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Rubén Ardila1
- Presentación
- Vida
- Obra
- Aportes
- Mitos y falacias acerca de B.F: Skinner
- ¿Por qué tanta ignorancia y tanto odio?
- Mi relación con B.F. Skinner
- Referencias bibliográficas
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Correspondencia: Rubén Ardila, E-mail: ruben.ardila@outlook.com
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PRESENTACIÓN
Cuando B.F. Skinner murió el 18 de agosto de 1990 era considerado como el psicólogo más
influyente y conocido, no únicamente en su país Estados Unidos sino en todo el mundo, y
no solo en su época sino posiblemente en toda la historia. Su influencia se notaba en la
psicología, en las otras ciencias, en la educación, en la filosofía y en el público en general.
Era una persona que se había convertido en parte de la cultura contemporánea, en un punto
de referencia en la psicología, en otras disciplinas, en las ciencias del comportamiento e
incluso en la filosofía. Para bien o para mal, todos lo conocían, sus ideas las valoraban
positivamente innumerables personas a lo largo y ancho del planeta, y por el contrario
muchas otras las consideraban un ataque contra los valores de la sociedad occidental,
también a lo largo y ancho del planeta. Era un hombre valorado, odiado y ante todo
controvertido, que nadie podía darse el lujo de ignorar.
Al elaborar la lista de los 100 psicólogos más eminentes del siglo XX Haggbloom et
al (2002) eligieron como criterios de eminencia los siguientes: frecuencia de citaciones en
revistas científicas, frecuencia de citaciones en textos introductorios de psicología,
frecuencia de respuestas a una encuesta enviada a miembros de la Association for
Psychological Science (APS), pertenencia a la National Academy of Sciences, elección
como presidente de la American Psychological Association (APA) o haber recibido el
Premio por Contribuciones Científicas Distinguidas que concede esa asociación, y
finalmente que su nombre se usara como un epónimo. Los seis criterios se integraron para
construir un índice compuesto y con base en este se elaboró una lista en orden de rango de
los más eminentes psicólogos del siglo XX. En el índice compuesto (Tabla 4) Skinner
ocupa el primer lugar entre los 100 psicólogos más eminentes (puesto 8º en citaciones en
revistas, puesto 2 en libros de introducción a la psicología después de Freud, 1er. puesto en
la encuesta, y como resultado final 1er. lugar en el índice compuesto).
Acerca de la obra de B.F. Skinner se han escrito numerosos libros, entre los cuales
merecen citarse los siguientes: el de Bjork ( 1993), considerado como su biografía más
completa y actualizada; Carpenter (1974) que es una introducción a la obra de Skinner,
muy bien documentada; Dews (1970) el libro homenaje (Festschrift) para Skinner; Kazdin
(1978) sobre la historia de la modificación de conducta incluyendo el papel de Skinner en
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dicha historia; Kuhlmann (2005), sobre las comunidades Walden Dos que existen
actualmente en el mundo y un análisis de la utopía skinneriana; Guilbert y Dorna (1982)
desde la perspectiva de la cultura francesa; Mills (1998), una historia de la psicología
conductual; Moore (2008),una obra que contiene un análisis conceptual del conductismo
radical; O´Donohue y Ferguson (2001) sobre la psicología de Skinner; Santoyo y López
(1990) sobre el contexto social; Richelle (1993), una revaluación de la obra de Skinner
escrita por uno de los principales skinnerianos de Europa; Roales-Nieto, Luciano y Pérez
Álvarez (1992) sobre la vigencia de la obra de Skinner, con capítulos escritos por
psicólogos españoles y latinoamericanos; Ruiz (1978) sobre el papel de la teoría en
Skinner; Rutherford (2009) es un análisis de la tecnología del comportamiento de Skinner y
su impacto en la sociedad de nuestros días; Smith y Woodward (1996) analizan la obra de
Skinner y el conductismo radical en la cultura estadounidense; Toates (2009) es una
biografía de Skinner que puede ser complementaria de la obra de Bjork; el texto de Todd y
Morris (1995) es uno de los libros con información y análisis crítico más amplios sobre
Skinner y sus investigaciones y conceptualizaciones; Wiener (1996) presenta a Skinner
como anarquista “benigno”; Wyatt (2001) es una especie de diccionario de citas de Skinner,
con notas explicativas, un poco elemental; Zuriff (1985) presenta un análisis en
profundidad del conductismo radical y su filosofía; Ardila (2010) sobre las relaciones entre
análisis del comportamiento y psicología, y las controversias entre ellos. Existe una
autobiografía breve de Skinner (1967) escrita para la serie A History of Psychology in
Autobiography y su autobiografía extensa en 3 volúmenes (1976, 1979, 1983) que ha sido
traducida al español.
contexto del centenario de su nacimiento se destacan los artículo de Smith y Morris (2004)
y el de su hija Julie (Vargas, 2004).
VIDA
Después de recibir su Ph.D. Skinner permaneció cinco años más en Harvard como
“research fellow”, con una beca de la Harvard Society of Fellows. Fue un tiempo de
muchos trabajos importantes y de investigaciones, publicaciones y reflexiones. También de
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Skinner, B. F. (1938). The behavior of organisms: An experimental analysis. New York: Appleton –
Century – Crofts.
Skinner, B. F. (1948). Walden two. New York: Macmillan.
Skinner, B. F. (1953). Science and human behavior. New York: Macmillan.
Skinner, B. F. (1957). Verbal behavior. New York: Appleton – Century – Crofts.
Ferster, C. B., & Skinner, B. F. (1957). Schedules of reinforcement. New York: Appleton – Century –
Crofts.
Skinner, B. F. (1959). Cumulative record. New York: Appleton – Century – Crofts (Ediciones ampliadas
en años posteriors, 1961 y 1972).
Holland, J. G. & Skinner, B. F. (1961). The analysis of behavior: A program for self-instruction. New
York: McGraw-Hill.
Skinner, B. F. (1968). The technology of teaching. New York: Appleton – Century – Crofts.
Skinner, B. F. (1969). The contingencies of reinforcement: A theoretical analysis. New York: Appleton –
Century – Crofts.
Skinner, B. F. (1971). Beyond freedom and dignity. New York: Knopf.
Skinner, B. F. (1974). About behaviorism. New York: Knopf.
Skinner, B. F. (1976). Particulars of my life. New York: Knopf.
Skinner, B. F. (1978). Reflections on behaviorism and society. Englewood Cliffs, NJ: Prentice – Hall.
Skinner, B. F. (1979). The shaping of a behaviorist: Part two of an autobiography. New York: Knopf.
Skinner, B. F. (1980). Notebooks (ed. R. Epstein). Englewood Cliffs, NJ: Prentice – Hall.
Skinner, B. F. (1983). A matter of consequences. New York: Knopf.
Skinner, B. F., & M. E. Vaughan (1983). Enjoy old age: A program of self – management. New York:
Norton.
Skinner, B. F. (1987). Upon further reflection. Englewood Cliffs, NJ: Prentice – Hall.
Skinner, B. F. (1989). Recent issues in the analysis of behavior. Columbus, OH: Merrill.
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On the conditions of elicitation of certain eating reflexes. Proceeding of the National Academy of Sciences,
1930, 16, 433-438.
The concept of the reflex in the description of behavior. Journal of General Psychology, 1931, 5, 427-458.
On the rate of formation of a conditioned reflex. Journal of General Psychology, 1932, 7, 274-286.
The generic nature of the concepts of stimulus and response. Journal of General Psychology, 1935, 12, 40-
65.
Two types of conditioned reflex and a pseudo type. Journal of General Psychology, 1935, 12, 66-77.
The verbal summator and a method for the study of latent speech. Journal of General Psychology, 1936, 13,
71-107.
Two types of conditioned reflex: A reply to Konorski and Miller. Journal of General Psychology, 1937, 16,
272-279.
Some quantitative properties of anxiety. Journal of Experimental Psychology, 1941, 29, 390-400 (con W. K.
Estes).
The operational analysis of psychological terms. Psychological Review, 1945, 52, 270-276.
“Superstition” in the pigeon. Journal of Experimental Psychology, 1948, 38, 168-172.
Are theories of learning necessary? Psychological Review, 1950, 57, 193-216.
Some contributions of an analysis of behavior to psychology as a whole. American Psychologist, 1953, 8,
69-78.
The science of learning and the art of teaching. Harvard Educational Review, 1954, 24, 86-97.
A case study in scientific method. American Psychologist, 1956, 11, 221-233.
Some issues concerning the control of human behavior: A symposium. Science, 1956, 124, 1057-1066 (Con
C. R. Rogers).
Teaching machines. Science, 1958, 128, 969-977.
Pigeons in a pelican. American Psychologist, 1960, 15, 28-37.
The design of cultures. Daedalus, 1961, 90, 534-546.
Operant behavior. American Psychologist, 1963, 18, 503-515.
The phylogeny and ontogeny of behavior. Science, 1966, 153, 1203-1213.
The design of experimental communities. International encyclopedia of the social sciences (Vol. 16, pp.
271-275). New York: Macmillan, 1968.
The ethics of helping people. Criminal Law Bulletin, 1975, 11, 623-636.
Why I am not a cognitive psychologist. Behaviorism, 1977, 5, 1-10.
Selection by consequences. Science, 1981, 213, 501-504.
Canonical papers of B. F. Skinner. The Behavioral and Brain Sciences, 1984, 7, 473-724.
The evolution of behavior. Journal of the Experimental Analysis of Behavior, 1984, 41, 217-221.
The evolution of verbal behavior. Journal of the Experimental Analysis of Behavior, 1986, 45, 115-122.
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What ever happened to psychology as the science of behavior? American Psychologist, 1987, 42, 780-786.
The origins of cognitive thought. American Psychologist, 1989, 44, 13-18.
Can psychology be a science of mind? American Psychologist, 1990, 45, 1206-1210.
To know the future. In C. Fadiman (Ed.), Living philosophies: The reflections of some eminent men and
women of our time (pp. 193-199). New York: Doubleday, 1990.
Skinner se casó en 1936 a los 32 años con Yvonne Blue (1911-1997), siete años
más joven que él. Yvonne (“Eve”) había estudiado literatura e historia del arte y trabajó
como instructora del Museum of Fine Arts de Boston. Tuvieron dos hijas, Julie (nacida en
1938) y Deborah (nacida en 1944) .Julie estudió música y luego psicología educativa y es
hoy uno de los principales continuadores de la obra de su padre y directora de la Fundación
B.F. Skinner que busca preservar su legado. Deborah es una destacada pintora y vive en
Inglaterra.
OBRA
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Podemos explicitar que la obra de Skinner se centra en tres aspectos: su filosofía (el
conductismo radical), sus investigaciones de laboratorio (que dieron origen al análisis
experimental de la conducta) y las aplicaciones (análisis conductual aplicado). La filosofía
de Skinner no se basa en el positivismo, en su acepción clásica ni tampoco en el
positivismo lógico, como erróneamente se ha afirmado, sino en el inductivismo de Ernst
Mach. Es un sistema que se ha desarrollado ampliamente y que posee implicaciones para la
teoría del conocimiento, para la ética, el problema de la libertad y el determinismo e incluso
para la lógica, el lenguaje y el pensamiento. Por otra parte, las investigaciones de
laboratorio se centraron en pesquisas con participantes no humanos, al comienzo con ratas
pero más adelante con palomas y otras especies. Skinner no trabajó con participantes
humanos pero los continuadores de su obra sí lo hicieron. En sus investigaciones de
laboratorio ocupan un lugar primordial el “cuarto operante” o caja de Skinner y el registro
acumulativo. Las aplicaciones, por otra parte, fueron muy abarcadoras y se extendieron a
los grandes problemas de la psicología y de la sociedad, y han dado origen a la terapia del
comportamiento, el análisis conductual aplicado a la educación (incluyendo las máquinas
de enseñanza), el análisis comportamiental aplicado a las organizaciones, el diseño de
culturas (Walden dos), la economía conductual, la psicofarmacología o farmacología
conductual y la psicología social comportamental. A Skinner le interesaban profundamente
los grandes problemas del ser humano y su entorno físico y social, y esto se plasmó en su
interés en diseñar una sociedad utópica, en la educación, en el agotamiento de los recursos
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APORTES
La Teoría
El AEC separa dos clases de respuestas: las elicitadas (o evocadas) y las emitidas
por el organismo. Las primeras son evocadas por estímulos conocidos y se clasifican como
respondientes. Como ejemplos de ellas se encuentran el reflejo palatar, la contracción
pupilar y muchos otros reflejos. La segunda clase de respuestas son emitidas por el
organismo y Skinner las denomina operantes. La conducta no está evocada (o elicitada) por
ningún estímulo conocido. La tasa de respuesta es la medida de la fuerza de la operante.
Una operante puede adquirir una relación con estimulación previa. La mayor parte
del comportamiento humano es operante.
Skinner postula además de los dos tipos de respuestas (evocadas y emitidas), dos
tipos de condicionamiento, tipo E y tipo R. El primero es el condicionamiento clásico o
pavloviano en el cual un estímulo condicionado se asocia con una respuesta. Por el
contrario, en el segundo tipo de condicionamiento (tipo R) la respuesta se asocia con el
reforzamiento y de ahí la letra R (reforzamiento). El reforzamiento es contingente con la
respuesta, y Skinner se refirió a esta relación como condicionamiento instrumental. En la
triple relación de contingencia (estímulo discriminativo, respuesta, contingencia) no se
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La Filosofía
Skinner afirma que toda la conducta está determinada, o sea que es causada. No
existe el denominado “libre albedrío”: las consecuencias de la conducta, tanto las cercanas
como las lejanas, determinan dicha conducta. El comportamiento de los organismos
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El investigador debe evitar los constructos teóricos mal definidos y las metáforas,
rechazar las causas y explicaciones internas especialmente las mentalísticas y debe
centrarse en los determinantes ambientales y evolutivos del comportamiento. Las
cogniciones son conductas, poseen un lugar legítimo en una ciencia del comportamiento,
pero son conductas que requieren ser explicadas y no conductas que explican otras
conductas.
La ética fue un tema de interés primordial para Skinner y para sus sucesores. La
supervivencia del individuo, la supervivencia de la cultura e incluso de la humanidad, se
encuentra entre los puntos centrales de la ética. Lo que es “bueno” para el individuo lo
refuerza por su dotación genética, por su historia previa de reforzamiento y por las
contingencias ambientales. Lo que es “bueno para los otros” se deriva de la interacción
humana y de la cultura. Y lo que es “bueno para la supervivencia de la cultura” va más allá
de lo bueno para el individuo o para los otros; como afirma Skinner (1972) otras personas
pueden sobrevivir a la persona que lo inducen a actuar y la evolución de la cultura
introduce una clase adicional de bien o de valor.
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Conducta Verbal
El interés de Skinner por el lenguaje aparece muy pronto en su vida con su meta de
convertirse en escritor, y más adelante en sus publicaciones sobre el tema. Su libro Verbal
Behavior (1957) es la culminación de un proceso que va precedido de versiones anteriores
(mimeografiadas y distribuidas entre sus estudiantes) y por artículos sobre temas de
lenguaje, sobre Shakespeare, Gertrude Stein y otros. El libro Verbal Behavior es
completamente teórico, a diferencia de otras obras de Skinner. La tesis central de la obra es
que la conducta verbal está bajo el control de consecuencias mediadas por otras personas, y
ha de estudiarse en el contexto del análisis funcional. Introduce seis operantes: mando,
tacto, relación de audiencia, ecoico, textual e intraverbal, y además el autoclítico. La
conducta verbal es función del ambiente actual del hablante, de su historia genética y de su
historia conductual pasada. La conducta verbal no puede considerarse una función de
entidades inobservadas sino que depende de relaciones funcionales con el ambiente en el
cual ocurre.
que es un estímulo discriminativo de gran relevancia, puede asociarse con factores físicos
amplios, ser positiva o negativa. Ecoico es el comportamiento verbal que está bajo el
control funcional de estímulos verbales en el cual la respuesta verbal y el estímulo verbal se
corresponden punto por punto: el hablante repite lo que se le ha dicho. En ese caso el
estímulo es auditivo y la respuesta es vocal. Textual es el tipo de conducta asociada con la
escritura y la lectura, en la cual la respuesta vocal es controlada por un estímulo verbal que
no es oído.
El libro Verbal Behavior fue criticado por el lingüista Noam Chomsky (1959) en
una reseña muy negativa e injustificada. Por ejemplo se refirió a “psicología estímulo-
respuesta” que no es la psicología de Skinner, a reducción de impulsos y a muchos otros
elementos que no son parte de la obra. Esta crítica influyó muy negativamente en la
difusión del libro de Skinner y este nunca la contestó. Solo la hicieron sus seguidores años
después. Es probable que la crítica de Chomsky haya sido mucho más leída que el libro
original de Skinner.
Las investigaciones sobre lenguaje desde la perspectiva skinneriana han tenido gran
desarrollo en las últimas décadas (ver por ejemplo a Hayes, Hayes, Sato y Ono, 1995) y
hoy son una de las áreas de mayor importancia en el análisis experimental de la conducta.
La cuna para bebés (Air Crib) fue diseñada por Skinner cuando nació su segunda
hija Deborah, en 1944. Se trata de un cubículo con temperatura controlada, fácil de limpiar
y manejar. La idea era tener un ambiente adecuado para un bebé, donde hubiera estímulos,
y todo fuera reforzante tanto para la madre como para el infante. El cuidado del bebé se
facilitaba mucho, lo mismo su seguridad, alimentación y estimulación ambiental En este
Air Crib criaron Skinner y su esposa a Deborah y más adelante Julie crio también a sus dos
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hijas Lisa y Justine. La bebé estaba varias horas en esta cuna, pero también se la retiraba
del cubículo, estaba en contacto muchas horas con la madre y el padre.
Esta “caja” y sus ventajas para la madre y para el bebé la presentó Skinner en una
publicación y en conferencias, y fue muy mal recibida por el público en general y también
en parte por algunos colegas. Se afirmó que produciría deprivación materna y que causaría
problemas psicológicos terribles en el bebé. Esto era completamente falso, pero las críticas
abundaron, continuaron por décadas e incluso hoy se siguen presentando. Se llegó a decir
que Deborah se había suicidado, que había demandado a su padre, y otras afirmaciones
absurdas. Deborah ha dicho que fue una experiencia gratificante, es una persona
psicológicamente sana, una artista exitosa y se define como una esposa feliz. Vive en
Inglaterra y ha alcanzado reconocimiento como pintora.
Skinner fabricó aproximadamente 1000 Air Cribs entre 1957 y 1967 que se
vendieron en su momento, pero con su denominación por parte de los críticos de “caja de
Skinner para bebés” y con los ataques virulentos que se publicaron, la Air Crib no se
fabricó más.
El “Proyecto Palomo” (Pigeon Proyect) fue un trabajo orientado a colaborar con los
aliados durante la Segunda Guerra Mundial. Se entrenaba a palomas para guiar misiles e
interceptar bombas enemigas. A las palomas se las condicionaba para picotear un punto en
un misil que interceptaría una bomba. La idea era utilizar la tecnología operante para
minimizar la pérdida de vidas humanas en los bombardeos durante las guerras, algo similar
a los aviones no piloteados de la presente década (“drones”). Skinner elaboró el Proyecto,
tuvo financiación y los resultados experimentales fueron muy positivos. Sin embargo el
gobierno estadounidense finalmente no aceptó la propuesta (en 1944) y el Proyecto Palomo
no se puso en ejecución.
Otro invento de Skinner que tuvo gran impacto en la sociedad fueron las llamadas
máquinas de enseñar. Se inspiraron también en su segunda hija Deborah, que estudiaba en
la escuela Shady Hill (en Cambridge) donde iban los hijos de los profesores de la
Universidad de Harvard. Skinner encontró que los métodos para enseñar eran inadecuados
y para el caso de las matemáticas eran completamente absurdos. Inventó las máquinas de
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enseñar y dio origen a una tecnología muy elaborada que se denominó instrucción
programada. Su amigo Fred S. Keller desarrolló el sistema de instrucción personalizada
(PSI por sus siglas en inglés) con base en esas ideas de Skinner.
Los maestros vieron con temor las máquinas de enseñar y en general la instrucción
programada porque pensaron que iban a perder su trabajo. Skinner afirmó que “el maestro
que pueda ser remplazado por una máquina merece ser remplazado por una máquina”. Las
aplicaciones de las máquinas de enseñar fueron muy grandes, tanto con poblaciones
normales como con niños superdotados y con individuos excepcionales. En las últimas
décadas del siglo XX los computadores (ordenadores) cumplieron las funciones que
cumplían las máquinas de enseñar, y hoy son la versión contemporánea de ellas.
Aplicaciones
cognitiva en sus diversas versiones. Hoy se utiliza más la expresión terapia cognitivo-
conductual, que en términos estrictos sería redundante dado que la cognición es conducta,
desde la perspectiva skinneriana. Esta terapia cognitivo-conductual es la columna vertebral
de la psicología clínica de hoy. Por su énfasis en procedimientos basados en la evidencia,
ha sido considerada el fundamento de la psicología clínica y la psicoterapia con base
científica. También se utilizan los principios skinnerianos en la evaluación, la investigación
y la prevención de desórdenes del comportamiento.
2. Análisis conductual aplicado a la educación. Desde la educación parvularia
hasta la educación de adultos mayores, desde poblaciones “normales” hasta poblaciones
especiales, individuos creativos con habilidades superiores, con déficits cognitivos,
sensoriales, sociales, etc, los principios del análisis experimental del comportamiento tienen
gran relevancia en la educación en el siglo XXI. Los procesos de enseñanza – aprendizaje,
el diseño de currículos, la evaluación, se han beneficiado altamente de las investigaciones
en análisis comportamental. Aunque no se hable de “tecnología de la enseñanza” como se
hacía décadas atrás, y las máquinas de enseñar hayan sido remplazadas por los
computadores (ordenadores), las leyes del aprendizaje y su aplicación en el contexto
educativo son hoy la base de muchos desarrollos pedagógicos.
3. Análisis conductual en las organizaciones. Los sistemas complejos que son
las organizaciones abarcan empresas productivas (fábricas), de salud, de servicios, de
educación, negocios grandes y pequeños, instituciones financieras, grupos humanos tan
diversos como partidos políticos y religiosos, y otros. Se trabaja con metacontingencias en
varios niveles: el macrosistema, la organización, el proceso, la acción, la conducta de los
participantes directos en los procesos, la conducta de los gerentes, las conductas
interrelacionadas en múltiples niveles de la organización. El mundo del trabajo ha sido un
campo que se ha beneficiado grandemente con los principios skinnerianos, las
metodologías operantes, y las aplicaciones a nivel de comunidades.
4. Manejo de contingencias en el sistema de prisiones. La resocialización de
personas que han cometido infracciones, delitos, crímenes, infringido la ley en cualquier
forma, es uno de los campos más complejos de trabajo, dado el gran número de variables
que influyen en la modificación del comportamiento en estos contextos. Uno de los
primeros ejemplos exitosos de la aplicación de los principios skinnerianos en estos
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contextos fue la National Training School for Boys, en Washington, D.C. en 1964. Los
programas de resocialización por manejo de contingencias para los llamados “delincuentes
juveniles” se han aplicado con gran éxito. Lo mismo con otras poblaciones de infractores
de la ley.
5. Diseño de culturas. Skinner como inventor social diseñó una comunidad
basada en los principios del análisis experimental del comportamiento que denominó
Walden Dos, siendo el Walden original la obra de H.D. Thoreau, el escritor estadounidense
de mediados del siglo XIX. Walden Dos se planeó como una sociedad “perfecta” y Skinner
se preocupó grandemente por explicitar todos los procesos que se llevaban a cabo en dicha
sociedad, los principios científicos en que se basaba y las críticas que se le podían
presentar. Se han organizado varias comunidades con base en los mismos principios de
Skinner (ver Kuhlmann, 2005, para una descripción completa y detallada de estas
comunidades), siendo las más conocidas Twin Oaks (en Estados Unidos) y Los Horcones
(en México). Walden Dos como sociedad en la cual las personas realizan sus
potencialidades y viven vidas felices y creativas fue el intento de conciliar las varias facetas
de la vida de Skinner, como humanista, como escritor, como crítico social, como inventor
social y como científico.
6. Otros campos: aplicaciones en la comunidad, en la economía, la ecología, en
los problemas asociados con el desarrollo humano y otros campos.
las especies, por ejemplo entre la rata blanca y la paloma, entre los seres humanos y otras
especies.
Sobre este tema, las principales publicaciones de Skinner son las relacionadas con
ontogénesis y filogénesis, y con la selección por sus consecuencias.
Los eventos son observables en principio, tanto los públicos como los privados. En
libros como Science and Human Behavior (1953) y en About Behaviorism (1974) estos
problemas reciben un tratamiento detallado. Recordemos que los trabajos sobre autocontrol
comportamental parten de Skinner, y lo mismo el estudio de la conducta verbal, la conducta
gobernada por las reglas y las modernas teorías sobre cognición y conciencia, tanto en seres
humanos como en otras especies.
Decir que para Skinner solo importa la conducta abierta, no pasa de ser un mito.
La presentación de los mitos acerca de Skinner y su obra nos llevan a señalar que todavía
existe mucha ignorancia sobre el conductismo radical, las contribuciones de su autor al
conocimiento, Skinner como humanista, la filosofía de Skinner, el papel que juega la
tecnología del comportamiento en el mundo actual, lo que “realmente dijo Skinner” y lo
que la gente afirma que dijo. Los libros de Skinner han sido traducidos a muchos idiomas y
se siguen leyendo, especialmente Ciencia y Conducta Humana, Walden Dos, y Más Allá de
la Libertad y la Dignidad, pero no se leen tanto sus obras más técnicas como La Conducta
de los Organismos y definitivamente no se lee Conducta Verbal. Skinner está a punto de
convertirse en un “clásico” que es un autor del que todo el mundo habla y pretende estar
informado pero que en realidad nadie lee.
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Unidos atacó públicamente el libro diciendo que se oponía a los valores estadounidenses
más preciados (Agnew, 1972). Las ideas políticas y sociales de Skinner se centraron
siempre en el humanismo, pero la imagen pública de Skinner era que estaba proponiendo
una tecnocracia anti-democrática.
Yo nunca estudié con Skinner, pero desde que leí Ciencia y Conducta Humana siendo
estudiante tuve gran admiración por el autor de esta propuesta revolucionaria de aplicar los
métodos de la ciencia al estudio de los asuntos humanos. “Los métodos de la ciencia han
sido extraordinariamente eficaces dondequiera que se han ensayado, ¿por qué no los
aplicamos entonces a los asuntos humanos?” (original en inglés 1953, traducción española
de 1970 p. 37). Mantuve correspondencia con Skinner a lo largo de varias décadas. Lo
visité por primera vez en junio de 1973 en su oficina de la Universidad de Harvard, estuve
en su casa de Cambridge en varias ocasiones, conocí a su familia y mantengo una cálida
relación con su hija Julie Skinner Vargas, a quien trajimos a Colombia en septiembre de
1996 (a un evento organizado por ABA Colombia, bajo el liderazgo de Wilson López
López). Hice traducir al español About Behaviorism, le escribí el Prólogo, y yo mismo
traduje Verbal Behavior que publicó en México la Editorial Trillas. Ayudé a difundir las
ideas de Skinner en mi país, Colombia, en otras naciones latinoamericanas, en España y
más allá, pero siendo siempre crítico de las mismas y sin considerar que fueran “la última
palabra” acerca de los fenómenos psicológicos. Es obvio que la “última palabra” no se ha
dicho ni tiene ningún sentido tratar de decirla, según la ciencia (en la cual creía Skinner y
en la cual creemos la mayor parte de los psicólogos). Fundé la Asociación Latinoamericana
de Análisis y Modificación del Comportamiento (ALAMOC). Trabajé a lo largo de la vida
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en algunos temas conceptuales, experimentales y aplicados que deben mucho a las ideas de
Skinner.
Julie S. Vargas, 2004, hija de Skinner en el estudio de su padre situado en el sótano de la casa.
Ese intercambio epistolar con él y esa interacción personal fueron muy valiosos para
mí, y en algunas ocasiones me permitieron estar en desacuerdo con algunas de las ideas de
Skinner. Él siempre fue un interlocutor respetuoso, además de ser un excelente
argumentador con un discurso muy bien articulado. Disentir de algunos conceptos con
Skinner, permitirme argumentar con él en relación con sus ideas, fueron privilegios que
valoro mucho. También, lógicamente, analizar todo aquello en lo cual estábamos de
acuerdo. Cuando mi libro Walden Tres se tradujo al inglés, se lo hice llegar, y también se lo
había enviado cuando se publicó por primera vez en español. Sin embargo Skinner leía
francés pero no castellano.
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Julie S. Vargas ha sido en las últimas décadas la figura líder en la Fundación B.F.
Skinner, en mantener el legado de su padre a nivel global. Los numerosos miembros de la
Association for Behavior Analysis International (ABAI), las Convenciones de esta
asociación y de muchas otras en muchos países del mundo, las publicaciones, las
investigaciones, las aplicaciones, la internacionalización del análisis conductual (Ardila,
2006), los trabajos interdisciplinarios, y los numerosos seguidores de Skinner en todo el
planeta, demuestran la vitalidad de sus ideas en estas décadas del siglo XXI. Siguen siendo
verdaderas las palabras que escribió en 1971 en Más Allá de la Libertad y la Dignidad.
“Casi todos nuestros principales problemas tienen que ver con el comportamiento
humano y no pueden resolverse únicamente con las tecnologías derivadas de la física y de
la biología. Lo que se necesita es una tecnología del comportamiento, pero nos hemos
demorado en desarrollar la ciencia de la cual puede derivarse dicha tecnología… El papel
de la selección natural en la evolución se formuló solamente hace un poco más de cien
años, y el rol selectivo del ambiente para moldear y mantener la conducta del individuo
solamente ahora comienza a ser reconocido y estudiado… Un análisis científico formula
preguntas relacionadas con los ´valores´ ¿Quién va a usar la tecnología y con qué fin?
Hasta que se resuelvan tales problemas, la tecnología del comportamiento seguirá siendo
rechazada y con ella posiblemente la única forma de resolver nuestros problemas” (pp. 22-
23).
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Agnew, S.T. (1972, January). Agnew´s blast of behaviorism. Psychology Today, pp. 4, 84,
87.
Ardila, R. (1999). The experimental analysis of behavior. Basic concepts and perspectives.
Bogotá: Fundación para el Avance de la Psicología.
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