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Suplemento Actualidad

AÑO lxxvIii N° 195 DIRECTOR: JORGE HORACIO ALTERINI Tomo La Ley 2014-F
BUENOS AIRES, argentina - JUEVES 16 DE OCTUBre DE 2014 ISSN 0024-1636

La democratización de la filiación asistida

Úrsula Cristina Basset

SUMARIO: I. El principio de igualdad de las filiaciones. — II. Fundamento y límites del principio constitucional de igualdad de efectos de la filiación. — III. La corrección de las desigualdades
de hecho en la filiación. — IV. La regulación de la filiación por FIV en el Código Civil y Comercial. — V. Una cita para terminar.

En el Código Civil y Comercial la derecho recrea el vínculo filiatorio entre un
niño y quienes serán denominados sus pro-
filiación por medios artificiales supone genitores. Es necesario aclarar, que como
la persistente negación de todas las en el Código de Vélez Sarsfield, el derecho
se atribuye la potestad de llamar padre e
acciones para emplazarse o vincularse hijo a quienes pueden no tener vinculación
con aquel progenitor con el que el niño alguna en virtud de la sangre o la natura-
leza.
está vinculado en cada célula de su
cuerpo. Además del principio general 2) La segunda es la opción por la regla de
dos (1) (nunca más de dos progenitores). Esta
establecido en el art. 577, la regulación opción implica que el derecho necesariamen-
específica de cada supuesto confirma te silenciará a uno u otro participante de un
proyecto parental, cuando éste involucre a
que el niño no tendrá acción de empla- más de dos sujetos (el caso de la fecundación
zamiento. Es la consagración jurídica heteróloga, por ejemplo).
definitiva del divorcio entre verdad y 3) La tercera es la regla de la igualdad, que
derecho, en aras de una regulación nos ocupa. Es una regla democratizante. Sin
embargo, veremos que el Código sancionado
adultocéntrica, a la que le cuesta en- la implosiona a renglón siguiente: “conforme
contrar un equilibrio razonable en el a las disposiciones de este Código”, dice. Y el
Código dispone explícitamente una diversi-
movimiento pendular entre el ansia de dad de trato, según como el niño sea concebi-
los padres de tener un hijo y los dere- do. El espectro de sus derechos varía, según
las elecciones que hayan hecho aquellos que
chos de los hijos concebidos. la ley se atribuye la potestad de denominar
“padres” (sin derecho a opción por parte del
niño, que queda insertado en relaciones jurí-
I. El principio de igualdad de las filiaciones dicas inamovibles y en desmedros de dere-
chos por el solo hecho de la elección que para
Antes que la Convención sobre los Dere- concebirlo tomaron quienes quieren ser sus
chos del Niño emitiera su primer vagido, la padres).
ley 23.264 en la Argentina postuló el principio
de equiparación de efectos de las filiaciones Nuestra tesis consiste en afirmar que esta
matrimoniales y extramatrimoniales. Ese presentación de la filiación no parece una
principio se sigue manteniendo el en art. 558 opción muy democrática, por dos razones:
del Código Civil aprobado por el Parlamento primero porque los adultos tienen la opción
argentino, en estos términos: para demarcar el espectro de derechos de un
niño (niño-objeto, sobre el que los padres tie-
“La filiación puede tener lugar por naturale- nen una renacida potestad jurídica); segundo
za, mediante técnicas de reproducción humana porque algunos niños tienen más derechos
asistida, o por adopción. La filiación por adop- que otros, por elección del legislador (y así se
ción plena, por naturaleza o por técnicas de crean sujetos de igual naturaleza y distinto
reproducción humana asistida, matrimonial y espectro de derechos). Y eso es discrimina-
extramatrimonial, surten los mismos efectos, ción injusta (2).
conforme a las disposiciones de este Código.
Ninguna persona puede tener más de dos vín- II. Fundamento y límites del principio constitu-
culos filiales, cualquiera sea la naturaleza de la cional de igualdad de efectos de la filiación
filiación.”
El fundamento teórico del principio de
Ese texto contiene tres reglas en una: igualdad de efectos de la filiación se hunde en
las más profundas raíces del sistema interna-
1) La primera es que presenta un número cional de derechos humanos (3). La ley 23.264
clausurado de modalidades por las cuales el fue probablemente el primer escenario en
la que en el debate nacional se esbozaba
lo que luego se transformó en un principio
esencial del Código Civil y Comercial refor-
mado: la constitucionalización del derecho
civil.
Después de que nuestra Constitución Na-
cional, último fundamento de nuestra co-
munidad social, aboliera la esclavitud y los
títulos de nobleza; la ley 23.264 creyó firme-
mente en que todos los hombres eran iguales.
Sobre todo creyó en aquella máxima de que
no es justo que los padres coman agraces y
los hijos tengan dentera. En términos de de-
recho internacional, creyó que:
a) “La Nación Argentina no admite prerro-
gativas de sangre, ni de nacimiento (...) Todos
sus habitantes son iguales ante la ley.” (Art.
16 Constitución de la Nación Argentina).
b) “Todas las personas son iguales ante la
ley y tienen derechos y deberes consagrados
en esta declaración sin distinción de raza,
sexo, idioma, credo ni otra alguna” (art. II,
Declaración Americana de los Derechos y
Deberes del Hombre)
c) “Todos los seres humanos nacen libres
e iguales en dignidad y derechos” (art. 1, De-
claración Universal de Derechos Humanos)
d) “Ninguna disposición del presente Pacto
podrá ser interpretada en el sentido de recono-
cer derecho alguno a un Estado, grupo o indivi-
duo para emprender actividades o realizar actos
encaminados a la destrucción de cualquiera de
los derechos o libertades reconocidos en el Pacto
o a su limitación en medida mayor que la pre-
vista en él”.
e) “No podrá admitirse restricción o menos-
cabo de ninguno de los derechos humanos funda-
mentales reconocidos o vigentes en un país en
virtud de leyes, convenciones, reglamentos o
costumbres” (Pacto Internacional de Dere-
chos Civiles y Políticos, art. 5.1. y 2)
f) “Los Estados partes del presente Pacto
se comprometen a garantizar el ejercicio de los
derechos que en él se enuncian, sin discrimina-
ción alguna por motivos de raza, color, sexo,
idioma, religión, (...), nacimiento o cualquier
otra condición social” (Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos, art. 2.2.) (4)
Y así podríamos seguir con los demás Tra-
tados internacionales que forman parte del
art. 75, inc. 22, que de todas formas no po-
drían derogar el art. 16 de nuestra Constitu-
ción Nacional.
De resultas, la democratización del estado
de hijo, supone que el ejercicio de los dere-
chos ya reconocidos en un Estado, no pueda
ser objeto de restricciones en virtud del naci-
miento ni de ninguna otra condición. Supone
que la igualdad está más allá del poder regu-
lador del Estado.
Estas disposiciones son de naturaleza ab-
soluta y no relativa. Lo dice claramente el
art. 2 de la Convención sobre los Derechos
del Niño:
“Los Estados partes respetarán los derechos
enunciados en la presente Convención y asegu-
rarán su aplicación a cada niño sujeto a su ju-
risdicción, sin distinción alguna, independiente-
mente de la raza, el color el sexo, el idioma, la
religión, la opinión política o de otra índole, el
origen nacional, étnico o social, la posición eco-
nómica, los impedimentos físicos, el nacimiento o
cualquier otra condición del niño, de sus padres
o de sus representantes legales” (5).
El principio de igualdad es palmario. Por
eso se ha dicho que “el compromiso del Estado
signatario” consiste en “dictar las normas ne-
cesarias para reglamentar los derechos en ella
consagrados, asegurando, hasta que esto suce-
da, la tutela judicial de los mismos” (6).
¿Cuáles son las limitaciones del principio de
igualdad de efectos de la filiación? Lo decía la
gran jurista argentina María Josefa Méndez
Costa, al estudiar la ley 23.264: las cuestiones
de hecho. La forma en que la ley recrea el vín-
culo paterno-filial se ve condicionado por las
circunstancias en que el niño está concebido.
Así:
a) La presunción matrimonial sirve para
reconstruir la filiación con alto grado de
certeza y resguardo de todos los elementos
de la identidad (7), en los casos en que el ma-
trimonio supone cohabitación (8) y fidelidad
y se trata de esposos de diverso sexo. Es
continúa en página 2

CORREO doctrina. La democratización de la filiación asistida jurisprudencia

Úrsula Cristina Basset.................................................................................................................. 1 Hábeas corpus correctivo.Irregularidades en traslados en ambulancias de los in-
ARGENTINO

CENTRAL B

ternos de un complejo penitenciario. Derecho a la salud. Tutela judicial efectiva. Proceden-

bibliografía. Juicio de Amparo por Mora de la Administración cia de la acción. Disidencia (CFCasación Penal)...................................................................5
FRANQUEO A PAGAR
CUENTA N° 10269F1

Autor: Alfredo Silverio Gusman. Comentario: Ernesto Alberto Marcer................................ 5

Prescripción. Daños por uso no autorizado de software. Dies a quo. Cumplimiento de
NOTA A FALLO. La cultura legal detrás del control jurisdiccional las medidas dispuestas en el incidente de prueba anticipada. Momento en que la actora se
Laura Casola................................................................................................................................. 6 encontró en condiciones de demandar (CNCiv.).................................................................. 7
2 | JUEVES 16 DE OCTUBre DE 2014
La democratización
de la filiación
asistida
viene de tapa
presumible que los cónyuges que decidieron
asumir obligaciones de la envergadura de las
matrimoniales, siendo que conviven y tienen
un vínculo que decidieron sea exclusivo, sean
los progenitores del niño que pare la mujer.
El lazo con la mujer es a través del parto, el
lazo con el marido es a través del matrimonio
y los deberes maritales. La presunción es iu-
ris tantum, para permitir una válvula de aper-
tura para realinear el vínculo jurídico con el
biológico.
b) Entre concubinos, en la medida en que
no hay ningún compromiso formalizado por
ambos, el derecho se ve obligado a otro dis-
positivo de vinculación de hijos con los pa-
dres (9). El lazo con la madre sigue siendo el
parto, pero para vincular al padre, faltando
el compromiso y los deberes de entrambos,
exige una conducta del padre consistente en
una declaración formal de la voluntad o un
establecimiento compulsivo (10). El derecho
establece una presunción no automática
para personas que acrediten el concubinato:
la presunción nace así no del derecho, sino
del hecho de la cohabitación (11). El trato de
hijo actúa como un reconocimiento siempre
que no contraríe el dato genético (12).
c) Si no hay manera de reconstruir el vínculo
con el progenitor masculino, porque la madre
no lo denuncia o no lo conoce, el hijo se vincu-
lará exclusivamente con su madre.
d) A veces, ni siquiera la madre puede ser
conocida. Son los casos más dramáticos de
abandono, y entonces el derecho busca pro-
veerle padres idóneos a los hijos en situación
de abandono.
Siempre que fuera posible conservará la
figura de los padres biológicos en ese movi-
miento a la revalorización de la biografía que
conoce el derecho contemporáneo: el niño es un
sujeto de derechos y como tal tiene derecho
a que el Estado recupere su biografía y la
conserve, y le abra la puerta a su linaje, an-
cestros, progenitores biológicos, aun cuando
hubiera luego de ser educado y cuidado por
otra familia.
Es que la filiación no se restringe al primer
grado de parentesco inserto en un linaje. Lo
dice bien Mauricio Luis Mizrahi: “los víncu-
{ NOTAS }
Especial para La Ley. Derechos reservados (Ley 11.723)
(1) Confirmada por el art. 578, Código Civil y Comer-
cial 2014: “Si se reclama una filiación que importa dejar
sin efecto una anteriormente establecida, debe previa o
simultáneamente, ejercerse la correspondiente acción
de impugnación”. En el artículo siguiente se refiere a la
prueba genética, demostrando así que el vínculo genéti-
co es clave en la filiación biológica.
(2) Aunque quizás los autores estarían en desacuer-
do con los contenidos de esta contribución, ella misma
señala en una de las obras más preclaras en materia de
familia y Constitución Nacional que la ley 23.264 se in-
serta en la línea de la Convención sobre la eliminación
de todas las formas de discriminación contra la mujer:
“Ambas leyes (NB 23.264 y 23.515) se insertan en el con-
texto determinado por la Convención contra todas las
formas de discriminación contra la mujer”. LLOVERAS,
Nora y SALOMÓN, Marcelo, “El derecho de familia des-
de la Constitución”, Editorial Universidad, Buenos Ai-
res, 2009, p. 366
(3) MÉNDEZ COSTA, María Josefa, “Los principios
jurídicos en las relaciones de familia”, Ed. Rubinzal Cul-
zoni, Santa Fe, 2006, p. 209 y ss.
(4) La cursiva es siempre nuestra.
(5) El resaltado es nuestro.
los filiatorios constituyen una relación, lo que
significa decir que no atañen a un solo sujeto
sino que, en un sentido amplio, abarcan a toda
descendencia en línea directa, comprensiva de
una serie de intermediarios o anillos de la ca-
dena que vinculan a una persona determinada
con cualquiera de sus antepasados. Desde esta
perspectiva, reposando la filiación por lo gene-
ral en el presupuesto biológico, se deduce sin es-
fuerzo que la determinación de la identidad ge-
nética afecta no sólo a aquel de cuya identidad
se trata, sino también a todos los que con éste
estén entrelazados por un supuesto vínculo de
parentesco” (13). Desde luego que esta cita se
refiere a la filiación biológica (que es también
la que precede a la adoptiva y se resguarda
en ella). Este mismo criterio, es el recogido
por la Corte Interamericana de Justicia en el
caso “Gelman c. Uruguay” (14).
Así, pues, las limitaciones del principio de
igualdad de efectos de la filiación derivan to-
dos de imposibilidades fácticas (15). Un niño
abandonado por su madre y su padre no ten-
drá los mismos beneficios que un niño que ha
sido amado y cuidado por sus padres biológi-
cos, que han estado unidos durante toda su
minoría de edad, dándole así el beneficio de
la mutua compañía.
III. La corrección de las desigualdades de hecho
en la filiación
¿Qué hace el derecho frente a la desigual-
dad de hecho? Regula de forma de favorecer
vínculos estables (16) en beneficio del hijo.
Entre otras cosas, establece el principio de
irrevocabilidad de la filiación. O de indisolu-
bilidad de la parentalidad (la parentalidad que
sobrevive al divorcio o ruptura de la pare-
ja) (17).
Pero, por sobre todo, durante varias ge-
neraciones el derecho se ha hecho cultor de
lo que el Código Civil y Comercial reciente-
mente aprobado denomina “responsabilidad
parental” (18), que también se proyecta en la
procreación.
En materia procreativa el derecho ha culti-
vado lo que podríamos denominar la reapro-
piación del yo procreador, evocando algunas
discusiones filosóficas sobre la responsabili-
dad e imputabilidad jurídicas (19). Ser padre
significa responder por el hecho de haber
procreado, con independencia del deseo o la
voluntad de asumir esa obligación. Para ser
padre, es necesario reapropiar el yo, en su
dimensión de imputabilidad más plena. Se
trata de un acto de dignidad humana, proba-
blemente el más digno de todos: el de asumir la
propia responsabilidad parental y por ende, la
causa de la parentalidad, la procreación. Quien
comete un acto de implicancias jurídicas
(6) GROSMAN, Cecilia, “Significado de la Conven-
ción sobre los Derechos del Niño en las relaciones de fa-
milia”, La Ley, tomo 1993-B, p. 1089 y ss.
(7) MÉNDEZ COSTA, “Los principios...”, cit, p. 229.
(8) La presunción cesa por separación de hecho de
los cónyuges, por esa razón era necesario reintroducir
el deber de convivencia en el matrimonio. Ver art. 566,
Código Civil y Comercial (2014).
(9) Conforme a la máxima votada en las XXIII Jorna-
das Nacionales de Derecho Civil 2010. “Los niños tienen
derecho a que en la medida de lo posible se respete la
unidad de todos los estratos de su identidad (genética,
biológica, familiar, social y jurídica).(Votada por unani-
midad)”
(10) FAMÁ, María Victoria, La filiación, Abeledo Pe-
rrot, Buenos Aires, 2009, p. 121 y ss.
(11) Art. 585: Convivencia. La convivencia de la madre
durante la época de la concepción hace presumir el vín-
culo filial a favor de su conviviente, excepto oposición
fundada.
(12) Art. 584, Posesión de Estado. La posesión de esta-
do debidamente acreditada en juicio tiene el mismo va-
lor que el reconocimiento, siempre que no sea desvirtua-
da por prueba en contrario sobre el nexo genético.
(13) MIZRAHI, Mauricio L., “Limitación jurispru-
debe asumirse en las consecuencias de ese
acto. Quien engendra debe asumir en toda su
dimensión y radicalidad la progenitorialidad.
Para eso, el derecho dispone reglas para re-
construir la parentalidad. Pero, si éstas no fun-
cionaran, prevé remedios compulsivos (20). Ma-
ría Victoria Famá, al tratar sobre las accio-
nes de filiación, señala que “Desde la mirada
constitucional, el estado de familia integra uno
de los múltiples aspectos del derecho a la identi-
dad de las personas. En este sentido participa de
ciertos caracteres comunes a todos los derechos
fundamentales (...) que corresponden a todos los
seres humanos en cuanto dotados del estatus de
persona y se separan del resto especialmente por
su carácter de inalienables, indisponibles, invio-
lables intransigibles y personalísimos.” Nadie
puede negarse a las consecuencias de su acto
de engendrar. Un progenitor no puede en-
gendrar y luego, por un acto voluntario, re-
nunciar a su parentalidad. Su hijo podrá de-
mandarlo en todo tiempo y emplazarse como
hijo, probado que sea el vínculo biológico a
través de pruebas genéticas. El hecho de que
se establezca su parentalidad, implicará que,
como derivación de la responsabilidad pa-
rental (y sobre todo en el nuevo Código), ella
implicará sólo obligaciones sin derechos (21).
Es respetando este principio que el Códi-
go 2014 no sólo admite el acceso a la prue-
ba genética en el art. 579, probando así que
la filiación tiene su fundamento remoto o
inmediato en la verdad biológica-genética,
sino que además introduce una posibilidad
de pedir una “prueba biológica post mortem”
en caso de fallecimiento del presunto padre,
previendo incluso la exhumación del cadáver
(art. 580) (22).
El hijo tendrá sobre todo derechos exigibles
contra ese progenitor derivados de la respon-
sabilidad parental en materia procreativa... a
menos que sea concebido por técnicas de fecun-
dación ‘in vitro’. Pues en ese caso, el Código
2014, establece el siguiente principio general:
“Art. 577. Inadmisibilidad de la demanda.
No es admisible la impugnación de la filiación
matrimonial o extramatrimonial de los hijos
nacidos mediante el uso de técnicas de repro-
ducción humana asistida cuando haya mediado
consentimiento previo, informado y libre a di-
chas técnicas, de conformidad con este Código y
la ley especial, con independencia de quién haya
aportado los gametos. No es admisible el recono-
cimiento ni el ejercicio de acción de filiación o de
reclamo alguno de vínculo filial respecto de éste”
Se trata así de una filiación contrafáctica,
que corta todo lazo con la realidad corpó-
rea del niño que sea concebido. Se corta así
el paso no sólo al elemento genético, que es
dencial a las pruebas biológicas compulsivas”, LA LEY,
2004-A, p. 1237 y ss.
(14) Corte IDH, 24 de febrero de 2011: “124 (citando
jurisprudencia argentina). Añadiendo que “la personali-
dad nos forma, entonces, en un proceso sólo determina-
do mediante la transmisión de actitudes y valores por los
padres y otros integrantes del grupo familiar, sino tam-
bién por las disposiciones hereditarias del sujeto, ante lo
cual la vía normal de formación de la identidad resulta
ser la familia biológica, concluyendo que “el derecho del
niño es, ante todo, el derecho de adquirir y desarrollar
una identidad, y consecuentemente, a su aceptación e
integración por el núcleo familiar en el que nace”, Trib.
Oral en lo Criminal N° 6, “Zaffaroni Islas, Mariana s/
Averiguación de circunstancias de su desaparición- Fur-
ci Miguel Ángel González...”, voto del Juez Mansur en
posición Mayoritaria.
(15) MÉNDEZ COSTA, María Josefa, “La filiación”,
Rubinzal Culzoni, Santa Fe, 1986, p. 26 y ss.
(16) FAMÁ, “La filiación...”, cit. p. 178: “El estado de
familia se caracteriza por su estabilidad...”.
(17) El libro de referencia en esta temática es induda-
blemente el de PARKINSON, Patrick, “Family Law and
the Indissolubility of Parenthood”, Cambridge Press,
2013.
tan determinante de la filiación en la filiación
biológica, que incluso se presenta como prue-
ba, admisible incluso post mortem; sino tam-
bién al elemento voluntario: si el aportante
de gametos quiere ser padre, en un proyecto
de parentalidad colaborativa (pareja de dos
mujeres, un amigo varón), el varón no podrá
participar de ese proyecto parental, aun si
tuviera posesión de estado respecto de ese
hijo. Aun si tuviera posesión de estado, y la
pareja parental contrafáctica que propone
el Código se disolviera, y una de las dos ma-
dres no tuviera más vínculo con su hijo (todas
cuestiones que la práctica documenta). ¿Es
legítimo? A nuestro modo de ver, esta diver-
sidad de trato sólo podrá resultar en incons-
titucionalidades de la regulación.
¿Qué sucede en la adopción? La responsa-
bilidad parental es irrenunciable. Al punto de
que aun si se decretara la adopción teniendo
a la vista el interés del niño, el progenitor bio-
lógico seguiría siendo progenitor. Más aún, el
Código 2014 admite en el art. 628 una acción
de filiación o reconocimiento posterior a la
adopción en el caso de la adopción simple,
que no alteraría el estado de adoptado (alte-
rando así la regla teórica de dos) (23). No se-
ría un anónimo, confidencial, silenciado por
el derecho, apropiado por el Estado y negado
al hijo... como se prevé en el predictamen de
proyecto de regulación de las técnicas de fe-
cundación in vitro emitido por el trabajo de
Comisiones de la Cámara de Diputados (24).
En este caso se trata de una expropiación
por parte del Estado de la identidad de las
personas: los Registros únicos contienen
los expedientes, pero esos expedientes, aun-
que señalan la biografía de una persona, son
confidenciales e inaccesibles para quienes
son los titulares del derecho fundamental a
la identidad y a la biografía. Se augura una
cercana declaración de inconstitucionalidad.
Esa regulación es inviable. Retener la identi-
dad es mil veces más grave que retener una
historia clínica. Y aun éstas, hay deber de en-
tregarlas en los centros de salud.
Es decir que el derecho no admite otra des-
igualdad, que la que no puede corregir de ningu-
na manera por la refractariedad de los hechos.
Al menos hasta ahora era así. Esta sería la
primera vez en la historia contemporánea
que el derecho volvería a elegir delibera-
damente cercenar los derechos de algunos
niños en comparación con otros, exclusi-
vamente en virtud de una decisión de sus
progenitores y del Estado. Los progenitores,
como en tiempos remotos, eligiendo el modo
de concepción, tendrían derecho para con-
traer o amplificar los derechos de la persona
y los bienes de sus hijos (porque también hay
derechos patrimoniales en juego, como en los
supuestos que ejemplificamos más arriba,
(18) Regulado a partir del Título VII, Art. 638 y ss.
(19) Sobre todo, los trabajos de RICOEUR, Paul, en su
libro “Los Caminos del Reconocimiento”, Trotta, 2005.
(20) El art. 576, que encabeza el Capítulo 6 sobre ac-
ciones de filiación, dispone: “Caracteres. El derecho a
reclamar la filiación o de impugnarla no se extingue por
prescripción ni por renuncia expresa o tácita...”.
(21) Ver arts. 646 y ss. Código 2014, que sólo implican
deberes sin derechos, a pesar de su título que preanun-
cia “deberes y derechos”.
(22) Art. 580: “Prueba genética post mortem. En caso
de fallecimiento del presunto padre, la prueba puede
realizarse sobre material genético de los dos progenito-
res naturales de éste. Ante la negativa o imposibilidad
de uno de ellos, puede autorizarse la exhumación del ca-
dáver”.
(23) Art. 628: Después de acordada la adopción simple
se admite el ejercicio por el adoptado de la acción de fi-
liación contra sus progenitores, y el reconocimiento del
adoptado.
(24) En el pre-dictamen de comisiones, se establece
que el Registro Único de la ley 26.862 será confidencial,
palabra que se repite varias veces (art. 16) incluso es-
tableciendo como infracción sancionable revelar datos
(art. 26, i.).

en los que incluso podría haber voluntad del
progenitor genético de ejercer su rol).
IV. La regulación de la filiación por FIV en el Có-
digo Civil y Comercial
En el Código Civil y Comercial que acaba
de ser aprobado por el Parlamento la filia-
ción por técnicas de reproducción asistida
es la estrella (25). Es la primera modalidad
de filiación regulada (26), como si se tratara
del paradigma, o al menos de la más cara al
legislador, o la que el legislador tenía más an-
sia o apuro por introducir; considerando que
las concepciones siguen siendo en importan-
cia y número en su mayoría, biológicas. Vale
decir, lo lógico hubiera sido seguir el orden
de filiación por naturaleza o biológica (en la
que podría estar comprendida la filiación por
las técnicas, aunque está a caballo o guarda
analogía con la adopción también), filiación
por técnicas de reproducción asistida y adop-
ción. Sin embargo, invirtiendo el orden del
art. 558, en que se presenta la filiación en ge-
neral, comienza con la reproducción asistida,
que se erige así visiblemente en paradigma.
Sería conveniente corregir esto en una fe de
erratas.
El nombre de “técnicas de reproducción
asistida” es muy cuestionable, ya que evoca la
producción de ejemplares semejantes en una
fábrica (reproducción)... Hubiéramos prefe-
rido como en Francia o Italia: procreación
médicamente asistida o como en Alemania:
fecundación artificial (kunstliche Befruchtung).
La falta de belleza para referirse al misterio
estremecedor del comienzo de la vida huma-
na preanuncia el despojo de algunos cuidados
que pudieron preverse en torno a los dere-
chos de esa vida que será engendrada.
a) Cómo reconstruye el Derecho la filiación
Mientras que en la filiación biológica y en
la filiación por adopción el Estado toma miles
de recaudos para resguardar a las personas
así ingresadas en una familia, la regulación
de las técnicas demuestra el mayor desinte-
rés por aquellos vulnerables.
Es que en el derecho a la filiación, el engen-
drado es el vulnerable jurídico. De ahí que fuera
el corazón mismo de toda protección posible.
Y la Convención sobre los Derechos del Niño
(CDN) obliga a resguardar con miles de am-
paros a esa vida novel. Así los arts. 7, 8 y 9 de
la CDN (27), que obligan al Estado a restituir
inmediatamente al niño cualquier elemento
de su identidad del que hubiera sido privado.
{ NOTAS }
(25) Hemos tratado el impacto de la ley 26.862 en las
técnicas en BASSET, Ursula C. “Ley 26.862: ¿Cómo
cambia el derecho de Familia, de los Niños?”, p. 4 y ss.,
El Derecho, Familia - octubre 2013. Allí se encuentra
además una comparación de la legislación vigente a ni-
vel nacional. Hemos tratado cuestiones anejas en BAS-
SET, Úrsula C., “Derecho del niño a la unidad de toda
su identidad”, La Ley, 2011-1005 y también en “Procrea-
ción asistida y niñez. ¿Regulación o desregulación?”,
LA LEY, 2013-D, 872. Otra doctrina al respecto incluye:
GIL DOMÍNGUEZ, Andrés, “La ley de acceso integral a
los Procedimientos y TRHA...”, DFyP, 2013, 24. KRAS-
NOW, Adriana, “Determinación de la maternidad y pa-
ternidad. Acciones de filiación. Procreación asistida”,
Buenos, Aires, La Ley, 2006. LAFFERRIÈRE, Nicolás,
“Embrión humano y bioderecho en las XXIV Jornadas
Nacionales de Derecho Civil, EDFA-Oct. 2013, p. 27 y ss.
LAFFERRIERE, Nicolás, “Invisibilizar al embrión ante
los intereses biotecnológicos”, LA LEY, 2013-A, 912.
LÓPEZ de ZAVALÍA FERNANDO, “Técnicas de re-
producción asistida y el Proyecto de Código”, LA LEY,
2012-E, 745. MEDINA, Graciela y GONZÁLEZ MAGA-
ÑA, Ignacio, “La ley nacional sobre Fertilización...”, LA
LEY, 2013-C, 1192. MIZRAHI, Mauricio Luis, “El niño y la
reproducción humana asistida”, La Ley 30/8/3011; POL-
VERINI, Verónica, “La filiación en el proyecto de Código
Civil, ¿Hijos de la voluntad?”, EDFA, 2013. PUCHETA,
Leonardo L. “Fictio iuris. La voluntad procreacional en
el proyecto de reformadel Código Civil Argentino”, ED,
En el derecho argentino vigente y en el
Código aprobado, tratándose de la filiación
biológica y la adoptiva, la contractualización
y privatización del Estado filiatorio es incon-
cebible.
En las XXIII Jornadas Nacionales de Dere-
cho Civil, celebradas en Tucumán en el año
2010, gracias a una ponencia presentada por
María Magdalena Galli Fiant, se votó que la
voluntad procreacional no podía ser elemento
único de determinación de la filiación. Exis-
tente, debía conjugarse con otros elementos
para ser válida. Paradójicamente, en algunos
casos (no en todos, y ahí otra vez la arbitra-
riedad) esta máxima se cumple en el Código
2014.
La filiación biológica se determina por un
elemento biológico respecto de la madre, y
por un elemento social por parte del padre.
En el matrimonio y en el concubinato com-
probable, la filiación paterna se remite a la
alianza entre padre y madre (de hecho o de
derecho), inscribiendo la filiación en una re-
lación familiar previa triádica (paterno-ma-
terno-filial) que además inserta verticalmen-
te en un linaje y vincula con la fraternidad.
En caso de que sea necesario un reconoci-
miento, ése tiene carácter formal y declarati-
vo (retroactivo) y tiene que ser registrado en
los registros públicos respectivos. Para ase-
gurar el derecho del niño a su identidad, se le
permite impugnar la filiación en todo tiempo.
Los adultos no tienen derecho a restringirle
su acceso pleno a la identidad por sus deci-
siones de vida, sentimentales, sexuales. El
Código 2014 le asegura aún más vías de tutela
de la identidad biológica en la filiación por na-
turaleza amplificando legitimaciones activas,
plazos y pruebas.
En la adopción, los elementos de origen
son resguardados y campea el principio de
excepcionalidad. Incluso se procura conser-
var el vínculo entre hermanos. La adopción,
en la medida en que implica una ruptura
con el linaje y la pareja parental de origen
se abre a formas de cuidado que no replican
a la pareja parental. La razón es la urgencia
que provoca el desamparo del niño, aunque
siempre debe preferirse la pareja adoptiva
que mejor pueda garantizar una plenitud y
riqueza de relaciones familiares, porque el
interés a tutelar es el del niño. En la adopción
rige el principio de judicialidad, que asegura
el pleno resguardo de todos los elementos
de la identidad del niño ante la tragedia de
la ruptura con la familia de origen. El Código
2014 amplifica las garantías de la familia bio-
248-924 (2012). SAMBRIZZI, Eduardo, “La filiación en
la procreación asistida”. SOLARI, Néstor E., “Impugna-
ción de la maternidad por la madre que aportó el óvulo”.
La Ley Litoral 2011, 161.
(26) El título de filiación comienza en el Código 2014
estableciendo en el art. 558 citado más arriba, las fuen-
tes de la filiación y el principio de igualdad de efectos. El
559 trata sobre el certificado de nacimiento, para pasar
inmediatamente a regular la filiación por técnicas de fe-
cundación asistida en el art. 560 y siguientes.
(27) Art. 7: 1. El niño será inscripto inmediatamente
después de su nacimiento y tendrá derecho desde que
nace a un nombre, a adquirir una nacionalidad y, en la
medida de lo posible, a conocer a sus padres y a ser cui-
dado por ellos. 2. Los Estados Partes velarán por la apli-
cación de estos derechos de conformidad con su legisla-
ción nacional y las obligaciones que hayan contraído en
virtud de los instrumentos internacionales pertinentes
en esta esfera, sobre todo cuando el niño resultara de
otro modo apátrida. Art. 8: 1. Los Estados Partes se com-
prometen a respetar el derecho del niño a preservar su
identidad, incluidos la nacionalidad, el nombre y las rela-
ciones familiares de conformidad con la ley sin injeren-
cias ilícitas. 2. Cuando un niño sea privado ilegalmente
de algunos de los elementos de su identidad o de todos
ellos, los Estados Partes deberán prestar la asistencia y
protección apropiadas con miras a restablecer rápida-
mente su identidad. Art. 9: 1. Los Estados Partes velarán
por que el niño no sea separado de sus padres contra la
lógica en la filiación por adopción junto con el
principio de excepcionalidad.
En cambio, en ese mismo Código 2014 la filia-
ción por medios artificiales supone la persistente
negación de todas las acciones para emplazarse
o vincularse con aquel progenitor con el que el
niño está vinculado en cada célula de su cuerpo.
Además del principio general establecido en
el art. 577, citado más arriba, la regulación
específica de cada supuesto confirma, en un
rosario de reiteraciones, que el niño no ten-
drá acción de emplazamiento. Es la consa-
gración jurídica definitiva del divorcio entre
verdad y derecho, en aras de una regulación
adultocéntrica, a la que le cuesta encontrar
un equilibrio razonable en el movimiento
pendular entre el ansia de los padres de tener
un hijo y los derechos de los hijos concebidos.
A continuación, se desarrolla el sistema
regulatorio.
b) Filiación asistida, matrimonial y extrama-
trimonial
El Código 2014 tiene un capítulo general.
En ese capítulo dispone antes que nada el
tratamiento desigual de la filiación asistida,
en comparación con el espectro de derechos
de los niños concebidos fuera de un centro de
salud, según vimos más arriba.
El art. 599 regula la formalización del certi-
ficado de nacimiento. Se trata del instante de
egreso del niño del vientre materno, con inde-
pendencia de la forma en que fue concebido.
Es el que sirve para producir la inscripción
en el Registro de las Personas y atar en el de-
recho lo que está atado en la naturaleza. La
adopción tiene otros caminos. Se especifica
que tales registros no deben hacer referencia
a la modalidad de la concepción. Es una bue-
na noticia, siempre y cuando se consagrara
como contrapartida el deber de los padres
de decir, sobre todo en la fecundación hete-
róloga. El deseo de conocer la identidad y el
riesgo de incesto lo imponen. Así lo estudian
los paidopsicólogos que se han especializado
en la temática de los niños concebidos por fe-
cundación in vitro (28).
El modo de establecimiento de la filiación
está previsto en el caso de la filiación matrimo-
nial y extramatrimonial por medio de un consen-
timiento regulado por el Art. 560, que es pres-
tado ante el centro de salud interviniente y
que se parece más al consentimiento para
una práctica médica que para la procreación
(previo, informado, libre). Ese consentimien-
voluntad de éstos, excepto cuando, a reserva de revisión
judicial, las autoridades competentes determinen, de
conformidad con la ley y los procedimientos aplicables,
que tal separación es necesaria en el interés superior
del niño. Tal determinación puede ser necesaria en ca-
sos particulares, por ejemplo, en los casos en que el niño
sea objeto de maltrato o descuido por parte de sus pa-
dres o cuando éstos viven separados y debe adoptarse
una decisión acerca del lugar de residencia del niño. 2.
En cualquier procedimiento entablado de conformidad
con el párrafo 1 del presente artículo, se ofrecerá a to-
das las partes interesadas la oportunidad de participar
en él y de dar a conocer sus opiniones. 3. Los Estados
Partes respetarán el derecho del niño que esté separa-
do de uno o de ambos padres a mantener relaciones per-
sonales y contacto directo con ambos padres de modo
regular, salvo si ello es contrario al interés superior del
niño. 4. Cuando esa separación sea resultado de una me-
dida adoptada por un Estado Parte, como la detención,
el encarcelamiento, el exilio, la deportación o la muerte
(incluido el fallecimiento debido a cualquier causa mien-
tras la persona esté bajo la custodia del Estado) de uno
de los padres del niño, o de ambos, o del niño, el Esta-
do Parte proporcionará, cuando se le pida, a los padres,
al niño o, si procede, a otro familiar, información básica
acerca del paradero del familiar o familiares ausentes, a
no ser que ello resultase perjudicial para el bienestar del
niño. Los Estados Partes se cerciorarán, además, de que
la presentación de tal petición no entrañe por sí misma
JUEVES 16 DE OCTUBre DE 2014 | 3
to se desdobla en dos instancias: primero,
al someterse a las técnicas; segundo, al so-
meterse a la utilización de los gametos. No
queda claro cuál es el efecto si uno de los dos
consentimientos falta.
Ese consentimiento, según el Art. 561, debe
ser protocolizado ante escribano público o ante
la autoridad sanitaria correspondiente. El Có-
digo deja abierta la cuestión. Sería conve-
niente cerrar esa apertura en una fe de erratas
posterior. En todos los casos, ni el escribano
ni la autoridad sanitaria son autoridad sufi-
ciente para registrar una filiación.
El principio de irrevocabilidad hace pie en la
filiación por primera vez en materia de filiación
asistida. Posiblemente esta introducción ten-
ga efectos expansivos (29). El art. 561 esta-
blece que “El consentimiento es libremente
revocable mientras no se haya producido la
concepción en la persona” (caso de insemina-
ción) o la “implantación del embrión”.
Vale decir que si hubiera embriones concebi-
dos, que son personas de cara al art. 19 del Có-
digo 2014, estos quedarían librados a otros des-
tinos: crioconservación, descarte, adopción. Hay
un régimen distinto de dos realidades idénti-
cas: si el embrión es concebido por insemina-
ción en el útero materno, el primer consen-
timiento es irrevocable. Si fuera concebido
fuera del útero materno, entonces, concebido
y todo, el consentimiento resulta revocable.
Supone una discriminación injusta sin funda-
mento en la realidad de las cosas. La razón
por la que el segundo caso no es implantado
en el útero materno, responde a un acto hu-
mano no a un hecho ingobernable. De modo
que la misma esencia de uno y otro embrión
no pueden recibir tratamiento divergente. Su
única diferencia responde a la negativa a im-
plantarlo, que es, a su vez, un acto jurídico.
El caso es que el predictamen de la Cámara
de Diputados del 30 de septiembre de 2014,
se refiere a la donación de embriones, como si
fueran cosas. Los embriones no se donan, se dan
en adopción. Hubiera sido incluso preferible
la palabra “dación” para respetar mejor los
derechos y la dignidad, incluso en un sentido
simbólico, del embrión humano. Es muy no-
table la desatención a la belleza de pluma y
de palabra que requiere la dignidad humana.
Tratar al embrión humano como una cosa
mueble es inaceptable aun para aquellos que
no lo consideran persona. Es una denigración
continúa en página 4
consecuencias desfavorables para la persona o personas
interesadas.
(28) Así el caso del equipo de trabajo suizo y latino-
americano, integrado por lingüistas, psiquiatras, etc.;
que ha evaluado clínicamente padres e hijos en el mar-
co de procedimientos de fecundación asistida. Ver, ME-
JÍA QUIJANO, Claudia, (linguiste sémiologue, professeur,
Universidad de Antioquía, Colombie), GERMOND, Marc,
(médecin gynécologue obstétricien, spécialiste en médecine
de la reproduction), ANSERMET, François, (pédopsychia-
tre, psychanalyste, professeur, chef du service de spychia-
trie d’enfants). “Silences sur l’origine”, Enfances et Psy,
2008/2, Eres, Paris, pp. 39-53
(29) Según los estudios una especialista en género de
la Universidad de Chicago, hay una implosión de catego-
rías (ya muy explorada por la antropología) en la fecun-
dación in vitro: THOMPSON, Charis, “Making Parents”,
MIT, 2007, P. 267-8: “Among several implications of the
biomedical mode of reproduction for identity and kins-
hip, the most striking is the potential to subvert the iden-
tity and kinship categories that biomedicine was initially
designed to assert and repair. Thus, efforts to make uni-
versally available the normative heterosexual nuclear
family lead to the subversion of that family form, and te-
chnological solutions to highly intimate issues end up in-
tertwining the personal in ways that displace the natural
as the ground on which the social plays out, just as they
make it necessary to attend to the social to disambiguate
the natural. “
4 | JUEVES 16 DE OCTUBre DE 2014
viene de PÁGINA 3
de la condición humana del embrión, más allá
de toda calificación jurídica y, en ese sentido,
concierne a “lo humano” y a su dignidad pe-
culiar en general.
La filiación se reconstruye por el derecho en-
tonces por medio de la voluntad procreacional,
de la cual, aparentemente, el consentimiento
ante el centro privado médico sería una ins-
trumentación. El art. 562 dispone que “Los
nacidos por las técnicas de reproducción
humana asistida son hijos de quien dio a luz
y del hombre o de la mujer que también ha
prestado su consentimiento previo informa-
do y libre en los términos de los arts. 560 y
561”.
Pero aquí también hay un desequilibrio a
favor de los padres: mientras que los padres
pueden revocar el consentimiento del art. 560,
los hijos ingresan a una filiación irrevocable. Al
revés de lo que sucedía en la regulación de la
filiación en el Código de Vélez, en donde los
derechos a impugnar la filiación se limitaban
para los padres y se ampliaban para los hijos,
aquí son los progenitores, los que podrían re-
vocar, aun respecto de un embrión concebi-
do, genéticamente relacionado.
Vale decir que la mujer que dio a luz tiene
un doble requisito explicitado por el “también”:
debe dar a luz, y además debe prestar su
consentimiento informado dos veces. No se
distingue entre técnicas homólogas y heteró-
logas (¿tiene sentido el doble consentimiento
en técnicas homólogas?). El trato discrimina-
torio que pesa sobre la mujer surge de cir-
cunstancias de hecho: es posible la división
entre el dato genético y el embarazo, por me-
dio de la donación heteróloga. Pero, al mismo
tiempo, vuelve a evidenciar por vía colateral,
la trascendencia del dato genético.
Se excluye así un emplazamiento filiatorio di-
recto de la maternidad subrogada. En la Argen-
tina la maternidad subrogada sigue teniendo
un amplio rechazo (al que adherimos). Pero
en el caso en que hubieran parejas compues-
tas por dos hombres con un hijo, concebido a
espaldas de la ley argentina (y de la dignidad
de la mujer), deberán hacer valer la adopción
de integración, igualmente prevista.
Finalmente, el art. 562 dispone que luego
deberá procederse a la inscripción en el registro
de estado civil y capacidad de las personas ese
consentimiento prestado. ¿Se creará un Re-
gistro de Consentimientos bajo la égida del
Registro del Estado Civil y Capacidad? O tal
vez, ¿el art. 562 está refiriéndose a la esfera
de inscripción del nacimiento? Más adelante
se habla de un legajo previo a la inscripción...
Nada aclara. Será necesaria otra fe de erra-
tas. Es preferible que haya un registro del
consentimiento en el Registro Único del art.
4 de la ley 26.862, si consideráramos que el
primer consentimiento no causa la filiación,
porque es el consentimiento a la realización
de una técnica, en cambio el segundo es de-
finitivo. La filiación queda establecida por
el consentimiento, pero la égida de la regis-
tración debería regirse por el certificado de
nacimiento regulado en el Art. 559. En fin,
cuestiones que será necesario emprolijar.
c) La filiación matrimonial y su peculiaridad
Pero las complicaciones no terminan allí.
Para la filiación matrimonial, las filiaciones
{ NOTAS }
(30) Cahier des charges du groupe de travail “Filia-
tion, Origines, Parentalité”, THÉRY, Irène, 2014: “Au
départ de toutes les recherches qui ont présidé au re-
nouveau contemporain de l’anthropologie de la parenté
trouve la question du corps, et plus largement le rapport
entre parenté, corps et personne”, p. 34.
(31) Es lo que acaba de hacer Francia con el informe
asistidas no son regidas por la presunción,
ni siquiera en el caso de la fecundación ho-
móloga. Esto nos parece un error. Hubiera
sido razonable tratar a la fecundación ho-
móloga de manera análoga a la biológica
cuando se produce en el seno de un matri-
monio.
El caso es que el art. 566 regula de este
modo: “La presunción no rige en los supues-
tos de técnicas de reproducción humana
asistida si el o la cónyuge no prestó el corres-
pondiente consentimiento previo, informado
y libre...”. Se refiere a un solo consentimiento
cuando en realidad son dos, más material para
una fe de erratas.
Vale decir que para el caso de la filiación
matrimonial, si el cónyuge hubiera prestado
el consentimiento previo, rige la presunción.
Para que el hijo sea matrimonial se requieren
entonces dos elementos (con independencia de
que la filiación sea homóloga o heteróloga):
el/los consentimientos + la presunción. Aho-
ra bien, la presunción opera con el solo con-
sentimiento de un cónyuge (“el o la cónyu-
ge”). Será porque la maternidad se establece
por el parto, y la paternidad o co-maternidad
requiere el consentimiento. De resultas, la
regla del 562 sobre la voluntad procreacional
se ve desmentida. Será necesaria la voluntad
procreacional instrumentada en el consen-
timiento (s) + presunción matrimonial para
engendrar una filiación matrimonial para la
co-madre o el padre.
Para que se configure la filiación matrimo-
nial a partir de una filiación asistida (lástima
no haber considerado diferenciadamente
el caso de la filiación homóloga), se aplican
además las demás reglas derivadas de las
presunciones (su extinción por separación
de hecho, por ejemplo). Salvo que ambos hu-
bieran prestado el consentimiento (art. 567).
Es decir que podría darse el caso de que un hijo
concebido por técnicas de fecundación asistida
no sea matrimonial aunque los gametos sean
del marido de la mujer. Es el problema de no
advertir las peculiaridades de la filiación ho-
móloga.
Todas las presunciones admiten prueba en
contrario (art. 568). Es uno de los raros casos
en que falta la exclusión de las técnicas de
fecundación in vitro. ¿Admitirán prueba en
contrario las filiaciones de parejas de perso-
nas del mismo sexo en el caso de las técnicas
de fecundación in vitro de niños concebidos
por ambos? Otra vez la sombra de la genética
amenaza el dispositivo jurídico.
La filiación por técnicas de fecundación in
vitro se prueba por el consentimiento (o los
consentimientos...) debidamente inscriptos
en el el Registro de Estado Civil y Capacidad
de las Personas (pero aquí otra vez la ambi-
güedad que mecionábamos más arriba, art.
569, inc. C).
d) El caso de la filiación extramatrimonial
La filiación asistida extramatrimonial tiene
también sus peculiaridades. El art. 570 nos
dice que hay tres formas de determinar la fi-
liación extramatrimonial: el reconocimiento,
el consentimiento (o los consentimientos), o
la sentencia en juicio.
Es decir que la filiación extramatrimonial
asistida es más simple que la filiación asisti-
da matrimonial. Requiere tan sólo la voluntad
procreativa instrumentada. Replica así el
producido en abril de este año, en el que Irène Théry que
citamos más arriba.
(32) PIERRON, Jean Philippe, “Le geste et la parole.
Nouvelles techniques de procréation et dit du droit”, en
Fulchiron, Hugues - Sosson, Jehane, Parenté, filiation,
origines, Bruylant, 2014, pp. 223.
(33) Art. 22, predictamen.
dispositivo del reconocimiento de la filiación
natural.
Solamente que a diferencia del reconocimien-
to, que tiene carácter irrevocable y declarativo,
el consentimiento es revocable y constitutivo. El
estado de familia de los niños en cada caso es
claramente diverso.
En el art. 575, se reitera lo dicho en el Art.
570, para sumar que los aportantes de gametos
que participen en el plan parental de un tercero
no tendrán derecho al estado de familia deriva-
do de su vínculo genético-biológico.
Cada célula del cuerpo del niño que será con-
cebido dice algo que el derecho le desmiente. Un
derecho contrafáctico que desmiente la cor-
poreidad del niño (30), en lugar de asumirla
discursivamente. Es como si negara la di-
mensión corpórea, material de su existencia,
silenciando un elemento tan radical como lo
es el que constituye la constitución física (y
espiritual, por los condicionamientos recí-
procos que hay entre el alma o espíritu y la
dimensión fenotípica de la persona).
Atención que no abogamos por la multi-
parentalidad, simplemente creemos que las
implicaciones antropológicas son enormes,
y que tenemos que tener la valentía de discutir
interdisciplinariamente y pluralmente la regu-
lación de la procreación médica asistida (31).
No cabe una imposición ‘manu militari’: la im-
plicancia es transgeneracional y antropológi-
ca (32).
El predictamen de la Cámara de Diputados
crea una comisión ad hoc de seguimiento que
es interdisciplinaria (aunque no se aseguran
mecanismos de pluralidad). Tampoco se ase-
gura que no sólo bioética, sino también las
relaciones de familia sean el objeto de esa co-
misión. Por otra parte, la comisión interdiscipli-
naria debería ser creada antes y no después de
la ley (33). Es tanto como poner el carro antes
que el caballo.
e) Las acciones como parte del acceso a la jus-
ticia
Las acciones que el derecho da a las per-
sonas equivalen a la extensión de sus dere-
chos. La acción supone un derecho subjetivo
implícito y es el estrato más remoto de esos
derechos subjetivos. Las legis actiones son las
que permiten el acceso a la justica. El derecho
se predicaba en forma de verbo en el derecho an-
tiguo, y es la acción la que gestó la plasmación
del derecho subjetivo en forma sustantiva.
¿Cuál es la razón por la que el derecho le
cierra la puerta en la cara a los niños que son
concebidos por técnicas de fecundación in vi-
tro? Para proteger la dificultad que tienen los
que el Derecho elige como progenitores para
insertar en su trama relacional o en su vida
personal una concepción hecha en un cen-
tro médico. En realidad, como lo dice Irène
Théry, el problema principal es que la filiación
asistida, sobre todo la heteróloga, sigue que-
riendo atarse al paradigma de la filiación bio-
lógica (34) invisibilizando las diferencias, sigue
queriendo “biologizarla” (35). Reconstruir su
identidad sobre ese paradigma. En la medi-
da en que ese esfuerzo prosiga, los derechos
que se opongan a él, así sean los de los niños,
quedarán tronchados. La diversidad de tra-
yectorias biográficas quedará eclipsada, y el
pluralismo de las relaciones de familia ence-
rrado en nuevas formas de individualismo de
los más fuertes.
(34) THÉRY, Irène, “Postface”, en FULCHIRON,
SOSSON, ibid. ps. 329 y ss.
(35) Cahier, cit. P. 14.
(36) THÈRY, “Postface”, cit.
(37) THÈRY, Cahiers, cit.,p. 20: “Ces différentes for-
mes d’effacement institutionnel peuvent être vécues par
l’enfant comme le déni de son histoire biographique, et
Además de la prohibición general del art.
577, el art. 582 sobre acción de reclamación
de la filiación; en el art. 588 de impugnación
de la filiación; en el art. 589 de impugnación
de la filiación presumida por ley, en el art. 591
de negación de la filiación, en el art. 592 de
impugnación preventiva de la filiación, en el
art. 593 de impugnación de reconocimiento
(a pesar de que no se establece por reconoci-
miento la filiación asistida extramatrimonial),
en todos los casos, el legislador, como un retin-
tín, insiste: “Esta disposición no se aplica en los
supuesto de técnicas de reproducción humana
asistida cuando haya mediado consentimien-
to previo.” Hubiera bastado el sólo principio
general, pero la insistencia es notable.
En tanto, el proyecto de predictamen de la
Cámara de Diputados impone como sanción al
Centro de Salud, la divulgación de los datos con-
fidenciales de los donantes de gametos, según
señalamos más arriba.
f) De la identidad en tiempos de filiación asis-
tida
Para crear la ficción que se le niega a los
padres adoptivos a expensas del derecho a la
reconstrucción de la biografía del niño, en el
caso de la filiación asistida el Código 2014 le
niega toda acción a los niños. Es una verda-
dera implosión en el sistema filiatorio, que
implica a una negar la responsabilidad deri-
vada de un acto que es procreativo. Es “pasar
a silencio” la filiación y la corporeidad de un
niño (36). Esas diferentes formas de “borrado
institucional pueden ser vividas por el niño
como una denegación de su historia biográ-
fica; y por el adulto como un atentado a su
identidad personal y una injusticia que se le
hace” (37).
El niño concebido por filiación asistida no
tiene acceso a sus progenitores, a su corpo-
reidad, que entonces queda en un registro del
Estado. La situación es alarmante, porque, de
prevalecer el predictamen de la Cámara de Di-
putados, el Registro Único de la ley 26.862 sólo
registraría datos de gametos, y no los consenti-
mientos prestados por los pretensos progenito-
res (38).
No hay obligación impuesta a las clínicas de
resguardar esos consentimientos, mientras que
los consentimientos de los donantes de gametos,
deben guardarse ‘sine die’ (39).
En todo caso, el art. 563 del Código 2014
prevé el acceso a la “información relativa a
que la persona ha nacido por el uso de téc-
nicas de fecundación asistida”. Al igual que
el caso belga, la Argentina se inclina a dar “in-
formación”. Es la diferencia entre derecho a la
identidad y derecho a conocer los orígenes... o
mejor dicho a tener los datos relativos a los
orígenes. En algunos derechos, el donante se
identifica con un número y el niño tiene dere-
cho de acceso al número.
Con los datos del expediente de la dona-
ción de gametos, se forma un expediente (¿en
dónde? ¿en el registro de capacidad civil de
las personas?). El texto no lo indica. Es nece-
sario esclarecerlo. Dice así: “La información
relativa a que la persona ha nacido por el uso
de las técnicas de reproducción humana asis-
tida con gametos de un tercero debe constar
en el correspondiente legajo base para la ins-
cripción del nacimiento.” Creemos que debería
haber un legajo del consentimiento en la auto-
ridad de salud y que el Registro de Capacidad
debería crear un expediente secreto duplicado
par l’adulte comme une atteinte à son identité personne-
lle et une injustice qui lui est faite”.
(38) Predictamen, art. 16.
(39) Predictamen, art. 16.
Actualidad
BUENOS AIRES - jueves 16 DE octubre de 2014
opinión Santiago Javier Alonso
Vaca Muerta, el fracking y su regulación
Regulación ambiental de la explotación de hidrocarburos
en la Argentina
I. Introducción
I.1 En noviembre de 2011 la empresa YPF dio
a conocer públicamente la existencia 927 millo-
nes de barriles equivalentes de petróleo prove-
nientes de reservorios no convencionales en la
provincia del Neuquén. Desde ese momento y
en los últimos tres años, ha tomado especial re-
levancia en nuestro país el llamado “fracking”,
y la mediática formación geológica de Vaca
Muerta. Lo cierto es que mucho se dice desde
los medios de comunicación, desde las ONG,
desde la industria y desde la política sobre esta
actividad, con mensajes contradictorios para
el público y a veces muy tendenciosos.
En este artículo intentaremos hacer some-
ramente un acercamiento al tema, describir
los posibles impactos ambientales de dicha
actividad, las medidas que deben adoptarse
para la protección ambiental, describir su
regulación y esbozar hacia donde entende-
mos debe ir la normativa para realizar una
explotación sustentable de dicho recurso no
renovable.
I.2 La formación geológica de Vaca Muerta
cobró especial relevancia a la sazón de un in-
forme emitido por la Agencia de Información
de Energía de los Estados Unidos publicado en
junio 2013 (1) en el que se estudiaron y descri-
bieron las reservas técnicamente disponibles
de hidrocarburos “no convencionales” en el
mundo. En dicho informe, se ubica a la Argen-
tina como el cuarto poseedor mundial de shale
oil (petróleo de esquisto) y el segundo poseedor
mundial de shale gas (gas de esquisto), siempre
hablando de hidrocarburos técnicamente re-
cuperables. Este Informe es una actualización
y ampliación de uno similar realizado en el año
2011, y evalúa 137 formaciones en 41 países
fuera de Estados Unidos. El informe, presen-
ta para nuestro país enormes perspectivas en
cuanto a la explotación de hidrocarburos no
convencionales.
En primer término, es esencial aclarar al lec-
tor que se acerca por primera vez al tema, que
los hidrocarburos presentes en Vaca Muerta,
son los mismos hidrocarburos presentes en
todo nuestro país y en todo el mundo. La úni-
ca diferencia es que estos hidrocarburos se
encuentran ubicados en reservorios “no con-
vencionales”, y por ello, los métodos de explo-
tación y extracción son distintos.
I.3 ¿Qué implica que un reservorio es “con-
vencional” o “no convencional”? Los reservo-
rios convencionales poseen a los hidrocarburos
ubicados en “trampas”. Estas trampas consti-
tuyen zonas porosas del suelo en las cuales se
presenta una acumulación de petróleo y gas.
Estas zonas porosas poseen poros permeables
y conectados entre sí, lo que permite a los hi-
drocarburos desplazarse y ser explotados bajo
las técnicas convencionales.
Ahora bien, parte de los hidrocarburos exis-
tentes en el subsuelo no lograron desprender-
se de la roca madre donde se generaron, por
lo que no pudieron migrar hasta las “trampas”
que mencionamos previamente. La roca gene-
AÑO LXXVIII N° 195
radora que no permite la migración de hidro-
carburos es lo que conocemos como “reservo-
rio no convencional”, y se caracteriza por ser
una roca de baja porosidad y escasa permeabi-
lidad. El hidrocarburo se encuentra encerrado
u ocluido en esta roca.
Esta situación es conocida desde hace dé-
cadas, sin embargo lo que no estaba suficien-
temente desarrollado eran las técnicas para
“liberar” estos hidrocarburos de la roca ge-
neradora. De hecho se han empleado técnicas
para liberar los hidrocarburos de la roca gene-
radora desde el siglo XIX (2).
Las técnicas empleadas actualmente consis-
ten básicamente en inyectar un fluido a muy
alta presión para lograr micro fracturas en
la roca madre que liberen los hidrocarburos.
Pero por las propiedades de la roca, las mi-
cro fracturas abiertas tienden a cerrarse, por
lo que es necesario que el líquido de fractura
sea acompañado con algún elemento “sopor-
te” que impida el cierre de esas grietas y así
permitir la migración de los hidrocarburos. En
la actualidad se utiliza agua para la fractura y
arena para impedir el cierre de las grietas. Asi-
mismo, y como se explicará a continuación el
líquido inyectado posee determinados aditivos,
lo que constituye una de las principales críticas
a la actividad. Todo este método es técnica-
mente conocido como “fractura hidráulica” (3)
o “estimulación hidráulica”, pero se generalizó
como “fracking”.
I.4 Así las cosas, cuando hablamos de esti-
mulación hidráulica debemos tener presen-
te que este método se utiliza en la Argentina
desde hace más de 50 años, dado que los re-
servorios convencionales en algunos casos
requieren de estimulación hidráulica. Es más,
según afirma el Geólogo Ernesto Gallegos: “Se-
gún información que emerge de las bases de datos
históricos de YPF, el primer pozo donde se realizó
fracturación hidráulica (en forma conjunta con
Halliburton) se encuentra en el yacimiento Sierra
Barrosa, donde se bombearon 20.000 libras de
arena dentro de las fracturas como agente de sos-
tén. ¿La fecha? Mucho antes de lo que se hubieran
imaginado: 23 de septiembre de 1959” (4).
Ahora bien, lo que ha generado la gran no-
tabilidad del asunto bajo análisis es que los
reservorios no convencionales siempre requie-
ren de la estimulación hidráulica, por lo que se
extenderán en forma notable la cantidad de
estimulaciones hidráulicas realizadas.
I.5 Cuando se hacen críticas a la práctica
de la estimulación hidráulica principalmente
se mencionan las consecuencias negativas en
el ambiente que dicha actividad ha producido
en algunos lugares del mundo. Inclusive en
las redes sociales pueden verse videos de di-
chas consecuencias (5). Entre las principales
críticas se encuentran las que a continuación
describimos: (a) utilización de grandes canti-
dades de agua para realizar la fractura, siendo
el agua un recurso escaso, (b) utilización de
sustancias químicas en el agua de fractura, lo
que podría generar la contaminación de napas,
(c) que podría generar sismos y terremotos, y
(d) destino del agua recuperada (flow back) y el
tratamiento de la misma.
I.6 Las críticas mencionadas previamen-
te han dado lugar a que a nivel internacional
algunos países hayan restringido o prohibido
estas actividades.
Francia prohibió la fractura hidráulica a tra-
vés de la ley 835 del 13 de julio de 2011. Dicha ley
no sólo prohíbe las explotaciones futuras sino
que deroga las licencias previamente otorga-
das y vigentes. La norma prohíbe la técnica de
la fractura hidráulica independientemente de
que la misma sea utilizada en yacimientos con-
vencionales o no convencionales. La norma no
cita en sus fundamentos estudios técnicos rea-
lizados sobre los posibles riesgos pero utiliza
como fundamento el principio de prevención
consagrado en su normativa, aunque no men-
ciona explícitamente el Principio Precautorio.
El 18 de enero de 2012, Bulgaria se sumó a
la prohibición del fracking (6) y la República
Checa tendría una moratoria de hecho sobre
la actividad (7). También algunos Estados de
los Estados Unidos de Norte América han dic-
tado normativas restrictivas de la actividad, y
varias Comunidades Autónomas de España lo
han hecho de la misma manera (8).
I.7 En nuestro país, el Consejo Municipal de
la localidad rionegrina de Cinco Saltos, aprobó
la Ordenanza Municipal Nº 1049/12 (9), por la
que se prohibió “la actividad de Explotación y
Exploración No convencional de Gas y Petró-
leo (Fracking) en el ejido municipal, ya que la
misma no se encuentra reglamentada y no se
cuenta con una estructura con la capacidad
que permita tener un control estricto del de-
sarrollo integral de esta práctica” (10). Existen
otros municipios que intentan aprobar iniciati-
vas similares.
II. La Recomendación de la Comisión Europea del
22 de enero de 2014
II.1 Contrariamente a la tendencia prohibi-
tiva mencionada en el punto 1.6 y 1.7 anterior,
la Unión Europea publicó, el 8 de febrero del
corriente, una Recomendación de la Comi-
sión Europea, fechada 22 de enero de 2014, la
que estableció los “principios mínimos para
la exploración y producción de hidrocarburos
(como el gas de esquisto) utilizando la fractu-
ración hidráulica de alto volumen” (en adelan-
te, la “Recomendación”).
El objetivo de la Recomendación es esta-
blecer: “los principios mínimos necesarios para
apoyar a los Estados miembros que deseen reali-
zar actividades de exploración y producción de hi-
drocarburos mediante la fracturación hidráulica
de alto volumen, garantizando al mismo tiempo
la preservación de la salud pública, el clima y el
medio ambiente, el uso eficiente de los recursos y la
información del público”.
Este documento es una referencia signifi-
cativa dado que pone énfasis en los principa-
les riesgos y aspectos ambientales a tener en
cuenta al momento de encarar las actividades
ISSN 0024-1636
descriptas y, asimismo, realiza recomendacio-
nes a los Estados partes sobre cómo encarar la
regulación de la actividad.
II.2 En primer término, la Recomendación
menciona la importancia de realizar una Eva-
luación Ambiental Estratégica (en adelante, la
“EAE”) para prevenir, gestionar y reducir los
impactos y los riesgos para la salud humana
y el medio ambiente (11), y de Evaluaciones de
Impacto Ambientales específicas (12) (en ade-
lante, la “EIA”).
La EAE no se encuentra regulada en nues-
tro marco jurídico, mientras que la EIA se en-
cuentra ampliamente regulada como veremos
en el punto 3 posterior. Estas herramientas
ambientales son claves para correcta planifi-
cación ambiental.
II.3 La norma también recomienda que
deben establecerse restricciones a la acti-
vidad “por ejemplo en zonas protegidas o
expuestas a inundaciones o a seísmo (13), así
como sobre las distancias mínimas entre las
operaciones autorizadas y las zonas residen-
ciales y las zonas de protección de las aguas.
Asimismo, deben establecer limitaciones en
relación con la profundidad mínima entre la
superficie que va a fracturarse y las aguas
subterráneas” (14).
La Recomendación únicamente señala que
deben establecerse restricciones, debiendo
cada Estado regular las mismas. Este es el
gran desafío desde el punto de vista técnico,
legal y político.
II.4 La Recomendación establece la necesi-
dad de una correcta “caracterización y una eva-
luación de riesgos del emplazamiento potencial,
de la superficie circundante y del subsuelo” (15) y
que la actividad sólo debe realizarse en caso de
que la Evaluación de Riesgos demuestre “que
la fracturación hidráulica de alto volumen no
va a provocar un vertido directo de contami-
nantes a las aguas subterráneas ni va a causar
daños a otras actividades que se realicen en las
proximidades de la instalación” (16).
II.5 Se pone especial hincapié en que se rea-
lice una adecuada Línea de Base (situación
de referencia), entendiendo por tal el estudio
acabado del medio, previo a la ejecución de
las tareas (17). La situación de referencia debe
contener como mínimo una descripción de:
(a) la calidad y las características de flujo de
las aguas superficiales y subterráneas; (b) la
calidad del agua en los puntos de extracción
de agua potable; (c) la calidad del aire; (d) la
condición del suelo; (e) la presencia de meta-
no y otros compuestos orgánicos volátiles en
el agua; (f) la sismicidad; (g) los usos del suelo;
(h) la biodiversidad; (i) el estado de las infraes-
tructuras y edificios; y (j) los pozos existentes y
las estructuras abandonadas.
Una correcta Línea de Base servirá como
elemento esencial para la planificación de las
continúa en la página 2
2 | jueves 16 DE octubre de 2014
viene de tapa
tareas a realizarse y la minimización de los
riesgos e impactos.
II.6 La recomendación también resalta la ne-
cesidad de que las instalaciones asociadas a la
operatoria de la fractura hidráulica esté “cons-
truida de una manera que impida las posibles
fugas a la superficie y los derrames al suelo, al
agua o al aire” (18).
II.7 En relación con los requisitos de la Ope-
ración (19), es decir, una vez que las operacio-
nes de fractura hidráulica están prontas a
comenzar, la Recomendación sugiere que las
empresas “utilicen las mejores técnicas disponi-
bles... así como la buena práctica de la industria
para prevenir, gestionar y reducir los impactos y
riesgos asociados a los proyectos de exploración y
producción de hidrocarburos”.
Asimismo, es necesario que las empresas
realicen planes de Gestión de los Recursos Hí-
dricos específicos para el proyecto y planes de
Gestión de Riesgos y las medidas necesarias
para prevenir y/o mitigar los impactos.
Como cuestión no menor, establece la nece-
sidad de que las empresas “garanticen la inte-
gridad del pozo mediante un diseño y una cons-
trucción correctas y pruebas de integridad; los
resultados de las pruebas de integridad debe revi-
sarlos un tercero independiente y cualificado para
garantizar el rendimiento operativo del pozo, así
como su seguridad ambiental y sanitaria en todas
las fases del proyecto y después de la clausura del
pozo” (la bastardilla nos pertenece).
II.8 Con respecto a las sustancias químicas
utilizadas por la actividad, la Recomendación
establece como únicos requisitos que “se mi-
nimice el uso de sustancias químicas en la
fracturación hidráulica de alto volumen” y
que “durante la selección de las sustancias
químicas que van a utilizarse, se considere la
capacidad para tratar los fluidos que emergen
a la superficie tras la fracturación hidráulica”.
Nótese que no se establecen límites concretos
a la cantidad de sustancias químicas (20), ni las
técnicas de tratamiento mínimas necesarias
para el agua de retorno (flow back).
La Recomendación, por el contrario, esta-
blece claramente los puntos sobre los cuales
debe focalizarse el control estatal de la acti-
vidad: “(a) composición exacta del fluido de frac-
turación utilizado en cada pozo; (b) volumen de
agua utilizado para la fracturación de cada pozo;
{ NOTAS }
Especial para La Ley. Derechos reservados (Ley 11.723)
(1) “Technically Recoverable Shale Oil and Shale Gas
Resources: An Assessment of 137 Shale Formations in 41
Countries Outside the United States” www.eia.gov/analy-
sis/studies/worldshalegas
(2) En Estados Unidos en el siglo XIX hubo experiencias
utilizando nitroglicerina. En la primera mitad del siglo XX
se extendió como práctica común la utilización de ácidos
para realizar la fractura hidráulica, mientras que en la se-
gunda mitad la mejor práctica comenzó a ser la utilización
de agua con aditivos.
(3) La Unión Europea define como “fracturación hi-
dráulica de alto volumen” a la “inyección en un pozo de
1000 m3 o más de agua por fase de fracturación, o de
10.000 m3 o más de agua durante todo el proceso de frac-
turación y la de instalación” del pozo.
(4) http://frackingargentina.org/2014/04/la-historia-
de-la-fracturacion-hidraulica-en-argentina/
(5) En Estados Unidos las principales críticas vienen de
la mano de las ONG y ha tomado gran notoriedad el docu-
mental “Gasland”, escrito y realizado por el norteameri-
cano Josh Fox. Este documental fue ganador del Premio
Especial del Jurado al Mejor Documental Norteamericano
en el festival de Sundance 2010 y recoge los testimonios y
las reacciones de personas afectadas por la explotación de
hidrocarburos no convencionales.
(6) Información proporcionada por el Consulado búlga-
ro en Buenos Aires.
(7) Información proporcionada por el Consulado checo
en Buenos Aires.
(c) presión aplicada durante la fracturación de
alto volumen; (d) fluidos que emergen a la super-
ficie tras la fracturación hidráulica de alto volu-
men: tasa de retorno, volúmenes, características,
cantidades reutilizadas y/o tratadas respecto a
cada pozo; (e) emisiones atmosféricas de metano,
otros compuestos orgánicos volátiles y otros gases
que puedan tener efectos nocivos para la salud hu-
mana y/o el medio ambiente” (21).
III. Regulación de los Estados Unidos de Nortea-
mérica
La Agencia de Protección Ambiental de los
Estados Unidos de Norteamérica (EPA por
sus siglas en inglés) comenzó en 2012 un pro-
ceso de investigación sobre las posibles conse-
cuencias ambientales de la fractura hidráulica.
Dicho proceso de investigación comenzó a raíz
de un requerimiento directo de Congreso y se
espera se publique el borrador del mismo an-
tes de fin del presente año.
IV. Regulación Ambiental General en Argentina
IV1 La Constitución Nacional
IV.1.1 Como es sabido, en el año 1994 se
produjo una reforma de la Constitución Na-
cional, la que entre otras cosas, incorporó los
derechos denominados de tercera generación,
dentro de los que se encuentra el derecho a un
ambiente sano (22). Por su parte, también se
reguló el reparto de competencias ambientales
entre la Nación y las Provincias (23).
Específicamente, dentro de este reparto de
competencias, se creó una nueva categoría de
normas denominadas Presupuestos Mínimos
de Protección Ambiental. Estas normas son
dictadas por la Nación y las provincias tienen
la potestad de complementarlas.
Una norma de presupuesto mínimo es: “toda
norma que concede una tutela ambiental uniforme
o común para todo el territorio nacional, y tiene
por objeto imponer condiciones necesarias para
asegurar la protección ambiental. En su conteni-
do, debe prever las condiciones necesarias para
garantizar la dinámica de los sistemas ecológicos,
mantener su capacidad de carga y, en general,
asegurar la preservación ambiental y el desarrollo
sustentable” (24).
IV.1.2 En relación con el derecho-deber a un
ambiente sano nuestra Carta Magna estable-
ció que existe un derecho a un “ambiente sano,
equilibrado, apto para el desarrollo humano y
para que las actividades productivas satisfagan
las necesidades presentes sin comprometer las
(8) A modo de ejemplo mencionamos la Ley 7/13 del 21
de junio de 2013 de la Comunidad Autónoma de La Rioja, la
Ley de Cantabria 1/13 del 15 de abril de 2013, y la Ley Foral
30/13 del 15 de octubre 2013, por la que se prohíbe la acti-
vidad en el territorio de la Comunidad Foral de Navarra.
(9) La Ordenanza se encuentra fechada el 20 de diciem-
bre del 2012 y fue publicada en el Boletín Oficial de la Pro-
vincia de Río Negro con fecha 25 de abril 2013.
(10) La Ordenanza 1049/12 fue vetada por el Intenden-
te Municipal. Sin embargo, por Resolución 5/13 el Concejo
Deliberante de la ciudad de Cinco Saltos resolvió “Consi-
derar inexistente el Veto realizado a la Ordenanza Muni-
cipal Nº 1049, en virtud haber excedido el plazo de 10 días
hábiles desde su recepción, establecido por el Art. 122 de la
Carta Orgánica Municipal”.
(11) Conforme punto 3.1 de la Recomendación. La EAE
se encuentra regulada por la Directiva 2001/42/CE y su
objeto es evaluar la viabilidad ambiental de planes y pro-
gramas que un Estado parte de la UE pretenda llevar ade-
lante. Asimismo la EAE debe evaluar alternativas razona-
bles que tengan en cuenta los objetivos.
(12) Conforme punto 3.3 de la Recomendación. La EIA
se encuentra regulada por la Directiva 2011/92/UE, la que
establece que dicho instrumento “identificará, describirá y
evaluará de forma apropiada, en función de cada caso par-
ticular... los efectos directos e indirectos de un proyecto en
los siguientes factores: (a) el ser humano, la fauna y la flora;
(b) el suelo, el agua, el aire, el clima y el paisaje; (c) los bienes
materiales y el patrimonio cultural; (d) la interacción entre
los factores contemplados en las letras a), b) y c)”.
de las generaciones futuras, y tienen el deber de
preservarlo. El daño ambiental generará priori-
tariamente la obligación de recomponer, según lo
establezca la ley” (25) (26).
IV.1.3 Nótese que cuando nuestro constitu-
yente utiliza la fórmula referida al desarrollo,
estableciendo que las “actividades productivas
satisfagan las necesidades presentes sin compro-
meter las de las generaciones futuras” no hace
otra cosa que internalizar el concepto del De-
sarrollo Sustentable. Mucho se ha escrito so-
bre el Desarrollo Sustentable y ciertamente
no es el objeto de este trabajo, pero a modo
de introducción al lector que se acerca por
primera vez al tema diremos que el mismo im-
plica el Desarrollo Económico, con Inclusión y
Equidad Social y con Protección Ambiental.
Muchas veces se piensa al mismo como un
triángulo, donde cada uno de sus ángulos es
igualmente esencial.
Así el Desarrollo Sustentable debe ser la
guía de toda regulación, y especialmente en la
materia objeto de este artículo,
4.1.4 En el segundo párrafo del art. 41, el
constituyente estableció con claridad que: “Las
autoridades proveerán a la protección de este
derecho, a la utilización racional de los recur-
sos naturales, a la preservación del patrimonio
natural y cultural y de la diversidad biológica, y
a la información y educación ambientales”. Es
decir, el art. 41, no sólo estableció el derecho-
deber de los ciudadanos a un ambiente sano y
equilibrado sino que se puso en cabeza de los
poderes del Estado la obligación de la protec-
ción de dicho derecho, como así de la utiliza-
ción racional de los recursos naturales.
IV.2 La ley 25.675
IV.2.1 En el año 2002 y como uno de los
primeros frutos de la reforma constitucional,
se sancionó la ley 25.675, denominada Ley de
“presupuestos mínimos para el logro de una
gestión sustentable y adecuada del ambiente,
la preservación y protección de la diversidad
biológica y la implementación del desarrollo
sustentable”, conocida como Ley General del
Ambiente (en adelante, “LGA”).
IV.2.2 El art. 4º de la LGA establece los ob-
jetivos que debe tener en miras la política am-
biental nacional, dentro de los cuales enuncia:
“(a) Asegurar la preservación, conservación, recu-
peración y mejoramiento de la calidad de los re-
cursos ambientales, tanto naturales como cultura-
les, en la realización de las diferentes actividades
antrópicas... (d) Promover el uso racional y sus-
(13) Un seísmo es un terremoto.
(14) Conforme punto 3.2 de la Recomendación. Asi-
mismo, y en igual sentido el punto 5.3.c agrega que debe
realizarse una evaluación de riesgos que contemple
“respetar una distancia mínima de separación vertical
entre la zona que va a fracturarse y las aguas subterrá-
neas”.
(15) Conforme punto 5.1 de la Recomendación.
(16) Conforme punto 5.4 de la Recomendación.
(17) Conforme punto 6 de la Recomendación.
(18) Conforme punto 7 de la Recomendación.
(19) Conforme punto 9 de la Recomendación.
(20) Pese a que en el punto 15 a) de la Recomendación
se establezca “el operador difunda información sobre las
sustancias químicas y los volúmenes de agua que tiene la
intención de utilizar y los que realmente utiliza en la frac-
turación hidráulica de alto volumen de cada pozo; en esa
información deben figurar los nombres y números CAS de
todas las sustancias, su ficha de datos de seguridad, si se
dispone de ella, y la concentración máxima de cada sustan-
cia en el fluido de fracturación”.
(21) Conforme punto 11.3 de la Recomendación.
(22) Constitución Nacional, art. 41, primer párrafo.
(23) Constitución Nacional art. 41, segundo párrafo y
art. 124.
(24) Conforme art. 6º, ley 25.675.
(25) Constitución Nacional, art. 41.
(26) Sobre el daño ambiental recomendamos la lectura
del recientemente publicado libro de Pigretti, Eduardo
Andrés, “Ambiente y Daño”, Editorial Dunken, 2014.
Actualidad
tentable de los recursos naturales... (g) Prevenir
los efectos nocivos o peligrosos que las actividades
antrópicas generan sobre el ambiente para posi-
bilitar la sustentabilidad ecológica, económica y
social del desarrollo...”.
En lo que a este trabajo respecta, nótese que
entre los objetivos de la LGA se establece es-
pecíficamente que el uso racional de los recur-
sos naturales, asegurando su preservación y la
utilización sustentable de los mismos. Es decir,
entre los objetivos queda claramente plasma-
da la voluntad del legislador de realizar la ex-
plotación de los recursos naturales, pero no de
cualquier forma, sino siempre asegurando la
protección ambiental.
IV.2.3 Dentro de los objetivos de la LGA
también se establece el “(k) Establecer procedi-
mientos y mecanismos adecuados para la minimi-
zación de riesgos ambientales, para la prevención
y mitigación de emergencias ambientales...”. El
objetivo en sí mismo es la “minimización de
riesgos ambientales” para lo cual el legisla-
dor opta por una imposición en cabeza de las
autoridades ambientales el establecer herra-
mientas de gestión para minimizar los riesgos
ambientales (procedimientos y mecanismos).
Como se verá más adelante, una de esas he-
rramientas es la Evaluación de Impacto Am-
biental. Este “objetivo” implica interiorizar
una de las notas del Derecho Ambiental que
es el ser un derecho esencialmente preventivo.
Dicha nota se materializa en el Principio de
Prevención el cual establece que: “las causas
y las fuentes de los problemas ambientales se
atenderán en forma prioritaria e integrada,
tratando de prevenir los efectos negativos que
sobre el ambiente se puedan producir”.
IV.2.4 Como mencionamos previamente, la
LGA otorga rango de presupuesto mínimo a
uno de los instrumentos o herramientas de ges-
tión ambiental más desarrollados, la Evalua-
ción de Impacto Ambiental. Dicha herramien-
ta es el Procedimiento Técnico-Administrativo
por el cual se analizan los posibles impactos de
una determinada actividad o proyecto sobre
el ambiente. Así, la LGA ha establecido que:
“Toda obra o actividad que, en el territorio de la
Nación, sea susceptible de degradar el ambiente,
alguno de sus componentes, o afectar la calidad
de vida de la población, en forma significativa,
estará sujeta a un procedimiento de evaluación
de impacto ambiental, previo a su ejecución.” (27).
Por su parte, debemos decir que la mayoría
de las provincias han dictado normativa com-
plementaria a la LGA en relación con la Eva-
luación de Impacto Ambiental (28).
(27) El procedimiento de Evaluación de Impacto Am-
biental comienza con la realización de un Estudio de Im-
pacto Ambiental por el proponente del proyecto (este
documento en alguna legislación también es llamado In-
forme de Impacto Ambiental), el cual es presentado a la
Autoridad de Aplicación para su análisis y revisión. El
análisis que realiza la Autoridad de Aplicación culmina
con la emisión de un acto administrativo denominado
Declaración de Impacto Ambiental, por medio del cual
se aprueba o rechaza el proyecto o actividad presentada.
La Declaración de Impacto Ambiental también puede
establecer modificaciones o condicionantes al proyec-
to. Asimismo, resaltamos que conforme el art. 20 de la
LGA “Las autoridades deberán institucionalizar pro-
cedimientos de consultas o audiencias públicas como
instancias obligatorias para la autorización de aquellas
actividades que puedan generar efectos negativos y sig-
nificativos sobre el ambiente.” En otras palabras, las
Audiencias Públicas, pese a no ser vinculantes, son obli-
gatorias para aquellas actividades que puedan generar
efectos negativos y significativos sobre el ambiente, pese
a que el legislador nacional no ha establecido una meto-
dología o casuística sobre cuales actividades reúnen ta-
les características.
(28) En lo que respecta a las principales provincias pe-
troleras todas ellas poseen regulación de la Evaluación
de Impacto Ambiental. Neuquén, Ley 1875 (t. o. ley 2267)
y decreto 2656/99 Anexo V. Chubut, Código Ambiental
Provincial (Ley 5439), Mendoza, ley 5961 y decs. 437/95 y
170/08.
Actualidad
El cumplimiento de esta normativa es ele-
mental y esencial para prevenir los posibles
impactos negativos de las actividades y poten-
ciar los impactos positivos.
V. Regulación Ambiental Específica en la Repúbli-
ca Argentina
V.1 A la fecha no existe normativa nacional
que regule específicamente la actividad de la
fractura hidráulica, ya sea en reservorios con-
vencionales o no convencionales.
En cambio, existe normativa nacional que
ha establecido “normas y procedimientos
para proteger el medio ambiente durante la
etapa de exploración y explotación de hidro-
carburos” (29). Sin embargo, esta normativa
es previa a la reforma constitucional, y por su
antigüedad no tiene en cuenta los avances tec-
nológicos, tanto en los métodos de explotación
de hidrocarburos como tampoco en la protec-
ción ambiental.
Más aún, con la reforma constitucional y el
establecimiento de las Normas de Presupues-
tos Mínimos, esta resolución ha quedado des-
actualizada.
Bajo el nuevo ordenamiento jurídico am-
biental es la Nación la que debe dictar una nor-
ma general y las provincias complementarlas.
Sobre este punto efectuaremos un desarrollo
en los próximos puntos.
V.2 Así las cosas, y ante la ausencia de una
Norma de Presupuestos Mínimos, la Provincia
del Neuquén dictó el dec. 1483/12 (en adelante,
el “Decreto”) (30) que establece las “Normas y
Procedimientos para la exploración y explota-
ción de reservorios No Convencionales”.
El Decreto se incorpora como Anexo XVI
del dec. 2656/99 reglamentario de la ley pro-
vincial 1875 (t.o. ley 2267). Dicha ley estableció
los “principios rectores para la preservación, con-
servación, defensa y mejoramiento del medio am-
biente”, constituyéndose en una suerte de Ley
General del Ambiente Provincial.
El Decreto tiene como objetivo “prevenir,
mitigar y minimizar los impactos ambientales que
puedan producirse a partir de las perforaciones no
convencionales”.
El Decreto es de avanzada en cuanto a la re-
gulación ambiental específica de la actividad,
e internaliza gran parte de las pautas estable-
cidas Recomendación de la Comisión Europea
del 22 de enero de 2014. Sin embargo, entende-
mos, hay varios aspectos en los cuales ha crea-
do confusión y sobre los cuales correspondería
realizar una revisión, así como hay otros que
no han sido abordados por la norma.
Intentaremos analizar punto por punto el
Decreto a efectos de que este análisis sirva de
aporte para una mejor regulación y dar mayor
certidumbre a la actividad.
V.2.1 Licencia Ambiental. (31) El Decreto es-
tablece que: “todos los proyectos de exploración
y explotación no convencionales deberán contar
con una Licencia Ambiental” (32) y en los casos
{ NOTAS }
(29) Res. 105/92 de la Secretaría de Energía de la Na-
ción.
(30) El Decreto fue firmado el 12 de agosto 2012 y publi-
cado en forma sintetizada en el Boletín Oficinal del 17 de
agosto 2012.
(31) Desde el punto de vista terminológico sería correc-
to denominar a la Licencia Ambiental como la Declaración
de Impacto Ambiental.
(32) El Anexo I de la ley 1875 define a la Licencia Am-
biental como: “el acto administrativo emitido por la Au-
toridad de Aplicación que implica la aprobación de un Es-
tudio de Impacto Ambiental (E.I.A.) o Informe Ambiental
(I.A.), la admisión de los impactos ambientales declarados
por el proponente, y mediante el cual se establecen las con-
diciones específicas a las que debe ajustarse éste durante
en que la autoridad de aplicación ambiental lo
requiera se podrá exigir una “Análisis de Ries-
go Ambiental”.
La Licencia Ambiental es el paraguas regu-
latorio sobre el cual se establecen el resto de
los permisos/autorizaciones ambientales.
Para obtener la Licencia Ambiental, el
proponente del proyecto debe presentar un
Informe Ambiental (33) de los pozos no con-
vencionales. Dicho informe deberá contener:
(a) descripción y proceso del sistema de tra-
tamiento del retorno de agua utilizada en la
estimulación hidráulica (flowback) del pozo,
(b) composición de los fluidos utilizados para
estimulación hidráulica, con hoja de seguridad
de cada producto o sustancia química (34), y
(c) autorización de uso de agua y vertido de
efluentes emitida por la autoridad de aplica-
ción del Código de Aguas.
V.2.2 Uso del Agua. El Decreto establece que
se deberá presentar la información correspon-
diente al “volumen estimado y fuente de provi-
sión de agua a utilizar” (35), y presentar la auto-
rización de uso de agua y vertido de efluentes.
Asimismo, se establece que no podrá utilizarse
agua subterránea con aptitud de ser utilizada
para “abastecimiento de poblaciones” e “irri-
gación” (36) (37).
El uso del agua y sus altos consumos son uno
de los puntos más criticados de la actividad,
dado que la estimulación hidráulica de un pozo
suele demandar entre 10.000 y 30.000 metros
cúbicos de agua (38). Por lo expuesto una exi-
gente regulación se hace necesaria para que la
actividad pueda considerarse sustentable.
V.2.3 Diseño de las Locaciones. El Decreto
establece como obligación planificar las lo-
caciones de forma tal que permitan asistir a
múltiples pozos “minimizando los impactos
producidos por el movimiento de suelos de las
mismas y sus accesos” (39) y asimismo, debe
minimizarse las mismas en cercanías a super-
ficiarios (40).
V.2.4 Ruido. El Decreto establece que cuando
existan superficiarios cercanos a la locación la
generación de ruidos no debe superar los “85 dB
(decibelios), fuera de la locación”. La redacción
tan genérica del artículo hace que no sea claro
el punto de medición, dado que “fuera de la lo-
cación” es un indeterminado. Sería oportuna
una revisión de este artículo dado que estamos
hablando de un espacio abierto con posibles ha-
bitantes cercanos (superficiarios), con derecho
a circular en su entorno por sus propias acti-
vidades sin ser afectado por el ruido generado
por la actividad petrolífera. Lo adecuado sería
establecer un límite radial razonable para cada
locación, de aplicación en caso de existir super-
ficiarios en el entorno de la actividad.
V.2.5 Planificación de Actividades. Confor-
me lo establece el art. 18 del Decreto se deberá
presentar semestralmente la planificación de
las perforaciones no convencionales en cada
área.
V.2.6 Agua de Retorno o Flowback. Como
mencionamos previamente la fractura hidráu-
todas las etapas del proyecto o actividad de que se trate”.
(33) Por sus características el Informe Ambiental es un
documento más escueto que el Estudio de Impacto Am-
biental toda vez que los requisitos para su confección son
menores. Se encuentra regulado por el dec. 2656/99 Ane-
xo 2, encontrándose los proyectos de “Pozos de desarro-
llo” y “Pozos exploratorios que se encuentren dentro de
un área de desarrollo” dentro de las actividades que deben
presentar el Informe Ambiental.
(34) Cuando el art. 4º, inc. b) del dec. 1483/12 menciona
a los productos químicos establece que los mismos deben
“estar aprobados por la ley 24.051 y su decreto reglamen-
tario 831/93 y lo que prevea la reglamentación”. Esta re-
ferencia a la Ley 24051 es totalmente errada, e implica un
desconocimiento total de la norma nacional. La Ley 24051
lica implica la utilización de grandes cantida-
des de agua a la cual se le agregan determina-
dos productos químicos. Esta agua, una vez
que cumple su propósito de realizar la frac-
tura, retorna por el pozo hacia la superficie,
de allí que se la denomine “agua de retorno”
o “flowback”. El agua además de contener los
productos químicos originalmente agregados
puede “arrastrar” sales naturales del suelo
e hidrocarburos, por esas razones no puede
ser vertida libremente sin tratamiento previo,
dado que podría contaminar recursos natu-
rales. La regulación del tratamiento de estas
aguas es una de las claves de la protección am-
biental de la fractura hidráulica.
El art. 10 del Decreto establece que el agua
de retorno “deberá ser sometida, en su totali-
dad, a un sistema de tratamiento que garantice
su encuadre en los parámetros de vertido esta-
blecidos en la ley 899 y decreto reglamentario
790/99 y supletoria, ley nacional 24.051 y su de-
creto reglamentario 831/93 para las siguientes
alternativas de reutilización y disposición: (a)
reúso en la industria hidrocarburífera, (b) reú-
so en riego asociado a un proceso productivo o
de recomposición ambiental del área interve-
nida..., (c) disposición final en pozo sumidero”.
Corresponde detenerse especialmente so-
bre este punto.
En primer término diremos que la obliga-
ción de someter el agua de retorno “en su
totalidad” a un sistema de tratamiento es un
acierto del Decreto.
El tratamiento establecido debe permitir
que el efluente tratado cumpla con los límites
de vertido establecidos por la reglamentación.
En este caso, el Decreto referencia al Código
de Aguas y normas complementarias. El dec.
790/99 establece “valores permisibles de ver-
tido de efluentes a cuerpos de agua los valores
que se detallan en el anexo II”.
Por otra parte, se encuentra vigente la res.
EPAS 181/00 (41) que regula específicamente
los parámetros de vertido, es decir, que carac-
terísticas debe tener el efluente tratado para
ser vertido aceptablemente. Sin embargo, res.
EPAS 181/00 establece únicamente límites de
vertido para aguas superficiales y red cloacal.
Así, se genera una laguna jurídica, dado que
conforme establece el Decreto el destino del
líquido tratado debe ser reúso en la industria,
reúso para recomposición ambiental, o pozo
sumidero. Mientras que en la Provincia única-
mente se encuentran regulados los vertidos a
“cuerpos de agua” conforme el Anexo II del De-
creto 790/99 y los vertidos a “aguas superficia-
les y red cloacal” conforme res. EPAS 181/00.
Es decir, el Decreto establece un destino
del líquido tratado, pero no existe regulación
sobre el límite de vertido específico para esos
destinos. Entendemos que ante esta laguna
debe adoptarse el límite más exigente, “in du-
bio pro ambiente”. Así las cosas, el límite más
proteccionista, y por lo tanto, el que entende-
mos debe adoptarse es el que regula los verti-
dos a aguas superficiales.
regula los residuos peligrosos y no productos. Ley 24051
tampoco es una ley que “apruebe” composiciones de pro-
ductos ni de residuos, por lo que no se entiende la referen-
cia que realiza la norma.
(35) Conforme dec. 1483/12, art. 7º.
(36) Conforme dec. 1483/12, art. 9º.
(37) En la Provincia del Neuquén los usos de las aguas
públicas se encuentran regulados por el Código de Aguas
(ley 899 y dec. 790/99). El art. 5º del Código clasifica a los
usos del agua en orden de importancia bajo la siguiente
prelación: (a) abastecimiento de poblaciones, (b) irriga-
ción, (c) usos terapéuticos y termales, (d) usos industria-
les, (e) energía hidráulica, y (f) estanques y piletas.
(38) Según el IAPG “se calcula que la explotación inten-
siva y en plenitud de la formación Vaca Muerta... requeri-
jueves 16 DE octubre de 2014 | 3
No podemos dejar de mencionar que el
Decreto también establece que los límites de
vertido del agua de retorno deben también
cumplir con “ley nacional 24.051 y su decreto
reglamentario 831/93”. Como dijimos previa-
mente la ley 24.051 no es una ley que regule
esta materia, y tampoco posee regulación
sobre límites de vertido. De hecho, el decreto
reglamentario 831/93 tampoco posee límites
de vertido, aunque sí establece Niveles Guía
de Calidad de Agua (42). Sin embargo, de nin-
guna manera puede confundirse una guía de
calidad del recurso con un límite de vertido. La
confusión que crea el Decreto en este punto es
importante y aventurada.
Finalmente, el art. 11 del Decreto establece
que el agua de retorno no “podrá ser vertida
en cuerpos de agua superficiales”, este agre-
gado es innecesario dado que previamente se
habían establecidos los posibles destinos del
agua de retorno tratada.
También agrega el artículo que tampoco
“podrá ser almacenada previa y durante su
tratamiento en receptáculos a cielo abierto”.
Finalmente, el art, 14 del Decreto estable-
ce que: “El permisionario, concesionario y/o
operador, deberán presentar a la Autoridad
Ambiental, los análisis físicos-químicos de las
aguas de retorno (Flowback) a efectos de que
ésta tome conocimiento de la cantidad y cali-
dad de las mismas. El plazo para la presenta-
ción de los parámetros tomados in situ, vence-
rá a las 72hs contadas a partir de la identifi-
cación del surgimiento del agua de retorno...”.
Consideramos acertada la obligación impues-
ta dado que la misma no sólo implicará que la
Autoridad de Aplicación tome conocimiento
inmediato de las características del flowback
sino que permitirá asimismo, la confección de
datos estadísticos sobre el comportamiento de
los pozos no convencionales. Sin perjuicio de
ello, entendemos que el Decreto debería haber
previsto que también se presenten los análisis
del agua de retorno “tratada”. En otras pala-
bras, el Decreto prevé la presentación de infor-
mes sobre el agua de retorno “cruda” pero no
de la “tratada” (43).
V.3 Como se ha colegido de los puntos an-
teriores, entendemos que a dos años de la
sanción del dec. 1483/12 de la Provincia del
Neuquén ya puede hacerse un análisis de la
vigencia del mismo. Estos dos años han permi-
tido adquirir una amplia experiencia práctica
y recabar información real del desempeño de
la actividad de fractura hidráulica en la Pro-
vincia. Veríamos con buenos ojos que se pro-
piciara una revisión del Decreto a efectos de
mejorar los puntos flacos del mismo y así lo-
grar mayor protección ambiental y seguridad
jurídica para las inversiones del sector.
Así, necesariamente, creemos que deben
realizarse modificaciones especialmente refe-
ridas a los siguientes puntos: distancias míni-
mas a poblaciones, distancias entre los reser-
vorios y las napas, parámetros de vertido del
flowback tratado y a la incorporación de con-
continúa en la página 4
ría de menos del 1% del recurso hídrico de Neuquén, frente
a un 5% que requiere la población, la industria y el agro de
la provincia, y al 94% que desagua en el mar” cita tomada
de “El ABC de los Hidrocarburos en Reservorios No Con-
vencionales”.
(39) Conforme dec. 1483/12, art. 12.
(40) Conforme dec. 1483/12, art. 16.
(41) La res. 181/00 fue dictada por el Ente Provincial de
Agua y Saneamiento
(42) Conforme dec. 831/93, Anexo II tablas 1 a 8.
(43) Sin perjuicio de lo mencionado, y que legalmente no
está previsto por el Decreto, y en uso de sus atribuciones,
la Autoridad de Aplicación está requiriendo actualmente
a las empresas la presentación de los análisis del agua de
retorno una vez tratada.
4 | jueves 16 DE octubre de 2014 Actualidad

viene de PÁGINA 3
ceptos esenciales como la necesidad de utilizar
las mejores prácticas de la industria.
VI. Conclusiones
VI.1 Aún existe una gran incertidumbre so-
bre las posibles consecuencias de la fractura
hidráulica sobre el ambiente, ello ha llevado,
como explicamos al comienzo de este trabajo,
a que muchos Estados prohibieran dicha téc-
nica. Sin embargo, las necesidades energéticas
han llevado a determinados países, Argentina
incluida, al impulso de la fractura hidráulica. La
autosuficiencia energética es el principal argu-
mento para promover una actividad que aún es
muy criticada y que posee muchos detractores.
La gran pregunta que impulsan los oposito-
res a la fractura hidráulica es si ¿vale la pena
“empeñar” nuestro ambiente, nuestro futuro,
por la autosuficiencia energética? Entende-
mos que no. Sin embargo, también creemos
que no es prudente prohibir una actividad lisa
y llanamente, más aún cuando no hay estudios
ni antecedentes sobre impactos significativos
de dicha actividad.
La actividad hidrocarburífera, como mu-
chas otras actividades necesarias para el desa-
rrollo, de por si implican riesgos e impactos al
ambiente, pero también es cierto que correc-
tamente regulada y controlada los riesgos pue-
den ser minimizados o mitigados.
{ NOTAS }
(44) El documento está fechado 20 de marzo de 2014 y
fue firmado por los ex Secretarios de Energía de la Nación
Emilio Apud, Julio César Aráoz, Enrique Devoto, Roberto
Echarte Alieto Guadagni, Jorge Lapeña, Daniel Montamat
y Raúl Olocco.
VI.2 La clave otra vez está en la búsqueda
del Desarrollo Sustentable, ese desarrollo de
las generaciones presentes que no comprome-
ta las generaciones futuras. Esa búsqueda no
es sencilla, más aún cuando día a día se desa-
rrollan nuevas técnicas y avances tecnológicos
que requieren nuevas regulaciones y controles
por parte de las autoridades.
VI.3 Entendemos que una regulación clara
y exigente es la clave para que la actividad sea
realizada bajo altos estándares de protección
ambiental. No somos los únicos que pensamos
en esa línea, de hecho en el documento recien-
temente emitido por un grupo ex Secretarios
de Energía titulado “Compromiso político para
una política de estado en el sector energía” es-
tableció que “Se adoptarán normas de preser-
vación ambiental aceptadas internacionalmen-
te y que permiten un desarrollo sustentable de
la energía. La exploración y explotación de los
recursos fósiles no convencionales (shale gas /
shale oil) será objeto de un régimen ambiental
especial.” (44).
VI.4 Hasta aquí el hemos expresado nuestro
entender desde el punto teórico, que podríamos
sintetizar bajo la siguiente fórmula “fractura
hidráulica sí, pero no de cualquier modo, ni en
cualquier lugar”. Ahora bien, más allá de nues-
tro entender teórico nos gustaría intentar hacer
un aporte desde el punto de vista práctico.
VI.5 A nivel de la regulación local existente,
y como se ha colegido de los puntos anteriores,
entendemos que a dos años de la sanción del
dec. 1483/12 de la Provincia del Neuquén ya
puede hacerse un análisis de la vigencia del
mismo. Estos dos años han permitido adquirir
una amplia experiencia práctica y recabar in-
formación real del desempeño de la actividad
de fractura hidráulica en la Provincia. Vería-
mos con buenos ojos que se propiciara una
revisión del Decreto a efectos de mejorar los
puntos flacos del mismo y así lograr mayor
protección ambiental y seguridad jurídica
para las inversiones del sector.
Así, necesariamente, creemos que deben
realizarse modificaciones especialmente refe-
ridas a los siguientes puntos: zonas de reser-
va de sensibilidad ambiental donde no puede
realizarse la actividad, distancias mínimas a
poblaciones (superficiarios), distancias entre
los reservorios y acuíferos, parámetros de ver-
tido del flowback ya tratado; como así también
analizarse la incorporación de conceptos esen-
ciales como la necesidad de utilizar las mejores
prácticas de la industria.
VI.6 A nivel nacional, creemos que la Repú-
blica Argentina debe ir un paso más allá. Cree-
mos que el país se debe una Norma que con-
tenga los Presupuestos Mínimos de Protección
Ambiental para la Actividad Hidrocarburífera
en los términos del artículo 41 de nuestra Cons-
titución Nacional. Esta norma debe regular to-
dos los aspectos ambientales de la actividad y
no sólo la fractura hidráulica que tratamos en
este trabajo. Debe regularse también y con es-
pecial atención las actividades off shore.
Hasta el momento y como describimos, las
normas nacionales existentes son previas a la
reforma constitucional. Mientras que las pro-
vincias han dictado normativa en forma poco
uniforme. Inclusive, existen provincias que a
raíz del desarrollo de la técnica de la fractura
hidráulica tienen potencialidad hidrocarburí-
fera, pero que no poseen ninguna regulación
específica. Más gravosa es la situación en
provincias que no tiene ninguna experiencia o
antecedentes en explotación de hidrocarburos
y que aparecen como potenciales zonas para
explotar yacimientos no convencionales.
Contar con una norma nacional que unifique
la protección ambiental y regule la actividad será
un gran avance del proteccionismo ambiental,
pero también beneficiará a las empresas del sec-
tor, que muchas veces se encuentran con un sin-
número de regulación desperdigada y en algunos
casos contradictoria. Creemos que el empresario
no ve al proteccionismo ambiental como una ba-
rrera a la inversión o el desarrollo de negocios,
pero si ve esas barreras en la inseguridad jurí-
dica, que se manifiesta en las lagunas jurídicas
existente, en el dictado de legislación errática y
en muchas veces la falta de sustento técnico.
Una norma de presupuestos mínimos de
protección ambiental, permitiría asimismo a
cada provincia complementar la norma nacio-
nal en uso de las facultades constitucionales
otorgadas a las provincias. Esta complementa-
riedad podría manifestarse en adaptar la nor-
ma a las características propias de cada pro-
vincia. Por ejemplo, no será lo mismo realizar
actividad de explotación de hidrocarburos en
la Patagonia que en la Mesopotamia. También
permitirá que alguna provincia sea más pro-
teccionistas, si así lo entienden conveniente, en
función de sus objetivos de desarrollo, pudien-
do algunas provincias optar por el desarrollo
de otras actividades no extractivas.
VI.7 Finalmente, creemos que no sólo de-
bemos quedarnos con el hecho de contar con
una buena regulación, sino que debe lograrse
un alto grado de control por parte de las au-
toridades públicas. En países como el nuestro,
muchas veces tenemos rimbombantes leyes de
cumplimiento nulo. Creemos que debe dotarse
a las Autoridades de Aplicación ambiental del
presupuesto, elementos y capacitación nece-
saria para que ejerzan correctamente sus fun-
ciones y que el Desarrollo Sustentable debe ser
realmente una política de Estado. l
Cita on line: AR/DOC/3693/2014

AGENDA Lo que pasó, lo que vendrá

POLÍTICA ESTRATÉGICA CONTRA EL LAVADO DE ACTIVOS Y OTROS DELITOS COMPLEJOS

AMENAZAS Y VULNERABILIDADES EN LA ARGENTINA REAL
Fecha y horario: Martes 21 de octubre de 2014, de 08:30 a 18:30 hs.
Lugar: Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires / MALBA
Organizan: FININT (Fundación de Investigaciones en Inteligencia Financiera) - REAL (Red Argentino-Americana para el Liderazgo)
Programa
08:30-09:00 11:00-11:30 Conferencistas: Raúl Alberto Lamberto | Pedro Braillard
Poccard | Jorge Baclini.
Acreditaciones Coffee break
16:30-17:15
09:00-09-15 11:30-12:15
Conferencias: La efectividad del sistema ALA-CFT. Pilares de
Presentación del workshop Conferencias: El sistema financiero ante la amenaza del dinero una política estratégica para superar las vulnerabilidades sis-
Juan Félix Marteau | Ricardo Vanella. proveniente de delitos graves témicas en la Argentina
09:15-09:30 Coordinador: Daniel Faquetti. Conferencistas: Juan Félix Marteau | Mariano Federici.
Palabras inaugurales Conferencistas: Juan Curutchet. 17:15 – 17:30
Autoridad pública a confirmar. 12:15-13:00 Coffee break
09:30-10:30 Conferencias: La investigación de los patrimonios ilícitos 17:30-18:15
Mesa redonda: El actual contexto internacional, económico y Coordinador: Raúl Plee. Conferencia de cierre: Condiciones de efectividad para el deco-
político en el que funciona el control de los activos ilícitos miso de bienes ilícitos en casos complejos. El caso americano
Conferencistas: Mariano Borinsky | Juan Carlos Gemignani |
Coordinador: Ricardo Vanella. Guillermo Montenegro. Conferencista: Sharon Cohen Levin.
Conferencistas: Rosendo Fraga | Miguel Peirano | Patricia 13:30-15:15 18:15-18:30
Bullrich | Daniel Arroyo.
Almuerzo y visita corta al MALBA Cierre del special workshop
10:30-11:00
15:30-16:30
Conferencia: Opinión pública y transparencia Reserve su lugar llamando al 011 3724 3027
Diálogos con el público: Diagnósticos sobre la amenaza del de lunes a viernes de 9 a 19
Coordinador: Fabián Falco. crimen organizado en Argentina
Conferencista: Sergio Berensztein | Laura Etcharren o vía mail: antilavado@clienting.com.ar
Coordinador: Ricardo Spadaro.

que sirva después del parto para la inscripción.
De las prácticas consentidas un porcentaje muy
bajo llega a término. Normalmente toda pare-
ja requiere varios intentos de prácticas hasta
lograr el embarazo deseado. Carece de senti-
do sobrecargar al Registro de Capacidad con
los consentimientos. Más tareas para una fe
de erratas. Por favor, que aquélla sea plural,
para enriquecer el debate.
¿A qué contenido puede acceder el niño?
Recordemos que es su identidad y no la del
Estado ni la de los padres. Puede acceder a:
“petición de las personas nacidas a través de
las técnicas de reproducción humana asisti-
da, puede: a) obtenerse del centro de salud
interviniente información relativa a datos
médicos del donante, “cuando es relevante
para la salud”. Tendrá que probar ante el
Centro de Salud que es relevante para su
salud acceder a esos datos. El Centro de Sa-
lud, reticente por la sanción impuesta por la
ley de reproducción asistida, si sale como el
predictamen, se inclinará a retacear. Pero se
trata de un abordaje de la identidad como si
se tratara de una historia clínica.
{ NOTAS }
(40) Corte IDH, “Contreras v. El Salvador”, 31 de
agosto de 2011, parágrafo 89.
bibliografía
Título: Juicio de Amparo por Mora de la Admi-
nistración
Autor: Alfredo Silverio Gusman
Editorial: Hammurabi, Buenos Aires, 2014.
Ha sido un verdadero placer comentar lo
que considero el primer libro dedicado plena-
mente a una institución poco trabajada por la
doctrina, como es el amparo por mora.
El Dr. Gusman ha elaborado una obra
completa, que trata la cuestión con claridad,
sencillez y sentido práctico de lo que debe ser
un estudio de este tipo, en el que se destaca
una metodología que tiene presente funda-
jurisprudencia
Hábeas corpus
correctivo
Irregularidades en traslados en ambu-
lancias de los internos de un complejo pe-
nitenciario. Derecho a la salud. Tutela ju-
dicial efectiva. Procedencia de la acción.
Disidencia
Véase en página 6, Nota a Fallo
Hechos: En representación de los inter-
nos del Complejo Penitenciario de Ezeiza,
la defensa pública oficial interpuso ac-
ción de hábeas corpus colectivo y correc-
tivo a fin de que se subsanaran las falen-
cias en las ambulancias utilizadas para
traslados así como también la falta de
asistencia de personal médico idóneo en
También tiene derecho a: “revelarse la
identidad del donante, por razones debida-
mente evaluadas por la autoridad judicial
por el procedimiento más breve que provea
la ley”. Ahora bien, esta disposición está en
contradicción con el título del artículo (no dice
derecho a la identidad, sino “derecho a la infor-
mación”, y con lo que regula el dictamen sobre
la absoluta confidencialidad de los registros de
los adoptantes de gametos en el Predictamen
de la Cámara de Diputados. Pero además es
inconstitucional que una persona tenga que
pedirle permiso a un juez para acceder a su
biografía.
Queda, pues, por determinar si cuando
el artículo 564 habla de identidad, habla de
identidad o de orígenes. Esperemos que la
interpretación ampliada prevalezca. Otra
materia para una fe de erratas. Coordinar el tí-
tulo del artículo con su contenido. Debería decir
“derecho a la identidad”.
En todos los casos, nos intriga pensar cómo
hará el Estado si se plantea un caso en que un
progenitor biológico genético esté deseoso
de emplazarse respecto de su hijo concebido
por filiación asistida, si el hijo también quie-
re emplazarse respecto de él. ¿Les negará el
acceso a la filiación? El hijo no planteará la
inconstitucionalidad por atentar contra el
derecho a la igualdad?
mentalmente, como debe ser, la Constitución
Nacional, los pactos incorporados, el orde-
namiento positivo que de ello se deriva y la
jurisprudencia aplicable.
Así, luego de describir los supuestos en
los que el silencio denegatorio no es útil
para el particular, realiza un enfoque cons-
titucional de la acción de amparo por mora,
describiendo las bases constitucionales de
la institución, de los pactos incorporados y
citando en forma amplia la jurisprudencia
aplicable.
Luego se detiene a analizar las condiciones
del ejercicio de la acción, la legitimación re-
querida y como se destaca en toda la obra, la
jurisprudencia aplicable.
esos casos. Sin realizar una constatación
directa  de esa realidad carcelaria, tanto
el juez como la Cámara Federal rechaza-
ron el planteo. Interpuesto recurso de ca-
sación, la Cámara de Casación Penal, por
mayoría, lo admitió y revocó la decisión
adoptada.
1. - La sentencia que, en ausencia de una
constatación directa de la realidad car-
celaria denunciada, rechazó una acción
de hábeas corpus colectivo y correctivo
intentada con el fin de subsanar las fa-
lencias e irregularidades en los trasla-
dos en ambulancia de los internos de un
complejo penitenciario debe revocarse,
pues cuando se trata del control juris-
diccional de las decisiones de la admi-
nistración penitenciaria, se debe procu-
rar la protección más eficaz y la mejor
garantía de su efectiva vigencia socioló-
¿Qué democratización de las relaciones
de familia si son los padres los que con sus
elecciones de modalidad procreativa sólo en
los casos de filiación asistida (no en los de
adopción ni filiación biológica) estarán en
situación de cerrar el acceso a una biogra-
fía plena del niño? ¿No podemos pensar en
equilibrios más razonables entre el anhelo de
tener un hijo y los derechos del hijo que será
concebido?
Porque, dicho sea de paso: la ley especial de
protección del embrión anunciada en el art. 19
del Código 2014 tendrá que seguir esperando.
El Predictamen de comisión no contiene una
sola norma que proteja el interés del niño a ser
criado por progenitores idóneos, a ser protegi-
do en su dignidad, etc. Y el proyecto Brawer
contenía el temible “interés del niño en nacer
sano” que ya fue invocado para la reducción
embrionaria, el descarte y la selección de em-
briones...
V. Una cita para terminar
María Herminia Contreras fue secuestrada
durante un raid en El Salvador. Su historia
es extremadamente traumática y no viene al
caso aquí. Lo cierto es que Herminia busca-
ba a sus padres biológicos y a sus hermanos,
y no podía encontrarlos, porque el Estado y
sus pretensos progenitores habían borrado
Entrando en los meollos del proceso, des-
cribe la competencia, el procedimiento, la
sentencia, los recursos, las costas y los hono-
rarios. Enfáticamente, encuentra inaplicable
a la institución los recursos extraordinario y
de inaplicabilidad de la ley.
En uno de los capítulos describe las seme-
janzas y diferencias con acciones afines, es
decir entre el amparo y amparo por mora,
entre el amparo por mora y el por demora
ante el Tribunal Fiscal nacional y el amparo
por mora contra la desinformación pública.
En el Capítulo VI analiza cuestiones que
podrían ser polémicas, dentro de las cuales
considera primordial determinar si es posi-
ble urgir la satisfacción de un crédito impa-
gica, máxime cuando se trata de la vida
y la salud de las personas privadas de su
libertad.
2. - Debe revocarse la sentencia que recha-
zó una acción de hábeas corpus correc-
tivo y colectivo tendiente a subsanar
las irregularidades y falencias en los
traslados en ambulancias de los inter-
nos de un complejo penitenciario, ello
en virtud de la ausencia de la consti-
tución del magistrado en el estableci-
miento carcelario a fin de realizar una
constatación directa (del voto del Dr.
Slokar).
3. - Dado que la defensa se limitó a mani-
festar una supuesta situación de agra-
vamiento de las condiciones de deten-
ción de los internos de un complejo
penitenciario fundada en las irregula-
JUEVES 16 DE OCTUBre DE 2014 | 5
los datos que le permitieran el vínculo. Esto
es lo que dijo ella, en su declaración ante la
Corte Interamericana de Justicia hace unos
pocos años:
“...tan siquiera yo supiera mi apellido o mi
nombre... buscaría (a mis padres), pero no tuve
esa oportunidad y yo pienso que lo que a mí me
pasó también le está pasando a mis hermanos, a
otros niños más, hay muchos que sufren lo mis-
mo” (40).
Con eso quisiera terminar esta contribu-
ción. l
Cita on line: AR/DOC/3594/2014
MAS INFORMACIÓN
Quintana, Eduardo Martín, “Persona y filiación
en la legislación actual y el Proyecto de reforma del
Código Civil y Comercial Unificado”. DFyP 2014 (sep-
tiembre), 212.
González Magaña, Ignacio, “El reconocimiento
del derecho a conocer su origen biológico para las
personas nacidas mediante técnicas de reproducción
humana asistida”. DFyP 2014 (julio), 235.
Labombarda, Pablo M., “El Código Civil Argentino
y el comienzo de la existencia de las personas.”. DFyP
2014 (mayo), 184.
go mediante este instituto o si proceden a su
respecto las medidas cautelares. También se
refiere a la suerte del amparo por mora en
el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires.
Finalmente, describe las cuestiones prácti-
cas a evaluar al momento de decidir la inter-
posición de un amparo por mora.
En síntesis se trata de una obra funda-
mental para el estudio de la institución del
amparo por mora, que será de gran utilidad
por todos los profesionales y estudiantes
que incursionan en el Derecho Administra-
tivo. l
Ernesto Alberto Marcer
ridades de los traslados en ambulan-
cia sin demostrar casos concretos de
actos u omisiones lesivas por parte de
la autoridad pública, cabe rechazar la
acción de hábeas corpus correctivo in-
tentada, ello por no encuadrar en los
supuestos contemplados en el art. 3º,
inc. 2, de la ley 23.098 (del voto en disi-
dencia del Dr. Gemignani).
118.114 — CFCasación Penal, sala IV,
15/07/2014. - Internos del Complejo Peni-
tenciario Federal Nº 1 de Ezeiza s/ recurso
de casación.
Cita on line: AR/JUR/41669/2014
[El fallo in extenso puede consultarse en Aten-
ción al Cliente, www.laleyonline.com.ar o en
Proview]
6 | JUEVES 16 DE OCTUBre DE 2014
nota a fallo
La cultura legal detrás del control jurisdiccional
SUMARIO: I. Introducción. — II. Síntesis de los hechos. — III. Agravamiento de las condiciones de detención ¿real o potencial? — IV. Principio de
control jurisdiccional permanente, amplio y efectivo. — V. El cambio de la cultura legal. — VI. Reflexión final.
Laura Casola
I. Introducción
A modo de introito, vale señalar que el fallo
comentado (1) analiza el alcance del principio
de control jurisdiccional a los fines de preve-
nir la violación de derechos individuales y, de
ese modo, el agravamiento de las condiciones
de detención. La discusión tácita gira en tor-
no al grado de eficacia tuitiva de dos modelos
contrapuestos de control jurisdiccional: por un
lado, un modelo de control formal y, por otro
lado, uno de control amplio y efectivo.
II. Síntesis de los hechos
En efecto, el Defensor Público Oficial inter-
puso un hábeas corpus colectivo y correctivo
en representación de los internos del Comple-
jo Penitenciario Federal I de Ezeiza, aduciendo
un agravamiento en sus condiciones de deten-
ción atento a la escasez y a las precarias condi-
ciones en las que se encuentran los móviles de
traslados especiales (ambulancias) y la falta de
presencia de los médicos en dichos traslados.
Argumentó el Defensor que tal situación vul-
nera el derecho a la salud, a la vida y a la digni-
dad de las personas, los cuales se encuentran
reconocidos y protegidos por la Constitución
Nacional y los Tratados Internacionales.
Frente a tal planteo, el magistrado de prime-
ra instancia resolvió rechazar el hábeas corpus
interpuesto, argumentando que no se encuen-
tran agravadas las condiciones de detención
porque la unidad carcelaria cuenta con móvi-
les especiales, y médicos para prestar asisten-
cia, en los casos necesarios, aseveración que
basó en informes presentados por el Director
del Hospital Penitenciario, sin constatación
empírica. Tal respuesta motivó que el accio-
nante apelara el pronunciamiento.
En segunda instancia, la Sala III de la Cá-
mara Federal de Apelaciones de La Plata, Pro-
vincia de Buenos Aires, confirmó la decisión
apelada, rechazando la acción de hábeas cor-
pus, por considerar que el caso no encuadraba
dentro de las previsiones del art. 3º, inc. 2 de
la ley 23.098, porque no existía una situación
concreta actual de agravamiento de las condi-
ciones de detención. No obstante ello, impuso
al director del establecimiento penitenciario
la obligación de tomar los recaudos necesarios
para que las ambulancias no sean utilizadas
para traslados diferentes a los que correspon-
den a sus fines específicos, como por ejemplo,
el traslado de presos que no padecen enferme-
dades que requieran movilidad especial.
Una vez más el Defensor Público discrepó
con la postura del Tribunal, por lo que recurrió
en Casación, aduciendo la falta de tratamiento
y respuesta de todos los argumentos plantea-
dos. En concreto, sostuvo que en ningún mo-
mento se examinó el estado de las ambulancias
y que tampoco se dio tratamiento a la cuestión
relativa al acompañamiento médico, habiéndo-
se limitado a examinar algunos casos puntua-
les sin considerar que la acción fue interpuesta
en forma colectiva.
{ NOTAS }
Especial para La Ley. Derechos reservados (Ley 11.723)
(1) Cámara Federal de Casación Penal, “Internos del
Complejo Penitenciario Federal n° 1 de Ezeiza s/ recurso
de casación”, del 15/07/14.
(2) Un análisis sobre el fin de la pena y el paradigma
En apretada síntesis, con fallo dividido, la
Cámara Federal de Casación Penal entendió,
por mayoría, que la asiste razón al accionan-
te, ya que se omitió comprobar la existencia,
disponibilidad, estado, equipamiento y canti-
dad de ambulancias con las que cuenta el es-
tablecimiento penitenciario, como así también
el cumplimiento de las normas referidas al
acompañamiento médico. Dicha constatación
es imprescindible para superar una mera res-
puesta formal, divorciada de la realidad, de
conformidad con el principio de control judi-
cial amplio y eficiente receptado por nuestra
legislación nacional. En ese entendimiento,
el Tribunal de Casación hizo lugar al recurso
y devolvió la causa al Juzgado de origen para
que se sustancien los argumentos planteados
por el Defensor Público. Tal conducta implica
—al decir del juez Hornos— un signo de huma-
nización del poder.
III. Agravamiento de las condiciones de detención
¿real o potencial?
Uno de los argumentos centrales en que se
basa la discrepancia entre el voto de la mayo-
ría y el de la minoría del fallo en cuestión, es,
precisamente, la actualidad o potencialidad
que debe caracterizar el agravamiento ilegíti-
mo de las condiciones de detención, a efectos
de activar la actuación judicial por medio de la
acción de hábeas corpus correctivo.
La ley 23.098 dispone, en el art. 3º, inc. 2,
que dicho remedio legal es procedente cuando
una acción u omisión de la autoridad pública
implique “agravación ilegítima de la forma y
condiciones en que se cumple la privación de
la libertad”. Ahora bien ¿Qué significa dicha
agravación? ¿Debe traducir una lesión con-
creta a derechos individuales o puede signifi-
car también una amenaza a la vigencia de los
mismos?
Mientras que en el pronunciamiento de la
Cámara de Apelaciones, la postura minori-
taria sostuvo que sólo un agravio actual que
genere una situación concreta de violación de
derechos es idóneo para hacer prosperar la
acción, con un criterio más amplio, la mayoría
entendió que cuando de las condiciones en que
se cumple la pena privativa de libertad puede
derivarse un riesgo concreto para la dignidad
y el ejercicio de los derechos de los internos,
esa situación tiene virtualidad suficiente para
tornar procedente el hábeas corpus correcti-
vo.
No se trata de predecir futuras situaciones
de peligro sin fundamento actual, sino, por el
contrario, de observar con responsabilidad
las condiciones de la vida intramuros, analizar
falencias actuales y ofrecer soluciones a fin de
evitar el agravamiento de las condiciones de
detención.
Es decir, el agravamiento que hace proce-
dente la intervención judicial es tanto el actual
como el potencial, entendido este último no
como una mera especulación subjetiva, sino
de la resocialización puede encontrarse en: CASOLA,
Laura, “Restricción de derechos no afectados por la con-
dena”, Nota a fallo, en Diario La Ley, Año LXXVII, N°
209, Suplemento Actualidad, ps. 5-7.
(3) CESANO, José Daniel, “Evitando y humanizando el
como un cuadro de circunstancias que, objeti-
vamente consideradas, si bien no han produ-
cido aún una lesión concreta a derechos indi-
viduales, tienen entidad suficiente como para
producirla de manera inminente.
Tal entendimiento se condice con el fin de
la ejecución penitenciaria, cual es la resocia-
lización y no el castigo de los internos (2). La
pretendida readaptación social, que consiste
en “restablecer en quien ha delinquido el res-
peto por esas normas básicas, haciéndole co-
rresponder en el futuro a las expectativas en
ellas contenidas, y evitando de esa forma la
comisión de nuevos delitos” (3), se logra respe-
tando la dignidad de las personas privadas de
su libertad.
El respeto por la dignidad de los internos ha
sido reconocido por el Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos (art. 10. 1) y por la
Convención Americana de Derechos Humanos
(art. 5. 2., 2° parte), y tal presupuesto básico de
la interacción Estado-individuo conlleva nece-
sariamente el reconocimiento de los internos
como sujetos de derecho, es decir, como per-
sonas titulares de derechos que deben ser res-
guardados por el Estado.
Siguiendo esa línea, la ley 24.660 de ejecución
de la pena privativa de libertad se asienta sobre
un conjunto de principios que se dirigen al logro
de la resocialización, mediante el reconocimien-
to de derechos y la humanización del castigo.
Así, en atención al fin último de la pena, es
posible arribar a la conclusión que toda si-
tuación que amenace la vigencia plena de los
derechos de los reclusos merece la inmediata
intervención judicial con el fin de prevenir o
hacer cesar las hipótesis que impliquen un
agravamiento ilegítimo, actual o potencial, de
las condiciones de detención. En este sentido,
la doctrina jurídica ha dicho que: “la lesión al
derecho tutelado mediante el hábeas corpus
puede ser tanto actual como inminente, lo que
equivale a afirmar que esta clase de hábeas
corpus no sólo puede ser reparadora, sino tam-
bién preventiva” (4).
IV. Principio de control jurisdiccional permanente,
amplio y efectivo
Siguiendo la línea trazada, se puede decir
que la inmediata intervención judicial referi-
da precedentemente, con el fin de prevenir o
hacer cesar la violación de derechos, se mate-
rializa en el principio de control jurisdiccional
permanente, consagrado en la ley 24.660 como
uno de los postulados básicos en los que se
asienta la ejecución de la pena privativa de la
libertad.
En este sentido, el art. 3º de la mentada ley
reza que la ejecución de la pena privativa de la
libertad “en todas sus modalidades, estará so-
metida al permanente control judicial. El juez
de ejecución o juez competente garantizará el
cumplimiento de las normas constitucionales,
los tratados internacionales ratificados por la
República Argentina y los derechos de los con-
denados no afectados por la condena o por la
ley”.
castigo - El abogado y el juez ante las consecuencias jurídicas
del delito”, Ediciones Jurídicas Cuyo, Mendoza, 2003, p. 147.
(4) AROCENA, Gustavo A., “Principios básicos de la
ejecución de la pena privativa de la libertad”, Buenos Ai-
res, Hammurabi, 2014, p. 194.
Ahora bien, ¿Qué implica el control jurisdic-
cional? ¿Es una mera vigilancia formal de la
ejecución penitenciaria? ¿O se trata de una ac-
tividad encaminada a la búsqueda de la verdad
real de las condiciones en las que se desenvuel-
ve la vida intramuros?
Si bien el texto de la ley no hace alusión ex-
presa a este aspecto, la respuesta se encuentra
a través de un análisis histórico y teleológico
del control de la pena privativa de libertad.
En este sentido, el art. 121 del dec.-ley 412/58
(antecedente de la ley 24.660) establecía que:
“la autoridad judicial que corresponde veri-
ficará directamente, a períodos regulares, si
el tratamiento de los internos se ajusta a las
normas. Sin perjuicio de ello, inspectores peni-
tenciarios calificados, designados por la auto-
ridad administrativa realizarán verificaciones
periódicas del mismo carácter”. Como explica
Arocena, dicha regulación implicaba un mero
control formal de la pena, carente de la presen-
cia judicial efectiva y permanente (5).
Por lo tanto, se buscó subsanar la ausencia
de una figura independiente e imparcial que
velara por la protección de los derechos de
los internos, mediante la creación del juez de
ejecución penal, cuya misión consiste tanto en
prevenir como en hacer cesar la vulneración
de derechos.
Desde esta óptica, no caben dudas que su
función deja de lado la mera vigilancia formal
para posicionarse como un verdadero “inspec-
tor” de las condiciones del encierro carcelario,
lo que demanda la búsqueda de la verdad real
intramuros. Pero ¿A qué nos referimos cuando
hablamos de “verdad real intramuros”?
Como se sabe, la investigación y el proceso
penal tienden a descubrir la verdad real, ob-
jetiva, sustancial de los hechos sometidos a
enjuiciamiento, para dar base cierta a la justi-
cia (6). Es decir, su misión es lograr la recons-
trucción intelectual del hecho histórico con la
mayor fidelidad posible, independientemente
de lo alegado por las partes.
En la misma línea, el juez de ejecución está
llamado igualmente a buscar la verdad real de
los hechos que se suscitan en el contexto del
encierro carcelario. Ello es una derivación de
su función tuitiva (7) que emerge de los arts. 4º
y 67 de la ley de ejecución de la pena privativa
de libertad. En primer lugar, el art. 4º, inc. a)
de la ley 24.660 establece que: “Será compe-
tencia judicial durante la ejecución de la pena:
a) Resolver las cuestiones que se susciten
cuando se considere vulnerado alguno de los
derechos del condenado (...)”. A su vez, el art.
67, reza: “El interno podrá presentar peticio-
nes y quejas al director del establecimiento y
dirigirse sin censura a otra autoridad adminis-
trativa superior, al juez de ejecución o al juez
competente”.
Lo que se desprende del análisis conjunto de
ambos artículos es que existe un deber de la
autoridad de mantener incólumes los derechos
de los reclusos, obligación que se extiende no
sólo a la reparación de la lesión causada, sino
también —y muy especialmente— a la preven-
ción de la misma. Es decir que, ante cualquier
amenaza de vulneración de derechos indivi-
duales, el mismo interno —o bien, lógicamente,
su defensor— pueden acudir ante la autoridad
(5) AROCENA, Gustavo A., op. cit., 2014, p. 136.
(6) VELEZ MARICONDE, Alfredo, “Derecho Proce-
sal Penal”, Tomo II, Ed. Lerner, 3° ed., 1986, p. 186.
(7) AROCENA, Gustavo A., op. cit., 2014, p. 137.

judicial solicitando la adopción de medidas
tendientes a evitar la producción de un daño.
No es necesario que se haya producido la le-
sión a un bien jurídico para que la autoridad
despliegue acciones tuitivas, bastando una
amenaza concreta.
El despliegue de dichas actividades tuitivas
se asienta, precisamente, en la búsqueda de la
verdad real intramuros, es decir, en la recons-
trucción de los hechos lesivos o potencialmente
lesivos, su análisis y valoración, y la posterior
adopción de medidas que recompongan el “de-
ber ser”. Y en este sentido, la reconstrucción de
los hechos lesivos no puede basarse en un mero
control formal de datos, divorciado de su vin-
culación con la realidad individual y carcelaria,
sino que tiene que tratarse de una investigación
que contraste los datos objetivos con su impac-
to en el desenvolvimiento de la vida en prisión.
Así, aplicado al caso bajo análisis, no basta
con saber que hay ambulancias y médicos, sino
que se debe analizar también su disponibilidad,
condiciones y empleo en los casos concretos,
todo ello a fin de saber realmente si existen,
o no, riesgos para la vigencia de los derechos
de los internos. Este ejemplo, proveniente del
fallo comentado, puede extenderse a un sinnú-
mero de situaciones similares que hacen a la
vida dentro de las instituciones totales.
En síntesis, el principio de control jurisdic-
cional permanente requiere la búsqueda de
la verdad real intramuros, lo cual se asienta
sobre la idea de un control amplio y efectivo,
y no un mero control formal escindido de la
realidad.
V. El cambio de la cultura legal
La situación problemática que transluce el
fallo comentado no se refiere a las condiciones
de la asistencia médica en los traslados de los
internos. Eso es tan solo una expresión del pro-
blema subyacente. Sin lugar a dudas, la ver-
dadera cuestión bajo análisis es la amplitud y
{ NOTAS }
(8) FRIEDMAN, Lawrence M. y PEREZ-PERDOMO,
Rogelio, “Latin Legal Cultures in the Age of Globaliza-
tion, Legal Culture in the Age of Globalization - Latin
America and Latin Europe”, Stanford University Press,
California, 2003, p. 2.
(9) FRIEDMAN, Lawrence, “The concept of Legal
Prescripción
Daños por uso no autorizado de software.
Dies a quo. Cumplimiento de las medidas
dispuestas en el incidente de prueba an-
ticipada. Momento en que la actora se en-
contró en condiciones de demandar.
Hechos: Una empresa promovió acción a
fin de reclamar un resarcimiento por los
daños producidos por el uso de productos
de software de su titularidad sin la debi-
da autorización. La demandada opuso
excepción de prescripción. La sentencia la
rechazó y la Cámara confirmó ese deciso-
rio.
El curso de la prescripción de la acción
de daños promovida por una empresa en
virtud del uso sin autorización de produc-
tos de software de su titularidad comen-
zó a correr con el efectivo cumplimiento
de las medidas dispuestas en el incidente
sobre prueba anticipada, pues fue enton-
ces cuando se encontró en condiciones
formales y sustanciales para demandar,
con independencia de la fecha que haya
acontecido la relación jurídica por la cual
se reclama.
118.115 — CNCiv., sala M, 07/07/2014. - Mi-
crosoft Corporation c. Grupo Dafing S.R.L.
s/ daños y perjuicios.
efectividad de las medidas que debe exteriori-
zar el control judicial a fin de preservar los de-
rechos de las personas privadas de su libertad.
En ese contexto, el eje del fallo gira en torno
a las preguntas ¿En qué medida el control ju-
risdiccional permanente reconocido por la ley
se traduce en una inspección y un minucioso
análisis de la realidad carcelaria? ¿Hasta qué
punto la distancia física que separa los tribu-
nales de ejecución de las instituciones totales
no representa también un distanciamiento
juez-interno en cuanto al conocimiento judicial
de las condiciones en las que se desenvuelve la
vida intramuros?
El compromiso con el ejercicio de un control
amplio y efectivo, opuesto al mero control aco-
tado y formal, es una cuestión de valoración y
actitud personal hacia la idea de justicia. Lo
que cada juez entienda como correcto, sufi-
ciente, “ajustado a derecho”, será el umbral
que marcará su proceder en cuanto al control
y la prevención de la violación de los derechos
de los internos. Es decir, su personal “idea de
justicia” será la determinante de un control
amplio, o bien, de uno meramente formal.
Ese estado anímico del juez es reflejo de lo
que la sociología jurídica especializada deno-
mina “cultura legal”, es decir, el conjunto de
actitudes, ideas, expectativas y valores que la
gente sostiene frente a sistema legal, las ins-
tituciones jurídicas y las normas (8). En otras
palabras, cultura legal es un término genérico
que se utiliza para denominar las mentalidades
e ideas de las personas, la cuales son influen-
ciadas por eventos, situaciones y el devenir
social, y se traducen, luego, en acciones que
tienen impacto en el sistema legal (9).
Los factores sociales, históricos y culturales
influencian las percepciones individuales so-
bre todo tipo de evento o situación. De allí que
existan variadas ideologías y formas de ver
una misma cuestión. Cuando esas percepcio-
nes individuales se transforman en ideas, va-
Culture: A Reply, in Comparing Legal Culture”s, David
Nelken [Ed.], Dartmouth Publishing Company, 1997, 35.
(10) GARAPON, Antoine, “French Legal Culture and
the Shock of ‘Globalization’”, Social Legal Studies, Vol. 4
(1995), p.494.
(11) FRIEDMAN, Lawrence M., Law and Society: An
Cita on line: AR/JUR/38735/2014
COSTAS
A la vencida.
2ª Instancia.- Buenos Aires, julio 7 de
2014.
Considerando:
Vienen estos autos a conocimiento del
Tribunal como consecuencia del recurso
de apelación interpuesto a fojas 183 por la
demandada Grupo Dafing S.R.L., contra la
resolución de fojas 179/180 que rechazó la
excepción de prescripción tomando como
punto de partida para el cómputo de aquélla
el previo inicio del incidente seguido entre
las mismas partes sobre prueba anticipada
(nº 17.166/2013).
Los agravios fueron volcados en el memo-
rial que obra agregado a fojas 185/187 (cuyo
traslado fue contestado por la parte actora,
Microsoft Corporation, con la presentación
de fojas 189/193).
Centra la apelante su crítica en que el Juez
de grado no interpretó en forma correcta
el alcance de la excepción interpuesta en la
contestación de demanda.
loraciones y actitudes frente a la ley, hablamos
de cultura legal. Se trata de la idea de “justicia”
construida sobre los factores socio-culturales
que rodean a cada individuo, traducida en un
determinado comportamiento frente al siste-
ma legal.
En este entendimiento, la cultura legal pue-
de ser externa o interna. La cultura legal exter-
na es la concepción espontánea del derecho y
la justicia (10) que se corresponde con las ideas
y valores legales de la sociedad en general, ca-
rente de conocimiento técnico-jurídico (11). Por
el contrario, la cultura legal interna refiere a los
valores e ideas sostenidos por los miembros de
la sociedad que realizan tareas legales (12) (e.
g., jueces, abogados, etc.). Tal distinción mues-
tra como ambos grupos influencian al sistema
legal desde diferentes puntos de vista: razona-
miento legal, por un lado, y expectativas ordi-
narias, por el otro (13).
Tal es la relevancia de la cultura legal en la
determinación de la fisonomía del sistema jurí-
dico, que se ha dicho que representa el “espí-
ritu de la ley” (14), ya que explica el contenido
de las normas y el funcionamiento de las ins-
tituciones.
La breve introducción al tema, sintetizada
en los párrafos precedentes, tiene como fin
sostener la hipótesis que afirma que la forma
en que se ejerce el control jurisdiccional (esto
es, amplio y efectivo, o meramente formal),
es una cuestión de cultura legal. En efecto,
los jueces de ejecución, como importantes
representantes de la cultura legal interna,
traducen sus ideas de justicia en comporta-
mientos legales. Así, el compromiso con la
búsqueda de la verdad real o la satisfacción
con la mera verdad formal, existente dentro
de los límites de la institución carcelaria, tie-
ne directa vinculación con lo que el juez crea
que es “justo”, lo cual lo llevará a actuar de
una determinada manera, con el consiguien-
te impacto en el funcionamiento del sistema
legal general.
Introduction, Englewood Cliffs, New Jersey Prentice-
Hall, 1977, p. 76.
(12) GARAPON, Antoine, “French Legal Culture and
the Shock of ‘Globalization’”, Social Legal Studies, Vol. 4
(1995), p. 494.
(13) NELKEN, David, “Disclosing/Invoking Legal Cul-
En ese sentido señala que la defensa (que re-
puta subsidiaria) apunta al reclamo concernien-
te a los períodos anteriores a los dos años conta-
dos a partir de la promoción de la demanda y no
a la lisa y llana prescripción de la acción.
Sostiene que, o bien una parte del reclamo
se encuentra prescripto o bien el actor está
ejerciendo en forma abusiva su derecho.
Finalmente cuestiona la imposición de cos-
tas decidida por el a quo.
A su turno la actora, haciendo pie en los ar-
gumentos explicitados por el Juez de grado,
postula la confirmación del decisorio en crisis.
Atento a la influencia que ejerce el trans-
curso del tiempo en la posibilidad de conso-
lidar un derecho o de extinguirlo, resulta de
sustancial importancia en el caso determinar
a partir de cuándo comienza el cómputo del
plazo de prescripción.
Existen normas expresas para casos con-
cretos, en los cuales se establece el momen-
to, bajo la norma general dispuesta por el
artículo 3956 del Cód. Civil, que establece
que la prescripción comienza a correr desde
la fecha del título de la obligación, lo cual, en
cierto sentido, no es otra cosa que recono-
cer que el plazo de prescripción comienza a
correr desde el momento en que el derecho
puede ser ejercido.
JUEVES 16 DE OCTUBre DE 2014 | 7
VI. Reflexión final
Tradicionalmente, el control de las condicio-
nes de ejecución de la pena privativa de liber-
tad se entendía como una instancia extra juris-
diccional (15). Esa postura alejaba a la actividad
de control de la influencia de principios legales
básicos para lograr la resocialización de los in-
ternos.
Actualmente, con la evolución del pensa-
miento doctrinario y la transformación de la
estructura judicial, no quedan dudas de que se
trata de una etapa jurisdiccional que sucede al
juicio, y el funcionamiento de dicha etapa está
orientado por una serie de principios, emer-
gentes de la ley, entre los que se encuentra el
de control jurisdiccional permanente.
Ahora bien, la forma en que se ejerza ese con-
trol depende en gran medida de los valores e
ideas legales de la magistratura, al momento de
tomar intervención en los casos concretos. Es
decir, la cultura legal subyacente a las decisio-
nes y actuación de los jueces, determina la fiso-
nomía del control judicial. Normalmente existen
patrones socio-culturales comunes que dan ori-
gen a una cultura legal homogénea o armónica
a nivel judicial, la que se traduce en respuestas
o reacciones similares frente a las demandas del
sistema. Y una de las reacciones más comunes
es, precisamente, la tendencia al ejercicio de un
control judicial meramente formal.
Por tanto, la implementación generalizada
de controles amplios y efectivos, en reemplazo
de la formalidad carente de humanidad, re-
quiere un cambio en la cultura legal judicial, es
decir, un cambio en la ideología sobre aquello
que se considera “justo”, tomando como base
el contexto socio-cultural actual que brega por
el reconocimiento y respeto de la dignidad y los
derechos fundamentales de los individuos. l
Cita on line: AR/DOC/3085/2014
ture: An Introduction”, Socio Legal Studies, 1995, 437.
(14) AROLD, Nina-Louisa, “The Legal Culture of the
European Court of Human Rights”, The Raoul Wallen-
berg Institute of Human Rights Library, Martinus Nijhoff
Publishers 2007, p. 12.
(15) AROCENA, Gustavo A., op. cit., 2014, p. 123.
Resulta indudable que la demandante, aún
antes de la promoción del incidente sobre
prueba anticipada, tenía la sospecha de que
la emplazada podría estar utilizando pro-
ductos de software sin la licencia correspon-
diente (además así lo expuso al contestar el
memorial de agravios), mas tal circunstancia
no resulta relevante, ya que, a los fines del
comienzo del curso de la prescripción, el co-
nocimiento debe ser efectivo, sin que baste la
simple sospecha.
Es evidente que antes de ese momento no
puede empezar su curso, desde que la pres-
cripción se funda en la inacción del acreedor
y no hay inacción si ha mediado imposibilidad
de accionar judicialmente (conf. Borda, Gui-
llermo A., “Tratado de Derecho Civil, Obliga-
ciones”, t. II, pág.  11, actualizado por Borda,
Alejandro).
Si bien en general cualquier acción es
viable desde la misma constitución de la
obligación, cuando el derecho del titular no
está expedito, por quedar sujeta su certeza
a la determinación de alguna contingencia,
es recién en esa oportunidad en que debe
considerarse iniciado el curso de la pres-
cripción. Y ello es lo que ocurrió en autos, ya
que el curso de la prescripción respecto de
la acción de Microsoft Corporation comenzó
continúa en página 8
8 | JUEVES 16 DE OCTUBre DE 2014
viene de PÁGINA 7
a correr desde que se encontró en condicio-
nes formales y sustanciales para demandar,
con independencia de la fecha en que haya
acontecido la relación jurídica a que aquélla
corresponde. Tal circunstancia acaeció en
autos con el efectivo cumplimiento de las me-
didas dispuestas en el incidente sobre prueba
anticipada (conf. fs.  50/92 -mandamiento de
constatación e informe del perito ingeniero
en sistemas de información-).
Cabe concluir entonces que no resulta pro-
cedente desdoblar el curso de la prescripción
como propugna la apelante, que parece pro-
poner el desmembramiento del reclamo divi-
diéndolo en períodos anteriores y posteriores
a los dos años contados a partir de la promo-
ción de la demanda, ya que, como se dijo, en
el caso es el conocimiento eficaz y no la sos-
pecha el hito que define el inicio del cómputo
de la prescripción.
La Corte Suprema de Justicia de la Na-
ción ha dicho que la prescripción liberatoria
Propiedad de La Ley S.A.E. e I - Administración, Comercialización y Redacción: Tucumán 1471 (C. P. 1050 AAC) Teléfono: 54-11-4378-4765 - Bs. As. Rep. Arg. - Registro Nacional de la Propiedad Intelectual Nº5074180
no puede separarse de la pretensión jurídi-
camente demandable, y el plazo respectivo
comienza a computarse a partir del momen-
to en que ella puede ser ejercida (Fallos:
308:1101), es decir, coincide necesariamente
con el momento del nacimiento de la acción
(Fallos: 312:2152), actione non natae non praes-
cribitur (Fallos: 318:879).
Es decir, la prescripción liberatoria es in-
separable de la acción; nace con ella y em-
pieza a correr desde el momento en que ésta
surge (Fallos: 195:26).
Tocante a la línea crítica que discurre por
el eventual ejercicio abusivo del derecho,
tampoco habrá de ser acogida.
No explica adecuadamente la apelante en
qué circunstancias pretende fundar su aser-
to. No argumenta (v. gr.) que el desconoci-
miento de la actora acerca del uso del soft-
ware obedezca a una negligencia culpable.
Tampoco se advierte que el transcurso del
plazo de prescripción haya quedado sujeto
a la voluntad única de la demandante (pu-
Impreso en La Ley, Rivadavia 130, Avellaneda, Provincia de Buenos Aires.
diendo demandar a su antojo y en cualquier
momento alegando la reciente toma de cono-
cimiento del daño). Antes bien, la actora ini-
ció la demanda principal luego del desarrollo
concreto de las diligencias dispuestas en el
incidente relacionado.
Finalmente, y en orden al agravio sobre las
costas impuestas en la anterior instancia, no
se advierten motivos que justifiquen apartar-
se del criterio objetivo esencial que se impo-
ne a partir de la derrota en la incidencia.
edictos
55519/2014 VADRAR, ZULEMA su/SUCE-
SION AB-INTESTATO. El Juzgado Nacional
de Primera Instancia en lo Civil Nº 3, Secretaría
Única, cita y emplaza por el plazo de treinta días
a herederos y acreedores de ZULEMA VA-
DRAR a los efectos de que comparezcan a ha-
cer valer sus derechos. El presente deberá pu-
blicarse por el término de tres días en LA LEY.
Buenos Aires, 29 de septiembre de 2014
Ignacio Olazábal, sec. int.
LA LEY: I. 16/10/14 V. 20/10/14
El Juzgado Nacional en lo Civil Nº 16, sito en
la Avda. de los Inmigrantes 1950, EP de esta
Capital Federal cita y emplaza por treinta días a
herederos y acreedores de MANUEL ALBER-
TO ARIAS y VICTORIA DAIHA a fin de hacer
sus derechos en los autos “ARIAS, MANUEL
ALBERTO y OTRO s/SUCESIÓN” Expte.
Nº 56454/2014. Publíquese por tres días.
Buenos Aires, 30 de septiembre de 2014
Adrián E. Marturet, sec.
LA LEY: I. 16/10/14 V. 20/10/14
20535/2013 BERTAÑA AIDA BLANCA (INT.
7) y OTRO s/SUCESIÓN AB-INTESTATO.
Juzgado Nacional en lo Civil Nº 31 cita y em-
plaza por treinta días a herederos y acreedores
de BERTANA AIDA BLANCA y/o BERTAÑA
AIDA BLANCA. Publíquese por tres días en
La Ley.
Buenos Aires, 28 de mayo de 2014
Laura B. Frontera, sec.
LA LEY: I. 16/10/14 V. 20/10/14
El Juzgado Nacional de Primera Instancia
en lo Civil Nº 39, Secretaría Única de Capital
Federal, cita y emplaza por treinta días a he-
rederos y acreedores de Don SAÚL KLINOFF,
y Doña EUGENIA AMES, a los efectos que
comparezcan a hacer valer sus derechos. El
presente edicto deberá publicarse por tres días
en “La Ley”.
Buenos Aires, 29 de septiembre de 2014
Gabriel Pablo Pérez Portela, sec.
LA LEY: I. 16/10/14 V. 20/10/14
El Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo
Civil Nº 47, a cargo del Dr. Horacio A. Maderna
Etchegaray, Secretaría única, cita y emplaza
por treinta días a herederos y acreedores de
don EMILIO COLINO. Publíquese por tres días
en el diario La Ley.
Buenos Aires, 25 de septiembre de 2014
Silvia R. Rey Daray, sec.
LA LEY: I. 16/10/14 V. 20/10/14
El Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo
Civil Nº 49, Secretaría Única de Capital Federal,
cita y emplaza por treinta días a herederos y
acreedores de ALBERTO SILVIO COHEN. El
presente deberá publicarse por tres días en
“La Ley”.
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 25 de
septiembre de 2014
Viviana Silvia Torello, sec.
LA LEY: I. 16/10/14 V. 20/10/14
El Juzgado Nacional de Primera Instancia en
lo Civil Nº 54, cita y emplaza a herederos y
acreedores de AIDA ANGELICA GEREZ por
el término de treinta días. Publíquese por tres
días en “La Ley”.
Buenos Aires, 17 de septiembre de 2014
Ma. de las Mercedes Domínguez, sec. int.
LA LEY: I. 16/10/14 V. 20/10/14
El Juzgado de Primera Instancia en lo Civil
Nº cincuenta y cinco, Secretaría Única de la ca-
lle Avda. de los Inmigrantes número 1950, piso
4to. de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires,
cita y emplaza por treinta días a herederos y
acreedores de MAZZOLA, JORGE ANTONIO.
El presente deberá publicarse por tres días en el
Diario “LA LEY”.
Síganos en
En función de todo ello, corresponde
coincidir con el temperamento adoptado
por el Señor Juez de grado y desestimar
los agravios expresados por la sociedad
emplazada.
Por lo expuesto el Tribunal resuelve: Con-
firmar la resolución recurrida, con costas en
la Alzada a cargo de la parte vencida (art. 68
del Cód. Proc. Civ. y Comercial). — Elisa M.
Díaz de Vivar. —Mabel De Los Santos. — Fer-
nando Posse Saguier.
Buenos Aires, 26 de septiembre de 2014
Olga María Schelotto, sec.
LA LEY: I. 16/10/14 V. 20/10/14
El Juzgado Nacional de 1ra. Instancia en lo Civil
Nº 91 cita y emplaza por 30 días a herederos y
acreedores de GRACIELA SUSANA CHIERICO
(DNI 10.520.494). Publíquese por 3 días en el
diario LA LEY.
Buenos Aires, 30 de septiembre de 2014
María Eugenia Nelli, sec.
LA LEY: I. 16/10/14 V. 20/10/14
El Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo
Civil Nº 97, Secretaría Única a mi cargo, cita y
emplaza por treinta días a herederos y acreedo-
res de AMODIO FERNANDO a los efectos de
hacer valer sus derechos. Publíquese por tres
días en el diario “LA LEY”.
Buenos Aires, 19 de septiembre de 2014
María Verónica Ramírez, sec.
LA LEY: I. 16/10/14 V. 20/10/14
El Juzgado Nacional en lo Civil Nº 13, Secreta-
ría única, cita y emplaza por el término de 30
días a herederos y acreedores de RAUL OS-
CAR PONS. Publíquese por 3 días en el diario
“La Ley”.
Buenos Aires, 18 de septiembre de 2014
Diego Hernán Tachella, sec.
LA LEY: I. 15/10/14 V. 17/10/14
El Juzgado Nacional de 1º Instancia en lo Civil
Nº 16, cita y emplaza por treinta días a here-
deros y acreedores de MARIA DOLORES BU-
HLER a fin que comparezcan a hacer valer sus
derechos. Publíquese por tres días en La Ley.
Buenos Aires, 17 de julio de 2014
Adrián E. Marturet, sec.
LA LEY: I. 15/10/14 V. 17/10/14
El Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo
Civil Nº 20, sito en la calle Talcahuano Nº 550,
Piso 6º, de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires, a cargo de la Dra. Ana Inés Sotomayor,
Secretaría Única a cargo del suscripto, cita y
emplaza por el término de treinta días a here-
deros y acreedores de Don FABIANO VICENTE
a fin de que hagan valer sus derechos. El pre-
sente deberá publicarse por tres (3) días en el
Diario La Ley.
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 29
de septiembre de 2014
Juan Carlos Pasini, sec.
LA LEY: I. 15/10/14 V. 17/10/14
55449/2014 HANNA, JOSE MARIA s/SUCE-
SION AB-INTESTATO. Juzgado Nacional de
Primera Instancia en lo Civil Nº 51, Secretaría
Única, sito en Uruguay 714, Piso 2º, Capital
Federal, cita y emplaza por treinta días a here-
deros y acreedores de JOSÉ MARÍA HANNA,
a efectos de estar a derecho. El presente edicto
deberá publicarse por tres días en “LA LEY”.
Buenos Aires, 22 de septiembre de 2014
María Lucrecia Serrat, sec.
LA LEY: I. 15/10/14 V. 17/10/14
El Juzgado Nacional de 1ª Instancia en lo Civil
Nº 105, cita y emplaza a herederos y acreedo-
res de don GONZALO HERNAN SCHAPIRA
TOOBE por el plazo de treinta días, a fin de que
hagan valer sus derechos. El presente edicto
deberá publicarse por tres días en el diario
La Ley.
Buenos Aires, 30 de septiembre de 2014
Santiago Strassera, sec.
LA LEY: I. 15/10/14 V. 17/10/14
El Juzgado Nacional en lo Civil Nº 20, Secreta-
ría única a mi cargo, cita y emplaza por treinta
(30) días a herederos y acreedores de ANTO-
NIETA ERGIA AURORA BARRA a efectos de
hacer valer sus derechos. Publíquese por tres
(3) días en el diario “LA LEY”.
/thomsonreuterslaley @TRLaLey
Buenos Aires, 26 de septiembre de 2014
Juan Carlos Pasini, sec.
LA LEY: I. 14/10/14 V. 16/10/14
El Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo
Civil Nº 21, secretaría única con sede en Talca-
huano 490 Piso 1º de la ciudad Autónoma de
Buenos Aires, cita y emplaza por treinta días a
herederos y acreedores de CARLOS ALBERTO
GARBARELLO a los efectos que hagan valer
sus derechos. El presente deberá publicarse por
tres (3) días en el diario “La Ley”.
Buenos Aires, 29 de septiembre de 2014
Horacio Raúl Lola, sec.
LA LEY: I. 14/10/14 V. 16/10/14
El Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo
Civil Nº 54, cita y emplaza a herederos y acree-
dores de ARTURO RAMÓN AGUERRIBE-
RRY, por el término de treinta días. Publíquese
por tres días en LA LEY.
Buenos Aires, 25 de septiembre de 2014
Ma. de las Mercedes Domínguez, sec.
LA LEY: I. 14/10/14 V. 16/10/14
El Juzgado Nacional en lo Civil Nº 55 a cargo del
Dr. Herman B. Lieber Secretaría única, sito en
Av. de los Inmigrantes 1950 piso 4º de CABA,
en autos BISIGNANO RUTH s/SUCESIÓN
AB-INTESTATO, expte. 52475/2014, cita y
emplaza por 30 días, a herederos y acreedores
de Doña RUTH BISIGNANO a los efectos de
que hagan valer sus derechos. Publíquese por
3 días en el diario LA LEY
Buenos Aires, 25 de septiembre de 2014
Olga María Schelotto, sec.
LA LEY: I. 14/10/14 V. 16/10/14
El Juzgado Nacional de Primera Instancia
en lo Civil Nº 58, Secretaría Única a mi car-
go, cita y emplaza por 30 días a herederos
y acreedores de CARLOTA PAYERO (LC
7556069), a fin de hacer valer sus derechos,
en autos caratulados “PAYERO, CARLOTA
s/SUCESIÓN AB-INTESTATO”, Expediente
36682/0214. Publíquese por 3 días (tres
días) en “La Ley”.
Buenos Aires, 22 de septiembre de 2014
María Alejandra Morales, sec.
LA LEY: I. 14/10/14 V. 16/10/14
Exp.: 34245/2014 CARUSO ENRIQUE s/
SUCESION AB-INTESTATO. El Juzgado Na-
cional de Primera Instancia en lo Civil Nº 78
Secretaría Única, cita y emplaza por el térmi-
no de treinta días a herederos y acreedores
de CARUSO ENRIQUE a efectos de hacer
valer sus derechos. Publíquese por tres días
en LA LEY.
Buenos Aires, 5 de septiembre de 2014
Cecilia E. A. Camus, sec.
LA LEY: I. 14/10/14 V. 16/10/14
El Juzgado Nacional de Primera Instancia en
lo Civil Nº 80 Secretaría única de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires cita y emplaza por
treinta días a herederos y acreedores de JULIA
PIÑEIRO y ALFREDO CUEVAS. El presente
deberá publicarse por tres días en el Diario
“La Ley”.
Buenos Aires, 23 de septiembre de 2014
Santiago Pedro Iribarne, sec.
LA LEY: I. 14/10/14 V. 16/10/14
El Juzgado Nacional de Primera Instancia en
lo Civil Nº 103 a cargo del Dr. Martín A Chris-
tello, Secretaría a mi cargo, sito en la Av. de los
Inmigrantes 1950 piso 1º cita y emplaza por el
término de treinta días a herederos y acreedo-
res de Doña MARÍA PARDINI a los efectos de
hacer valer sus derechos. Publíquese por tres
días en el Diario La Ley.
Buenos Aires, 24 de septiembre de 2014
Eduardo Alberto Villante, sec.
LA LEY: I. 14/10/14 V. 16/10/14