ALBERTO HIDALGO escribe en ODAS EN CONTRA unas tremendas verdades sobre
HAYA DE LA TORRE mentor de ALAN GARCÍA y el APRA...
Raúl, diente de Hutchinson Haya de la Torre, disimulado labio leporino Siempre jurando una pureza pero entregándote a un padrillo Demoraste por cuántos años no se sabe la revolución en el Perú Has malogrado a dos generaciones Has hecho que cayera desde sus esperanzas hasta el piso Al pueblo que dio crédito a tu voz y magnitud a tus ovarios Pactaste con la clase algodominerazucarera Te bajaste los vagos pantalones ante las señas del imperialismo Los calzoncillos con encaje en los enredos de la oligarquía Y no por oros más o menos sino porque tus actos se acomodan al ritmo de tus desórdenes menstruales No ceñirá la banda presidencial tu pecho[5] Y si la ciñe será sin silla gestatoria Y para escarnio del Perú que así tendría su papisa Hasta el perdón tienes perdido Porque engañar a las masas desde el llano es peor que engañarlas desde arriba Las has dejado huérfanas, alérgicas a todo conductor Y ya acaso por lustros no creerán en nadie, en nada Por eso te maldigo Oh qué pena la vez que me dijiste que yo no te era “indiferente” Y yo te conjuré para la búsqueda de un másculo destino Y juraste con lágrimas ser hombre Poco después y cuando más la patria confiaba en tu épica palabra Bifurcaste tu esfínter entre los cactus de las sombras Los intereses nacionales entre las sodomías del aprismo Te deseo una muerte a pedacitos En que vayas perdiendo miembro a miembro parte a parte Con epilépticas ladillas en tu bolsa engrampadas inexorablemente En esa tu talaga testicular toda vacía Y oxiuros picoteando en las infundibuliformidades de tu poto Que es por donde te gusta y donde peca