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FAMILIA Y
SUCESIONES
Transmisión de los derechos
por causa de muerte
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Guías de Análisis y Estudio
Contenido
PRESENTACIÓN ........................................................................................... 3
http://www.rubinzalonline.com.ar/blog/el-derecho-de-sucesiones-en-el-proyecto-de-
codigo-civil-y-comercial-por-francisco-ferrer/#.Vj7Ssbcvfcc
http://www.gracielamedina.com/assets/Uploads/SUCESIONES-PRINCIPIO-final.doc
http://aldiaargentina.microjuris.com/2012/09/27/colacion-y-legitima-en-el-proyecto-de-
nuevo-codigo-civil-y-comercial/
http://thomsonreuterslatam.com/2015/02/04/doctrina-del-dia-fideicomiso-
testamentario-en-el-codigo-civil-y-comercial-analisis-de-la-nueva-normativa-autor-
claudio-m-kiper-y-silvio-v-lisoprawski/
En definitiva existe una mayor libertad personal que va acompañada con una
mayor responsabilidad.
En principio, responden por las deudas del causante con los bienes que
reciben, o con su valor en caso de haber sido enajenados.
Y como esa transmisión se produce ipso iure, en bloque y de una sola vez,
comprendiendo todas las relaciones jurídicas patrimoniales transmisibles, incluidas las
deudas, se lo llama también sistema de sucesión universal.
Los herederos, a su vez, pueden ser legítimos, esto es, llamados por la ley a
recibir la herencia, o testamentarios, cuando su llamamiento proviene del testamento
del causante.
§ 8. Personas que pueden suceder. Pueden suceder las personas que existan
a la fecha del fallecimiento del causante, o que estando concebidas nazcan con vida,
como también las personas jurídicas existentes a dicho tiempo, y las fundaciones
creadas por el testamento del causante (art. 2279).
h) los que hayan inducido o coartado la voluntad del causante para que
otorgue testamento o deje de hacerlo, o lo modifique, así como los que
falsifiquen, alteren, sustraigan, oculten o sustituyan el testamento;
i) los que hayan incurrido en las demás causales de ingratitud que permiten
revocar las donaciones.
Si fallece sin optar, transmite a sus herederos ese derecho (art. 2290).
Cesión de herencia
Se precisan las ventajas que comprende la cesión (las que resulten ulteriormente
por colación, renuncia o caducidad de legados, etc.), y las que quedan excluidas, salvo
pacto en contrario (renuncia o exclusión de un heredero, etc.) en estos términos
§ 21. Garantía por evicción. La regla del art. 2305 dispone que si la cesión es
onerosa, el cedente garantiza al cesionario su calidad de heredero y la parte indivisa
que le corresponde en la herencia, excepto que sus derechos hayan sido cedidos como
litigiosos o dudosos, sin dolo de su parte.
§ 23. Momento a partir del cual produce efectos. La cesión produce sus
efectos del siguiente modo, pautado en el art. 2302:
Petición de herencia
Luego el art. 2311 despeja un arduo tema estableciendo en forma expresa que la
acción es imprescriptible, sin perjuicio de la prescripción adquisitiva del poseedor con
relación a cosas singulares. Tal principio es congruente con el artículo 712 del CCyC: las
acciones de estado de familia son irrenunciables e imprescriptibles
son válidos los actos de administración del heredero aparente realizados hasta la
notificación de la demanda de petición de herencia, excepto que haya habido
mala fe suya y del tercero con quien contrató.
son también válidos los actos de disposición a título oneroso en favor de terceros
que ignoraban la existencia de herederos de mejor o igual derecho que el
heredero aparente, o ignoraban que los derechos de éste estuvieran
judicialmente controvertidos.
2321.- Responsabilidad con los propios bienes. Responde con sus propios
bienes por el pago de las deudas del causante y cargas de la herencia, el
heredero que:
b) por los créditos posteriores, concurren a prorrata con los acreedores del
causante.
Indivisión hereditaria
Los frutos de los bienes indivisos acrecen a la indivisión, excepto que medie
partición provisional (art. 2329). Se comprenden los frutos naturales y civiles, y se trata
de una regla que viene del Derecho Romano, fructus omnes augent hereditatem
(Digesto 5, 3; 20, 3, y 40, 1), aceptada pacíficamente, a tal punto que se considera un
principio general del Derecho sucesorio.
o Estos convenios pueden ser renovados por igual plazo al término del
anteriormente establecido.
Una de ellas es la relativa a la indivisión por diez años a partir de la muerte del
causante que puede imponer el cónyuge supérstite sobre una unidad económica o
sobre partes sociales, acciones o cuotas de una sociedad, siempre que haya adquirido o
constituido en todo o en parte el establecimiento, o que sea el principal socio o
accionista de la sociedad.
En relación a las ventajas que reporta la elección del último domicilio del
causante a los efectos de determinar el juez competente en materia sucesoria, se ha
sostenido doctrinariamente que las mismas surgen evidentes pues permite concentrar
ante un solo
§ 37. El caso del heredero único. Se modifica y se aclara el caso del heredero
único, del artículo 3285, disponiendo ahora que las acciones personales de los
acreedores sucesorios pueden, a su opción, dirigirse ante el juez del último domicilio del
causante o ante el juez del domicilio del heredero único (art. 2336, 3er párr.).
Cuando hay testamento (artículo 2347), el testador puede designar uno o varios
administradores y establecer el modo de su reemplazo, y se lo considerará tal aunque lo
haya designado como liquidador de la herencia, albacea, ejecutor testamentario o de
otra manera similar. La disposición no es del todo clara, y se debe coordinar con el
artículo 2529, según el cual cuando hay herederos no le compete al albacea o al
liquidador testamentario ni la representación ni la administración de la herencia, lo cual
es criterio pacífico de la doctrina autoral y judicial vigente, y consideramos que la norma
del artículo 2347 se debe interpretar en función de lo dispuesto en el artículo 2529, a
contrario, norma esta última que debe prevalecer, en cuanto los herederos son
copropietarios de la herencia.
Cabe señalar que los interesados en la rendición de cuentas no sólo son los
coherederos, sino también los acreedores y legatarios de la sucesión, por su evidente
interés en una correcta labor administradora. Así lo dispone expresamente el Código de
Vélez Sársfield, artículo 3382, cuya doctrina sigue vigente.
Partición
Agrega este precepto una norma novedosa: cualquiera de los copartícipes puede
pedir que la partición se postergue total o parcialmente por el tiempo que fije el juez si
su realización inmediata puede redundar en perjuicio del valor de los bienes indivisos.
No parece acertada esta inclusión; los bienes sujetos a reducción no pueden ser
objeto de partición, porque sencillamente no integran el patrimonio hereditario;
previamente se requiere la sentencia que declare ineficaz la transmisión de
dominio y ordene la reducción de la donación en la medida necesaria para
completar la legítima, y, en todo caso, el bien ingresará al patrimonio del
heredero accionante, y no en el patrimonio hereditario. El valor de todas las
donaciones efectuadas en vida por el causante, se toma en cuenta sólo para
formar la masa que sirve de base a los fines de determinar la legítima, pero no
Las sumas que deben ser colacionadas por uno de los coherederos se imputan a
sus derechos sobre la masa.
o Se formarán entonces dos lotes respectivos, cada uno de ellos por dicha
suma (para los dos herederos que no tienen colación que imputar), y uno
mas que será de 200.000 pesos para el heredero que recibió aquella
donación, la que quedará imputada a sus derechos sobre la masa.
Desaparecen los requisitos de que el valor del inmueble no debe superar el límite
fijado para inscribir un inmueble como bien de familia, y también de que debe tratarse
del único inmueble habitable de la herencia. Basta que el inmueble haya sido el último
hogar conyugal, y que a la apertura de la sucesión no se encontrase en condominio con
otras personas. Es inoponible a los acreedores del causante.
Colación
El art. 2385 aclara que también hay obligación de colacionar en las sucesiones
testamentarias si el testador llama a recibir las mismas porciones que corresponderían
al cónyuge o a los descendientes en la sucesión intestada.
Otros beneficios incluidos en la colación son los siguientes: las primas pagadas
por el causante al asegurador, por un seguro de vida contratado a favor de un heredero,
hasta la concurrencia del premio cobrado por el beneficiario; y, además, los importes
empleados para establecer al coheredero, o para el pago de sus deudas (art. 2392).
Cabe señalar que el premio lo cobra el heredero beneficiario del seguro, y no el
asegurado, como erróneamente expresa este precepto, y que la donación colacionable
es el importe de las primas pagadas por el causante -asegurado-, hasta el límite del
premio cobrado por el beneficiario.
§ 74. Garantía de evicción entre los coherederos. Este es uno de los efectos
propios de la partición. Los coherederos son garantes, los unos respecto de los otros, de
toda evicción de los objetos que les han correspondido en la partición, y también de
toda turbación de derecho en el goce pacífico de los objetos mismos, siempre que la
evicción o la turbación sean anteriores a la partición.
Para hacer efectiva esa garantía, dice el art. 2404, cada uno de los herederos
responde por la correspondiente indemnización en proporción a su parte, debiendo
también soportar el heredero vencido o perjudicado la parte proporcional que le
corresponda. Si un coheredero no puede hacer efectiva su parte en la garantía, debido a
su insolvencia, su contribución deber ser cubierta por todos los restantes coherederos.
El art. 2405 establece que en los supuestos en que resulte necesario hacer cierta
la garantía de evicción, a los efectos de determinar su cuantía, se tomará en cuenta el
valor de los bienes al tiempo en que se produce dicha evicción.
Esta norma se aplica a todo acto, cualquiera sea su denominación, cuyo objeto
sea hacer cesar la indivisión entre los coherederos, excepto el caso de una cesión de
derechos hereditarios (art. 2409).
Como decía Vélez Sársfield en la nota al artículo correlativo de su código (el art.
3514 CC) de este modo "los padres sustituyen su voluntad ilustrada a la decisión
de la suerte, puede decirse, para atribuir a cada uno de sus hijos el bien que
conviene a su carácter, a su profesión, o a su posición pecuniaria". Como ha
dicho Zannoni, la ley ha considerado que el padre es el más habilitado para
juzgar los merecimientos o aptitudes de cada uno de sus hijos, y a ese efecto lo
autoriza para hacer la partición de sus bienes.
§ 79. Partición por donación. La partición por donación puede ser hecha por
actos separados si el ascendiente interviene en todos ellos (art. 2415), y el donante
puede transmitir la plena propiedad, reservándose el usufructo de los bienes donados,
pudiendo también pactar una renta vitalicia a su favor (art. 2416).
La partición por donación puede ser revocada por el donante por las causas que
habilitan la revocación de donaciones (arts. 1569 y 1571), y por las de indignidad
sucesoria (art. 2420).
Los órdenes son excluyentes: ello significa que dado un orden hereditario
cualquiera, las personas incluidas en él desplazan a las del orden siguiente,
cualquiera sea el grado de parentesco. Así, por ejemplo, el hijo del causante
(“descendiente”) desplaza al padre del causante (“ascendiente”).
o Convendrá tener presente, que este principio tiene una excepción que se
manifiesta en el derecho de representación. Este es un re medio
imaginado para evitar los perjuicios originados por el fallecimiento
prematuro, ya que los descendientes serían desplazados por los
parientes del mismo grado del premuerto, contrariando así el orden de la
naturaleza y alterando la organización de la familia. De esa forma, los
§ 87. Sucesión del cónyuge por bienes propios. El cónyuge puede concurrir
con descendientes o con ascendientes, lo que determinará diversos derechos en lo que
concierne a la parte que le corresponderá en los bienes propios del premuerto
Los dos hijos se reparten entre sí por partes iguales la mitad de los
gananciales que no recibe el esposo ($ 250.000 cada uno) y recibirán igual
cuota que el esposo en la división de los propios (como se dijo,
corresponderán $ 300.000 cada uno). En consecuencia, cada uno de los hijos
recibirá $ 550.000.
El esposo también tiene derecho -en este caso- a tener una parte sobre la
otra mitad de los gananciales ($ 500.000) y también –como antes- sobre los
bienes propios ($ 900.000). En ambos casos, le va a corresponder la mitad
($250.000 y $ 450.000 respectivamente)
Esta disposición reformula una regla contenida en el Código derogado, con una
fundamental diferencia: la excepción de la parte final allí se habilitaba para el caso de
que el matrimonio se hubiera celebrado para regularizar una situación de hecho,
mientras que ahora se requiere una “unión convivencial” (no tiene que estar inscripta,
pero si tiene que reunir los requisitos establecidos por el CCyC, en especial la duración
de dos años, lo que implica que no se aplicará a cualquier tipo de convivencia previa de
hecho).
Porción legítima
Como se advierte, este cálculo utiliza el mismo criterio que el indicado para la
colación. El sentido de ello es que el tiempo que transcurre entre la muerte y la
partición puede ser considerable, por lo cual es bueno tomar los valores de lo donado a
la partición, pero teniendo en cuenta el estado del bien a la época de la donación, lo
que puede no coincidir con el estado del bien a la época de la partición.
Con imputación a la porción disponible el testador puede hacer los legados que
estime conveniente, o mejorar con ella a sus herederos legítimos (forzosos), ya que su
capacidad para disponer libremente por testamento sólo se extiende hasta la
concurrencia de la porción legítima que la ley asigna a sus herederos.
Sin embargo, el art. 2459 establece que la acción de reducción “no procede
contra el donatario ni contra el subadquirente que han poseído la cosa donada durante
diez años computados desde la adquisición de la posesión”.
Dice que el causante puede por el medio que estime conveniente (v.gr.:
donación, legado), “incluso mediante un fideicomiso”, dejarle al ascendiente o
descendiente con “discapacidad”, además de la porción disponible, un tercio de
las porciones legítimas. Se puede agregar, entonces, un tercio a la porción. La
porción legítima de los descendientes es de dos tercios, y la de los ascendientes
de un medio (art. 2445).
Esta norma tiene algunos cambios con respecto a su análogo artículo 3604 del
Código derogado, destacándose las siguientes variantes:
Sucesión testamentaria
Los que suelen otorgar testamento son los que no tienen herederos forzosos y no
quieren que sus bienes vayan a parar al Estado, ya que no confían en el buen destino de
los mismos. Prefieren entonces instituir herederos y hacer legados, muchas veces a
favor de algunos parientes con los que tienen un vínculo afectivo, para que los que se
han desinteresado o no han conservado contacto con el testador no concurran a recibir
la herencia. También lo hacen a favor de amigos así como los legados suelen favorecer
a instituciones de bien público o a asociaciones religiosas.
§ 108. Otorgamiento del testamento. La naturaleza del acto exige que las
disposiciones testamentarias sean “la expresión directa de la voluntad del testador”
(art. 2464). Esta idea nos lleva a sustentar tres consecuencias directas que están
expresadas en el Código a continuación, dentro de la misma norma:
El error del testador sobre la fecha no perjudica la validez del acto, pero el
testamento no es válido si aquél le puso voluntariamente una fecha falsa para
violar una disposición de orden público.
Los agregados escritos por mano extraña invalidan el testamento, sólo si han
sido hechos por orden o con consentimiento del testador.
§ 111. Testamento por acto público. El testamento por acto público se otorga
mediante escritura pública, ante el escribano autorizante y dos testigos hábiles, cuyo
nombre y domicilio se deben consignar en la escritura (El art. 2479 CCyC reduce en
consecuencia el número de testigos, que en el Cciv derogado era de tres). A
continuación se aclara que:
El testador puede dar al escribano sus disposiciones ya escritas o sólo darle por
escrito o verbalmente las que el testamento debe contener para que las redacte
en la forma ordinaria. En ningún caso las instrucciones escritas pueden ser
invocadas contra el contenido de la escritura pública.
La ley vigente al tiempo de testar rige la forma del testamento (art. 2472). El
cambio de ley posterior que modifique las formas del testamento no afecta su validez
porque en ese aspecto el acto ha quedado perfeccionado cumpliendo con las
solemnidades existentes en el momento en que se hizo.
Está prevista la nulidad para el caso de que el testamento haya sido prestado
por una persona privada de razón o declarada incapaz, aunque se admite que ésta
puede otorgar testamento en intervalos lúcidos que sean suficientemente ciertos como
para asegurar que la enfermedad ha cesado por entonces (art. 2467 incs. c y d).
Tampoco puede testar una persona que padece limitaciones en su aptitud para
comunicarse en forma oral y, además, no saber leer ni escribir, excepto que lo haga por
escritura pública, con la participación de un intérprete en el acto (art. 3467 inc. e).
La ley vigente al momento de la muerte del testador será la que se aplicará para
resolver sobre el contenido del testamento, su validez o nulidad (art. 2466). En relación
a esta cualquier interesado puede demandar la nulidad del testamento o de alguna de
sus cláusulas a menos que, habiéndolo conocido, haya ratificado las disposiciones
testamentarias o las haya cumplido espontáneamente (art. 2469).
También hay revocación tácita por matrimonio posterior del testador, salvo que
haya instituido heredero a la persona con la cual luego se casó, o que de sus
disposiciones resulte la voluntad de mantenerlas aun después del matrimonio (art.
2514).
Por ejemplo si el causante tenía dos hijos y uno de ellos fuera indigno, esta
proporción no queda vacante, sino que la absorbe el que quedará como único
heredero.
El art. 2489 señala también en sus dos últimos párrafos dos puntualizaciones
relevantes en cuanto al derecho a acrecer en estos casos:
Se aplican las normas del fideicomiso contractual (art. 1699), que deben
adecuarse a la naturaleza específica del fideicomiso testamentario, en cuanto
acto de última voluntad.
Pueden ser legados todos los bienes que están en el comercio, aun los que no
existen todavía pero que existirán después.
Se puede legar una cosa gravada, en tal caso el legatario responde por las
obligaciones a cuya satisfacción está afectada la cosa legada, hasta la
concurrencia del valor de ésta (art. 2507).
Debe pagar los legados con conocimiento de los herederos y reservar los bienes
de la herencia suficientes para proveer a las disposiciones del testador dándoles
oportunamente el destino adecuado.
Además, el albacea:
responde por los daños que el incumplimiento de sus deberes cause a herederos
y legatarios (art. 2527)
debe ser parte en todo juicio en que se cuestione la validez del testamento o el
alcance de sus disposiciones (art. 2528, parte final).
También tiene derecho a la restitución de los gastos en que incurra para llenar
su cometido y a borar los honorarios o la remuneración que le corresponden por
trabajos de utilidad para la sucesión que haya efectuado en ejercicio de una profesión.