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Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey

Alejandro Mejía Martínez

Curso: Ahorro de energía

Objetivo: proponer una estrategia de ahorro de energía


en tu contexto inmediato.

Práctica individual de evaluación entre compañeros.

28/10/2018
Propuesta
Focos ahorradores VS focos convencionales
La propuesta consiste en cambiar las bombillas convencionales del hogar por
bombillas ahorradoras.
Las bombillas convencionales tienen un consumo de 60 watts.
Las bombillas ahorradoras que se proponen serán de 15 watts.

Se tiene una casa en la cual el número de bombillas es de= 8 bombillas

El consumo se calculó por medio de una calculadora online que nos proporciona
los KW/h. por día y KW/h. por mes

El resultado es el siguiente para bombillas convencionales:

Y el resultado para bombillas ahorradoras es de:

El resultado es por un total de 2 focos ya que es el total máximo que proporciona


la calculadora online y el cálculo a realizar es por un total de 8 focos.
El total de 2 bombillas convencionales de 60 watts es de 14.4 KW/h mes.
El total de 8 bombillas convencionales de 60 watts será de 57.6 KW/h mes.

Por otra parte, el total de 2 bombillas ahorradoras es de 3.6 KW/h mes.


El total de 8 bombillas ahorradoras será de14.4 KW/h mes.

Observando los datos se obtiene que 8 bombillas convencionales consumen 57.6


KW/h mes y el consumo de las bombillas ahorradoras es de 14.4 KW/h mes
entonces:
el ahorro es de= 43.2 KW/mes

Con los datos obtenidos se calculará el consumo monetario:


En la zona que me encuentro se usa la (tarifa 1) consumo básico.

Tarifa 1= $0.793
Considerando el consumo básico que es el que se utiliza comúnmente en el hogar
se realizaran los correspondientes cálculos para observar el costo monetario que
se tiene en un lapso de un mes.
Bombillas convencionales 57.6 KW/h mes =$45.6768 pesos
Bombillas ahorradoras 14.4 KKW/h mes=$11.4192 pesos
El ahorro será de =$34.2576 pesos
Nota:
Como primer punto se consideró la tarifa 1 de consumo básico ya que con los KW/h
mes que se generan entraría una tarifa mínima porque no se cumple la regla mínima
de 75 KW/h ya que debido a la información que se proporcionó en el curso, se
consideró dicha tarifa mencionada anteriormente. Otro punto es que este consumo
está basado en un ejemplo teórico una frecuencia de uso estimada.
Se sabe el que costo de una bombilla ahorradora es aproximadamente de $130.00
pesos en cambio una bombilla convencional $15.00 pesos.
Se puede pensar que es más económico tener bombillas convencionales que
ahorradoras por su costo, pero como se mostró anteriormente está comprobado que
es más eficiente usar bombillas ahorradoras que convencionales.
Análisis de los escenarios de los sistemas fotovoltaicos autónomos y los
conectados a redes eléctricas.

La energía fotovoltaica es la única que convierte directamente la energía solar en


eléctrica.

Varias son sus ventajas: tecnología en pleno desarrollo y aceptada


internacionalmente, altamente confiable y no contaminante, bajos costos de
operación y de mantenimiento, mejor opción de las fuentes renovables de energía
para introducir en el ámbito urbano, en la mayoría de los casos no posee partes
móviles, permite un diseño modular aplicable en los más diversos sitios y para muy
diferentes usos, fácil de producir e instalar a escala masiva, permite generar
empleos con un desarrollo industrial sustentable y es el modo más directo de
proveer de energía a decenas de millones de personas sin electricidad en el mundo.

Sistemas fotovoltaicos autónomos

Los sistemas fotovoltaicos autónomos (SFA) están constituidos, en lo fundamental,


por los paneles fotovoltaicos, que constituyen el generador de energía eléctrica, las
baterías para almacenar la energía y utilizarla en los momentos de ausencia de la
radiación solar, y la carga eléctrica que se va a consumir mediante equipos
eléctricos domésticos y/o industriales.

Los SFA son usados frecuentemente en locaciones aisladas para producir


electricidad en áreas inaccesibles para la red de potencia eléctrica y de esta forma
mejorar las condiciones de salud, educación, comunicación y recreación de la
población, al tiempo que favorece la agricultura y el abastecimiento de agua. Los
más simples SFA usan la electricidad en forma de corriente continua y la energía
es producida donde y cuando es necesaria, sin necesidad de complejos sistemas
de control y transmisión de energía. Sistemas de alrededor de 500 W pesan menos
de 70 kg, lo que permite una fácil transportación e instalación (Fig. 1).

Fig. 1. Sistema fotovoltaico autónomo instalado.


El almacenamiento de la energía eléctrica convierte a los SFA en una fuente fiable
de energía, ya sea de día o de noche, independientemente de las condiciones
climáticas. Luminarias, sensores, TV, equipos de audio, herramientas, etc., pueden
ser usados con los SFA añadiéndoles baterías para el almacenamiento de energía.
De esta forma se genera energía por el día y se almacena el excedente en las
baterías para su uso en la noche. El número de baterías debe estar en
correspondencia con el consumo energético de la carga y el número de horas de
autonomía (ausencia de radiación solar) al cual se aspira. El uso de los SFA
conlleva la necesaria optimización del consumo energético de las cargas. Por
ejemplo, se deberán utilizar luminarias eficientes cuya relación entre lúmenes/watt
sea la óptima. Los usuarios deben tener, por lo tanto, una cultura mínima del
consumo energético, teniendo en cuenta las posibilidades del sistema.

El empleo de las baterías tiene dos inconvenientes fundamentales: el aumento de


los costos del sistema y el hecho de que sólo puede extraerse 80% de la energía
almacenada. Además de los SFA que funcionan con corriente directa (DC), existen
los que trabajan con alterna (AC), donde es necesario un convertidor de DC/AC,
que en la actualidad transfieren la energía eléctrica directa en alterna con una
eficiencia de conversión superior a 95%.

Ventajas de las luminarias solares autónomas para alumbrado público:

 Las luminarias solares utilizan la forma de energía más limpia que existe, el
sol.
 Una luminaria solar puede iluminar áreas remotas donde no hay energía
eléctrica disponible.
 Las lámparas solares son 100% autónomas.
 Las luminarias solares pueden trabajar durante años sin costo de energía.
 Los LEDS de una luminaria solar tienen una vida útil de 50,000 horas.
 Nuestras luminarias de energía solar están integradas con sensores de luz
para encendido y apagado al oscurecer y al amanecer respectivamente.
 Inmunes a fallas de energía eléctrica o "apagones" comunes en las lámparas
convencionales conectadas a la red de energía eléctrica (CFE)
 Son independientes de la red eléctrica. Por lo tanto, los costos de
funcionamiento se reducen al mínimo.
 Requieren mucho menos mantenimiento en comparación con las farolas
convencionales.
 Los cables exteriores se eliminan, el riesgo de accidentes se reduce al
mínimo.
 Es una fuente de electricidad no contaminante.
 Las piezas del sistema solar para iluminación pública se pueden llevar
fácilmente a zonas remotas.
Sistemas fotovoltaicos conectados a la red

Los sistemas fotovoltaicos conectados a la red eléctrica (SFCR) constituyen una de


las aplicaciones de la energía solar fotovoltaica que más atención están recibiendo
en los últimos años, dado su elevado potencial de utilización en zonas urbanizadas
próximas a la red eléctrica.

Estos sistemas están compuestos por paneles fotovoltaicos que se encuentran


conectados a la red eléctrica convencional a través de un inversor, por lo que se
produce un intercambio energético entre la red eléctrica y el sistema fotovoltaico.
Así, el sistema inyecta energía en la red cuando su producción supera el consumo
local, y extrae energía de ella en caso contrario (Fig. 2).

Fig. 2. Esquema de un sistema fotovoltaico conectado a la red.


1) Panel solar. 2) Sistema electrónico que incluye el inversor en fase
con la red, además del metro contador para determinar el consumo
y producción de energía. 3) Red eléctrica. 4) Carga eléctrica.

Los SFCR presentan una gran ventaja porque no necesitan baterías ni reguladores
de carga, por lo que se convierten en sistemas más baratos. En cambio, los
inversores sí requieren de mayores exigencias, ya que deberán estar conectados
en fase con la tensión de la red. Uno de los factores favorables de los sistemas
conectados a la red es la posibilidad de mejorar la calidad del servicio de la energía
suministrada por la red, procurando que la máxima producción del sistema
fotovoltaico coincida con horas en que los problemas de suministro de las
compañías eléctricas sean más graves.

La energía distribuida representa ventajas en comparación con la transmisión


convencional que se realiza mediante las plantas termoeléctricas. La energía
generada por estas plantas es transportada a altos voltajes a través de grandes
distancias, hasta una carga distribuidora donde el voltaje es disminuido para ser
utilizado, provocando así considerables pérdidas de energía. En cambio, las plantas
fotovoltaicas son construidas cercanas a la demanda eléctrica y son muchos más
fáciles de construir, de instalar y de expandirse en la medida en que la demanda se
incrementa. A lo anterior se le añade la ventaja de que no consumen combustibles
fósiles, no contaminan el aire ni el agua, y son silentes.

Autónomos vs. conectados a la red

En los últimos años el empleo de los paneles solares en los techados de casas y
edificios, llamados techos solares, ha promovido considerablemente el uso de la
energía solar fotovoltaica debido al elevado potencial de utilización en zonas
urbanizadas próximas a la red eléctrica. En el 2000 se vendieron tantos sistemas
autónomos como sistemas conectados a la red. En cambio, en el 2006 las ventas
de estos últimos ascendieron a 83% del total. El futuro empleo masivo de la energía
solar fotovoltaica estará indisolublemente asociado a los sistemas conectados a la
red (Fig. 3).

Fig. 3. Paneles solares instalados en el techo


de un edificio público de Barcelona

El fuerte incremento de las ventas de los SFCR se debe esencialmente a la política


desarrollada por Japón a favor de la energía fotovoltaica y particularmente su audaz
programa de techos solares. Japón produce la mitad de la energía fotovoltaica
mundial y es un ejemplo de política energética a imitar; sin yacimientos de
combustibles fósiles, ha logrado desarrollar las nuevas fuentes renovables de
energía y una gran eficiencia energética. Basta decir que Noruega —país con
petróleo y grandes recursos hídricos— y Japón poseen índices de producto interno
bruto por habitante comparables y de los más altos en el planeta; sin embargo, el
consumo de energía por habitante en Japón es 40% menor. Un plan acelerado a
partir del presente siglo estableció la instalación de 50 000 sistemas fotovoltaicos
de 10 kW en el sector residencial, en tanto sistemas de varias decenas de kilowatt
han sido diseñados para el sector público e industrial, donde el gobierno japonés
subsidia casi 50% del costo con los impuestos recaudados a la producción de
energía eléctrica mediante carbón. Esta política ha conllevado a que si en 1997 la
mitad de la energía fotovoltaica (45,6 MW) estaba instalada a la red, diez años
después casi la totalidad de los 2 GW se encuentran conectados a la red.

Alemania es otro país vanguardia en la producción de energía fotovoltaica y que


también posee una política que apoya la utilización de los SFCR. Por otra parte, los
Estados Unidos a partir del presente siglo, con una política de desaceleración de
las fuentes renovables de energía, alcanzó en el 2006 la paridad en las ventas.

En los años recientes la producción de energía fotovoltaica en China ha


experimentado un gran auge, donde la mayoría de los productores aumentan su
producción a razón de 50% anual. El consumo de la energía fotovoltaica ha estado
dominado por la electrificación rural, independientemente de que se realizan planes
de 20 MW en aplicaciones fotovoltaicas conectadas a la red para los próximos 2-4
años. El gobierno chino ha creado el programa Song Dian Dao Cun (Enviando
Electricidad a las Comunidades), cuyo objetivo es instalar 100-150 MW de sistemas
fotovoltaicos en comunidades rurales remotas durante el período 2005-2010, lo que
constituye un salto importante si se compara con los 20 MW que estaban instalados
hasta el 2002.

La India, el segundo país más populoso del planeta, promueve el desarrollo de la


energía fotovoltaica. Durante los años del nuevo siglo, la dirección principal de las
aplicaciones fotovoltaicas ha estado dirigida a las instalaciones en lugares remotos
de difícil acceso, en donde el Gobierno subsidia hasta 90% de la inversión. Esta
política continuará en los próximos años sustentándose en un plan de 1 500 MW de
energía fotovoltaica para el 2022 y doblándolo a 3 000 MW para el 2027. Un
pronóstico a veinte años prevé 500 MW de sistemas fotovoltaicos conectados a la
red, 1 000 MW en casas rurales y
1 800 MW que se utilizarían en labores agrícolas. La India espera convertirse en
uno de los líderes de la industria fotovoltaica en los años futuros.

En Cuba, las aplicaciones fotovoltaicas en el presente siglo han alcanzado


importante auge con la instalación de SFA en locaciones rurales para funciones
sociales, consultorios médicos, escuelas y centros culturales, que han cambiado
favorablemente la vida de esas comunidades. En el archipiélago cubano más de
medio millón de habitantes viven en comunidades aisladas donde la red eléctrica no
llega y los SFA constituyen casi la única opción para mejorar las condiciones de
vida, añadiéndole a las necesidades primarias alcanzadas otros amparos de la
electricidad. También hay un amplio campo en la utilización de los SFA que aún no
se ha podido explotar: su empleo en la agricultura. Aunque en los próximos años
parece que las aplicaciones de los SFA prevalecerán, es muy importante iniciar en
nuestro país la utilización de los SFCR, que será el futuro y permitirá el uso amplio
de la energía fotovoltaica.

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