Introducción a la Biblia Jairo Rodríguez - Sonia Grimm

Prof. Dr. Rafael Zaracho Carolina Rodríguez - Elba Cantero

Cartas Universales
Se llaman así porque no fueron dirigidas a una comunidad especial como las de Pablo,
sino a toda la cristiandad. Son siete en total. También son conocidas con el nombre de
cartas pastorales y/o católicas. Ellas son: Santiago, 1 Pedro, 2 Pedro, 1 Juan, 2 Juan, 3
Juan y Judas.

1. Santiago: Pocos libros del NT han provocado tanta controversia como la Epístola de
Santiago. En los inicios de la iglesia se debatió si debía tener o no un lugar en el canon.
Martín Lutero la describió como una “epístola de paja” y lo relegó a un segundo plano.
Los teólogos modernos muchas veces lo ignoran porque lo consideran como una herencia
del judaísmo que no representa la esencia de la fe cristiana. Sin embargo, el creyente
cristiano ordinario le da un lugar especial y llega a ser uno de los dos o tres libros del NT
más populares de la Iglesia. Esto se da por las siguientes razones:
a) Es increíblemente práctica.
b) Es concreta, concisa.
c) Utiliza metáforas e ilustraciones que facilitan la enseñanza.
En el idioma hebreo Jacobo significa Santiago. Jesús contó con varios Santiagos entre sus
discípulos, pues este era un nombre muy común. Estaban: Santiago el hijo de Alfeo,
Santiago el hijo de Zebedeo y hermano de Juan y Santiago el hermano carnal de Jesús. A
Santiago hijo de Alfeo, no se lo cita más allá de la lista de los apóstoles y es muy
improbable que haya sido el escritor de la carta. Herodes Agripa I descabezó a Santiago
el hijo de Zebedeo alrededor del año 43-45 d.C. Antes del Concilio de Jerusalén del 50
d.C. Y el escritor del libro era tan conocido que solo necesitaba usar su primer nombre, y
el hermano de Jesús es el que cumple con esta condición. Por esta razón una buena parte
de los cristianos le atribuyen la paternidad literaria de esta obra.
El propósito de Santiago no es informar, sino amonestar, exhortar y animar, dar a sus
lectores directivas para vivir una vida cristiana y desafiar a los creyentes a una fe más
amplia y profunda. Dedica poco espacio a la Teología propiamente dicha y se centra más
bien en su aplicación práctica.
La epístola de Santiago está escrita en una lengua griega elegante. En ningún otro libro
del Nuevo Testamento se encuentra un griego tan puro. Según P. Abel, sería la mejor
pieza literaria del Nuevo Testamento.
Su carta no está dirigida a una única iglesia, sino a “las doce tribus que están en la
dispersión”, es decir, iglesias donde probablemente la mayoría era de congregación judía.
Los grandes temas de la carta son:
Cap. 1: Paciencia en las pruebas
Cap. 2: La fe y las obras
Cap. 3: El uso de la lengua y la sabiduría
Cap. 4 y 5: Los pobres y los ricos
Puede ser que haya sido escrita en algún momento entre los años 44 y 50 d.C. Esto hace
que dispute por ser el escrito más antiguo del NT.

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Aplicación práctica: Vemos en el libro de Santiago un reto para los fieles seguidores de
Jesucristo de no sólo “hablar de ello,” sino “caminar en ello.” Mientras que nuestro
caminar en la fe, para que sea verdadero requiere de un crecimiento y conocimiento de la
Palabra, Santiago nos exhorta a no detenernos allí. Muchos cristianos encontrarán esta
epístola desafiante mientras Santiago presenta 60 obligaciones en solo 108 versos. Él se
enfoca en las verdades de las palabras de Jesús en el Sermón del Monte, y nos motiva a
actuar sobre lo que Él enseñó.

2. 1 de Pedro: Esta primera carta de Pedro va dirigida a judíos y gentiles convertidos al

cristianismo (llamados peregrinos de la diáspora, elegidos) de cinco comarcas de Asia
Menor: Ponto, Galacia, Capadocia, Asia (cuando aún no era un continente) y Bitinia.
La gran mayoría de los estudiosos del NT han aceptado tres periodos dentro de las cuales
la epístola pudo haber sido escrita:
a) En el reinado de Trajano, cerca del año 111 d.C
b) En el reinado de Domiciano, entre los años 90 y 100 d.C y
c) En el reinado de Nerón, alrededor de los años 62-64 d.C.
Cualquiera de estas fechas fijadas recientemente rechaza la paternidad literaria de Pedro.
Sin embargo, la mayor parte de los eruditos que aceptan la paternidad literaria de Pedro
como Phillips, consideran a Roma (la Babilonia del cap. 5:13) como el lugar donde fue
escrita la carta, poco antes de estallar la encarnecida persecución de Nerón contra los
cristianos. Walls, quien también acepta la autoría de Pedro, dice que la fecha más probable
en la que se escribió es un poco antes de la fecha de persecución neroniana, es decir en el
año 63 y principio de 64 d.C. Por otro lado, el escritor cita muchas veces al AT y utiliza
la tradición judía, por ello, por el modo de hablar y enseñar se prueba en todo caso el
origen judío del autor. Fue escrita en el idioma griego, semejante en perfección a la carta
de Santiago.
En cuanto al tema, por ser una carta no personal, dirigida a un círculo amplio de lectores,
se puede decir que se trata de una misiva dirigida a la Iglesia en momentos en los que se
inician los problemas, por eso, fortalece y consuela, recordando la recompensa final.
Aconseja la firmeza y paciencia y la sumisión a Dios. Se da amonestaciones que se
justifican y fundamentan en diversos motivos. El Apóstol despierta en los cristianos el
temor al juicio divino, les recuerda los grandes favores de Dios, que prometen ser mayores
aún. La gracia sacramental que debe hacerse en la vida diaria. La actuación del hombre
debe proceder de una existencia movida por Dios. La unión de la comunidad ante los
problemas. La carta tiene su motivo y fundamento en la preocupación del autor por las
pruebas de la Iglesia.

Los grandes temas de la carta son:

Cap. 1: Llamado a una vida nueva
Cap. 2: Llamado a una conducta cristiana
Cap. 3 y 4: Llamada a la caridad
Cap. 5: Exhortaciones

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Aplicación Práctica: La seguridad de la vida eterna es dada a todos los cristianos. Una
forma de identificarnos con Cristo, es compartiendo Sus sufrimientos. Para nosotros, eso
significaría soportar insultos y calumnias de parte de aquellos que nos llaman “aleluyas”
o “santurrones.” Esto es tan poco, comparado con lo que Cristo sufrió por nosotros en la
cruz. Permanece firme en lo que sabes y crees que es lo correcto, y regocíjate cuando seas
el objetivo del mundo y Satanás para lastimarte.

3. 2 Pedro: Fue escrita probablemente en Roma, donde se cree que murió Pedro, y se
ubica a la carta alrededor del 67 d.C, poco antes de la muerte de Pedro que se anuncia en
la carta. Y aunque la carta se presente como de Pedro, son muchas las razones de peso
que hacen discutible su autenticidad, ya que no es posible datarla en la época que Pedro
vivió. Se la puede ubicar en forma relativa, hacia finales del siglo I o comienzos del II.
Esta 2da carta de Pedro, se refiere a la 1ra y además utiliza la carta de Judas. Las
diferencias entre las dos cartas de Pedro son tan grandes que motivó a querer negar su
autenticidad incluso hasta nuestros días. Y con la de Judas, se nota que utilizó sus cartas
ya que guarda con ella mucha similitud temática y de estilo (razón más del
cuestionamiento sobre la paternidad literaria).
Después de escribir la primera carta, Pedro al parecer recibe informes de sus remitentes
de algunos detalles sobre la situación de las iglesias sobre las cuales no trataba en su carta
inicial. Por eso, esta segunda carta refleja un cambio drástico en el temario, lo cual refleja
que tenía información adicional, y también se puede sentir la urgencia de sus palabras y
su estado de notable preocupación. Ciertamente se puede notar diferencias entre la
primera y la segunda carta. Son distintos en estilo, lengua e ideas. La primera permite
reconocer un influjo más profundo de la teología paulina, en cambio, la segunda apenas
demuestra rastros de este influjo. En la primera se observa una elevada cristología, en la
que Cristo es el prototipo y la fuerza de la fe y de la vida y en la segunda es sólo objeto
de su conocimiento.
Sin perder la perspectiva pastoral, Pedro se lanza a ponerles fin a ciertos asuntos delicados
que pudieron haber sido la causa de divisiones y hasta extravíos en las iglesias a las que
escribe. Intenta fortificar a la Iglesia en la fe tradicional y verdadera. Trabaja el tema
espinoso de la apostasía de los falsos maestros y de la venida inminente de Cristo. Este
nuevo temario es sin duda respuesta a necesidades concretas.
Temas de la carta:
Cap. 1: Exhortación a consolidar la vocación recibida. Recuerdo de la enseñanza
de Cristo y los profetas.
Cap. 2: Polémica contra los falsos maestros.
Cap. 3: El día del Señor. Exhortación a una vida santa.

El idioma es un griego especial, lleno de doctos arcaísmos y subida afectación, con ciertos
semitismos.

Aplicación Práctica: Ciertamente, como cristianos del siglo 21, estamos más cerca del
regreso de nuestro Señor que los cristianos del primer siglo, para quienes fue escrita esta

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epístola. A través de la televisión y otros medios masivos de comunicación, los cristianos

maduros están conscientes de que muchos charlatanes están desfilando como verdaderos
líderes cristianos, y que cristianos inmaduros están siendo “llevados” por su charlatanería
y falsa interpretación de las Escrituras. Es de suma importancia, que todos los cristianos
nacidos de nuevo, estemos bien cimentados en la Palabra para que seamos capaces de
discernir entre la verdad y el error.

4. 1 Juan: Destinada a las comunidades cristianas de Asia Menor, a la iglesia de Efeso y

a la región circunvecina. Fue escrita en griego y declara que Dios es amor y articula los
temas paralelos que presenta el siguiente modo: Dios es luz, justicia, amor y verdad.
Muestra el nexo entre la condición de lo que él llama hijos de Dios, el amor a los demás
y la fidelidad a Jesucristo expresada en la vida práctica. Los falsos maestros eran un gran
problema en la iglesia primitiva. En razón de que no había aún un Nuevo Testamento
completo al que los creyentes pudieran consultar, muchas iglesias cayeron presas de estos
engañadores, quienes enseñaban sus propias ideas y se erigían a sí mismos como líderes.
Juan escribió esta carta para establecer la verdad sobre algunos puntos importantes,
particularmente lo concerniente a la identidad de Jesucristo. Esta carta de Juan ayudó a
sus lectores a reflejar honestidad en su fe, porque en ella trata los fundamentos de la fe en
Cristo. Esto les ayudó a responder a la pregunta, ¿Somos verdaderos creyentes? Juan les
dijo que ellos podrían decirlo, observando sus acciones. Si se amaban unos a otros, esa
era evidencia de la presencia de Dios en sus vidas. Pero si ellos discutían y peleaban todo
el tiempo, o eran egoístas y no veían unos por los otros, entonces estaban demostrando
que, de hecho, no conocían a Dios. Eso no significaba que tenían que ser perfectos. De
hecho, Juan también reconoció que el creer involucra el admitir nuestros pecados y buscar
el perdón de Dios. El depender de Dios para limpiarnos de la culpa, así como admitir
nuestras faltas contra otros y enmendarlas, era otro aspecto importante para llegar a
conocer a Dios.Por su estilo y su doctrina está cerca del Evangelio de Juan, al igual que
el tipo contestatario o corrector, por lo cual se considera que procede del mismo autor o
del mismo círculo joánico, en la misma época. Esta epístola tiene un profundo sentido
pastoral y con el objetivo de aclarar o exhortar a las comunidades de fe en aquella época
sobre la instrucción cristiana y sus implicaciones éticas.
Aquí se observa una relación muy cercana del autor con su audiencia, se nota la calidez
y camaradería entre ellos. Las comunidades llamadas “juaninas” tienen una relación
profunda con el autor –o autores- de estas cartas. Se acepta bastante la teoría que señala
que Juan el apóstol y Juan el anciano son los mismos, y que fue él quien escribió esta
carta. El problema de la duda está en que tanto el Evangelio como la primera epístola son
anónimos, los títulos se les dieron bastante más tarde. Pero a pesar de las dudas, las tres
epístolas atribuidas a Juan pudieron ser escritas por uno o más seguidores de la “escuela
juanina”. Hasta el día de hoy no hay una explicación definitiva y generalmente aceptada
sobre la paternidad de la carta.
El estilo de la carta es simple y directo y no hay muchos pasajes complejos que detengan
al principiante, pero se expresan conceptos teológicos profundos. Su discurso es llano,
guiado por un orden lógico, de lo conocido a lo desconocido. La repetición de temas y

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su cristología radical marcan su estilo. Todo comienza y termina con Cristo. Juan insiste
en la práctica del amor fraternal. Otro elemento que caracteriza a la teología juanina es su
desarrollado concepto de Trinidad. Las referencias al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo
son cuantiosas y desarrolla el tema en función del concepto de conocimiento, comunión
y comunidad. Así Juan lleva al punto de comprender que el amor es la manera de conocer
perfectamente por medio de la comunión. Insiste en que ser cristiano es ser parte de la
familia de Dios, es decir, estar en el Padre, en el Hijo y en el ES.
En conclusión, toda la obra está cuidadosamente entretejida y tienen un concentrado de
la doctrina, un genuino reservorio de inspiración para la fe.
El Libro de 1 Juan fue escrito probablemente entre el 85-95 d.C. en idioma griego.

Se puede sintetizar la carta de la siguiente manera (Burge, 2012, pág. 43):

A. Prólogo 1:1-4: La revelación de la vida en Jesucristo que apareció desde el
principio.
B. Parte Uno 1:5 – 3:10: Dios es la luz y como Jesús hemos de andar en su luz.
C. Parte Dos 3:11 - 5:12: Dios es amor, y los que le conocen deben amarse unos a
otros.
D. Epílogo 5:13-21: El autor explica sus propósitos

Aplicación práctica: Como cristianos del siglo 21, estamos más cerca del regreso de
nuestro Señor que los cristianos del primer siglo, para quienes fue escrita esta epístola. A
través de la televisión y otros medios masivos de comunicación, los cristianos maduros
están conscientes de que muchos charlatanes están desfilando como verdaderos líderes
cristianos, y que cristianos inmaduros están siendo “llevados” por su charlatanería y falsa
interpretación de las Escrituras. Es de suma importancia, que todos los cristianos nacidos
de nuevo, estemos bien cimentados en la Palabra para que seamos capaces de discernir
entre la verdad y el error.

5. 2 Juan: Está dirigida a la “señora elegida”, probablemente se aplica el nombre a una

iglesia, de la que no se conoce el área específica, pero puede asumirse que estaba dirigida
a una iglesia cerca de Efeso (diseño del tapíz y motivo de la carta idéntica a las otras).
El tiempo de la epístola podría ser el año 90 d.C. Fue escrita en griego, y esta segunda
carta tiene obvias diferencias con la primera, es más corta y el autor se presenta como “el
anciano”. Pero sí mantiene una línea de pensamiento con la primera, por eso el argumento
de C. H. Dodd de que 2 Juan fue escrito después de 1 Juan, porque presupone el
pensamiento de la primera, es convincente.
En cuanto a este “anciano”, el título no es inusual en la época, especialmente en los
círculos de extracción judía. Es un título que se le daba a quienes regenteaban, juzgaban
y asesoraban la iglesia. No se trata precisamente de la edad, sino una manera respetuosa
en que la comunidad nombra a alguien con abundante experiencia y sabiduría.
En cuanto al contenido y propósito de esta carta no es muy claro porque no tiene claro
quién fue el destinatario.

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Como propósito se ve que persigue advertir a los hermanos sobre la presencia de los falsos
maestros o “engañadores”. Es evidente que al autor le toca pastorear en un tiempo muy
convulsionado. Y a los ataques de los engañadores se le suma el problema de liderazgo
interno. Toda la temática desarrollada es en relación a los asuntos cristológicos,
especialmente a los que tienen que ver con la divinidad del Señor, y serán el anticipo de
largas y muy controvertidas disputas que tendrán lugar al interior de la iglesia antigua.
Pero gracias a este trabajo de Juan en sus dos primeras epístolas, se logró ensamblar un
marco doctrinal operativo muy determinante en la futura configuración de la doctrina
cristiana. Tanto la doctrina trinitaria como cristológica de Juan son una de las plataformas
teológicas más elaboradas de toda la Escritura.
Estructura de la carta (Burge, 2012, pág. 45):
Cap. 1-3: Saludos personales
Cap. 4-6: Amar a la familia de Dios
Cap. 7-11: Proteger a la familia de Dios
Cap. 13: Cierre
Las cartas de Juan 2 y 3 son las más breves del Nuevo Testamento.

Aplicación Práctica: Es extremadamente importante que cotejemos con las Escrituras

todo lo que veamos, escuchemos, y leamos que se diga ser “cristiano.” Esto no puede ser
lo suficientemente enfatizado, porque una de las armas más poderosas de Satanás es el
engaño. Es muy fácil dejarnos llevar por una nueva y excitante doctrina, que pareciera
estar basada en la Escritura; pero que si se examina de cerca, de hecho es una desviación
de la Palabra de Dios. Si lo que parece estar sucediendo no se alinea explícitamente con
la Escritura, entones se trata de algo falso y no es del Espíritu, por lo que debemos no
tener nada que ver con ello.

6. 3 Juan: Esta es una de las pocas cartas del Nuevo Testamento dirigidas a un individuo.
Se llamaba Gayo y no se sabe mucho de él, excepto lo que se puede recoger de la carta,
aquí Juan expresa que desea que se encuentre bien de salud, es posible entonces que quizá
Gayo haya estado enfermo. Él era miembro de una de las iglesias sobre la que el autor
ejercía algún tipo de supervisión y Juan lo felicita por su fidelidad a la verdad y su amor
manifestado a los predicadores itinerantes.
También fue escrito en griego y es el de más fácil lectura de todo el Nuevo Testamento
por las palabras comunes que utiliza. El autor se refiere a sí mismo como “el anciano” al
igual que en la 2 carta de Juan.
El problema que motiva la escritura de la carta es que en la iglesia un hombre llamado
Diótrefes estaba tratando de erigirse en líder y rechazaba la autoridad de Juan sobre ella.
Había ocultado una carta que Juan había enviado a la iglesia, y también había rehusado
permitir que los maestros itinerantes ministraran la iglesia. Juan escribió entonces a Gayo,
con la esperanza de que por medio de él llegara un mensaje a la iglesia y se restableciera
su autoridad. Envía la carta por medio de Demetrio, un predicador itinerante que
recomienda afectuosamente a Gayo. La manera en que Juan informa a Gayo de la

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situación, como si éste la desconociera, sugiere que Gayo vivía a alguna distancia de la
iglesia y no podía visitarla a menudo, o que pertenecía a una iglesia vecina.
Estructura de la carta (Burge, 2012, pág. 45):
Cap. 1-2: Saludos personales
Cap. 3-8: Amar a los emisarios de Cristo
Cap. 9-12: Exhortaciones acerca de Diótrefes
Cap. 13-14: Cierre

Aplicación Práctica: Juan, como de costumbre, enfatiza la importancia de caminar en la

verdad del Evangelio. La hospitalidad, ayuda, y ánimo para nuestros compañeros
cristianos, es uno de los principales preceptos de las enseñanzas de Jesús, y Gayo era
obviamente un destacado ejemplo de este ministerio. Nosotros debemos hacer lo mismo
siempre que podamos, dar la bienvenida a visitantes misioneros, predicadores y
extranjeros (en tanto estemos seguros de que son creyentes) no solo a nuestras iglesias,
sino también a nuestras casas, y ofrecerles cualquier clase de ayuda y ánimo que
necesiten. También necesitamos ser cuidadosos de seguir el ejemplo sólo de aquellos
cuyas palabras y acciones estén de acuerdo con el Evangelio, y estar lo suficientemente
alertas, para detectar a aquellos semejantes a Diótrefes, cuya conducta está muy lejos de
parecerse a lo que Cristo enseñó.

7. Judas: El libro de Judas está estrechamente relacionado con el libro de 2 Pedro. La

fecha de la escritura de Judas depende de si Judas utilizó el contenido de 2 Pedro, o Pedro
usó el contenido de Judas cuando escribió 2 Pedro. Entonces, el libro de Judas fue escrito
en algún tiempo entre el 60 y el 80 d.C.
El autor, según los datos de la carta, es Judas, el hermano del Señor, aunque él no se
identifica así mismo de esta manera, sino como “siervo de Jesucristo y hermano de
Jacobo”. El modo en que él se auto identifica lo pone en el ámbito de la luz que ilumina
a su hermano Santiago. Esta identificación sin duda resultó ser uno de los factores
decisivos en la aceptación de esta epístola como canónica por parte de la iglesia primitiva.
Por otro lado, fuera de los datos que da de él la epístola, no se tienen otros datos respecto
a su obra.
En cuanto al destinatario de la carta, es evidente que Judas tenía en mente a un grupo
específico de creyentes, sin embargo no da ninguna indicación étnica ni geográfica que
sirva de ayuda en su identificación. Es pura especulación decir que escribió al mismo
grupo al que escribió su hermano Jacobo (Santiago).
Las cartas de Judas y la segunda de Pedro coinciden tan ampliamente entre sí en el
contenido y en las expresiones que resulta evidente una dependencia literaria. Coinciden
entre sí casi versículo por versículo. Se diferencian únicamente en el tema de la apostasía,
ya que Pedro la veía como futura y Judas escribe la carta para alertar que ya estaba
comenzando. La hipótesis, posible en sí, de que una y otra dependan de la misma fuente
no puede probarse con ningún argumento. El problema sólo puede plantearse de saber
quién depende de quién. La exégesis actual se decide casi unánimemente por la prioridad
de la carta de Judas. Y las razones son las siguientes:

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 Es más probable que el largo texto de 2 Pedro haya ampliado el corto de la carta
de Judas que viceversa.
 Con la adición de los capítulos 1 y 3, la 2 Pedro se convirtió en un nuevo escrito
con valor propio junto a la breve carta de Judas, mientras que lo contrario no
tendría razón de ser, es decir, que no puede ser que la carta de Judas fuera un
resúmen de la 2 Pedro. No habría un motivo por la que Judas pasara por alto las
restantes partes muy valiosas de la 2 carta de Pedro.
La carta presenta el siguiente bosquejo (Benware, 1993, pág. 265):
a. Salutación (v 1-2)
b. La cuestión de los falsos maestros (v 3-4)
c. La historia de los cuatro maestros (v. 5-7)
d. Descripción de los falsos maestros (v. 8-16)
e. Resistencia a los falsos maestros (v. 17-23)
f. Doxología (v.24-25)
Aplicación Práctica: Vivimos en un tiempo único en la historia, y este pequeño libro
puede ayudar a equiparnos para afrontar los indecibles retos de vivir en el final de los
tiempos. Los cristianos de hoy, debemos estar en guardia ante las falsas doctrinas, las
cuales pueden engañarnos fácilmente si no estamos bien instruidos en la Palabra de Dios.
Necesitamos conocer el Evangelio –para protegerlo y defenderlo- y aceptar el Señorío de
Cristo, lo cual se hace evidente por un cambio de vida. La auténtica fe siempre refleja una
conducta semejante a la de Cristo. Nuestra vida en Cristo debe reflejar el conocimiento
de nuestro propio corazón que descansa en la autoridad del Creador y Padre
Todopoderoso, quien pone esa fe en práctica. Necesitamos esa relación personal con Él;
solo entonces conoceremos Su voz tan bien, que no seguiremos a ninguna otra.

Como conclusión podemos decir que ninguna de estas cartas universales tenían un
destinatario único, pero sí eran comunidades mayormente judías que estaban dispersas
fuera de Palestina. Surgen como respuesta pastoral a las necesidades de las iglesias de la
época ante las situaciones difíciles que pasaban. Las cartas eran dirigidas a motivar una
conducta cristiana más que enseñar conocimiento o proveer información, y estas
declaraciones sirven para el desarrollo de futuras doctrinas de la iglesia cristiana, que
rigen en la actualidad. En general se visualiza una preocupación sobre los falsos maestros,
la herejía y las deviaciones doctrinales, lo cual sugiere que esto fue uno de los grandes
retos de la iglesia del primer siglo.