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2018 - Año de los Juegos Olímpicos de la Juventud

PROYECTO DE LEY

PROTOCOLO PARA LA ATENCIÓN DE ABORTOS NO PUNIBLES

Artículo 1°.- OBJETO.


El propósito de la presente ley es garantizar la atención integral y oportuna de las
mujeres, adolescentes, niñas y personas gestantes con derecho a la interrupción legal del
embarazo, que será de cumplimiento obligatorio por parte de todos los establecimientos
sanitarios pertenecientes a los sistemas de salud pública, privada y de la seguridad social
de la Ciudad de Buenos Aires, conforme lo dispuesto por la Ley Básica de Salud de la
Ciudad de Buenos Aires Nº 153, a fin de garantizar el acceso oportuno y en condiciones
de equidad e igualdad enunciado en los incisos 1° y 2° del artículo 86° del Código Penal
de la Nación, el cual exime de pena a la persona que solicite la interrupción legal del
embarazo y al profesional médico que lleva adelante tal práctica. No se requerirá de
autorización judicial ni de ningún otro requisito, con excepción de los establecidos en la
presente norma.
Artículo 2°.- AUTORIDAD DE APLICACIÓN.
La autoridad de aplicación de la presente ley será el Ministerio de Salud de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires o el órgano que en el futuro lo reemplace.
Artículo 3°.- PRESTACIONES.
El Ministerio de Salud de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires debe garantizar la
atención integral, oportuna y eficaz de las personas que deseen interrumpir el embarazo,
conforme lo normado en el artículo 86 del Código Penal de la Nación, en todo el
Sistema de Salud de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, público, privado y de la
seguridad social.
Por esta razón el Sistema de Salud de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires deberá:
a. Realizar estudios diagnósticos y las intervenciones médicas necesarias para
interrumpir el embarazo, disponiendo para su práctica de los métodos más seguros y
menos invasivos.
b. El acceso a tratamientos psicoterapéuticos si la persona gestante que se realizara
la práctica así lo solicitara.
c. Antes y después de realizada la interrupción del embarazo, las personas
embarazadas y eventualmente sus parejas deben recibir información y provisión gratuita
de métodos anticonceptivos que soliciten. Además recibirán información sobre
prevención de HIV y otras enfermedades infectocontagiosas.
d. En los casos en que la gestante tenga cobertura social, la obra social o la entidad de
medicina prepaga a la que esté adherida tiene la obligación de otorgarle cobertura en
todos los exámenes de salud que sean necesarios, además de la interrupción legal del
embarazo.
e. El sistema de salud pública de la Ciudad de Buenos Aires no podrá negar estos
estudios y prácticas a ninguna mujer, adolescente, niña o persona gestante. Costeará la
cobertura médica de aquellas que no tienen otro plan médico, y en caso que lo tuviera
será la institución médica quien gestionará el cobro a la obra social o medicina prepaga
correspondiente en los términos de la Ley 5.622.
Queda prohibida la exigencia de:
a. Cualquier autorización por parte del personal jerárquicos del sistema de salud.
b. La intervención de comités de ética, miembros jurídicos, colegios profesionales o
institución religiosa.
c. La obligación de realizar denuncia policial o judicial.
d. La imposición de períodos de espera.
e. La negativa por edad gestacional avanzada para realizar la práctica.
f. Cualquier otro requisito o restricción que no surja expresamente de esta ley.

Artículo 4°.- CASOS DE VIOLACIÓN.


Para la constatación de los casos de violación, previstos en el inciso 2° del artículo 86
del Código Penal de la Nación, la o el médico tratante solicitará a la persona embarazada
o a su representante legal, que presente una declaración jurada en la que manifieste dicha

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situación, que será incorporada en la historia clínica. Si hubiese efectuado denuncia


judicial o policial, bastará con su exhibición y registro en la historia clínica.
Artículo 5°.- CONSENTIMIENTO INFORMADO.
Las y los profesionales de la salud deben proveer información a las personas que
soliciten la interrupción legal del embarazo. En el marco de la confidencialidad deben
dar lugar a que las personas que lo soliciten puedan realizar todas las preguntas que
estimen necesarias, que se deben responder de manera clara, especialmente cuando la
práctica sea solicitada por personas menores de 14 años o consideradas incapaces,
quienes deben ser oídas e informadas durante el proceso de decisión. En el caso que
tuvieran representante legal el mismo participará del proceso de información si la
persona embarazada, así lo desea. En caso contrario podrá recibir la información en
forma separada. Asimismo, el profesional médico tiene la obligación de informarla sobre
el derecho que le asiste a la práctica del aborto no punible. En el proceso de información
queda prohibida toda participación de terceros, que no estuviera previamente
establecido.
Para la interrupción legal de embarazo, contemplados en los incisos 1° y 2° del artículo
86 del Código Penal de la Nación, es requisito que la persona embarazada o algún
representante legal, otorgue previamente su consentimiento.
Artículo 6°.- REQUISITOS
La interrupción legal del embarazo debe ser realizada según lo que indica el presente
protocolo y no debe ser sometida a juicios derivados de consideraciones personales,
religiosas por parte de las y los profesionales de la salud y de la institución médica
respectiva, ni de terceros.
Los profesionales no podrán consultar previamente con la pareja, padre, madre o
cualquier otra persona allegada a la persona que desea acceder a la interrupción legal del
embarazo a fin de cumplir con el deber de confidencialidad, con excepción de los casos
en los que la persona embarazada lo solicite.
Artículo 7°.- OBLIGACIÓN MÉDICA E INSTITUCIONAL. PLAZO. SANCIONES.
Las instituciones de salud deben contar con los recursos humanos, materiales y
financieros suficientes para garantizar la cobertura de las prácticas médicas que indica el
presente protocolo, siendo esto responsabilidad de las autoridades del establecimiento.
Artículo 8°.- Para la constatación de la causal de la interrupción voluntaria del embarazo
será suficiente con lo expresado por la persona gestante.
La realización de las prácticas médicas o quirúrgicas necesarias para la interrupción
segura de la gestación deberá concretarse dentro de un plazo sumarísimo.
Artículo 9°.- En caso de duda respecto a la interpretación o aplicación de una norma
contenida en la presente ley, se deberá adoptar aquella que amplíe los derechos de la
mujer, adolescente, niña o persona gestante a acceder a la interrupción del embarazo.
Artículo 10°.- La autoridad de aplicación deberá hacer efectiva la difusión de la presente
ley a través de los medios de comunicación, además de la página del Ministerio de
Salud de la Ciudad de Buenos Aires. Asimismo, garantizará su difusión en los centros
de salud y educativos, sean estos públicos o privados. Incluyendo esta difusión en el
Programa de Salud Sexual y Procreación Responsable, en la atención de ginecología y
obstetricia y en los programas de Educación Sexual Integral.
Artículo 11°.- Incorporación al menú de prestaciones.
Todas las obras sociales y empresas de medicina prepaga que ejerzan su actividad en el
ámbito de la Ciudad de Buenos Aires deberán incorporar en su menú de prestaciones la
cobertura de las prácticas previstas en la presente ley.
Artículo 12°.- Los establecimiento de salud pública, privada o el servicio de seguridad
social no pueden negar el derecho de la persona gestante a la interrupción legal del
embarazo. En caso de que los establecimientos médicos, tanto públicos como privados,
incumplieran la resolución de la presente ley, la persona gestante o un representante
legal, podrá acudir ante la autoridad de aplicación, a fin de obtener la garantía de realizar
la interrupción del embarazo, allí donde se lo hayan negado.
Artículo 13°.- Comuníquese, etc.

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FUNDAMENTOS

A pocos meses de que el Senado votara contra el derecho a la interrupción voluntaria del
embarazo, en la Ciudad de Buenos Aires, volverá a regir el protocolo para los abortos no
punibles que elaboró Jorge Lemus cuando ocupó el cargo de Ministro de Salud de la
Ciudad de Buenos Aires (2007-2012). El Tribunal Superior de Justicia impugnó un fallo
que frenó durante años la aplicación de la resolución 1252/2012 que incluía el citado
protocolo. Con este fallo los artículos más reaccionarios de ese texto elaborado cuando
el actual Presidente Mauricio Macri era jefe de Gobierno, volverán a estar vigentes.
Entre estos artículos se encuentra uno que sostiene que en caso de violación, la práctica
médica deberá realizarse dentro de las 12 semanas. El protocolo elaborado por Lemus
retrotrae derechos establecidos en el Código Penal y el fallo FAL, que no establece
plazos para la realización de un aborto no punible, sostiene que la práctica es una
decisión de la embarazada y el médico y comprensiblemente indica que no es necesario
autorización de la Justicia. Estos elementales derechos quedan sepultados en el
protocolo de Jorge Lemus.
Este fallo se encuadra con las actitudes del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez
Larreta, quien suele mandar fuertes señales a favor de la cúpula de la Iglesia como
sucedió en medio del debate por el derecho al aborto legal seguro y gratuito, en el
pasado Tedeum del 9 de Julio de este año. Allí planteó: “En este 9 de julio, al celebrarse
un nuevo aniversario de la Independencia Nacional, quiero presentarme ante Dios como
Jefe de Gobierno, consagrando mi vida, mi gestión y la Ciudad de Buenos Aires al
cuidado del Sagrado Corazón de Jesús, lo hago bajo la protección del Inmaculado
Corazón de la Virgen, su Madre, cuyo nombre lleva esta Ciudad”. Los acuerdos del
mandatario porteño con la Iglesia terminan restringiendo los derechos de las mujeres y
personas gestantes.
Quienes impulsamos este proyecto de Ley somos parte de la enorme "marea verde" que
reclama por el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo por solo decisión de la
persona que quiera acudir a esta práctica médica. Tras la votación negativa en el Senado
a este derecho y la vigencia del reaccionario protocolo de Lemus, presentamos el
presente proyecto para reducir las muertes por aborto clandestino en la Ciudad de
Buenos Aires.
Es de público conocimiento que la puesta en práctica de la interrupción legal del
embarazo en la Ciudad de Buenos Aires ha transitado un camino lleno de obstáculos.
Hace ya seis años, en marzo de 2012, la Corte Suprema de Justicia de la Nación dictó
sentencia en el caso "F. A. L." y brindó posición sobre la lectura del artículo 86 del
Código Penal que reconoce desde 1921 el derecho al aborto no punible. En esa
sentencia, entre otras afirmaciones, se establecía el derecho de todas las mujeres al
aborto no punible en caso de violación y de discapacidad mental. Asimismo manifiesta
que para poder acceder a dicha práctica no se requiere autorización judicial ni denuncia
policial previa. Dicha sentencia insta al Estado Nacional y a los Estados Provinciales a
que sancionen protocolos que regulen el acceso a los abortos no punibles.
El protocolo (Resolución 1252/2012), dictada por el entonces ministro de Salud de la
Ciudad de Buenos Aires, Jorge Lemus, solo incluye la atención médica a seguir en caso
de que la vida o la salud de la mujer estuviesen en riesgo o si la gestación fuese
consecuencia de una violación de una mujer con discapacidad mental.
El movimiento de mujeres viene denunciando que la resolución firmada por Lemus
constituye un agravio a los derechos de las mujeres por la cantidad de requisitos
arbitrarios que se exigen para poder tener acceso a una interrupción legal del embarazo.
Máxime si se da en un contexto nacional donde 300 mujeres por año mueren por las
consecuencias de abortos clandestinos, y es sabido que quienes mueren son aquellas
mujeres de bajos recursos que apelan a precarias e insalubres clínicas o a improvisados
métodos caseros. Sólo las mujeres de altos ingresos acceden a abortos seguros que se
hacen en más de una clínica privada, a altos precios.
Además un informe reciente de UNICEF señala que el 15 % de los partos en Argentina
son de adolescentes y alrededor de 3.000 son de niñas, que en la mayoría de los casos
han sido víctimas de abuso, porque a esa edad hay abuso de poder. “La falta de acceso a

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una educación sexual temprana e integral, las relaciones desiguales de poder entre los
géneros, la falta de servicios de salud amigables, la imposibilidad de acceder a la
interrupción legal del embarazo cuando así lo hubieran solicitado y la situación de
pobreza en la que generalmente viven exponen a estas niñas y adolescentes a un
embarazo infantil forzado y a una maternidad temprana no buscada”, dice el informe de
UNICEF. En base a diferentes estudios, el Banco Mundial concluye que hay “una
correlación significativa entre la maternidad temprana, menor rendimiento educativo y
peores resultados en el mercado laboral para las mujeres”.
Estas cifras son alarmantes, máxime cuando aún hoy la aplicación de la ley de
Educación Sexual Integral, en los establecimientos educativos, se da de forma
deficitaria.
La vigencia del protocolo de Lemus solo agravará esta situación en la Ciudad de Buenos
Aires, poniendo en riesgo la salud mental y física de cientos de mujeres. El derecho al
aborto legal, seguro y gratuito, el pleno derecho al acceso a la interrupción legal del
embarazo, como parte de un conjunto de medidas que garanticen el acceso a educación
sexual y anticonceptivos, resulta un derecho impostergable.
Por lo antedicho solicito el urgente tratamiento y la aprobación del presente proyecto de
Ley.

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