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Hay temas complicados de abordar debido a que se han constituido como una
parte especial de la vida social humana, una parte maldita. Es decir, componen
toda una serie de hechos innombrables y, por lo tanto, intratables, que han y
continúan polarizando muy tajantemente las opiniones que surgen en torno a ellos
y que, más que comprenderlos o explicarlos, buscan erradicarlos, relegándolos a
ámbitos hacía los cuales ciertos enclaves de la masa humana “sienten” profundo
desprecio y/o vergüenza. Diríase que, por su “naturaleza” misma, perturban los
estatutos más sensibles de la vida en sociedad, juegan dentro y fuera del bien y el
mal, lo correcto y lo incorrecto, lo normal - lo anormal, legal - ilegal o cualquier
clase de dualidades que los califiquen o descalifiquen inmediatamente.
- Niñez o infancia: Desde la Convención Sobre los Derechos del Niño (CDN)
en 1989 “[…] se entiende por niño todo ser humano menor de dieciocho
años de edad, salvo que, en virtud de la ley que le sea aplicable, haya
alcanzado antes la mayoría de edad.” Término que posteriormente dejaría
de ser aplicable debido a la simplicidad en la que incurre y a su
imposibilidad por abarcar diversos factores. A partir de ello, parafraseando,
“se consideran las distintas etapas del desarrollo humano, postulando una
primera – niñez 0 a 11 años y una segunda - adolescencia 12 a 18 años.”
(Azaola, J. Estes, Tremblay, Ruíz y Weiner, 2003)
- Pedofilia: Es un “[…] término clínico que se emplea para definir a un adulto
con un interés sexual específico y localizado en niños prepúberes.” (Azaola
et al. 2003, 32)
- Hebefilia: “[…] gusto por parejas sexuales inmaduras y básicamente sin
poder […].” (Azaola et al. 2003, 32)
A través de estas últimas dos definiciones se plantean otras más que consideran
distintas variables para su comprensión, ya sea la preferencia por algún sexo, el
nivel práctico o ideal, frecuencia de manifestación, rango de edad etc. Véase
(Azaola et al, 2003)
Para iniciar éste apartado debo subrayar que, además de tener en cuenta a estos
fenómenos como constituidos de diversas maneras, acordes a la época en la que
se hiciesen manifiestos, se deben también tener en cuenta aquellos ámbitos que
se articularon al momento (religión, política, economía etc.). Es por eso que para
aclarar y profundizar en este punto, expondré uno de los casos más sonados en la
actualidad debido a las características que presentó.
Cuando el todavía cardenal Ratzinger clamó contra la "suciedad" interna en su iglesia, los
cardenales se convencieron de que era el hombre a elegir. Dos días más tarde lo hicieron
Papa, el 19 de abril de 2005. Fue entonces cuando se empezó a cavar la tumba del hasta
entonces intocable fundador de los Legionarios. Una de las primeras medidas
anticorrupción del pontífice Benedicto XVI, en mayo de 2006, le alcanzó donde más dolía.
(Bedoya, 2010)
Maciel había permanecido tras el manto protector del anterior papado y algunos
de los altos mandatarios clericales en México y otros países, tenía una gran
influencia en el Vaticano (basada en su relación con el Papa Juan Pablo II) y la
organización que formase tiempo atrás había adquirido una gran fuerza, aún
después de que se le achacasen varias acusaciones a finales de la segunda mitad
del siglo XX e inicios del siglo XXI (véase: La jornada Jueves 4 de marzo de 2010,
p. 3), siendo estas las cuales expondrían el caso a escrutinio público dado que en
1956 había recibido acusaciones por parte de tres sacerdotes que, por medio de
cartas enviadas al Vaticano lo comenzaron a poner en dilema por su
comportamiento, sin tener repercusiones serias ajustadas al hecho (véase:
Aristegui, 2015)
La familia que formó el sacerdote Marcial Maciel en México reveló ayer los excesos y
abusos sexuales cometidos por el fundador de la Legión de Cristo. Tres de sus hijos:
Omar, José Raúl y Christian González Lara, junto con su madre Blanca Estela Lara
Gutiérrez, lo retrataron como un gran mentiroso, usurpador de personalidades,
manipulador y un hombre que cometió actos de pedofilia con dos de sus vástagos. (La
jornada Jueves 4 de marzo de 2010, p. 3)
Las acusaciones del 2010 por parte de sus hijos y esposa en México otorgarían
la completa culpabilidad por actos de pederastia, consumo de drogas, etc. al
fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel, organización en la cual éste
había explotado su figura para cometer actos reprobables, sin embargo, aun
debían hacerse diversas investigaciones, los actos no habían sido hechos propios
sino que varios ex legionarios habían sido culpados. A fin de cuentas, el caso fue
cerrado sin que se extendiese el juicio más allá de la figura del fundador pero si
repercutiendo en la imagen efectiva de los agentes eclesiásticos y la iglesia para
la posterioridad.
II
C. El individuo tiene como mínimo 16 años y es al menos cinco años mayor que el
niño/niños del Criterio A.
Antes de continuar, quisiera aclarar que de ningún modo pretendo justificar casos
como el de Maciel, es por eso que lo traté aquí, aquellos en los cuales la relación
inmediata se denuncia como puramente abusiva, mas, por otro lado, me parecen
imprudentes las opiniones que aseveran todo el tiempo basándose en fenómenos
únicos o los argumento que deducen consecuencias necesarias a causas
establecidas y que, sin tratar de comprender las lógicas particulares, los tratan
como naturalmente malditos, desechándolos ya de por sí.
III
Dicho lo anterior, es viable decir que tal ideal va por buen camino, uno que
aparenta un final sublime pero, repensémoslo mejor, transformar aquella parte
maldita inherente a la vida social del ser humano fingiendo eliminarla puede tener
graves consecuencias en un futuro próximo, los efectos comienzan a resaltar por
todas partes. Digamos que, aquella que se quiere desechar, es visible y por lo
tanto criticable, redimible si se quiere, ¿qué ocurrirá si estas cualidades
desaparecen al transformarse? Agradezcamos a la democracia que alza en lo más
alto la bandera de triunfo, de libertad, de tolerancia, de utilidad, de bienestar y
demos la bienvenida a las nuevas costumbres – perversidades.
Concluyendo pues, repensemos también a la pedofilia. Debido a que esto es
efectivamente incidente, al igual que lo otro, en la vida de los individuos, en la
forma en que se conciben a sí mismos en relación con los otros y a los otros en
relación con ellos, no es un problema de menor peso. El tema desarrollado aquí se
debe pensar de acuerdo a los factores que se desenvuelven en los diversos casos
con el propósito de no deducir de por sí el trato que se le debe dar a estos (sea
castigo, tratamiento, remedio etc.).
Bibliografía
Cibergrafía