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INFORME N°0021-2018- SCHQ

A: Edgard Daniel Arias Cutipa.

DE: Soledad Chura Quispe.

ASUNTO: Casación 5517-2009 Cajamarca

FECHA: 25 de octubre del 2018

Señor.-

1. BASE LEGAL:

Que el recurso de casación fue declarado procedente por resolución de fecha veintisiete
de octubre de dos mil diez, con el objeto de promover un pronunciamiento respecto de
la alegada infracción del artículo 689º y de la Cuarta Disposición Final del Código
Procesal Civil, así como de la infracción al debido proceso a que se refieren los artículos
122º, inciso 3º y VIII del Título Preliminar del Código Procesal Civil.

Fundamentando las denuncias, el recurrente alega que la sentencia de vista, en su


cuarto y sexto considerandos, afirma que es requisito común para el cobro de una
acreencia, vía proceso de obligación de dar suma de dinero, que la obligación sea cierta,
expresa y exigible. Es decir, que el juzgador habría fundamentado el presente proceso
de cobro de honorarios profesionales como si se tratara de un proceso ejecutivo de
obligación de dar suma de dinero, previsto en el artículo 689 del Código Procesal Civil,
lo cual constituye una indebida aplicación de la disposición denunciada; agrega que si
la Sala consideraba que los hechos demandados

2. OBJETO EN MATERIA DEL INFORME:

Hacer creer al esposo, respecto de la paternidad de un hijo con tercero, pero


dentro del matrimonio, se considera como causal de divorcio porque afecta el honor
del perjudicado con el engaño.

Es una causal de divorcio, según la casación 5511-2009-cajamarca.Hacer creer a tu


cónyuge que es padre de un hijo que es producto de una relación
extramatrimonial, (como los casos de melcochita y del cantante de cumbia leonard leon)
es causal de divorcio.

Se trata del recurso de casación interpuesto por Carlos Alberto Hernández Condori a
fojas trescientos veintidós, contra la sentencia de vista obrante a fojas trescientos quince
su fecha dos de noviembre del dos mil nueve, expedida por la Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Cajamarca, que revoca la sentencia apelada de fojas doscientos
setenta, su fecha veintinueve de mayo del año citado, que declaró fundada la demanda
de divorcio por causal y, reformándola, declara infundada la citada demanda.

3. ANTECEDENTES:

La Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la República, vista la


causa número cinco mil quinientos diecisiete – dos mil nueve, en audiencia pública de
la fecha y producida la votación con arreglo a ley, emite la siguiente sentencia:

1. Materia del recurso: Se trata del recurso de casación interpuesto por Carlos Alberto
Hernández Condori a fojas trescientos veintidós, contra la sentencia de vista obrante a
fojas trescientos quince su fecha dos de noviembre del dos mil nueve, expedida por la
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Cajamarca, que revoca la sentencia
apelada de fojas doscientos setenta, su fecha veintinueve de mayo del año citado, que
declaró fundada la demanda de divorcio por causal y, reformándola, declara infundada
la citada demanda.

2. Fundamentos por los cuales se ha declarado procedente el recurso: Mediante


resolución del veintinueve de abril del dos mil diez, corriente a fojas veintisiete del
cuaderno de casación, y en virtud de lo dispuesto en el artículo 392-A del Código
Procesal Civil (incorporado por la Ley 29364) esta sala suprema ha declarado la
procedencia excepcional del recurso de casación por la infracción normativa del artículo
333, inciso 6, del Código Civil. 3. Considerando:

4. ANALISIS:

Primero.- Que, el artículo 349 del Código Civil establece que puede demandarse el
divorcio por las causales señaladas en el artículo 333, incisos del 1 a 12. El citado
artículo 333 (modificado por el artículo 2° de la Ley 27495, publicada el siete de julio del
dos mil uno), establece en su inciso 6, la causal de conducta deshonrosa que haga
insoportable la vida en común.

Segundo.- Que, sobre la causal de conducta deshonrosa existe en la doctrina diversas


definiciones, como la expuesta por Eduardo Zannoni quien refiere: “Es la realización de
hechos carentes de honestidad que atentan contra la estimación y respeto mutuo que
debe existir entre los cónyuges.

Tercero.- Que, la conducta deshonrosa tiene como elemento objetivo, el


comportamiento deshonesto e inmoral manifestado en una variedad de hechos o
situaciones (como la ebriedad habitual, la reiterada intimidad amorosa con persona
distinta del cónyuge, el dedicarse al tráfico ilícito de drogas, etc.) que producen efectos
nocivos en el otro consorte, pues generan en éste una afrenta permanente que torna
intolerable la continuidad de una vida en común; y, como el elemento subjetivo la
intencionalidad del acto deshonesto. Asimismo, constituyen condiciones para dicha
causal: a) Que uno de los cónyuges haya incurrido en conducta deshonrosa; b) Que esa
conducta sea un factor de perturbación de las relaciones conyugales; c) Que sea
habitual o permanente; d) Que haga insoportable la vida en común y no se funde en
hecho propio.
Cuarto.- Que, en tal sentido, para que se configure la causal en comento no se requiere
que los esposos hagan vida en común, sino que los dos presupuestos que exige la ley
queden acreditados, es decir, si la conducta de uno de los cónyuges es realmente
deshonrosa y, si en efecto ello tornaría insoportable la convivencia, tal como lo ha
señalado este supremo tribunal en la Casación número 1285-98-Lima de fecha dieciséis
de octubre de mil novecientos noventa y ocho y en la Casación número 1640-2003-Lima
del tres de mayo del dos mil cinco; ya que conforme se aprecia del texto de la norma, la
citada causal no se refiere a que si los cónyuges han estado anteriormente separados
o unidos, sino sí después de la conducta deshonrosa pueden o no vivir juntos.

Quinto.- Que, al respecto, Alex F. Plácido V. refiere: “Dentro de la generalidad de la


fórmula legal del inciso 6 del artículo 333 del Código Civil, se comprende una
multiplicidad de hechos y situaciones que la realidad puede presentar y que escapan a
toda posibilidad de enumeración.

No obstante la genérica redacción, debe apreciarse que concurran los dos extremos
que establece la ley: si la conducta del cónyuge es realmente deshonrosa, y sí en efecto
torna insoportable la convivencia; no siendo necesario requerir la ‘vida común’ como
condición da la misma, sino que la conducta deshonrosa impida por si misma mantener
o reanudar la ‘vida común’. (…) La pretensión de separación de cuerpos o de divorcio
por esta causa está expedita mientras subsistan los hechos que la motivan”. Asimismo,
Javier Peralta Andía comenta: “Debe tenerse presente que la expresión ‘que haga
insoportable la vida en común’ implica sea entendida en sentido lato, es decir; como que
imposibilita la continuación de la convivencia o su reanudación. En el primer supuesto,
los cónyuges todavía cohabitan en un mismo domicilio conyugal y, en el segundo, un
cónyuge le procura al otro desde fuera del hogar, deshonor y falta de consideración en
su ámbito personal, profesional y social”.

Sexto.- Que, entendida así la causal de conducta deshonrosa corresponde ahora


verificar si la misma se ha configurado en el caso de autos de acuerdo a los hechos
definidos en el presente proceso, por lo que, previamente cabe precisar que mediante
escrito de demanda corriente a fojas ochenta y ocho el accionante Carlos Alberto
Hernández Condori solicita la declaración de divorcio por causal de conducta
deshonrosa contemplada en el artículo 333, inciso 6, del Código Civil, atribuyendo a su
cónyuge demandada Yessy Catherine Ruiz Rodríguez la conducta deshonrosa
consistente en:

1) Desviar dinero que el demandante le giraba para los gastos del hogar conyugal a una
tercera persona, respecto del cual existen comunicaciones vía electrónica; y, 2) haberle
imputado la paternidad de un menor nacido antes del matrimonio, sobre lo cual una
prueba de ADN concluye que el demandante no es el padre biológico del
menor. Resuelto el vínculo matrimonial entre Carlos Alberto Hernández Condori y
Yessy Catherine Ruiz Rodríguez que se deriva del acta de fecha veintiuno de diciembre
del dos mil tres, por fenecido el régimen de sociedad de gananciales sin liquidación por
falta de bienes.

5. CONCLUSION:

Por estas consideraciones, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 396 –primer


párrafo– del Código Procesal Civil, modificado por la Ley 29364:
a) Declararon fundado el recurso de casación interpuesto por Carlos Alberto
Hernández Condori a fojas trescientos veintidós; en consecuencia, casaron la
sentencia de vista de fojas trescientos quince, su fecha dos de noviembre del dos mil
nueve, emitida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Cajamarca.

b) Actuando en sede de instancia: confirmaron la sentencia de primera instancia


obrante a fojas doscientos setenta, su fecha veintinueve de mayo del dos mil nueve, en
cuanto declara fundada la demanda de divorcio interpuesta por Carlos Alberto
Hernández Condori, por la causal de conducta deshonrosa consistente en la falsedad
mantenida por la demandada sobre la paternidad del menor Diego Alberto, atribuida al
demandante; en consecuencia, disuelto el vínculo matrimonial de Carlos Alberto
Hernández Condori y Yessy Catherine Ruiz Rodríguez que se deriva del acta de fecha
veintiuno de diciembre del dos mil tres y por fenecido el régimen de sociedad de
gananciales, sin liquidación por falta de bienes; con lo demás que contiene.

c) Dispusieron la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano,


bajo responsabilidad; en los seguidos por Carlos Alberto Hernández Condori con Yessy
Catherine Ruiz Rodríguez y el Ministerio Público, sobre divorcio por causal de conducta
deshonrosa; y los devolvieron. Interviene como

6. RECOMENDACIONES:

Ni las pruebas presentadas ni los argumentos que esgrime la demandada en su


contestación han sido merituadas por las instancias inferiores.

La conducta deshonesta atribuida de la demandada no ha quedado acreditada en autos,


ya que el hecho que el demandante no es padre del hijo nacido (de acuerdo a la prueba
de ADN), no constituye per se acto deshonesto realizado dentro del matrimonio, pues el
menor nació el año dos mil uno y el matrimonio entre el accionante y la demandada fue
celebrado el año dos mil tres;

Tampoco se ha acreditado que alguna conducta deshonrosa haya configurado el


carácter insoportable para hacer vida en común, causal en sí misma sometida a la
interpretación arbitraria; ya que por propia versión del demandante desde el mes de
setiembre del dos mil cinco, él dejó de hacer vida en común, por acto propio de
abandono de hogar; tanto más si se tiene en cuenta que la demanda de divorcio fue
ingresada el catorce de marzo del dos mil ocho, y antes de esta fecha habrían estado
separados de hecho por casi tres años;

Tampoco se ha merituado la prueba extemporánea presentada por la demandada a


folios ciento setenta y nueve, referida a que una mujer podría estar gestando y a la vez
tener su ciclo menstrual, aun cuando fue admitida y aceptada por el juez por resolución
de folios ciento ochenta y dos;

Por último, no se puede soslayar que, en este caso concreto, el funcionario del Ministerio
Público ha abdicado de sus funciones de representante de la sociedad y defensor de la
legalidad, en desmedro de las obligaciones señaladas en el artículo 4° de la Constitución
Política del Estado y del Decreto Legislativo N° 052.

Que, bajo esas premisas, se debe concluir que la aprobación de la norma sustantiva
denunciada no trasciende en la causa ni tiene incidencia en ella, por tanto, su alcance
no modificará el sentido de la decisión adoptada por la sala superior; siendo así, al no
verificarse la causal material, debe procederse conforme a lo dispuesto en el artículo
397 del Código Procesal Civil.

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