido dicho acto
administrativo. El acto administrativo que declara extinguido otro acto administrativo, por

razones de oportunidad, no tendrá efectos retroactivos. La extinción la podrá realizar la

misma autoridad que expidiera el acto o quien la sustituya en el cargo, así como cualquier

autoridad jerárquicamente superior a ella” (CODIGO DE ORGANIZACIÓN

TERRITORIAL, 2015)

Se refiere a esto último. Hay también casos excepcionales en los que un hecho

sobreviniente convierte en imposible el cumplimiento del acto, o en que este último puede

extinguirse por voluntad de quien ha sido beneficiado con el mismo (piénsese en el caso

de una licencia); nos encontramos, de ser así, frente al rechazo o la renuncia.

Pero los actos administrativos pueden extinguirse también de forma:

 Irregular, sin que se produzcan los efectos que motivaron su expedición. En este

caso se habla de revocatoria del acto, que se produce por razones de

conveniencia administrativa (oportunidad) o por la existencia de irregularidades

invalidantes; en este último caso, la revocatoria puede dictarse en sede

administrativa o a petición de parte.

 No es necesario detenerse en las formas regulares de extinción de los actos

administrativos. A continuación se hará referencia a la revocatoria, esto es, la

forma irregular de extinción, en los casos en que esta es posible en sede

administrativa.

 La revocatoria a petición de parte tiene que ver con los recursos administrativos

que pueden presentarse para impugnar las actuaciones de la Administración, y

no serán objeto de nuestro análisis. Pero antes de revisar las posibilidades de

revocatoria en sede administrativa es necesario partir de una característica de

los actos administrativos que condiciona esas posibilidades: la estabilidad.


VIII. CLASES DEL ACTO ADMINISTRATIVO

Según Montes, Freddy (s.f) nos dice que:

Las clases de los actos administrativos se pueden dividir en:

 Según sus efectos:

Generales e Individuales:

Los actos administrativos generales son aquellos que interesan a una pluralidad de

sujetos de derecho, sea formado por un número determinado o indeterminado de

personas.

El acto individual, al contrario, es el acto destinado a un solo sujeto de derecho el

cual es, además, un acto de efectos particulares.

 Según su contenido:

a) Definitivos y en trámite:

La distinción según el contenido de la decisión se refiere a que el acto administrativo

definitivo es el que pone fin a un asunto y en cambio el acto administrativo de

trámite, es el de carácter preparatorio para el acto definitivo.

b) Favorables o ampliatorios y de gravamen

Según el cual sea la incidencia favorable (creando un derecho, una facultad, o una

posición de ventaja o beneficio o desventaja), o desfavorable (imponiendo deberes,

gravámenes, limitaciones o prohibiciones. Dependiendo del resultado uno y otro

seguirán reglas e intensidades distintas.


 Según la manifestación de voluntad, pueden ser:

Expresos o tácitos:

La manifestación de voluntad que produce el acto administrativo, debe ser expresa

y formal, conteniendo el acto y una serie de requisitos que deben manifestarse por

escrito. No obstante, la Ley admite la figura de la manifestación de voluntad tácita

de la Administración pública, que se deriva de la aplicación del silencio

administrativo.

 Según su impugnabilidad:

Actos firmes:

La Ley resalta que otra clasificación está relacionada con la impugnabilidad de los

actos administrativos y se puede distinguir el acto administrativo firme de aquél que

ha sido objeto de una impugnación.

El acto que no es firme puede ser impugnado por los recursos administrativos.

 Según el contenido de situaciones jurídicas:

Constitutivos y Declarativos:

Los actos pueden diferenciarse en actos constitutivo cuando crean, modifican o

extinguen relaciones o situaciones jurídicas (otorgamiento de una concesión,

ejecución coactiva) y en actos declarativos cuando se limita a acreditar relaciones

existentes sin posibilidad de alterarlas (Una inscripción registral)

 En función del procedimiento administrativo:

Actos de Trámite: Comprende un conjunto de decisiones administrativas dirigidas

a preparar la materia y dejarla expedita para la decisión final.


Actos Resolutorios: Son las resoluciones definitivas que atendiendo al fondo del

asunto las autoridades emiten.

Actos de Ejecución: Son los actos de coerción que realizan las autoridades

administrativas con la finalidad de llevar a cabo en la práctica material la decisión

ejecutiva de la Administración.

Actos administrativos personales y reales: Personales aquellos que regulan de

modo directo y concreto la posición jurídica o la conducta de los administrados, por

lo cual su construcción incide las características del administrado (Una pensión,

designación de un cargo, sanción administrativa, una buena pro).Real está dirigido a

concretar situaciones jurídicas patrimoniales por medio de las cuales se califican la

regularidad de una actividad o constituyen aptitudes jurídicas de bienes o actividades

de personas (Licencia de construcción, permiso de circulación de vehículos, la

afectación de bienes al dominio público, patrimonio histórico)

 Según el órgano del que emana:

El órgano que emite el acto administrativo puede ser unipersonal o ser colegiado. Si

se trata de un órgano unipersonal el acto es denominado comúnmente resolución o

decisión administrativa; mientras que si se trata de un órgano colegiado el acto

adopta la denominación de Acuerdo (en estos caso hay que satisfacer algunos

requisitos especiales: sesión, quórum y deliberación.

 Según el número de órganos que interviene:

Simples: El acto simple es aquel cuya declaración de voluntad proviene de una sola

instancia (sea individual o colegiado)


Complejos: Lo regular es que los actos administrativos provengan del concurso de

dos o más órganos administrativos, de uno o varios organismos, donde cada uno de

ellos aporta elementos dirigidos a obtener una unidad decisoria común integrada en

un solo acto.

Según Adriana de los Santos Morales (2012) dice que el Acto Administrativo se puede

dividir:

 Desde su naturaleza.

Actos materiales y actos jurídicos: Los primeros no producen ningún efecto de

derecho y lo segundos si engendran consecuencias jurídicas.

Desde las voluntades que intervienen en la formulación del acto:

a) Voluntad única: Se conserva ese carácter, aun cuando en el procedimiento se

hagan necesarios otros actos de voluntad.

b) Voluntad por el concurso de voluntades. Cuando intervienen diversas

voluntades en la formación del acto.

Desde la voluntad creadora del acto con la Ley. Da origen al acto obligatorio y al

acto discrecional.

El primero constituye la mera ejecución de la ley, el cumplimiento de una obligación

que la norma impone a la administración cuando se han realizado determinadas

condiciones de hecho.

El segundo tiene lugar cuando la ley deja a la administración un poder libre de

apreciación para decidir si debe obrar o abstenerse, o en qué momento debe obrar, o

cómo debe obrar, o en fin, qué contenido va a dar a su actuación.


Desde el Radio de acción: Se divide en internos y externos, siendo internos todos

los actos relacionados con la aplicación y funcionamiento del estatuto legal de los

empleados públicos y los referentes a la regulación interna.

En los externos quedan comprendidos los actos por medio de los cuales se realizan

los actos fundamentales del Estado, es decir, los de prestar los servicios que son a su

cargo y los de ordenar y controlar la acción de los particulares.

 Por su finalidad.

a) Actos preliminares: Todos aquéllos que son necesarios para que la

administración pueda realizar eficientemente sus funciones.

b) Actos de ejecución: Todos aquéllos que tienden a hacer cumplir forzosamente

las resoluciones y decisiones administrativas, cuando el obligado no se allana

voluntariamente a ello.

 Por su contenido.

1. Actos directamente destinados a ampliar la esfera jurídica de los particulares.

2. Actos directamente destinados a limitar esa esfera jurídica.

3. Actos que hacen constar la existencia de un estado de hecho o derecho.

Según Gamarra Carolina (2008) menciona que:

Hay diversas Clases de actos administrativos entre los más importantes tenemos:

Acto general y acto individual: El primero tiene como destinatarios a un número

indeterminado de administrados, no apersonados al procedimiento y sin domicilio

conocido. El segundo tiene como destinatarios a una o varias personas identificadas

nominativamente.
Acto definitivo y acto de procedimiento: El primero es aquel que pone fin a una

instancia del procedimiento administrativo, resolviendo el fondo del asunto,

aceptando un desistimiento o declarando su abandono (Ej.: resolución que aprueba

la solicitud del administrado). El segundo es aquel que engloba una serie de

decisiones administrativas dirigidas a preparar la decisión final del procedimiento

(Ej.: resolución directoral que exige presentación de pruebas al administrado en un

procedimiento).

Acto simple y acto complejo: El primero está constituido por la declaración de

voluntad de un solo órgano administrativo. El acto complejo está conformado por el

concurso de voluntades de dos o más órganos administrativos pertenecientes a una

sola entidad administrativa o no.


IX. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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ordenamiento jurídico peruano?”, en: Revista de Derecho Administrativo:

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